La muerte, sólo esperando su regreso...

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Leonhart, 20 Enero 2009.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Baldur Prime

    Baldur Prime Fanático

    Sagitario
    Miembro desde:
    20 Enero 2005
    Mensajes:
    1,083
    Pluma de
    Escritor
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    excelente continuacion de tu fic Kuroi-chan
    esta genial tu trabajo, te felicito mucho
    el fic esta bien redactado y sin faltas de escritura
    y no tienes que agradecer, mi ayuda fue minima, a quienes debes de dar gracias es a Samanta-chan y Zinam-chan ellas merecen tu gratitud
    y te felicito por tu genial fic, sigue asi
    estoy ansioso por leer mas de tu fic
    n_n
     
  2.  
    Zinam

    Zinam Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    22 Octubre 2008
    Mensajes:
    88
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    Antes que nada, perdón por no haberlo leído antes, estuve ocupada con tareas y demás T_T.

    Pero... ¡Me encantó esta continuación! *o*, estuvo hermosa.

    Me agradó en especial la parte en que Sakura golpea a Kakashi xD. Jajaja, me hizo reir bastante.
    También me gustó mucho el toque de KibaHina que pusiste *----*... ¡Muy lindo! =D

    No tengo nada que criticarle al capítulo =). Estuvo genial ^^. Excelente redacción, como siempre... Y muy buen manejo de la personalidad de cada uno :).

    ¡Esperaré la conti con ansias! =D.

    PD: Tardaré un poquito en hacerle la conti a mi fic... Falta de inspiración @_@.
     
  3.  
    LizNo Uchiha

    LizNo Uchiha Guest

    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    ¡Ohayo! ^O^
    ¡Uaahh! ¡Me ha encantado el capítulo!
    Me alegra que te lo hayan beteado, la verdad es que quedó muy bien, ya no hay errores (a mi ver XD) y aparte, la trama va bastante buena.
    Me has dejado intrigada... ¡Naruto ya volvió!
    Ahora no tengo idea de qué podra suceder... xD
    Tu título... el título del fic me tiene en ascuas, sube continuación pronto! X3 xD

    Espero ver qué pasará con la llegada de Naruto. ¿Sakura le dirá algo de lo de Sasuke? O--O
    ¡Uaaahh! ¡No quiero esperar mucho! D:

    Buen fic :)
     
  4.  
    Hime Mononoke

    Hime Mononoke Usuario común

    Leo
    Miembro desde:
    16 Diciembre 2008
    Mensajes:
    341
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    Wolis :D
    etto jijijijijiji *risita nerviosa* me acabo de leer todos tus capis [gueno que solo llevas 4] ...
    al principio me dejaste con una enorme dudota, ¿que hinata no percibio a Sakura como para no clavarle un shuriken ? o.0?, y entrenando solas las dos [que lindas ^^]
    además ahora que ya regreso Narutin no me imagino que puede pasar otra cosa
    bueno más bien es pregunta jijijijiji *risita nerviosa* ¿porque ese titulo? ¿alguien muere? ¿o sakura se muere después de que Sasuke regresa? NO LO SE
    INTRIGA TOTAL ToT
    en fin tu ff me ha gustado muchito ^^
    espero lo cntinues pronto...
    ...
    adiosito.
    ...

    [​IMG]
     
  5.  
    Leonhart

    Leonhart Usuario popular

    Virgo
    Miembro desde:
    17 Enero 2009
    Mensajes:
    656
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La muerte, sólo esperando su regreso...
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    6707
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    Holaa!

    Bueno, como siempre vengo a disculparme por no subir conti en tanto tiempo, pero el causante es lo mismo de siempre: Prepa ¬¬

    Pero para compensar, traigo capítulo extremadamente largo! xD
    Proporcional a la dos semanas que no subí XP

    Disfrútenlo y gracias por leer :D

    Capítulo dedicado a Zinam :) (Ya verás porqué xD) Espero que te gustee! ^^

    ¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨​

    Capítulo 5: Reaparición.

    No podía creerlo. En verdad, ¡En verdad era Naruto!
    Me acerqué a él muy feliz y lo llamé para captar su atención.

    — ¡Naruto!

    El rubio volteó inmediatamente y sonrió de oreja a oreja.

    — ¡¡Sakura-chaaan!! —Gritó corriendo hacia donde yo me encontraba y dándome un abrazo que casi me saca todo el aire de los pulmones.
    — ¡¡Baka!! —Exclamé alejándome de él y dándole un fuerte golpe en la cabeza— ¡Déjame respirar!
    —S… Sakura-chan… ¿P… Porqué ahora q-que llego me… pegas? —Musitó sobándose el chichón que le había conllevado mi golpe y haciendo una pequeña pausa entre cada palabra.
    —No era necesario que me abrazaras tan fuerte —Reproché mirando a otro lado y con tono de enfado.

    Naruto rió enérgicamente; como siempre solía hacerlo y pidió disculpas a su tonta manera. Entonces, Jiraya se nos acercó. Yo lo saludé cortésmente y él de igual forma.
    Estuvimos comentando un poco lo que había concurrido en la aldea desde que ellos se habían ido; obviamente nada detallado puesto que relatar tres años en sólo cinco minutos, era una hazaña casi imposible. Habiendo comentado los detalles principales, Jiraya habló.

    —Bien, tengo que ir a informarle a Tsunade de nuestra llegada. Naruto, Tú deberías de ir conmigo —Apuntó el de edad mayor fulminando al rubio con la mirada.
    — ¡Naaah! —Se negó el de ojos azules campantemente— Luego iré a ver a la vieja Tsunade. Por ahora, ¡Quiero platicar con Sakura-chan!
    —Ay, Naruto… Tú igual que siempre —Suspiró y se negó el hombre de cabello blanco— Bueno, me voy entonces. ¡Pero no digas que no te advertí que me acompañaras, Naruto! Si Tsunade se enoja, ¡Será sólo tu culpa!
    —Sí, sí ero-sennin… —Musitó el rubio, ignorando a su entrenador.
    —Hasta luego, Jiraya-sama —Dije haciendo una pequeña reverencia.
    — ¡Nos vemos! —Exclamó aquel hombre, para luego desaparecer entre la multitud.

    Miré a Naruto. La verdad es que había cambiado muchísimo: Estaba más alto que cuando estábamos niños; ya notoriamente rebasaba mi estatura. Además de todo, se había puesto mucho más guapo. Las facciones que antes eran de niño, se habían convertido ya en las de un muchacho guapo y al parecer, maduro.
    Miraba en dirección hacia donde su entrenador había partido. Pareciera que estaba pensando en si acompañarlo o no; sabía que tendría problemas con Tsunade-sama si no lo hacía, pero… ¡Era Naruto! Era bastante difícil que alguien lo hiciera entender.

    — ¿Porqué no vas con él? —Pregunté con voz amable y sonriéndole a mi hiperactivo amigo.

    Él se quedó callado unos momentos, luego me miró y pidió que le repitiera la pregunta. Pacientemente lo hice y quedó como en estado de shock, tal vez procesando el cuestionamiento, únicamente se escuchaba el barullo de la gente que se encontraba en las calles de la villa. Pasaron varios segundos antes de que Naruto pudiera reaccionar, parecía bastante perdido en sus pensamientos.

    — ¡Naaah! —Exclamó finalmente— Quiero que me cuentes tooodo lo que ha pasado en mi ausencia ¡Pero con lujo de detalle, Sakura-chan!
    —Okey —Dije suspirando y con una gotita cayendo por mi cabeza. La verdad que Naruto no había cambiado en nada…
    —Pues… ¡Vamos al parque de por allá! —Gritó el rubio señalando hacia su izquierda.
    — Naruto… el parque queda para allá —Corregí yo mirando hacia la derecha y con aire de desesperanza. Creí que tal vez pudiera ser menos despistado cuando volviera, pero ya había visto que no.

    El de ojos azules rió bobamente y se rascó la cabeza de manera traviesa. Luego de ello, lo empujé por la espalda y comenzamos a caminar en dirección hacia el mencionado parque.
    En el camino, íbamos platicando de bastantes cosas. Principalmente, Naruto iba platicándome todo lo que había vivido en su entrenamiento. Mencionó que había sido bastante duro, que había aprendido nuevas técnicas y que quería mostrármelas, que había conocido a mucha gente nueva; muchas aldeas, lugares, entre otras cosas. Yo sólo asentía y reía de vez en cuando. En parte, extrañaba esa actitud boba por parte de él: Cuando no estaba, no tenía con quien enojarme y platicar de esa forma.
    Llegamos al parque y nos acercamos a una banquita que se encontraba debajo de la cómoda sombra de un árbol. Nos sentamos y Naruto suspiró fuertemente, acomodando sus brazos en la nuca y mirando hacia arriba.

    —Bueno, Sakura-chan… ¡Cuéntame qué de todo ha pasado! —Me miró como para esperar que le platicara todo, pero desvió su vista hacia el libro que Tsunade-sama me había dado.
    — ¿Qué es eso? —Preguntó inocentemente.
    —Un libro… —Respondí en tono de obviedad.
    —Lo sé, lo sé Sakura-chan. Pero… ¿De qué? ¡¿Puedo ver, puedo ver?! —Exclamaba hiperactivamente el de ojos azules.
    —Aunque lo vieras, no lo entenderías, Naruto; es un libro sólo para ninjas médicos. Además no sé si Tsunade-sama crea correcto que tú lo… —Pero antes de que pudiera continuar hablando, el rubio me arrebató el libro de las manos y lo abrió justo donde lo había dejado. En aquella técnica que yo consideraba “imposible”.
    —Técnica de intercambio de ener…
    — ¡Dame eso, Naruto! —Grité bastante enojada y arrebatándole el libro de las manos— ¿Quién rayos te crees para quitármelo de esa forma? ¡¿Eres idiota o qué?! —Exclamaba en tono cada vez más fuerte y levantando amenazantemente mi puño sobre la cabeza de aquel chismoso chico.
    — ¡T… Tranquila, Sakura-chan! Yo s… sólo quería… ¡¡Tranquila!! —Chillaba el de ojos azules retrocediendo muy asustado.
    — ¡BAKAAA! —Grité con mucha ira; pero antes de poder soltarle el golpe final, el tonto chico cayó de la banca por hacerse tanto para atrás y se pegó en la cabeza ocasionando que le saliera otro chichón bastante gracioso.
    — ¡Auch! —Exclamó el Uzumaki sobando su cabeza— Sakura-chan… ¡Ayúdame!
    — ¡No! —Reproché con voz más tranquila y mirando hacia el otro lado donde Naruto se encontraba— No debiste arrebatarme el libro. Eso es el karma y te aguantas —Dije finalmente sentándome bien y poniendo el libro sobre mis piernas.

    Naruto bufó y como pudo, se paró del suelo para luego sentarse al lado mío como había sido minutos antes de su insolente y chismoso acto.

    —Si ya te vas a comportar y respetar las cosas que no te pertenecen, entonces te contaré todo —Hablé con un tono mucho más relajado y mirando hacia el frente.
    —Ya, Sakura-chan… Prometo que estaré en paz… —Apuntó el rubio en un tono mucho más serio.

    Ahí fue cuando supe que podría hablar con él de forma seria y contarle todo más relajadamente. Le platiqué todo lo que habíamos hecho en los tres años de su ausencia; cómo fue que reconstruimos la aldea totalmente después del ataque de Orochimaru y la muerte del tercer Hokage. Todo lo que pasó con cada uno de los “Nueve novatos” incluyéndome a mí, entre varias cosas más.
    Pero, realmente no sabía si contarle todo lo que Tsunade-sama y Kakashi-sensei me habían dicho acerca de Sasuke… Sabía que esa información era increíblemente valiosa y que Naruto debía saberla; pero también sabía que si le decía algo, el tonto sin pensarlo dos veces se iría de la aldea como diera lugar para poder ir a buscar a Sasuke… Además de todo, aún faltaba confirmar la información. Tsunade-sama mencionó que enviaría a un grupo Anbu a que revisaran el lugar y que tal vez después, enviaría a un grupo de ninjas de la aldea… incluyéndome, posiblemente. Entonces… ¿Debería esperar a que Tsunade-sama hablara con él? O… ¿Debía decirle yo?
    No podía ocultarle una noticia tan grande como esa, pero no debía hacérsela saber…

    —Y… ¿Eso es todo, Sakura-chan? —Preguntó el rubio, como esperando a que le dijera más cosas.

    Me quedé pensativa unos momentos… ¿Debía o… no debía?

    —Humm… Es… es todo, Naruto —Dije finalmente, un poco dudosa.
    — ¿Es todo? ¡Yo esperaba más acción! —Exclamó enérgicamente.
    —Tal vez haya algo más… Después —Musité sonriendo un tanto nerviosa.
    —Tal vez… ¡Ojalá! —Apuntó el Uzumaki bastante alegre.

    Reí un poco y él de igual forma lo hizo. Estuvimos platicando otro buen rato, casi todo eran cosas sin sentido; pero muy divertidas.
    Estaba yo platicándole acerca de una de las “peleas” que había tenido con Ino y él me escuchaba atentamente pero de un momento a otro, su mirada se desvió hacia otro lado del parque. Parecía que ni siquiera me prestaba atención…

    — ¿Naruto? —Pregunté pasando la mano por enfrente de su cara.

    Pero el chico no parecía reaccionar. Miré hacia donde él y ví ahí a Kiba y Hinata platicando divertidamente. Ella reía y él tenía su brazo detrás de los hombros de mi amiga. Parecían bastante felices…

    — ¿Naruto? —Cuestioné por segunda ocasión y sacudiéndolo un poco.
    —Sakura-chan… ¿Son novios? —Dijo finalmente luego de unos minutos de silencio.
    —No… —Respondí bastante extrañada.

    Hubo un incómodo silencio durante un par de minutos. Naruto los miraba como con miedo; pero también notaba cómo tenía un gran signo de interrogación en toda la cara. Un rato después, reaccionó…

    —Entonces… ¡¿Entonces que hace Kiba con Hinata así?! —Exclamó un tanto enfadado y levantándose de la banca rápidamente.
    — ¡¡Kiba!! ¡¡Hinata!! —Gritó el Uzumaki a pulmón abierto.

