No seré tuya, aunque eso me salga caro... O tal vez no tanto.

Re: No seré tuya, aunque eso me salga caro... O tal vez no tanto.

Holizzz

Andaba por aquí y me puse a contestar post:

Sirenita: Me agrada que te gustara lo humillado que dejé al perro ese, ¡Y encima frente a Sesshy! (soy mala no creen? PD: Las fans de Inu: nu me peguen)
Y lo del embarazo de Kikiperra, eso lo tenía pensado para... ummm es secreto, pero ya vana saber, no voy a arruinar la sorpresa...
Y pobre Inu -Sarcasmo. -No sabe que SU Kikiperra ta vivita y coleando en los brazos del despreciable Naraku.
Espero nos leamos en la próx.

isaaacab: Bienvenida a mi FF Nº 2...
Bueno, esa Kikyou igual las va a pagar.
Pronto se sabrá de la traición de Inu, o tal vez no muy pronto ¬¬
Y tambien se sabrá el porqué de un título que aún no encaja.
(creo que tardaré una eternidad... u.uU)
Pero, prometo que va a estar emocionante...
por lo de Miroku y Sango, es necesario, para darle drama...
(re mala la piba que hace eso por el drama nomás... Como si matar a los personajes no fuera nada...)

Andrea_Miko: Bienvenida a mi FF Nº 2...
Gracias por dejarme tu post, me pone feliz que cada vez más fanáticos se "unan" a mi FF...
Espero que te siga gustando a medida que pasen los capis.
Y no sé, tal vez Naraku comience a ser más "amable"... Pero claro, ¡Todo de él tiene un precio!

¡¡¡Espero nos leamos prontito!!!

Atte.

Tsuyuka, el 5to Dios.

 

Re: No seré tuya, aunque eso me salga caro... O tal vez no tanto.

Hola Suzuki...

Que mal que sigas castigada!!!
Que mal, que mal...

Pero igualmente yo sigo aqui subiendo conti... (proxima prontito!)
Y debo decir que le diste al clavo... Solo eso.
Quedate con la duda si es necesario, pero debo decir que no e lo que parece!!!

Espero nos leamos prontito... Atte.

Tsuyuka, el 5to Dios.

 

Re: No seré tuya, aunque eso me salga caro... O tal vez no tanto.

Hola Lube-san... (jaja, siempre te llamo de una manera distinta)

Que buien comentario el que me dejaste... Si que está bien desasrrollado tu ojo criticón!!!

jeje, te envié un PM, con todas las "cosas" que hay que arreglar.

Espero nos leamos pronto, si?

Gracias de nuevo por comentar, me encantaría que siguieras al tanto de todos mis FFs...

Atte.

Tsuyuka, el 5to Dios.

 

Re: No seré tuya, aunque eso me salga caro... O tal vez no tanto.

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No seré tuya, aunque eso me salga caro… O tal vez no tanto.​

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Capítulo 3: Explicando cosas.​

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Parte 1: La nueva Kagome y un compromiso a medias.​

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—Creo que ya ni hace falta que te humille, ya que tú me ahorras el tiempo confesando tu estupidez, egocentrismo y tu mala manera de hacer las cosas —dijo serio y frío, pero aunque cualquiera pudiese creer que estaba siendo muy duro, los tres presentes sabían que esa era la cruel realidad —.Creo que algo como esta desgracia era necesario para maduraras —dijo verdaderamente orgulloso por la “madurez mental” del hijo bastardo de su padre.

—Se-sshou-ma-ru… —dijo sorprendida la mujer, pero preocupada por lo que su amado dijo.

Él no hizo mero caso y bajó a su pareja dejándola sentada sobre un pedazo de cerca que quedaba en pié, paraqué no se inchastrara, para luego caminar tranquilo hacia el hanyou que solo bajó la cabeza en plena señal de vergüenza.

Nadie se esperaba lo que pasó: El Taiyoukai más frío y odioso, además de poderoso y sexy, había abrazado al hermanastro que más detestaba, a pesar de ser el único que tiene.
Fue un abrazo tierno y protector, que transmitía sentimientos tales como cariño, paz y protección. Todo eso sin razón aparente.

— ¿Por qué? —Indagó el menor; ya era raro que no lo hubiera atacado apenas lo vieron, por su traición, pero ¿Qué lo abrazara?, ¡¿Era su hermano o una ilusión?! —.“Tal vez una pesadilla” —Pensó con mucha, pero mucha ironía.

Sesshoumaru no contestó, sus ojos permanecían cerrados, pero sus manos se movimientos ágilmente y le quitó algo de su ahori. El menor lo notó, y cuando le iba a reclamar el soltó el tierno abrazo y lo empujó, por lo cual cayó al suelo.

—Oye, ¡Devuélveme ese anillo! —Le ordenó al Príncipe.

—El abrazo fue para sacarte esto, así que no te hagas ilusiones; el afecto es porque pensaba en alguien… —Contestó la pregunta formulada hace instantes. Luego de mencionar aquello levantó su mano izquierda y dejó ver un anillo de oro puro, decorado con pequeñas piedras preciosas, como rubíes, zafiros y ámbares. Un auténtico anillo de compromiso.

— ¿Para qué lo quieres? —Pregunta desconfiado de las intenciones de aquel misterioso Daiyoukai.

—Es mío. —Protestó él sin cambiar la fría expresión de su rostro, más su voz sonó un poco infantil para Kagome.

—Nuestro padre se lo dio a mi madre, y ella me lo entregó a mí, diciendo que nuestro padre le había dicho que no debíamos dártelo hasta que decidieras comprometerte… Algo imposible. —Aclaró el menor de los Inus.

