¿Quien es mi guardian?

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por windmiko, 27 Diciembre 2008.

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¿Que les parece el FanFic?

  1. Es muy bueno continuenlo

    88 voto(s)
    91.7%
  2. Esta mas o menos

    6 voto(s)
    6.3%
  3. Esta muy feo

    2 voto(s)
    2.1%
  1.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    Kyyyyaaaa!!!!

    ¿¿¡¡porque puedes actualizar cuando yo no puedo entrar al foro por mucho tiempo!!?? (¿¿no sera adrede??) Bueno, ya sabes chibi... mas tarde que temprano pero siempre aqui... o alla... o en un cementerio... o en una convencion este fin de semana, en fin. Yo siempre contigo...

    Esta vez te quedo genial (y tambien las otras veces, pero no soy buena para hacer posts) Sango se quedo muy celosa de Koharu... kya!... van a terminar bien juntos esos dos. Kaede tambien me divirtio con el comentario, aunque no creo que el pobrecito de Kouga se lo mereciera, el que la cuida y ella que se burla... vaya anciana mal agradeciada... pero bueno, que siga la fiesta (cual??? otra vez tus delirios???) Dejame en paz, estoy feliz porque voy a la conve. Nos vemos, mañana la conti de mi fic y luego... ¡¡¡a la convencion!! Sayonara!!
     
  2.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    ¿Quien es mi guardian?
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    Muchas Gracias A Los Usuarios:
    Devil kiss, kinary, SuMi-cHan, Izayoi sama.

    Capitulo Anterior:

    El sabía perfectamente que si Sango estuviera en el lugar de esa niña mimada actuaría mas madura y no a ponerse a llorar enfrente de todos para llamar la atención de todos: especialmente la de Miroku.
    Koharu deseaba que el se regresara a sus brazos; y que le pidiera disculpas, pero al momento de alzar la mirada se percató que ya se había ido.
    Pero por supuesto, una niña como ella no se daría por vencida.

    “Fiesta De Bienvenida”


    - ¿Cuidar a Kaede dices? – Pensó un poco la joven de cabellos naranjados. – No tengo ahora ningún compromiso… Seguramente mi abuelo lo entenderá.

    - Te lo agradezco Ayame.

    Ese pequeño favor se lo había pedido ya que tenia mucho tiempo “según el” sin ver a Kagome, ya extrañaba ese aroma que tanto le gustaba. Si fuera por el, aunque sea tan solo una vez, le gustaría abrazarla, estrecharla contra su cuerpo para que el aroma de ella se le plasmara.
    Un deseo inalcanzable.
    Kaede solo observaba a esos jóvenes, como si quisiera encontrar en sus miradas algo de amor o atracción, pero no podía ya que ellos ni siquiera se miraban al rostro. Como si su misma mirada quemara.

    - Kaede ya me voy, si necesitan algo solo llámenme. – Anunció Koga serio.

    Se retiró por completo de la habitación blanca.
    Dejó a Kaede y a Ayame solas, no tenía ningún inconveniente, pero a la chica le hubiera gustado que no se hubiera ido de ese lugar, aunque fuera muy sofocante la habitación. Kaede dejó el ramo de flores en un mueble pequeño que estaba a un lado de la camilla, sin levantarse. La joven no quería que la anciana se diera cuenta de su nostalgia; a si que decidió cambiar el tema o tal vez una duda que tenia ella.
    Después de todo los ancianos son alguien en que confiar. Más cuando hablas de una sacerdotisa que ha vivido muchos años con experiencia.
    Cuando estaba a punto de pronunciar una palabra Kaede habló primero; como si le hubiera leído la mente, ¿acaso las sacerdotisas podían hacer eso?

    - ¿Quieres ir a su lado verdad? – Preguntó ya sabia con exactitud la respuesta, pero deseaba escucharlo de Ayame.

    - Nunca te has preguntado… - Buscaba las palabras, mejor dicho la pregunta ya que la había interrumpido sin razón, tal vez no quería contestarle ¿o si? – Bueno… ¿Por qué no hay una habitación que tenga el numero cuatro en un hospital?

    Era una pregunta realmente tonta, pero cierta, como sacerdotisa, Kaede tenia que saber todo tipo de espíritus, youkai, tenyyo, hanyou y todo lo que se relacionaba con ese tema tan extensos inclusive la magia y las maldiciones.
    Kaede sonrío al ver un poco de sonrojo en la cara de ella; ya sabia el por que, no era necesario explicarlo. Suspiró un poco para poder explicarle la respuesta, después de todo no es tan difícil saberlo.

    - Según en lo que mis maestros me enseñaron es solo por una razón sencilla – Hizo una pausa. – El numero cuatro guía al mundo de los muertos; encontrarse con alguien en una cruciada cuatro veces es algo muy desafortunado, ¿Has escuchado a algún doctor decir el numero cuatro en un hospital japonés?

    - Ahora que lo menciona… No.

    - Los sitios donde se cruzan cuatro calles te hace pensar en el cuarto mundo conocido como el infierno, a veces esas calles es un pasaje a ese lugar – Finalizó la anciana.

    Ayame quedó sorprendida por su comentario, a pesar de solo ser una pregunta tonta la respuesta le pareció interesante. Claro que Kaede no preguntó de nuevo por que se había puesto sonrojada ya sabia la respuesta ¿Para que empeorar la situación?
    Lo mejor era que las circunstancias caminaran por si solas, y no a forzarlas ya que si eso pasaba el destino quedaría marcado por el resto de tu vida; y terminarías arrepintiéndote fatalmente. También si el tiempo fluye normal, sus sentimientos crecerían conforme a su mente.
    Esto le recordó inevitablemente a Inuyasha, Kaede ya esta segura de sus sentimientos; lastima que el pobre no es honesto con el mismo.

    - Si fuera un poco mas comprensible como Koga… - Pensó Kaede.


    ***


    Sango fue directo a su casa, esta es de color blanco con un toque de azul rey.
    Abrió la puerta apresuradamente. Iba a subir las escaleras pero se detuvo, no sabia por que exactamente pero esa casa a la que llamaba su hogar le causaba mucha nostalgia, tal vez era por que ninguno de sus padres esta presente.
    Su madre había muerto en un accidente cuando ella apenas tenía cinco años; apenas recuerda el rostro de su madre. En cambio, su padre esta en un viaje de negocios en la cuidad de Hong Kong, pocas veces venia a visitarlos.
    Ellos lo sentían como un padre de negocios, no de familia.
    Sacudió su cabeza, no quería encontrarse con esos malos pensamientos; subió las escaleras con intenciones de encontrar a su hermano Kohaku de once años. Y lo encontró en su cuarto jugando Nintendo; se miraba muy concentrado.
    Al principio no quería mencionar nada, solo observaba a su hermano jugar, seguramente Kohaku no se había percatado de su presencia.

    - Oye Kohaku, perdóname por llegar tarde, no llegué temprano por que me entere de que a Kaede le había dado un paro cardiaco. – Se disculpó ella.

    - No te preocupes hermana. Todo estuvo muy calmado por aquí – Kohaku pausó el juego para ponerle toda la atención a su hermana. Visiblemente era alguien educado.

    - Bien, si es así vámonos.

    - ¿Pero a donde?

    - Al templo Aramitama. – Finalizó Sango.

    A Kohaku no le agradó mucho la idea, a si que siguió jugando, de todas maneras ya llevaba un nivel muy avanzado. Sango tomó la bolsa que había dejado en un pequeño mueble.
    Ya estaba a punto de salir del cuarto y apagar el foco (ya que el cielo estaba medio oscurecido) pero apenas se dio cuenta que su querido hermano no le había hecho caso, por instintos de mujer se colocó en medio del televisor y apagó el videojuego, Kohaku, como un niño deseaba hacer un gran berrinche pero no se lo permitía el mismo, mas si cuando iba a causarle molestias a su hermana.
    Hermana mayor igual a mama.


    ***


    Lin caminaba con una sonrisa sola en las calles de la cuidad de Tokio, no podía fallarle al señor Jacken ya que le había prometido regresar antes de que el señor Sesshomaru se diera cuenta de su ausencia; no sabia por que pero le daba la impresión de que se molestaría con ella, bueno, mas con su fiel sirviente Jacken. Que para ella era un sapo. No era mucho lo que le había prometido mucho pero de todos modos un promesa es una promesa.

    * Flash Back*

    - Pienso comprarle un reloj al señor Sesshomaru, pero para eso necesito de su dinero señor Jacken. – Le suplique.

    - ¡¿Qué?! ¡No seas ridícula Lin, por que no se lo pides al amo Sesshomaru! – Se había molestado por mi actitud, pero no me molestaba, me parecía muy divertido verlo de esa manera.

    - Por que si se lo pido a el ya no seria sorpresa. ¿Me ayudara verdad?

    *Fin Del Flash Back*

    Claro que le prestó dinero, la inocencia de la niña era tan dulce que era imposible decirle no a las buenas intenciones de ella.
    Eso lo sabe a la perfección Jacken.
    Ella llegó a una relojería para ir a comprar lo que deseaba regalarle. Jacken no quiso acompañarla debido a que tiene que estar en la cocina preparando la cena.

    - Disculpe, ¿Me puede comprar el reloj mas caro que tenga? – Habló Lin con la sonrisa que la caracterizaba.

    - No es muy común que una niña diga eso.

    - No se preocupe, no es para mi.

    El vendedor no tuvo otra opción que entregarle un lujoso y carísimo reloj; seguramente Jacken quedaría en bancarrota por eso.
    Se retiró de la tienda, pero lo mas curioso es que sentía que la observaban ya que sentía unas miradas, como si la estuvieran realmente vigilando ella apresuró el paso debido a que la casa donde vivía el señor Sesshomaru queda un poco lejos.
    Tiene que darse prisa.


    ***


    En la montaña Fuji, una montaña con muchos años de antigüedad; respetada por los humanos y youkais.
    Ahí se encontraba Naraku y sus sirvientes, un fuerte viento soplaba tanto que Hakudoshi, el niño albino, casi se caía, tuvo que enterrar su gran cuchilla filosa al suelo para no caerse. Estaba enojado, no con Naraku quien los obligó a ir a ese terrible y santo lugar, si no con el mismo por dejarse mandar, como si realmente no le molestara.
    Kagura siente lo mismo.

    - ¿Qué habrá en este lugar? – Se preguntó ella con el seño fruncido, nunca le gusta ir forzada a un lugar, más cuando son vientos rebeldes que no podía controlar.

    - Oye Naraku, ¿Mataremos a alguien de nuevo? – Preguntó Hakudoshi ya que Naraku no salía del bosque por tonterías, su teoría era la más segura.

    El señor de cabellos ondulados y de mirada fría pero caballerosa se detuvo al momento de escuchar las palabras de aquel niño. Simplemente sus intenciones no era matar a mas gente, ya tenia demasiada sangre para revivir a Kikyo, la sacerdotisa que una vez fue la discípula de Midoriko, con intenciones de ser una de las mejores sacerdotisas, pero cuando se le presentó la ultima prueba murió gracias a Naraku.

    - Ustedes quédense aquí. – Ordenó con un tono frío y aterrador.

    No se habían percatado que había una cabaña de madera ¿A quien se le ocurría vivir en ese lugar? Seguramente era un loco o tal vez una de esas personas que no le agrada convivir con la sociedad.
    Naraku tocó la puerta varias veces con intenciones que le abrieran. Era un ser malvado pero por lo menos era caballeroso con sus victimas hasta llegar a la hora de su muerte. La puerta se abrió encontrándose con un anciano de cabello canoso y largo, sus cejas pobladas tapaban sus ojos. El anciano se le quedó observando como si quisiera adivinar por que la visita.

    - Hmph, Naraku que gusto verte. – No hubo miedo en la mirada del anciano.

    - ¿Qué dices? ¿Sabias que vendría? – Preguntó sin el más mínimo de interés.

    El anciano invitó a pasar a Naraku, los demás se quedaron a fuera ni siquiera los tomaron en cuenta pero ya estaban acostumbrados.
    Pero debes en cuando les molestaba su actitud.
    Ya adentro ambos se sentaron en unos viejos y gastados sillones de color rojo, si no fuera por el polvo y por que estaban mal cuidados, estuvieran elegantes.

    - Y… ¿A que se debe tu visita Naraku? – Preguntaba el anciano mientras acomodaba uno de los cojines.