    Ambos chicos voltearon y claramente pude ver como en cuanto Hinata vió a Naruto; su cara se tornó de un color rojo vivo.

    — ¡¿Naruto?! —Exclamó Kiba en un tono entre hiperactivo y extrañado.
    — ¡¿Qué están haciendo?! ¿Qué le hiciste a Hinata?! —Gritó nuevamente el rubio.

    Kiba volteó a ver a la chica; no sabía a qué se refería Naruto con ese “Qué le hiciste a Hinata”.
    Al mirarla, vió que estaba más roja que un jitomate y tenía los ojos como plato.
    La sacudió un poco, pero Hinata no reaccionaba. Naruto y yo nos limitábamos a observar de lejos cómo Kiba intentaba hacer reaccionar a Hinata, pero la Hyuuga no volvía en sí.

    — ¡¡Kibaa!! —Exclamó Naruto muy enfadado y acercándose a ambos chicos. Yo tuve que seguirlo para controlarlo un poco y no dejar que se acercara demasiado a Hinata; si no, seguramente mi amiga moriría de un infarto.

    Ya que estuvimos con ellos, el Uzumaki tomó a Hinata por los hombros y comenzó a agitarla levemente mientras susurraba su nombre.
    Kiba me volteó a ver. Su cara denotaba que tenía bastantes preguntas que hacerme y además de todo; lucía un tanto enfadado. Yo le sonreí como amenizar la tensa atmósfera que se estaba formando entre nosotros y luego tomé a Naruto por la chamarra.

    —Ya déjala en paz, tonto…
    — ¡Pero Sakura-chan! ¡Hinata! ¡¡Hinata no reacciona!! —Chilló el de ojos azules en su conocido tono hiperactivo.
    — ¡Y menos va a reaccionar si la sigues sacudiendo de esa forma! —Bufé y aventé al Uzumaki para con Kiba.
    — ¡Todo es tu culpa, idiota! —Exclamó Kiba notoriamente enfadado y quitándose de encima al rubio.
    — ¿Mi culpa? ¡¿Mi culpa?! ¡¿Quién era el que estaba con Hinata cuando se quedó así, eh?! ¡¿Quién?! —Se defendió Naruto acercándose a Kiba.
    —Sí, yo estaba con ella ¡Pero no tiene nada que ver conmigo! Fuiste tú y tu estúpido regreso… ¡¡¡Tu estúpido y molesto regreso!!!
    — ¡¿Mi regreso?! ¡Estoy seguro de que todo mundo estará feliz porque volví!
    — ¡No todo el mundo, créelo! ¡Yo no!
    — ¡Pues no me importa, niño perro! ¡Que me quieras aquí o no me tiene sin cuidado! Aunque no quieras… ¡Volví!
    — ¡Pues te hubieras quedado lejos! ¡Eres la mayor vergüenza de todo Konoha!
    — ¡¿Ah sí?! ¡¿Y quién perdió contra mí en las evaluaciones de los exámenes Chuunin, eh?! ¡¿Quién quedó en completo ridículo?!
    — ¡Fue sólo suerte, ahora ni en tus sueños me ganarías, tonto!
    — ¡No me llames tonto, bobo!
    — ¡Torpe!
    — ¡Tarado!
    — ¡Idiota!
    — ¡Zopenco!
    — ¡Inepto!
    — ¡Imbécil!
    — ¡Ca…!
    — ¡Bueno, bueno ya! —Exclamé bastante furiosa; ese par ya me había sacado de mis casillas.

    Ambos me miraron y notaron la rabia en mis ojos…

    —S… Sakura-chan… N… no de nuevo… —Murmuró Naruto con miedo en su voz.
    —S… ¿Sakura? —Cuestionó Kiba con el mismo semblante que mi hiperactivo amigo.
    — ¡Par de idiotas! —Exclamé muy enojada— ¡¿Qué acaso no ven que Hinata está mal y ustedes pelándose como nenas de kínder?!
    —Pero… ¡Sakura-chan! ¡Es culpa de este tonto! ¡Yo sí estoy preocupado por Hinata y…!
    — ¡Noo claro! ¡Preocupadísimo Naruto! ¡Todavía te dio tiempo de renegarme y toda la cosa! ¡¿No?!
    — ¡Tú estás igual Kiba-baka!
    — ¡¿Cómo me dijiste?!
    — ¡Baa-kaa!
    — ¡Naruto! ¡Eres un…!
    — ¡¡CALLENSE!! —Grité ahora sí completamente roja del coraje— ¡Kiba! ¡Ponte del otro lado de árbol! ¡Naruto! ¡Vete a aquel árbol de allá!
    — ¡¿Y por qué Kiba-baka se queda aquí?!
    — ¡¡Vayan AHORA!!
    — ¡Pero Sakura-chaan!

    En ese momento, no pude contenerme y tomé a Naruto por la espalda aventándolo hasta el árbol que le había mencionado antes, luego tomé un kunai de mi porta armas y lo lancé hacia el árbol, clavando a Naruto por la chamarra.
    El rubio estaba con los ojos como plato y escurriendo de sudor; sabía que si no le hubiera atinado a la chamarra… Bueno, pues ya se imaginan ¿No?
    Luego, mecánicamente volteé hacia donde estaba Kiba, el cual me miraba con la misma cara que Naruto.

    — ¿Te vas para allá o te llevo? —Pregunté con cara de psicópata.
    — ¡N… no! ¡Yo voy Sakura; no te molestes!
    —Pues… ¡Corre! —Exclamé dando un paso al frente, lo cual ocasionó que Kiba corriera hacia el otro lado del árbol, tomara un kunai de su porta armas y se lo clavara en la chamarra de la misma forma que yo lo había hecho con Naruto.

    —Hombres… —Musité decepcionada y mirando a Hinata después de todo el show que acabábamos de dar.

    Mi amiga continuaba en shock. En realidad habían pasado alrededor de tres o cinco minutos desde que la pelea de Kiba y Naruto había iniciado y ella continuaba sin pestañear una sola vez; además de que su cara continuaba rojísima…

    —En serio… Naruto ocasiona cosas increíbles. El número uno en sorprender a la gente —Susurré tocando la frente de Hinata y sacudiéndola un poco— ¡Hinata! —La llamé en un tono algo fuerte.
    — ¡Sakura-chan! —Chilló Naruto fuertemente— ¡Ya quiero irme de aquí, quiero saludar a Hi…!
    — ¡Te vas a quedar ahí hasta que Hinata reaccione y se tranquilice! ¡Y no me hagas ir a callarte porque sabes que lo hago, eh! —Advertí mirándolo con ojos asesinos.
    — Pero… ¡Sakura-chan! —Lo miré con ojos aún más asesinos— ¡Okey, Okey! Me callo… —Y volteó la mirada hacia otro punto, muy resignado.

    Yo bufé y continué intentando despertar a Hinata de su extraño trance. Tuvieron que pasar un par de minutos más para que la de cabello azul volviera en sí; y al parecer estaba bastante ajena a lo que le había sucedido rato antes.

    — ¡Hinata! —Exclamé alegremente y ayudando a mi amiga a levantarse; pues se había quedado arrodillada y recargada en un árbol todo el tiempo.
    —S… Sakura… ¿Qué…? —Cuestionó pasmada y sin finalizar.
    —Tranquila, amiga —Le hablé amablemente y con una sonrisa bondadosa.
    —S… Sakura… juro que… ví a… yo lo ví… él… —Tartamudeaba la de ojos perla, sin darse a entender claramente.
    — ¿Lo viste? —Interrogué inocentemente— ¡Ahh! ¡Lo viste, sí! —Clamé finalmente para luego soltar una risita boba y rascar mi cabeza levemente.
    —Ví a… Na… Na… Naruto… k… kun… —Balbuceó la chica volviéndose a poner colorada. Yo reí nuevamente y la observaba muy tranquila.

    Obviamente, no pasó mucho tiempo antes de que una estruendosa e hiperactiva voz de hiciera sonar por los alrededores…

    — ¡Hinata! ¡Despertaste, dattebayo!

    En ese momento, la Hyuuga puso los ojos como plato de nuevo y volteó de manera lenta y casi mecánica al lugar de donde provenía la voz…
    Finalmente, confirmó que lo que sus ojos le habían mostrado minutos antes no era una ilusión: Su Naruto-kun había vuelto…

    — ¡¿Estás bien?! —Cuestionó el rubio mirándola y gritando desde la lejanía del árbol donde se encontraba clavado— ¡Es que Kiba-baka no sé qué te hizo pero como que te desmayaste! —Continuaba gritando el de ojos azules.

    La de ojos perla seguía sin responder y con ese “temor” y nerviosismo en su mirada. Lentamente, volteó su rostro hacia con el mío…

    —Sakura… —Musitó temerosa.
    —Dime, Hinata —Respondí con una sonrisa amable.
    —Esto no… ¿No es un sueño, verdad? —Cuestionó ella negándose con miedo.
    —No, no lo es —Dije riendo ligeramente.

    Hinata sólo agachó la mirada muy desconcertada y sacudió un poco la cabeza, como pidiéndole a su cerebro que mandara las señales necesarias para que el cuerpo reaccionara…

    — ¡Hinata! —Se escuchó la voz de Kiba clamando su nombre fuertemente, pues no se veía por estar del otro lado del árbol— ¿Te encuentras bien?

    La mencionada chica alzó la mirada bastante extrañada; oía la voz pero no parecía haber alguien…

    — ¿Kiba-kun? —Cuestionó mirando alrededor.
    —Sí… —Dijo felizmente— Sakura ¿Ya puedo ir para allá?
    —Mmm… claro… —Respondí no muy segura ¡Pero bueno! Creo que ambos chicos ya habían tenido su merecido.
    — ¡Sakura-chaan! ¡¿Y yo qué?! —Chilló el rubio gritando a los cuatro vientos.
    — ¡Tú te quedas ahí, tonto! —Se burló el castaño desclavándose y acercándose a mí y a Hinata.
    — ¡Sa… ku…ra-chan! ¡No Ki…ba-baka! —Deletreó Naruto poniendo los ojos como plato y mirándome; esa expresión me dio un poco de miedo…
    —Tch… —Musitó Kiba volteando la mirada hacia donde Hinata, acercándose a ella muy tranquilo— ¿Estás bien, Hinata? —Preguntó dulcemente y esbozando una sonrisa que le hubiera proyectado confianza a cualquiera.

    La chica sólo asintió y se sonrojó un poco.

    —Me alegra… —Finalizó el chico perro sonriendo aún más.
    — ¡Sakura-chan, Ayúdamee! —Gritaba el hiperactivo rubio con dos ríos saliendo por sus ojos (N/A: Llorando estilo anime XD)
    —Kiba… Te encargo a Hinata ¿Si? —Cuestioné bufando y negándome con la cabeza.
    — ¡Claro! —Exclamó el mencionado chico levantando un dedo pulgar y sonriendo victoriosamente.

    Yo me volteé hacia donde se encontraba Naruto y caminé lentamente hacia aquel árbol. Ya que hube llegado, el Uzumaki me gritó casi en la oreja:
    — ¡Hasta que, Sakura-chan! ¡Ya te habías tardad…!
    — ¡No me digas nada que te dejo aquí todo el día! ¡¿Entendiste?! —Le grité yo de igual manera y con una venita resaltada en mi frente.
    —S… sí… —Contestó con miedo y sudando un poco.

    Tomé el kunai que estaba sosteniéndolo y lo desclavé, provocando que finalmente mi escandaloso amigo quedara libre.

    — ¡Ahh! —Suspiró estirándose fuertemente— ¡Gracias, Sakura-chan!
    —Claro, claro… —Susurré caminando para con Kiba y Hinata y guardando el kunai en mi porta armas nuevamente.

    Naruto me siguió y así, ambos llegamos con el mencionado par.

    — ¡Hinata! ¡Qué gusto me da verte! —Exclamó el rubio abrazándola muy fuerte.
    — ¡Naruto! —Gritamos Kiba y yo al unísono para que el chico la soltara, no queríamos ver que pasaba lo mismo de hacía unos minutos atrás.
    — ¡Idiota! ¡Déjala en paz! ¡¿Qué no ves que se pone mal por tu culpa?! —Bramó el Inuzuka separando a mi amiga del rubio.
    — ¡Déjame, Kiba-baka! —Se soltó del chico y se quedó como en shock al igual que Hinata. Minutos después reaccionó y gritó— ¡¿Se pone mal por mi culpa?! —Miró a la Hyuuga— ¿Te pones mal por mi culpa?
    —Na… Naruto-kun… Estás… Estás…
    — ¡Demasiado cerca! —Exclamó nuevamente el castaño, seguido de un jalón mío para que se alejara un poco de la de ojos perla.
    — ¡Agg! ¡¿Por qué me dicen eso?! ¡¿Qué te hice, Hinata?! —Se lamentó Naruto mirando a Hinata fijamente.
    —No le has hecho nada, simplemente que… ¡No te le acerques tanto! —Respondí a las escandalosas preguntas del chico.
    —Ahh… Si es eso… ¡Está bien! —Finalizó sonriendo abiertamente y con una gotita cayendo por su nuca.

    La verdad, me sorprendía que Naruto no entendiera nada: Ni por la cabeza le pasaban los sentimientos de Hinata… ¿Se puede ser así de despistado?
    ¡Todo el mundo lo sabía! Inclusive hasta Gaara, Kankuro y Temari… ¡Y ellos ni siquiera son de nuestra aldea!

    —Vaya chico… —Suspiré desilusionada y negándome rotundamente.
    — ¿Pasa algo, Sakura-chan? —Interrogó el rubio mirándome muy extrañado.
    —No, no pasa nada Naruto… —Alcé la mirada y observé que mi amiga de ojos perla ya se encontraba mejor.

