Amistad en los albores de egipto

Amistad en los albores de Egipto

Hola a todos, soy nueva en Cemzoo jejeje y tal vez hasta en los fics xD

bien en este fic descartare la historia en nuestra época, y me basaré en la historia de Atem en el pasado, agregaré a algunos personajes sacados de mi mente loca ^.~

Dos de ellos son: Kail y Mamá Manda

xD

bien ahora el Fic



Capitulo 1: surge una nueva amistad

Egipto, 3000 años antes de cristo.
En los cálidos jardines del palacio se encontraban tres chicos jugando alegremente con una pelota

Atem: ¡ATRAPALA MANA! –gritó con euforia el moreno príncipe-

Mana: ¡Si su alteza allá voy! –la pequeña niña corría tras la pelota a la mayor velocidad que le permitían sus piernas-

Mahad: ¡Mana no vallas tan rápido, te puedes tropezar! –exclamó con preocupación el muchacho que aparentemente era el mayor de los tres-

Mana: No te preocupes hermano, ¡estaré bien! -como si la boca de Mahad fuese la de un profeta, Mana tropezó con una piedra y calló con fuerza en los adoquines de piedra caliza- ¡AHHH Mi rodilla! –gritó la pequeña, quién llamó la atención de un chico de tez blanca y de cabellos rubios que estaba recogiendo agua en un cántaro-

¿?: ¿Estas bien? –el rubio se acercó a la pequeña y se inclinó para examinarla-

Mana: -conteniendo las lagrimas- s…si, pero me duele mucho –cubre su lacerada rodilla con sus manos-

¿?: si me dejarás ver podría ayudarte…

Mana: -sus mejillas adoptan un ligero color carmín y retira sus manos de su rodilla-

¿?: sólo te has hecho una pequeña herida, cerrará pronto –le dedica una cálida sonrisa, que provoca que el rubor de Mana aumente-

Mana: G…gracias… ¿pero tu como te llamas? –pregunto con mucha curiosidad y tratando de burlar la mirada del apuesto chico rubio-

¿?: Me llamo Kail, soy el nieto de “Mamá manda”-con la misma gran sonrisa de antes-

Mana: ¿!tu eres el nieto de Mamá manda!? ¡Que suertudo eres! –exclamó con mucha euforia mientras sus dos compañeros de juego llegaban corriendo a donde ella se encontraba-

Mahad: ¿HERMANITA ESTAS BIEN? –se hincó con gran velocidad junto a su hermana menor-

Mana: ¡si hermano, gracias a Kali! –dijo con gran alegría la pequeña mientras señalaba a su rescatador-

Kail: es Kail, pequeña –respondió con serenidad-

Mahad: te lo agradezco –dijo aliviado el joven de cabellera castaña- tu rostro me es familiar, ¿eres hijo de algún noble? –pregunto de manera amable-



Kail: realmente no jejeje –poso su mano derecha detrás de su nuca- en realidad soy el nieto de la nodriza del príncipe –esboza una sonrisa nerviosa-

Atem:-al oír eso exclama con rapidez- ¿eres el nieto de mamá manda?

Kail: -hace una reverencia ante el joven príncipe- si su alteza, perdone mi falta de respeto por no haberlo saludado antes

Atem: No te preocupes –dijo con un tono amable- pero me sorprendió mucho que fueras el nieto de mi Nana.-una sonrisa amistosa se dibuja en su rostro-

Mana: ¿Kail quieres ser nuestro amigo?-preguntó con mucho interés y esperanza-

Kail:-su semblante se ilumina reflejando una gran alegría y sin pensárselo dos veces asiente con la cabeza- ¡si! ¡si!

