Maybe You Are My Love....

Re: Maybe You Are My Love....

Hola!!!

Con algo de retraso pero aqui esta,
el último capitulo de mi historia,
la verdad no había colocado la conti por
que no había tenido nada de tiempo de terminarla
pero ya esta aquí.

Muchas gracias por su apoyo, espero que les guste
espero sus comentarios.

Alejandra.

P.D. El epilogo de esta historia espero ponerlo en mi proximo descanso :D.

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Capitulo #23 ​

Kagome estaba sentada al borde de su cama, su mirada demostraba como se sentía por dentro y no era lo que toda novia enamorada siente el día que une su vida con la del ser querido, el brillo característico de sus ojos se había desvanecido, solo pensaba en él y ya no quería llorar, ya no podía llorar. La diseñadora ahora estaba vistiendo a Sango y a las demás damas, por lo que ahora Kagome estaba sola, en unos minutos más llegaría una chica para maquillarla y le daría unos cuantos toques, Kagome se pone de pie y camina a la ventana, ella se encontraba ahora en una habitación de un lujoso hotel, admiraba el centro de la ciudad, veía el parque y al otro lado del parque la iglesia en donde se uniría para siempre con Naraku. Nuevamente unas cuantas lágrimas se asomaban por sus ojos, llevaba puesto el collar por orden de Naraku, por lo que sin querer las lágrimas salieron de sus ojos, cuando escucho que una joven entraba en la habitación.

Discúlpeme señorita Higurashi, soy Misuzu y vengo a darle los últimos toques.
Hola Misuzu -Kagome se seca discretamente las lágrimas- Gracias te lo agradezco.
No tiene de que, además a mi me gusta maquillar a las novias en su día de boda, ya que -sienta a Kagome y comienza a maquillarla- Espero muy pronto encontrar al hombre indicado, y poder casarme con él, ese es el sueño de mi vida, aunque he maquillado a varias novias desde que tengo 15 años, y casi cumplo los 18.
Espero y que encuentres pronto al chico ideal, Misuzu y llegues a ser muy feliz.
Señorita Kagome, -terminando de maquillarla- Usted no es feliz con esta boda, si no lo quiere por que se casa.
Misuzu así deben de ser las cosas, hay quienes pueden ser felices con quienes aman -tocan a la puerta- Debe de ser el chofer, ya debo de estar rumbo a la catedral.
Pero si no va a ser feliz, no debería de hacerlo.
Claro que debo. –Contesta con nostalgia- Me voy Misuzu, espero que asistas a la boda, por favor.
Ahí estaré, señorita Kagome.

Una última sonrisa de parte de Kagome y después ella sale de la habitación, Kagome se encuentra con el chofer de la limusina de Naraku y ambos se dirigen al elevador, todos los que veían pasar a Kagome, con ese lindo vestido satén, de corsé con encaje bordado con perla de semilla, al igual que en la falda solo unas cuantas, un ligero escote, y el velo que la cubría, la hacían lucir casi como un ángel, solo que ella no mostraba la paz y la alegría que ellos reflejan, y de eso las personas se daban cuenta solo que nadie decía nada.

Entro al elevador junto con el chofer, de cuando en cuando acomoda la falda del vestido para que no se arrugara y el chofer solo la observaba, poco antes de que el elevador llegara a la planta baja él le hizo solo un comentario.

Señorita Kagome, odio a mi jefe, pero me paga muy bien para que trabaje, pero usted no se case si no hay amor de por medio, aunque se que aun así lo hará.
¿Qué? -Kagome no podía creer que también él le dijera lo mismo que Misuzu- ¿Por qué lo dice?
Se lo que le digo.

Las puertas del elevador se abrieron y el chofer se adelanta dejando que Kagome caminara lentamente rumbo a la salida y ahí se encontró con las damas, la organizadora de la boda, que es la madre de Misuzu, la señora Kazumi Kamio, y Sango que en cuanto la vio fue con ella, y las demás solo se quedaron viéndola, no las conocía pero eran parientes de Naraku, después de encontrarse en el vestíbulo, todas salieron del lugar, Kagome, Sango y las otras dos chicas, entraron en la limosina y comenzaron el recorrido hacía la iglesia. Kagome solo veía hacía el techo de la limosina. Kazumi y Misuzu, iban siguiéndolas en el auto de Kazumi

Llegaron a la catedral y todos los reporteros se abalanzaron sobre el auto, mientras las otras dos chicas posaban alegres al salir de la limosina, Sango y Kagome no salían de ahí, una por acompañar a su amiga y la otra por que había empezado a llorar.

Kagome, si no lo quieres hacer no lo hagas, o te arrepentirás toda tú vida. –Dice Sango abrazando a Kagome- Se que jamás vas a dejar de querer a Sesshoumaru, eso se te nota cada vez que alguien habla de él, no dejas de suspirar y te quedas seria. Por favor…
Sango. –Secándose las lágrimas- Ya estoy arrepentida, pero para mantener sana a mi familia, no hay otra cosa que puedo hacer.

Después de eso sale de la limosina y se enfrenta a los reporteros, que inmediatamente comenzaron a fotografiarla, primero a ella sola, y después por petición del mismo Naraku, junto con las damas y con los padrinos, el rostro de Kagome lucía una hermosa sonrisa, pero sus ojos no mostraban nada más que una profunda tristeza.
Uno de los guardaespaldas de Naraku empezó a alejar a los reporteros, ya que la ceremonia estaba por iniciar, pero los reporteros eran muchos y el otro guardaespaldas no aparecía, Sango estaba al lado de su amiga, que ahora temblaba de pies a cabeza, cosa que a los demás les parecía que eran los nervios por su boda, pero para Sango no era otra cosa que solo miedo, ya que al decir que aceptaba, habría firmado una condena de la cual no escaparía nunca.

Bien ahora ustedes chicas entran detrás de Sango la dama principal. –Decía Kazumi- Kagome linda se que estas nerviosa, pero así son las bodas, no te preocupes, todo va a salir muy bien.
Gracias, señora Kamio.
Eres una monada, hay pocas novias que se portan tan naturales como tú y que sean inocentes, eres única, linda… -Kazumi estaba muy emocionada y alegre- Bien entraras detrás de las niñas que van lanzando pétalos de flor de cerezo, pero será en cuanto se escuche la marcha nupcial.
Bien así lo haré, voy a ser la señora de Ikari. –Lo decía más para converse a ella misma- Entonces esperare a que de inicio todo esto.

