Una hermosa historia de amor

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por jenniffer, 16 Enero 2009.

  1.  
    jenniffer

    jenniffer Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Marzo 2008
    Mensajes:
    131
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una hermosa historia de amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3658
    Una hermosa historia de amor

    hola, bueno es la primera vez que escribo un fanfic original, espero les agrade , que emocion :D




    UNA HERMOSA HISTORIA DE AMOR
    No recuerdo muy bien cuando fue la ultima vez que cambie de instituto, supongo que este es el numero tres, cada vez que intento que mi vida sea normal nunca funciona, nunca he tenido amigos verdaderos o duraderos, siempre peleamos o nos despedimos cada vez que me mudo de ciudad, supongo que es mi destino estar sola, el único apoyo que tengo es mi hermano mayor, su nombre es Shin tiene veinte años, es alto de cabello hasta los hombros de color castaño y ojos chocolate, es muy tierno y tiene un temperamento fuerte; pero siempre es amable, nuestros padres están separados, digamos que a mi madre no le gusto la idea de tener la frente adornada y lo dejo, mi hermano quiso quedarse conmigo así no le simpatizara a mi madre, y yo, buen no tuve opción de elegir era mi madre o nada.

    Hoy es 26 de enero, es soleado y por fin llegamos a mi nuevo hogar temporal, creo, la casa queda al fondo muy al fondo de un bosque, a mi me da igual, en cambio a mi hermano le fascina, la casa es amplia, de dos pisos, en su interior es mas grande de lo que aparenta, no inspecciono mucho, no me interesa solo compito con mi hermano para escoger el mejor cuarto, y como siempre el mío es el de mejor vista, queda en la segunda planta a mano izquierda y es el ultimo al lado del baño, supongo que es genial, así podré entrar primero en las mañanas, demorarme y hacer enojar a mi hermano.

    -Yumi tus maletas ya están en tu cuarto- me dijo mi hermano bajando las escaleras
    -gracias- dije regalándole una sonrisa la cual borro al decirme que le debía diez mil pesos por el favor.

    Llegue por fin a mi cuarto después de ser sobornada por un agiotista egoísta y muy interesado, me dispuse a desempacar, ya en la noche, para ser exactas a las ocho, baje y busque un poco de leche en el refrigerador; pero una voz me asusto

    -y ese milagro que cenaras- dijo mi hermano sacando del horno un poco de pizza
    -tengo hambre por el viaje- le asegure serrando la puerta –por cierto ¿Dónde está mamá?- pregunta sin mucha curiosidad ya que conocía la respuesta

    -supongo que alistando todo para mañana, ya sabes su nuevo trabajo, y todo eso- me respondió tomando un poco de mi leche sin mi consentimiento

    -¿iras con migo al instituto mañana?- Interrogue suplicante colocando ojitos de perrito motitas

    -claro, ahora ve a dormir, esta noche es muy peligrosa, es luna nueva- me advirtió gentilmente dándome un beso en la frente y saliendo de la cocina

    Su actitud ya me era normal, mi hermano es especial, siente cosas fuera de este mundo, muchos dirían que esta loco o que es supersticioso; pero yo le creo, pues todo lo que me dice se cumple y por lo tanto me voy en inmediato a mi cuarto.

    Ya en este me pongo a ver televisión, no se cuanto soporte lo único que se, es que esa noche soñé que estaba en un bosque oscuro, espeso y muy aterrador, escuchaba risas y eso me molestaba, solo caminaba hasta que un hombre mas alto que yo, me sujeto del codo y me observo detalladamente, luego se acerco a mi cuello y me sujeto de los hombros con fuerza, se que trataba de zafarme de él; pero no me fue posible.

    En ese instante me desperté, corrí hacia la ventana, pude notar que el astro rey hacia presencia, después de mirarlo por unos segundos recordé el plan de fastidiar a mi hermano y corrí hacia el baño; pero me encontré con tan mala suerte, pues este ya estaba ocupado por él, eso me molesto, escuche que se burlo adentro.

    Después de una media hora salio, y me despeino mas de lo que estaba, luego entre me bañe y cepille los dientes, volví a mi cuarto y me vestí, suerte que en mi nueva jaula no se utilizaba el uniforme, creo que el único requerimiento era para educación física; pero bueno no me preocuparía por eso, me coloque un blusa manga corta de color fucsia con un estampado de chobits en el centro, unos jeans y unas zapatillas, baje al comedor y como era de esperar mi hermano estaba preparando el desayuno, lo que sugería que después del instituto me tocaba a mi el almuerzo, me senté en el comedor, encontré una nota la cual me dispuse a leer en voz alta

    “Yumi pórtate bien en el instituto, se amable, por favor regresa a casa temprano, te quiero.

    Shin empieza a buscar trabajo, pues ya sabes que no te mantendré, no entiendo porque no te vas con tu padre, bueno como sea desde que respondas por ti me conformo, nos vemos en la noche Clarisse”

    Mi hermano soltó una risita, lo único que pude hacer es romper la nota y dejar los restos al lado de mí, aunque aparentara no importarle, se que le dolía la indiferencia de mamá

    -mamá no entiende que mi único apoyo eres tú- susurre molesta por la nota
    -no te preocupes, nunca he dependido de ella, además no me iré dejándote completamente sola- me aseguro desde la cocina, no se como había escuchado lo que dije; pero bueno era un alivio que no pensara dejarme.

    -listo el desayuno- afirmo colocando un tazón de chocolate y un paquete de galletas con queso a mi lado

    -gracias por la comida- dije comenzando a merendar
    -bueno, supongo que para esta noche ya habré conseguido trabajo- comento mientras tomaba un sorbo de chocolate

    - estas muy confiado- manifesté con una sonrisa
    -créeme soy especial, apuesto veinte mil pesos a que si- me reto con una sonrisa picara de autosuficiencia

    -olvídalo las ultimas veces has ganado, sin mencionar que me has dejado sin un quinto encima- asegure mirándolo ofuscada.

    -bueno te espero afuera- me dijo levantándose de la mesa, ambos ya habíamos terminado, el salio, mientras yo subí rápidamente por mi bolso.

    Afuera de casa, la brisa era suave, el cielo estaba completamente despejado, eso me alegraba; pero me emociono mas al ver la moto de carreras en la cual pretendía llevarme, me encantaba esa moto era de color rojo, mi hermano ya estaba montado con el casco puesto, al acercarme me arrojo el mío, me subí a mi adorada moto y me lo coloque

    -lista- me dijo, al parecer viajaríamos a más de 120 Km. /h, me encantaba, bueno el bosque tenia un claro, podíamos excedernos, además mi hermano era experto, no pasaría nada, aunque se que es irresponsable, que mas da.

    -vámonos- grite con alegría y me aferre a él, puede notar que se alegro también, y arranco, llegamos en unos quince minutos al colegio.

    Ya en la puerta la gente nos miraba, bueno miraban a mi hermano, supongo que no es usual que en este pueblo, si olvide mencionarlo, estamos en un pueblo no muy grande, todas las chicas miraban a mi hermano con lujuria, supongo que se ve atractivo vestido de negro con chaqueta de cuero, un cuerpazo y sobre todo un rostro angelical, sin mencionar que esta encima de una moto de carreras única.

    -nos vemos en la noche, pórtate bien- me pidió con ternura pero firmeza, se puede decir que mi hermano es la combinación perfecta de responsabilidad, elegancia, sencillez y libertad, es como un filosofo, creo.

    -me escuchaste Yumi- repitió pasando su mano delante de mi varias veces, al parecer me fui de este mundo por unos instantes, eso es normal para mi, el caso es que no se como asentí con la cabeza, le devolví el casco, beso mi frente y se marcho.
    Al darme cuenta de que estaba siendo observada por muchas personas, me cohibí, no es fácil ser nueva en un instituto, mi único consuelo es que no soy la única, camine con seguridad y le pregunta a un chico donde quedaba la dirección, el cual muy cortésmente me indico.

    -buenas tardas, disculpe soy Yumi y vengo por mi cronograma- dije respetuosamente a una señora de unos treinta y tantos años, la cual era secretaria, muy amablemente me dio el cronograma y me deseo suerte en mi primer día de clases, el cual comenzó con mitología.

    Lo malo es que había dejado en mi mesa de noche el mapa del instituto, me maldije y lleve una mano a mi cabeza, camine por los corredores y pregunte a una chica donde quedaba el salón de mitología

    -es en tercer piso, cuarto salón de derecha a izquierda, suerte- me dijo con un tono de frialdad el cual me estremeció, confiada me dirigí al salón, lo malo es que la rubia oxigenada me había engañado, ese salón era de trigonometría, la maldije, luego de hacer el ridículo le pregunte a otra chica, esta era de cabello negro largo la cual me dijo que era en la primera planta, el primer salón al lado derecho, le agradecí y gracias a su bondad llegue, tarde pero llegue.

    -bienvenida señorita- me dijo el profesor ofuscado –el primer día y llega tarde, así es de responsable- por ese comentario me di cuenta que no había empezado bien y en venganza me hizo presentarme

    -buenos días, mi nombre es Yumi Natsume, tengo dieciocho años, y vengo de la gran ciudad- dije mirando a mis nuevos compañeros, los cuales me inspeccionaban con ojos intrigados y burlones.