Atem: ¡que bien! ¿Por qué no vienes a jugar con nosotros? –los tres chicos se quedaron viendo al joven rubio, esperanzados a que aceptara su oferta-

Kail: ¡claro! –se levanta junto a los demás chicos y se dispone a jugar con ellos, pero la voz de una anciana lo detiene-

¿?: ¡KAIL! ven acá inmediatamente hijo –una mujer alta y extremadamente delgada observa la escena cruzada de brazos-

Kail: oh oh es mi abuela, me tengo que ir muchachos, espero verlos mañana –se aleja de ellos despidiéndose con su mano-

Mana: ¡¡¡¡ADIOS KAIL!!!! -le dice adios con mucha energía mientras agita su mano en el aire-

Atem: Adios Kail –le sonrie al chico rubio mientras se aleja-

Mahad: Adios, ¡gracias por ayudar a mi hermanita!

-el chico de la melena rubia llega hasta donde está su abuela-

Kail: ¿Qué sucede abuelita? –la mira con un rostro lleno de inocencia-

Mamá manda: nada, simplemente que ya es hora de cenar, recuerda que nosotros tenemos que madrugar –le tiende la mano para que Kail se agarre a ella-

Kail:-toma de la mano a la anciana y emprende el camino hasta sus aposentos, y se siente enfrente de una mesita de piedra adornada con un florero, mientras Mamá Manda comienza a servir los alimentos- ehm Abuelita...

Mamá Manda: que sucede hijo mío –responde con serenidad mientras pone el pan y unas frutas en la pequeña mesa donde cenan todas las tardes-


Kail: ¿esta permitido que un plebeyo sea amigo del principe y de los hijos de los nobles? –preguntó algo preocupado-

Mamá Manda: no creo que halla ningún problema, aparte el Faraón establece amistad con la gente de su pueblo –explicaba con tranquilidad mientras cortaba la hogaza de pan-

Kail: ahh…ehm Abuela…

Mamá Manda: ¿si?

Kail: ¿Por qué te dicen Mamá Manda?-pregunta con curiosidad mientras toma su porción de pan-

Mamá Manda: por que el Faraón me decía Mamá cuando era pequeño, y como siempre seguía mis órdenes se me ha quedado el sobrenombre de Mamá manda –responde con una gran sonrisa en su caucásica cara-

Kail: -ríe ante la explicación de su abuela-

Mamá Manda: basta ya de risas pequeño tenemos que cenar para ir a descansar –toma el pan y se lo acerca al pequeño rubio para incitarlo a que coma-

Kail: esta bien abuelita

--------------------------------------------------------------------------------

bien bien ahora diganme ¿que les parecio?


jajaja por cierto el verdadero nombre de la Abuela de Kail no es Mamá Manda

lo revelare mas adelante ;)

 

Re: Amistad en los albores de Egipto

Bien antes que nada gracias a todas y todos (pero mayoritariamente todas xD) por apollarme y darme la bienvenida al foro Cemzoo se los agradezco muhisimo, por cierto este cai es casi casi de puro relleno para comenzar una relación entre dos perosnajes ^.~ (conti mañana si dios me da licencia)








Los cálidos rayos del astro rey descienden vehemente desde la majestuosa cúpula celestial, en el casco terráqueo cuando acarician la pacifica corriente del Nilo, sus aguas brillan cual apasionado diamante que crea un espectáculo señorial ante los ojos de los moradores de la tierra negra, por su parte las plantas bailan ufanamente ante el silencioso silbido del viento.

En los jardines del palacio de la dinastía, una decana vestida con finas telas de lino se encuentra acarreando agua en onerosas ánforas de fina terracota vidriada, una vez llenos estos excesivamente adornados contenedores, la anciana emprende el camino hacia los aposentos del príncipe, ya dentro del palacio su camino se cruzó con el de Shimon, el gran visir y consejero del faraón quién inmediatamente se ofreció para asistirla.