Faltaban cinco minutos antes de la cinco de la tarde, en cinco minutos más daría inicio la ceremonia, en cinco minutos más iniciaría el fin de la libertad de Kagome.

~~~~~~~~~~~~~~ Fiesta de Compromiso Takahashi & Erizawa ~~~~~~~~~~~~~~​

En el salón Magnolia, uno de los más elegantes de toda la ciudad, se estaba llevando a cabo la fiesta de compromiso de Erizawa Chieko y Takahashi Sesshoumaru, quienes aun no habían sido presentados, formalmente y estaban muy alejados el uno del otro, disfrutando de la fiesta. El reloj marcaba las 4:30, y a las cinco en punto se haría oficial el compromiso de los jóvenes. Muchos de los invitados que ahí estaban hablaban tanto de esta unión como la del hijo del recién difunto Onigumo Ikari, decían cosas de la pobre chica que se iba a casar con él, y cuando estos comentarios llegaban a los oídos de Sesshoumaru, él solo se alejaba y caminaba por el salón sin rumbo fijo.

Inu No Taisho, notaba esa extraña actitud de parte de su hijo, más se imaginaba el por que se comportaba así. Platicaba con el padre de Chieko y ya estaba fastidiado de ese hombre, ya que se creía con el derecho de llamarlo por su nombre, e incluso con derecho de tratar a los empleados de la familia Takahashi como propios, por lo que sin que el señor Erizawa se diera cuenta, Inu No Taisho se alejo de él, y salio al jardín, que en ese lugar había, cercado y daba a una avenida, se veían pasar pocas personas, Inu No Taisho iba a darle un trago a su copa de vino cuando algo detrás de esas rejas, llamo mucho su atención, un joven que acaba de bajar de una camioneta y caminaba muy lentamente hacía la entrada del lugar, por lo que de inmediato lo llamó.

¡Harada! -Con esto el joven voltea y se acerca a él- Tu eres Inuyasha Harada, ¿Verdad?
Si, pero no lo grite, nadie más debe de saber que estoy vivo, al menos hasta que ese maldito de Naraku este en prisión.
Bien, entonces, entra, necesitamos hablar.

Inuyasha entra al jardín y se dirige al lugar al que Inu No Taisho le dice, una pequeña oficina, él le dice a Inuyasha que espere ahí, mientras va a buscar a alguien más. Cinco minutos más el señor Takahashi regreso y junto con él Sesshoumaru, quien en cuanto vio a Inuyasha no pudo evitar mostrarse sorprendido. Inuyasha estaba algo asustado, pero al menos sabia que ahora estaría a salvo, e inmediatamente se dejo caer en uno de los sillones que ahí había.

No sabe lo que he tenido que hacer para llegar aquí, -Dice Inuyasha- Primero tome la camioneta prestada, las personas que me ayudaron, y al llegar aquí, me encuentro con la sorpresa de que hoy es tu fiesta de compromiso, y al venir hacía acá, vi que pasaba una limosina, con rumbo a la catedral, seguida de tres autos.
Era Kagome verdad. –Pregunta Sesshoumaru, a lo que Inuyasha solo asiente-
Uno de los autos se detuvo en una cafetería y como pude, me acerque y vi que era uno de los gorilas de Naraku, por lo que me acerque a él y lo enfrente.
Pero eso es una tontería, no deberías de haberlo hecho solo. –Lo regaña Inu No Taisho- Y que hiciste.
Yo no le dije nada, el empezó a decir que yo debería de estar muerto, -hace una pausa- en verdad eso no me sorprendió, pero lo que me dijo después fue. Tú deberías estar tan muerto como lo estará el padre de la señorita Higurashi en cuanto ella diga acepto, le darán su tiro de gracia. Después de eso lo golpee y esta en la parte trasera de la camioneta. Pero lo que importa es que aun casándose con él, el padre de Kagome va a morir y no dudes que su familia también este en peligro.
¡¿Qué?! Demonios, padre no puedo dejar que esto pase. –Sesshoumaru golpeo una de las mesas que ahí estaban- Si fue por eso que la deje, para que ella no sufriera algo así, de hecho el fue quien mando secuestrar a Rin, y el causo que ella, no hable. –Pero Inu No Taisho seguía calmado-
Se suponía que él no lo mataría si Kagome aceptaba casarse con él, eso fue lo que escuche el día que tuve el accidente. –Inuyasha se había empezado a quejar del dolor en su pierna- De hecho en ese mismo momento yo iba en camino de casa de Kagome, para que no aceptara, pero ya saben.
¿Qué piensas hacer Sesshoumaru?
¿A que te refieres padre?
Ya te lo dije, ¿Qué piensas hacer hijo?, seguir la tradición de la familia y ser el heredero, o seguir tú camino y perderlo todo. Ya te lo había dicho el miércoles pasado, mis detectives están buscando al señor Higurashi y…
Para ese entonces, Kagome estaría casada con ese maldito y su padre muerto, la tradición de la familia sabes muy bien lo que me importa, es más que obvio que…

Llaman a la puerta Inuyasha se esconde en un armario, entra el mayordomo de la familia y les dice que ya era la hora de presentar a la pareja formalmente, Inu No Taisho salio y el mayordomo hizo lo mismo, dejando a Sesshoumaru en la oficina, Inuyasha salio de su escondite.

¿Qué es lo que vas a hacer? Ella te ama, tú la amas, ve por ella. –Pregunta insiste Inuyasha-
Ya lo dije es más que obvio que es lo que voy a hacer.
Muy bien.

Cinco de la tarde en punto, los padres de Chieko y los padres de Sesshoumaru estaban en la mesa de honor, Chieko estaba sentada en un sillón, detrás de unas cortinas que habían acondicionado en un escenario, para dar una entrada triunfal y esperaba a que llegara Sesshoumaru para así aparecer juntos. El padre de Chieko estaba dando un discurso de presentación, un poco largo por lo que algunas personas mejor tomaron asiento. Se apagaron las luces y sintió que alguien se sentaba a su lado, ella lo saludo pero no hubo respuesta alguna, ya se había acostumbrado a que Sesshoumaru ni siquiera le hablara pero al menos el sería de ella y de nadie más.

Y con ustedes la feliz pareja, -Dice el señor Erizawa- todos denles un fuerte aplauso por favor.

Las cortinas poco a poco dejaban ver las siluetas de la pareja, y las luces del escenario se iban encendiendo con forme se escuchaban los aplausos, y cuando por fin se veía perfectamente, se veía a Chieko sonriendo a todo el mundo, pero al ver que todos dejaban de aplaudir, inmediatamente volteo al lugar en donde se supone que Sesshoumaru se debería de encontrar, pero solo se encontró con el guardaespaldas de Naraku aun inconsciente, con un mensaje en el pecho. Chieko toma el mensaje lo lee y empieza a gritar como loca. Inmediatamente el señor Erizawa sube al escenario y ve el mensaje y para desgracia de Chieko lo lee en voz alta con el micrófono todavía en mano y encendido.

Lo siento Chieko, a mi no me gusta los engaños, voy por Kagome. –El señor Erizawa se había quedado atónito- Pero que demonios.

Todos los presentes se quedaron callados sin saber que hacer, Chieko estaba en el escenario gritando todavía, hasta que un reportero se acerca y le pregunta.

Entonces la dejo y ya no habrá boda. –Pregunta seriamente el reportero-

Ante esto, algunos de los presentes comenzaron a reír y otros solo observaban a Chieko, quien salio corriendo y se metió en la misma oficina en donde habían estado Sesshoumaru e Inuyasha anteriormente y se encerró ahí para no escuchar las risas de los invitados.

¿Qué significa esto Inu No Taisho? Ese hijo tuyo dejo en vergüenza a mi pobre hija, exijo una recompensación al honor de mi hija. –Grita Erizawa-
Tú no me exiges nada, ella no tiene honor el cual recompensar y lo sabes, así que no me molestes. Mi hijo escogió lo que quería y yo respeto su decisión -Despues de eso Inu No Taisho se aleja de él, y comienza a llamar por teléfono- Necesito que lo salven ya.