    -señorita aquí tengo que su nombre es Yuzuki, además permítame la presento- dijo con un tono de malicia, lo odiaba, pero apuesto que lo odiaría mas por lo que iba a hacer –su nombre es Yuzuki Natsume mide 1.65 es de tez trigueña de cabello castaño y ojos cafés oscuros, le gusta las historias fantásticas, es pésima para el baile y le gustan las artes marciales, cierto- indico con una sonrisa al parecer disfrutaba humillarme

    -Yumi- le dije en mi defensa –lo demás es cierto- dije dirigiéndome sin permiso a algún lugar desocupado, y menos mal que un puesto al fondo de la clase lo estaba

    Al sentarme un muchacho comenzó a detallarme con la mirada, me tense de inmediato, no dejaba de mirar, coloque mi cabello como una barrera para intentar disimular mi nerviosismo; pero aunque agache la mirada sentía sus fríos ojos en mi, no lo detalle, no quise, me estremeció su presencia era veneno o éxtasis, pues no niego que lindo si esta.

    -bien como les decía les dejare un trabajo- indico el profesor mientras pasaba por cada puesto y nos entregaba una carpeta

    -trabajo- susurre –es el primer día, que horror y yo que creí que seria mas fácil por ser pueblo- dije cabizbaja

    -bien, el trabajo es en parejas, para que no se quejen y me lo tienen que entregar para mañana- exigió, al llegar a mi lugar, me dijo con una risita –pobre de tu compañero-

    Lo mire con ganas de acecinarlo, definitivamente lo quería matar, al finalizar la clase me levante lo mas rápido que pude, quería irme de inmediato, la mirada de ese joven me estremecía; pero…

    -Yuzuki, que hacemos con el trabajo- me hablo de manera tajante, me gire para mirarlo y pude notar que era muy apuesto, tenia cuerpo de atleta, de cabello negro azulado, de ojos negros e inexpresivos; su tez era blanca y su voz irresistible, al volver a la realidad, pude notar que esperaba una respuesta así que me apresure a dársela

    -me llamo Yumi, y bueno, eh, no puedo faltar a clases o me ira mucho peor que ahora, después del instituto no puedo llegar tarde a casa o mi hermano me matara si no tengo su almuerzo, vivo lejos y no creo que puedas quedarte, “además no quiero que te quedes”- le dije mientras jugaba con mi morral

    -supongo que no quieres que me quede en tu casa, verdad- me dijo de manera fría y tomando la carpeta en sus manos

    .-no es eso- le dije nerviosamente no sabia como había adivinado mis pensamientos, supongo que es coincidencia

    -yo lo haré, pero me debes un favor- explico mientras pasaba por mi lado
    -claro- fue lo único que dije, su mirada fría me petrifico, al poco tiempo me di cuenta de que no sabia cual era mi segunda clase ni donde quedaba el salón, rápidamente corrí hacia él

    -espera- le grite, se giro y me miro con ira, al parecer no era de su agrado, creo
    -que piensas… saltarte la clase, yo tengo la mía libre para hacer el trabajo
    -no puedo- mencione sin aliento – tengo que preguntarte donde queda el salón de de de…- ni siquiera sabia que clase me tocaba busque rápidamente en mi bolsillo izquierdo del Jean el cronograma y con desanimo le dije –la clase de historia-
    -no te gusta esa clase- afirmo y yo solo le sonreí –bien queda en el tercer piso, ultimo salón de la izquierda- y con eso se fue

    Subí desanimada y así transcurrió la mañana, menos mal fue normal, ningún profesor nos obligo a presentarnos, además me fue bien, conseguí algunos amigos y milagrosamente ningún enemigo, eso era un record. Ya a las dos de la tarde estaba contentísima de Salir

    -¿y bien como te fue en el resto de clases?- me pregunto una chica de cabello corto color negro el cual caía hasta los hombros, su nombre Karin, me había hablado con ella en historia y valla que me ayudo mucho

    -bien- respondí con optimismo
    -saben en mi clase de filosofía me senté al lado de Frank- comento Jane, ella era rubia, bajita y con un futuro, era alegre, la conocí en química, pues se sentó al lado mío

    -¿Quién es Frank?- pregunte sin mucha curiosidad
    -bueno eres nueva en el pueblo, mira es el chico mas misterioso y guapo que te puedas imaginar, siempre anda con David y Lucy, su hermano y amiga- comento la chica de cabellos negros mientras salíamos del instituto, ya en el prado…

    -yo diría novia- indico Jane mirándome con picardía
    -no sabes que es lo único publico de ellos, el la rechazo el año pasado y no parece estar interesado en ella ahora- explico Karin suspirando

    -pero chicas ¿Quién es?- volví a preguntar ya con un poco de entusiasmo
    -pues es él- dijo Jane señalando al chico dueño de un Ferrari color negro muy lujoso, no creí que utilizaran esos autos aquí pensaba mientras trataba de detallar al chico, cuando sentí una punzada en el estomago

    -no puede ser- dije atónita mientras me agarro del hombro de Karin
    -¿Qué te pasa?- me dicen al unísono con preocupación
    -él el es chico con que me toca hacer un trabajo, o bueno él lo va a hacer y yo tendré que deberle un favor- explique mientras me recuperaba

    -vaya ya lo conocías, que bien, pero saben toman clases extras- dijo con emoción la rubia –
    -yo tomaría una si fuera buena en lo que él toma- señalo Jane con desanimo
    -¿y que clase extra toma?- pregunte mientras veía que se dirigía de nuevo al instituto
    -defensa personal, o algo así- menciono Jane
    Lo único que hice fue suspirar, después de la plática sobre el chico que me miraba fríamente y pareciera querer matarme con sus ojos, nos despedimos.





    Bueno se que es largo, pero es una recompensa por si me demoro con la conti jeje
     
  2.  
    jenniffer

    jenniffer Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Marzo 2008
    Mensajes:
    131
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una hermosa historia de amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    2701
    Re: Una hermosa historia de amor

    gracias por leer, me reconforta saber que no esta olvidada, bueno por ti aqui el otro capitulo





    UNA VISITA INESPERADA



    En el bosque, un bosque hermoso, el cual de ahora en adelante tendría que pasar todas las tardes para llegar a mi casa, sentía una brisa muy reconfortante acariciar mi rostro, en realidad el viento era frío; pero reconfortante, de repente mi vista se nublo, sentí un dolor agudo en mi pecho, no podía respirar, las manos comenzaron a colocase gélidas y temblorosas, en realidad no sabia lo que sucedía, todo mi cuerpo se congelo y caí de rodillas al prado, coloque mis manos en mi garganta y pronuncie con sumo dolor el nombre de mi hermano.

    Lo siguiente que pude ver fue el rostro de mi hermano, quien me pregunto muy preocupado que me había sucedido, pude notar que ahora estaba en casa y en mi cama.

    -¿Qué te paso?- volvió a interrogar Shin, su voz denotaba una preocupación la cual no fue mi intención provocar; pero al parecer era demasiado tarde.

    -no lo se, solo me dolió el pecho, y en general todo el cuerpo- respondí reincorporándome en la cama y tomando sus manos

    Mi hermano me conocía muy bien, puedo decir que mejor de lo que me conozco yo, y eso es penoso, tiernamente coloco una de sus manos en mi cabeza, mientras la tenue luz del sol se colaba por mi habitación, al parecer estaba atardeciendo.

    -perdón por no prepararte la cena, lo siento de verdad- le susurre agachando mi cabeza junto con mi dolor.

    -no seas tonta, además yo ya la había preparado mucho antes de saber que estabas sufriendo a kilómetros de aquí- me aseguro regalándome una hermosa sonrisa.

    -por cierto- musite mirándolo a los ojos -¿Cómo supiste en donde me encontraba, o mejor como llegue aquí?- interrogue con incertidumbre.

    -sabes que las noticias malas son las primeras que puedo ver, y pues te vi sufriendo; y también vi a un ser- hizo una pausa la cual no me gusto, su voz se endureció, así como las fracciones de su rostro angelical, no pude contenerme mas y le pregunté

    -¿Qué clase de ser?- interrogue con curiosidad.
    -uno que trataba de devorar tu alma, de cabellos negros y mirada azabache- suspiro –pero se detuvo, y en ese instante desapareció…- me dijo con tristeza.

    -hermano, tu no tenias estas visiones desde hace años- le interrumpí nerviosamente; mi hermano podía ver cosas fuera de este mundo; pero nunca tan cercanas y claras, y además, ¿por que tenia que ser yo la implicada?, no quería perder mi alma, quiero y aprecio demasiado mi vida para entregársela a un demonio.

    -lo se, talvez el momento ha llegado- aseguro con tristeza, para levantarse de la cama –si quieres cenar, tu comida esta en el horno- dijo para salir del cuarto, notaba a mi hermano distraído, nunca en su vida ha mentido, y eso me preocupa, como un ser humano puede decir la verdad en todo momento, eso es un don o una maldición, su yo lo tuviera me moriría.

    Lo que en realidad me preocupaba, era su dolor, y también el hecho de que casi me quedo sin alma, bueno no es pura, eso es obvio; pero tampoco debo creer mucho en las supersticiones de mi hermano, aunque hay que tener en cuenta el hecho de que siempre se cumplen.