    - Para que gastas palabras si sabes muy bien lo que quiero. – Mencionó desafiantemente. Se colocó de pie y desenfundo su espada para después ponerla en la cara del anciano.

    - Naraku, no me subestimes, ¿Acaso no recuerdas que una vez fui un gran youkai? – Contestó tranquilo haciendo a un lado con sus manos la espada que tenía en frente. Al parecer ese ser despreciable no le asustaba en lo mas mínimo; parecía que se conocían. Su mirada se mostraba serena en ese entonces como si no quisiera pelear.

    - Siempre fuiste uno de mis mejores hombres Taigokumaru – Naraku fundó de nuevo su espada. Tal vez pensaba pelear con el, pero al notar que no tenia la misma intención se tranquilizó.

    Hubo silencio.
    Ninguno de los dos se incomodo por eso, el anciano Taigokumaru fue una vez sirviente del gran Naraku, solo que en realidad su deseo no era servir a un ser que solo pensara en si mismo y que matara a muchos seres inocentes para quedar satisfecho con el mismo. Hace mucho tiempo encontró a una poderosa sacerdotisa llamada Midoriko, había escuchado que gracias a sus grandes poderes espirituales creo una perla capaz de incrementar los poderes de cualquier ser viviente.
    El con sus anhelos le pidió que lo transformara en un humano, un humano que ya no se involucrara en peleas inútiles y sangre perdida. Ella como buena persona se lo concedió; así se liberó de Naraku, así se quitó del camino de la perdición.
    Pero lamentablemente ella murió al crear unos pergaminos que liberarían a la perla de Shikon, ¿Dónde se encontraba eso? Solo Naraku sabía.

    - Si buscas la rama enjoyada – Señaló Taigokumaru hacia la mesa. – Esta en ese lugar.

    Naraku fue hacia la mesa y encontró encima de ella una pequeña caja, la abrió y encontró lo que buscaba.
    Una pequeña rama que en los extremos se miraban unas esferas rosadas. Esa rama se usaba ya desde hace mucho para controlar a los youkai mas malvados; justamente hace años que querían probar eso con Naraku, pero el era mas astuto que cualquier otro ser.
    Nunca pudieron.
    Ahora le tocaba usar esa rama enjoyada, para controlar a alguien necesariamente. Sabía de antemano que esa persona se rehusaría a obedecer sus órdenes.
    El se iba a retirar de ese lugar. Se paró en la pura entrada de la puerta. Volteo a ver al anciano.

    - Sigue con vida, ten en mente que nos volveremos a ver. – El anciano no sabía si era amenaza o invitación pero ¿Qué importaba?


    ***


    Kaede, la anciana que estaba en el hospital, estaba junto con Ayame, sentadas en una de las bancas que se encontraban afuera del hospital; se miraban un poco impacientes.

    - ¿Crees que tarde mucho? – Preguntó la anciana. Su rostro mostraba preocupación.

    - No tarda en llegar señora. – Un auto llamó la atención de la muchacha. El auto se acercaba. - ¡Mire ya llegó el seño Joshiomi!

    El señor youkai, esposo de la señora Sukiomi, se ofreció a llevarlas al templo Aramitama donde la esperarían todos sus conocidos. Y así fue, a penas llegaron Kaede entró al templo, rápidamente se fue a la puerta, ya tenia muchas ganas de entrar a ver a su casa y verla.
    No solo por eso, también extrañaba a los guardianes rivales y su “nieta” Higurashi.
    Cuando entró observó que todo estaba bien adornado, serpentinas por todas partes, incluso hasta papeles de colores regados en el suelo. Después alzó la vista para observar un letrero que decía: “Bienvenida a casa Kaede” Ella estaba muy emocionada, claro desde que entró a la vejez se sentía olvidada como un objeto caducado que pronto se echaría a perder.
    Una equivocada realidad.
    Caminó lentamente hacia el templo para contemplar el esplendoroso lugar.

    - ¡Kaede! – Se escuchó una voz varonil. Koga bajó las escaleras rápidamente; Miró a todos lados y dio un enorme suspiro. – Todavía no habíamos terminado.

    En ese momento Kagome escuchó claramente la pequeña conversación. Bajó rápidamente las escaleras juntó con Shippo. Kagome estaba conmocionada no sabia como reaccionar en una situación así, pero quien fue primero en reaccionar fue Shippo que corrió a sus brazos. A la anciana le dio mucho gusto saber que su nieto la había extrañado.

    - Esa no es manera de recibir a tu abuela.

    El niño que estaba entre sus brazos, sabia que se estaba refiriendo a Kagome la única Higurashi que ahora corre peligro por los monstruos que la buscaban. Kagome fue a sus brazos casi casi tumbando a Shippo, al niño inocente. Después de un breve tiempo Sango y su pequeño hermano Kohaku llegaron al templo Aramitama y saludaron a Kaede.
    Por otro lado, Inuyasha aun seguía en la cocina, se miraba molesto su vista la tenia en la mesa donde estaba un pastel, se miraba realmente exquisito así como estaba (el pastel), El joven de cabellera negra tenia un pañuelo en la cabeza color morado.
    Solo para que no ensuciara su cabello de polvo.

    - Maldición, ese tonto de Koga coloco chocolate en el pastel.


    * Flash Back*


    Me encontraba adornando el pastel con una cuchara, claro como me habían tachado de flojo tenia que hacer algo para demostrarles que no era así. Quien había dicho eso era Kagome. Me quejaba tan a gusto hasta que el enfadoso de Koga llegó a la cocina. Como odiaba a ese pulgoso que me interrumpiera en los momentos de mi vida.

    - ¡Bestia no le pongas vainilla el pastel! – Me regañó como si tuviera el derecho.

    - ¿Por que no? Si yo soy quien lo esta preparando, además no me gusta el chocolate.

    - ¡Eso ya lo se…! Pero a Kaede le encanta el chocolate igual que a mi y a Kagome.

    - ¡Eres un mentiroso sarnoso…! ¿Y tu como sabes eso? – Reproche, de todas maneras por su pequeña pausa sospeche que esas palabras las estaba inventado crucé los brazos molesto, ¿Cuándo no estaba molesto por tonterías de el?

    - Cualquiera lo sabe bestia, a todas las mujeres les gusta el chocolate, hmph se nota que las conozco más que tu bestia repugnante. Deberías ser mas sensible en eso, pero claro, tienes el carácter muy fuerte que ni eso puedes comprender.

    Ganas no me faltaron para responderle, solo que justo en ese momento me llamó Kagome, no se porque lo hizo, si solo era para ayudarle a levantar una caja mediana. Y así lo hice, ella me dio las gracias, pero al recordar que había dejado a mi rival guardián en la cocina fui rápido de nuevo a ese lugar, me lleve la desgracia de que el pastel que yo había hecho estaba arruinado, embarrado de chocolate por todas partes, tanto, que ni siquiera se miraba la vainilla que le había colocado. Me maldije a mi mismo por esto. El primer pastel que yo había hecho solo se había arruinado.
    Cuando trataba de cocinar algo siempre mi madre estaba ahí por si me equivocaba en algún momento, pero tenia que aprender por mi mismo, ya que mi madre ya no estaba aquí conmigo, ¿Tanto la extrañaba?


    *Fin Del Flash Back*


    - No me dejare vencer por un lobo sarnoso – Pensó para después arremangarse sus mangas.

    Tomó una de las cucharas embarradas de vainilla y la comenzó a untar en todo el pastel. Cuando por fin terminó no quiso probarla inmediatamente ya que seguramente estaría demasiado dulce pero lo más importante era que venció a Koga su rival.
    Desde que Koga apareció en la vida de Kagome nunca podía estar a gusto, la primera vez que lo había visto Kagome; fue en la calle herido, ella como buena persona que era fue a auxiliarlo; pero claro, cuando sus heridas ya habían sanado sintió una fuerte atracción hacia Kagome, así que se ofreció a ser su guardián.
    Un gran dolor de cabeza para Inuyasha.

    - ¿Oye que haces? – Preguntó Kagome que apenas entró a la cocina.

    - Nada, ¿Por qué lo preguntas? – Sin darse cuenta ella, Inuyasha guardó todas las cosas en un cajón, claro que menos el pastel. Quedó sobre la mesa.

    - ¡Vamos Kaede quiere verte! – Por impulso lo tomó de la mano y lo llevó a la sala donde todos estaban reunidos.


    ***


    En un lugar, muy retirado de ahí se encontraba una jovencita de cabellera negra y ojos como el color de la noche caminaba apresuradamente.
    Estaba asustada, se notaba en su rostro el miedo que sentía de estar sola, tal vez se había perdido. Volteaba a todos lados con la esperanza de observar la casa del señor Sesshomaru; tenia la sospecha de que la estaban siguiendo desde hace tiempo, ya estaba demasiado oscuro el cielo, sin darse cuanta llegó a un callejón sin salida.
    El miedo se apoderó de ella cuando miró siluetas de personas detrás de ella.

    - Disculpen, ¿Ustedes conocen la casa del señor Sesshomaru? – Su inocencia todavía la justificaba; tal vez pensó que con eso se salvaría.

    - Hmph, seguramente esta niña tiene algo que ver con ese señor. – Musitó uno de los hombres.

    - ¡No digas estupideces! ¡Ese señor es mas frío que nada, ninguna persona a podido socializarse con el, ¿Por qué demonios piensas que lo haría con una simple niña?! – Reprochó la otra persona.

    Sin querer esas palabras le dolieron más Rin, ¿Cómo una niña llegó a encariñarse tanto con un youkai? La pequeña aun no sabia de guerras y las razas de las personas con clasificaciones de clase alta, media y baja.
    Una simple niña que aun no sabía las desgracias del mundo en que vivía.
    Sus piernas temblaban, quería gritar pero el nudo en su garganta no se lo permitía, quería pedir ayuda pero ¿Quién la escucharía? Seria mucho pedir que Sesshomaru llegara del cielo y la salvara. Alzo su mirada pero ni eso, solo observó las estrellas que brillaban al compás de la luna.
    La luna plateada como el señor Sesshomaru.

    - ¡Por favor no me hagan nada! – Suplicó la niña de cabellos negros, como la noche que acompaña a la luna.

    - ¡Cállate!

    El ladrón aprovechó la situación para taparle la boca con un pañuelo, ella no quería respirarlo, seguramente era algo con lo que te hacia dormir y después te llevarían algún lugar desconocido. No aguantó más la respiración y sucedió lo que ella mas temía.

    - Señor Sesshomaru…

    Todo se volvió oscuro para ella, no podía despertarse su cuerpo no respondía.

    - ¿Ahora que hacemos con ella jefe? – Preguntó uno de los secuestradores.

    - Lo de siempre, la secuestramos, pedimos el dinero por el rescate…

    - Pero jefe, ¿a perdido la razón? Piense un poco, Sesshomaru es una persona violenta con la pura mirada; además hay fuertes rumores de que el es un youkai, uno de los mas peligrosos, ¿Qué tal si dejamos a esta niña en paz…?

    - ¡Por supuesto que no! ¡Si se trata de un monstruo o como se llame, lo mandare al infierno junto con esta niña!







    Devil kiss: A ti se te pasa amiga y yo le temo todavía a que le coloque de más XD; si también admito que Miroku es una buenísima persona pero también se aprovecha de la pobre Sango XD Esa Koharu de coqueta O_O;

    Kinary: Me alegra que te haya gustado amiga esa frase se me ocurrió así de repente jeje.

    SuMi-cHan: Amiga no soy buena para los romances pero tratare de pensar mas en esas cosas XD, (todo seria más fácil si me imagino yo con el XD) últimamente estaba pensando más en la pareja de Sesshomaru y Lin, pero ya que insistes también are de InuXKag.

    Izayoi sama: Recuerda las palabras de Yuko amiga sempai: “No existen las coincidencias si no lo inevitable” Tal vez por eso pasa lo de la convención y la actualizo cada vez que no puedes XD; Hasta entonces espero tu conti en tu Fic!!

    :cat:
    Atte:
    windmiko e InuAhome​
     
  3.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Pluma de
    Escritora
    Re: ¿Quien es mi guardian?

    Ohayou!!

    Pues es bien cierto, no existen las casualidades, por eso creo que lo haces a proposito... dejando eso de lado (¿Al derecho o la izquierdo?) ¡kya! no importa, me gusto el capitulo. Mi hermoso y bello Inuyasha preparo un pastel (aunque le ayudo Kouga) Mas que ayudar yo diria que lo estropeo, en lo personal no me gusta de chocolate a menos que sea tres leches, se me hace muy seco.