    Pasó un rato y el rubio continuaba haciéndole preguntas a Hinata ¡No entendía nada!
    Inclusive hasta Kiba y yo le decíamos que la dejara en paz… Según él algo así había dicho… Pero ya saben, el discutir con Naruto e intentar hacerlo entender es un trabajo bastante complicado, él es más terco que una mula…

    Ya eran aproximadamente las cuatro de la tarde y ninguno de nosotros había comido. Comenzaba a escucharse el gruñir del estómago de cierto comelón chico…

    —Ahh… —Se lamentó tocándose el estómago— ¡Sakura-chan, tengo hambre! —Me replicó como si fuera mi obligación alimentarlo…
    — ¿Y qué quieres que yo haga, Naruto?
    —Vamos a comer ramen… —Dijo con voz maliciosa y una sonrisa psicópata.
    — ¿Na… Naruto-kun? —Cuestionó Hinata un poco asustada por la reacción de su amado rubio.
    — ¿Esa cara qué indica? ¡¿No te da vergüenza, Naruto?! —Se burló Kiba sonriendo de medio lado.
    — ¿A ti no te da vergüenza tu cara, Kiba-baka? —Intentó defenderse el mencionado chico.
    — ¡Claro que no! —Respondió victorioso— Soy bastante gua…
    — ¡Hahaa! ¡Claro! ¿Crees que un perro es guapo? —Me miró— Sakura-chan… ¡¿Crees que un perro es guapo?!
    —Naruto… —Musité con la mirada agachada y una gotita cayendo por mi cabeza en señal de desesperanza: Era muy ocurrente…
    — ¡Eso es un no! ¿Cierto, Sakura-chan?
    —Eso es un: cállense los dos o los dejo clavados en un árbol JUNTOS todo el día… —Hablé remarcando el “Juntos” notoriamente.

    Kiba y Naruto abrieron los ojos al máximo —casi al punto de salirse de sus órbitas— al escuchar lo que dije. Hinata me volteó a ver muy sorprendida pero al mismo tiempo, con un aire de diversión en su mirada.
    Ambos chicos se limitaron guardar silencio y dejar de pelearse; eso sí, volteándose las caras con un gesto de indignación.

    —Bueno… ¡Voy a comer ramen! —Exclamó el de ojos azules victoriosamente— ¿Quién viene conmigo?
    —Nadie… —Respondió el castaño riendo ligeramente. Parecía que peleaba a Naruto sólo por diversión… ¿O es que las peleas iban en serio?
    —Me… me gustaría acompañarte, Naruto-kun, pe… pero…
    — ¡Vamos Hinata, yo pago! —Dijo el chico tomando a Hinata por la muñeca y jalándola en dirección al restaurante.
    —Es que… te… tengo que llegar a mi casa, si no mi padre se molestará mucho… —Continuó la chica intentando zafarse del agarre del Uzumaki.
    — ¡Ahh! Entiendo… —Musitó el rubio agachando la mirada— Bueno ¡Será otro día! —Sonrió finalmente, soltando a la de ojos perla. La chica sólo se limitó a sonrojarse y mirar al piso; además de ponerse a jugar con sus dedos índices de manera nerviosa.
    —Entonces… ¿Ya te vas a ir a tu casa, Hinata? —Cuestioné mirándola.
    —Yo… yo creo que sí. Llevo mucho tiempo fuera de casa y… bueno, ya sabes —Respondió para luego suspirar muy decepcionada.
    —Claro, entiendo… —Musité haciendo el mismo gesto que mi amiga.
    — ¿No quieres que te acompañe, Hinata? —Preguntó el castaño mirándola tiernamente.
    —Ki… Kiba-kun —Habló la chica de ojos perlados— Pero… si mi padre nos…
    —Yo iré con ustedes —Interrumpí— Así, si tu padre nos ve, no pasará nada… ¿O sí? —La Hyuuga se negó con la cabeza y de un momento a otro, se escuchó la interrupción cierto chico escandaloso.
    — ¡Entonces yo también voy, dattebayo!
    —Ay Naruto, cómo molestas… —Replicó el Inuzuka negándose y volteando la mirada.
    — ¿Te afecta que vaya, Kiba-baka? —Interrogó como retando al castaño.
    —Claro que sí. Además ¿Qué no te estabas muriendo de hambre?
    —Sí pero… ¡Mi estómago puede esperar! —Y sonrió abiertamente, poniéndose en pose para comenzar a caminar.

    Al oír eso, Kiba y yo hicimos la misma acción: Caernos de espaldas (N/A: Estilo anime XD)

    —Naruto… en serio que tú nunca cambias… —Hablé levantándome y tomando el libro que Tsunade-sama me había dado; pues todo el tiempo que habíamos estado con Kiba y Hinata, lo había puesto en el suelo.
    — ¡Ni nunca lo hará! —Bramó el de aspecto perruno también levantándose del suelo.
    — ¡Dejen de reclamarme! —Exclamó el rubio muy indignado— ¡Vámonos, Hinata! —Y luego de esto, comenzó a caminar hacia la mansión Hyuuga (De milagro se acordaba dónde era…) seguido por la chica que llevaba el mismo apellido.

    Kiba y yo nos miramos y nos encogimos de hombros… No nos quedaba otra que seguirles.

    Delante de nosotros iban Naruto y Hinata “platicando”. ¿Por qué entre comillas? Bueno, porque más bien parecía que Naruto obligaba a Hinata a hablar; aunque obviamente no era así, no se podía evitar ver que así era.
    Yo miraba de reojo al Inuzuka y parecía estar algo molesto… ¿Era por la pelea con Naruto o es que acaso él…?

    —Kiba… —Le llamé gentilmente.
    —Dime —Dijo volteando a verme luego de unos segundos.
    —Mmm… ¿Pasa algo?
    — ¿Algo? ¿Cómo qué? —Cuestionó muy extrañado.
    —No sé, tú dime…
    —Amm… pues… —Guardó silencio unos segundos y miró al frente (donde Naruto y Hinata) luego me volteó a ver nuevamente y suspiró— No es nada…
    — ¿Seguro? —Pregunté mirándolo muy fijo.
    —Sí. Creo… —Susurró la última palabra y si no es porque lo tenía al lado, no lo hubiera escuchado. Pero finalmente decidí no preguntarle nada, puesto que sabía que por más que le insistiera, no me diría “Qué le pasaba” (Aunque por supuesto tenía la idea de qué era…)

    Caminamos en silencio simplemente escuchando todo lo que mi amigo rubio le decía a la de ojos perlados. Creo que le estaba contando lo mismo que a mí: “Sus grandes hazañas”
    Pero hubo un momento en el que Kiba se acercó a ellos y nuevamente, comenzó a pelearse con Naruto. Tuve que hacer maroma y media para ponerlos en paz, ya que parecía que esta vez sí iban más en serio.
    El moreno regresó al lado mío y dejó que Naruto continuara platicando con nuestra amiga, pero su cara denotaba un gran enfado.

    Ya estábamos a un par de cuadras de la mansión Hyuuga y Hinata se detuvo, interrumpiendo al hiperactivo de ojos azules y diciéndole algo. Él se sorprendió (O eso parecía) y finalmente asintió. Luego de eso, Hinata se acercó a nosotros y habló:

    —Sakura, Kiba-kun… Si quieren pueden dejarme aquí…
    —Pero… Hinata… —Replicó el Inuzuka extrañado.
    —Está bien —Aseguró ella— Además, no han comido nada y seguramente ya han de tener hambre… Los veo después ¿Ok? —Cuestionó con una sonrisa muy dulce, a lo que el castaño no pudo negarse.
    —Muy bien Hinata ¡Pero me debes otro rato de plática! Ya que cierto tonto nos interrumpió… —Dijo mirando a Naruto, quien se aproximaba a paso apresurado.
    —Okey, Kiba-kun —Asintió la Hyuuga riendo ligeramente— ¡Nos vemos! ¡Adiós Sakura! ¡Adiós, Kiba-kun! —Finalizó despidiéndose de mí y del moreno.
    — ¡Adiós Hinata! —Nos despedimos al unísono.

    La chica caminó calles arriba hacia su casa, pasó por donde Naruto y se despidió de él. El rubio de igual manera la despidió y la chica de cabello azulado comenzó a desaparecerse entre la multitud de la ciudad…

    Naruto se acercó a nosotros y dijo en su conocido tono hiperactivo:

    — ¡¡Sakura-chan, vamos a comer ramen!!
    —Pero Naruto… amm… —Intentaba decir algo convincente para que el chico no me forzara a ir a comer ramen (la verdad que no tenía muchas ganas, no de no estar con él, sino de ramen…)
    — ¡Anda, Sakura-chan! —Exclamó mirándome con los ojos muy brillosos— ¡Necesito que me ayudes con algo, dattebayo!
    — ¡Ah! —Me sorprendí… ¿Qué era lo que Naruto quería?— Siendo así…
    —Sakura no puede ir contigo —Replicó Kiba tomando uno de mis hombros con su mano.
    — ¡¿Porqué no, Kiba-baka?! ¿Qué? ¡¿Ahora tú decides por ella?! —Se exaltó el de ojos azules.
    — ¡Claro que no, tonto! Es que Sakura va a ir a comer conmigo ¿Verdad? —Cuestionó el castaño mirándome con una sonrisa en su rostro.
    —Ah… ¿S… sí? —Me extrañé infinitamente… ¿Yo? ¿Comer con Kiba? ¿Qué rayos…?
    —Bueno, si no te molesta… Necesito mmm… hablar contigo —Finalizó el Inuzuka.
    — ¡No, Sakura-chan! ¡Yo te dije primero! —Replicó el portador del Kyuubi amenazantemente.
    — ¡Tú la ves diario, Naruto! Deja que vaya conmigo sólo por hoy… ¿Sí? —Preguntó Kiba… ¡¿Cortésmente?!
    —Kiba-baka, sí que eres molesto… —Reprochó el chico cruzando los brazos y volteando la mirada.
    —Anda Naruto, hazme ese favor…

    Yo sólo miraba a ambos chicos.
    No podía comprender como Kiba era de una personalidad tan cambiante… ¡Y también Naruto! Ya estaban muy tranquilos…
    Y pensar que veinte minutos antes se habían peleado medio “seriamente”, que antes de esos veinte, diez minutos antes discutieron como tres veces y que antes de esas tres veces no se habían hecho muy buena cara… Increíble. ¿Cómo puede llegar a ser así la actitud de un hombre?

    —En serio, nunca los acabaré de entender —Pensé y me negué con la cabeza.

    Mientras yo estaba analizando y pensando cómo era posible tal sorprendente grado de bipolaridad, ambos chicos estaban “discutiendo” (Pero de manera tranquila) con quién rayos me iba a ir a “comer”.
    Todo eso me extrañaba. Ninguno de los dos me pediría que fuera a comer con ellos nada más porque sí… Bueno, tal vez Naruto sí (aunque ya me había mencionado que tenía algo que pedirme) pero ¿Kiba? Era obvio que lo que quería era algo muy importante…

    Finalmente, volví en mí y encontré a ambos chicos mirándome muy sonrientes.

    —De nuevo, la bipolaridad… —Pensé— Oigan, no me vean así que me dan miedo —Dije ya en voz alta.
    — ¡Ya nos pusimos de acuerdo, Sakura-chan! —Exclamó el rubio sin hacer caso a lo que había dicho.
    —Ah… ¿De acuerdo? —Cuestioné extrañada… ¿Qué tramaban ahora?
    —Sí, ahorita irás a comer conmigo y en la noche irás al ramen con Naruto —Dijo Kiba sonriendo victoriosamente y en tono de superioridad.
    —Ah… —Me quedé en shock y segundos después reaccioné— ¡¿Y quién rayos se creen que son para disponer de mí de esa forma?!
    —Tranquila, Sakura-chan… Sólo es hoy… ¿Sí?
    — ¿Sí? —Suplicó de igual forma el moreno.

    Pensé unos segundos y finalmente acepté; total, haría mi buena acción del día ayudando a ese par.

    Ambos chicos se miraron y dijeron algo —que en realidad no entendí— asintieron y Naruto se despidió.

    — ¡Nos vemos al rato, Sakura-chan! ¡Pasaré por ti ya que acabes con Kiba-baka! —Exclamó alejándose de mí y el mencionado chico y diciendo adiós con la mano.
    —Sí… Adiós Naruto… —Musité agachando la mirada.
    — ¡Bueno Sakura, vamos a comer! —Bramó el Inuzuka comenzando a caminar en dirección a no se qué restaurante.

    Yo únicamente lo seguí sin decir ni replicar nada.
    Íbamos en silencio en el camino, parecía que estaba guardándose todo lo que tenía que decirme hasta que llegáramos a dicho lugar.
    Pasaron alrededor de diez o quince minutos y finalmente llegamos al mencionado restaurante.
    Entramos y pedimos lo que íbamos a comer (Para lo que nos alcanzaba XD)
    Un rato después nos trajeron nuestras órdenes y sin dudarlo, Kiba comenzó a comer; seguido por mí.

    Estuvimos en silencio. En sí me preguntaba si el castaño iba a decirme algo o no; hasta que decidí preguntarle…

    —Bien… ¿De qué querías hablar, Kiba?

    El mencionado chico dejó de comer, tomó un sorbo de té y me miró fijamente.

    —Sakura… necesito que me ayudes…


    ¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨
    Bueno, es todo! xD​

    A mí me hizo reír bastante en varias partes mientras escribía haha xD
    Pero bueno...
    Espero y les haya gustado! ^^

    Gracias por leer y los veo en el próximo capítulo! :D
    (Esta vez prometo no tardarme tanto :))

    Sayoo! ^^
     
  6.  
    Baldur Prime

    Baldur Prime Fanático

    Sagitario
    Miembro desde:
    20 Enero 2005
    Mensajes:
    1,083
    Pluma de
    Escritor
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    buena continuacion de tu capitulo
    me gusto mucho tu trabajo
    te felicito mucho
    ¿que sera lo que necesitan hablar con Sakura-chan, Kiba y Naruto?
    es un buen capitulo, sigue asi
    estoy ansioso por leer mas de el
    n_n
     
  7.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

    Libra
    Miembro desde:
    13 Mayo 2008
    Mensajes:
    2,911
    Pluma de
    Escritor
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    HOLLLLLLLLLLLLLAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSS
    amigaa
    perdonameeeeee
    plzzzzzzz
    hace mucho ke no me pasaba por aki
    ya bastantes contis me habia perdido
    ToT
    ¡¡¡¡¡PERO ME HAN ENCANTADO!!!!!!!
    xD jajajaaj
    esos dos
    kiba y naruto nunca djaran de pelear?
    es como en lo viejos tiempos
    pero con sasuke
    jeeje
    de veras
    ¿cuando aparece sasukeee????!!!!!!!!
    mujeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerr
    y ese jutsu tan "increible" ??!!