    Por fin deje de pensar, y me levante lentamente de la cama, abrí la ventana y la brisa que había sentido, tan gélida pero armoniosa, se había convertido en una ventisca fría y tormentosa, al ver que la noche se acercaba con mas decisión, cerré la ventana y me coloque la pijama, esta era un pantalón y una camiseta, baje las escaleras y me dirigí a la cocina, allí encontré mi cena, al salir, note que mi hermano hablaba con alguien, por la distancia y mi poco interés no supe quien era, hasta que mi hermano me llamo, de mala gana deje mi adorada comida en el mesón de la cocina y Salí

    -que- dije con un tono amenazador, sea quien sea la persona que me visitaba era un muy mal momento, pues tenía hambre.

    En ese momento caí en cuenta, de que no tenia amigos que vinieran a visitarme, dudaba mucho que Karin o Jen vinieran a estas horas, además ninguno sabia donde quedaba mi casa.

    -te busca, este chico- me dijo mi hermano con un tono serio; pero sin perder la amabilidad que lo caracterizaba, en ocasiones no sabia como podía ser tan gentil, me acerque a la puerta y casi me desmayo cuando supe de quien se trataba.

    -Frank- murmure sin aliento, pues la sorpresa me invadía a cada segundo, además su mirada, la cual no podía descifrar si era de odio o amistad me envenenaba.

    -te traje el trabajo para que lo estudies, mañana lo preguntaran- me dijo con seriedad y tranquilidad, temblando tome la carpeta, él se despidió y se fue sin darme tiempo de invitarlo a pasar, cuando lo perdí de vista, o mejor a su hermoso auto, cerré la puerta y me di cuenta de que me había visto en pijama, eso era humillante, había roto mi record en un día.

    Cuando cerré la puerta escuche una vocecita molesta en la escalera la cual me dijo –no me gusta ese chico, tiene alas negras-

    -hermano, apenas lo distingo, además no puedes saber eso, tu no las ves sino después de haber visto a las personas unas cuantas veces- le reproche pasando a su lado, en realidad creía que estaba celoso porque me visito un chico guapo en la noche.

    -su maldad es muy grande, puedo verlas a kilómetros- aseguro aun con su tono preventivo, para no entrar en una discusión, cambie rápidamente de tema.

    -conseguiste trabajo, o ya se, por eso llegaste temprano, te rendiste- le comente con cierta burla, la cual no disipo su disgusto con ese chico ni con migo; pero conocía a mi hermano, no discutiría conmigo.

    -para tu información, si tengo trabajo comienzo mañana- gruño subiendo las escaleras, al parecer no le había agradado que cambiara de tema y que lo ignorara, agache la mirada aprisionando la carpeta contra mi pecho.

    -tu cena se quedo en la cocina, duérmete, pues mañana iras sola al instituto tengo que salir mas temprano- fue lo único que me dijo antes de desaparecer de mi vista

    Pelear con mi hermano, no era algo que me agradara, así que mis ganas de comer también desaparecieron, subí las escaleras y me encerré en mi cuarto, me recosté en mi cama y comencé de nuevo a pensar porque y como había llegado Frank a la casa, como es que mi hermano podía ver sus alas, eso definitivamente no era normal, Shin dice que todos tenemos un alma única; pero que cada demonio caza el alma especial que fue hecha exclusivamente para él, para su liberación, es como si cada demonio tuviera su droga, necesitan esa alma, también me dijo en una ocasión que en este mundo hay ángeles y demonios a los cuales les gusta tomar la forma de un humano para vivir con ellos y así tratar de ser lo que no son.

    Pero no es normal que mi hermano vea las alas, eso no, y porque me creía eso, lo que veía y decía mi hermano solo lo creía yo. Mi madre había tratado de internarlo varias veces en un sanatorio mental; pero Shin siempre fue mas listo y nunca le comprobaron nada, pero yo si le creo, lo que no entiendo es el ¿por que?

    De tanto pensar deje que mis ojos se cerraran poco a poco sin luchar contra ellos ni contra Morfeo, mañana seria otro día, y de seguro olvidaríamos todo

    Sentía como los rayos del sol trataban de despertarme sin mucha suerte, pero lo que no logro la luz, si lo hizo el despertador, cuando lo apague de mala gana, encontré una nota en mi mesita de noche junto con un collar muy lindo, era de fantasía con el símbolo del clan Uchiha, me senté en el bordo de la cama y abrí la nota con cuidado y alegría, esta decía…

    “Yumi, siento como te hable ayer; pero enserio ten cuidado con ese muchacho, no me gusta” –suspire y sonreí, luego continúe leyendo “conseguí trabajo como profesor en un instituto para niños con problemas de aprendizaje, al parecer mi paciencia les agrado, el caso es que ya te conteste tu pregunta, el segundo punto de esta carta es para desearte suerte en tu segundo día y para decirte que por favor desayunes, nos vemos en la noche, te quiere Shin”

    Me levante aun con mas animo, sin querer había ganado un presente de mi hermano, y además me hizo el desayuno, la otra pregunta era y mamá, bueno eso lo sabría en la noche, Salí de mi cuarto y comencé a arreglarme, en una hora ya estaba lista.

    Cuando estaba en el comedor encontré otra nota, la cual intuí que era de mi madre, la abrí y comencé a leer mientras me dirigía a la cocina

    “hija, siento llegar tarde anoche, prometo que hoy estaré temprano, espero que tu hermano no te halla llenado la cabeza de estupideces, bueno cuídate y suerte te quiere mamá”

    Furiosa arrugue la nota y la bote, mamá nunca entendería que yo si quería a mi hermano, no como ella que no sabia porque lo aborrecía, en la cocina encontré cereal, y me encanto, desayune y Salí de casa.

    Entraba al colegio a las ocho, y Salí de casa a las siete, a ver si llegaba temprano.

    Ya cuando llegue al instituto, me encontré con mis dos nuevas amigas, las cuales me esperaban con una sonrisa.

    -hola Yumi, ¿Cómo estas?- me pregunto de manera cortes y muy formal Karin
    -bien muy bien, bueno en realidad me enferme anoche pero ya estoy mejor, puedo soportar lo que sea- le conteste con alegría

    -lindo collar- me comento Jen, yo sin poder ocultar mi alegría le sonreí
    -me lo dio mi hermano, pelear con él en ciertos casos es gratificante- le dije con cierta burla y codicia.

    -bueno será mejor que nos vallamos a clase, nos vemos después- se despidió apresuradamente y con una sonrisa Karin, lo que había podido notar, era que ella era una chica muy entregada y además muy bonita, aunque en ocasiones, se menospreciaba, eso pude notarlo en un día y mas cuando estuve en la clase con ella, habían dos chicas en la clase que la molestaban, al parecer las conocía de años atrás.

    -bueno, yo también me despido, no puedo llegar tarde- me dijo Jen, ella era un cuento, muy alegre y espontánea, una muy buena amiga; pero apostaba mil veces que indiscreta si era.

    Cuando por fin me despedí, me dirigía despreocupadamente al salón de mitología cuando…

    -demonios- susurre preocupada, pues no había estudiado para nada el trabajo que Frank me había llevado, apostaría también que se enfadaría de sobremanera conmigo, digo tras de que fue él quien lo hizo, y se tomo la molestia de llevarlo hasta mi casa, que por cierto tenia que averiguar como sabia donde vivía.

    Al entrar al salón me senté lo mas rápido posible en mi escritorio, que por cierto doy gracias que sea el ultimo de la clase, rápidamente saque la carpeta del trabajo y me puse a leerlo, bueno necesitaba de un milagro para salir de esa situación

    -por favor, que el profesor llegue tarde, o que se halla accidentado y no venga- susurre o mejor rece, rogué para que eso sucediera; pero al parecer lo que deseo con maldad no se cumple

    -bueno días- saludo con amabilidad y mirándome con acusación el maestro, al parecer seria yo el blanco del trabajo

    En ese instante también llego Frank quien…

    -estudiaste, verdad- me comento con autoridad y decencia, pero apostaba que me odiaba, solo que lo disfraza con cortesía, me mira con rabia; y eso me asusta, lo he visto poco; pero su mirada es como la de un demonio

    -hola… primero se saluda- le dije nerviosamente
    -no me interesa, estudiaste, verdad- amenazo severamente
    -claro- fue lo único que le dije tapándome la cara con la carpeta, al parecer ese día Seria muy largo y tortuoso

    -bien comencemos- sentencio el profesor, al cual odiaba por el trabajo y por la humillación del día anterior

    -señorita Natsume y señor Kinomoto pasen por favor- dijo con una sonrisa de verdugo, al parecer me mataría
    -bien quien fue tántalo, señorita- pregunto como si supiera que no sabia, bueno apuesto a que todos lo sabían cuando puse la cara de nerviosismo ganadora de risitas en el curso

    -tántalo… pues… pues- no sabia que contestar, involuntariamente mire a Frank quien me miro con desaprobación y suspiro y susurraba algo inaudible para mi, apostaría que me estaba maldiciendo

    -señorita conteste, escuche la evaluación es de una sola pregunta si no la contesta los dos serán reprobados

    -que- por fin hablo Frank, claro que con rabia e indignación, una sola pregunta para evaluarnos y de los dos me tenia que escoger a mi, eso era la tapa de la mala suerte

    -eso no es justo-fue lo único que dije
    -sabe o no sabe la respuesta- indico mi profesor de mitología alias el verdugo, con vergüenza tuve que admitirle que no sabía y él con una risita de autosuficiencia dijo

    -les daré la oportunidad de enmendar su error, me entregaran este trabajo, hoy antes de terminar la jornada, ahora siéntense- y con eso nos entrego una hoja de veinte puntos