Shimon: -cargando una de las pesadas ánforas- Marugoruzata a ¿donde llevamos estas vasijas? –preguntó el anciano de ojos violetas-

Marugoruzata: -arrastrando con sacrificio el pesado contenedor de agua- a los aposentos del príncipe, si no es mucha molestia maestro Shimon –respondió con voz entrecortada debido al esfuerzo-

Shimon: -le dedica una sonrisa muy energizante- ¡no es ninguna molestia Marugruzata!, lo que estoy realizando es por auxiliar a una dama en aprietos –contestó eufóricamente el envejecido visir-

Marugoruzata: -sus mejillas se tiñen con el color del rubí al escuchar los comentarios del visir- Gracias su excelencia –contestó mientras cubría aún más su rostro con el velo que adorna su faz-

Los dos ancianos siguieron su camino hasta llegar a un pasillo atiborrado de ornamentas de oro y obsidiana, cortinas de telas finas y uno que otro pavo real, se dirigieron hasta el final de ese corredor para entrar a la lujosa habitación del príncipe Atem

Marugoruzata: -deja el ánfora en el piso y posa sus manos sobre su dolorido lomo- Atem, hijo despierta –ordenó con delicadeza la nodriza mientras se acercaba al lecho del príncipe en reposo-

Atem: -abre lentamente sus lindos ojos de color lila- ¿ma...Mamá Manda? -preguntó aún adormilado el joven heredero-

Marugoruzata: -acaricia la frente del joven- si pequeño, soy yo ya despierta, es hora de levantarse –dijo con voz maternal mientras acariciaba con serenidad la cabeza del pequeño-

Shimon: -se acerca a la conmovedora escena- Marugoruzata, no es correcto que mimes al príncipe, va en contra de los principios que se le han enseñado –agregó con tono inquisitivo el anciano-

Marugoruzata: -le lanza una mirada de desaprobación- ¡por el amor de Freya! El simple hecho de que trate al príncipe con cariño no significa que Egipto valla a caer en desgracia –respondió secamente la decana-

Shimon: ¡Marugoruzata! No es correcto que pronuncies el nombre de uno de tus dioses paganos* en presencia de uno de los hijos de Osiris –refiriéndose al joven príncipe-

Marugoruzata: -libera un gemido de fastidio y hace una reverencia ante el visir- lo siento excelencia –cambia de dirección hacia la ubicación del príncipe y hace otra reverencia- alteza su padre lo espera para desayunar, con su permiso me retiro –la anciana da media vuelta y sale de la habitación dando fuertes zancadas-

Atem: -viendo como se retira la nodriza- Shimon…¿quién es “Freya”? –preguntó con curiosidad el mozo-

Shimon: -medita la respuesta unos segundos y decide responder dando un gran rodeo- mire su alteza, usted sabe que Marugoruzata es diferente a nosotros –sermoneó el visir-

Atem: ¿Como que diferente? –interrumpió el joven-

Shimon: si, ella no es egipcia como usted o como yo –inhala profundamente y libera un suspiro- la dama Marugoruzata y su nieto Kail son provenientes de un extraño pueblo barbárico ubicado muy al norte de Grecia, desconozco el nombre de aquella tribu…y no he tenido el valor de preguntarle a ella cual es el nombre de su raza –respondió el anciano- pero basta ya de clases de cultura general mi señor, llegara tarde al desayuno y no quiero que su padre se moleste con nosotros ni con Maru

Atem: ¿Maru? ¿Te refieres a Mamá Manda? –preguntó algo confundido el príncipe al visir-

Shimon: -se le produce un rubor muy fuerte- ¡¿Qué?! ¡No, Claro que no!...bueno si…¡Basta! es hora de desayunar su alteza –responda bastante apenado y alterado-

Atem: -libera una tierna risa- esta bien Shimon como tu digas –sale corriendo de su habitación para dirigirse al comedor-

Shimon: -se da una fuerte palmada en la frente- yo y mi gran bocota…he metido la pata –se reprochó el gran visir-