    MUJEEEEEEEEERRR
    CONTINUALO PRONTOOOOOOO
    O SINO ¨*perverso* muajajaj xD

    sayithoooooooooo..........!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
     
  8.  
    inuzukaino

    inuzukaino Entusiasta

    Libra
    Miembro desde:
    17 Agosto 2008
    Mensajes:
    153
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    hola!!!!!!!!!!!!!
    que lindo me costo porque estaba
    super largo pero valio la pena
    me gusto mucho tu ff esta genial
    y este ultimo capi si que me hizo
    reir jajaja XD esa sakura con sus
    amenazas me pregunto porque siempre
    es con naruto o alguno que es idiota
    porque cuando sasuke y naruto peleaban
    el unico que salia muy lastimado era mi
    naruto-kun jajaja XS
    adios!!!!!!!!!!
     
  9.  
    Etsuko-chan

    Etsuko-chan Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    14 Mayo 2008
    Mensajes:
    316
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    ohayo!!!!
    que lindo esta tu ff amiga de verdad
    que escribes genial me gusto mucho
    tambien me agradaz que le des la importancia
    que se merece al desarrollo de cada pareja
    ya que como sabes me gusta que todo tenga
    un sentido y una razon y tu ff tiene las dos
    esta genial espero que actualices pronto
    sayonara!!!!!!!!
     
  10.  
    Akaii Saku

    Akaii Saku Guest

    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    Holaa holaa!

    Kyaa! me encantó tu fanfic! >____<

    Tardé como una hora en leerlo todo haha, pero valió la pena! :D :D
    Está muy bueno! ^^

    Tu título me tiene con intriga ÒwÓ
    Piensas matar a Naruto?!?!? OO__OO
    No, verdad que no?!?! D:

    Espero... si no... ToT

    okioki pero bueno xD
    Pues como te había dicho antes tu ortografía es muy buena, además de que me gusta como escribes, narras y demás n,n
    No te sales de la personalidad del peronaje y eso es bueno.

    Sigue escribiendo y sube conti rápido, que estoy bien intrigadota ÒwÓ

    Jaa nee! ^^
     
  11.  
    Hime Mononoke

    Hime Mononoke Usuario común

    Leo
    Miembro desde:
    16 Diciembre 2008
    Mensajes:
    341
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    WOLAS:D
    jejejeje *risita nerviosa* valla que este capitulo me ha dejado...bueno que te digo... doblada de la rísa xDxD...no me acabo de reir con eso de los bipolares "amigos"... pobre Sakura lo que le espera [creo tener una ligera sospecha de que se trata la ayuda]... pero sabes quiero saber si aparece Sai...[sabes que me gusta el SaiSaku] o de perdida jejejejejeje-.- que Sakura siga dando miedo a Naruto y a Kiba [con eso basta (es tan comico)-.-]...
    bueno, espero y no tardes con la conti de tu ff... adiosito...
     
  12.  
    Leonhart

    Leonhart Usuario popular

    Virgo
    Miembro desde:
    17 Enero 2009
    Mensajes:
    656
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La muerte, sólo esperando su regreso...
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    6506
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    ¡Hola!​

    Bien, sé que prometí que no me tardaría tanto pero waa >.< la escuela me atarea mucho ToT
    Además de ciertas cuestiones que de pronto me robaron la inspiración, pero ya estoy de vuelta ;)​

    Capítulo largo el de hoy. Muchas gracias a todos por sus comentarios :)


    Capítulo 6: ¿Naruto?

    Me extrañé.
    Lo sé, ya me había dicho que necesitaba mi ayuda pero… ¡Aún así me extrañé!

    — ¿Que te ayude? ¿A qué? —Cuestioné en tono inocente pero preocupado.
    —Humm… no es nada difícil y… creo que tú puedes ayudarme.
    —Okey, pero… ¿De qué se trata?

    El moreno me miró fijamente y suspiró; parecía que le costaba trabajo decirlo —Cosa rara en él— puesto que siempre ha sido muy extrovertido y ese tipo de cosas. Pero bueno, dicen que siempre hay una primera vez para todo… ¿No?

    —Mmm… es acerca de… Hi… Hinata —Musitó con un leve sonrojo en sus mejillas.

    Sonreí. La verdad es que sospechaba casi hasta asegurar que se trataría de eso. Aunque, pensándolo bien; Hinata… Mmm Hinata mira a Kiba como un amigo, si no me equivoco…

    — ¿Ah sí? —Hice una pausa, reí ligeramente y continué— Bien y dime, ¿A qué quieres que te ayude?
    —Oh vamos Sakura ¿Es que tengo que decirte todo textualmente? —Preguntó volteando la mirada y sonrojándose cada vez más.
    —Hum, no es eso Kiba; es que puede que quieras que te ayude a muchas cosas. Por ejemplo: Que te ayude a decirle, que te ayude a que se dé cuenta, que te ayude a estar con ella, que te ayude a…
    —Sí, sí; esa —Interrumpió intentando esconder su sonrojo bajando la mirada.
    — ¿Esa? ¿Cuál? —Cuestioné sonriéndole alegremente.
    —La… última… —Musitó estando ya al rojo vivo.

    ¿La última? Eso quería decir que le ayudara a estar con Hinata, pero estaba claro que ella sólo tenía ojos para Naruto. Además, todavía faltaba que el rubio me pidiera su “favor” y estaba casi segura de que se trataría de lo mismo que con Kiba. (Habiendo visto el show de hacía rato, era noventa porciento seguro)

    —Bien… —Hablé después de unos minutos de silencio— Entonces, ¿Quieres que te ayude ser novio de Hinata?
    —S… sí —Respondió tímidamente el Inuzuka mientras tomaba un sorbo de té.
    —Okey, haré lo que pueda Kiba —Aseguré luego de un suspiro. Para el mencionado chico parecieron palabras de gloria divina, ya que de inmediato alzó la cabeza y me miró con emoción.
    — ¡¿En serio?! —Su miraba derrochaba felicidad inimaginable.
    —Sí —Contesté sonriéndole alegremente. El moreno de inmediato se acercó a mí dándome un gran y desprevenido abrazo.
    — ¡Gracias Sakura! —Exclamó casi en mi oído. Yo para no verme mala gente le correspondí el abrazo; finalmente, estaba muy emocionado y estaba casi segura de que no tenía idea de lo que hacía.

    Al poco tiempo después, se dio cuenta de su hazaña y de inmediato se separó de mí.

    —Lo… lo siento Sakura pero es que…
    —No te preocupes, Kiba —Le interrumpí con una bondadosa sonrisa— Entiendo.

    El mencionado chico sonrió igual que yo y se sentó en su lugar. Ambos miramos alrededor y nos encontramos con la sorpresa de que toda la gente que había en el restaurante nos miraba pícaramente. ¡Dios! ¿Qué no se puede tener algo de “tranquilidad” hoy en día?

    — ¿Qué es lo que miran? —Dijo el de apariencia perruna en tono de enfado, pero sin llegar a ser grosero.
    —No tengo idea… —Agregué tomando un sorbo de té.

    Pasó un rato y aquel chico y yo continuamos comiendo tranquilamente. El ambiente ya se había amenizado desde que llegamos y habíamos entablado una conversación más o menos provechosa fuera del tema de lo de Hinata.

    La verdad, no me imaginaba que Kiba fuese una persona tan agradable —Y con esto no me refiero a que no me cayera bien o pensara que era un enfadoso— más bien creía que él y yo no teníamos química alguna, pero me equivoqué; había cosas en las que estábamos perfectamente de acuerdo.
    Aunque lo que en verdad me sorprendía era lo siguiente: Su forma de ser era casi idéntica a la de Naruto y aún así, en cierta forma sentía una gran conexión con el castaño. A pesar de que ambos son bastante hiperactivos, gritones, escandalosos, inmaduros, siempre se creen el líder… —En fin, infinidad de cosas— Kiba me había caído muy bien.
    Entonces pasó de ser un “conocido de la academia” a un “Querido conocido de la academia”. Subió de rango, ¿No es así?

    Pasó el tiempo y ya hacía buen rato que habíamos terminado de comer. Tan sólo nos dedicábamos a reír de infinidad de tonterías y experiencias que nos contábamos mutuamente.

    — ¡Sakura! —Exclamó el castaño con la voz ahogada entre risas— ¡En serio eres genial! —Como pudo, dejó de reír y me miró con una amplia sonrisa en su rostro— Ahora entiendo porqué Naruto estaba tan enamorado de ti… —Finalizó para echarse a reír de nuevo.

    Reí un poco nerviosa ante el comentario de Kiba mientras una gotita caía por mi nuca, además de sonrojarme notoriamente. No me gustaba que me recordaran los anteriores sentimientos de Naruto.
    Tal vez porque de ninguna manera sentía que pudiera corresponderle, simplemente lo veía como a un gran y valioso amigo; mi mejor amigo.

    —Por cierto —Agregó el Inuzuka en un tono más serio— Quisiera hacerte una pregunta, Sakura… ¿Puedo?
    —Claro Kiba —Respondí luego de un corto silencio que indicaba mi extrañez ante la seriedad de dicho muchacho.

    El chico suspiró y puso las manos sobre la mesa, me miró a los ojos y sonrió de medio lado.

    — ¿Qué es lo que en verdad sientes por Naruto? —Cuestionó luego de callar unos momentos.

    La pregunta me cayó como balde de agua fría. ¿Qué era lo que sentía por Naruto? ¡Era obvio! ¿No? Antes lo había mencionado, únicamente veo a aquel hiperactivo rubio como mi mejor amigo.
    Pero… ¿Por qué Kiba me preguntaba algo como eso?
    ¡Ahh! Seguramente porque de alguna forma quería que yo “estuviera” con Naruto para él poder quedarse con Hinata… Astuto Kiba, muy astuto.

    —Nuestra relación es de mera amistad —Respondí en tono serio y mirando los extraños ojos de Kiba— Lo único que siento por él es cariño y admiración; nada más…

    Me miró unos segundos, parecía como si no le hubiese agradado mucho mi respuesta, pero aún así no me hizo mala cara ni reclamó (Y en realidad si lo hubiera hecho, no tenía porqué)

    —Ya veo —Asintió poniendo su mano sobre su barbilla de manera “intelectual”.
    — ¿Por qué lo preguntas? —Era tiempo de que yo lo interrogara ahora.
    —No, por nada en especial —Se negó con la cabeza y suspiró silenciosamente— Mera curiosidad —Agregó al final mostrando su ya conocida sonrisa.
    —Hmm… muy bien —Suspiré mirando hacia fuera y pude darme cuenta de que ya era un poco tarde.
    — ¡Bueno! —Exclamó Kiba estirándose un poco— ¿Te parece si vamos a platicar un rato al parque? Todavía falta tiempo para tu cena con Naruto…

    El que me dijera eso hacía que me hirviera la sangre. No me gustaba que dispusieran de mí como si fuese un objeto e inmediatamente se lo hice saber:

    —Cenaré con Naruto para ayudar, comí contigo para ayudar… ¡No creas que soy muñeca de trapo para que me traigan por doquier! —Mi cara se volvió más psicópata, mi mirada era fría y asesina y una gran vena resaltaba en mi frente.
    —O… okey Sakura… ¡T-Tranquila! —Suplicó el moreno con miedo en su porte.

    De un momento a otro me relajé (Sí, soy muy bipolar…) y asentí a la petición de Kiba, iríamos al parque entonces.
    Pagamos la comida para consecuentemente salir del restaurante y nos dirigimos hacia el mencionado parque, sentándonos en una banca.

    Justamente ya que estábamos sentados, Kiba miró el libro que Tsunade-sama me había dado —Tal y como lo había hecho mi amigo de ojos azules— y preguntó:

    — ¿De qué es ese libro, Sakura? Lo traes desde que te vi con Naruto y no lo has soltado ni poquito… ¿O sí?
    —Sí, lo solté cuando Hinata quedó en trance —Reí ligeramente y continué— Y hum… pues es un libro de medicina que me prestó Tsunade-sama.
    —Ahh… ya entiendo —Asintió mirando al libro y segundos después me miró a mí— Eres muy apegada a la Hokage, ¿Verdad? —Su mirada se clavó en mis ojos y sonrió de medio lado.
    —Pues un poco… Digamos que sólo lo necesario. Finalmente, soy su aprendiz —Me encogí de hombros y miré al cielo, recordando lo que la Hokage me había mencionado por la mañana: “Información de Sasuke…”

    — ¿Pasa algo, Sakura? —Cuestionó el de aspecto perruno buscando mi mirada y con un gesto que indicaba extrañez.
    — ¿Eh? —Reaccioné para después volver en mí y mirar al castaño.
    — ¿Qué tienes? —Interrogó nuevamente con el mismo gesto de segundos atrás.
    —Hmm… no… no es nada, Kiba —Respondí desviando la mirada hacia mis piernas, donde yacía el libro que me habían prestado.

    Él se quedó callado observándome por unos minutos. Creo que mi “No es nada” había sido muy pero muy poco convincente, y lo que seguramente lo arruinó fue mi costumbre de no saber esconder mis sentimientos, siempre me costaba trabajo… ¡Cómo odiaba eso!

    — ¿De veras? Porque tu cara no me dice eso… —Agregó sonriendo de medio lado. Increíblemente, su sonrisa te transmitía bastante confianza— Yo ya te dije mi “problema”, así que puedes decirme el tuyo si quieres…

    Suspiré.
    Más que un problema, ¡Era un dilema!
    No le había dicho nada a Naruto sobre lo de Sasuke, esperando a que Tsunade-sama o ya de menos Kakashi-sensei le dijeran algo pero… Sabía que en cuanto se enterara de que yo sabía algo me reclamaría fuertemente: “¡¡Sakura-chan!! ¡¿Por qué no me dijiste nada?!”.
    Y a parte de todo me inquietaba el saber que cabía la posibilidad de que me enviaran por Sasuke. Podría verlo de nuevo y… ¡Dios! Quién sabe qué pasaría entonces…

    —Es… algo difícil, Kiba… —Hablé luego de unos momentos de silencio.
    —Pues sea lo que sea, ¡Aquí estoy, Sakura! Tú tranquila —El Inuzuka nuevamente me sonrió y puso una de sus manos en mi hombro, en señal de apoyo.