    Lo que dice Kaede es muy cierto, me recuerda a un episodio de xxx holic donde Yuuko (yo misma) los invita a jugar las cien historias de fantasmas (que en realidad fueron cuatro) para atraer a los espiritus. Es por eso que en los hospitales de Japon no hay habitacion cuatro... creo que no me acercare mas al salon 4 de mi prepa... solo por precaucion.

    Como siempre (Y COMO NUNCA) estoy aqui con todo mi apoyo, me gusta mucho tu fic y creo que por primera vez me toca ser la primera en postear (al fin pude llegar temprano) Nos vemos, te pasas por mi fic. Vya inevitable que resulto porque entre para actualizar y vi tu fic actualizado ¿no crees? Sayonara!
     
  4.  
    LiFeInu

    LiFeInu Entusiasta

    Piscis
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    KKKKKKKKKKKKKKYYYYYYYYYAAAAAAAAA!!!
    no puedo creer que me perdi dos capitulos bueno nimodo lo bueno es que si los lei...y te que daron super curadas... Kaede si que sabe que preguntar en los momentos mas inoportunos... O y amiga no te algunas incoerencias en tu fic como por ejemplo:
    que no deveria ser:
    o y otra cosa le cambias el nombre a Lin por Rin (decidete como se va a llamar la pobre nina=P)
    Pero no te preocupes son errores menores...
    Ese de mi Koga si que sabe me encanta el chocolate 0~0... Y esa de Ayame que ni suene por que Koga es mio ok quele quede bien claro... Bueno me encanto tu conti ademas que linda es Lin por pensar en Sesshomaru y pobre a la vez espaero que no le pase nada malo con esos malditos secuestradores espero que Sesshomaru los mate a todos por malditos...
    Bueno hasta tu proxima conti... Llana
     
  5.  
    Devil kiss

    Devil kiss Entusiasta

    Escorpión
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    Hola!!

    lindo Inuyasha y Kouga haciendo pastel (¡¡Yo quiero una rebanada!!) Me encanto el capitulo, me dejastes picada
    ¿qué le pasara a la pobre de Rin? Sienpre uno de los secuestradores es razonable que el otro, solo espero que Sesshoumaru la rescate y les de su merecido. Y para serte sincera no entendi lo del cuatro!! ToT (disculpa mi ignorancia *verguenza*) Bueno k mas te puedo decir me encanta tu ff y gracias por pasar al mio. Estare esperando la conti de tu ff, nos lemos luego amiga bye.
     
  6.  
    Disc Zu

    Disc Zu Usuario común

    Acuario
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    Hola para las dos.

    Lamento haber estado un tiempo sin pasarme por el fic, finalmente me puse y leí tooodo lo que me faltaba. Me encanta —sí, y lo repito— el desarrollo de la trama y como adaptan los sucesos relacionando a los personajes del manga original en su universo alterno. ¿Observaciones? Bueno, me parece que tienen que seguir afinando más su redacción, lean varias veces su escrito antes de publicarlo, esto les ayudara mucho para que luzca más… ¿armonioso?

    Le había pedido ese pequeño favor; sentía que tenía mucho tiempo sin ver a Kagome, extrañaba el aroma que tanto lo deleitaba. De ser por él, la abrazaría estrechándola fuertemente contra su cuerpo en un intento para que el aroma de ella se plasmara en su mente. Si tuviera esa oportunidad lo agradecería, aunque esta se presentara solo una vez.

    Bueno, lo pongo así porque no sabría explicarlo con palabras, espero que no les moleste.

    ¡Saludos!

    Random: Windmiko, me encanta tu avatar <3
     
  7.  
    ShInDeRu got

    ShInDeRu got Entusiasta

    Escorpión
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    ¡¡Ohayou!!

    Amiga este capitulo me gusto mucho, sobre todo el desarrollo de la trama.
    ¡Uy! Naraku me pone todos los pelitos de puntita.
    Jajajaja, no me imagino a Inu y a Kouga preparando pastel, a ver como le va a Kouga por arruinar el pastel de Inuyasha, aunque me gusta mas de chocolate :P.

    Ojala y no le pase nada malo a la linda de Rin, que Sesshoumaru llegue pronto y la rescate wuiii.
    Bueno amiga espero la conti, como tambien espero alcansar a postear esta vez ya que no comente el anterior perdon.
    ¡SUERTE EN LA CONTI! bye les mando mil besos
     
  8.  
    lunans

    lunans Entusiasta

    Virgo
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    hola amiga ya apareci ya te habia dicho porque esque o habia enrado pero aca me tienes otra vez oye me gusto eso de lo del pastel es raro verlos asiendo algo asi .y espero que no le pase nada a la pobre rin y que llegue mi sesshoumaru para salvarla, oye si con lo mismo como me encanta sesshoumaru jejeje bueno nos veremos en la proxima conti adiosito amiga cuidate mucho
     
  9.  
    Taori_3322

    Taori_3322 Usuario común

    Capricornio
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    Hola ^^

    Esta muy interesante la historia
    pon la continuacion pronto
    para ver como va a seguir todo esto

    Besos
    Sayounara
     
  10.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

    Cáncer
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    lo siento , lo siento , lo siento perdon!!!!!!!!!!!!!!

    nno puedo crer que no haya pasado por aqui dios,
    soy una cosa despresiable
    klid
    lo siento.
    M encato tu capi, inu cociando un pastel
    pobre Kaede de tanto azucar le da diabetes jajajajajajajaja xD
    komene por no llegar lo sineto. ToT
    pero por fin cumpliste mi capricho en que diablos le
    pidio a Rin a KJaken *w* o dios un relog a seshy siiii bueno dios
     
  11.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    ¿Quien es mi guardian?
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

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    Capitulo Anterior:

    El ladrón aprovechó la situación para taparle la boca con un pañuelo, ella no quería respirarlo, seguramente era algo con lo que te hacia dormir y después te llevarían algún lugar desconocido. No aguantó más la respiración y sucedió lo que ella mas temía.

    - ¡Por supuesto que no! ¡Si se trata de un monstruo o como se llame, lo mandare al infierno junto con esta niña!

    “Todo sucedió en una noche”
    Ya estaba oscurecido, la luna brillaba a su máximo esplendor, un chico muy apuesto entró en los terrenos del templo Aramitama, ese joven, no venia con su traje de monje como de costumbre, llevaba una ropa común y corriente.
    Miroku vivía con el maestro Mushin después de que sus padres murieron, tiene la profesión de exorcizar a monstruos y espíritus, pero como ahora los tiempos han cambiado ya nadie creía en esas: tonterías, así era como lo llamaba la gente. Por eso, nadie en la preparatoria Mytho sabia sobre eso, y así lo prefería el, ya que si algún día se llegaran a enterar sus compañeros seguramente se burlarían de el y ya no atraería a las chicas. Una tragedia para el monje.
    Tocó la puerta del templo esperando a que alguien que le abriera.

    - Espero que Sango no este molesta – En todo el camino pensaba en esas palabras.

    La puerta la abrió Kagome, ya que como todos estaban tan a gusto platicando nadie escuchaba los golpes de la puerta; ella al ver que era su amigo lo miró por un rato, como si lo estuviera regañando en silencio. La mirada de Kagome era aterradora cuando se enojaba.

    - Hola Kagome, ¿Cómo estas? Perdona que llegue a estas horas es que tuve un pequeño inconveniente y pues… Tuve que ir a arreglarlo; ya sabes como son las chicas…

    - No me sorprende, ¿Ya acabo tu cita con Koharu? No sabes lo que esta pasando, la pobre de Sango esta muy molesta, ni siquiera esta disfrutando de la bienvenida y todo por tu culpa. ¡Pero no te quedes ahí parado entra a la casa para que puedas disculparte con ella!

    Ambos entraron, Kagome siempre se preocupaba por Sango, ya que Miroku era de lo más mujeriego y cuando el salía con chicas ella se ponía muy triste y a la vez celosa; ella no lo negaba, pero a nadie le contaba esas cosas más que a Kagome. Cuando ambos apenas entraron vieron que Kohaku bajaba pausadamente las escaleras, como si temiera caerse en cualquier momento. El niño mostraba una sonrisa que siempre lo caracterizaba.

    - ¡Hola cuñado, digo amigo! – Saludó Kohaku.

    - ¿Dónde esta Sango? No la veo en ningún sitio. – Preguntó Kagome, después de todo ella sabia que su amiga no tenia intenciones de ver al monje.

    - Esta arriba buscando a Buyo.

    - ¿A mi gato? Pero… Buyo esta en la cocina, hace un rato estaba jugando con el. – Afirmó ella.

    El monje por fin lo entendió, después de todo no era sorpresa que su mejor amiga lo estuviera evitando, siempre era lo mismo; invitaba a chicas a salir con el, Sango se molestaba, el la invitaba a salir como muestra de arrepentimiento y se acabo el problema. Pero tal vez ahora era la excepción.
    Inesperadamente Sango bajó las escaleras, ella se percató de la presencia de Miroku pero siguió su camino, no por que estuviera enojada con el dejaría todo lo que hacia de costumbre; pasó por un lado de el rápidamente, no quería charlar en esos momentos, aunque fue repentino para Sango fueron eternos esos momentos para el monje. Simplemente hubiera preferido una puñalada en su espalda que verla de esa manera.
    Ella se dirigió a la cocina.
    Tal ves era para lavar los platos o para hacer otra cosa, se cual sea la razón Miroku la acompaño. La Higurashi solo sonrío al ver este acto al igual que Kohaku.


    ***
    Sonaba el teléfono de aquella casa muy hermosa y elegante, el señor Jacken corría para alcanzar aquel objeto antes de que colgaran, por supuesto que todas las llamadas que esa casa recibía eran sumamente importantes; con más razón Jacken, el más fiel y único sirviente del señor Sesshomaru tenía que contestar sin importar que otra cosa este haciendo.

    - Hola, ¿Con quien quiere hablar usted?

    - ¿Dónde esta el señor Sesshomaru? Llámelo, seguro que le interesara la oferta que le haremos, antes de que sea demasiado tarde. – Hablaron de la otra línea como si estuvieran enojados, la voz pertenecía a un hombre no más de cuarenta años.

    - ¡¿Quién demonios llama?! – Claro que Jacken se molesto por el tono de voz, el hombre hablaba muy golpeado.

    - Solo dígale que lo estaremos esperando en el parque de la cuidad aun lado de la fuente a las doce y media de la noche si quiere ver a la niña con vida… Tendrá que llevar suficiente dinero para que le demos a esta chiquilla. – Colgó.

    No le angustiaba a Jacken sobre el secuestro de Lin ya que su amo la salivaría sin ningún problema, lo que mas le preocupaba es el mismo, Jacken había dejado salir a la pequeña niña sin permiso del señor Sesshomaru, seguramente se molestaría con el.Dejó el teléfono en un mueble pequeño de madera.

    - ¡Señor Sesshomaru venga por favor!

    No tenía otra salida más que contarle lo sucedido, después de todo tarde o temprano se daría cuenta. El llegó al poco rato con un paso lento, su rostro no mostraba ninguna preocupación del por que el tan repentino grito, como si no le interesara. Miró a todos lados con la mirada dorada que siempre lo caracterizaba, ¿estaría buscando a Rin? O ¿simplemente quería ver si la casa estaba ordenada?

    - ¿Dejaste ir a Rin? – Preguntó con su semblante frío.
    - Si… - Se hincó de inmediato - ¡Pero por lo que mas quiera señor Sesshomaru no me haga nada, soy inocente, esa niña es tan tierna que ni siquiera le pude negar lo que quería!

    El sirviente le contaba todo detalladamente, Jacken no estaba muy seguro si era necesario contarlo ya que no sabia si su amo de ojos dorados como el sol saldría a rescatarla, después de todo era una simple humana que no hacia nada más que jugar.
    Sesshomaru escuchaba atentamente.

    ***
    El bosque de la luna, donde nadie se atrevía a visitarlo ya que había rumores muy fuertes de que desaparecía gente y que jamás se volvía a encontrar. El bosque era extenso y frondoso como deberían de ser todo lo bosques.
    En ese lugar, Naraku caminaba tranquilamente, su mirada mostraba seguridad, como si todas sus acciones lo beneficiarían en su propósito. Una de sus manos tenía la rama enjoyada, una rama capaz de controlar cualquier ser vivo que tuviera corazón; se detuvo al observar a Kagura recargada en uno de los árboles con su abanico recargado en su pequeña barbilla.
    Parecía como si lo hubiera estado esperando desde hace mucho tiempo.