    Al llegar a nuestro puesto no tenia la valentía de mirar a aquel chico de cabellos negros y ojos color azabache, estaba segura de que esta vez me fulminaría con la mirada; pero aun así, tenia que disculparme, así que tome fuerzas de muy al fondo

    -lo siento- le dije jugando con mi cabello y mirándolo tímidamente
    -no me interesan tus disculpas- me afirmo tajantemente, al parecer la amabilidad no funcionaria con él, y yo no le rogaria a nadie así supiera que yo tenia la culpa

    -oye trato de ser amable- hable con rudeza pero me ignoro, eso si me saco de mis casillas, cuando me disponía a gritarle…

    -te quedaras conmigo para resolver esta guía, a ver si te aprender algo, entendido- me ordeno de una manera ruda pero sensual, no entendía por que tenia que ser tan lindo y rayar en la perfección, después de un tiempo y mientras hablaba el maestro sin que le prestáramos atención le dije

    -no puedo, tengo clases-
    -lastima yo tengo libre, y presiento que el resto de horas no las necesitare- dijo con despreocupación

    -oye yo no estoy libre- le dije aun con enfado, pero tomando un cuaderno y comenzándolo a rayar
    -no me interesa, es tu culpa afróntalo, yo no haré el trabajo solo a menos que me beneficie solo a mi, comprendes- comento mirando el techo y con rudeza

    -esta bien, me quedare- accedí con ira y sutileza, era cierto que era mi culpa y al parecer no podía revelarme si él tenia toda la razón.

    -
    -
    -
    -
    -


    espero te siga gustando y gracias
     
  3.  
    jenniffer

    jenniffer Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Marzo 2008
    Mensajes:
    131
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una hermosa historia de amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3819
    Re: Una hermosa historia de amor

    MI TEDIOSO TRABAJO
    No podía creerlo, era mi segundo día de estudio y ya estaba faltando a clases, y no solo a una, a varias por como iban las cosas, mi querido compañero, que por cierto es guapísimo, parecía un ángel; eso era lo que creía.

    -no entiendo nada, que los vampiros no se mueren con el sol, no se incineran- reproché jugando con mi lapicero en la mesa del comedor estudiantil. En mi instituto venden los almuerzos a las personas que se quedan para sus clases particulares, y como Frank no quería distracciones como árboles, carros, y chicos lindos a los cuales pudiera observar; decidió que el mejor lugar era este, trate de oponerme; pero como siempre perdí.

    -eso es mentira, te lo he dicho mil veces, no morimos, digo mueren con el sol, el astro rey solo disminuye en un 10% sus habilidades- me dijo seriamente aunque en cierto momento note tensión.

    -¿te consideras un vampiro o lo eres?- pregunte, pues note que había dicho algo fuera de lo común, además quería hablar con él de algo que no fuera mi culpa.

    -ninguna de las dos, solo me he equivocado en lo que he dicho, a ti te pasa todo el tiempo- insinúo tratando de cortar la conversación, pero eso no se iba a quedar así, yo quería saber mas de él, no me interesaban los vampiros, quería saber de su vida y también de cómo rayos había llegado a mi casa.

    -como supiste donde vivía, apenas llevamos un día y apareciste como si nada- insinúe mirando directamente a los ojos para intimidarlo, lastima que la que salio roja como un tomate fui yo, esos ojos negros y fríos eran extremadamente hermosos.

    -solo le pregunte la dirección a la secretaria, es todo- me respondió subiendo el tono de voz y pasándome unas hojas del trabajo, al parecer quería acabar lo mas pronto posible.

    -entiendo- suspire –es una respuesta obvia, no- le dije empezando a leer el siguiente punto, así falte a todas las clases, ese maldito trabajo nada que se acababa, me estaba volviendo loca, la compañía era excelente aunque no hablaba de nada que no fuera el trabajo, trate de que me dijera algo de su vida, pero no conseguí nada mas que no fuera un “concéntrate” “escribe” “apúrate” y así por el estilo.

    A la hora de salir, en la mesa del comedor llegaron de sorpresa Jen y Karin, y me miraron de una forma inexplicable, al parecer no creían algo…

    -por eso fue que faltaste a historia- me dijo Karin mirando a Frank con incredulidad
    -bueno, también es una buena causa para faltar a Trigonometría y el resto de materias- insinúo Jen con una sonrisa, la cual fulmine con la mirada de inmediato.

    -hola- dije saludando también con la mano y riendo nerviosamente
    -¿Qué están haciendo aquí?- preguntó con cierta malicia la chica de cabellos rubios y gran fututo

    -un trabajo de mitología- respondí de inmediato y un poco nerviosa, además de acelerada, en realidad esa situación era incomoda

    -bueno te dejamos, y por cierto, te dejo mis apuntes, mañana hay un examen de lo que vimos hoy en historia- me dijo amablemente Karin, era tan sencilla y bonita, aunque ella cuestionaba su belleza, supongo que debió pasarle algo malo para que tenga la autoestima tan baja.

    Pude notar que miraba de reojo a Frank, se apresuro a darme su cuaderno y se despidió.

    -bueno yo también te dejo mis apuntes, aunque hoy casi no vimos nada, tuviste suerte- me dijo acercándose, y en mi oído me susurro un –a mi me parece que tienes mucha suerte al estar con él-

    Así me sonroje hasta mas no poder, ella solo me guiño el ojo y ser marcho, era tan inoportuna. Después de que salí de mi transe le dije a Frank rápidamente un…

    -no tienes clase de artes marciales o algo así-
    -¿Cómo sabes?- me pregunto con desconfianza, en ese momento caí en cuenta que supuestamente yo no sabia nada de él, además que en toda la mañana no hablamos nada mas que no fuera del trabajo.

    -todo el mundo lo sabe, eres el chico mas extraño del instituto- explique apretando los cuadernos de mis compañeras en mis manos

    -extraño- enfatizo y aunque no se noto, se que sonrío, no se si era de rabia por haber utilizado la palabra extraño, o es que en realidad le pareció gracioso

    -lo siento no quise decir eso jeje je- susurre en medio de una sonrisa
    -supuestamente soy el mas popular no extraño- puntualizo levantándose de la mesa, detrás mío me dijo un –tu terminas esta vez, y mas te vale que estudies- así se dispuso a caminar y alejarse de mi, ya estaba lo bastante lejos cuando…

    -¿y tu?- pregunte levantándome tontamente de la silla y tropezándome, perdí el equilibrio y el señor suelo que me esperaba, si no fuera porque Frank me sostuvo de la cintura

    -no te preocupes, yo se me todas las respuestas- me dijo incorporándome, estaba en un transe; pero al escuchar lo que dijo una ira incontrolable se apodero de mi, como era posible de que supiera todas las respuestas y no me las dijera para ahorrarnos mucho, mucho, mucho tiempo, eso era egoísta

    -¿Cómo así que sabes todas las respuestas y no me las dijiste ¡ah!?- reclame encolerizada
    -te quería ver sufrir, ahora adiós- y así se marcho dejándome el resto de trabajo el muy engreído; pero después de unos cinco minutos empecé a pensar

    Estaba bastante lejos cuando me tropecé, es demasiado rápido, llego a mi en cuestión de milésimas de segundos para no dejarme caer, eso no es normal, además, no, estoy loca, solo tuve suerte, si eso.

    Así me puse a caminar por todo el colegio buscando mi querida salida, cuando en un pizarrón encontré un panfleto el cual decía…

    “inscripciones abiertas para Taijutsu”

    Pensé que el cartel no era muy creativo ni informativo; pero me encantaban las artes marciales desde pequeña mi hermano me estuvo enseñando, y buenos morados que si me dejo, era muy estricto; pero gracias a él aprendí mucho, pero según su conocimiento todavía me faltaba mucho si quería sobrevivir en este mundo para el día que me encontrara con el pandemónium, las primeras veces que me dijo eso me lo tome de broma; pero ahora era muy enserio.

    El caso es que entraría a ese curso; total en mi casa mi hermano no iba a estar, pues consiguió trabajo en tiempo record, supongo que su carita de ángel le ayudo, sin pensar mas, me dirigí a la dirección, me encontré con la secretaria quien muy amable me dijo que las inscripciones eran en el gimnasio, maldije el panfleto por no tener mas información, me preguntaba quien había sido el idiota que lo había diseñado.

