The lion king: jigsaw of the exodus

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por Roar, 29 Octubre 2008.

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    Roar

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    The lion king: jigsaw of the exodus
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    The Lion King: Jigsaw of the Exodus

    TLK Jigsaw of the Exodus

    Estábamos solitarios, alejados de nuestras familias para unirnos a la penumbra. Yo no cedería mis instintos hasta conseguir completos nuestros lazos.

    Estaba seguro que las brisas de lo prohibido se escucharían por la sabana, y que después todo el reino sabría que me había involucrado con una princesa, pero por el momento, durante esa noche, no me importaba nada mientras compartía un paseo junto a ella. El después, sería.

    Ella radiaba con su mirada azulada, rociando y demostrando su afecto hasta caer por todo su pelaje. Tan pura y yo con numerosas escenas de muerte en mi cabeza, pero mis pecados no se reflejaban en mis ojos, porque ella se dirigía con gracia, la serenidad le rodeaba mientras la sabana quedaba en quietud.

    -¿En dónde dices que es Bahari?- la princesa seguía impaciente por la llegada a un paraíso al cual llamaba: Oceanía, ya que mi madre me había contado una historia, en el cual relataba un lugar perfecto con aquel nombre.

    -¿Porqué éste lugar para ver la lluvia de estrellas Bahari?, ¿no crees que nos estamos alejando mucho?- ella no dejaba de preguntar, pero yo no quería responder nada, y dejar que el paisaje la envolviera. Ella ocultaba su mirada a cada paso que dábamos hacia Oceanía. La princesa tenía una ternura absoluta, aunque madurez en palabra, que ambas mezcladas sorprendían.

    Sin voltearla a ver, y justo cuando nos alejábamos de la árida esencia de las praderas, le respondí con la historia que había pasado de generación en generación, por mi familia, aquel cuento de Oceanía.

    -Hace tiempo princesa, los leones solían hablar de un reino perfecto, de una gloria infinita; porque en aquel reino, las aguas no se detenían, cayendo sin fin a nuestros cuerpos, la tierra era verde y frondosa, con vientos que se escapaban por tu pelaje, y jugueteaba con la mirada, aquella gloria se le nombraba Oceanía. Tiempo después encontraron aquel reino que solían narrarles, pero al poco tiempo, las aguas dejaban de correr sin parar, la tierra dejaba de ser verde, y los vientos se convirtieron en olas de calor. Aquel lugar no era Oceanía, pero lo que no sabían es que el verdadero significado de Oceanía se encontraba junto con las personas que más estimas, aquellos que te ayudaron desde un principio, tú familia- le decía mientras podía ver que se quedaba impactada por el relato. -¿Tú quieres ser mi familia?- le pregunté al mismo tiempo que me acercaba rápidamente hacia ella.

    -¿De qué hablas?- Preguntaba la princesa inquietada, bajo una acacia que se sacudía fuertemente por los torbellinos de viento.

    La brisa gélida me impacientaba para la respuesta, ella sólo dio media vuelta y comenzó a regresar a sus tierras, no sin antes de un salto apresurado, interponérmele pidiendo mi respuesta, después de esa fría despedida.

    -Lo siento Bahari, no puedo acompañarte a ver ese lugar, tengo que regresar con mi familia- sus palabras me habían dicho todo, sin lugar a dudas no estaba dispuesta a tener algo conmigo, a pesar de que ambos teníamos un amorío, su padre no podía enterarse de mi presencia, ya que ella provenía de una familia de realeza, además era un forastero, cruzaba fronteras sólo por verla a ella, pero era un hijo de nadie, no tenía una manada, desde mi juventud estaba acostumbrado a vagar en soledad, pero ella había llenado el vacío que buscaba, ahora tenía que esperar a que aceptara mi proposición de formar un clan.

    Me estimaba que esa noche sería un desastre, ya que su reino había tenido altercados con Sol Rojo, uno de los reinos vecinos que se identificaba por el color peculiar del suelo de ese lugar.

    Acacia del Norte, donde gobernaba mi princesa, había estado en alerta por recibir advertencias sobre espías de Sol Rojo, para acabar con el reino, esto ocasionó una guerra entre las manadas de ambos reinos, creando un caos en el orden de ambas tierras.

    -¿Seguro que es por eso, verdad princesa?- le decía refiriéndome a su problema del reino de su padre, ella ya estaba alejándose bastante de mí, hasta que se detuvo por lo que le había dicho, volteándome a ver obligada.

    -Tú sabes que no me importa eso, simplemente no estoy preparada para esto Bahari.

    Decidí dejar de cuestionarla, y con la mirada baja me alejé de ahí para volver a mi guarida, aunque antes la escuché con una clásica pelea sobre nuestra relación.