~~~~~~~~~~~~~~~~~ De camino a la Iglesia ~~~~~~~~~~~~~~~~~​

Sesshoumaru e Inuyasha iban a toda velocidad en la camioneta, que aunque la catedral no estaba lejos, necesitaban llegar lo antes posible, debían de evitar que ella aceptara ser su esposa. Al llegar a la catedral, había decenas de reporteros a las afueras de esta, ya que solo a algunos se les había autorizado el paso. Todas las entradas estaban cerradas, excepto la del patio central, por lo que ahora el tiempo se les podía ir en buscar un lugar por donde entrar.

Tengo entendido que se puede entrar por el patio central, pero todo esta lleno de reporteros, será difícil de entrar, a menos que… -Sesshoumaru estaba meditando bien sus palabras-
¿Qué piensas hacer Sesshoumaru? ¿No me digas que…?

Sesshoumaru arranca el motor y da una vuelta en la calle quedando enfrente de la puerta de la catedral, se veían los reporteros tomando fotos, algunas cámaras de televisión y al fondo el altar donde Kagome estaba con Naraku.

¡Es la única forma de entrar! –Grita Sesshoumaru-

~~~~~~~~~~~~~~~~~ Dentro de la Iglesia ~~~~~~~~~~~~~~~~~​

Kagome había entrado muy lentamente, su recorrido al altar fue el más largo que muchas personas habían presenciado, pero todos los presentes admiraban lo linda que se veía la novia, mientras que Kagome buscaba en donde estaba su familia, en el camino vio a sus compañeros de escuela, a Jakotsu y Bankotsu, a los del club de tiro con arco, incluso estaba Kagura acompañada de algunas de las porritas, y adelante estaba su madre, abuelo y hermano junto con dos de los hombres de Naraku, al llegar al altar vio a Naraku y al lado de él estaba Miroku, otro tipo de nombre Chouji y el otro Shino, ambos buenos hombres que no tenían ni idea de lo cruel que Naraku era en verdad.

Al menos mi familia esta bien, espero que mi padre se encuentre bien. –Pensaba Kagome-

Al llegar a su lugar vio que Sango estaba al lado de ella, y al lado de Sango estaban las otras dos damas Yui y Soi, unas chicas un poco extrañas y también de buen corazón.

Nos hemos reunido aquí para acompañar a Kagome Higurashi y Naraku Ikari a celebrar el sagrado sacramento del matrimonio… -La ceremonia había dado inicio-

~~~~~~~~~~~~~~~~~ En una isla privada ~~~~~~~~~~~~~~~~~​

La ceremonia estaba siendo vista por tres tipos, en una isla privada de Naraku, una que ni su padre sabía en donde estaba, por lo que era algo difícil de encontrar, para quien no supiera bien sus coordenadas. Los tipos bebían mientras veían la televisión.

¿Ya va siendo hora no lo creen? -Dice uno de los hombres-
Si, tienes razón Kankuro, ya escuchaste lo que el jefe dijo.
No quiere errores, lo se Tomo. –Contesta Kankuro- ¿Y En donde esta Gendou?
Fue por las armas, ya sabes como es,
Si me lo supongo.
Supones… ¿Qué? Kankuro, aquí tienen muchachos sus armas, vean el lujo que manejamos, -Dice Gendou observando su arma- Me dan ganas de hacerlo ya, que al fin y al cabo nadie más se dará cuenta, estamos solos, nosotros tres y el futuro muertito en toda la isla, matémoslo de una vez.
Si tienes razón, Gendou. –Dice Tomo mientras abre la puerta de la habitación en donde estaba Eichiro- Te llego la hora Higurashi.

Gendou y Tomo, preparaban sus armas para asesinar a Eichiro a quemarropa, él estaba en el suelo y al verlos entrar inmediatamente se pone de pie, no estaba atado y podía escapar, pero estaba demasiado débil, por lo que cerro los ojos y espero a que llegara el momento, pero en lugar de escuchar el sonido de un arma disparar, escucho como unas armas caían al suelo seguidas de los cuerpos de sus dueños.
Eichiro abrió poco a poco los ojos y vio que Kankuro había golpeado a los otros dos y ahora se acercaba a él.

No se asuste señor, me envía el señor Inu No Taisho, y he trabajado aquí como espía por 4 años y ahora tengo las pruebas suficientes para meter a Naraku a la cárcel por todo lo que le ha hecho a usted y a su familia.
Gracias, gracias… -Decía Eichiro-