    - ¿Qué haces aquí Kagura? – Preguntó Naraku. – Te ordene que vigilaras a tu hermana Kanna.
    - Ella esta apunto de terminar el cuerpo de Kikyo.

    El señor de cabellos ondulados sonrío en ese momento, ¿acaso le gustaba ver esa expresión de odio en el rostro de Kagura? Naraku siguió su camino, no le importó lo que pensara la mujer en ese entonces. La geisha solo lo miró con repugnancia, ella deseaba herirlo con su abanico y matarlo, pero le era imposible ya que ella misma tenía miedo de morir. Después de todo Naraku es más fuerte que ella.
    La oscuridad le gana al viento.
    El hombre que reflejaba el miedo y la lujuria con su pura presencia se detuvo en un pequeño puente de madera, este se miraba muy resistente a pesar de que algunas ramas acompañaban a tal objeto; muchas luciérnagas con un hermoso resplandor bailaban cerca de aquel lago, al estar muy cerca causaban pequeñas ondas en el agua. Pero eso no fue lo que le intereso a Naraku, el hombre que había salido en el espejo de una niña albina gracias al pergamino Kushimitama que significa la sabiduría. Su mirada la colocó en la niña albina, ella estaba hincada junto con su espejo blanco, de el salían almas muy oscuras que anteriormente le habían robado a la sacerdotisa Tsubaki.
    Una sacerdotisa que odiaba su vida y maldecía a Kikyo. La discípula de Midoriko.

    - Las almas de esa sacerdotisa aun están intranquilas. – Comentó Kanna sin sentimientos. A Naraku no le sorprendió, al parecer ya lo tenia previsto, solo curveó sus labios.

    - Intenta con esto. – Aventó la rama enjoyada que tenia en sus manos al lago, ocasionando unas ondas gruesas al momento de tentar apenas el agua.

    En poco tiempo la pequeña planta enjoyada comenzó a emanar una luz blanca y cegadora, las almas corrompidas por la maldad flotaban en el lago al igual que la planta. Naraku y la niña albina observaban todo el espectáculo. En ese momento la rama y las almas se hundieron en el lago, en los ojos negros de Kanna se reflejaba este acontecimiento, después poco a poco se divisó el cuerpo de una mujer muy bella, tenia la piel pálida y blanca, su cabellera era negra como la misma noche.
    Naraku la observaba.
    La mujer desconocida tenia ropas de sacerdotisa, su cabello se movía de una manera suave en el agua. El ser despiadado frunció el seño con fuerza, al parecer algo le había molestado, inmediatamente tomó a Kanna bruscamente por su cuello frágil y la acercó a su rostro, la niña no mostraba miedo, ni preocupación.

    - ¡¿Por qué no se mueve?! – Preguntó molesto.

    - Acaba de resucitar, necesita descansar – Respondió en un tono frió. Naraku la soltó bruscamente, si le hubiera dicho lo contrario ya estaba segura la muerte de esa niña. Kanna se retiró sin nada mas que decir, parecía como si le daba igual su vida, como un ser sin vida.

    - Kikyo, muy pronto nos volveremos a ver las caras. – Musitó observando a la mujer en el agua de pies a cabeza.


    ***
    Ninguno de los dos decía nada, solo se escuchaba el segundero del pequeño reloj que estaba pegado a la pared blanca de la cocina, Sango lavaba los platos, no era necesario ya que su amiga siempre la detenía, que eso no era necesario pero visitas son visitas, además no encontraba otra cosa que hacer; tratar de llevar una conversación con Miroku cuando estaba enojada le era imposible. En cambio, el joven de ojos azules la miraba de reojo, quería encontrarse con su mirada para ver si encontraba algo de enfado por parte de ella, una actitud realmente tonta, Miroku sabia perfectamente la respuesta y el por que el enojo de ella.
    Lo que hacen los celos.

    - Oye…

    - ¿Qué necesitas Miroku? – Dijo rápidamente la chica sin dirigirle la mirada, por lo regular siempre lo llamaba formalmente como: excelencia, esta ocasión era la excepción. Ella tallaba los platos con fuerza, fácilmente se hubiera roto uno de ellos; Miroku se moría del miedo con solo verla así, pero ya le había hablado, ya no podía retroceder.

    - Seré directo Sango, desde que llegue al templo me has estado evitando, y eso es por que tuve una cita con Koharu…

    - Si tu saliste con esa chica no me debe interesar, estas viviendo tu vida y yo la mía, no tengo derecho de decirle que debe de hacer o no. – Miroku esperaba un regaño por parte de ella, o que al menos diera señal de celos; al parecer le gustaba su carácter fuerte. Simplemente no se esperaba esa contestación. Sango dejo de tallar los platos y volteo hacia donde estaba el, sin darse cuenta estaban a punto de rozarse las narices.

    Ambos corazones latían fuertemente, ahora solo se escuchaba ese sonido, ambas miradas se cruzaron, a pesar de eso Sango aun estaba enfadada, pero aun así no pudo evitar sonrojarse cuando Miroku posó una mano a su cintura y la atrajo más hacia su cuerpo, ella al sentir eso sintió como un escalofrío recorría por todo su cuerpo, ¿acaso no le bastaba de estar alrededor de chicas? ¿Estaría realmente mostrando sus verdaderos sentimientos?
    Sango era temerosa en ese tipo de situaciones, simplemente no sabia como responder a sus caricias. Pero se puso aun mas nerviosa cuando el comenzó a acercarse a sus labios; posiblemente también deseaba probar esos labios.

    - Espera… - Pero aun así intervino en voz baja. El se detuvo pero solo para admirar esa mirada que tanto le gustaba, una mirada dulce que desea descargar todo el amor que guarda.

    - No puedo esperar…

    Miroku se acercó lo suficiente como para sentir los labios de Sango, disfrutaba ese pequeño instante, pero el no quería solo un roce de labios, así que los besó profundamente; ella estaba demasiado sonrojada, sus mejillas ardían, pero aun así no deseaba separarse de ese beso tan exquisito, siguió sus impulsos y correspondió el beso; Miroku al sentir mas sus labios la atrajo mas hacia el, como si temiera de que se le escapara o que se arrepentiría. Ninguno de los dos querían separarse, incluso si se pudiera parar el tiempo lo harían en ese instante, pero la misma pregunta rondaba por la cabeza de Sango, ¿en realidad estaba mostrando sus verdaderos sentimientos? O ¿solamente quería pasar el rato con ella? Este pensamiento causo que lo dejara de besar y lo mirara a sus ojos azules casi negros.

    - Miroku… yo, tu… ¿Por qué…?

    - No es necesario explicar algo que es obvio. Eso es lo que siempre dice el maestro Mushin. – No supo por que exactamente dijo eso, tal vez estaba nervioso al igual que Sango, es un mujeriego ¿Cómo es posible que se sienta nervioso ante estas situaciones? Al parecer solo ella despertaba ese sentimiento.

    Sango se sintió ofendida por esa contestación ¿acaso no podía ser mas romántico cuando deje de besar a una mujer? Esperaba una respuesta como en las novelas: Un te amo, pero ni siquiera mencionó esas cortas pero muy significantes palabras.
    Frunció el seño, extendió su mano delicada y le pegó una cachetada tan fuerte que todos los que estaban en la sala escucharon tan tremendo sonido, Miroku estaba sorprendido por su actitud, sin duda no era una chica fácil que puedes conquistar de la noche a la mañana, incluso era la primera vez que le pegaban una cachetada cuando besaba a una mujer.

    - ¡No debió hacerlo! ¡No debió besarme! – Aun estaba molesta eso era seguro.

    - Perdón Sango. – Llevó una mano a su mejilla roja del dolor. – Tenía que comprobar si en verdad tenemos una hermosa amistad o quizá… - Dijo demasiado seguro de si mismo.

    El corazón de Sango dio un fuerte latido al escuchar esas palabras, no se esperaba que aquel hombre le dijera esas palabras; ¿acaso la estaba tomando como una pretendiente? No quería que la tomara de esa manera, la única reacción que tuvo ella era salir sin nada mas que decir de la cocina, sin duda no era un lugar adecuado para confesiones de amor, ella deseaba que le mostrara sus sentimientos en un lugar hermoso.
    Miroku solo se quedo extrañado por su actitud, simplemente no se lo esperaba.
    Cuando ella salio no se percato que Kagome estaba muy cerca de la cocina, tal vez había escuchado toda la conversación que habían tenido, agradeció al cielo que no se percato de su presencia; después de eso la Higurashi subió rápidamente las escaleras muy emocionada por la noticia o mas bien con lo que acaba de pasar entre sus amigos, por fin sus oraciones fueron escuchadas. Abrió la puerta de su habitación muy emocionada, a decir verdad casi aventó la puerta al momento de cerrarla, Inuyasha se sobresaltó por ello.

    - ¡Oye ¿Qué sucede por que vienes tan…?! – Dejo de hablar el joven cuando notó que la chica estaba con una sonrisa que fácilmente hipnotizaría a cualquiera, por suerte el era un hanyou así que podía controlar mas sus emociones que cuando es un humano. – ¿Feliz?

    - Así es, ¡Acabo de descubrir que el monje Miroku y Sango se aman! – No podía ocultar el gusto que le daba esa noticia, sin duda era una chica atenta.

    - Hmph, ¿y por eso te emocionas? – El estaba sentado en la cama junto con la espada que anteriormente había usado Kagome cuando estaba controlada por Kanna, todavía le llamaba la atención esa espada vieja y oxidada.

    - ¡Por supuesto ¿no te da gusto por ellos?!

    - Por mi pueden hacer lo que quieran, no me interesa.

    Kagome estaba a punto de responderle, regañarlo del porque no era mas sensible en ese tipo de aspectos, pero en ese momento llamaron a todos los que estaban en el templo para probar el delicioso y empalagoso pastel que les esperaba a cada uno. Ambos bajaron las escaleras ansiosos de probar el postre. A decir verdad a nadie le gusto, incluso a los guardianes de Kagome: la única Higurashi. Pero aun así se guardaron sus comentarios. Todos dijeron que el postre estaba delicioso, a pesar de que todos sabían que no era cierto.
    Incluso Inuyasha se quedo callado.


    ***
    Ya había pasado bastante tiempo, con exactitud eran las doce y media, en el parque de la cuidad estaban cuatro hombres con sus rostros tapados con un pasamontañas, uno de ellos llevaba a la pobre Lin asustada. No estaba asustada de morir, ni siquiera de los hombres que estaban ahí, lo que mas temía es que el señor Sesshomaru no llegara a rescatarla a tiempo; ya tenia sus pensamientos claros.
    Deseaba estar con el señor Sesshomaru para siempre.

    - Oye, ¿crees que el inepto de Sesshomaru vendría por esta niña? – Preguntó uno de los hombres, para ser más específicos quien cargaba a Lin.

    - ¡Si no viene no dudes en matarla! – Anunció otro de los hombres. Esperaban la presencia de aquel hombre misterioso; estaban cerca de una fuente.

    - Ese hombre es muy poderoso, hay fuertes rumores que el es un youkai… Pero se supone que en esta época no existen… Son puros mitos. – Pensó el hombre para tranquilizarse un poco.

    De pronto todos los hombres fijaron su mirada hacia el frente ya que habían escuchado unos cuantos ruidos, lo mas seguro es que era un animal que andaba por ahí; pero sus esperanzas se desvanecieron cuando se mostró el ser mas temido de esa cuidad, salio apenas de la sombra de los árboles y estos comenzaron a temblar. Ahora estaba enfrente de ellos un gran y legendario youkai, ¿serian suficientes las armas que tenían para defenderse?

    - Hmph, ineptos; no saben secuestrar a alguien. – Comentó Sesshomaru en un tono calculador.

    - ¡No es tiempo para hablar, ¿tienes el dinero?! – Tal vez el ladrón quiso demostrar inútilmente la valentía, el señor de cabellos plateados curveo un poco sus labios al ver miedo en la mirada de cada uno.

    - No me gusta socializar con humanos. – Decía en tono amenazador mientras preparaba sus garras con intenciones de que se enteraran de que era un youkai.