    -¡Te he dicho que ya no me digas princesa!, ¡soy Moyo!
     
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    Re: The Lion King: Jigsaw of the Exodus

    HOLA LOWEE!!!
    Aki kagura, ya he leido tu capitulo
    y me encanto manejas una narracion que
    envuelve facilmente a un lector
    te felicito n.n
    ademas parece que sera una histora bastante
    interesante asi que esperare con ansias la
    siguiente parte
    x ahora... adios vay!!!
     
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    Roar

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    Re: The Lion King: Jigsaw of the Exodus


    Ah gracias, que bueno que te haya gustado, la verdad temía que alguien lo leyera por ser algo Disney... acá a la mayoría les gusta más las cosas tipo anime, como sea... gracias nuevamente, espero verte por aquí pronto.
     
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    Roar

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    Re: The Lion King: Jigsaw of the Exodus

    El trayecto hacia mi guarida siempre era el mismo, tenía que pasar por llanuras y escalar pendientes rocosas, pero ya no tenía miedo como antes, me había puesto más fuerte después de caer varias veces en las escalinatas. Mi cuerpo aunque crecía con rapidez, no podía asegurarme para correr riesgos, como saltar las dunas que se hacían en el suelo árido.

    Muchas veces, me quedaba viendo el reflejo del agua, de aquellos lagos que frecuentaba, cada día podía observar a alguien diferente. Mi melena aún no estaba totalmente desarrollada, lo que demostraba mi juventud, pero mi rugido ya se estaba desarrollándose. Justo en una cueva, a cercanías del cementerio de elefantes, me encontraba yo para resguardarme del silencio y la noche, era peligro andar por afuera sobre todo por los altercados de los rebeldes que cometen delitos contra cualquiera que pase a su lado.

    -¡Oye Bahari, te ves exhausto!, ¿qué te dijo la princesa, por fin el sí?- me dijo mi amigo, compañero de varias venturas; Damu, quien vivía junto a mí en la cueva que era la guarida para las noches peligrosas. Damu se caracterizaba por ser simpático y atrevido, tenía un cuerpo algo descuidado, ya que tenía sobrepeso y para un león era bastante desafortunado tener una figura que necesita ser ágil. Aún así, eso no le quitaba las ganas de comer algo, así que siempre se las arreglaba por comer algo, no por su velocidad, sino por su astucia. A Damu ya le había crecido la melena más que a mí, pero de un pelo delgado y castaño, además de que su pelaje era muy claro, casi amarillo.

    -No Damu, no sabe qué hacer, de verdad pienso que no vale la pena esto de ir por la princesa y llegar a su padre- le dije a Damu, explicándole que el plan para tomar el reino era inestable.

    -Recuerda que los Rebeldes están de acuerdo, además por lo que veo ella está enamorada de ti Bahari- decía Damu mientras mordía su hueso favorito carcomido.

    -Pues, yo la veo muy infantil Damu, la verdad ella no es para mí, necesito a alguien que esté segura de sus decisiones, no que dependa de papá- le explicaba mi insatisfacción por Moyo, pero aún así me ponía a pensar en su mirada que realmente me volvía loco.

    -Ya Bahari, Hakuna Matata.

    -¿Hakuna qué?

    -Hakuna Matata, no te angusties.

    -¿Tú lo inventaste?

    -No, para nada, lo escuché por ahí- mientras Damu me explicaba el significado de su extraña frase, me quedé pensando en la princesa Moyo, y si lo que le iba hacer era necesario.

    -¡Ah por cierto Bahari!, hoy habrá una reunión, así que ya debemos adelantarnos, será a cercanías de la Roca del Rey.

    -¿Qué?, ¡¿Damu y porqué no lo dijiste antes?!

    -Lo siento Bahi, pero si quieres vámonos ya, ¡seguro ya nos están esperando!- Al terminar de decir eso, me lancé rápidamente fuera de la cueva y recorrí hacia aquellas tierras donde aún la restauración no había llegado, se había dicho que en aquel reino hubo un rey tirano que explotaba a las leonas con trabajos forzados, y que el alimento en el reino era inevitable, pero que un mesías fue a rescatar aquellas tierras desiertas. Aunque el ambiente no pintaba tan mal como me había narrado, de verdad el reino de aquel mesías estaba aún en restauración; las plantas aún estaban brotando, pero ya se podía ver un pastizal amplio, junto con árboles adornados de hojas, pero la comida se había ido de aquellos lugares por la escasez de vida verde.