Salieron de la habitación, dejando a Gendou y a Tomo, inconscientes ahí, Kankuro mando una señal y a los pocos minutos llego uno de los barcos de Inu No Taisho para rescatarlos, llevaban a Gendou y a Tomo para entregarlos a la policía en cuanto llegaran a tierra.

~~~~~~~~~~~~~~~~~ Continuando con la ceremonia ~~~~~~~~~~~~~~~~~​

La ceremonia continuaba, y ahora estaba llegando al punto clave.

¿Han venido aquí a contraer matrimonio por su libre y plena voluntad, sin que nadie los obligue? -Pregunta el padre, haciendo que Kagome se sintiera aun peor-
Si… -Contestan los novios-
¿Están dispuestos a amarse y a honrarse mutuamente en su matrimonio durante toda la vida?
Si.
¿Están dispuestos a recibir con amor y sentido de paternidad responsable a los hijos que Dios les dé?
Si. –Kagome estaba a punto de desmayarse con esta pregunta-
Así pues, ya que quieren establecer la alianza santa del matrimonio unan sus manos y expresen su consentimiento. –Hace que los jóvenes unan sus manos-
Yo Naraku Ikari, te acepto a ti Kagome Higurashi como mi esposa y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida. –Termina de decirlo con una sonrisa que incluso asusto al padre-
Yo… -Kagome se quedo callada al escuchar los gritos de los reporteros y el sonido de un claxon- ¿Qué esta pasando?

Toda la gente se había puesto de pie, ya que algunos de los reporteros se habían corrido dentro de la catedral y otros más se habían aventado sobre algunas personas, nadie sabía que era lo que había pasado, e incluso había entrado algo de polvo al lugar haciendo que la visibilidad fuera nula y había algo de confusión entre los presentes, cuando la visibilidad regreso, vieron que una camioneta esta en la entrada de la catedral, nadie había salido herido, pero si todos estaba muy asustados, los invitados creyeron que el conductor estaba ebrio y por eso el accidente.

¡Se puede saber que es lo que esta pasado aquí! -Grita Naraku-
Nada Naraku, -Sesshoumaru baja de la camioneta- pero he venido por lo que es muy preciado para mi.
Creo que no, ella esta a punto de ser mi esposa, -abraza a Kagome- Y nadie lo podrá evitar.
Yo no estaría tan seguro Naraku. –Le contesta desafiante Sesshoumaru-

Las personas que ahí estaban, salieron inmediatamente después de que los guardaespaldas comenzaran a rodear a Sesshoumaru, Inuyasha se había quedado en la camioneta oculto, el padre se había tratado de esconder, pero otro de los hombres de Naraku lo mantenía a su lado. La familia de Kagome había escapado con ayuda de los amigos de ella.

Padre por favor, siga con esta ceremonia, anda Kagome seguías tú. –La sujeta firmemente por el brazo derecho tanto que la estaba lastimando- Anda.
Me lastimas… suéltame primero, por favor.
Querida, no hasta que continúes… -Ve al padre-
Yo…
No lo hagas Kagome, -Grita Sesshoumaru- El no cumplirá su palabra, tú padre esta en peligro todavía. Y… -Es golpeado por uno de los hombres- No lo hagas, por favor… tú padre morirá en cuanto lo aceptes.
Naraku, ¿Eso es cierto? -Kagome se había quedado en shock-
Oh, me desagrada cuando cuentan el final, pero si, creo que por lo que acaba de pasar el ya ha de estar muerto. –Les da una señal a sus hombres para que salieran del lugar, no sin antes golpear nuevamente a Sesshoumaru, dejándolo tirado, nada más quedaban ellos 3 y el padre- Sigue con tú parte Kagome.
No… no, no, -Kagome estaba a punto de desmayarse- No puede ser.
O claro que si, así que ya acepta de una vez si no quieres que mate también a tú querido Sesshoumaru.
No lo hagas Kagome, olvídate de lo que me pase, -Sesshoumaru había logrado llegar a unos cuantos metros de Kagome y Naraku- pero no te cases con él.

Kagome estaba a punto de seguir con la ceremonia, pero Sesshoumaru la toma del otro brazo, le dio un buen golpe en la cara a Naraku y se llevo a Kagome a la camioneta, la enciende rápidamente y sale del lugar, varios de los reporteros los seguían de lejos, Sesshoumaru iba a todo lo que la camioneta podía. Llevaban cerca de 15 minutos y estaban bastante alejados del lugar, de hecho estaban muy cerca de la casa de Kagome, de hecho estaban en pasando por el parque, por lo que Sesshoumaru se detuvo unos momentos. Ella aun estaba aun muy intranquila, Sesshoumaru estaba serio, ninguno de ellos expresaba palabra alguna, solo en el momento en que sus miradas se cruzaron, entendieron que había pasado, habían evitado tener el peor error de su vida, ella había escapado de una vida felizmente falsa y él escapo de estar con una mujer a la que en realidad odia, ambos se abrasaron y se dieron un largo beso, que duro hasta que Inuyasha se quejo de dolor en su pierna.
Kagome lo observaba, y él solo le hizo una mueca de sonrisa.

Tenemos que salir de aquí Naraku vendrá por ti Kagome, y creo que lo que paso en la iglesia lo debe de tener realmente molesto. –Dice Inuyasha desde el asiento trasero- Creo que los debe de estar buscando en este mismo momento.
Tienes razón Inuyasha, creo que debemos de llevarnos a Kagome a un lugar seguro. –Dice Sesshoumaru encendiendo nuevamente la camioneta- Pero primero debemos de llevarte a un lugar seguro.
¿Cómo es que sigues vivo? El día que tuviste ese accidente, realmente me asustaste, y muchos estaban muy tristes. –Decía Kagome evitando mostrar unas cuantas lágrimas traicioneras- Pero me alegra que estés bien.
Gracias, pero sigo vivo gracias a la señora Himeno y su esposo Sasuke, unos ancianos realmente agradables, aunque creo que el haber pedido prestada esta camioneta no fue una manera muy buena de agradecérselos.
Y si hubieras escuchado el discurso que dio en tu honor fue memorable. –Menciona Sesshoumaru un poco celoso- Ahora te llevaremos a un lugar seguro, te llevare a la casa donde esta Rin con mi abuela, ellas te mantendrán seguro.
Bien gracias, y… ¿Qué hay de Kagome?
Nos iremos del país.
¿Qué? Pero y Chie… -Sesshoumaru la interrumpe- ¿La dejaste?
Si, y por eso he perdido algo, que la verdad no me interesaba tanto, ya que nada me interesaba tanto, ni nada es tan importante como tú Kagome.
Y hablando de eso, que fue lo que perdiste. –Pregunta Inuyasha-
El miércoles pasado, tuve una platica con mi padre, en la que me dijo que si esa fiesta de compromiso se llevaba a cabo, me tendría que casar con esa mujer, pero… -Sesshoumaru hace una pausa, al ver que casi llegaban al lugar en donde dejarían a Inuyasha- si dejaba a Chieko y esa fiesta se llevaba a cabo, yo perdería la herencia, eso en verdad me sorprendió, pero al recordar que mi vida no tendría nada de sentido sin ti Kagome, ser el heredero de los Takahashi no valdría la pena.
Y si ya no eres el heredero como demonios te piensas en llevar a Kagome, si no tienes dinero. –Pregunta Inuyasha-
Mi abuela me ayudará, aun es ella quien lleva parte del negocio familiar y me podrá ayudar un poco.

Llegaron a donde estaban Rin y la señora Himeno, quien los recibió con los brazos abiertos, ella no había querido ir a esa fiesta, ya que no aprobaba ese matrimonio, y de hecho ella odiaba esa dichosa tradición, que toda la familia seguía al pie de la letra, tal como si fuera una ley interna. Mando llamar a uno de los sirvientes de la casa, e hicieron entrar a Inuyasha, llamaron al doctor particular de Himeno para que lo atendiera. Kagome se cambio de ropa, por una que Himeno le dio, la cual era de su talla exacta, la señora les dio el dinero que tenía disponible por el momento, y les entrego la camioneta de Sesshoumaru, primero se irían a Kyoto, y después marcharían del país.
Estaban a punto de irse cuando entro en la casa el señor Inu No Taisho, acompañado de la familia de Kagome, lo cual hizo que tanto Kagome como Sesshoumaru sintieran tanto un gran alivio, como una gran decepción al ver que no se escaparían tan fácilmente. Todos se quedaron un poco tensos, el mayordomo hizo pasar a la familia Higurashi y a la señora Himeno a una de las habitaciones en la planta alta, dejando solo a Sesshoumaru y a Kagome, con Inu No Taisho.

Hijo, solo vengo a decirte una cosa. –Inu No Taisho estaba realmente serio- Respeto lo que hiciste, pero sabes que has perdido la herencia.
Lo sé, pero la verdad no me importa padre, estar con Kagome es lo que en verdad quiero, y si para eso tengo que alejarme de ti, así lo haré.
Bien, entonces… -Inu No Taisho abraza a Kagome y a Sesshoumaru- Serán una gran pareja, y formaran una familia ejemplar, para la familia Takahashi.
¿Por qué lo dices padre?
Esa tradición… es una tontería, y eso es todo lo que tienes que saber. Tú familia estará bajo mi protección, al igual que tú padre, el esta aun vivo, gracias a un hombre encubierto. –A esto Kagome casi da un salto de alegría- Ahora será mejor que se vayan o si no ese hijo de Onigumo, los puede encontrar y podría…
Matarlos -la voz de Naraku invadió el lugar- es una buena opción, después de que me dejaron en ridículo frente a todo el país, no pueden esperar otra cosa.

Naraku acababa de entrar en la casa, y junto a él unos 15 hombres armados. Sesshoumaru inmediatamente abrazo a Kagome, e Inu No Taisho se puso frente a los jóvenes, Naraku solo rió ante este gesto de protección, y uno de los hombres golpeo a Inu No Taisho, dejándolo inconsciente.

Creo que ni casándote conmigo te salvas Kagome, ahora ya no te quiero para nada, este día morirás junto a tú querido Sesshoumaru.
Mátame a mí pero a ella no le hagas nada, déjala ir.
Naraku, has de mi lo que quieras pero por favor a Sesshoumaru no le hagas nada, déjalo ir.
No, lo que me hicieron no es fácil de perdonar. –Arrastraba las palabras, y en cada silaba que pronunciaba escupía todo el veneno posible- Así, despídanse de este mundo. –Da unos pasos hacía atrás los hombres rodean a la pareja- Muchachos, preparen… -Sesshoumaru abraza más a Kagome- apunten… -Ambos cierran los ojos- Fue…
¡Quietos! ¡Arrojen sus armas y arrójense al suelo! -Grita uno de los tantos policías que entraron a la casa- ¿Se encuentran bien?

La joven pareja inmediatamente se sintió aliviada, vieron como atrapaban a Naraku y lo esposaban, diciéndole que estaba bajo arresto por varios cargos, desde homicidio premeditado, secuestro, extorsión y fraude. Subieron a los hombres a varias camionetas y a Naraku lo subieron en una patrulla en donde solo iría solo él, e inmediatamente los reporteros que habían estado buscando a la novia que había escapado, ahora fotografiaban al detenido.