    En el gimnasio me encontré con una chica de cabellos rojizos y ojos dorados, en realidad era una belleza exótica, eso no lo dudaba

    -disculpa quiero inscribirme para las clases- le dije con amabilidad y curiosidad por sus ojos

    -claro, Yumi- me analizo con la mirada y me entrego un formato, el cual llene sin pensarlo
    -¿Cómo sabes mi nombre?- pregunte entregándole la hoja
    -todos nosotros lo sabemos- me respondió sonriéndome de una manera que asustaría al mismo demonio,

    -no entiendo- le dije con escalofríos recorriéndome todo el cuerpo
    -enserio- insinúo con malicia

    -déjala, mejor ve a alimentarte- le hablo a la pelirroja una voz muy conocida, me di la vuelta y efectivamente era Frank, le sonreí

    -hola- le dije
    -¿no deberías estar caminando hacia tu casa para terminar el trabajo rápido?- me regaño, parecía tenso, eso era raro, bueno él es raro en todo el sentido de la palabra, ya comenzaba a creer en lo que dijo mi hermano

    -oye, haré el trabajo, solo encontré un panfleto de este curso, que por cierto un idiota lo diseño muy mal- explique confiada

    -no soy un idiota- me dijo cruzándose de brazos, ante esa respuesta quede fría como un témpano de hielo, al parecer tenia la facilidad de embarrarla en todo justo con él, no sabia que él había hecho los panfletos, me disculpe de inmediato, pero aun pensaba que era un idiota por como diseño los volantes

    -deja de pensar que soy un idiota- me advirtió mirándome amenazadoramente, aun no me acostumbraba a como me veía

    -es horrible si lees mi mente, lo sabias- le gruñí exasperada, comenzaba a creer que en realidad era un demonio como decía mi hermano, que clase de persona puede saber lo que piensas, es extremadamente rápido y tiene una presencia imponente

    -no leo tu mente, solo se que lo sigues pensando por como me miras- explico arrinconándome con la mirada, además de intimidarme, no era normal que tuviera miedo; pero ahora empezaba a sentirlo, trate de cambiar la conversación, pues ya me encontraba apisonada, por un lado la pared y por el otro él

    -como sabia mi nombre esa mujer- pregunte tratando de escabullirme lo mas pronto posible de entre sus garras, en realidad era raro, el día anterior me odiaba y hoy pareciera que quisiera comerme

    -todos nosotros lo sabemos- suspiro y se aparto, lo agradecí de inmediato –pero olvídalo, mejor no entres al club, podría ser tu fin- me advirtió, trate de reprocharle; pero en ese momento llego la mujer sonriendo maquiavélicamente de nuevo

    -no lo haré, y adiós- dije apresuradamente saliendo del gimnasio, cuando iba caminando con mi cabeza hecha un nudo, la curiosidad me gano y me devolví, me escondí detrás de la pared del gimnasio y comencé a espiar lo que decían

    -yo la quería, ¿Por qué le advertiste?- cuestiono la mujer de los ojos dorados
    -yo soy quien lo hará- respondió tajante Frank, en ese momento me asuste; no entendía lo que decía; pero podía hacerme una idea

    -oye, cuando crees que nos veamos con tu jurado enemigo- le dijo la mujer con un tono de burla

    -ya lo vi., y no preguntes mas, huele a lavanda- ordeno el chico de ojos intimidantes, en ese momento supe que estaba a punto de ser descubierta, así que como buena chica me escabullí, había adquirido mucha practica huyendo de mi hermano cuando me iba a cobrar dinero o algo parecido.

    Al llegar a casa iba a hablar de inmediato con mi hermano; necesitaba explicarle o mejor necesitaba que me consolara, no me gustaba lo que estaba pensando acerca de Frank, tenia miedo de que en realidad tuviera alas negras como suponía Shin.

    Abrí la puerta de mi hogar temporal, cuando encontré a mi hermano con una chica, no estaban haciendo nada malo, pero la muy “niña” tenia una faldita demasiado corta, además de una blusita la cual insinuaba su gran porvenir, además lo miraba con un deseo. La rabia invadió mi ser, y el miedo que tenia desapareció de inmediato, sin perder tiempo dije

    -hermano que hace aquí esta mujer, ya se, no me digas, tiene problemas de aprendizaje graves, por eso está tomando clases extras, verdad- se que mi tono de voz era lo bastante ofensivo para que la mujercita se largara, era el segundo día y ya había mujeres en mi casa, definitivamente en este pueblo mi hermano y yo rompíamos todos los récords.

    -hola Yumi, te presento a Nana, y no tiene problemas de aprendizaje, solo que me pidió el favor de que le explicara unos ejercicios de la universidad- me dijo con suma tranquilidad

    -hola- me dijo la tal Nana fulminándome disimuladamente con la mirada, claro que la mía tampoco se quedaba atrás

    -hermano rompiste tu record- dije subiendo las escaleras
    -no vas a comer- me dijo levantándose de la mesa
    -no, se me quito el apetito- le respondí con ira y remate con un –pierdes tu tiempo chica, a mi hermano no le gustan las mujeres como tú-

    En mi cuarto comencé a lanzar todo lo que tenia en frente, peluches cuadernos, almohadas, cuando la rabia me consume soy muy peligrosa

    -como es posible, yo necesitando su consejo, agobiada porque Frank puede ser un demonio y uno grande, además del complejo de sentimientos que tengo por él, pase un día fatal, él sabiendo las repuestas del maldito trabajo y no me las dice, luego esa mujer que me veía como comida, luego él con su extraña actitud y ahora mi hermano con una golfa en la casa, en la anterior ciudad se demoro cuatro días para llegar una, aquí al segundo, y yo que creí que en un pueblo eran mas santas las muchachitas pero no, ¡ja! pero se llevara un gran chasco la muy zorra, a mi hermano le gustan las mujeres opuestas a ella, apuesto que Karin seria perfecta- refunfuñaba mientras mi pobre habitación era testigo de mi rabia y sufría las consecuencias

    Después de dos horas, alguien toco a mi puerta, y yo muy cortésmente dije

    -¿Qué demonios quieres?-
    -Yumi no le hables así a tu madre- me contesto un poco encolerizada, se me enfrío todo cuando supe que era mi mamá. Ahora si estaba en problemas, ahora si

    -perdón mamá- dije abriendo la puerta, pero me encontré con la sorpresa de que era una grabación y que mi hermano estaba muerto de la risa, ahora si estaba enojada

    -perdóname, era la única manera de que salieras- me dijo entre risas
    -eres un idiota- le reproche tomando la grabadora y lanzándola hacia mi cama
    -bueno y ahora por que te enojaste conmigo, yo no tengo la culpa de que esa chica necesitara ayuda- me explico tomándome de la mano y empezando a caminar por el pasillo

    -si claro, tú en tu cortesía le ayudaste, eres tonto, no necesitaba tu apoyo solo quería insinuarse- le señale bajando las escaleras

    -si pero no podía ser descortés, insistió mucho- me comento ya en el comedor
    -de ves en cuando deberías ser altanero, lo sabias-
    -si te molesta mucho no volverá-
    -mas te vale, consíguete a alguien como…- dude en terminar mi frase; pero él si la completo

    -como Sakura- dijo por lo bajo
    -no quise recordártela, lo siento hermano en realidad lo siento- le dije acercándome a él quien se encontraba en la cocina sirviendo mi comidita

    -lo se, se que no lo haces por maldad, bueno aquí esta tu comida favorita, tengo que preparar la clase de mañana- me explico para salir de casa, no era tonta se que no iba a preparar la clase, lo que dije le afecto y ahora necesitaba estar solo para desahogarse

    -fui una tonta, estupita, lenguona- me dije, sabia que a mi hermano le dolía recordar a Sakura, la amó demasiado y la perdió de la manera mas cruel y despiadada, sabia que no debía nombrarla para no herirlo, me sentí mal muy mal, ahora si no tenia apetito.

    Deje mi cena en el horno y me dirigí a mi cuarto, me tumbe en la cama, yo también me sentía fatal, era una tonta por hacer sufrir a mi hermano, ahora sabia que estaba sufriendo en silencio y que acercarme a él en ese momento empeoraría las cosas. Necesitaba distraerme y una buena forma era haciendo el trabajo me mitología, que por cierto no se como rayos hizo Frank para convencer al profesor de que no lo dejara entregar para el otro día, supongo que seria una sorpresa la cual no me gustaría.





     
  4.  
    jenniffer

    jenniffer Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Marzo 2008
    Mensajes:
    131
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una hermosa historia de amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3819
    Re: Una hermosa historia de amor

    MI TEDIOSO TRABAJO
    No podía creerlo, era mi segundo día de estudio y ya estaba faltando a clases, y no solo a una, a varias por como iban las cosas, mi querido compañero, que por cierto es guapísimo, parecía un ángel; eso era lo que creía.

    -no entiendo nada, que los vampiros no se mueren con el sol, no se incineran- reproché jugando con mi lapicero en la mesa del comedor estudiantil. En mi instituto venden los almuerzos a las personas que se quedan para sus clases particulares, y como Frank no quería distracciones como árboles, carros, y chicos lindos a los cuales pudiera observar; decidió que el mejor lugar era este, trate de oponerme; pero como siempre perdí.

    -eso es mentira, te lo he dicho mil veces, no morimos, digo mueren con el sol, el astro rey solo disminuye en un 10% sus habilidades- me dijo seriamente aunque en cierto momento note tensión.

    -¿te consideras un vampiro o lo eres?- pregunte, pues note que había dicho algo fuera de lo común, además quería hablar con él de algo que no fuera mi culpa.

    -ninguna de las dos, solo me he equivocado en lo que he dicho, a ti te pasa todo el tiempo- insinúo tratando de cortar la conversación, pero eso no se iba a quedar así, yo quería saber mas de él, no me interesaban los vampiros, quería saber de su vida y también de cómo rayos había llegado a mi casa.

    -como supiste donde vivía, apenas llevamos un día y apareciste como si nada- insinúe mirando directamente a los ojos para intimidarlo, lastima que la que salio roja como un tomate fui yo, esos ojos negros y fríos eran extremadamente hermosos.

    -solo le pregunte la dirección a la secretaria, es todo- me respondió subiendo el tono de voz y pasándome unas hojas del trabajo, al parecer quería acabar lo mas pronto posible.