    - ¡Eres un monstruo! – Gritó el hombre que sujetaba a Lin. - ¡Si te acercas esta niña morirá!

    Sesshomaru no soportó los comentarios de los ladrones o ¿acaso se había molestado por la amenaza? Con un rápido movimiento de su mano, salio un lazo dorado atravesando el cuerpo del señor, Lin apenas se liberó del hombre y fue al lado del señor Sesshomaru, se escondió atrás de su pierna.
    Los hombres comenzaron a disparar con sus armas de fuego, no era ninguna dificultad esquivarlas junto con Lin; después de todo la niña era una humana, una simple humana que protegía pero… ¿Por qué lo hacia? ¿Desde cuando sentía compasión por esa niña? Cuando se les acabaron las balas, Sesshomaru dejó de moverse ágilmente, seguramente Lin estaría mareada en los brazos de el. Por voluntad propia, la niña se escondió atrás de los árboles cuando el joven que la salvo la dejó en el suelo. Cuando esto sucedió Sesshomaru mató a los hombres de un solo y ágil movimiento, tal vez estaba esperando a que Lin se escondiera para que no fuera testigo de ese cruel acontecimiento, la sangre ya estaba derramada en los suelos del parque, esto significaba que los ladrones ya habían muerto obviamente. El señor de cabellos plateados seguía de pie sin ningún rasguño o una señal de cansancio su mirada estaba fija en la noche que lo acompañaba.

    - ¿Se encuentra bien señor Sesshomaru? – Preguntó preocupada para después salir temerosamente de su escondite.

    - Lin. – Llamó el sin mirarla, no lo consideraba necesario. – Vámonos.

    La niña lo acompañó caminando a su lado, ella caminaba con los brazos hacia atrás mientras su mirada estaba pérdida en el suelo, en cambio, Sesshomaru miraba hacia el frente; inevitablemente Lin se sintió culpable, no sabia por que exactamente si ni siquiera el señor que la cuidaba no tenía ninguna herida, tal vez era por que se sentía como una carga para el. Sus preocupaciones no eran de una niña traviesa e inmadura, ella mostraba todo lo contrario.
    Eso lo sabía con exactitud Sesshomaru.

    - ¿Estas herida? – Rompió el silencio el joven de la cabellera plateada sin mirarla.

    - No. – Era ahora o nunca, tenía que agradecerle por tomarse la molestia de ir a rescatarla. – Muchas gracias por lo que hizo. – Cuando dejó de hablar, de su bolsillo, sacó una pequeña caja y se la entregó a el.

    - ¿Qué es esto? – Detuvo su paso.

    - Es un reloj, no es mucho pero se que a usted le gustan. – Trató de mostrar la mejor sonrisa que podía. Sesshomaru por fin volteo a verla, no con una mirada fría y sin sentimientos como siempre mostraba; ahora era distinta…

    Poco después siguieron caminando, Lin seguía inmersa en su preocupación, una duda no la dejaba en paz… ¿Dónde estaba el señor Jacken? Por lo regular siempre acompañaba a su amo, en pocas palabras parecía un guardaespaldas para el señor Sesshomaru aunque el prácticamente no ocupaba. Si no lo acompañó esta vez seguramente estaría en la pequeña mansión preocupado dando vueltas en la casa y preguntándose: ¿Por qué no llegan?
    Una situación realmente curiosa ya que eso mismo estaba pasando.

    - No tiene de otra. Tendrá que esperarnos. – Sonrío Lin a tal pensamiento, era curioso pero ya se estaba acostumbrando a estar a lado del señor Sesshomaru, pero ¿se permite que un humano conviva con un youkai? – Me pregunto, ¿Qué pensara el señor Sesshomaru sobre mí? ¿Acaso soy una molestia para el? – Esas dudas no la dejaban en paz cuando comenzó a convivir con su nueva ¿familia…?







    Izayoi sama: Si mucha coincidencia (otra prueba mas que Yuko es muy sabia XD) Aunque a veces se aprovecha de la amabilidad de Watanuki -_-; Si amiga a mi igual me pareció interesante esa información sobre el numero 4, yo creo en eso. Ya somos dos, me gusta mas el pastel de tres leches, casi no me gusta el chocolate y a InuAhome si, así que por eso pusimos esa pequeña discusión XD. Si, me di cuenta que eres la primera, te ganaste…!!Un auto!!! XD (no me reclames el premio LOL) Wow ya me inspire con esto bueno solo una ultima cosa… ¡Es mi Inuyasha!! (Aunque la mayoría de las cemzoarianas dicen lo mismo XD) Yo digo que si Inuyasha se propusiera a hacer un mujeriego como Miroku, apuesto $50 dólares a que le gana a Miroku XD

    LiFeInu: Si, no me fije en esa parte por lo regular leo dos veces el Fic antes de actualizarlo, gracias. No me había fijado que a veces le pongo Rin, que es original (ya que así la llaman en Japón) pero me voy más con la idea de lin, como la llaman en México.

    Devil Kiss: bueno amiga lo del numero cuatro en pocas palabras significa: “la muerte” (como muchos dicen que el 6 es del diablo, el 2 significa paz XD) Metí esa información por que me pareció interesante. Si yo también quiero una rebanada de pastel no importa que después me lleven al dentista XD

    Disc Zu: Voy a ser sincera, me emocione cuando comentaste, creí que ya te habías enfadado del FanFic; nos alegra que estés de vuelta. Bueno sobre tu comentario trate de seguirlo mas no se si lo hice bien, si ves algo que me salio mal no dudes en decírmelo, la verdad equivocando aprende uno. Me alegra que te gusta mi avatar, a mi me fascino cuando lo vi, admiro mucho a Kagura (lo digo por si nadie se dio cuenta XD)

    ShInDeRu Got: Si a mi también me costaba trabajo imaginármelos así preparando un pastel XD, en mi opinión me gusta el de vainilla y a InuAhome le gusta el de chocolate, y pues pusimos eso como debate XD, y si Sesshomaru llegó al rescate por Lin.

    Lunans: Cumplo mis promesas amiga, apareció Sesshomaru, (perdona que no haya sido con Kagome pero me gusta mas la pareja de RinXSessh, aunque o se que valla pasar con estos dos mas adelante XD, adiós amiga, cuídate mucho!

    Taori_3322: Bienvenida, espero que no te aburras de este FanFic, trato de hacerlo lo mas entretenido posible. Espero que no siguas durante la historia, una vez mas bienvenida.

    SuMi-cHan: Me alegra que hayas aparecido de nuevo amiga, ya te extrañaba T.T bueno si, a ver si no le da diabetes a Kaede XD, también me pareció una cosa curiosa lo de Inu y Kouga.

     
  12.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    ¡nihao!
    De nuevo la primera... la verdad es que varias veces entro despues de que actualizas pero nunca me alcanza para escribir un comentario... Lo de la apuesta, es verdad, yo apuesto un millon de dolares a que Inuyasha ganaria facilmente como mujeriego... pero eso nos pondria a todas muy celosas y molestas molestaa El capitulo estuvo muy interesante,a nadie gusto el pastel (con esos cocineros...) ya lo sabia, es porque es de chocolate, sabe mejor el de tres leches (ahh... se me antojo, ahorita le dijo a Watanuki que me prepare uno) ¿y me convidas Yuuko? (tendras que pagar un precio) o simplemente tomo el pastel y me voy corriendo... etto... despues discutimos eso.

    ¿¡y mi auto!? Tengo derecho a reclamarlo, claro aunque como no se manjar pido clases de conducción con el guardian Inuyasha. Por lo de Miroku y Sango, la verdad nunca me enamoraria de alguien asi, a menos que cambiara realmente. Pero hace mal ese monje al andar de mujeriego e infiel con cuanta chava se le cruza enfrente, yo que Sango lo castro (¿¡eh!? ¡y yo porque!) ¿¡eh?! Miroku, ¿que haces aqui metido en el lugar de Yuuko?(Ella me aviso que estaban hablando mal de mi y vine... por cierto, hermosa señorita ¡no quiere tener un hijo conmigo?) ¡kya! ¡quita tu mano de ahi! ¡tengo que huir, sayonara! ¡kyaaa! ¡maldito monje!
     
  13.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    !OMG! Mi sexymaru en acción! como me encanto este capi yeah! yeah! ¿sabes? creí que seria mas gracioso el del pastel... No sé, como que hubiese sido describiendo las caras de los demás... A parte de que Kouga e Inuyasha tuvieron la culpa, xD me gusto la forma de como matar a los villanos una nueva táctica jajajajajajajaja. Pero...¡Sango y Miroku! Se besaron, se besaron, se besaron , se amaron, tuve... Creo que exagere. Ok, *Bailando música cha chacha* *Disco rayado* ¡Kikyo resucito! ¡No! ¿¡Por que!? ¡Torito! no es justo, y mas cuando las cosas estaban bien... Adios momnetos felices... Y veamos a Inuyasha infiel :mad: eso no es justo $$Q%=$&5!!!!!!! bueno ya que me traumo no tengo nada que decir... Kikyo es kikyo, me gustaría saber su pequeño y romántico pasado (?)

    Pero bueno eso tendre que verlo y a ver si a Jaken no lo asesinaron... Ojala se encontrara la mirada de sesshy cuando le dio el hermoso reloj
    1kora

    wuwuwuuwuwuwuuwuw
    bueno ayos sigue como siempre te quiere
    SuMi-cHaN
     
  14.  
    Disc Zu

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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    A decir verdad siempre lo estube leyendo pero a partes muy pequeñas, he estado algo ocupada ultimamente y no me daba tiempo para leer todo un capitulo de corrido o¬o, pero no pienso dejar de leer ni me voy a enfadar del fic, me gusta mucho su trabajo y acá entre nos, me inspira. En fin, de lo que les hablo no es algo que se aprende de la noche a la mañana, así que tranquilas; les recomiendo que lean mucho y con detalle para que comprendan más de la composición. También tienen que checar un porquito más sus acentos —Seh... ¡malditos!—, van a ver como poco a poco iran sabiendo cuando va y cuando no va la tilde, en eso andamos las tres :)

    Me gusto el cápitulo; Sesshomaru en acción siempre es algo agradable de imaginar, ¡y por fin volvio Kikyo! ¡awww!... quiero saber que es lo que pasara cuando InuYasha se entere. Por cierto, la escena de Miroku y Sango me encantó, me recordaron lo mucho que me gusta esa pareja, son tan geniales <3
    A mi también me gusta mucho el personaje de Kagura, es mi villana-buena favorita de la serie :O

    ¡Saludos!
     
  15.  
    lunans

    lunans Entusiasta

    Virgo
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    hola amiga ya tenia que no pasaba a leer tu fics pero aca me tienes, si ya veo que salio mi sesshoumaru pero lastima que no salio con kagome,lo unico que no me gusto es que apareciera kikio ya que van a empezar los triangulos amorosos pero bueno eso es lo que ase mas emocionante la historia, por cierto amiga espero que el proximo fics que pongas lo agas de ellos jeje, mentira amiga cuidate nos veremos pronto
     
  16.  
    Yagami Raito

    Yagami Raito Entusiasta

    Piscis
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    La verdad esta muy interesante

    se nota el cambio y la mejoria

    a lo que comenzantes

    no solo en el formato

    Si no en las descripciones de los personajes

    La historia muy buena

    Creo que no tengo mas que decir asi que os dejo

    espero ver mas episodios tuyos
     
  17.  
    LiFeInu

    LiFeInu Entusiasta

    Piscis
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    KYA!!!
    Les quedo kaway el fic amiga!!!
    Esos malditos secuestradores se lo merecian gracias a Sesshomaru, Lin ya esta a salvo y eso es bueno... Y Naraku para que planeo revivir a Kikyo acaso quiere la purificar la perla o algo asi... de que le servira... Lin es tan linda al regalarle un reloj a el gran Sesshomaru-sama y quisiera que hubieras describido su mirada ya ves que dijiste que habia cambiado por tansolo ese instante....o... y una pregunta que hisiste con Jacken acaso Sesshomaru ya lo golpeo de nuevo -_-
    Llana esta su proxima conti...
     
  18.  
    Devil kiss

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    Escorpión
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    ¡AH!