~~~~~~~~~~~~~~~~~ Una semana después. ~~~~~~~~~~~~~~~~~​

El hijo del fallecido Onigumo Ikari, Naraku Ikari, ha sido acusado de haber planeado y llevado a cabo el homicidio de su propio padre, además de planear varios secuestros, en los que se vio afectada la familia Takahashi, al ser la hija menor de Inu No Taisho Takahashi y el padre de la chica con la que iba a contraer matrimonio en días pasados. –Comenta un reportero- De ser encontrado culpable por los cargos de extorsión y fraude, su condena de 30 años por los cargos de homicidio y secuestro, podría aumentar a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional. –El reportero se mostraba un poco molesto- Este tipo de hombres, son lo que dañan al mundo y solo dañan por placer, pero en esta vida no todo son tragedias, se que muchos recuerdan que hace unos cuantos años robaron uno de los más grandes tesoros, del museo nacional, ese tesoro ya ha aparecido, un hombre amenazado con dañar a su familia, fue obligado a robarlo, pero ha sido devuelto y el hombre en cuestión, ha sido exonerado de cualquier culpa. Así mismo la diseñadora Izayoi Harada, esta totalmente feliz de recuperar a su hijo, e incluso ahora se hace cargo de los ancianos que cuidaron de su hijo Inuyasha…

Kagome veía las noticias en la sala de su casa, su madre y su padre ahora estaban de viaje, recuperando el tiempo perdido, Souta, ella y su abuelo, cuidaban de la casa y del templo Higurashi, todo había vuelto a la normalidad, y ahora era libre de tener que casarse con ese tipo y podría hacerlo con quien ella quisiera, todo había regresado a la normalidad en la escuela y en su casa, con sus amigos y con Sesshoumaru, nuevamente estaban juntos, nuevamente era feliz. Chieko se había a vivir nuevamente a Kyoto, y jamás regresaría a Tokio, ya no quería saber nada de Sesshoumaru ni de Kagome.

Pasó el día rápidamente y la noche cayó en la ciudad, toda la ciudad dormía y estaba tranquila, así llego la mañana del día sábado, Kagome había quedado de comer en su casa con Sesshoumaru y ella misma le haría de comer, se hizo de tarde y él abuelo y Souta atendían el templo, así que ella estaría completamente a solas con Sesshoumaru. Él llego y comieron inmediatamente, ambos comieron bien y decidieron ver una película, acurrucados en el sillón, uno junto al otro. Llego el atardecer y ambos decidieron salir a caminar un poco, solo que al llegar al árbol sagrado se sentaron al pie de este y admiraron como el cielo cambiaba.

Sabes Sesshoumaru, no te he agradecido el hecho de que me dieras ánimos el día del baile.
¿Sabias que era yo?
Al principio no, pero… -lo ve a los ojos- después me di cuenta, ya que ese día me diste un pañuelo, el cual aun conservo, y despues me diste otro pañuelo exactamente igual, y con el mismo perfume. Así fue como me di cuenta, además tenía tus iniciales bordadas, y nadie más tiene esas mismas iniciales.
Demasiado inteligente diría yo señorita. –La besa- Ahora, creo que debes de usar esto Kagome. –Saca la esclava y se la pone en la muñeca a Kagome- Nunca más te quiero perder, y menos por un estupido como Naraku.
Y yo tampoco te quiero perder. Te amo Sesshoumaru, no sabes cuanto.
Kagome, -nuevamente la besa- Te amo más que nada en el mundo. Es por eso que te pido… -se pone de rodillas- Que aceptes ser mi esposa. –De su chamarra saca una cajita y al abrirla muestra un hermoso anillo- ¿Qué dices Kagome?, claro que sería ya que acabemos nuestros estudios, no quiero apresurar las cosas, quiero que seas tan feliz como ninguna otra mujer ha sido en toda su vida.
Sesshoumaru sabes perfectamente, la respuesta. Claro que me encantaría ser tú esposa.
Je t'aimebeaucoup ma princesse. –Susurro en el oído de Kagome- Y no sabes cuanto.
Sesshoumaru…

Ambos se miraron a los ojos y se besaron dulcemente, la noche cayo sobre ellos y tomados de la mano entraron en la casa, pasaron una velada realmente romántica, que para ambos hubiera sido perfecta, de no ser por que algunos de sus compañeros de escuela, se habían auto invitado a casa de Kagome, para hacer una pequeña fiesta, la cual se suspendió en cuanto Hanako y Eichiro entraron a la casa.