    El viento comenzó a soplar gentilmente, moviendo las copas de los árboles y proporcionando una melancólica escena alrededor de nosotros. Pareciera que todo me impulsaba a platicarle al castaño lo de Sasuke, pero… ¿En verdad sería bueno que lo supiera más gente? Porque si Neji sabía algo, era gracias a que había escuchado una conversación de Kakashi-sensei accidentalmente; si Hinata sabía, era porque Neji lo había mencionado frente a ella y yo le había contado varias cosas; pero de ahí en más… ¿Había otra persona que supiera de eso? Si no fuera así, ¿Sería correcto que le dijera a Kiba, entonces?

    —Creo que será mejor que espere a que pueda platicarte las cosas… Por ahora no sé bien cuál es el grado de confidencialidad en el que se maneja el tema, así que…
    —Humm, déjame adivinar —Suspiró y puso las manos detrás de su nuca— Se trata sobre algo de Sasuke, ¿No?

    Lo miré inmediatamente. Me sorprendía que hubiese acertado con tanta seguridad en tan sólo un intento; ¿Es que acaso se notaba tanto? ¿O ya había escuchado algo? Entonces tal vez ya toda la aldea lo sabía y yo pensando que no… ¡Demonios! ¡¿Qué era lo que estaba pasando?!
    Balbuceé varias cosas antes de otorgarle una “respuesta”, que en realidad ni lo era, ya que le cuestioné con voz temblorosa:

    — ¿C… cómo es que lo sa… sabes?

    El castaño observó mi reacción y rió un poco, además de acomodarse en la banca despreocupadamente; como si fuera el sillón de su casa.

    —Bueno… Es que todos los que estuvimos en clase junto contigo conocemos tus reacciones cuando algo tiene que ver con él, además se te nota… —Aseguró el chico conservando ese porte despreocupado.
    —S… se me… ¿Nota? —Cuestioné agachando la mirada y apretando las manos contra mis piernas.
    —Un poco —Se encogió de hombros y me miró— Pero dime, ¿Qué es lo que sucede? Porque se nota que no es cualquier cosa…

    Dudé unos momentos. Sabía perfectamente que aquel chico sólo quería ayudar pero… Si no le dije nada a Naruto, ¿Sería correcto que le dijera a él?
    Ya le había dado muchísimas vueltas al asunto, lo sé; pero… ¡No podía evitarlo!

    —P… pues… es que no lo sé, Kiba. No es que no quiera decirte ni nada por el estilo sino que no tengo idea de qué es lo correcto y…
    —Platícame si tú quieres, no tienes que hacerlo a la fuerza. Sólo te lo decía para ayudar… si es que lo necesitas —Interrumpió el Inuzuka sonriendo ampliamente.
    —G… gracias, Kiba.

    Lo miré y le devolví la sonrisa, era bastante amable. Tal vez si le contara… no habría problema… ¿O sí?

    —Bueno, creo que… te contaré. ¡Pero no le menciones nada a Naruto! ¡¿Ok?!

    — ¡¿Qué yo qué?! —Una escandalosa voz se escuchó detrás de nosotros— ¡Estaban hablando de mí! ¡¿Verdad?! ¡Los atrapé, dattebayo!

    Kiba y yo miramos para atrás y nos encontramos con que el famoso “chico naranja” había entrado en escena.

    — ¡¡Naruto!! —Exclamó Kiba con enfado— ¡¿No podías llegar quince minutos después?!
    — ¡Baakaa! ¡Ya es hora! —Reprochó el rubio con el mismo porte que aquel castaño y sentándose al lado mío— ¡Me toca platicar con Sakura-chan!
    — Todavía ni es de noche y ya estás molestando, ¡Acabamos de llegar hace apenas un ratito!
    —Eso no es mi culpa, Kiba-baka… Tu tiempo se acabó —Me tomó de la muñeca— ¡Vámonos, Sakura-chan!
    — ¡Oye, oye, oye! ¡Espera, Naruto! ¡Todavía queda tiempo, así que no te pases de listo! —Igualmente, me tomó de la otra muñeca— Aparte de todo, a Sakura no le gusta que la traten como muñeca de trapo, ¡Ella misma me lo dijo! Entonces… ¡Suéltala! —Miró a mi amigo de ojos azules asesinamente.
    — ¡Suéltala tú! Ya terminaste ¡¿No?! Y si no ¡Qué pena! Ahora yo debo hablar con ella… ¡Sakura-chaaan! Dile a Kiba-baka que tenemos que hablar… ¡Ése fue el trato!
    — ¡Aún no anochece! El trato era que fueran a ¡CE-NA-R! —Deletreó el moreno en la cara de Naruto.
    — ¡Sí pero de todas formas! Ya estuviste mucho rato platicando con ella, ¡Me toca a mí! ¿O no, Sakura-chan?

    Miré a ambos chicos, ¿Es que tenían que pelearse por todo?

    —No sé con quien tenga que estar, pero no se les ocurra manejarme cómo…
    —Muñeca de trapo —Interrumpieron Naruto y Kiba al unísono— Lo sabemos…
    —Bien, entonces arréglense ustedes —Dije cruzándome de brazos y mirando hacia otro lado.

    De inmediato, el par de shinobis se dispusieron a “arreglarse”. Me tocaba con Naruto supuestamente, pero Kiba estaba enfadado porque no le había podido contar nada de lo de Sasuke. Por otro lado, el mencionado rubio alegaba que ya era momento de que yo platicara con él y le hiciera “el gran favor” que iba a pedirme.
    Mientras ambos peleaban, yo abrí nuevamente el libro en donde lo había dejado y continué leyendo la “imposible” técnica por unos diez minutos, hasta que por fin terminaron.

    — ¡Vamos Sakura-chan! ¡A Ichiraku! —Exclamó el de ojos azules triunfantemente y levantándose de la banca.
    —Ah… ¿Ya acabaron? —Cerré el libro y miré al par de chicos con cara de extrañez.
    — ¡Sí! Kiba-baka ya se dio cuenta de la hora que es así que… ¡Me toca platicar contigo! —Apuntó el rubio de manera traviesa y caminando en dirección al ya antes mencionado restaurante.

    Kiba me miró y una sonrisa se dibujó en su rostro.

    —Gracias por tu ayuda, Sakura. Y espero luego me platiques “eso” ¡Eh! —Habló como si me estuviese regañando.
    —Claro, Kiba —Respondí riendo por su manera de decirme la frase anterior.
    —Y… espero que no sea tan complicado el asunto con “ella” —Ella. Sabía muy bien que se refería a Hinata, pero por la presencia de Naruto se limitó a reconocerla únicamente por un pronombre.
    —Haré lo que pueda —Le sonreí alegremente, tomé el libro de medicina y comencé a caminar tras de mi hiperactivo amigo, despidiéndome de aquel castaño— ¡Nos vemos!
    —Sí, ¡Adiós! —Respondió él sonriendo y agitando su mano en señal de despedida.

    Sonreí de nuevo y ahora volteé la mirada hacia el frente, caminando detrás y observando a Naruto. Luego de haber caminado considerablemente lejos de dónde habíamos dejado al castaño, el de ojos azules habló:

    —Sakura-chan… ¿Qué fue lo que te dijo Kiba? —Cuestionó en tono serio y con un deje de tristeza en su voz.
    —Ah… no fue nada, Naruto. Una simple plática entre amigos; nada má…
    —No creas que soy tonto, dattebayo… —Interrumpió el rubio agachando la mirada— Te pidió algo que tiene que ver con Hinata, ¿Verdad?

    Miré a mi amigo muy sorprendida, ¿Se había dado cuenta? Y aparte de todo, tenía una melancolía extraña. Pero es que siendo tan despistado y reflexionando tan poco, sin saber atar cabos… Naruto, ¡¿Se había dado cuenta?!
    Una vez más da honor a la famosa frase: “El número uno en sorprender a la gente” ¡Vaya que sí!

    —P… ¿Por qué lo dices, Naruto? —Cuestioné conservando mi extrañez.
    —Porque… es obvio, Sakura-chan. Kiba-baka quiere a Hinata ¿No?
    —N… Naruto… —Musité mirándolo muy sorprendida.
    —Y si Hinata quiere a Kiba yo… ¡Yo estaría bien! —Exclamó recuperando su hiperactivo porte, aunque su mirada denotaba que ese “estaría bien” había sido sólo una máscara.
    —Naruto… Lo que ibas a pedirme tiene que ver con Hinata, ¿Verdad?
    —Sakura-chan, ¿Desde cuándo eres tan elocuente? —Cuestionó con sarcasmo para luego arrojar un suspiro al viento— Claro que tiene que ver con ella…

    Las acciones y reacciones de Naruto estaban sacándome de la realidad en esos momentos, ¡Es que nada encajaba!

    El rubio era un chico muy despistado, ni siquiera se daba cuenta cuando la leche se le caducaba y que ahora me viniera sacando conclusiones de lo que hablé o no con Kiba… ¡Dios! ¿Qué le estaba pasando al mundo?
    Además, había hablado con sarcasmo… ¡Podría pensar que ni sabía que era sarcasmo! Bueno, tal vez sí; pero jamás lo había escuchado venir de él.
    Y agreguémosle las respuestas tan concisas y maduras que daba: “Claro que tiene que ver con ella” ¿En realidad Naruto diría algo así?
    Lo más lógico era que se pusiera a darle mil y un vueltas al asunto antes de decirme una respuesta concreta, habiendo hecho todo lo contrario… ¿Es que el mundo estaba de cabeza en el momento?

    —Ah… —Solté después de mi profunda reflexión inacabada.
    — ¿”Ah”? —Cuestionó el chico mirándome con enojo— ¡¿Sólo eso, Sakura-chan?! ¡¿”Ah”?!
    —Ah, no es que… lo… lo siento, Naruto —Me disculpé sacudiendo mi cabeza para volver a la extraña y desconocida atmósfera en la que me encontraba hundida— ¿Me decías?
    — ¿Sí me estás haciendo caso, Sakura-chan? —Interrogó el chico aún en tono melancólico.
    — ¡Sí! Es sólo que… me extraña que seas así…
    —Así… ¿Cómo? —Preguntó extrañado.
    —Como estás siendo, Naruto. Es que en verdad nunca me imaginé que llegaras a ser… ¡Así!

    El rubio rió ligeramente, al parecer mi comentario había sido “gracioso”.

    —Yo también me siento raro pero… ¡Es que hablo lo que siento que debo hablar, Sakura-chan! Además, ¡No quiero que Kiba-baka me gane! —Exclamó en el tono hiperactivo que lo caracterizaba.
    — ¿Te gane?
    — ¡Sí, me gane! ¡No pienso dejarle a Hinata así como si nada! —Bramó en tono arrogante y enfadado. ¿Naruto? Humm…
    —Ya hasta has hablado como Sasuke-kun, Naruto —Agaché la mirada y reí un poco: El rubio no acostumbraba hablar en ese tono.
    —A… ah… —Él también rió traviesamente mientras se rascaba la cabeza— Es que… ¡Sakura-chan! ¡No puedo dejar que se quede con Hinata!
    —Okey, okey Naruto ¡Ya entendí! —Aseguré haciendo un gesto de molestia, pero en realidad me causaba mucha risa que el orgullo del rubio estuviera saliendo a relucir… Por eso y muchas cosas, no parecía Naruto.
    — ¡Bien! Entonces si ya me entendiste…
    —De todas formas, tienes que decirme específicamente que es lo que quieres —Interrumpí en tono serio, aunque por dentro quería reírme a carcajadas— No vaya a hacer otra cosa y te enojes.
    —Pero… —Guardó silencio unos momentos y luego me miró— ¡¡Sakura-chaan!! ¡Ya te caché! Me quieres hacer sufrir, ¿Verdad? ¡¿Verdad?!
    — ¿¿Yo, hacerte sufrir?? ¡¿Por qué?! —Cuestioné con sarcasmo y aguantándome la risa.
    — ¡Sí! ¿Por qué? ¡Pues quieres que te repita todo! Piensas que es muy fácil, ¿No? ¡Me cuesta trabajo decirlo, aunque no lo creas! —Reprochó con una ligera sonrisa en su rostro, él también quería reírse.
    —Pues yo vi como que se te hizo muy fácil relucir tu lado “Sasuke” Por una vez más, ¿Qué puedes perder? —Ambos sabíamos perfectamente que esa “pelea” era simplemente un juego, pero ninguno decía nada.
    — ¡Hmph! ¿Qué dices, molestia? —Arremedó el Uzumaki cruzándose de brazos y volteando la mirada.
    — ¡¡Sasuke-kun!! —Me abalancé contra Naruto abrazándolo por el cuello, provocando que chocáramos en un árbol y cayéramos sentados en el piso.

    De inmediato, ambos comenzamos a reír frenéticamente. Tal vez tomando lo de Sasuke con humor salía algo bueno como lo que recién acababa de pasar.

    — ¡Sakura-chan! —Exclamó Naruto entre risas— Nunca habíamos hecho algo así, ¿Verdad?
    — ¡Ja ja ja! No, Naruto… —Respondí aún riendo.

    El rubio se levantó del suelo y de igual forma me ayudo a levantarme, extendiéndome su mano.

    — ¿Estás bien? —Cuestionó dejando de reír, pero aún con ciertas carcajaditas ahogadas.
    —Sí. Estoy bien… ¿Tú?
    —Hehe… s… sí… ¡Ja ja ja! ¡No me imagino qué diría el teme de Sasuke si nos hubiera oído! ¿No, Sakura-chan?
    —Ja ja, no sé qué hubiera hecho… —Dije sonriendo mientras miraba al suelo, creo que esa pequeña actuación me había traído varios recuerdos.

    Naruto observó mi cara para consecuentemente sonreír. Acomodó los brazos detrás de su nuca y miró al cielo, lanzando un fuerte pero seguro suspiro.