— ¿Imposible? ¿Y sabes tú, asqueroso hanyou, para qué lo utilizaría, sino fuera para su único uso? —Cuestionó algo molesto por la idiotez de aquel híbrido.

—Sesshoumaru… —Lo llamó con seriedad muy mal fingida, cosa que no pasó por alto la pareja —. ¿Y se puede saber quién es la desafortunada?, perdón, afortunada quise decir… —Dijo con burla, parecía que volvía a ser el de antes.

—Cuanta burla, hanyou. —Dice con más frialdad de lo normal, si eso es posible —. Parece que mofarte de los demás es lo único que sabes hacer bien… Sígueme, te la presentaré. —Dijo ya más tranquilo. Mientras se iban él le hace una, casi imperceptible, seña a su mujer, la cual ella comprendió.
Ambos medios-hermanos se internaron en lo que quedaba de un boque, que antes había sido hermoso, muy frondoso, y lleno de vida. Ahora solo quedaban ruinas.

En cuanto se alejaron ella se paró, ya no le dolía nada, ni siquiera eso, algo realmente sorprendente para ella. Tenía más energía que nunca.
Se comenzó a alistar, lo poco que podía: empezó por acomodar su azabache cabello, el cual le llegaba ¿Por los muslos?, ¡Y seguía creciendo!; su piel se hizo aún más suave y tersa, parecía de bebé; notaba como sus uñas crecían rápidamente, adquiriendo la forma de una garras, parecidas a las que tienen ambos hermanastros; sentía como su cuerpo crecía, en todo, pero casualmente, su kimono era un poco grande y le quedó justo; luego sintió un gran cambio en los sentidos:

Podía ver cosas que antes no, como más detalles, los más mínimos movimientos a grandes distancias, cosa que la mareaba un poco. Además de que su vista ahora era más nítida.
Podía oler miles de cosas, agradable y desagradable, llegaron a su olfato tan rápido que no podía respirar bien, pero pronto se normalizó; gran susto fue el que se pegó. Y en eso distingue dos aromas muy peculiares, el de su amado y el de su primer amor.
Podía sentir y diferenciar texturas que antes le parecía iguales. Además e sentir hasta el más mínimo cambio en el movimiento del aire.
Podía también oír a grandes distancias, eso le permitió poder escuchar un poco la conversación de esos dos. —“Valla conversación amena la que tienen” —Piensa al oír solo sus respiraciones, y alguna que otra palabra, en general monosílabos.
Con respecto a degustar, eso lo averiguaría luego. Tal vez le pediría ayuda a su esposo.

Agradecía internamente a su hombre por haber elegido un kimono que le quedara un poco más grande. Aunque presentía de que lo había hecho a propósito, apostaba a que ya sabía que pasaría aquello.

Al poco tiempo comenzó a acostumbrarse a sus, muy desarrollados, sentidos.
Los pocos segundos pudo escuchar los pasos de los dos, caminaban presurosamente hacia ella.
Los oía bastante claro, habían comenzado a discutir, si a eso se le podía llamar discutir, porque Sesshoumaru no decía ni A.
Y a pesar de estar muy asustada por dentro, por fuera parecía estar tan calmada, con una cara congelada parecida a la de él…




— ¿Por qué no vino contigo? —Pregunta algo molesto el hanyou por tener que ir con aquel ser albino, hasta quien sabe donde, y lo peor de todo era que podría ser una trampa para matarlo lejos de Kagome, porque seguro que ella lo mataría antes de que lo tocara… O tal vez sí era cierto lo de su prometida, ¿Pero por qué andaría con la miko a cuestas de ser así?

El Daiyoukai solo caminaba y caminaba, hacía caso omiso a las quejas de aquél joven traicionero; solo lo mantendría mientras lo necesitara, luego sería historia.
Pero, a pesar de parecer estar calmado, por dentro esperaba que ella guardara la calma, sabía que había sido un error dejarla sola, pero necesitaba su espacio; aunque le gustaría haber podido explicar bien las cosas, que por culpa del Inu-hanyou no pudo.

Cada uno, más allá de todo, estaba metido en sus propios pensamientos; tanto, que ninguno se daba cuenta que cada vez estaban más y más lejos de aquella humana.

De pronto el viento comenzó a soplar en su contra, una brisa bastante débil, que apenas movía algunas hojas a su alrededor; luego, de un momento a otro, la velocidad del viento aumentó, transformándose en una ráfaga, que sacudió fuertemente sus cabellos, y luego desapareció, como si no hubiera soplado ni una brisa pequeña.

—Que raro… —Fue el murmullo del menor, que estaba bastante pensativo. Pero su rostro cambió a uno de sorpresa cuando su desarrollado, aunque no tanto como el de Sesshoumaru, olfato percibió un aroma a jazmines, idéntico al de…

—Kagome… —Susurra el menor en ese momento, su tono era de preocupación, su rostro no demostraba lo mismo… Mejor dicho, no demostraba nada.

—Sesshoumaru… —Lo llama —. Sesshoumaru… —insiste al notar que el recién nombrado comienza a caminar rápidamente en la dirección por la cual vinieron. —Sesshoumaru, ¡¿Podrías mirarme al menos cuando te hablo?! —Le grita exasperado apoyando mu mano derecha en su hombro y volteándolo.

—No tengo tiempo que perder con una rata… —Fue su contestación. Se da media vuelta y sigue; al menor no le queda más opción que volver.

Su paso se mantenía firme y constante, caminando entre los restos de árboles quemados, entre pozos de todos los tamaños, y barro con sangre. Desagradable en mi opinión.
Poco a poco se acercaban a donde ella estaba, donde la habían dejado. A merced de cualquier hanyou o youkai hambriento que por allí pasara; entonces se dio cuenta del error que había cometido al dejarla “abandonada”.