El noviazgo entre Sango y Miroku, termino en una hermosa boda unos meses después de haber terminado la escuela preparatoria, Kagome y Sesshoumaru siguieron juntos, para alegría de todos los que los conocían, bueno excepto para cierta chica que había sido plantada, el día de su fiesta de compromiso, pero ahora esta a punto de contraer matrimonio con un hombre de unos 10 años mayor, que en verdad la quería, aunque ella sabia que le era infiel.

Inuyasha volvió como un héroe a la escuela, y ahora más que nunca era respetado, durante algún tiempo trato de ver si había alguna posibilidad de estar con Kagome, pero al cabo de un tiempo se dio cuenta de que eso jamás podría ser, y cuando Sango y Miroku se casaron, conoció a una linda chica que se encargo de maquillar y peinar a la novia, su nombre Misuzu Kamio, quien al principio se resistía a salir con él, ya que tenía cierta fama de infiel, pero al cabo de un tiempo lo acepto, ya que el le demostró lo que en verdad le importaba estar con ella, se casaran en cuanto terminen la universidad. Ambos son muy amigos de Kagome y su futuro esposo.

Kikyo nunca regresó de Londres, contrajo matrimonio con un joven a quien conoció, mientras estudiaba en la universidad, ahora tiene dos niños. Kagura siguió siendo su amiga, aunque ahora es más cortes con la gente, e incluso estudia para ser maestra.

Inu No Taisho, jamás había pensado en aceptar a ninguna otra mujer para su hijo que no fuera Kagome, ni tampoco iba a quitarle la herencia a Sesshoumaru, pero si se hubiera casado con Chieko y dejado que Kagome se casara con ese tipo, ahí si lo hubiera dejado sin absolutamente nada. Sabia que su hijo había sido educado para seguir la tradición familiar, eso le alegraba, pero le alegraba más que siguiera sus propias ideas. Y gracias al apoyo de Kagome y Sesshoumaru, Rin volvió a ser la misma niña alegre y sin preocupaciones que había sido antes de que la secuestraran.

El gran enemigo de todos, Naraku, había perdido en sus juicios, y ahora pagaba sus condenas, en el lugar que jamás pensó que podría terminar, aunque trato en vano de convencer al jurado que el era inocente, jamás lo pudo demostrar, todos sus hombres habían hablado, y declararon todo sobre los planes que tenía, y habían recibido penas menores. Ahora esta aislado de cualquier otro preso, para evitar cualquier problema. Esta totalmente molesto con la sociedad y es clasificado como un reo peligroso.

Sesshoumaru y Kagome, esperan terminar sus estudios para casarse y aunque estudian cosas totalmente diferentes, él estudia medicina y ella diseño, siguen muy unidos, como siempre debió de ser.

 

Re: Maybe You Are My Love....

Hola!!!

Me alegra que les gustara, y pues con el epilogo
ya casi está terminado por lo que no tardo en
publicarlo, y con respecto a la otra historia
que tengo en mente, esa ya les avisare
en cuanto este lista.

De nuevo mil gracias por sus comentarios.

Alejandra.

 

Re: Maybe You Are My Love....

Hola!!​

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Pues ahora si el epilogo de mi historia, mil gracias a todos ustedes​

que me apoyaron en este proyecto, espero y con mi otra historia​

me apoyen tambien ;).​

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Cuidense mucho y hasta pronto.​

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Alejandra.​

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:rosa: Kazami :rosa:​

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Siete años más tarde.​

Sesshoumaru y Kagome caminaban por el parque, en tres días exactamente por fin se casarían, ya tenían una linda casa donde vivir, que había sido amueblada como regalo de bodas de Inu No Taisho, ambos habían madurado, tanto su carácter como su físico ya eran de unos jóvenes adultos, sin embargo el hecho de madurar no significaba que no podían divertirse como lo estaban haciendo en estos mismos momentos, corrían de un lado a otro persiguiéndose y todos los que los veían hacer eso, se divertían y quedaban maravillados con la forma de comportarse de los jóvenes. Ambos habían terminado su carrera, Kagome antes que Sesshoumaru, por lo que ahora ella era reconocida como una diseñadora de modas de excelencia. Rin pasaba la mayor parte del día con ellos, ya que la abuela Haruka, había estado un poco delicada de salud y estaba en Kyoto en la mansión de los Takahashi.

Sesshoumaru, ahora era un poco más abierto con la gente, ya había dejado de ser tan serio, pero cuando Rin hacía algo que lo hacía molestar, él llamaba a su padre y le pedía que se la llevara a vivir con él, durante las vacaciones y aunque Inu No Taisho ya había aceptado hacerlo, aun no se había ido a pasar las vacaciones, simplemente por que Rin no quería hacerlo, por lo que en este mismo momento el estaba discutiendo nuevamente con él.

Hermano, -Rin toda una linda adolescente- No crees que sería mejor que Kagome y yo nos fuéramos a comer, mientras tú nuevamente te peleas con mi papá.
Rin… -Sesshoumaru, corta la llamada - Ve con ella, coman antes de que me arrepienta.
Bien, hermano… -Rin se burla nuevamente de él- Pero no te tardes mucho, oh si no vas a llegar tarde con el sastre. –Y se va corriendo-
Sesshoumaru. –Kagome abraza a su novio- Ya se le pasara, tiene miedo de que no le hagas caso después de la boda, ella me lo dijo, compréndela un poco ¿Si?
Bien cariño, no se de donde ha sacado esa idea, pero sabe bien que no la dejare, además, se que tiene saliendo con el hermano menor de Sango desde hace unos seis meses.
¿Ya lo sabias?... pero… ¿Cómo te enteraste?
La vi el otro día, tomada de la mano de ese muchacho, al principio me moleste pero tiene que crecer. –Abraza a Kagome- Creo que será mejor que alcances a mi hermana, oh pedirá solo comida chatarra.
Bien, bien, pero no tardes, cálmate un poco antes de volver a hablar con tú padre, ¿Si?
Claro cariño, -le da un ligero beso- Aunque no lo creas, esto de la boda me pone de nervios.
No te preocupes, toda va a salir bien. –Comienza a caminar- Se que estas preocupado, por que él escapo, pero, no es vendrá, es demasiado inteligente como para venir y arriesgarse a perder su libertad. Llama a tú padre, y mantente calmado.