Fin del segundo capitulo

------------------------------------------------------------------------------------------------* Paganos: no sabía que termino darles jejeje lo primero que se me ocurrio fue paganos, pero este termino era usado por los cristianos, no por los egipcios xD

bien Escarcha cambio y fuera

Re: Amistad en los albores de Egipto

Por cierto (que torpe soy) Marugoruzata es una alteración escandinava del nombre Polaco Małgorzata

 

Re: Amistad en los albores de Egipto

Gente aqui les traigo el otro capi, perdonen la tardanza no he tenido mucha inspiracion por mi enfermedad ok me retiro kisses bye

Por cierto Mada_DMG gracias por tus sugerencias me han servido bastante



El medio día en Egipto reflejaba que era la hora de tomar un descanso y el almuerzo, la rutina era siempre la misma, Nobles en el gran comedor del palacio y plebeyos en sus aposentos o en la cocina…

-¿Abuelita?- me insistió Kail para que le prestara atención

-¿Qué sucede hijo?-pregunté mientras mezclaba los alimentos del Faraón y su familia

-¿por qué el maestro Simón dijo que eres diferente? –me preguntó ignorando sus alimentos

No quería responder, pues es mejor que el ignore nuestro pasado -Termínate eso o se enfriara- dije tratando de evadir su inquietante pregunta

- en un momento- dijo ignorando mi orden –No me has respondido la pregunta abuela- sus palabras fueron claras, no se daría por vencido hasta que yo saciara su curiosidad

-Esta bien, solo si después te comes la avena- respondí al quedarme sin opciones

- Simón dijo que somos diferentes por que no soy de Egipto ¿Feliz?- dije con la esperanza de que se quedara callado y no me interrogara más

-¿No eres de Egipto?- Preguntó con más curiosidad que antes –Entonces ¿de donde eres abuela? – volvió a preguntar volteándome la jugada

-No me queda de otra te tendré que contar la bendita historia- para mi buena suerte en ese mismo momento el príncipe Atem y los otros dos entraron para buscar a Kail

-¡hola kail! ¿Qué estas haciendo?- le preguntó el príncipe tal vez para después llevárselo a jugar con ellos…y eso espero que hagan

-Hola su alteza, hola chicos- saludó a los tres muchachos alegremente –No estoy haciendo nada, pero mi abuela me va a contar la historia de su vida ¿por qué no se sientan a escuchar conmigo? –los invitó a quedarse con el, ¡Qué oportuno eres Kail! Pensé

-¡Claro que nos quedamos!- respondieron los tres al unísono, yo esperaba que Mahad les dijera que no me molestaran pero ¡oh decepción! También se quedó a escuchar

-¿No gustan algo más? ¿Un masaje, un almohadón…?- les reproché con un tono sarcástico que provocó las risas de los cuatro infantes

-Mamá Manda eres tan graciosa- me dijo la pequeña Mana

-Disculpe señora ¿podría comenzar con su historia?- interrumpió a mana el joven Mahad con la cortesía que siempre lo ha caracterizado


Ahm no tengo otra opción. Pensé mientras me preparaba para relatarles la historia de mi vida

-Todo comenzó hace cuarenta y ocho inviernos, Olav el abuelo de Kail decidió llevarme con el en una de sus expediciones. Salimos de nuestra natal Midgard- No logre continuar cuando el maestro Aknadin me interrumpió

- Perdone Nodriza, pero el joven Mahado y su hermana menor tienen que estudiar al igual que el príncipe y su nieto debe continuar su entrenamiento- dijo con su clásica mirada indiferente, pero nunca en mi vida me había sentido tan alegre de ver ese rostro


-Por supuesto Aknadin lléveselos, no es ninguna molestia- dije completamente aliviada y dando empujoncitos en las espaldas de los chicos para que se fueran con el vejete ese

-Pero abuela no terminaste tu historia- me reprochó Kail

-¡Cero Bolita Nada! Ve a entrenar, otro día les contaré- sabía que no debía decir eso, pues todos los días me estarían insistiendo pero así me podría preparar para contar tan enredosa travesía


-Esta bien abuela, ¡vamos chicos!- los cuatro jóvenes salieron junto al maestro Aknadin, en ese momento me derrumbe en una silla

-¿Por qué me pasa esto a mi?- accidentalmente introducí mi mano en un plato de avena tivia…

 

Re: Amistad en los albores de Egipto

Chicas aquí estoy cumpliendo con mi fic espero me perdonen pero no he estado muy inspirada estos días y por eso no escribo mucho...