    -entiendo- suspire –es una respuesta obvia, no- le dije empezando a leer el siguiente punto, así falte a todas las clases, ese maldito trabajo nada que se acababa, me estaba volviendo loca, la compañía era excelente aunque no hablaba de nada que no fuera el trabajo, trate de que me dijera algo de su vida, pero no conseguí nada mas que no fuera un “concéntrate” “escribe” “apúrate” y así por el estilo.

    A la hora de salir, en la mesa del comedor llegaron de sorpresa Jen y Karin, y me miraron de una forma inexplicable, al parecer no creían algo…

    -por eso fue que faltaste a historia- me dijo Karin mirando a Frank con incredulidad
    -bueno, también es una buena causa para faltar a Trigonometría y el resto de materias- insinúo Jen con una sonrisa, la cual fulmine con la mirada de inmediato.

    -hola- dije saludando también con la mano y riendo nerviosamente
    -¿Qué están haciendo aquí?- preguntó con cierta malicia la chica de cabellos rubios y gran fututo

    -un trabajo de mitología- respondí de inmediato y un poco nerviosa, además de acelerada, en realidad esa situación era incomoda

    -bueno te dejamos, y por cierto, te dejo mis apuntes, mañana hay un examen de lo que vimos hoy en historia- me dijo amablemente Karin, era tan sencilla y bonita, aunque ella cuestionaba su belleza, supongo que debió pasarle algo malo para que tenga la autoestima tan baja.

    Pude notar que miraba de reojo a Frank, se apresuro a darme su cuaderno y se despidió.

    -bueno yo también te dejo mis apuntes, aunque hoy casi no vimos nada, tuviste suerte- me dijo acercándose, y en mi oído me susurro un –a mi me parece que tienes mucha suerte al estar con él-

    Así me sonroje hasta mas no poder, ella solo me guiño el ojo y ser marcho, era tan inoportuna. Después de que salí de mi transe le dije a Frank rápidamente un…

    -no tienes clase de artes marciales o algo así-
    -¿Cómo sabes?- me pregunto con desconfianza, en ese momento caí en cuenta que supuestamente yo no sabia nada de él, además que en toda la mañana no hablamos nada mas que no fuera del trabajo.

    -todo el mundo lo sabe, eres el chico mas extraño del instituto- explique apretando los cuadernos de mis compañeras en mis manos

    -extraño- enfatizo y aunque no se noto, se que sonrío, no se si era de rabia por haber utilizado la palabra extraño, o es que en realidad le pareció gracioso

    -lo siento no quise decir eso jeje je- susurre en medio de una sonrisa
    -supuestamente soy el mas popular no extraño- puntualizo levantándose de la mesa, detrás mío me dijo un –tu terminas esta vez, y mas te vale que estudies- así se dispuso a caminar y alejarse de mi, ya estaba lo bastante lejos cuando…

    -¿y tu?- pregunte levantándome tontamente de la silla y tropezándome, perdí el equilibrio y el señor suelo que me esperaba, si no fuera porque Frank me sostuvo de la cintura

    -no te preocupes, yo se me todas las respuestas- me dijo incorporándome, estaba en un transe; pero al escuchar lo que dijo una ira incontrolable se apodero de mi, como era posible de que supiera todas las respuestas y no me las dijera para ahorrarnos mucho, mucho, mucho tiempo, eso era egoísta

    -¿Cómo así que sabes todas las respuestas y no me las dijiste ¡ah!?- reclame encolerizada
    -te quería ver sufrir, ahora adiós- y así se marcho dejándome el resto de trabajo el muy engreído; pero después de unos cinco minutos empecé a pensar

    Estaba bastante lejos cuando me tropecé, es demasiado rápido, llego a mi en cuestión de milésimas de segundos para no dejarme caer, eso no es normal, además, no, estoy loca, solo tuve suerte, si eso.

    Así me puse a caminar por todo el colegio buscando mi querida salida, cuando en un pizarrón encontré un panfleto el cual decía…

    “inscripciones abiertas para Taijutsu”

    Pensé que el cartel no era muy creativo ni informativo; pero me encantaban las artes marciales desde pequeña mi hermano me estuvo enseñando, y buenos morados que si me dejo, era muy estricto; pero gracias a él aprendí mucho, pero según su conocimiento todavía me faltaba mucho si quería sobrevivir en este mundo para el día que me encontrara con el pandemónium, las primeras veces que me dijo eso me lo tome de broma; pero ahora era muy enserio.

    El caso es que entraría a ese curso; total en mi casa mi hermano no iba a estar, pues consiguió trabajo en tiempo record, supongo que su carita de ángel le ayudo, sin pensar mas, me dirigí a la dirección, me encontré con la secretaria quien muy amable me dijo que las inscripciones eran en el gimnasio, maldije el panfleto por no tener mas información, me preguntaba quien había sido el idiota que lo había diseñado.

    En el gimnasio me encontré con una chica de cabellos rojizos y ojos dorados, en realidad era una belleza exótica, eso no lo dudaba

    -disculpa quiero inscribirme para las clases- le dije con amabilidad y curiosidad por sus ojos

    -claro, Yumi- me analizo con la mirada y me entrego un formato, el cual llene sin pensarlo
    -¿Cómo sabes mi nombre?- pregunte entregándole la hoja
    -todos nosotros lo sabemos- me respondió sonriéndome de una manera que asustaría al mismo demonio,

    -no entiendo- le dije con escalofríos recorriéndome todo el cuerpo
    -enserio- insinúo con malicia

    -déjala, mejor ve a alimentarte- le hablo a la pelirroja una voz muy conocida, me di la vuelta y efectivamente era Frank, le sonreí

    -hola- le dije
    -¿no deberías estar caminando hacia tu casa para terminar el trabajo rápido?- me regaño, parecía tenso, eso era raro, bueno él es raro en todo el sentido de la palabra, ya comenzaba a creer en lo que dijo mi hermano

    -oye, haré el trabajo, solo encontré un panfleto de este curso, que por cierto un idiota lo diseño muy mal- explique confiada

    -no soy un idiota- me dijo cruzándose de brazos, ante esa respuesta quede fría como un témpano de hielo, al parecer tenia la facilidad de embarrarla en todo justo con él, no sabia que él había hecho los panfletos, me disculpe de inmediato, pero aun pensaba que era un idiota por como diseño los volantes

    -deja de pensar que soy un idiota- me advirtió mirándome amenazadoramente, aun no me acostumbraba a como me veía

    -es horrible si lees mi mente, lo sabias- le gruñí exasperada, comenzaba a creer que en realidad era un demonio como decía mi hermano, que clase de persona puede saber lo que piensas, es extremadamente rápido y tiene una presencia imponente

    -no leo tu mente, solo se que lo sigues pensando por como me miras- explico arrinconándome con la mirada, además de intimidarme, no era normal que tuviera miedo; pero ahora empezaba a sentirlo, trate de cambiar la conversación, pues ya me encontraba apisonada, por un lado la pared y por el otro él

    -como sabia mi nombre esa mujer- pregunte tratando de escabullirme lo mas pronto posible de entre sus garras, en realidad era raro, el día anterior me odiaba y hoy pareciera que quisiera comerme

    -todos nosotros lo sabemos- suspiro y se aparto, lo agradecí de inmediato –pero olvídalo, mejor no entres al club, podría ser tu fin- me advirtió, trate de reprocharle; pero en ese momento llego la mujer sonriendo maquiavélicamente de nuevo

    -no lo haré, y adiós- dije apresuradamente saliendo del gimnasio, cuando iba caminando con mi cabeza hecha un nudo, la curiosidad me gano y me devolví, me escondí detrás de la pared del gimnasio y comencé a espiar lo que decían

    -yo la quería, ¿Por qué le advertiste?- cuestiono la mujer de los ojos dorados
    -yo soy quien lo hará- respondió tajante Frank, en ese momento me asuste; no entendía lo que decía; pero podía hacerme una idea

    -oye, cuando crees que nos veamos con tu jurado enemigo- le dijo la mujer con un tono de burla

    -ya lo vi., y no preguntes mas, huele a lavanda- ordeno el chico de ojos intimidantes, en ese momento supe que estaba a punto de ser descubierta, así que como buena chica me escabullí, había adquirido mucha practica huyendo de mi hermano cuando me iba a cobrar dinero o algo parecido.

    Al llegar a casa iba a hablar de inmediato con mi hermano; necesitaba explicarle o mejor necesitaba que me consolara, no me gustaba lo que estaba pensando acerca de Frank, tenia miedo de que en realidad tuviera alas negras como suponía Shin.

    Abrí la puerta de mi hogar temporal, cuando encontré a mi hermano con una chica, no estaban haciendo nada malo, pero la muy “niña” tenia una faldita demasiado corta, además de una blusita la cual insinuaba su gran porvenir, además lo miraba con un deseo. La rabia invadió mi ser, y el miedo que tenia desapareció de inmediato, sin perder tiempo dije

    -hermano que hace aquí esta mujer, ya se, no me digas, tiene problemas de aprendizaje graves, por eso está tomando clases extras, verdad- se que mi tono de voz era lo bastante ofensivo para que la mujercita se largara, era el segundo día y ya había mujeres en mi casa, definitivamente en este pueblo mi hermano y yo rompíamos todos los récords.