Y así lo hizo Sesshoumaru, primero calmo un poco su humor y después hablo con su padre, esta noche irían a cenar a casa de Sango y Miroku, quienes acababan de tener a su primer hijo al cual llamaron Keitaro, Inuyasha y Misuzu también estarían en esa cena, al fin y al cabo serían los padrinos de Keitaro.

La noticia más comentada era el escape de de Naraku, de hace casi una semana atrás, la policía lo había buscado en todo el país, pero aun no ni rastro de él, por lo que se había investigado parecía que había escapado del país, por lo que la policía internacional, lo buscaba. Sesshoumaru estaba preocupado por eso, y sin que se diera cuenta mantenía a Kagome bajo vigilancia, sabia que estaba de más, pero siempre es mejor tomar precauciones.

Dime Miroku, que tal te va con tú niño. –Pregunta Sesshoumaru- Me pareces un poco desvelado.
Pues bien, casi no he dormido, pero la verdad el tener un niño, es algo que les deseo a ustedes, muy pronto.
Creo que por el momento, no nos es tan buena idea… -Dice Misuzu- Necesitamos primero encontrar un buen lugar para vivir, no me sería agradable despertar a los vecinos de nuestro departamento.
Así es, estamos en busca de una casa en las afueras de la ciudad, y ya establecidos, ya veremos es oportunidad. –Contesta Inuyasha- Además apenas llevamos un año de casados, aun quiero disfrutar un poco de mi esposa.
Hay Inuyasha…
Derraman demasiada miel sabían. –Sango dice entrando a la sala en donde estaban, junto con su bebe- Hola muchachos, ¿Cómo han estado?
Bien amiga, -contesta Kagome- ¿Y tú? Por lo que veo, estas muy bien.
Pero que cosas dices Kagome, jaja… ya te veré cuando tengas a tus hijos. Tú te verás muy linda.

Ante esto Kagome, se puso totalmente sonrojada, ya que aunque no lo crean, aun le costaba pensar en tener relaciones con su futuro esposo, ambos habían decidido esperar a casarse, y hasta ahora, lo habían cumplido, todos reían de lo sonrojada que Kagome estaba, ella se cubría la cara con ambas manos, Sesshoumaru solo la observaba, y mantenía su mirada puesta en ella, y en sus labios solo una pequeña sonrisa se mostraba.

Una cena muy agradable habían pasado los seis, todos reían y contaban chistes, pero ya eran casi las 11 de la noche, por lo que Kagome, dijo que tenía que irse a casa, tenía que acabar algunos de sus diseños, y tenía que cuidar de su pequeño hermano, y con pequeño no se refiera a Souta, si no de Hideki, el pequeño de casi 6 años, no dormía su hermana mayor, no le leía su cuento favorito, y él la esperaba, más aun por que estaban de vacaciones.

Cuídate amiga, nos vemos en tú boda. –Le dice Sango- ¿Segura que no quieres quedarte?
Si, segura Sango, ya sabes que Hideki si me espera, mamá y papá, ya debieron de haber leído todos los cuentos que se sabían, jejeje…

Kagome llevaría a Sesshoumaru al departamento y de ahí ella se iría a casa, no iba a llegar más tarde de las 11:30, llegaron al edificio en donde Sesshoumaru vivía, y se despidieron, y así Kagome se dirigió a su casa.

Eran las 2 de la mañana, y el teléfono de Sesshoumaru sonaba, el estaba un poco molesto, ya que el también estaba de vacaciones, no empezaría a trabajar hasta después de la luna de miel, por lo que dormía hasta las 10 mas o menos, pero el sonido del aparato era demasiado para ignorarlo, así que rápidamente lo tomo y contestó la llamada.

Joven Sesshoumaru, soy Souta, -El tono de voz hizo que Sesshoumaru se levantara preocupado- No es que lo quisiera molestar, pero… como ya es tarde y Kagome aun no llega, pues… eh… -Souta se escuchaba muy preocupado- ¿Kagome esta con usted?...

Sesshoumaru, no contestaba nada, trataba de asimilar lo que Souta le había dicho, Kagome no había llegado a su casa, inmediatamente se levantó de la cama, y salio rumbo a la casa de los Higurashi, tomo su carro e iba a todo lo que este podía, poco antes de llegar pudo observar las luces que venían de la colina en donde el templo Higurashi estaba, y exactamente al pie de las escaleras del lugar, vio el carro de Kagome, aun con las luces encendidas, y la puerta del conductor abierta, detuvo el auto y salio de este, inmediatamente se acerco al auto de Kagome.

Demonios, -entro en el auto y vio el celular de Kagome en el asiento- ¿Kagome en donde estas? ¿Qué ha pasado? -el celular empezó a sonar un número desconocido apareció en la pantalla- Bueno.
Oh, pero si es Sesshoumaru Takahashi, pero que rápido reaccionan en esa familia, y todo por esta hermosa y deliciosa mujer. –Una voz ronca y un poco intimidante hablaba-
Naraku -Dijo Sesshoumaru con desprecio total- ¿En donde tienes a Kagome?
Primero, deja te digo una sola cosa, sin policías o ella muere. –A esto le agrega una carcajada- Segundo, tú solo atrás del jardín de cerezos de la Goshinboku dentro de 1 hora y tercero, tú auto y 500,000 dólares.
Bien. –Dijo secamente- En una hora, solos, y no toques a Kagome.
Trato. –Dijo arrastrando la palabra y sin más corto la comunicación-

Sesshoumaru, inmediatamente habló con los padres de Kagome, les dijo que él la buscaría que todo estaría bien, pero que no llamaran a la policía, ellos así lo hicieron. Después se dirigió rumbo a su departamento y de la caja fuerte saco el dinero que ahí tenía, y despues fue a un cajero automático para completar el dinero que ese hombre le había pedido.
Ya era casi la hora convenida y Naraku aun no se presentaba, él temía por lo que le pudiera pasar a Kagome, confiaba en que ella no se dejaría vencer y que lucharía, pero Naraku se había convertido en un reo muy peligroso, al año de estar en prisión, se había convertido en el jefe del lugar y de si a él no le agradaba algo, hacía cualquier cosa por arreglarlo, incluso asesinar a sangre fría a uno de los custodios, con ayuda de una escoba y sus propios puños, era por eso que temía que la tocara.
Por fin una vieja camioneta se estaciona a unos cuantos metros de él, de ahí baja Naraku, completamente solo, no se veía nadie más, por lo que Sesshoumaru maldijo mentalmente.

Veo que es tan puntual como siempre, Sesshoumaru. –Naraku ahora más robusto y un poco más alto- Creo que a usted no le sentaron tan bien los años como a Kagome.
¿Dónde esta?
Calma, calma, en unos momentos estaremos con ella, suba a su auto y sígame.

Sesshoumaru asó lo hace, y comienzan un recorrido un poco largo. Eran casi las 4 de la mañana cuando llegaron a las vías del tren que estaba a las afueras de la ciudad, y ahora estaba lloviendo y la visión no del todo buena, al llegar a la mitad del puente, la camioneta de Naraku se detiene, justo en donde estaba una caseta de inspección, ambos hombres bajan del auto.

Deja el dinero en tú auto y espera ahí, y más que nada no intentes hacerte el héroe. –Dice con burla Naraku-
Bien.

Naraku entra en la caseta y de ahí sale junto con Kagome, ella se veía bien solo un poco asustada, y en cuanto vio a Sesshoumaru, trato de acercarse a él, más naraku se lo impidió, jalándola del brazo derecho y lastimándola un poco, esto molesto bastante a Sesshoumaru, pero por el bien de Kagome, se contuvo. Naraku se burlo de este gesto, besando en el cuello a Kagome, quien no solo sintió un horrible asco, con la sensación de los labios de naraku rozando su piel, después de besarla, Naraku dejo que Kagome se fuera con Sesshoumaru, el la tomo entre sus brazos y Naraku se reía de ellos.

Toma el dinero y lárgate de nuestras vidas Naraku. –Le dice con odio profundo Sesshoumaru- Suficiente daño nos has hecho ya.
Oh no, claro que no… -Naraku muestra esa sonrisa malévola y sicótica, que siempre mostraba- El hecho de que los trajera aquí, no es solo para que se reunieran, oh, no… -De su pantalón saca dos dagas- Este día me pagan lo que me hicieron hace tiempo, lo tenía todo, y el mayor trofeo sería mió, pero ahora acabar con uno de los Takahashi, y con su futura esposa, es mucho mejor.

Se lanza hacía Sesshoumaru y Kagome, más Sesshoumaru le da un fuerte golpe, y hace que las dagas caigan al suelo, el golpe lo deja un poco mareado, se empezaba a escuchar que el tren venía, pero Naraku al ver que la pareja ahora corría y se escapaba, subió a la camioneta, tardo un poco en encenderla, ya que tenía ese pequeño problema con el motor, pero al lograrlo comenzó a seguirlos, sin importarle que el tren se acercaba. La pareja corría por las vías, y aunque era un poco difícil, les sería aun más si lo hicieran, por el camino inundado, la lluvia caía ligeramente, pero aun era de noche y no había tan buena visión. El ruido del motor de la camioneta les hizo apresurar el paso, Naraku los estaba alcanzando, podían escucharlo bien, al igual que escuchaban al tren que se acercaba, más no sabían de que dirección venía.

¡Esta noche, estarán juntos… pero en el infierno…! -Gritaba Naraku por la ventana de la camioneta-

Tan inmerso estaba en acabar con la pareja que no se dio cuenta de que el tren estaba a unos 30 metros de su camioneta, Sesshoumaru y Kagome, voltearon a ver la camioneta que los seguía y al ver el tren se lanzaron al camino, para mantenerse a salvo, pero Naraku al tratar de seguirlos el motor de su camioneta se apago y fue cuando se dio cuenta de que el tren estaba a unos 2 metros de él, lo único que pudo hacer fue reírse de su desgracia. Kagome y Sesshoumaru se alejaron lo más que pudieron después de caer al camino, el tren había tratado de detenerse, más no lo logro, y mientras la pareja estaba a salvo, Naraku iban en camino al infierno, y de este lugar ahora si que no regresaría jamás.

Llegó la policía y la pareja dio su testimonio, todo se soluciono, y aunque el susto de casi morir y de ver morir a alguien así fue una gran impresión para ambos.

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El gran día había llegado, la pareja estaba más unida que nunca, mucha gente estaba presente en la boda, el día estaba radiante, y ambos se veían aun más enamorados que nunca, la ceremonia se estaba realizando en la catedral metropolitana, y esta vez era tal y como ellos lo querían. Amigos de la preparatoria, de la universidad, la facultad, del trabajo y familiares estaban acompañando a la pareja, y ahora la ceremonia llegaba a la parte más importante.

Yo Sesshoumaru Takahashi, te acepto a ti Kagome Higurashi como mi esposa y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida.
Yo Kagome Higurashi…

Y así la ceremonia continuo, y llego a su fin, el mismo padre alentó a la pareja a que se dieran su primer beso ahora como esposos, y en cuanto lo hicieron el lugar estallo en aplausos de los invitados, los ahora esposos salieron del lugar tomados de las manos, y se dirigieron al lugar en donde se llevaría a cabo la recepción. Los invitados estaban más que felices por la pareja, y más al saber lo que había pasado hace ya tiempo.

La recepción llego a su fin, cuando Kagome lanzó en ramo, que cayó en manos de Rin, para sorpresa de esta y de su hermano. Sesshoumaru y Kagome pasarían su luna de miel en las playas de Kuta, Bali en Indonesia.

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Kagome estaba sentada en la arena de la playa viendo al mar, viendo la puesta de sol, en ese momento ella estaba sola, llevaba puesto un traje de baño azul cielo con un pareo a juego, estaba muy tranquila, feliz y sonriendo. De pronto alguien acaricia su espalda, ella voltea y ve a Sesshoumaru, quien ahora le acariciaba el rostro y la besaba, ahora ambos se sentían completos. Dejaron de besarse y admiraron el atardecer, tomados de la mano uno junto al otro.
Pasaron un mes de vacaciones en esa isla, y al regresar aunque cada uno trabajaba por su lado, jamás dejaron de amarse como la primera vez.

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Kagome estaba sentada en su cama, escribía en su diario, ella no podía dormir, los nervios por el viaje que efectuarían al día siguiente, de cuando en cuando veía a su esposo, dormido al lado de ella, el con el cabello un poco revuelto y con una respiración tranquila, Kagome removía los cabellos de la frente de Sesshoumaru, volvía a escribir en su diario, después de terminar de esa página, guardo el diario en la mesita de noche, y se acurruco junto a su esposo y se durmió.

Al día siguiente Rin fue a quedarse a cuidar la casa y más que nada alimentar al perro que su hermano y Kagome tienen, el perro al querer jugar se metió en la habitación de ellos, y Rin entro en ese lugar para sacarlo y que no causara daños, pero el perro al ver que Rin iba tras el, se subió en la cama y al brincar para escapar de ella, tumbo la mesa de noche y de ahí salio el diario de Kagome, quedando en el suelo abierto, en la última página que Kagome había escrito, Rin lo levanto y sin querer había leído lo último que había escrito, se puso a llorar de la alegría y sabia que su hermano se pondría sumamente feliz con tal noticia.

“Las puestas de sol se ven tan hermosas, estando con Sesshoumaru a mi lado, estoy tan feliz, de volver a pasar unas vacaciones con él, como festejo de nuestro primer aniversario de bodas, se puede decir que serán como una segunda luna de miel.
Espero con ansías este viaje, y ver otra puesta de sol junto a él, y más por que quiero decirle, que dentro de 8 meses, será… padre.”