    —Estoy seguro de que pronto encontraremos a Sasuke, Sakura-chan. ¡No te preocupes por eso, dattebayo! ¡Y esta vez lo traeremos de vuelta! —Dicho esto, me abrazó del lado y sonrió aún más— ¡Ésta vez cumpliré mi promesa!
    —Naruto… —Musité mirándolo con una ligera sonrisa en mi rostro.
    — ¿Qué pasa, Sakura-chan? —Cuestionó en tono preocupado y parpadeando repetidamente.
    —Gracias… —Y dicho esto, agaché la mirada un poco; pero el mencionado chico me hizo subir la vista mostrándome su triunfante sonrisa.
    — ¡De nada, dattebayo! ¡Para eso estamos los amigos! ¿No?

    Mis ojos amenazaban con llenarse de lágrimas. Me alegraba en lo más profundo de mí el saber que podía contar con alguien como Naruto, que siempre que lo necesitaba; ahí estaba y estaría para toda la vida.
    Al parecer notó lo anterior y me miró a los ojos.

    — ¿Sakura-chan? ¡Sakura-chan, no llores! ¡Lo siento si dije algo que…!

    Pero mi repentina acción no lo dejó continuar: Lo abracé.
    Sí, ¡Lo abracé!
    Creía que era justo y necesario: No podía agradecerle simplemente con palabras el que me apoyara en todo y que en los momentos no tan gratos, siempre me hiciera sonreír, tal y como había sucedido momentos antes. Me hizo recordar a Sasuke pero no de la forma melancólica, sino de una manera más tierna y de paso, cómica.

    —Naruto, Naruto… —Pronunciaba su nombre repetidas veces mientras las lágrimas finalmente bajaban por mis mejillas— Naruto… Gracias…

    Él se quedó inmóvil, como procesando la situación poco a poco, y ya que lo logró; sonrió tiernamente y me correspondió el abrazo, acomodando mi cabeza en su pecho.

    —Sakura-chan… No tienes porqué agradecerme… Tranquila… —Acarició mi cabello suavemente y continuó sonriendo— No llores…

    Me aferré más a él y cerré mis ojos. Gracias al cielo que tenía ahí a un amigo; mi mejor amigo…

    Pasó un corto tiempo y al fin lo solté, la verdad que estaba bastante apenada. No hubiera sido del todo correcto que alguien —Como por ejemplo, Hinata— nos hubiera visto de esa forma, ¿O sí?
    Cualquiera hubiese pensado mal de esa situación si Naruto y yo no fuéramos sólo amigos, o si no estuviera en claro que ambos sentíamos cosas por diferentes personas. ¡Vaya lío! Debería ser más cuidadosa la próxima vez…

    —Sakura-chan… Ya… ¿Ya estás bien? —Cuestionó el rubio poniendo su mano sobre mi hombro.

    Limpié mis lágrimas y de inmediato subí la mirada, mostrándole a Naruto una sonrisa muy peculiar.

    —Sí. Gracias, Naruto.

    Mi amigo también sonrió y así fue como retomamos camino hacia Ichiraku Ramen.
    Pasaron alrededor de ocho minutos para que finalmente nos encontráramos frente al mencionado restaurante. Antes de entrar, el de ojos azules aspiró todo el olor del ramen, como si fuese a comérselo por la nariz.

    — ¡Ahh, al Fin! ¡Ramen! —Y habiendo dicho esto, entró estruendosamente al lugar— ¡Viejo! —Gritó al ver al dueño de su amado restaurante.
    — ¡Naruto! —Exclamó el hombre con una gran sonrisa en su rostro— ¡Has vuelto!
    — ¡Sí! —Exclamó el chico rebosando felicidad— ¡Y vine a comer de su delicioso ramen!

    Entonces, se escuchó una segunda voz aclamando el nombre de aquel hiperactivo y comelón rubio:

    — ¡Naruto! —Exclamó una chica castaña, entrando en escena.
    — ¡Ayame-neechan! —Bramó Naruto de igual forma; parecía que en verdad todos en la aldea lo habíamos echado de menos.
    — ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo estás? —Cuestionó la chica muy sonriente.
    — ¡Genial! —Respondió el rubio aún con esa gran sonrisa en su rostro— ¡Venía a comer ramen con Sakura-chan!
    — ¡Ahh! ¡No me digas que al fin se te hizo con ella, Naruto! —Apuntó pícaramente el dueño del restaurante, ocasionando que ambos nos sonrojáramos gentilmente.
    — ¡Viejo, pero qué cosas dices! Yo sólo vengo a cenar con Sakura-chan porque es mi amiga… ¡Sólo somos amigos!
    —Claro… —Musitó el señor luego de reír por lo bajo— ¡Bien! Ayame, ¡Trabajan dos platos de ramen especial!

    Naruto y yo nos miramos. El comentario del señor Ichiraku nos había incomodado un poco, pero finalmente terminó dejándonos de importar.
    Mientras esperábamos a que nos trajeran nuestra deliciosa cena (Bueno, por lo menos para Naruto lo era) mi amigo rubio comenzó a platicarme el “favor” que quería que le hiciera.

    —Sakura-chan. Entonces… ¿Me ayudarás? —Cuestionó un poco sonrojado.
    —Bueno, pues si me dices a qué quieres que te ayude, con gusto ¡Baka! —Le regañé riendo levemente.
    —Eres muy ruda conmigo, Sakura-chan —Reclamó mientras jugaba con un par de palillos y miraba la mesa— ¡Bien, te diré! Pero debes ayudarme, ¡Ehh!
    —Claro, claro. Ahora dime… ¿Qué pasa?

    Tuvieron que pasar alrededor de cinco segundos para que mi amigo comenzara a hablar, parecía bastante nervioso.

    —Bueno… Hace rato ya te había dicho que… tenía que ver con… Hi…nata… —Dijo haciendo notorias pausas y un poco sonrojado. Su actitud había cambiado respecto a la de hacía rato, ¿Qué le pasaba a Naruto?
    —Sí —Asentí y lo miré— Y bien, ¿Qué pasa?
    —Pues… es que… ¡Sakura-chan! —Exclamó entrecerrando los ojos y haciendo un gesto.
    — ¡¿Qué?!
    —Humm… bueno yo la… la… —Estaba comenzando a desesperarme, creo que Kiba había tardado menos…
    — ¿La? —Cuestioné incitándolo a continuar.
    —La… quiero… —Habló finalmente y con las mejillas carmesís a más no poder.

    Sonreí enternecida. Un par de shinobis de lo más desastrosos e hiperactivos —además de terriblemente competitivos— enamorados de una chica sensible e introvertida. Hasta parece serie de anime, ¿No?

    — ¿Desde cuándo, Naruto? —Cuestioné recargando mi cabeza en mi mano que se encontraba descansando sobre la mesa del restaurante.
    —Desde… que me fui… —Hizo una pausa para consecuentemente seguir hablando— Yo… bueno, Sakura-chan; tú sabes que yo antes te… pues… tú me… gustabas.
    —Ajá —Me sonrojé un poco. Como ya había mencionado: No me gustaba que me lo recordaran.
    —Pero luego… todo cambió. Empecé a ver a Hinata diferente, pero yo creía que era sólo pasajero; pensaba que sólo me gustabas tú y… ¡No! Antes de irme, no soportaba la idea de estar lejos de todos, pero en especial de Hinata.
    —Qué tierno, Naruto —Sonreí nuevamente y él se rascó la cabeza de manera traviesa— Bueno, continúa —Cedí paso para que terminara de contarme.
    —Y… en todo el tiempo que estuve fuera de la aldea me di cuenta que… ¡La quiero! No podía dejar de pensar en ella, ya quería volver para verla y mirar su linda sonrisa y… sus ojos… —Entre más hablaba, se veía más tierno e indefenso; su sonrisa aumentaba al igual que el brillo en sus ojos— Pero… llego y la veo con Kiba-baka y… ¡Agg! ¡Me enoja, Sakura-chan! ¡¿Quién demonios se cree ese tipo para robarme a Hinata?!
    —Pues… no es que se crea nadie, Naruto. Es que… —Y callé. Casi por un momento decía que Kiba también quería a Hinata; y aunque era más que obvio, estaba muy segura de que el de ojos azules no lo notaba certeramente.
    — ¿Es que? —Cuestionó intrigado.
    —Nada, nada… Continúa.
    —Es todo, Sakura-chan. Sólo quiero que… me ayudes con Hinata, la quiero mucho; quiero estar con ella… ¡De veras!

    Suspiré. Ya tenía en claro que Naruto y Kiba querían estar con Hinata pero… ¿A quién ayudar?
    Naruto era mi mejor amigo, lo único que quiero es verlo feliz; pero Kiba me lo había pedido primero… Hum, como hacía rato… ¡Vaya lío!

    —Creo que es sólo cuestión de los sentimientos de Hinata —Pensé— Yo sé que ella quiere a Naruto pero… cuando está con Kiba hay momentos en los que se sonroja… ¡Dios! Esto es tan complicado…

    — ¿Sakura-chan? —Cuestionó Naruto sacándome de mis pensamientos.
    —Dime —Volví en mí.
    —Tú… tú crees que… —Calló unos momentos y continuó— ¿Crees que Hinata me… corresponda? —El brillo en sus ojos aún era muy notorio…

    ¡Auch! Pregunta difícil.
    Sabía muy bien que la definitiva respuesta era “Sí” pero no podía hacer ni decir nada sin el consentimiento de la Hyuuga, además; estaba Kiba también… ¿Cómo hacer para que nadie saliera lastimado?

    —Tal vez, Naruto… Tú también eres muy especial para Hinata… —Eso fue todo lo que pude decir.
    —Entonces… ¿Crees que haya una oportunidad? —Preguntó emocionado.
    —Humm… Tal vez…

    Al igual que con Kiba, aquel par de palabras parecieron la gloria divina para el rubio. Su sonrisa aumentó notoriamente y sus ojos azules parecían ya agua de tan brillosos que estaban.

    — ¡Genial! ¡Gracias, Sakura-chan! —Bramó el chico abrazándome de lado.
    —Por nada, Naruto —Dije sonriente.
    —Oye, ¡Oye! Pero sí me ayudaras… ¿No?
    — ¡Claro! Haré lo que pueda —Aseguré luego de un profundo suspiro.

    Y dicho esto, el Uzumaki me soltó rebosante de felicidad

    — ¡Sakura-chan! Te juro que ya que traigamos de vuelta a Sasuke, ¡Haré que tú y él sean novios, se casen y vivan felices por siempre! —Gritó emocionado.
    —Humph… Gracias, Naruto —Agradecí con una ligera sonrisa mientras miraba como Ayame nos dejaba el par de platos de ramen en la mesa— Pero algo como eso no creo que pueda suceder… —Hablé en tono apenas audible para mí.
    — ¿Eh? ¿Dijiste algo, Sakura-chan? —Cuestionó el chico tomando un par de palillos limpios y separándolos para empezar a comer.
    —No… no es nada… —Negué en tono melancólico para después hacer lo mismo que Naruto.
    — ¡Okey! —Miró el ramen y gritó— ¡¡Itadakimasu!!



    ****
    ¿NaruHina? ¿KibaHina?
    No sé xD

    Bueno, bueno sí sé pero no les diré xD

    Haha espero les haya gustado el capítulo de hoy, intentaré no tardar tanto la próxima vez ;)
    Se aceptan críticas y de todo ^^

    Sayoo! :)
     
  13.  
    Marigabi

    Marigabi Fantasma ocupado, muy ocupado~

    Virgo
    Miembro desde:
    15 Enero 2009
    Mensajes:
    235
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    KKKKKKKKKKKYYYYYYYYYYAAAAAAAAAAAAA
    hace tiempo que no pasaba por aqui gomen
    es que la escuela me tenia full
    entonces una competencia por el amor de Hinata
    dos shinobis hiperactivos y alegres peleando por Hinata
    quien ganara???
    Kiba o Naruto
    y a quien ayudara Sakura????
    Kiba o Naruto
    me gusto que Naruto le ofreciera su ayuda a Sakura para conquistar a Sasuke
    jijiji
    como siempre, muy buena continuacion
    Gomen por no haberme pasado antes
    espero la conti
    cuidate
    sayo...
     
  14.  
    Zinam

    Zinam Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    22 Octubre 2008
    Mensajes:
    88
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    *-* Como siempre, impecable =).
    Me encantó el capítulo ^^. No noté ninguna falta ortográfica =D.

    Ambas conversaciones me agradaron bastante. Ya quiero ver cómo es que van a conseguirse con Sasuke =).

    Algo que me tiene bastante intrigada es el libro de Sakura. Supongo que tienes algo planeado con ese libro =o.

    Y... Pff... No sé si me gusta más el NaruHina o el KibaHina xD, ambas parejas me encantan *-*. Estaré feliz con cualquiera que elijas xD.

    Espero la continuación con ansias!
     
  15.  
    Baldur Prime

    Baldur Prime Fanático

    Sagitario
    Miembro desde:
    20 Enero 2005
    Mensajes:
    1,083
    Pluma de
    Escritor
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    execelente continuacion
    me gusto mucho tu trabajo, bien relatado y sin fallas de escritura
    muy bueno tu fic, sigue asi
    espero que Naruto se pueda quedar con Hinata-chan
    estoy ansioso por leer que pasara ahora
    te felicito mucho
    n.n
     
  16.  
    Hime Mononoke

    Hime Mononoke Usuario común

    Leo
    Miembro desde:
    16 Diciembre 2008
    Mensajes:
    341
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    WOLISSSSSSSSSSS!!!

    etto kiero un NARUHINA
    xDxDxD
    PLISSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

    me parece mejor me encanta la pareja y el ff kiero que se trate de esta pareja ToT
    además ya kiero que desembuche Sakura a Naruto todo sobre Sasuke-baka ¬¬ además si kiero la pura actitud de que lo vallan a buscar [pero falta SAi ToT] en fin me parece un enorme capi pero GENIAL xD -.- xD además eso de Hinata [QUIERO UN NARUHINA]
     
  17.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

    Libra
    Miembro desde:
    13 Mayo 2008
    Mensajes:
    2,911
    Pluma de
    Escritor
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    HOOOOLAAAAAAAAAA
    XD
    ALGO LARGUITO
    ajjaja
    PERO IGUALMENTE BUENIIIIIISIMOOOOOOOOOOO
    SIIIIIIIIIIIIIII
    jajaj
    O.o
    un gran dilemma. honestamente ¡POR MUCHO PREFIERO AL NARUHINA! pero con la decision ke tomes
    tu fic me seguira encantando n.n
    jejej
    O.o
    kiba y naruto estan enamorados de hinata
    y sakura tiene ke ayudarlos
    ¿a kien eligira? a su amigo del alma o al otro O.o
    xD
    ajja
    buenooooooo mujeeeer
    m dejaste pikadaaa
    cuando sale sasukeeeeeeeeeee!!!!!!!
    ¬¬
    espero ke no t demores mujer o sino ¨*perverso*
    terminaras igual ke mi inner
    muajjaajaja xD

    sayithoooooo.,,,,!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
     
  18.  
    Etsuko-chan

    Etsuko-chan Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    14 Mayo 2008
    Mensajes:
    316
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    ohayo!!!!!!
    que lindo capi te quedo genial jajaja
    que situacion mas dificil para sakura... que
    va a hacer cuando los dos se enteren que los
    estaba ayudando a ambos a la vez?????? se
    van a poner furiosos XD aunque me causo mucha
    gracias las dos conversaciones... que lindo que
    sakura haya encontrado en kiba un amigo. y el
    detalle que no puedo dejar pasar y que sinceramente
    me llego al alma... fue el momento en que naruto
    y sakura recordaron a sasuke por primera vez
    haciendo una broma... fue hermoso te felicito!!!!!
    ( Y muchisimas gracias por avisar XD)
    sayito!!!! continua asi!!!!
     