Al fin llegaron, preocupados y serios, aunque uno no lo demostraba, por la máscara fría que llevaba todo el tiempo sobre su rostro.
El hanyou creyó que sus ojos lo engañaban al ver una hermosa youkai de cabello azabache, tan largo como el de su hermanastro; su piel, a pesar de que no se veía mucho, era brillante y clara, daba la sensación de ser suave; notó, al ver más detenidamente, que llevaba puesta la misma vestimenta que Kagome, pero no podía ver su rostro.
Entonces creyó que la joven del futuro, había sido asesinada por aquella youkai, y que por eso olía igual a ella.

— ¡Hey tú, ¿Qué hiciste con Kagome?! —Grita histérico. El demonio femenino ni se inmuta, cosa que le desesperó —. ¡Te estoy hablando, responde! —E iba a lanzarse contra ella de no ser porque el mayor le pegó un puñetazo que lo hizo volar a unos cuantos metros, pero rápidamente se recuperó del golpe. — ¿Y a ti qué rayos te pasa?, ¡¿No te das cuenta que esta youkai mató a Kagome, y encima le robó su vestimenta?!... Pero claro, si estoy hablando con el Gran Lord, al que no le importan seres tan inferiores como los humanos, ¡Lo había olvidado! —Y eso provocó que Sesshoumaru le pegara otra vez, pero cuando iba a golpearlo por tercera vez, el ser femenino que se encontraba a unos metros habló:

—Sesshoumaru, no gastes tus energías en ese hanyou, las precisas para que podamos derrotar a Naraku. —Entonces se voltea, y ambos ven a…

—Kagome… —Suelta el menor en un susurro apenas perceptible, pero que ambos oyeron. —Pero… ¿Cómo… Acaso él…? —No le salían ni las palabras de la impresión, había dado por muerta a la reencarnación de su amada.

—Sí imbécil, ¿Con quién creías que me iba a comprometer sino? —La pregunta le cayó como un balde de agua fría; aquello lo confirmaba todo, y lo peor era que ahora ella se parecería al idiota de su hermanastro, ¡¿Qué más le podría pasar?!

Y mientras el hanyou seguía con su sorpresa, el Daiyoukai se acercó a su pareja, se arrodilló frente a ella, y le pidió la mano. Colocó el precioso y delicado anillo, que había pasado de generación en generación, en el dedo anular de la mano derecha de ella y se paró.
Entonces miró a su queridísimo medio-hermano y le dijo:

—Inuyasha te presento a la Lady de las Tierras del Oeste, Kagome-sama —Fue una presentación respetuosa, aunque no pudo evitar que el fastidio se presentara, al menos un poco, en su tono de voz.

No, seguía sin salir de su impresión, y es que era demasiado en tan poco tiempo…:
Primero, Naraku secuestraba a la joven futurista.
Segundo, Sesshoumaru, por alguna razón, se enoja y deja a sus compañeros en la aldea para ir a quien sabe donde.
Tercero, Naraku ataca tres días después la aldea de Kaede-baa-chan, aunque son sus nuevas siete extensiones las que hacen todo el trabajo. Como siempre él asqueroso hanyou no mueve un dedo.
Cuarto, luego de la batalla, él sale en busca de la muchacha de ropas extrañas; sigue su rastro hasta un “pequeña” cabaña, en los territorios del oeste. En dicha cabaña encuentra la armadura rota de su hermanastro, la vacía mochila amarilla, y las ropas de la miko.
Quinto, los encuentra a ambos “peleando” a unos metros de la cabaña, porque ella no se dejaba cargar por él, quien solo le decía que tenía su pierna lastimada y no podía esforzarse.
Se preguntó porqué tanta amabilidad departe de aquel demonio perro que odia a esa especie a la que ella pertenece, pero nunca se imaginó tal razón.

Pero ahora todo encajaba, Kagome y Sesshoumaru eran una pareja; ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?, bueno donde no porque ya sabía, pero no iba al caso.
El problema era saber si él la quería, o solo era un capricho, y aunque el echo de que él haya ido a batallar contra Naraku, la salvara y la convirtiera en youkai eran pruebas suficientes, el menor se negaba a creer en tal cosa, porque ella solo lo amaba a él y a nadie más… Siempre se lo dijo, hasta momentos antes de ser raptada, ¡Era imposible que cambiara!

Y, a como de lugar, iba a hacer todo lo posible para permanecer cerca de ambos, y averiguar como sucedió todo, no se daría por vencido.
Pero por ahora, debía seguir como si nada.

—Mucho gusto —Dijo haciendo una pequeña reverencia en demostración de respeto, debía ganarse la confianza de ambos, y evitar cometer errores que lo delataran o enviaran a una muerte segura, cortesía del hermanastro tan bueno que tenía…

—Sesshoumaru-sama, no creo que haga falta tanta presentación; es decir: Es su híbrido medio-hermano solamente —Dijo la joven, no entendía el porqué de tomarse tantas molestias.

—Kagome-sama, escuche… —Pero el esposo de la mujer le interrumpe.

—Kagome, es una tradición presentar a las prometidas de un Príncipe, a sus familiares, con sumo respeto, aunque estos sean humanos, youkais o insignificante hanyous… —Explica fríamente a su amada —.Aunque hay un problema: Todavía conservas tu aura de miko, aún luego de convertirte en Daiyoukai. —Eso era algo de qué preocuparse.

— ¿Y eso qué quiere decir? ¿Es muy grave? —Pregunta inocente, con la voz y la cara de una niña pequeña.

—Creo que voy a dejarle el honor de explicarte las cosas a ese híbrido. —Diciendo esto se marchó a unos metros tras ella, para acomodarse en las ramas del muerto Goshinboku.