    -hola Yumi, te presento a Nana, y no tiene problemas de aprendizaje, solo que me pidió el favor de que le explicara unos ejercicios de la universidad- me dijo con suma tranquilidad

    -hola- me dijo la tal Nana fulminándome disimuladamente con la mirada, claro que la mía tampoco se quedaba atrás

    -hermano rompiste tu record- dije subiendo las escaleras
    -no vas a comer- me dijo levantándose de la mesa
    -no, se me quito el apetito- le respondí con ira y remate con un –pierdes tu tiempo chica, a mi hermano no le gustan las mujeres como tú-

    En mi cuarto comencé a lanzar todo lo que tenia en frente, peluches cuadernos, almohadas, cuando la rabia me consume soy muy peligrosa

    -como es posible, yo necesitando su consejo, agobiada porque Frank puede ser un demonio y uno grande, además del complejo de sentimientos que tengo por él, pase un día fatal, él sabiendo las repuestas del maldito trabajo y no me las dice, luego esa mujer que me veía como comida, luego él con su extraña actitud y ahora mi hermano con una golfa en la casa, en la anterior ciudad se demoro cuatro días para llegar una, aquí al segundo, y yo que creí que en un pueblo eran mas santas las muchachitas pero no, ¡ja! pero se llevara un gran chasco la muy zorra, a mi hermano le gustan las mujeres opuestas a ella, apuesto que Karin seria perfecta- refunfuñaba mientras mi pobre habitación era testigo de mi rabia y sufría las consecuencias

    Después de dos horas, alguien toco a mi puerta, y yo muy cortésmente dije

    -¿Qué demonios quieres?-
    -Yumi no le hables así a tu madre- me contesto un poco encolerizada, se me enfrío todo cuando supe que era mi mamá. Ahora si estaba en problemas, ahora si

    -perdón mamá- dije abriendo la puerta, pero me encontré con la sorpresa de que era una grabación y que mi hermano estaba muerto de la risa, ahora si estaba enojada

    -perdóname, era la única manera de que salieras- me dijo entre risas
    -eres un idiota- le reproche tomando la grabadora y lanzándola hacia mi cama
    -bueno y ahora por que te enojaste conmigo, yo no tengo la culpa de que esa chica necesitara ayuda- me explico tomándome de la mano y empezando a caminar por el pasillo

    -si claro, tú en tu cortesía le ayudaste, eres tonto, no necesitaba tu apoyo solo quería insinuarse- le señale bajando las escaleras

    -si pero no podía ser descortés, insistió mucho- me comento ya en el comedor
    -de ves en cuando deberías ser altanero, lo sabias-
    -si te molesta mucho no volverá-
    -mas te vale, consíguete a alguien como…- dude en terminar mi frase; pero él si la completo

    -como Sakura- dijo por lo bajo
    -no quise recordártela, lo siento hermano en realidad lo siento- le dije acercándome a él quien se encontraba en la cocina sirviendo mi comidita

    -lo se, se que no lo haces por maldad, bueno aquí esta tu comida favorita, tengo que preparar la clase de mañana- me explico para salir de casa, no era tonta se que no iba a preparar la clase, lo que dije le afecto y ahora necesitaba estar solo para desahogarse

    -fui una tonta, estupita, lenguona- me dije, sabia que a mi hermano le dolía recordar a Sakura, la amó demasiado y la perdió de la manera mas cruel y despiadada, sabia que no debía nombrarla para no herirlo, me sentí mal muy mal, ahora si no tenia apetito.

    Deje mi cena en el horno y me dirigí a mi cuarto, me tumbe en la cama, yo también me sentía fatal, era una tonta por hacer sufrir a mi hermano, ahora sabia que estaba sufriendo en silencio y que acercarme a él en ese momento empeoraría las cosas. Necesitaba distraerme y una buena forma era haciendo el trabajo me mitología, que por cierto no se como rayos hizo Frank para convencer al profesor de que no lo dejara entregar para el otro día, supongo que seria una sorpresa la cual no me gustaría.





     
  5.  
    Samantha

    Samantha Soy Nami en New POT xD Comentarista Top

    Piscis
    Miembro desde:
    20 Febrero 2008
    Mensajes:
    1,542
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Re: Una hermosa historia de amor

    Recién veo éste fic tuyo. A decir verdad la idea me gusta, pero como te lo repito una y otra vez, sigues teniendo los mismo errores.

    -El inicio de las oraciones deben ir en mayúsculas.
    -El final de las oraciones debe culminar con un punto.

    Los demás errores no te los mencionaré porqué ya los sabes. Trata de mejor aunque sea el uso de las mayúsculas y minúsculas, también en lo que te mencioné de colocar el punto al final de las oraciones.
     
  6.  
    jenniffer

    jenniffer Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Marzo 2008
    Mensajes:
    131
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una hermosa historia de amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    61
    Re: Una hermosa historia de amor

    Siento no actualizar, perdon pero bote la memoria en donde tenia todo, y pues no lo tenia guardado en otro lugar lo siento, perdon lo que mas me dolio es que tenia todo adelantado lo siento, todavia estoy de luto, pero actualizare lo màs ràpido que pueda enserio.

    gracia por su comprension
     
  7.  
    jenniffer

    jenniffer Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Marzo 2008
    Mensajes:
    131
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una hermosa historia de amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3144
    Re: Una hermosa historia de amor

    bueno heme aqui de nueo con otro capitulo, espero lo disfruten

    HACIA EL PASADO


    “Ya ha pasado una semana desde que estoy en esta escuela y nada ha cambiado, bueno solo el hecho de que Frank al parecer no me soporta; pero es extraño en ocasiones se queda mirándome, como si me quisiera decir algo, luego miro sus ojos y noto tristeza, segundos después me trata mal, y entramos en una discusión, en la cual terminamos en detención.

    Por otro lado el resto de clases están bien, mis amigas tan únicas como siempre, Jen buscando novio con urgencia, Karin estudiando como si no hubiera mas vida, y yo, normal, esperando no encontrarme con demonios, y es extraño porque ese sueño no me deja en paz, no se lo he contado a mi hermano, porque aun sigue medio molesto o deprimido conmigo, he hecho de todo para que se arregle conmigo; pero nada funciona, ya no se que hacer, se que no debía nombrar de esa forma a Sakura, y se que me merezco su indiferencia pero ya no la soporto.” Pensaba mientras me dirigía a mi clase de Taijutsu, la cual me agradaba y era mi único desahogo.

    A la salida, me encontré con mis amigas, como era costumbre

    -Hola Yumi, ¿Cómo te acabo de ir en los exámenes?- pregunto Karin caminando a mi lado a la salida del colegio.

    -Creo que bien, creo- dije con inseguridad, en realidad no había estudiado nada de nada, lo bueno era que se había realizado en parejas; si a mi pareja se le puede llamar bueno, recuerdo que me miraba con ganas de acecinarme, Frank era tan lindo pero tenía una barrera impenetrable.

    -Bueno no piensen en eso, hoy es viernes de rumba, ¡rumba!- comento con emoción Jen y saco unos boletos de un evento el cual se realizaría en el pueblo, por lo que leí era una fiesta muy importante.

    -Verdad que irán- se podría decir que nos lo ordeno, su voz se notaba seria.

    -Yo creo que si, lo malo es la pareja, no tenemos- dije tratando de zafarme, en realidad no tenia ánimos, debía idear otra táctica para contentar a mi hermano.

    -Yo no puedo ir, la luna hoy forja mi destino- susurro en un tono casi inaudible Karin, Jen no le tomo importancia y se coloco enfrente de nosotras y nos dijo de una forma muy, muy seria.

    -Mas vale que vallan, por favor, por favor, la pareja no interesa, en que siglo viven, solo vallan, las espero- nos ordeno mientras subía al auto de su padre y se marchaba con una gran sonrisa.

    Karin y yo seguimos caminando, al poco tiempo le pregunte de una forma sutil o mejor directa

    -¿Qué quisiste decir con que la luna hoy forjara tu destino?-

    -Nada, lo sabrás está noche- comento mientras tomaba otro rumbo para su casa, eso me altero un poco, algo extraño le pasaba.


    Ya en la noche, me cambie de ropa, había decidido ir a la fiesta de Jen, no había conseguido que mi hermano me hablara, y no me iba a quedar atormentándome un segundo mas, necesitaba distraerme.

    -No salgas- dictamino Shin con amabilidad obstaculizando mi paso en la escalera.

    -Vaya gracias por hablarme- le dije con un poco de rabia y sarcasmo, aunque sabia que me merecía el castigo.

    -deja eso a un lado, hoy no sales, entiendes- me dijo con una seriedad que daba miedo, se notaba muy alterado, no pude evitar recordar las palabras de Karin y me quede mirándolo con cierta desconfianza.

    -Quiero ir, además llame a mamá y ella me dijo que no había problema- le mentí, para que me explicara lo que sucedía.

    -Decir mentiras no es tu fuerte, sabes que te pido poco, hoy no salgas- me hablo un poco mas calmado y tocándome la mejilla.

    -Me explicaras ¿Qué pasa?- le pregunté colocando una carita de consentida, estaba feliz de que me hubiera perdonado, lo que no sabia era si era temporal.

    -Nunca pensé encontrármelo aquí, parece que tenia todo planeado, y hoy es la fecha- fue lo único que me comentó, ahora si no entendía nada, mi hermano estaba actuando extraño, yo estaba vestida para una ceremonia y al parecer eso no le gustaba, y lo mas extraño es que tenia miedo, y no sabia ¿Por qué?

    En ese momento una fuerte ventisca azotó la casa, los vidrios retumbaron y se abrió con gran fuerza la puerta, me aferre a mi hermano, y mis ojos se abrieron como platos al sentir semejante presencia.