    Me facino este capitulo.
    ¡Ah! Kikyo ya aparesio, NO!!! que se quede ahí tiesa en el agua, SIII! así no le causara problemas a Kagome con Inuyasha.
    Jajaja, me ubiese gustado ver la cara de todos cuando comieron el pastel, aunque ya me los imagino jaja me dio mucha risa en esa parte.
    Ok que hermoso mi Sesshoumaru en acció!! (:saltarin: baba) salbando a la pequeña Rin, que hermoso, y tierno cuando esta le entrego el reloj que le había comprado a Sesshoumaru.
    Me encanto en la parte en que Sango y Miroku se besaron ¡Ah! fue tan romantico.
    Adoro tu ff y espero que pronto lo sigas para seguir leyendo, tu maravillosa narración.
    Bueno me despido, nos lemos luego bye.

    PD: Muchas gracias por aclararme mi duda hacerca del número cuatro. Sigan así muchachas, les esta quedando de maravilla.
     
  19.  
    inuyassha

    inuyassha Entusiasta

    Virgo
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

    hola mia miga!!!
    perdon por averme perdido tantas cotis!!1
    me siento muy arrepentida
    pero es que estot leyendo muchas historias
    y pues dejava la mejor para el final pero cuando la iva
    a leer otra tenia conti y asi la deje a un lado
    te pido mil perdones ya que me encanta
    tu historia espero la conti por favor me avisas!!
    a estado muy buena pero que paso con inu y kagome
    ya no van a tener mas momentos romanticos ademas
    ya revivio kikyo eso significa dolor para mi (kagome)
    bueno esta muy interesante mi amiga
    espero la conti con muchas ancias!!!!
     
  20.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    ¿Quien es mi guardian?
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    Re: ¿Quien es mi guardian?

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    Capitulo Anterior:

    - No tiene de otra. Tendrá que esperarnos. – Sonrío Lin a tal pensamiento, era curioso pero ya se estaba acostumbrando a estar a lado del señor Sesshomaru, pero ¿se permite que un humano conviva con un youkai? – Me pregunto, ¿Qué pensara el señor Sesshomaru sobre mí? ¿Acaso soy una molestia para el? – Esas dudas no la dejaban en paz cuando comenzó a convivir con su nueva ¿familia…?


    “El Cielo Acompaña Los momentos”


    Un claro de luna baña la tierra, pero aunque la oscuridad se debilita por los rayos de la luna, las sombras siguen ahí, ocultando una maldad que acecha mas allá de nuestra comprensión, se escoge un lado y se dibujan las líneas que no debemos cruzar, a lo lejos un rayo de luz dibuja nuestro sendero y comprendemos que algunas cosas es mejor no saberlas.
    Ya era muy tarde, el cielo estaba demasiado oscuro como para que alguien saliera de sus casas, y era mejor no hacerlo, por que en esos mismos instantes se encontraba el temible Naraku observando a la misteriosa mujer en el lago, sus cabellos negros como el azabache bailaban alrededor del lago. Todo esto sucedía en el famoso bosque de la luna, era muy conocido no por sus árboles frondosos que tenia, si no por que cada gente cada un paso en ese lugar moría al instante, muchos no encontraban explicación para tal suceso, por eso muchas personas decían que ese lugar estaba maldito o encantado.
    Toda la gente teme a lo desconocido.
    La sacerdotisa apenas despertaba de su profundo y eterno sueño, llevó sus manos frías y delicadas a su rostro definido y delicado; en ese momento no pudo evitar sentir frío por todo su cuerpo y era muy obvio ya que el clima no era favorable para estar flotando en un lago lleno de luciérnagas, todo el frío lo sentía en su espalda. Los pequeños animales brillantes bailaban alrededor de la hermosa joven.

    - Ya despertaste Kikyo. – Musitó aquel hombre viéndola a los ojos como para empezar una conversación, ella los abrió, estos tenían el color de la misma noche, lo primero que divisó su vista fue el hermoso cielo adornado con las estrellas que acompañan a la luna. Ella reconoció rápidamente de quien era la voz, ¿cómo podía olvidar a Naraku? Si el fue el causante de su muerte.

    - ¿Qué has hecho? – Preguntó la joven sin dirigirle la mirada. Apenas se había percatado que estaba en un bosque ya que la sombra de las ramas no se miraba en la oscuridad.

    - Solo te hice un favor. – Respondió sin ninguna señal de sentimiento. – Te regrese a la vida, ¿acaso no estas feliz? Revivirte fue muy difícil, al menos deberías agradecérmelo.

    Arrogante como siempre; no había cambiado su aspecto ni carácter cuando ella murió. No solo murió su cuerpo si no también su alma, el alma de ella no había descansado en paz ya que su muerte había sido tan cruel.
    Pero antes de morir ella colocó un conjuro sobre Naraku, uno en el que tuvo que gastar sus últimas energías. Eso le restó lo que le quedaba de vida.

    - Y… Dime Naraku, ¿cómo fue que te liberaste de mi conjuro? Con tus débiles poderes dudo mucho que lo hayas logrado. – El comentario de la sacerdotisa lo enfureció por completo. Pero no se iba a dejar ganar por sus comentarios, no iba desatar toda su furia con alguien que acaba de resucitar.

    - Hmph, Kikyo tu conjuro se fue debilitando a medida que pasó el tiempo; todo tiene su final. Aunque no lo creas aun recuerdo ese momento, ¿acaso tu no Kikyo? – Ella como respuesta lo dejó de ver, la mirada de aquel hombre daba miedo a cualquiera, mas no para ella.


    *Flash Back*



    En ese momento; acababas de sellar a Inuyasha, tan arrepentida te mirabas con ese rostro, claramente podía ver: dolor y furia en tus ojos. En esos instantes eras presa fácil para cualquier youkai, hasta para un simple humano te pudo a ver matado. Lastima que eras discípula de la gran Midoriko, si no fuera por eso no estuviera interesado en matarte en aquel tiempo.

    - ¿Por qué tuve que hacer esto? – Se lamentó en el suelo, las lágrimas querían asomarse sin permiso de ella.

    Te mirabas tan débil que hasta lastima me dabas, verte llorar de esa forma no es digno de ti Kikyo; parecía como si te lamentaras de ser una de las mejores sacerdotisas y de ser discípula de la gran Midoriko. Contuviste las lágrimas de inmediato cuando escuchaste que alguien se te acercaba, eran pasos ligeros, pasos de una mujer bella de cabellera larga y negra. Pero aun así llorabas por dentro. Una actitud realmente tonta de tu parte.

    - Midoriko. – Apenas recuperó el aliento y sentía un nudo en su garganta – Dime, ¿Esto era necesario? – Su cuerpo temblaba del frío de ese lugar o ¿acaso era por el temor que sentía? Aun así se puso de pie demostrando fortaleza en ella.

    - ¿No te diste cuenta de mi presencia? Aun eres débil Kikyo. – Comentó hipócritamente con la mirada fija en ella.

    - ¡Usted me ordenó que destruyera lo mas importante para mi! – Su voz se escuchó frágil y quebradiza. – Pero… Ya no importa…. – Su vista se dirigió al árbol sagrado donde todavía se miraba el cuerpo del joven con la flecha en su corazón. – Ya es tarde para remediarlo… - Pensó.

    - Hmph, no me entendiste.

    La mujer que tú admirabas, la rodeó una luz cegadora, tú cerraste los ojos llorosos que aun deseaban descargar las lágrimas que faltaban y cuando la luz se calmó abriste tus ojos con odio y resentimiento. Entonces me miraste con esa mirada que ahora te caracteriza, ¿acaso la luz que me envolvió hizo efecto en ti Kikyo? Que rápido cambian los inútiles sentimientos, ¿no es así? En aquella ocasión, fue la última vez que te vi llorar de esa manera, y después de eso dudo mucho que vuelvas a hacerlo.

    - Midoriko…

    - Ella esta en otro lugar, yo soy Naraku, uno de los youkai mas fuertes que existen. – Dijo en tono amenazador.

    - Maldito - Musitó para después tomar su arco con fuerza, tomó una flecha y apuntaba hacia el, su mirada solo reflejaba odio, por primera vez. - ¡¿Tu fuiste quien me ordenó que matara a Inuyasha?! – Gritó con todas sus fuerza, aun estaba dolida.

    - Hmph, para que te engañas si solo lo sellaste, si te hubieras dado cuenta antes de mi energía maligna nada de esto hubiera sucedido; esto es una prueba mas que no eres digna para cuidar la perla de Shikon. – Las palabras de ese ser despertaron la furia que Kikyo guardaba ya desde hace mucho tiempo, ella lanzó la flecha pero Naraku la detuvo con dos dedos, el objeto iba directo a su hombro derecho. – Mírate, solo das lastima.

    En ese momento mi brazo tomó su forma original, la de un verdadero monstruo, y te herí tu hombro derecho, caíste de rodillas como un simple humano hubiera hecho después de ese ataque, también observe que de la herida perdías demasiada sangre; todo ese lugar se manchó con tu sangre, de tu odio hacia mi. En un descuido mío tomaste fuerzas de nuevo para apuntarme otra vez con tu arco y flecha, pero esta vez algo era diferente, una luz muy extraña provenía de tu cuerpo herido, me disparaste en mi corazón la misma luz que tu emanabas me penetraba a mi; eso para mi no fue mas que un acto de desesperación. Mi ventaja en ese instante era que ya lo tenía previsto, ¿crees que me arriesgaría a matarte sabiendo los grandes poderes que tenias?
    Kanna, apareció detrás de mi junto con su espejo y tu flecha le dio al espejo junto conmigo, dejándome ahí sellado, al igual que Inuyasha. Después de eso ni te imaginas los beneficios que me trajo tu conjuro, Inu-No-Tashio me buscaba para matarme, pero el murió en la guerrilla que hubo hace cincuenta años entre youikais y humanos.


    *Fin Del Flash Back*


    - Por eso, al momento de morir, mi alma no habia descansado en paz, quedó atrapada en mis restos, ¿Solo me devolviste a la vida para recordarme aquel incidente?

    - En estos momentos no puedes moverte, a menos que yo te lo ordene. – Musitó Naraku.

    - Hmph, usaste la rama enjoyada, ¿no es así? – Preguntó mirándolo a los ojos, como si tratara de adivinar sus verdaderas intenciones. Su cuerpo se movía al compás del agua cristalina.

    - La conoces mejor que nadie, esa rama tiene el poder de manipular las almas, por eso…

    Naraku se acercó mas al lago, a decir verdad se colocó en una de las orillas, ya no estaba encima del puente de madera como anteriormente, quería ver la expresión de Kikyo al decirle las palabras pensadas, el rostro de ella no demostraba sentimientos, típico de ella, cuando los demuestras enfrente de tu enemigo puede manipular tu pasado, y a la vez tu futuro. Naraku cambió su mirada antes de admirar sus ojos color de noche. En ese instante puso su dedo índice en el lago, ella pudo divisar como de el salía un aura negra y morada a la vez, como si la estuviera hechizando o poniendo una maldición. Ella solo observaba cada movimiento con detalle.

    - Todas las noches, tendrás que estar flotando en este pequeño lago, de lo contrario, si por alguna razón no llegas a mojarte en esta agua bañada de almas; morirás al instante, te desvanecerás de este mundo sin dejar ningún rastro.

    ¿Sentir ese frío en su cuerpo cada noche? Sin duda era muy duro para cualquier humano, después de todo el agua en la noche siempre parecía congelarse, eso lo sabia perfectamente Kikyo, ya que sentía lo mismo. No le asustaron las palabras de Naraku, tal vez el solo buscaba intimidarla de alguna forma, pero ya sabia como es ella, no demostraba sus sentimientos a cualquiera.
    Solo hubo una persona en toda su vida que presenció sus sentimientos enjaulados. Un joven que de seguro en esos instantes la odiaba en silencio.
    Naraku se levantó después de decir su pequeño discurso, una brisa suave movió sus cabellos ondulados que resaltaban las intenciones oscuras con esa mujer, la admiró por unos momentos, pero aun seguía la duda en Kikyo ¿para que la devolvió la vida? La teoría que tenía era para hacerla sufrir durante mucho tiempo y después asesinarla como hace cincuenta años atrás; pero ¿solo eso? No quiso averiguar mucho cuando Naraku le dio la espalda.

    - Mañana al atardecer podrás moverte y posiblemente… Presenciaras a InuYasha.

    - ¡¿Qué…?! ¿Acaso se liberó de mi conjuro? – Preguntó Kikyo un poco alterada, no pudo evitarlo; pero aunque esas palabras provenían de Naraku creo un ambiente pacifico en ella. – Me alegro… - Pensó.

    Naraku ignoro su pregunta, no deseaba involucrarse con los sentimientos de las demás personas.
    Esos inútiles sentimientos que te lastiman sin saberlo.
    El siguió su camino en lo profundo del bosque, su silueta desapareció en las sombras del bosque, dejándola sola y desprotegida a Kikyo flotando en el frío lago, al darse cuenta que no encontraría las respuestas a sus preguntas con Naraku, trató de relajarse un poco, su vista estaba fija en el cielo claro que acompañaba siempre a la luna llena de esa noche, cerró sus ojos lentamente con intenciones de reconciliar el sueño, era difícil después de revivir, mas cuando permaneció dormida durante cincuenta años.
    La muerte es igual que un sueño profundo en el que nadie puede despertar.

    La hermosa mañana se hacia presente en la ciudad de Tokio, los rayos resplandecientes tocaban ligeramente las calles de esta ciudad limpia y honrada con los habitantes.
    Tres jóvenes corrían apresuradamente, parecía como si alguien lo quisiera secuestrar o peor aun asesinarlos, pero nada de eso podía pasar, no tenia probabilidades, ya que los guardianes de Kagome Higurashi la acompañaban a donde fuera, incluso si tuviera que agacharse para recoger su lápiz se lastimaría, sin duda se tomaban en serio su trabajo, algunas veces la actitud de Koga e InuYasha le molestaba, ya que no se llevaban muy bien, pero ella sospechaba que en el fondo eran amigos, amigos que no se encontraban fácilmente. Aunque eran demasiado orgullosos que les costaba aceptarlo.
    Los amigos se cuentan con la palma de la mano.

    - Oye Kagome, ¿por qué no me despertases cuando ya estabas lista? – Preguntó el joven de cabellera larga y negra, llevaba el uniforme de la preparatoria aunque no le gustaba, a decir verdad le agradaba estar con la prenda que una vez le regalaron sus padres. El traje de las ratas de fuego.

    - ¡No soy tu despertador, además me levante muy tarde como para preocuparme por ti! – Ambos corrían a la misma velocidad ya que los dos eran humanos, si InuYasha estuviera transformado en hanyou ya la hubiera rebasado.

    - ¡Ya déjala bestia, no la molestes! – Por supuesto Koga no iba permitir que la tratara de esa manera. – ¡Ella no tiene la responsabilidad de levantarte, para eso existe el despertador inútil!

    - ¡Ya no estén discutiendo por tonterías ustedes dos!

    El trío de jóvenes corrían a la misma velocidad, apenas cabían en la banqueta de las calles, por suerte no hubo personas que molestaran en su camino; cuando por fin llegaron a su destino (en la preparatoria Mytho) lo primero que hicieron fue sentarse en las bancas que había en la preparatoria, menos Koga, el no se cansó con lo que recorrieron ya que el era un youkai por completo, ya estaba acostumbrado a correr grandes distancias, por supuesto que era la situación perfecta para burlarse de InuYasha el hombre mitad hombre y mitad bestia, mejor conocido como la raza hanyou.
    Su eterno rival. InuYasha y la chica respiraban agitadamente.

    - ¡¿Bestia que haces ahí sentado?! ¡Se supone que eres un hanyou, no deberías cansarte por ese pequeño recorrido! – Se paró enfrente de una forma superior cruzando los brazos.

    - Por si no lo habías notado pulgoso soy más débil de esa forma, ¡No puedes reclamarme nada! – Sin darse cuenta opinó en contra suya, era verdad siempre odiaba ser un humano débil. El ser humano trabaja duro para luego envejecer y esperar su muerte, esa era la teoría que tenían todos los seres sobrenaturales. – Por eso no me gusta aparentar ninguna debilidad, ¡maldición, y con esto pretendo proteger a Kagome! – El pensamiento no duró ni cinco segundos, fue tan fugaz que apenas lo entendió.

    Kagome estaba tan cansada como para parar inútilmente la pelea, después de todo en las peleas no podía hacer nada, solo estaba para detener las batallas, cuando ella consideraba que ya era necesario terminarla, pero estaba segura que algún día ella aprendería a pelear como sus guardianes; la voz de Ayame la sacó de sus pensamientos, al igual que los jóvenes que estaban peleando.
    Así es, todavía.

    - Buenos días. – Saludó. Ayame era una chica que vivía con su abuelo, su familiar tenía mucho dinero, aunque eso no era suficiente para su felicidad; lo más importante para ella era que su amistad creciera con sus amigos.

    - Buenos días. – Devolvieron el saludo observándola.

    - Oigan, ¿no han visto a Sango y a Miroku? Es que no los encuentro. Por lo regular vienen temprano.

    - No, la última vez que los vi fue ayer en el templo cuando hicimos la bienvenida. – Contestó Koga.

    En ese instante se escuchó la melodía que producen los timbre de las escuelas en Japón, no podían esperar a sus compañeros, el tiempo se les había acabado, no les quedó otra opción mas que entrar a sus asignados salones. Por suerte, cuando entraron observaron a Sango y a Miroku platicando de una forma muy cercana ya que cuando los saludó Sango tenía el rostro de color rojo intenso, y un leve sonrojo por parte de Miroku, ¿de que se trataba la conversación?
    Cuando llegó la profesora de Español todos se sentaron a sus asientos, y saludaron a la maestra con una gran flojera, pero los maestros de seguro ya estaban acostumbrados. Kagome tenía a su lado derecha a InuYasha y a su lado izquierdo a Koga, una chica que no tiene su espacio, no es libre.

    - Chicos como ya saben, ahora iniciaremos un nuevo proyecto. – Explicó la profesora a sus alumnos.

    - ¿Un nuevo proyecto? ¿Ya terminaron el otro? – Preguntó Kagome en voz baja para que no la escuchara la profesora, los únicos que la escucharon fueron sus guardianes y Sango (se sentaba detrás de ella)

    - Si, ahora iniciaremos con el proyecto de actuación según me contó Ayame. – Contestó su amiga de cabellera color castaño.

    La maestra dio claramente las explicaciones; el equipo para el proyecto era de seis personas, no era muy difícil conseguir un equipo con ese número, algunos alumnos se quejaban ya que no conseguían compañeros o porque necesitaban más; simplemente a la hora de construir los equipos eran un desastre.

    - ¿Qué les parece la obra de Romeo y Julieta? – Propuso Ayame con gran entusiasmo ya que ella conocía perfectamente esa novela de romance.

    - ¿No crees que esa obra la irán a escoger los demás compañeros? – Comentó Kagome; a ella siempre la ha gustado ser única en sus trabajos, especialmente cuando es en equipo.

    - Eso es cierto… Pero, ¿se te ocurre alguna otra obra? – Habló Sango causando que dudara Kagome de su respuesta. Era cierta la frase: piensa antes de hablar.

    - Pues… No.

    - ¡Déjense de tonterías y perdidas de tiempo, falta mucho para el proyecto hay que dejarlo para después, además la siguiente hora es matemáticas, tengo que estar muy bien relajado para no golpear al maldito del maestro! – Gruñó InuYasha con los brazos en su nuca. – Los números y las ecuaciones tan solo verlos me marean.

    - ¡Ya cállate bestia, lo único que haces es quejarte! – Dijo entre dientes el otro guardián; al oír esas palabras no pudo evitar preguntarse Ayame ¿por qué siempre lo llamaba bestia? No era muy común que alguien agrediera de esa forma, al menos que sea un perro.

    - Miroku, ¿por qué estas tan callado? – Preguntó Kagome volteando hacia atrás (ya que el estaba en ese lugar sentado en uno de los mesa bancos) Estaba bastante serio con su cabeza apoyada en su mano, su mirada color azul fuerte estaba perdida en el pizarrón, ¿qué había de interesante ahí si no había nada escrito? Esa pregunta lo sacó de sus pensamientos drásticamente. Parpadeó dos veces para prestar mas atención a sus amigos. ¿En que estaría pensando?

    - ¿Eh? Nada… - Ahora su mirada se fijó en la ventana, todos lo miraron como si hubiera cometido un delito mortal.

    Los minutos pasaron, desacuerdos, gritos, peleas verbales se hicieron presente en el salón; ni siquiera la persona con mayor autoridad podía crear el silencio, el timbre de la preparatoria Mytho no tardo en sonar, era la escusa perfecta para salir del salón y relajarse por la tensión de las clases. El maestro de matemáticas no se presentó, un gran alivio para la mayoría del grupo especialmente para InuYasha.
    Miroku, el único e inexperto monje estaba en el jardín de la escuela como siempre divirtiéndose con las mujeres, ¿acaso por eso estaba tan pensativo? ¿Esa seria su gran desesperación?

    - ¡Haber lindas, ¿quien esta disponible para una romántica cita?! – Tuvo que alzar la voz para que lo escucharan, había toda una tormenta de chicas a su alrededor y todas contestaban lo mismo: si. Al entrar esas dos palabras en su oído de su bolsillo del uniforme sacó una pequeña libreta junto con una pluma, ¿un monje puede predecir el futuro?

    La actitud que tomaba el monje no eran digno de su profesión, un verdadero monje siempre guía con sus palabras a las personas para enderezar su camino en la vida, pero Miroku tenia el camino mas chueco que nadie. Eso lo sabia perfectamente su amiga de la infancia: Sango; ella observaba todo con detalle desde lejos, cuando despertaban la furia en ella mostraba una mirada fría y despiadada con los brazos cruzados, posiblemente tenia oportunidad de igualar la mirada de Sesshomaru, ¿si hubiera una competencia entre ellos quien ganaría?

    - ¡Miroku! – Gritaba la chica de cabellos castaños mientras corría hacia el alzando la mano para saludarlo, lo hacia por cortesía o ¿acaso le estaba demostrando que no estaba celosa? Después del beso que se habían regalado el día anterior lo mas seguro es que eso pensara cuando divisó su silueta.

    - ¡Hola linda Sango! – Tragó saliva, al pronunciar su nombre sintió como un escalofrío recorrió sus hombros y espalda rápidamente.

    Miroku temía lo que fuera hacer esa chica, venia con una gran sonrisa casi falsa podía jurar; empuñó su mano para poder soportar la situación grave por la que estaba pasando, cuando Sango por fin llegó se detuvo enfrente de el, tuvo suerte de que las chicas se apartaron un poco de el muchacho para darle espacio a ella. Se miraron por unos instantes; parecía que no estaban las chicas, como si se las hubiera tragado la tierra ¿por qué?, por que la mirada fría y despiadada de Sango desapareció, el monje pudo respirar hondo cuando se percató de eso.
    Pero su felicidad se desvaneció de repente cuando ella alzó de nuevo su mano y le pegó una gran cachetada, tan fuerte fue el golpe que hasta los pájaros que estaban en los árboles frondosos de la escuela se fueron volando, como si la misma presencia de la cachetada los hubiera espantado, Miroku abrió sus ojos azules por la impresión, su mejilla estaba en un tono rojizo, las chicas que estaban alrededor se enojaron por tal acto. El muchacho solo se llevó su mano a su mejilla, sin darse cuenta le recordó aquella vez cuando el la beso, era como un gran deja-vu, como si el destino quería que recordara de nuevo sus labios calidos y rojos posados en los suyos. Una experiencia inolvidable, seguro que el mismo pensamiento cruzó por la mente de Sango.

    - ¡Oye, ¿Por qué hiciste eso?! – Protestó una de las chicas enojada para después acercarse mas a Miroku casi se podría decir que lo estaba abrazando por la espalda.

    - ¡No te le acerques! ¡Esto podría agravarse! – Respondió ella muy alterada. – Miroku tiene una enfermedad muy contagiosa, si se acercan a el ustedes estarán enfermas.

    Inventar una enfermedad que nadie sabía era una escusa perfecta; al escuchar las palabras de Sango todas se asustaron, se miraron las manos, sus piernas incluso hasta su estomago; aunque no era buena actuando resulto buen plan, aunque siempre había una excepción.

    - ¡¿Y tenias que golpearlo?!

    - Mate al mosco que originó esta enfermedad, tal vez… yo ya estoy contagiada…. Y esta enfermedad no tiene cura… - Mintió con su mano en la frente, parecía que se iba a desmayar. Claro que todo era actuación, y eso lo sabia Miroku solo que también estaba enterado de que si hablaba, su amiga se enojaría mas con el. Estaba entre la espada y la pared.

    Rápidamente todas las chicas se fueron corriendo de ese lugar dejando al par de jóvenes solos, Miroku deseaba que las chicas regresaran a el y lo besaran entre todas como un buen mujeriego; pero era obvio que Sango no se lo permitiría.

    - Sanguito, ¿por qué me hiciste eso?

    - No me culpe su excelencia, no soy buena actuando, además tenia que practicar mi papel – Respondió enojada pero a la vez orgullosa con las manos a su cadera, después se dio media vuelta y se retiró de ese lugar, no soportaba estar a lado de ese hombre aunque a la vez sentía que debía estar ahí a su lado, pero ¿acaso el se merecía la presencia de ella?

    - Pero si aun no elegimos la obra. – Pensó el.

    En otro lugar de la secundaria; el joven humano que se odiaba a si mismo por su apariencia estaba sentado en las raíces de un árbol de cerezos, los pétalos bailaban al compás de su cabello, sus ojos se enfocaban en el suave pasto que se movía, sus brazos cruzados lo hacían mirar más varonil que los demás, pero ¿eso era lo único que lo diferenciaba? ¿Las personas ya no ven lo especial de cada uno?

    - Por que los aires han cambiado… - Pensó.

    El silencio reino en ese lugar tan relajante, parecía como si el árbol trajera la misma tranquilidad y eso mas que nada lo necesitaba InuYasha desde hace mucho tiempo; desde que conoció a Kagome siempre se sentía intranquilo, parecía que a su lado el día nunca acababa, ¿tenia algo que ver que ella fuera la ultima Higurashi? Todavía no entendía muy bien el porque ella era la única, ¿cómo murieron sus familiares? Además: ¿por qué corría peligro? Si hasta ahora no la habían atacado o algo así, a excepción ese día cuando a Kaede le dio un infarto y Kanna y Kagura intentaron… ¿Intentaron que? Muchas dudas seguían en su cabeza.

    - ¿InuYasha? – Lo sacó de sus pensamientos una chica que estaba sentada a su lado, incluso siendo humano no podía percatarse de quien venia, una gran inseguridad le creo ese molesto pensamiento. - ¿Por qué estas tan aislado?

    - No es necesario que me acompañes Kagome, ve advertirte con tus amigas, a mi déjame solo. – Dijo en forma arrogante. Ella solo se sorprendió por su actitud.

    - Pero si un no me he ofrecido… - El joven de cabellera larga y negra se sorprendió a si mismo, ¿contestó antes que le preguntaran? Una actitud extraña al parecer. El la miró un poco apenado.

    - … Bueno, supuse que lo ibas a hacer.

    - Si te molesto entonces me voy.

    Ella se puso de pie con intenciones de retirarse pero el la alcanzó tomándola de la mano; al sentir contacto con su piel sintió como miles de escalofríos recorrían sus hombros y espalda, hasta sentía arder sus mejillas; apenas se percató de eso y la soltó de inmediato, se miró las manos con desesperación pero a la vez curioso. Kagome se volvió a sentar en donde estaba y lo observó de nuevo, pero esta vez con más detenimiento, parecía un niño pequeño que se lastimó su mano aunque en esa ocasión no había herida alguna.

    - ¿Ocurre algo?

    - No, nada. – Se apresuró a contestar. Ella solo sonrío, hace mucho tiempo que no lo miraba de esa forma, le causó ¿ternura? ¿Eso se podía crear con alguien que tiene el carácter demasiado fuerte? Sin duda cuando estaba con InuYasha despertaba sentimientos jamás encontrados, jamás explicados. Por que las palabras no expresan realmente los sentimientos. El solo dejó de preocuparse por si mismo y siguió con si vista perdida en el pasto.

    Kagome imitó su movimiento, al parecer era agradable estar bajo un árbol de cerezos, los pétalos rosados bailaban alrededor de ellos, parecía que el tiempo y el clima se habían puesto de acuerdo para esa situación tan relajante. InuYasha no pudo evitar mirarla de reojo, una imagen realmente hermosa para sus ojos negros; se lamentó de ser humano en esos momentos, cuando estaba en esa forma no podía controlar sus sentimientos y corazón, el sonrojo apareció inesperadamente en sus mejillas, el sonido del viento era lo único que se escuchaba.
    Un pétalo rosado calló ligeramente en las manos de el.

    - Todos nos tomamos nuestro tiempo cuando sentimos que no podemos alcanzar nuestros sueños. – Musitó ella con su vista al pétalo que estaba en las manos del joven.

    - ¿Qué te hace pensar que estoy así por eso?, además no tengo ningún sueño que quiero realizar. – Comentó orgullosamente, la chica no le tomó demasiada importancia así que continuó.

    - Decidir que no hay ningún modo de que tú puedas hacer algo… Es puramente una forma de consolidarte a ti mismo, ¿no te estas engañando a ti mismo sobre tus sentimientos? ¿Sobre que es lo más importante para ti?

    - ¿Lo mas importante para mi? – Se preguntó a si mismo. – Hmph, la última vez que decidí eso me traicionaron de la peor manera que te puedas imaginar… Y eso no volverá a pasar… - Cerró sus ojos y volteó a otro lado para no mirar la expresión de su acompañante.

    - Ya veo, entonces…. Es por eso que no puedes confiar en cualquier persona; pero, ¿sabes InuYasha? Yo nunca te lastimaría. – Habló Kagome. – Te agradezco que me tengas esa confianza para decirme eso, suele ser muy difícil decir ese tipo de cosas… Pero, ¿quién te lastimó InuYasha? – Preguntó curiosa.

    El joven se sobresaltó, hace mucho que no hablaba de aquella persona que no solo lo hirió físicamente; la herida en su corazón todavía estaba presente, una herida en aquel lugar no sana, se queda marcada durante tu vida. InuYasha le dio la espalda con los brazos cruzados, no era necesario preguntar por que su comportamiento, incluso Kagome se arrepintió de habérselo preguntado.
    Su fleco tapaba sus ojos, como si el mismo viento no quería verlo, sus cabellos tapaban el rostro de aquel joven mitad bestia, después colocó su mano derecha en el tronco grueso y rugoso del árbol; como si estuviera buscando alguna fuerza que lo ayudara a seguir adelante.

    - Debería odiarla… - Pensó. – Pero hago todo lo contrario… Debería olvidarme de ella… Pero su recuerdo siempre me acompaña… ¡Maldición…! – Frunció el seño y cerró sus ojos con fuerza, parecía que buscaba lastimarse a si mismo ya que también empezó a empuñar sus manos en el suelo, tal vez quería ver sangre, sentir que se lastimaba. Se odiaba a si mismo. - Pero lo curioso… Es que no me arrepiento de haber estado a su lado…

    Cuando por fin volvió en si, sintió como unas manos se posaban en sus hombros delicadamente como si tuvieran miedo de que el joven rechazara tal acto, Kagome al ver que no había problema se recargó en su espalda muy despacio, muy suave.
    Tal vez InuYasha era muy masoquista con sus pensamientos, pero no le importaba, de todas formas estaba consiente de que si el sufría lastimaría a los demás inconcientemente, especialmente a Kagome, que sin darse cuenta la joven ya había formado parte de su vida, ya había dejado marca en su camino.
    Kagome no deseaba lastimarlo, no deseaba que recordara aquellos momentos abominables para el, la vida de el era muy difícil, tener que soportar a que te critiquen por tu forma de ser, ser rechazado por parte de la familia.
    Una vida sin apoyo.

    - Kagome… - Musitó mirando la mano delicada y suave de la chica.

    - Dime.

    - No es necesario que me acompañes; en verdad, yo puedo solo… - Bajó la mirada, ella no se dio cuenta debido a que tenia los ojos cerrados, ya se había acostumbrado al carácter de InuYasha.

    - Incluso yo tengo que proteger a mi guardián…. No… A mí querido guardián…

    InuYasha sonrío por sus palabras, el nunca dudó de ella, Kagome era a veces caprichosa y testaruda, pero eso no le quitaba lo amable y generosa que era. Por primera vez, desde hace tiempo, se sintió amado en esos instantes.
    En forma de agradecimiento llevó su mano hasta la de ella, sintiendo de nuevo los escalofríos que anteriormente lo habían asustado, ¿acaso escalofríos es lo mismo que sentimientos? No quería ponerse a averiguar a algo sin importancia… Hasta ahora.
    Los rayos del sol adornaban aquella imagen, el viento los acompañaba, el pasto bailaba con el viento; nadie estaba apreciando esa imagen, incluso el mejor pintor no puede capturar la imagen deseada.
    Que desperdicio…









    Izayoi sama: Es verdad a todas nos pondría celosas y nos mataríamos entre nosotras, (si de pos si ya queremos matar a Kikyo y a Kagome, suertudas) Bien dicho amiga sempai, el mejor pastel es el de tres leches *O* (me gruñeron las tripas XD) La verdad si hubiera hecho eso Miroku lo mandaría al infierno, pero quisimos poner esa escena ya que ellos no han tenido casi romance XD, claro que a InuYasha ya Kagome no los dejamos atrás.

    SuMi-cHan: Amiga en verdad íbamos a describir esa parte, formaba parte de nuestro plan, pero todo fue mi culpa ya que no estaba inspirada para una situación así; (a ver si InuAhome no me mata después de esto) Bueno sobre InuYasha y Kikyo tomaran otro rumbo no se preocupen todas tienen la misma idea pero no es así jajaja (soy malísima… Ya te adelante T.T) Y sobre su romance creo que lo sabrán mas adelante, vamos despacio en esta historia la pensamos hacer larga XD; ya le tocaba a Sesshomaru su escena jeje.

    Disc Zu: Últimamente estoy tratando de leer mas seguido para darme cuenta que es lo que me falla, y ya me di cuenta mas o menos como debo narrar la historia, solo falta que me acostumbre, estoy haciendo todo lo posible para fijarme en las tildes, incluso antes de poner esta conti la leí como cinco veces. Lo que mas me fije es en la parte donde Naraku comienza a narrar en el momento cuando lo sellaron, no se si me Salí de su carácter o algo así, en fin espero que halla mejorado. Sobre Kagura se me hace buena persona, pero siempre convivió con gente cruel; siempre ha sido uno de mis personajes preferidos al igual que Kikyo.

    Lunans: Amiga espero que siguas leyendo a pesar que revivió Kikyo XD, la mayoría todas las inufanaticas la odian, yo era una de ellas pero con el tiempo… No se creo que me hice como Kagome XD. – si, me odio por eso jeje -.

    Yagami Raito: O muchas gracias, bienvenid@ a esta discusión, espero que siguas leyendo junto con nosotras y no te aburras de la historia.

    LiFeInu: Amiga es muy difícil describir las miradas de Sesshomaru si todas tienen un mismo significado: “Muérete” “A un lado” “Apártate” etc.… Esa escena otra vez, no esta inspirada XD, aunque si me arrepiento de no haberla descrito. Que raro amiga que no comentas de Koga *O* Te lo van a ganar XD, amiga te extraño, entrando te mando las fotos de mis XV!!!!

    Devil kiss: Hola amiga, nos alegra que te halla gustado, la mayoría he notado que no quieren a Kikyo en la historia pero ni modo forma parte de nuestros planes jeje, la escena del regalo de Sesshomaru fue idea mía XD, Sango y Miroku ya tenían que tener su escena jeje.

    Inuyassha: Amiga ya te extrañaba!! Perdona que te dejara de avisar cuando ponía la conti es que creí que ya nos dejarías abandonadas. Bueno estas perdonada XD, de nuevo bienvenida amiga, ¿recuerdas la idea que nos diste hace mucho tiempo amiga? La tomare en cuenta, es mas ya la estamos ideando. Avísame si te acuerdas amiga ya que fue hace mucho tiempo que me dijiste.



    NOTA: Estaré fuera de la cuidad varios días y no tendré acceso a la computadora pero prometo que estaré al pendiente de la historia no se preocupen, otra cosa mas para todos los lectores he notado que muchos no les gusta la idea de que reviva Kikyo; debo admitir que antes la odiaba como no tienen una idea, pero cuando murió llore exageradamente y me di cuenta que no la odiaba en realidad si no eran puros celos míos, y ahora la admiro, por que en realidad es una buena persona.
    Bueno espero sus comentarios, sugerencias, críticas, etc.…

    ¡Feliz Navidad y prospero año nuevo!

    Santa no me trajo a InuYasha hace cinco años, ahora se lo pediré a los reyes magos XD

    :cat:
    Atte:
    windmiko e InuAhome
     

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