En eso el anteriormente nombrado semi-humano se acerca a ella y le dice:
—Verás Kagome-sama, y ante la duda no, no dejaré de lado el sama: Usted muy bien sabe que el poder purificador mata a cualquier ser vivo que tenga youki o, al menos, tenga un corazón maligno… —Comenzó a relatar tranquilamente su explicación, para que la Lady comprendiera bien lo que estaba diciendo.

—Si. —Responde afirmativamente para que él prosiga, prestando completa y sumisa atención a cada palabra.

—También debe saber que un ser, con youki, por más bondadoso y “puro” que sea, sigue teniendo youki, aunque fuese en menor cantidad… En conclusión: Sigue siendo afectado por cualquier poder purificador, aunque no lo llegue a matar lo heriría, sin importar de quién sea. —Dijo lenta y pausadamente, aún sabiendo que tenía poca paciencia.

—Sí, pero… —Antes de acabar es interrumpida por el semi-demonio.

—Usted era una miko, bastante fuerte, he de admitir —Confiesa un poco avergonzado —. Pero, se ha convertido en una Daiyoukai, que, como le expliqué, por más bondadosa y de puro corazón que seas, ya no eres humana… ¿Comprendes? —Dijo mientras la observaba.

—… —No pronuncia palabra, solo pone cara de “¿De qué me perdí?, es que vi una pajarito y me distraje” e Inuyasha cae al estilo anime.

Pronto vuelve a pararse, se sacude su ropa y la mira, nota que esa cara persiste; caen muchas gotas por su nuca, eso sería difícil, y él no era precisamente Don Paciencia.

—Lo que trato de decirte es que usted es su propia amenaza: Una Daiyoukai con poderes de sacerdotisa —Y notó como su expresión facial de “No entiendo un comino” cambia a una que muestra una gran sonrisa cálida.

— ¡Pero qué perro tonto eres! —Su tono era algo frío pero conservaba un poco de esa calidez tan suya. —. ¿Por qué no lo dijiste desde el principio? —La pregunta sorprende al chucho —. ¡De ser así hubiera comprendido que su temor era lo que yo ya sabía desde un principio! —Los ojos del tozudo hanyou se pusieron en blanco —. ¡Se hubieran evitado todo este innecesario palabrerío que sé que tanto detestan! —Eso era definitivamente el colmo…

A unos metros de allí, detrás de ellos, se escucha un golpe seco contra el suelo embarrado y ensangrentado. Ninguno de los seres que estaban hablando hace momentos se atreven a voltear por miedo a encontrarse algo indeseable de ver, aún así lo hacen.
Una nube de polvo se comienza a disipar…

—Grrr… —Se oye desde aquella dirección. Nunca se esperaría ver…

Continuará. ​

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Notas de la Autora: Bueno, disculpen la demora. Es que no podía finalizarlo.
Como ven hice eso de nuevo, voy a seguir maltratando a Inu.
Se lo merece, luego se enterarán porque, aún no es tiempo.
La pareja principal sigue haciendo avances conforme pasan los capítulos, ¿Eso es bueno no?...
Aún no se sabe nada de Rin, Jaken, Ah-un y Kagura… Tardarán un poco más en aparecer. Es muy temprano para que comiencen a molestar con sus celos y preguntas.
Espero sus comentarios.
Por cierto: Esta vez no hay avances, es que no tengo nada claro en mente, tengo otros 4 FF que actualizar, XD.

Atte.

Tsuyuka, el 5to Dios.

 

Re: No seré tuya, aunque eso me salga caro... O tal vez no tanto.

Hola chicas.

SIIII!!! Ya se abrió la segunda Página!!!!!!!!! ToT (estoy tan emocionada)


BIen, pasando por aquí (que raro no?), sin tener nada que hacer (mas raro todavía, jeje), me decido a contestar los post:


Diosa Feudal: Bienvenida al FF.
Gracias por leer y dejar tu post.
Claro que me pasaré por tu Historia, tenlo por ceguro, pero hubiera sido más fácil si me dejabas el Link. :D


Naia: Sí, Kagome ahora es una Daiyoukai. Prometida de Sesshoumaru y Lady de las Tierras del Oeste.
El anillo no sé porque se me ocurrió, creo que quería que se abracen, pero era muy cursi (y muy pronto) así que lo agregué.
¿Te inaginas cuanto costaría comprar uno así?
Pronto habrá conti, eso espero... :D


Lady Anju: Mmm... Pués es "Top Secret" lo que harán con Kagome, para solucionar el tema de los poderes... Espero no matarla, es que últimamente tengo ganas de matar a todos los personajes :D...
Jajaja, de veras? Pues entonces debe haber sido grande la impresión. Sí, el anillo es muy bonito y ahora están comprometidos!!!


Aome Castro: Jeje, pués con lo que respecta a Kagome, no quise cambiarla mucho, quise que se pareciera a ella. Slo fueron algunos retoques para darle una apariencia que tendría, supongo, si fuera youkai.
Sí, el anillo es muy bonito... ;)

Espero poner pronto la conti... Atte.


Tsuyuka, el 5to Dios.

 

Re: No seré tuya, aunque eso me salga caro... O tal vez no tanto.

Notas sobre el capítulo anterior: Bien, no suelo poner notas antes, pero como estuve sin internet (al final les cuento) y no pude responder a algunos post lo hago ahora; aunque no son las respuestas, son un par de aclaraciones.