    -Hola, parece que todo ya esta listo- hablo una voz varonil, seductora y temeraria.

    -Parece que planeaste todo; pero nada resultará, créeme- le hablo mi hermano con determinación, mientras me tomaba de la mano.

    -No puedes hacer nada, hoy es el día en que recordara todo, y ambos sabemos que hemos esperado demasiado por esto, tanto me he mortificado igual que tú, guardando este secreto- manifestaba mientras dejaba ver lentamente su rostro.

    -Frank ¿Qué haces aquí?- pregunté con total desconcierto mientras buscaba un arma en la chaqueta de mi hermano, siempre guardaba muchas en su ropa.

    -Vengo por ti- fue lo único que salio de sus labios, dejándome en shock.

    -Así como lo intentabas hacer hace un par de días- le dijo mi hermano apuntándole con su arma mientras el viento seguía soplando, y comenzaba a llorar el cielo.

    -Fui castigado por ese intento; pero valió la pena, pude volver a tocar su alma, y aun en su memoria se guarda mi recuerdo, te dejará cuando lo sepa todo- le dijo mientras le daba paso a otra persona la cual tampoco me esperaba ver esa noche.

    -Es hora de comenzar- susurro Karin mientras se cortaba las venas sin dar aviso, en ese instante grite y trate de detenerla; pero mi hermano me sujeto de la cintura y me coloco detrás de él.

    Frank tomo la mano de Karin y bebió su sangre, el lugar comenzó a temblar y una fuerte energía inundo el lugar, tenia miedo mucho miedo, mi hermano trataba de protegerme, y yo me aferraba a él; pero de un momento a otro Karin apareció enfrente de Shin, pude notar que se corto su otra muñeca y le dio de beber a mi hermano, el cual acepto, ante mi cara de horror mi hermano solo me sonrió.

    Pude ve como Frank se retorcía en el suelo, al parecer sufría mucho, mi hermano también comenzó a gritar y cayo a mis pies, el dolor que ambos sentían era intenso muy agudo y punzante, se podía notar en sus rostros, las lagrimas que se habían demorado en salir brotaron sin control, trate de acercarme a mi hermano; pero Karin me detuvo mientras sangraba.

    -No les pasara nada, son inmortales, son ángeles- fue lo único que me dijo mientras se desplomaba lentamente, la tomé en mis brazos y llore.

    -No morirás verdad, tu eres inmortal, verdad- le suplique buscando que su respuesta fuera positiva; pero desgraciadamente no fue así.

    -No amiga, yo no soy un ángel, yo soy una simple humana, la cual fue destinada a servir de portal para tu memoria, me gusto conocerte- me decía mientras lloraba –pero tranquila, disfrute mi pacifica vida, lo único que extrañaré es a Frank, espero que lo perdones y lo comprendas, ha sufrido mucho, más que tu hermano, al menos él te tenia cerca todas las noches, en cambio cada luna Frank era torturado por ti- esas fueron sus ultimas palabras mientras se desplomaba en mis brazos y cerraba sus ojos entregándose a los brazos del hades.

    En ese momento Frank me tomo los brazos y me beso, no podía resistirme, una parte de mi, la cual no conocía lo deseaba más que nada, como si algo que había estado oculto quisiera surgir sin preguntarme.

    Al terminar de acariciar apasionadamente mis labios, me susurro un “ahora por fin me recordaras, y esta vez tu hermano no me matara”

    En ese instante mi hermano se levanto y me miro de una forma desconsoladora, su mirada era triste, como si un secreto que hubiera estado ocultando por gran tiempo estuviera a punto de revelarse.

    Una luz muy profunda, de color rojizo inundo la habitación, mi vista comenzó a nublarse sin razón, comencé a sentir un mareo incontrolable y lo ultimo que alcance a distinguir fue la silueta de Karin la cual estaba inconciente o muerta.

    Al despertar note que estaba en medio de un gran prado muy hermoso, iluminado por la luna llena, la cual era espectacular con un hermoso color plateado, aquel lugar era maravilloso, había flores de color blanco adornando cada centímetro, y un hermoso lago en medio de tal lugar, la brisa era suave y encantadora.

    De pronto apareció una muy hermosa joven caminando por aquel lugar, estaba vestida con un hermoso vestido blanco, con adornos dorados en la cintura, el traje era de tirantes, apretado en la cintura; pero suelto en el resto del cuerpo, la joven estaba llorando, lo supe porque su sollozos se escuchaban por el lugar, al parecer estaba huyendo de algo o alguien, se sentó a la orilla del lago y comenzó a llorar con mas fuerza, decidí acercarme y preguntarle que le sucedía; pero tal fue mi sorpresa que al tocarla mi mano atravesó su cuerpo,; pero mas fue mi asombro al notar que aquella chica era yo.

    -Esta fue tu primera vida, la que en realidad marcó las demás- una voz hablo detrás de mi, hablo con tanto dolor, que solo pude suspirar.

    ¿Que esta pasando?- fue lo único que se me ocurrió decir, en realidad necesitaba entender completamente lo que estaba sucediendo, como es que ahora estaba viendo mi primera vida, y lo que era mas importante, ¿Por qué reencarne?

    -Simplemente estas recordando la vida que perdimos, solo reencarnan las almas que deben terminar algo pendiente, y nosotros tenemos muchas cosas inconclusas- me respondió acercándose a mi y acariciando mi rostro.

    -Frank, mi hermano…- le iba a preguntar su paradero; pero note que sus fracciones se endurecieron y se alejo de mi con ira.

    -Parece que te pierdo de nuevo por culpa de Shin, solo espero que te des cuenta de que soy yo quien te ama- me dijo con dolor antes de desaparecer.

    -En ese instante un viento muy frío y lleno de rabia soplo por ese lugar, comenzó a opacarse la hermosa luna y las bellas flores se fueron marchitando una a una, me asuste, si podía estar más nerviosa de lo que ya estaba. Un demonio apareció detrás de mi otro yo, y la tomo por los hombros.

    -Tomare tu alma Yuzuki- hablo aquel ser de alas negras, las cuales se ocultaban lentamente, la chica sollozo, y tomó las manos de aquel demonio, se levanto del prado se dio vuelta y lo miro de frente aun con lagrimas en sus ojos.

    -No necesitas arrebatármela, porque quiero entregártela- le respondió, yo me sorprendí de gran manera, como era posible que yo le entregara mi alma a un descendiente de la oscuridad tan fácilmente.

    Aquel demonio se quedo mirándola por un tiempo, notó su tristeza y agonía, y luego soltó su agarre.

    -No la tomare, no la quiero para sacrificio, además es demasiado fácil si vas a entregármela- le manifestó mientras se alejaba de ella.

    -¡Espera!- le grito corriendo hacia él -¿Por qué quieres verme sufrir?- le preguntó secando las lagrimas que aun brotaban de sus ojos, o mejor los míos, porque sin explicación yo también lloraba y me acercaba a aquel demonio.

    -No quiero verte sufrir, tu alma es especial, y aun no es tiempo de que sea mía, cumple tu función primero- le ordeno deteniendo su caminar mientras nos acercábamos y acariciábamos su mejilla, aunque en ese instante solo sintiera el calor de mi otro yo.

    -Eres a la primer persona que dejo que me toque- le susurro alejando su mano de su mejilla, la cara de desconcierto de aquel demonio era sorprenderte, al parecer era verdad.

    -Estoy segura de que te veré de nuevo- le dijo Yuzuki sonriendo y secando la última lagrima que derramaría esa noche –dime tú nombre demonio de alas negras con alma blanca-

    -Soy peor de malvado que el mismo supremo, no tengo alma blanca, no lo vuelvas a decir- le manifestó mostrando sus hermosas alas azabaches – y soy Frank- así se elevó y desapareció en medio de la oscuridad.

    -No te creo- dijimos al unísono mi otro yo y yo, y así nos agachamos y cortamos la única flor que no había muerto en ese lugar.

    -princesa, princesa- repetía una voz a lo lejos -¿esta bien?-

    -si, ya estoy mejor- respondí sonriendo –Shin no deberías preocuparte tanto por mis berrinches-







    y bien, espero que les halla gustado ja nee
     
  8.  
    vanezhita

    vanezhita Entusiasta

    Géminis
    Miembro desde:
    16 Junio 2008
    Mensajes:
    119
    Pluma de
    Escritora
    Re: Una hermosa historia de amor

    qeeeeee??!!!
    asi lo dejas??!!! no puede ser!!!!!!
    aaa me gustó mucho tu fic pero me
    confundió al principio y sigo igual
    haber según lo que entendí si no
    me equivoco es que yumi reencarnó,
    su hermano y frank son angeles,
    pero frank es un demonio? o es un
    angel oscuro según yo, shin hizo algo
    que alejó a yumi y a frank, y ellos
    dos se aman, o se amaban? aaa es muy
    confuso, solo c q en el siguiente
    capi le voi a entender asi q porfis no
    tardes demasiado!!!!!
    atte:
    vanezhita ^^
     
  9.  
    jenniffer

    jenniffer Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Marzo 2008
    Mensajes:
    131
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Una hermosa historia de amor
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    44
    Re: Una hermosa historia de amor

    gracias por leerlo y no dejarlo en el olvidom, perdon es que con lo del trabajo y el estudio no he podido adelantarlo tenme un poco de paciencia, que no lo abandonare lo prometo

    gracias por leer
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso