Maybe You Are My Love....

Re: Maybe You Are My Love....

Hola!!

Creo que por falta de tiempo no la pude terminar ayer y
pues no la pude continuar, pero espero y que este
fin de semana si la pueda continuar -.- espero y que si
gracias por su apoyo ^^.

Cuidense mucho y hasta pronto.

:rosa: Kazami :rosa:

 

Re: Maybe You Are My Love....

Perdon ToT, pero en verdad que he tenido
algo de trabajo y no me ha alcanzado el tiempo
entre cursos del mismo trabajo y el trabajo en si
se me va el dia y no he tenido tiempo de pasar.

Tratare de subirlo ahora si este fin de semana, hare
todo lo posible para hacerlo.

Cuidense y mil disculpas.

:rosa: Kazami :rosa:

 

Re: Maybe You Are My Love....

Hola!!! ^^​

​

Con un poco de retraso, pero al fin​

aquí les tengo el siguiente capitulo,​

espero que les guste, y gracias por ​

todo su apoyo, mil gracias.​

​

Cuidense y hasta pronto.​

​

:rosa: Kazami :rosa:​

​

***************************​

​

Capitulo #21 “Sin escape.”​

Kagome veía el noticiero, realmente asustada y temblorosa, no podía creer que Inuyasha hubiera muerto, algo le decía que podía confiar en él, y que lo que lo que le iba a decir era muy importante y que le podía ayudar, pero ahora ya no.

Hanako estaba al lado de Kagome, viendo el noticiero, algo le decía que alguien lo había hecho, y no era por pura coincidencia, pero por el momento era mejor no especular. Suficiente tenía con la desaparición de Eichiro, como para preocupar más a Kagome, ahora ella tenía que ver por sus hijos y lo primero era no preocuparlos. Hanako sabia que Eichiro debía de haber regresado hace dos días, pero no sabía nada de él desde el momento en que se fue, y eso solo podía significar algo. Se levanto del asiento y fue a abrir la puerta, y después se fue a su habitación.

Sango y Miroku fueron a visitar a Kagome, desde lo que paso el viernes, ella no había hablado bien con ellos y ni siquiera había a practicar con Jakotsu, a quien había avisado con anticipación y la había visitado el día anterior, ahora estaban sentados en el sillón, viendo la repetición de la noticia sobre Inuyasha, el ver el carro salir del agua, no les quedaba duda de lo que había pasado con él y lo único que quedaba era ir al servicio que darían en la escuela en memoria de Inuyasha, el lunes por la mañana.

No lo puedo creer, toda una vida por delante, y parecía que estaba cambiando. –Decía Kagome melancólica- No es justo que una vida termine así, en un accidente.
Tienes razón Kagome, hizo lo que hizo el un buen estudiante y un buen hijo, siempre respetaba a su madre y la cuidaba. –Sango mencionaba mientras toma un poco de refresco- ¿Qué pasaría con él?
No lo se, solo se que escuche como maldecía y decía algo como, “Demonios, estos quieren que me mate o que” y algo como “Maldición” y golpes, golpeo su coche otro carro y solo como caía al agua, y después ya nada se había cortado la llamada.
Kagome, pero dices que quería hablar contigo de algo muy importante y necesario que lo supieras, pero no te dijo nada, ahora no sabes que sería. –Comenta Miroku- No crees que era solo un truco y venía un poco pasado de…
No Miroku, algo me dice que era verdad, pero ahora ya no… -se escucha el timbre- Yo voy, ustedes espérenme aquí por favor.
Si ve, aquí te esperamos. –Dice Sango mientras sienta a Miroku con ella-

Kagome abrió la puerta y lo primero que vio fueron esos ojos rojos, y una sonrisa en el rostro de Naraku, al principio se asusto un poco pero inmediatamente recordó que él le había dicho que iría a visitarla en a su casa. Lo hizo pasar, pero el se negó y le pidió que hablaran afuera, cerca del árbol sagrado, y así lo hicieron no sin antes avisarles a Sango y Miroku de tan extraña visita, quienes se asombraron mucho al saber de quien se trataba.
Al llegar al árbol él se quito el saco que llevaba y lo tendió a los pies del árbol, ambos se sentaron y mientras que Kagome era un manojo de nervios, Naraku la observaba maliciosamente, pues en esa visita empezaría a obtener todo lo que él había deseado, movería sus cartas.

Kagome… -hace que ella lo voltee a ver- Aunque no lo parezca, desde el primer día que te vi, quede encantado contigo, y ahora que estas libre, vengo no solo a que seas mi novia, si no que, también te cases conmigo.
¿Qué? Pero Naraku no creo que pueda ser, lo que pasa es que yo. –Kagome se mordía el labio, ya que por poco se le sale decir algo de Sesshoumaru- No puedo. –Kagome se pone de pie y se dirige a su casa, pero Naraku la toma de la muñeca- Naraku, por favor, no lo tomes a mal pero no me quiero casar.
Ya lo se querida, y también el motivo por el cual no te quieres casar, -Nuevamente alargaba sus palabras y la toma por los hombros- No dejarás de amar a ese tonto de Sesshoumaru, lo se muy bien -la toma del mentón y la acerca a su rostro- Pero si no te casas conmigo en dos semanas no se que le pueda pasar a tú padre.

Kagome, se soltó de él y lo veía incrédula, temblaba de pies a cabeza, pero aun dudaba que su padre estuviera bajo su poder, pero una carcajada de parte de Naraku, la hizo estremecerse aun más, y mientras lo hacía sacaba de la bolsa de pantalón un sobre y su celular y se lo da a Kagome.

Ábrelo querida, sabia que no me ibas a creer tan fácil, anda querida. –Naraku comienza a marcar un número-

Kagome abre el sobre y de ahí saca unas fotos, y en cuanto reconoce a su padre, atado de pies y manos, y con los ojos vendados, muy golpeado y tirado en el suelo no pudo evitar dejarse caer, todo había sido demasiado para ella y ahora Naraku le pasaba el celular.

Anda querida alguien te busca. –Naraku mostraba aun más su maliciosa sonrisa-
Diga.
¿Kagome? ¿Eres tú? -la voz poco audible de su padre hizo que ella rompiera en llanto- Hija.
Papá, ¿Qué te han hecho?
Escúchame bien hija, no te preocupes por mi, solo huye, junto con tú madre y hermano, que no los encuentren, y no le hagas caso en nada a ese maldito.

Se escucha como alguien lo golpea y Kagome ahoga un grito en su garganta, Naraku seguía viéndola maliciosamente, se pone a su altura y la levanta suavemente del mentón y hace que lo vea a los ojos, ella no puede evitar derramar unas cuantas lágrimas, en el momento en que él la beso ligeramente, Naraku nuevamente se pone de pie y ella solo lo observa.

Querida, no puedes huir, o tú querida familia sufrirá las consecuencias, no pueden huir, ya que, desde hace días tengo a gente detrás de todos ustedes, así que toma la mejor decisión, o toda la familia se reencontrara en el cielo.
No, tú ganas. –Dice Kagome muy bajo-
¿Qué dices cariño? No te escuche.
Acepto casarme contigo Naraku.
Sabía que aceptarías querida. –Levanta el saco y de su bolsillo izquierdo saca una cajita con una sortija dentro de ella- Ahora, vamos tenemos muchos preparativos que hacer, la boda será el próximo sábado.
Tan pronto, pero.
Querida, mientras más pronto nos casemos, más pronto verás a tú padre de nuevo. Pensaba hacerla dentro de dos semanas, pero debemos de asistir también a la de Takahashi y Erizawa, y debemos de presentarnos como marido y mujer.
Esta bien Naraku, -trataba de no llorar- haré lo que me digas. –Naraku la levanta-

Naraku le pone la sortija en la mano y la besa, todo eso le parecía una terrible pesadilla y quería despertar, pero sabia perfectamente que no lo era.
Entra en su casa y les da la noticia a sus amigos y ellos solo la observan y ven como entra Naraku y la abraza a lo que ella no se niega, creen que solo es una broma de parte de ella, pero al ver la sortija en su mano, la sonrisa de triunfo de Naraku y a su amiga tan sumisa, no siguieron dudando. Hanako veía a su hija desde el pasillo, sabia que había algo raro ahí, pero ese no era el momento para investigar nada. Naraku propuso que Sango fuera una de las damas de Kagome, y ella por apoyo a su amiga acepto, más no por gusto y esa misma tarde por petición también de Naraku, irían a ver los vestidos, acompañadas por un sequito de guardaespaldas de Naraku, Miroku se fue con ellas, y así protegerlas. Naraku se fue a su casa, ya que ahí también tenía un asunto pendiente.

Kagome, ¿Estas segura de lo que vas a hacer? –Pregunta Miroku-
Si.
Pero Kagome, así tan de pronto, es un poco raro, amiga y eso nos preocupa. –Dice Sango-
Amigos, no se preocupen todo esta bien. –Sonríe-
Kagome, te conozco muy bien y se que to sonrisa no refleja tus sentimientos.
Miroku, es verdad, soy feliz. –Nuevamente sonríe, y ahora nuevamente lloraba-
Kagome.

Sango y Miroku abrasan a su amiga, saben que ella no va a decir nada, y lo que pueden hacer es apoyarla, y hacerla entrar razón.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Mansión Ikari, poco antes del atardecer ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~​

Naraku acababa de llegar a su mansión, y fue directamente al estudio de su padre, él estaba hablando con sus hombres, que cuidaban de Eichiro, en una isla privada al sur de Japón, Onigumo sospechaba que alguien estaba muy cerca de esa isla y debían de investigar quien era y eliminarlo, esa isla no estaba en el mapa.

Padre, Kagome ya acepto ser mi esposa, y la boda será el próximo sábado, la adelante para beneficio propio.
Bien hijo, muy bien, me alegro por ti. –Le hace tomar asiento- ¿Acepto, fácilmente?
Gracias padre, creo que debemos de celebrar. –Hace pasar a una de los sirvientes con unos puros y una botella de Vodka, la chica les sirve a Onigumo con hielo y a Naraku sin, como a él le gusta y les ofrece puros- Ya te puedes retirar, si te necesitamos te llamaremos de nuevo. –La chica sale del lugar- Brindemos, padre, -ambos se ponen de pie- por un gran futuro.
Y por que la Shikon de Midoriko, pertenezca a nuestra familia por fin. –Dice Onigumo-

Ambos le dan un trago a su bebida, y en cuanto se la terminan, Onigumo deja caer su copa y empieza a sudar y a tener problemas para respirar, mientras que Naraku toma nuevamente asiento y se queda viendo como su padre lucha por respirar. Onigumo se deja caer al suelo, Naraku vuelve a llenar su copa con vodka y ríe por lo bajo.

Padre tú me enseñaste a deshacerme de todo lo que me estorbara en el camino y eso es lo que estoy haciendo.
Naraku, ¿Por qué lo haces?
Ya te lo dije, me estorbas, yo lo quiero todo y tú también eres un obstáculo, así que muérete de una vez padre. El veneno en el hielo de tu vodka, hizo el efecto que deseaba en el tiempo que esperaba.
Hijo, te vas a arrepentir, de… todo. –Onigumo había fallecido-
Si, si, si… -Llama a unos de sus hombres- Llévenlo a un lugar abierto y hagan lo necesario para que parezca suicidio.
Si señor.

Los hombres se llevan el cuerpo de Onigumo y lo dejan en las afueras de los territorios de la familia Ikari, e hicieron lo que Naraku les había dicho, e inmediatamente dieron aviso de haber encontrado un cuerpo. Las autoridades llegaron y recogieron el cuerpo, y por orden de Naraku fue cremado esa misma noche, despues de hacer la autopsia.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Auditorio de la Escuela Superior Goshinboku ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~​

Lunes por la mañana, todo el mundo sabía que Onigumo Ikari había sido encontrado muerto, y que su hijo se iba a casar esa misma semana, con una joven de quien se estaba guardando la identidad, y que sería revelada en los próximos días.

Todos los alumnos estaban reunidos en el auditorio de la escuela, ya que harían una ceremonia en memoria de su compañero Inuyasha, Kikyo al ser su novia daría un pequeño discurso, pero no se había presentado a la escuela ese día y Kagome fue elegida para dar ese discurso, en representación del grupo.

Inuyasha era para muchos, la estrella del deporte, un gran amigo, un buen compañero de clase, delegado ejemplar, buenas calificaciones, aunque a veces era muy prepotente… -Varios rieron ante este comentario- Pero aun así, todos de alguna forma lo queríamos, y es por eso que debemos de recordarlo con alegría, y en vez de pedirles un minuto de silencio, les voy a pedir que le demos nuestros aplausos. Por que a pesar de lo que me hiciste pasar, no puedo evitar recordar los momentos agradables que pase contigo y es por eso que te voy a recordar. –Pensaba Kagome mientras empezaba a aplaudir- Al menos tú no me hiciste lo mismo que…

Y así lo hicieron, todos aplaudieron siguiendo a Kagome, mucho empezaron a silbar y otros más lloraron un poco. Kagome bajo del escenario y se dirigió a su lugar, Sesshoumaru la veía solo a ella y se acababa de enterar de que se casaba con Naraku, ese maldito ya le había dado la noticia a las afueras del auditorio y Chieko estaba feliz por que al fin Sesshoumaru sería solo para ella.

Sesshoumaru, en que tanto piensas amor. –Pregunta Chieko, pero no obtiene respuesta- Sesshoumaru, salgamos de aquí, me estoy empezando a aburrir, de tanta cursilería.
Entonces sal de aquí si quieres. –Contesta fríamente Sesshoumaru y sus ojos solo destilaban odio- Kagome, no me odies, suficiente tengo con tener que casarme con Chieko, solo espero que, la ayude llegue a tiempo, no dejare que tú vida corra peligro Kagome ni la de tú familia.

Sesshoumaru, se quedo en el lugar, Chieko había salido del lugar aterrada por la mirada que él le había dado, sabía que él estaba viendo a Kagome y que era por eso que no se quería ir de ese lugar. Él había tenido una plática con su padre y rogaba que pronto encontraran al señor Higurashi.

~~~~~~~~~~~~~~~~~ Sábado por la Noche, departamento Sesshoumaru ~~~~~~~~~~~~~~~~~​

Sesshoumaru, su padre y su abuela estaban todos reunidos en la sala, lo que Sesshoumaru les había dicho, era más de lo que podían soportar de Onigumo, ahora sabían por que Rin había dejado de hablar más que para lo muy necesario, ese hombre la había mandado secuestrar para hacer que Sesshoumaru se alejara de Kagome, y que ella se quedara con su hijo. Inu No Taisho estaba muy molesto, ya que él había mandado investigar a Onigumo un ex socio hace unos 7 años, y se dio cuenta de que tenían bajo su poder al padre de Kagome, y al comentárselo a Sesshoumaru, él no pudo evitar darle un golpe a la pared.

Ahora lo comprendo todo, ese maldito va chantajear a Kagome, para que ella acepte, al igual que lo hizo conmigo, tenemos que encontrar a su padre.
Si hijo, pero debemos de pensar muy bien todo, el es demasiado astuto y puede sospechar de todo, tú sigue con tú compromiso con Erizawa, y en cuanto tengamos al padre de Kagome, y las pruebas suficientes para demostrar quien fue quien robo la Shikon de Midoriko. –Hace una pauso- Podrás estar con la joven a la que realmente quieres.
Gracias padre.
Por el momento sigue con los planes de esos mal nacidos, no des a entender que ya sabes lo de su padre.
Si…

~~~~~~~~~~~~~~~~~ De regreso a la escuela ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~​

Sesshoumaru había salido del auditorio, al igual que todos los que estaban ahí presentes, y de pronto escucho la voz de Kagome hablando con Sango y Miroku, ella hablaba de su boda, pero más que felicidad irradiaba tristeza, por lo que él comprendió que si habían usado a su padre para convencerla, de aceptarlo. Él sin darse cuenta se había quedado observando a Kagome por demasiado tiempo, hasta que choco con su mirada, la que antes mostraba destellos de felicidad ahora no mostraba más que dolor, el dio la media vuelta y se fue del lugar, tenía que hablar con su padre y apresurar las cosas, ya que Naraku, adelanto la boda y les acorto el tiempo.

~~~~~~~~~~~~~~~~~ Martes por la mañana ~~~~~~~~~~~~~~~~~​

En las afueras de la ciudad, en un pequeño poblado a las orillas de un conocido río, una pareja mayor de entre 60 y 63 años, se encontraba en su casa, era una muy alejada de las demás casitas del lugar y la más cercana al río, el hombre ponía más leña en la pequeña chimenea y la mujer cuidaba de un joven, a quien tenían en uno de los futones.

Himeno, ¿Crees que este joven sobreviva? -Pregunta el hombre mientras se acercaba a ellos-
Ya te lo dije Sasuke, este joven estará bien, solo falta que despierte.
Como tú lo digas. –El hombre se sienta al lado de su mujer- Mañana iré a Tokio, necesito ver como esta mi hermano y traeré víveres. ¿No crees que sería mejor traer a un médico también?
Sasuke, -le reprende la mujer- sabes bien que ellos no vienen si no les pagas muy bien, y ahora no tenemos tanto, solo debemos esperar a que despierte y a que llegue el médico Minami, al pueblo, el día de mañana o el jueves, además es mejor no moverlo.

Él joven se queja, de dolor en su pierna, ya que al parecer se le había fracturado y sin querer Sasuke, le dio un pequeño golpe al tratar de levantarse, Himeno le había entablillado esa pierna, y no quería moverlo para no lastimarlo más, le había estado dando hierbas medicinales y con eso había calmado el dolor. Mientras Himeno le da nuevamente las hiervas para calmar el dolor, él joven abre lentamente sus ojos, dejando ver sus bellos ojos dorados, la mujer estaba feliz de que al fin despertara, ya que tenía miedo de que no lo hiciera, su marido se alegro al igual que ella.

¿Dónde estoy?...

Continuara.........