    -¿Entonces todo era cierto?... esta cosa necesita remodelaciones- se burlaba Damu de la precaria situación de aquel reino, pero lo que realmente estaba haciendo, era buscando a la reunión.

    -Tardaste Bahari, como siempre, ¿qué no le dijiste nada Damu?- Laaga, un león que tenía melena negra totalmente, pero alborotada, era de una complexión delgada, con una mirada siniestra de color roja, era el mayor del grupo, y por lo tanto quien tenía la madurez para movilizar una manada, siendo él creador de los rebeldes.

    -¡Tarde!, ¡muy tarde!- decía otro león que se caracterizaba por su enorme tamaño, y de voz grave, llamado Djur, con poca melena sobre su cuerpo, pero con un cuerpo con fortaleza física. Su poca melena era de un anaranjado, amarillento, junto con su pelaje que era un café totalmente oscuro, pero que tenía franjas negras entre sus patas, lo cual anunciaba que no era un león, sino de una familia de un tigre y una leona.

    -Así es, pero no importa, ya están aquí, ¡es hora de discutir del reino!, ¡que debe ser nuestro!- el más emocionado y con una voz chillante, con manía de mover sus patas involuntariamente, se le conocía como excéntrico. Längta, mejor conocido así, era un poco impetuoso, pero con gran optimismo para lograr sus objetivos. Era el más pequeño del grupo, aunque no por mucho, se caracterizaba por no llevar melena alguna, pero por tener unos ojos profundo cautivadores, su cuerpo aún estaba en desarrollo, pero ya se notaba su fortaleza varonil.

    -Todo a su tiempo Längta, sólo espero que Bahari no nos haya fallado, ¿o sí?- decía Laaga, quien daba vueltas a mi alrededor, y con sus patas golpeaba fuertemente la tierra, como presintiendo algo.

    -No Laaga, no he podido hacer algo por tener a la princesa.

    -¡¿Qué?!- gritaba Längta con desesperación y furia.

    -No me sorprende que algo tan simple lo vuelvas algo tan difícil Bahari- Laaga mostraba nuevamente que era mejor en algo, pero como siempre ignoré sus palabras.

    -Oigan muchachos, no hace falta presionar a Bahari por su error- decía Damu, mientras trataba de defenderme, aunque al principio pensaba lo contrario. – Entiendo que es un irresponsable, que no ha podido conseguir el sí de la princesa Moyo después de tanto tiempo y- le interrumpí antes de que terminara conmigo.

    -Damu, no me ayudes.

    -Lo siento Bahari, pero bueno… la verdad es que a pesar de todo merece otra oportunidad, ¿de acuerdo?, ¡Hakuna Matata!- gritó mientras todos en silencio se quedaron pensando la propuesta de Damu, o tal vez de la palabra tan rara con la que terminó.
    Pero la duda quedó aparte después de ver un ave revolotear por donde nos encontrábamos, al parecer el ave se alertó y sobrevoló arriba de nosotros, advirtiéndonos de nuestra presencia con su molesta voz.

    -¡No están autorizados a que estén en estas tierras!, ¡les recomiendo que!- se detuvo y se nos quedó viendo por un momento aquel ave azul. - ¡pero si ustedes son sinvergüenzas!- decía el ave de pico anaranjado y ojos saltones. -¡Ni crean que no se lo diré al rey!

    -¡Dile lo que quieras pajarraco, nosotros ya nos íbamos!- gritaba enfurecido Längta.

    -No hace falta Zazú, aquí estoy- la imponente figura de un león con gran melena café-rojiza oscura y pelaje anaranjado, con pupilas rojas, y gran fuerza se acercó a nosotros con un rugido.

    -¿Así que tú eres el Mesías del que tanto hablan?, bien majestad, sáquenos de su reino- en tono de burla, Laaga se refirió a aquel león que apareció detrás de los pastizales.

    -¿Son ustedes los rebeldes?- respondió con otra pregunta aquel rey.

    -Así es, ¿algún problema?- decía Längta, mientras al mismo tiempo veíamos como un grupo de leonas nos rodeaban.

    -No, sólo que han sido capturados.
     
  5.  
    LadyMyc

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    Re: The Lion King: Jigsaw of the Exodus

    Holaaaaa!!!
    Otra vez yo, gomene por no haberme pasado antes
    creo que me desapareci del internet por el bombardeo de
    trabajos de fin de semestre pero espero y ponerme al corriente
    con todas las demas historias de la que soy lectora,
    y si es cierto aqui tenemos mas inclinacion por el
    anime pero nunca es malo leer algo nuevo n.n
    me dejaste con la intriga quisiera saber que mas va a
    pasar asi que siguele!! por el momento te dejo
    x ahora... adios vay!!!
     

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