  19.  
    inuzukaino

    inuzukaino Entusiasta

    Libra
    Miembro desde:
    17 Agosto 2008
    Mensajes:
    153
    Pluma de
    Escritora
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    hola kuroi-chan!!!!
    que lindo capi y como siempre me dajas sin palabras
    para describirlo XD estuvo super!!!! de verdad que naruto
    y kiba son unos tontos!!!! para que piden ayuda de esa
    manera XD ellos siempre seran unos torpes, eso de arrastarsen
    a sakura donde ellos quisieran XD lo bueno fue que ella les
    dejo claro que no tenian porque disponer de ella como
    quisieran XD jajajaj pobre sakura que situacion tan "problematica"
    espero el proximo capi ansiosa. adiosito kuroi-chan!!!!!
     
  20.  
    Leonhart

    Leonhart Usuario popular

    Virgo
    Miembro desde:
    17 Enero 2009
    Mensajes:
    656
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La muerte, sólo esperando su regreso...
    Total de capítulos:
    9
     
    Palabras:
    4662
    Re: La muerte, sólo esperando su regreso...

    Hola :)

    Nuevamente disculpen la tardanza, no tenía ideas para continuar D:
    Así que lamento si el capítulo está seco y/o feo, pero es que en serio la idea nomás no me fluía xD eso sí, ya tengo parte de la continuación y creo que lo demás está mejor ^^

    En fin, sin más preámbulos... ¡espero les guste!



    Capítulo 7: Confusión.

    No tuve tiempo para taparme los oídos y evitar ese estruendoso grito que por poco me revienta los tímpanos.

    —¡Naruto! —Exclamé en tono de enfado.
    —Ah… lo… lo siento, Sakura-chan —Se disculpó el rubio riendo bobamente, además de rascarse la cabeza de manera traviesa.

    Yo no hice más que suspirar y empezar a comer el ramen especial que nos habían llevado. Comía despacio, disfrutando la cena; mientras observaba a mi hiperactivo amigo comer.
    Apenas llevábamos unos minutos con el plato de ramen y ya se lo había terminado. Al parecer, Ayame aún recordaba el gran apetito del chico, por lo que prontamente le acercó otro plato lleno de ramen de cerdo.
    Me parecía increíble cómo le cabía tanta comida en el estómago.

    —¡Gracias, Ayame-neechan! —Bramó el de ojos azules devorando el plato de ramen recién traído.

    La mencionada chica únicamente rió y fue a servir más ramen. Seguramente, lo necesitaría dentro de unos… cinco minutos más.
    Y así sucedió más o menos seis o siete veces. Sí, Naruto llevaba ya ocho platos de ramen completamente vacíos y apenas parecía estar satisfecho.

    —¡Ahh! —Suspiró fuertemente mientras sobaba su ya prominente estómago— Sin duda alguna… ¡¡Ichiraku ramen es el mejor, dattebayo!!

    Por mi parte, apenas llevaba tres cuartos de plato finalizado.

    —¡¡Sakura-chan!! ¡¿Todavía no te acabas tu ramen?! —Cuestionó en un grito.
    —Ya mero, Naruto; ya mero… —Respondí con toda la clama del mundo.
    —Pero, pero… ¿Sí te lo acabarás? —Miraba mi plato de ramen con ojos amenazantes, casi se lo comía con la mirada.
    —Sí. Y si no, te lo doy Naruto; no te preocupes.
    —¡Sakura-chan! ¡Eres la mejor! —Chilló el rubio para consecuentemente sonreír de manera traviesa.

    Pero para la desgracia del de ojos azules, sí terminé acabándome mi plato de ramen. Sin duda alguna me reclamó, ¡Pero bueno! ¿Forzosamente tenía que darle toda mi comida?

    Ya que terminé, fue como entonces el rubio pidió la cuenta al dueño del lugar y éste le rebajó tres platos de ramen, por lo que “sólo” tuvo que pagar seis (Contando el mío). Luego de pagar, salimos de Ichiraku y comenzamos a caminar por las ya solitarias calles de nuestra aldea.
    Era confuso. A decir verdad, no habíamos tardado “tanto” en comer, por lo que se supone, no debería ser tan tarde. Normalmente, la gente comenzaba a desalojar las calles de Konoha más o menos a las diez de la noche, pero… ¡Aún no eran las diez de la noche!… ¿O sí?

    —Sakura-chan… ¿Por qué todo está tan vacío? —Cuestionó el rubio con notoria extrañez.
    —No lo sé —Respondí con el mismo porte que él— Seguramente ya es algo tarde…

    El portador del Kyuubi se encogió de hombros y colocó sus brazos detrás de su nuca, sonriendo de manera traviesa.

    —Me imagino que ya te irás a tu casa. ¿Verdad, Sakura-chan? —Interrogó el chico caminando un poco más lento.
    —Yo creo que sí, Naruto. No he estado en casa durante todo el día —Contesté luego de un suspiro.
    —¡¿No?! ¡¿Por qué?! —Su reacción denotaba gran asombro.
    —Porque… por la mañana fui a ver a Tsunade-sama, luego a Kakashi-sensei, hablé con Hinata pero llegó Kiba y se la llevó a comer dango —Dije la última frase apenas audible para mí, no quería que Naruto se pusiera a decir nuevamente que no dejaría que Kiba le ganara a Hinata y todas esas cosas— fui al mercado y después te encontré a ti. Lo demás ya lo sabes…

    A decir verdad, el día se me había pasado como agua.
    Conversé con no sé cuántas personas y no había puesto un pie en mi casa luego de haber salido “Antes que primera hora”
    ¡Dios! Ser aprendiz de Tsunade-sama sí que era difícil.

    —Por cierto Naruto, hablando de Tsunade-sama —En verdad no estábamos hablando concretamente de la Hokage, pero me llegó a la mente la pregunta.
    —¿Qué pasa, Sakura-chan? —Preguntó mirándome inocentemente.
    —¿Irás a hablar con ella? Porque la verdad no creo que vea muy grato el que ni siquiera vayas a avisar que ya volviste…
    —¡Pero Ero-sennin ya fue con ella! ¿Qué no basta con eso para saber que ya estoy aquí? —Reprochó el rubio haciendo un puchero, como niño chiquito.
    —Humm… sí, pero tal vez quiera hablarte de algo muy importante… —Sí. Tal vez si el propio Naruto fuese a verla, de creerlo correcto le comentaría lo de Sasuke.
    —¿Tú crees? —Cuestionó luego de un suspiro— Pero… ¡Sakura-chan! ¡La vieja se la pasa regañándome! ¿Qué bueno podría decirme de pronto?
    —Hmph… ¡Muchas cosas, baka! —Debería mejor cambiar el tema y quedarme callada, no quería que Naruto empezara a preguntarme cosas del tema— Bueno y… entonces… ¿Quieres que te ayude con Hinata? —Fue lo único que se me ocurrió…
    —¡Que sí, Sakura-chan! —Volteé a verlo con mirada asesina… ¡Todavía que le voy a ayudar y me grita así!— O… okey, ¡Okey! lo siento… —Musitó agachando la mirada, disculpándose por su actitud.
    —Bueno Naruto, yo voy para allá —Miré hacia la izquierda, debía tomar una de las calles próximas para llegar a mi casa.
    —¡Está bien, Sakura-chan! —Asintió alegremente el de ojos azules.
    —Cuídate y… ¡Recuerda ir a ver a Tsunade-sama! —Dije comenzando a alejarme hacia la dirección antes mencionada.
    —Sí, Sakura-chan… ¡No lo olvidaré! —Respondió el rubio con cara de enfado— ¡Nos vemos luego!

    Yo únicamente asentí sonriente y así fue como tomé el camino completamente, desapareciendo de la vista de Naruto.

    Iba entonces caminando muy tranquila por las calles aledañas a mi casa, pensando en lo transcurrido ese día. Naruto y Kiba: Dos shinobis muy diferentes a Hinata, pero perdidos en el encanto de aquella tímida chica.
    ¿A quién debía ayudar? Eso era algo que yo no decidiría, sino la mismísima Hinata.

    Así es, tenía planeado decirle todo lo anterior a la chica Hyuuga; así ella podría decidir entre un castaño hiperactivo o un rubio igualmente hiperactivo.

    —Dios… ¡Es tan difícil! —Musité luego de un profundo suspiro— Y lo peor es que los conozco a ambos: Si uno termina con Hinata y el otro no… Uhm no sé qué me harán —Hablaba para mí misma y con la mirada agachada— Pero bueno, ya todo será cuestión de que Hinata elija…

    Finalmente asentí para después despejar mi mente del tema anterior. Volví a suspirar y caminé a paso más apresurado, llegando a mi casa más o menos diez minutos después.

    Abrí la puerta y entré sigilosamente. Sabía que no era tan tarde, pero de alguna manera sentía que mis padres se molestarían porque no había estado en casa durante todo el día.

    —Estoy en casa… —Hablé con voz audible apenas para mí.

    —¿Dónde estabas, jovencita? —Cuestionó una voz femenina notoriamente imponente. Alcé la mirada y allí estaba: Mi madre…
    —Ah… H… ¡Hola mamá! Estaba… Bueno pues… fui con Tsunade-sama y… —¿Por qué estaba tan nerviosa? ¡Todo lo que decía era verdad!— Y estuve con… Kiba y Hinata y… Na… ruto… —Finalicé sonriendo de manera nerviosa.

    Mi mamá, al oír el nombre de “Naruto” sonrió abiertamente.

    —¿Naruto-kun, dijiste? —Cuestionó aún con esa extraña sonrisa.
    —S… sí… —Respondí asustada. ¡Sí! Mi madre estaba asustándome…
    —¡No me digas que ya volvió! ¡Mira que ya se le extrañaba al muchachito…! Okey, entonces no importa, Sakura…

    ¿Eh? ¿Desistir de un regaño seguro tan rápidamente con sólo escuchar el nombre de “Naruto”? Wow, sí que me sorprendía.

    —Uhm… sí, mamá. Bueno, voy a mi habitación —Dije parpadeando repetidas veces para volver al mundo real.
    —Hija, pero… ¿No vas a cenar?
    —No mamá, gracias. Ya cené con Naruto —Sonreí para luego comenzar a subir las escaleras en dirección a mi cuarto.
    —¡Ah! ¡No me digas que ya soy suegra, Sakura! ¡Sólo ten cuidado, que no quiero ser abuela muy pronto! ¿Oíste? —Exclamaba mi madre mientras yo subía las escaleras.

    Sus frases me dejaron perpleja: “¿Suegra?”, “¿Abuela?” ¡¿Pero en qué demonios estaba pensando mi mamá?!
    Naruto y yo ¿Novios y… cosas más? ¡¡No!!

    —¡Te equivocas, mamá! —Exclamé de igual forma mientras entraba a mi cuarto y cerraba la puerta.

    Me recargué en la pared y arrojé un gran suspiro a la vacía atmósfera de mi habitación. Me quité la banda de la aldea de la cabeza y la dejé en la cómoda para luego sentarme en la cama, mirando el libro de medicina que Tsunade-sama me había prestado.

    —¿Será que sí se puede entonces? —Musité aún observando la pasta del libro— Quién lo hubiera imaginado… —Hice una pausa y suspiré profundamente, me recosté sobre mi cama y miré al techo— Tal vez debería… aprenderla.

    Estuve en esa pose como por cinco minutos. Mi mente se había ido a no sé dónde, porque en ese tiempo de plano ni siquiera me movía; es más, ¡Ni sabía en qué rayos estaba pensando!
    Fue entonces como de un momento a otro reaccioné, me levanté de la cama y puse el libro junto a mi banda de ninja.

    Me preparé para dormir, me recosté en la cama para luego caer en un profundo sueño, el cual no terminaría hasta el día siguiente.

    Ya había amanecido y podría decirse que era algo tarde, pero continuaba hundida en ése profundo y placentero sueño. Hasta que…

    —¡Sakura-chaan! —Se escuchó un estruendoso grito fuera de mi casa.

    Juro que quería asesinar a quien había perturbado mis sueños, y ya sabía perfectamente quién había sido.

    —¡Naruto! —Exclamé con voz y mirada asesina.

    Me levanté como rayo y me asomé por la ventana, pudiendo rectificar que el que me había gritado era mi querido e hiperactivo amigo rubio.

    —¡¿Qué demonios quieres, Naruto?! —Cuestioné en un grito.

    El chico me miró con cara de espanto durante varios segundos, no era que se hubiera asustado por mi apariencia —O eso quiero creer— sino que el culpable había sido mi semblante, me notaba muy MUY enojada.