Sobre el término “hermanastro” que he utilizado para Inuyasha y Sesshoumaru, todas tienen la razón:
Esta palabra se puede utilizar como sinónimo de medio-hermano, ya que el mismo no tiene sinónimos.
Pero su significado “real” es, como dijo Sirenita, la relación entre dos hermanos (sean del sexo que sean) que no tienen ningún lazo consanguíneo; o sea que no comparten ni padre ni madre (que ese sería el caso de los hermanos y medio-hermanos). Es un buen ejemplo el de la cenicienta…
Pero, como dijo Lubecita, este término se puede utilizar como sinónimo de medio-hermano.

Lubecita: Voy a decirte que mentí, el otro grupito aparecerá MUY pronto… Lo siento porque ahí estarán Rin y Kagura, pero no puedo hacer que pasen tanto tiempo en lo que queda en el bosque.
Se suponía que “el escondite” quedaba a poco tiempo, pero ya ha anochecido y no llegan; no puedo seguir retrasándolos… No hay con que.
Por lo de el trato entre Sessh y Kag respecto a como se llaman, tomaré en cuenta lo que me has dicho.
También revisaré mejor el tipéo.

Por lo que dije que Kagome es Daiyoukai, bien lo voy a explicar:
Es cierto eso de que a Sesshy le tomó mucho tiempo para llegar a ser un Daiyoukai, y no quiere decir que porque lo sea convertirá en Daiyoukai a quien “transforme” (en este caso a Kagome).
Lo que quise decir es que le dio habilidades extraordinarias y poderes muy grandes, más allá de que mejorara sus sentidos y otras habilidades como la velocidad y la fuerza.
Aún así, con esto Kagome no precisa aprender como utilizar sus habilidades porque ya lo sabe, por instinto. Pero no quiere decir que no vaya a entrenar…

En conclusión: Quise decir que ella posee un gran poder, más que un youkai o taiyoukai, como un Daiyoukai, pero no lo sabe utilizar al máximo, por lo tanto entrenará.
Por lo de los poderes de sacerdotisa, eso ya verás más adelante, pero si te das cuenta, he planteado muy bien el tema de que este trío está consciente del peligro que ella corre.

Es una lástima que tengas un rechazo natural a este género, prometo, no, TE prometo, que haré uno de Sessh/Rin.
Sin embargo noto que aún sigues dando vuelta por ambos FFs de dicha pareja. (¡¡¡Y luego dice Ai que la paradoja no existe!!!)

Inuyasha alguna vez tenía que usar ese cerebro virgen que tiene; y… Pueden ser encontrados o confundidos, como siempre, él duda de lo que siente…
Bueno, intentaré hacer algo para que este “amor” no salga de la nada… Pero advierto que no será el típico “Kagome encuentra a Inuyasha en el bosque con Kikyou, a quien le jura amor eterno. Ella, triste, sale corriendo mientras llora sin ser notada por la pareja… Luego se encuentra con Sesshy y comienza a haber una
“chispa”…”
O no, sí que no va a ser ese el nacimiento del “amor”… No lo toleraría, y más por venir de mí.

Y por último: Amo tu diccionario!!!
Más la parte de los exámenes, la familia, los primos (que es muy verdadero) y algún día, ¡¡¡Me elogiarás de lo mejor!!! (Pero me voy a tener que esforzar mucho ToT)

¡¡¡¡¡¡¡Ahora sí, al capítulo!!!!!!!

No seré tuya, aunque eso me salga caro… O tal vez no tanto.​

Capítulo 3: Explicando cosas.​

Parte 2: Llegada al paraíso​

— ¡Pero qué perro tonto eres! —Su tono era algo frío pero conservaba un poco de esa calidez tan suya. —. ¿Por qué no lo dijiste desde el principio? —La pregunta sorprende al chucho —. ¡De ser así hubiera comprendido que su temor era lo que yo ya sabía desde un principio! —Los ojos del tozudo hanyou se pusieron en blanco —. ¡Se hubieran evitado todo este innecesario palabrerío que sé que tanto detestan! —Eso era definitivamente el colmo…

A unos metros de allí, detrás de ellos, se escucha un golpe seco contra el suelo embarrado y ensangrentado. Ninguno de los seres que estaban hablando hace momentos se atreven a voltear por miedo a encontrarse algo indeseable de ver, aún así lo hacen.
Una nube de polvo se comienza a disipar…

—Grrr… —Se oye desde aquella dirección; una sombra se levanta del suelo y a medida que el polvo se dispersa se puede ir observando mucho mejor quien es esa sombra.

—Se-sshou-ma-ru… —Dicen la miko-youkai y el hanyou al mismo tiempo.

Resultaba ser que el joven príncipe había estado muy atento a toda la conversación, pues no le hubiera gustado para nada que el idiota de su medio hermano intentara convencer a Kagome de que cambió, o alguna de esas estupideces. Ella era de su propiedad, y lo seguiría siendo para siempre.
Pero tan atento estaba a esa charla, que se cayó del quemado árbol de la sorpresa al oír a Kagome confesar que ya sabía cual era su temor; y encima se lo tomaba a la ligera.
Hubiera preferido mil veces que el medio-humano no estuviese allí en el momento en que perdió el equilibrio y la frágil rama, debilitada por el fuego, se partió.

— ¿Te encuentras bien Sesshoumaru-dono? —Dice mientras se aproxima a su amado, que ya estaba de pie y se sacudía su vestimenta.

Él no respondió, pero le lanzó una mirada afirmativa.

—Kagome-sama, no entiendo porqué usted no se preocupa… —Dice angustiado el menor de los inus.

— ¿Pero por qué debería de hacerlo? —Su tono era de aburrimiento, tan solo quería encontrar a los compañeros de su prometido, esposo, o lo que fuera, y alejarse de allí para destruir a Naraku.

—Ah… —Suspira resignado el híbrido; no tenía caso pelear con la terca de Kagome. Porque aunque haya cambiado en el exterior, y su trato para con él sea más frío, en el fondo seguía siendo la misma niñata de quince años… Aunque ya no los tuviera.

—Kagome —Pronunció el Daiyoukai antes de seguir caminando, en la dirección a la que se dirigían antes de quitarle el anillo a Inuyasha.

La joven mujer comprendió de inmediato la orden y corrió ágilmente hasta llegar a su lado, para poder caminar a su paso.
El chico de cabello blanquecino comenzó a caminar siguiéndolos a una distancia prudente; puede ser que solo lo estén utilizando para llegar a sus acompañantes y luego lo matarán…




La noche finalmente cayó, cubriendo el negro cielo de brillantes estrellas y con la gran luna llena alumbrándolo todo. Realmente hermoso.
Los grillos cantaban fuertemente su típica serenata.
La suave brisa mecía el poco pasto amarillento y las delgadas y carbonizadas ramas de los árboles. Algunos animales se encontraban corriendo despavoridamente a medida que aquel trío se acercaba más y más a la cueva donde el pequeño grupo sobreviviente se encontraba.

Sesshoumaru caminaba a un paso ligero y constante; tan elegante y sensual que podría idiotizar a cualquier ser femenino con la capacidad de razonar, y eso no excluía a la joven del futuro.
Él no volteaba a ver a nada ni nadie, parecía estar absorto en mirar el camino, tal vez metido en sus pensamientos… Casi nadie podía saber lo que pasaba por su compleja cabeza; por la compleja cabeza de un ser frío, asesino, calculador y “sin corazón”, como algunos decían y aseguraban.

Kagome, por su parte, no le podía quitar un ojo de encima; miraba el camino para no tropezar, y luego lo observaba por el rabillo del ojo.
Sus mejillas tenían un leve tono carmín, producido por la vergüenza que le causaba mirar al hombre que había cautivado su frágil y roto corazón.
Su paso era también constante y a la par de él; aunque a veces se embobaba tanto al mirarlo, que aumentaba o disminuía la velocidad. Pero apenas y se notaba, ya que reaccionaba rápidamente y se corregía, esperando que nadie lo notara.
Le daba mucha curiosidad saber que pasaba por la mente del inu; pero por más que observaba su pasible rostro, no podía encontrar una sola pista… Y es que cuando se lo proponía, aquél joven podía ser como un iceberg impenetrable; y no había fuego que pudiera derretirlo, ¿O sí?...
Ese simple pensamiento hizo poner aún más avergonzada a la chica, el tan solo pensar en…

Inuyasha estaba tan aburrido, lo único que podía hacer era mirar y mirar a la pareja, que parecía estar algo distanciada… ¿Qué les pasaba?, ¿No que deberían estar algo más unidos?
Su medio-hermano parecía contemplar el infinito, perdido en sus ideas, pensamientos, o a lo que le estuviera prestando atención. Falsamente mirara fijo hacia adelante, con su estúpido caminar elegante y firme… ¿Quién se cree?
Kagome estaba también ensimismada en sus preocupaciones. De vez en cuando miraba a Sesshoumaru, algo sonrojada, pero enseguida volvía su vista al frente.
Cada tanto se adelantaba o atrasaba, pero reaccionaba y volvía a tener el mismo paso que él.
La última vez que ella observó de reojo a el Inu-Daiyoukai, el rojo de sus mejillas era más intenso… ¿En qué estaría pensando?, no deseaba imaginarlo, pero inconscientemente lo hizo y no le agradó la conclusión a la que llegó.
¡Ahora su mente también lo traicionaba vilmente!

—Inuyasha ¿Cuánto falta? —Pregunta con cansancio la mujer de cabello largo y negro como la noche que se extendía sobre su cuerpo.

—Una media hora más a este ritmo —Responde el aludido inmediatamente. La chica bosteza. —Pero si quiere podemos descansar… —Pero fue interrumpido.

—No —Dijo secamente Sesshoumaru, dándose cuenta de que ya era muy entrada la noche, aún así no pararían, y menos con solo media hora de camino.

Él toma a su mujer en brazos, la cuál no se resiste, al estilo nupcial. Comienza a caminar y el hanyou los sigue.
Pronto la Lady se duerme, y solo ellos dos quedan despiertos; caminando tranquila y silenciosamente a la luz plateada de la luna llena.

A pesar de que estaba destruido, aquel bosque seguía de pie; quemado y todo, los anchos y altos troncos, sin hojas ni ramas, seguían erguidos.
Parecían no querer abandonar aquellas tierras que son suyas desde hace centenares de años, o incluso más.
La suave brisa seguía soplando, se había vuelto más fría, pero ellos seguían caminando al mismo paso.
Es entonces, luego de unos veinte minutos, pasa que Sesshoumaru choca contra una especie de barrera invisible.

—Inuyasha… —Pronuncia fríamente; el solo nombrarlo le daba nauseas.

—Esta barrera fue creada gracias a Kaede-baa-chan. Ella creó un conjuro, que junto a un fragmento purificado de la perla, puede crear este tipo de barreras —Explica.

—No pedí que cuentes nada, solo quiero pasar —Esa era otra orden que el hanyou no pensaba desobedecer.

—Bueno, bueno. Déjame pasar a mí primero, yo puse la barrera y puedo abrirla —Dijo el peli-blanco.

Sesshoumaru no pronunció palabra alguna. Cedió el paso al híbrido, y éste abrió un agujero de dos metros de diámetro en el campo de energía. Ambos pasaron, el Inu-youkai con su lady en brazos primero, y el otro luego para cerrar la abertura.
Ya dentro del campo todo el paisaje era muy diferente al de afuera: La vegetación era verde y abundante; los grillos seguían cantando; el aire olía a jazmines y flores silvestres, igual que el cabello de la miko-Daiyoukai; al caminar, las hojas cecas crujían al ser pisadas… Habían llegado a un paraíso, en medio del infierno.
En eso perciben unos aromas familiares: Rin, Jaken, Ah-Un, unos humanos a los cuales no conocía, Shippo y a kagura.

Se siguieron acercando hacia donde el aroma se hacía más fuerte.
Pronto se oyen profundas y pausadas respiraciones… Unas diez más o menos; pero otra era algo agitada, como si la persona estuviera ansiosa o nerviosa.

Por la intensidad con la que se sentía el aroma de aquel grupo, se podría decir que estaban a unos pocos metros.
Y así era; tras unos matorrales espesos que Inuyasha corrió, se encontraba una gran fogata y muchas personas durmiendo cerca de la misma. Raro porque la noche no estaba fresca, al menos no para él.
Había un par de humanos desconocidos para él, posiblemente aldeanos.
Un poco más lejos de ellos estaba el dragón de dos cabezas junto con Jaken y Rin, que dormían apoyados en un costado. También se encontraba junto a ellos un Kitsune que aparentaba estar muy cansado; olía a sangre animal…
En el extremo contrarios a sus compañeros se encuentra Kagura, despierta y observando el chispeante fuego. O no le prestaba atención, algo extraño viniendo de ella, o no se había dado cuenta de su llegada.

Inuyasha se aproxima al fuego y lo observa meticulosamente; su seria expresión se suaviza y voltea a ver al pequeño zorro.
Shippo comienza a olfatear el aire y se despierta de golpe, mira hacia todos lados y encuentra lo que había percibido hace momentos…

—Kagome… —Susurra mientras mira a la joven en los brazos del Daiyoukai.

—Shippo, en este momento Kagome-sama se encuentra dormida, ya que está muy cansada. Deberías dormir; cuando despiertes podrás hablar con ella… Te aseguro que te ha extrañado mucho —Le aconseja el pequeño que se friega los ojos con sus manitos.

—Pero... Ahhh —Bosteza el niño —. Está bien, pero mañana sin falta estaré con ella —Luego de que pronuncia esas palabras se oye un diminuto y casi imperceptible “jmp” por parte del demonio.

—Bien, duérmete —El joven youkai ni escuchó, ya que se quedó dormido en el acto. Debía de haber sido un día muy dure el de ayer…

El Inu mayor, aún con su reina en brazos, caminó hasta un árbol de tronco amplio y raíces que sobresalían; se sentó contra el mismo y se acomodó para descansar un rato, aunque sea mientras ella durmiera. Ya tendría tiempo para planificar todo.

—Buenas noches Kagura —Saluda cortésmente el híbrido. Era algo sin sentido: ¿No que esa extensión era un enemigo? ¿Para qué darle buenos tratos? ¿O es que el hanyou tenía algo que ver con ella?... Viniendo de ese todo era posible.

La aludida lo observa y asiente con la cabeza, parece no tener ganas de contestar. Siquiera miró al recién llegado… ¡¿Esa era Kagura?! Cualquiera pensaría que no.

—Sesshoumaru no me quiso decir que hará mañana, pero supongo que no se quedará con nosotros… —Dijo más para si mismo que para el youkai del viento.

Los rubíes ojos de la demonio expresaron tristeza; ¿Por qué no decía nada? ¿Acaso no pensaba interponerse entre ellos?... ¿Entre quienes? Supuestamente Sesshoumaru estaba solo ¿No?

Nadie dijo más nada. Inuyasha se subió a un árbol para acomodarse y pasar allí la noche; Kagura se recostó sobre el verde pasto, al igual que los que yacían durmiendo, y cerró sus ojos para descansar.
Sesshoumaru no se movió, ni aflojó el agarre que tenía sobre Kagome, en ningún momento… ¿Estaría dormido o despierto? ¿Alerta o tranquilo? Quién sabe.
Por otra parte, Kagome estaba algo inquieta; a cada rato se rascaba las manos, las cuales le picaban más y más…
Los acompañantes del youkai de muy alto nivel seguían en un profundo sueño, al igual que el zorrito, también para ellos había sido un duro día.
Y ni hablar de los humanos que dormían plácidamente como si nada…




La picazón aumentaba cada vez más, y ella se rascaba tan fuerte, hasta el punto de que se lastimaba las manos.
En eso Sesshoumaru, que se había quedado dormido, huele la sangre y se sobresalta. El susto pasa cuando encuentra a Kagome en sus brazos y dormida; ¿Pero de dónde provenía el olor de su sangre? ¿Acaso era de esa herida?, no podía ser, ya que se había cerrado hace horas…
Y entonces descubre que se rasca las manos muy fuerte, y que con las uñas largas se lastima.

—Kagome… —La llama mientras la mueve suavemente. Ella no hace caso y se acurruca en su pecho —. Despierta —Le ordena, a lo que ella abre sus ojos y mira directamente al rostro de su amado.

— ¿Qué ocurre? Aún es de noche —Se queja con voz somnolienta.

Eran aproximadamente las cinco de la madrugada, a esa hora y en otoño, el sol no salía. Por lo tanto el cielo seguía oscuro y cubierto de pequeñas y encantadoras lucecitas blancas; también estaba la gran y platinada luna, que bañaba todo con su luz blanca.
Los grillos no habían parado su canto; la brisa se había detenido hace rato. Todos seguían descansando, o al menos eso parecía.

— ¿Qué te ocurre en las manos? —Pregunta yendo directamente al grano; no es de esa clase de personas que prefiere darle vueltas al asunto, sea cual sea.

— ¿Por qué preguntas? —Parecía no haberse percatado de que estaban lastimadas y sangraban un poco.

—Por que te has lastimado mientras te las rascabas dormida —Contesta en un tono bajo y rápidamente. No era bueno despertar a nadie.

—Oh es cierto, ahora que lo mencionas puedo oler el aroma a mi sangre… —Dijo mientras olfateaba en el aire —. Pero no sé porqué razón me he lastimado; creo que fue porque soñé que me picaban muchos mosquitos en las manos… ¡Era horrible! —El nivel de su voz también era bajo.

—Huelo a tierra mojada; cerca de aquí debe haber agua. Será mejor que vayamos para enjuagarte las manos y la ropa —Dijo mientras se paraba con ella en brazos, parecía no querer soltarla en ningún momento.

Ella observa su kimono y el de él; entonces nota que están manchados con su sangre. Que torpe había sido, arruinar tan hermoso vestido…

Inuyasha, que se había despertado mientras hablaban, los siguió para asegurarse que él no le hiciera nada malo a la miko-youkai. ¿Eso existía?
Caminó despacio a una distancia prudente; aunque iba en ventaja por dos cosas: la primera era que el poco viento, que soplaba de vez en cuando, estaba en contra; y la segunda era que el aroma de la sangre de aquella mujer estaba tan cerca de la nariz de su hermanastro, que éste no podía olerlo…

La pareja siguió caminado, o mejor dicho, él siguió caminado con su anata-sama encima y con el híbrido a unos cuantos metros de él.
Su instinto le decía al Daiyoukai que alguien los seguía, pero su nariz no percibía nada por culpa del embriagante olor que poseía la sangre de ella. Aún así no creía que nadie dentro de ese campo fuera capas de atacarlo, y si lo fuera, lo destazaría en un dos por tres.
Kagome quiso bajarse, sus piernas estaban muy acalambradas, pero el ser que la cargaba la sujetó aún más fuerte si era posible, y ella entendió que sería como comenzar a discutir igual que ayer y perdería… Era mejor esperar a que él la bajara por la razón que fuera, aunque parecía no querer soltarla más, y eso no le gustaba.
Ella sí se percató que Inuyasha los venía siguiendo desde que salieron del campamento, pero no quiso abrir su boca, —“Podría causar problemas” —Fue la excusa.

En unos minutos llegaron a una pequeño laguna de agua dulce, tal como había predicho el “hombre” a la mujer…
Inuyasha prefirió subirse a un árbol, al parecer era más seguro mirar desde allí; sería más rápido huir si se presentara la necesidad.

Sesshoumaru, luego de varias horas, casi un día, separa a su mujer de él. La apoya en el pasto lleno de hermosas flores rosas, a la orilla de la laguna cristalina, en la cual se reflejaba la luna.
Él se sienta a unos veinte centímetros de ella; la tuvo encima todo el tiempo desde ese día, debía darle un poco de espacio.

—Gracias Sesshoumaru-dono —Dijo ella mientras se quita la parte superior del kimono negro.

—No tienes que agradecer —Dijo fríamente mientras se quitaba el ahori y se paraba; se acerca al lago y lo sumerge para frotarlo y quitar la sangre. Aunque esta era dura de sacar, pero no permitiría que una mancha estuviera presente en su vestimenta; él no podía estar sucio…

Ella también se para, con la blanca y fina bata puesta; la parte superior del atuendo, tanto de arriba como de abajo, lo llevaba consigo.
Sumerge ambas y las comienza a fregar entre ellas, y como las manchas no eran muy grandes (la mayoría de la sangre que derramó mancho a Sesshoumaru), salieron rápidamente.

En tanto Inuyasha miraba aburrido esa escena: dos youkais lavando sus ropas ensangrentadas… ¡Y él que se había preocupado!
Así que decidió regresar a dormir, era mejor ahora antes de que se dieran cuenta de su presencia.
Y se aleja saltando de árbol en árbol rápidamente, sin percatarse que amos seres lo habían descubierto…

Continuará.​

Notas de la Autora: Estoy muy feliz, esta es una de las continuaciones más largas que voy a publicar; siempre las hago de ocho, diez o quince páginas de Word, pero termino dividiéndolos para tener más capis. Un ejemplo es el capítulo 1 y 2.

Lamento tanto la tardanza, pero cuando quise publicar hace semanas se me corta internet y no vuelve más…
Hicimos una queja y lo arreglaron, pero un día después se cortó, ¡¡¡Y el teléfono también!!! Y encima no había podido usar la PC porque mi mamá la necesitaba con internet; y cuando me toca a mí… Se corta el %&%$& Speedy.
Estuvimos mucho tiempo sin internet, hasta que pudimos cambiarnos a otra empresa… Pero el módem tardó en llegar (venía por correo), y yo ansiosa esperando poder publicar las continuaciones y leer las que, seguramente, han publicado.
Juro que si no fuera porque no tengo como, pondría una bomba molotov en la central de Telefónica y los mandaría al carajo. (disculpen mi vocabulario, pero estoy muy furiosa)

Cambiando el tema: decidí publicar un capítulo más largo de lo normal en recompensa por la gran demora; porque más allá de que no fue mi culpa el no poder actualizar, sé como se siente tener que esperar tanto (ya hace más de un año que espero la continuación de un FF de Blood+)
Creo que esto es todo…

Lube-san: Como siempre lo hago, voy a tomar en cuenta tus consejo, y antes de publicar me fijaré dos veces que todo esté en orden. La cuestión del término “hermanastro” ya la aclaré al principio; y si no les gusta se van al $%&^* (mentira, todo bien)…

Hasta la próxima… Atte.

Tsuyuka, el 5to Dios.