Por cierto a partir de este capitulo la historia tomará un giro de 360 grados en la personalidad de la Abuela de Kail quién esta apunto de revelar un secreto tan oscuro que afectara la vida de todos los que la rodean

ahora las dejo chaito[/COLOR]




Nuevamente termina mi tranquilidad, el entrenamiento de Kail finalizó hace ya una hora, no llegó a mi lado por lo visto esta esperando a sus amigos y seguramente los está esperando para que yo cumpla mi promesa –su rostro toma un semblante de preocupación-

-¿Se puede?- preguntó el maestro Simon-

-Si claro, adelante- respondí unos segundos tarde pues estaba hundida en una tormenta de pensamientos y un sentimiento de melancolía invadía completamente mi desgastado cuerpo

Lentamente se acerco a mi y puso sus calidas manos sobre mis hombros –Dime ¿por qué esa cara tan triste? Te ha ocurrido algo malo- me interrogaba tratando de consolarme al mismo tiempo, esa acción me gustaba pero al mismo tiempo me hacia sentir incomoda y debido a eso lo obligue a quitarme sus manos de encima

-Estoy bien, no seas tan cariñoso- secamente le respondí, aunque inmediatamente me arrepentí al ver la triste expresión que se dibujó en su rostro –Eh…perdona no quería hacerte sentir mal…- dije para tratar de solucionar mi error

-No, esta bien no debí molestarte en este momento- contestó serenamente, al parecer entendía lo que yo estaba sintiendo en ese momento

-Como sea, estoy preocupada- dije mientras tomaba un cántaro e inmediatamente lo abrasé como si fuera la reliquia más importante de todo Egipto

-¿Qué es eso?- automáticamente preguntó al ver el excesivamente ornamentado contenedor

-Es la razón de mi existencia, aquí se guarda el objeto más preciado de mi vida- dije mientras mi mirada se perdía en la inmensidad del cielo que se reflejaba por la ventana más próxima

-¿Ah si?- mientras miraba intrigado aquel contenedor de tal importancia para mi, inconscientemente extendió su mano para tomar la vasija

-¡NO TE ATREVAS!- Bramé con fiereza y aprisioné su muñeca con mi esquelética mano, haciendo presión en ella…solamente sentí como mis uñas se clavaban en su carne –Nadie, ¿me oíste? ¡Nadie puede tocar este cántaro!...o se las verá conmigo- solté bruscamente su lacerada extremidad y me levanté dirigiéndome directo a una especie de cofre donde coloqué aquella vasija con mucha delicadeza para después cerrar a piedra y lodo el otro contenedor

-Perdona, cuando alguien trata de tomar mis pertenencias sin mi autorización me descontrolo- dije cambiando mi semblante y mi tono de voz del de una fiera sanguinaria al de la tierna anciana que siempre he usado
-Claro…no te preocupes- dijo al presionar su ensangrentada muñeca, al parecer estaba en una especie de shock-

-Sanarás pronto, recuerda que lo hice por el bien de mis pertenencias, ahora acompáñeme a cenar- lo tomé de la mano y lo motivé para que me siguiera

-Claro ¿Por qué no?- esbozó una gran sonrisa demostrando qué había olvidad el daño que acababa de causarle, intencionalmente…

Salimos de la habitación y dejamos mis aposentos con ese intrigante cofre, que emitía un sonido…como si fuesen los latidos de un corazón…


Fin de la cuarta parte