    —E… este… bueno… es que yo quería… hablar contigo… p-pero… —Ni siquiera podía articular palabra.
    —¡Baka! Vienes en la tarde… ¿Sí? —Hablé un poco más relajada, pero igualmente molesta.
    —En la… ¿Tarde? —Preguntó como si se le hubiera olvidado qué significaba la palabra “tarde”.
    —Sí, Naruto; en la tarde. Tengo cosas que hacer y además debo ir a hablar con Hinata.
    —¡Ahh! —Exclamó el chico acomodando sus brazos detrás de la nuca y sonriendo ampliamente— Bueno, en ese caso ¡vengo al rato!

    Y dicho esto, comenzó a alejarse a no sé dónde.
    Me preguntaba: ¿Qué demonios quería? Para venirme a despertar seguramente era algo importante, pero conociendo a ése revoltoso… ya ni se sabe.
    Suspiré y cerré la ventana de mi cuarto, miré el reloj y vi que ya era tarde: las once de la mañana. Tomé mi ropa necesaria y entré a bañarme; en verdad tenía que ir a ver a Hinata.
    Pasó digamos, un rato y por fin terminé de arreglarme, estaba lista para salir. Bajé las escaleras, observé la sala y la cocina pero no vi a mi mamá, así que asumí que debió haber salido. Escribí una nota rápidamente y la dejé en la mesa de la cocina, por si se preguntaba a dónde había ido su hija.
    Y entonces salí de mi casa, dirigiéndome sin contratiempos a la mansión Hyuuga.

    En el camino, iba pensando exactamente qué era lo que le diría a Hinata, ya que sabía muy bien que ella tardaría en digerir toda la información, si no se desmayaba antes. Formulé en mi cabeza algo más o menos convincente y suave para sus nervios y ya que hube terminado, apresuré el paso para llegar a su casa; cinco minutos después ya me encontraba frente a la mencionada mansión.
    Di un profundo suspiro y toqué la puerta de forma suave, pero lo suficientemente fuerte como para que se escuchara dentro. Momentos después, la gran puerta se abrió dejando ver al primo de la que se había convertido en mi amiga.

    —Neji-san. Buenos días —Saludé cortésmente y sonreí feliz.
    —Buenos días —Saludó el castaño de igual forma—. ¿Buscas a Hinata-sama?
    —Sí —Asentí también con la cabeza—. ¿Está en casa?

    El genio Hyuuga se movió de lugar, dándome paso para que pudiera entrar. Lo hice y después cerró la puerta suavemente.

    —Ahora le llamo —Y dicho esto, se adentró en la mansión perdiéndose de mi vista.

    Estuve esperando a Hinata un par de minutos. Mientras, observaba la hermosura de la mansión Hyuuga; sé que ya había estado ahí, pero sin duda alguna era preciosa. Estaba observando el lindo jardín japonés que tenían fuera cuando una tímida vocecita se hizo resonar detrás de mí.

    —Sakura… Buenos días.

    Volteé y sin duda era Hinata. Le sonreí y contesté el saludo.

    —Buenos días, Hinata.
    —¿Qué te trae por acá? —Cuestionó luego de sonreír alegremente.
    —Pues… digamos que serios problemas… —Apunté riendo nerviosa y rascándome la cabeza de forma traviesa.
    —Ohh… Es acerca de lo de… ¿Sasuke-kun? —Murmuró sonriendo de medio lado.
    —Di… Digamos que algo así… —Le di la razón pero… ¡No era del todo por eso!

    La Hyuuga rió y volteó hacia atrás, encontrándose con Neji.

    —Neji-niisan. Cuando regrese mi padre, ¿podrías decirle que salí un rato? —Pidió la de ojos perla en un tierno tono.
    —Pero… Hinata-sama…
    —Tranquilo. Ya le había mencionado antes que posiblemente saldría el día de hoy —Agregó Hinata mientras se acercaba a la puerta y le sonreía a su primo.
    —E… está bien —Aceptó el castaño mientras asentía con la cabeza—. Con cuidado.

    La de cabello azulado de igual forma asintió y abrió la puerta, saliendo e invitándome a salir de la mansión.

    —Hasta luego, Neji-san —Me despedí luego de una pequeña reverencia.
    —Hasta luego —Respondió el Hyuuga mirándome fríamente, como era su costumbre.

    Y así fue como entonces salimos de la mansión Hyuuga para platicar acerca de algo que Hinata no se esperaba; yo estaba segura de que no se lo esperaba.
    Nos dirigimos al mismo parque en el que habíamos estado el día anterior junto con Kiba y Naruto. En el camino, iba terminándole de contar lo que había quedado pendiente de Sasuke, pero ya sin tanta preocupación ni énfasis como el otro día.
    Llegamos al parque, nos sentamos en una banca y unos ocho minutos después, dimos finalizado el tema de lo del Uchiha, dándome paso a que hablara con Hinata acerca de los sentimientos de Kiba y Naruto.

    —Bueno, Hinata… Uhmm… en sí no sólo te pedí que vinieras para hablarte de lo de Sasuke —Mencioné con una sonrisa nerviosa.
    —¿Ah no? —Cuestionó ella extrañada— ¿Entonces?

    Estuve en silencio unos pocos segundos, ya tenía entablada la conversación en mi cabeza; sólo debía darle inicio y desarrollarla conforme a lo que había planeado.

    —No —Hablé finalmente y reí un poco—. Es acerca de otro tema. Tiene que ver contigo, Kiba y Naruto.

    La Hyuuga se quedó de piedra cuando le dije eso. Tal vez estaba imaginándose lo peor.

    —¿C… conmigo y… K-Kiba y… N…Naruto-kun? —Al decir el nombre del rubio, sus mejillas se tornaron carmesís y el nerviosismo en su ser aumentó.
    —Así es —Asentí mirándola muy fijo— ¿Puedo iniciar?

    Hinata dudó unos momentos. Creo que hasta ella sabía que si se trataba de “algo raro” su corazón iba a ser el más dañado; opino que ambas teníamos miedo a que le diera una taquicardia.

    —S… Sí —Afirmó meramente decidida después de unos momentos.

    Yo suspiré profundamente, puse mis manos encima de mis piernas y comencé:

    —Bueno. Lo que pasa es que… ayer pasaron muchas cosas, Hinata. Me enteré de muchísimo que tiene que ver contigo y aquellos dos tontos. Pero bueno, creo que tú no tienes la culpa… Uhmm… quisiera preguntarte de inicio: ¿Qué harías si yo te dijera que Kiba siente algo por ti?

    Mi amiga se quedó mirándome unos momentos con los ojos bien abiertos, tal vez pensaba que era una pregunta engañosa. Agachó la mirada y después de pensarlo minuciosamente, respondió más o menos segura:

    —Diría que… yo… no… no lo sé… (N/A: Caída de Sakura estilo anime)
    —¡¿No lo sabes?! —Reproché levantándome del suelo y volviendo a sentarme en la banca.
    —Sí… es que… yo veo a Kiba-kun como a un amigo, pero… hay momentos en los que… ¡no lo sé! —Se llevó las manos a la cara y agachó la mirada.
    —Hinata… ¿A qué te refieres con “no lo sé”? Acaso… ¿Acaso sientes algo por Kiba? —Yo estaba segura de que Hinata quería a Naruto, pero ése “no sé” me tenía bastante impresionada.
    —No es que lo quiera… Es… es sólo que Kiba-kun es demasiado lindo conmigo y… ¡no puedo evitarlo! Pero… Naruto-kun… —¡Dios! Hinata estaba haciéndose un embrollo ella sola; pero creo que la entendía.
    —Así que… no sabes lo que sientes por cada uno, ¿Verdad? —Inquirí luego de la respuesta de mi amiga.
    —A… algo así… —Asintió, bajó la mirada y continuó— Pero…
    —Tú quieres a Naruto desde hace tiempo, ¿cierto? —Cuestioné sin dejarla terminar.

    Aquella pregunta le cayó como balde de agua helada, ya que su piel palideció aún más y sus ojos se abrieron como dos enormes platos. ¿Habría sido malo que le preguntara aquello?

    —E… ¿y-yo?… N… ¿Na-Naruto… k…kun? Esto…
    —Está bien si me dices, prometo no comentarlo a nadie —Intenté relajarla sonriéndole ampliamente.
    —B… Bueno… es que… yo… yo… —Su nerviosismo lo me permitía hablar.
    —¿Tú?
    —¡Sí quiero a Naruto-kun! —Bramó completamente roja luego de callar varios segundos.

    Sonreí de nuevo y me sonrojé un poco, ¡Hinata era tan tímida! Ella únicamente se limitó a agachar la mirada y continuar así hasta que yo hablé.

    —Bueno… Entonces si quieres a Naruto… me imagino que lo que sientes por Kiba es sólo mera amistad, ¿no? —Creía que las cosas se estaban aclarando.
    —Pues… no… no sé… Creo que… algo así —Calló unos momentos y continuó—. Pero… ¡Sakura! Naruto-kun nunca… nunca se fijará en mí…

    Ése comentario me molestó en particular. Hinata no estaba en posición de decir que Naruto nunca se fijaría en ella ya que el pobre rubio estaba que se moría de celos y angustia porque Kiba podría terminar “robándosela”.

    —Hinata, no tienes idea de lo que estás diciendo —Reproché mirándola fijamente—. No sabes, en serio que estás muy equivocada…

    Ella me miró con aire nostálgico y duda en su rostro, tal vez mis palabras no habían sido del todo claras, pero no la culpaba. Al contrario, alguna vez —o mejor dicho siempre— me había sentido así con Sasuke. El sentir que se pueden fijar en ti realmente es difícil cuando tienes tan poca confianza…

    —¿A qué te refieres? —Cuestionó aún con su aire nostálgico.
    —Naruto y Kiba… Piensa en ése par de tontos —Le pedí casi en una orden. Ella agachó la mirada y poco después asintió, dándome paso a continuar—. Bien, ¿por qué crees que se estuvieron peleando todo el día de ayer? ¿Por qué crees que la actitud de Kiba cambió tan de repente cuándo llegó Naruto? Es más, te la pongo aún más fácil: ¿Por qué crees que Kiba te trata tan lindo y se encela de Naruto? Además de adicionarle, claro, la actitud que tomó el rubio ayer que te vio con Kiba… ¿Todo eso no te dice nada?

    Hinata se quedó pensativa unos momentos y suspiró. Ya estaba comenzando a comprender las cosas.

    —Entonces… ¿quieres decirme que Kiba-kun…?

    Y sin dejarla continuar, asentí. Ella me miró y por segunda ocasión suspiró, además de llevarse las manos a la cara, tapándose por completo.
    Hubo un silencio sepulcral por un par de minutos, pero fue interrumpido de pronto por unos soniditos que parecían ser… ¿sollozos?

    —Hinata… ¿estás llorando? —Pregunté acercándomele muy preocupada.

    La Hyuuga no me respondió y sólo se destapó el rostro un poco, dejando ver que de sus ojos perlados salían múltiples lágrimas. Pero… ¿por qué?

    —Sakura… —Susurró aproximándose a mí y hundiendo su rostro en mi pecho— No sé qué hacer… no entiendo…

    Sus palabras me dejaron muda y extrañada: ¿No sabía qué hacer?, ¿en cuánto a qué cosa? Además… ¿por qué lloraba?

    —O… Oye amiga… ¡Tranquila! No es necesario que llores, Hinata… ¡no veo razones! —Intentaba tranquilizarla mientras le correspondía aquel tímido abrazo— Estoy segura que…
    —No —Pronunció ella alejándose de mi pecho un poco—. No lo entiendes…
    —¿No entiendo qué? —Hinata estaba asustándome, su actitud era extraña. ¿Qué demonios le pasaba?
    [FONT=&quot]—Es… es… es que yo… —Hizo una gran pausa y después levantó la mirada para dejarme ver sus ojos llenos de lágrimas— ¡estoy confundida![/FONT]

    Al oír eso, mi porte cambió a uno completamente asombrado. Hinata… ¿confundida?
    Si era así, significaba que seguramente sentía algo mínimo por Kiba, aún habiéndome dicho antes que quería a Naruto. Pensé que decirle la verdad podría ayudar bastante, pero conociendo como es ella; puede que se sintiera mal por no poder corresponderle a uno de la manera en que aquél quisiera… Sí, así era Hinata.

    —Tranquila —Pedí volviéndola a abrazar— te entiendo…

    La de ojos perla no dudó en aceptar y corresponder el abrazo, creo que en serio se sentía muy confundida. ¿Kiba o Naruto?, ¿alguien que siempre la trató y animó de manera especial o alguien que ya llevaba tiempo queriendo pero que se fue por unos años y nunca le dio señales certeras de sentir algo por ella? Una pregunta larga, sí, pero la respuesta era sin duda esencial. De cualquier forma, alguien saldría ganando y alguien saldría perdiendo; la Hyuuga no podía darle gusto a ambos shinobis.
    Y mucho de aquello sentía que ya dependía de mí. No el que Hinata estuviese con Kiba o con Naruto, sino de comunicarle el sentimiento de los chicos y que ella partiera de ahí para tomar una decisión. Su decisión.
    Pero, viendo la situación: la reacción de Hinata, su desesperación; su confusión… ¿sería correcto decirle de los sentimientos de aquel par de tontos? El pensar en una respuesta me hacía desesperar, ¿y si esperaba más tiempo para decirle a Hinata lo que sentía Kiba y Naruto? Sí, tal vez eso sería mejor…
    Pero no, ¡esperen! Yo ya le había insinuado antes que Kiba la quería… ¡demonios, ya le he dicho lo de Kiba y es por eso que ella empezó a llorar! Entonces debería terminar de decirle todo. A la mejor y comentándole lo de Naruto, podría animarse más…

    —Hi… nata… —Musité con temor, no quería que se pusiera mal.

    Al escucharme llamándola, alzó la mirada y me vio fijamente.

    —¿Sí? —Cuestionó con voz entrecortada.
    —Bueno… es que… debo decirte algo importante. Pero… ¡prométeme que te vas a tranquilizar!
    —Ah… c… claro. Lo intentaré —Aseguró luego de asentir algo nerviosa.

    Suspiré y miré al piso unos momentos. Ya que me armé de valor, alcé la mirada y dije lo más claro y fuerte posible:

    —Naruto corresponde tus sentimientos…[FONT=&quot][/FONT]


    ****

    Lo sé, lo dejé muy poco provechoso, pero bueeh, prometo que la próxima estará mejor xD
    Ya viene la acción :X

    Gracias por leer ;)
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso