ENAMORADOS (Sessh/Kag/Inu)

Re: ENAMORADOS (Sessh/Kag/Inu)

hola

Gracias por sus comentarios. Lo siento por ustedes y si creen que soy mala por ello, pero es que me encanta dejaralas con la intriga *perverso*.
Allá va!
CAPÍTULO 15
Los dos hermanos corrireron lo más rápido que pudieron al lugar de donde provenía el grito. Sesshomaru se transformó en una bola de luz, causando un gran enojo por parte de Inuyasha. Pero, pese a ese suceso, ambos llegaron al mismo tiempo a un claro del bosque donde Kagome yacía en el suelo desmayada.

Inuyasha fue el primero en acercarse a ella y Sesshomaru se quedó quieto observando. El hanyou la cogió entre sus brazos (como en el capítulo en que Kagome es envenenada por Mukotsu e Inuyasha cree que está muerta). La observó unos instantes: parecía tan solo inconsciente, pero lo que más asustó a Inuyasha fue que tenía su uniforme escolar sucio y roto por algunas partes. Eso no le pareció nada bueno.

Lentamente, Kagome abrió los ojos.

-Inu...yasha -pronunció la miko con dificultad.

-¡Kagome! ¿Cómo estás? ¿Qué te ha hecho? ¿Te duele algo? -dijo Inuyasha preocupadísimo por lo que Bankotsu pudo haberle hecho a la chica.

-Siempre tan preocupado... -dijo esbozando una frágil sonrisa -. Estoy bien. Se acercó a mí, yo estaba asustada y...sólo recuerdo que algo dentro de mí explotó y lo ataqué sin darme cuenta. Desapareció. Mis manos deprendieron una especie de luz y él...se desvaneció.

-Sabía que eras muy poderosa -dijo Inuyasha con una mirada dulce.

-Bien, utilicé mucha energía así que sólo necesito descansar un poco. Mañana mismo podremos reprender el viaje...

La expresión de Inuyasha cambió de alivio a dolor en un segundo. ¿Cuántas veces le había prometido a Kagome que la protegería des del incidente con Naraku? Muchas. Demasiadas para contarlas. ¿Y cuántas veces había estado ella en peligro y la tenía que salvar Sesshomaru? También demasiadas. Eso le llevó al hanyou a tomar una decisión dolorosa, pero que era por el bien de Kagome.

-Kagome, tú y yo ya no viajaremos más juntos.

-¿Qué? -dijo la miko confusa -. ¿A qué te refieres? ¿Por qué dices eso? -dijo con desesperación.

-Es lo mejor -dijo Inuyasha mirándola con sus ojos dorados húmedos por las lágrimas que amenazaban con salir -. Kagome yo...te amo. Mucho. Más que a mi vida. Pero... no puedo seguir prometiéndote que te protegeré para no cumplir mis promesas. Te lo he dicho ya tantas veces...¿y cuántas he cumplido mi palabra?

Kagome lloraba en silencio. Inuyasha le estaba diciendo lo más bonito y lo más triste del mundo a la vez. ¿Cómo era posible que le dijera que la amaba pero que no podían seguir juntos?

-Pero si dices que no me proteges...¿ahora qué haré? ¿Me dejaras sola, a mi suerte, para que me mate el primer demonio que aparezca?

-Eso nunca -dijo decidido Inuyasha. Se levantó, aún con Kagome en brazos y se la entregó a Sesshomaru.

-No he podido protegerte... No he cumplido mi palabra. Pero sé que él sí lo hará -dijo mirando a su medio-hermano -. Él sí que te protegerá. Te ama. Haría cualquier cosa por ti.

-¡Pero tú también me amas! ¡Y yo te amo! ¿Cómo crees que me siento al saber que no te veré cada mañana al despertar, que no tendremos nuestras riñas estúpidas a la hora de la comida, que no te podré mandar al suelo con esa palabra que tanto detestas, que no podré mirar las estrellas a tu lado...y que no podré besarte nunca más? -dijo Kagome mientras sus lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas. No podía olvidar que estaba en los brazos de Sesshomaru, que él la amaba y que ella le estaba partiendo el corazón con esas palabras pero...no podía permitir que Inuyasha se fuera.

Inuyasha, al escuchar eso, dejó de reprimirse y dejó derramar suaves lágrimas por su rostro. Se acercó a Kagome y la besó dulcemente...por última vez.

-Adiós -dijo en un susurro -. Te amo.

Y se fue. Saltando entre los árboles, se fue dejando a una Kagome destrozada por el dolor y llorando en silencio. "¿Por qué?" pensaba una y otra vez la joven miko que sólo podía observar como su amado se perdía en el horizonte.

Sesshomaru seguía sin hablar. Sólo podía observar a esa chica que tenía en sus brazos. Una parte de él le decía que fuera feliz, que Inuyasha por fin había dejado a Kagome y que ahora ella estaría a su lado. Pero Sesshomaru tan solo podía observar a Kagome rota por el dolor, por haber perdido a lo que más amaba...y no era él. Ella jamás sería feliz a su lado porque jamás sería feliz sin Inuyasha.



Continuará...

Me quedo muy triste...:llorar: ¿Que les pareció?

P.D: NO me maten! Piedad! Es Navidad, hay que perdonar y repartir amor!

FELIZ 2009!

 

Re: ENAMORADOS (Sessh/Kag/Inu)

CAPÍTULO 16
Kagome, tras perder de vista a Inuyasha, volvió a desmayarse. Sesshomaru, al verla, decidió que ya era hora de que se fueran de allí.

Llegó al lugar dónde Rin y Jacken lo esperaban junto con Ah-Un. La niña y el sapo, al ver que Sesshomaru traía a una humana desmayada en brazos, corrieron al lado de su amo.

-Señor Sesshomaru, ¿qué le ha ocurrido a la señorita Kagome? -dijo la niña preocupada. Realmente quería a Kagome como una hermana o una madre, y no quería que nada malo le sucediera.

-Rin. Cuida de ella hasta que despierte -dijo el siempre frío youkai. Aunque en esa ocasión parecía tener un toque triste en su voz.

-Sí señor -asintió la niña.

Sesshomaru dejó a la miko sobre la hierba mullida y Rin se posó a su lado para cuidarla. Antes de retirarse a un árbol más lejano, Sesshomaru observó detenidamente a la chica. Su rostro estaba húmedo por las lágrimas. Algunas noches la había visto dormir y le parecía hermosa, casi un ángel. Siempre dormía con una ligera sonrisa en sus labios. Ahora, sin embargo, tenía la tristeza tatuada en su cara.

Cuando los rayos del sol acariciaron su cara, Kagome abrió los ojos lentamente. Finalmente encontró otros ojos grandes chocolates que la miraban fijamente.

-¡Qué bien que haya despertado!

Kagome reconoció esa voz. Era Rin.

-¿Rin? -dijo algo confundida Kagome. Se incorporó lentamente, notando cierto dolor por todo su cuerpo -. ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado?

-El señor Sesshomaru la trajo anoche y me pidió que cuidara de usted. Vino desmayada.

Entonces la miko lo recordó todo. Todo lo que había ocurrido la tarde anterior. Inuyasha se había ido para no volver y la dejó a cargo de Sesshomaru.
Lágrimas se acumularon en sus ojos y no pudo evitar que bajaran por su rostro.

-¿Qué le ocurre? ¿No se encuentra bien?

Kagome miró a la niña y se secó algunas lágrimas, pero era imposible que su llanto cesara.

-Tranquila, estoy bien. Es sólo que...no importa.

-¡Oh, por favor señorita Kagome! ¡Cuénteme qué le ocurre!

-Es algo de mayores, Rin.

-¿Tiene que ver con Inuyasha? -preguntó la curiosa niña.

Kagome la miró sorprendida. ¿Cómo lo podía deducir?

-¿Por-por qué lo dices?

-Porque he visto como él la mira a usted y cuando usted la mira a él. Es obvio lo que hay entre ustedes -dijo Rin sonriendo -. Por favor, cuéntemelo, seguro que podré entenderlo.

Kagome se sorprendió de que esa niñita supiera tanto. ¿Hasta ella se había dado cuenta de su amor? Rindiéndose, Kagome pensó una manera sencilla de contárselo.

-Verás Rin... Inuyasha piensa que no puede protegerme de los peligros y se ha ido. Dice que me ama y que no quiere que yo me haga daño por sus descuidos. Pero la verdad es que yo...yo lo amo. Y él a mí. Por eso estoy triste.

-¿Y ahora el señor Sesshomaru la protegera? -dijo la niña bastante emocionada por el hecho de que Kagome viajara con ellos.

-Tal parece -dijo la miko sin ninguna ilusión en su voz.

Kagome se levantó para ir a hablar con Sesshomaru. Le debía una disculpa y además quería hablar con él.
Lo encontró sentado en un árbol junto al río, apartado de Rin y Jacken.

-Eh...hola -dijo Kagome avergonzada. Sesshomaru la miró.

-Veo que has despertado. ¿Te encuentras mejor? -dijo frío.

-Sí, algo mejor. Sesshomaru yo...siento muchísimo lo de ayer. Se que me amas y bueno... yo no quería herirte con mis palabras -se disculpaba la miko mientras luchaba por no llorar al recordar lo ocurrido.

-No importa. De hecho...todo lo que dijisteis yo ya lo sabía.

-¿Ah sí? Vaya, todo el mundo sabía que Inuyasha me amaba menos yo... -dijo sentándose al lado del youkai mientras dibujaba una triste sonrisa en su rostro.

-Creí que no volvería a verte sonreír -dijo Sesshomaru con cierta ternura.

Kagome, ante eso, sonrió un poco más.

-Ni yo...ni yo... -se repitió para ella misma mientras suspiraba -Sesshomaru...¿tu tienes alguna idea de dónde puede estar? Necesito hablar con él. No puedo...quedarme sin hacer nada después de todo lo que me dijo y le dije.

-Francamente no lo sé. Hay mil lugares donde podría estar ahora mismo.

-Entiendo... bien yo voy a comer algo y a dar un paseo.

Al no recibir respuesta, Kagome se lo tomó como un sí.
Comió un poco de fruta y se fue a pasear. Mientras caminaba tristemente y lloraba, empezó a tararear una canción:

Como quisiera poder vivir sin aire
como quisiera poder vivir sin agua
Me encantaría quererte un poco menos
Como quisiera poder vivir sin ti.

Pero no puedo, siento que muero
Me estoy ahogando sin tu amor
Como quisiera poder vivir sin aire
Como quisiera calmar mi aflicción
Como quisiera poder vivir sin agua
Me encantaría robar tu corazón

Como pudiera un pez nadar sin agua
Como pudiera un ave volar sin alas
Como pudiera la flor crecer sin tierra
Como quisiera poder vivir sin ti

Pero no puedo, siento que muero
Me estoy ahogando sin tu amor

Como quisiera poder vivir sin aire
Como quisiera calmar mi aflicción
Como quisiera poder vivir sin agua
Me encantaría robar tu corazón
Como quisiera lanzarte al olvido
Como quisiera guardarte en un cajón
Como quisiera borrarte de un soplido
Me encantaría matar esta canción

Y después de cantar esa canción, miró al cielo.

-¿Dónde estarás? -suspiró esas palabras al viento con la esperanza de que, de algun modo, llegaran hasta él.

Al percatarse de que ya era el atardecer, decidió volver por donde había venido.

Llegó al mismo sitio dónde había estado hablando con Sesshomaru. De hecho, él aún estaba allí.

-Ya he vuelto -anunció Kagome triste, casi sin voz.

-Cantas muy bien -dijo el youkai con ese tono ligeramente dulce que tan sólo usaba para ella.

-¿Me...oíste? -preguntó la miko sonrojándose.

-Tengo un oído muy fino. Era una hermosa canción. Estoy convencido que, de algún modo, él la habrá oído.

-Lo dudo... -dijo Kagome sentándose de nuevo al lado de Sesshomaru.

-Pues yo no. Kagome, ve con él -dijo mirándola a los ojos.

-¿Qué? ¿Pero qué dices? Como si supiera dónde está...

-No sé si estoy en lo cierto, pero yo creo que está en aquel sitio tan especial para ambos.

Kagome se qudó pensando en sus palabras. ¿Aquel sitio tan especial para ambos? De repente, reaccionó. Sus ojos chocolate se abrieron de par en par.

-Sesshomaru...yo...gracias -dijo con la más sincera de sus sonrisas -. Te juro que no sé como agradecerte todo lo que haces por mí. Me salvas la vida, me dices un sitio dónde podría estar él... en serio no sé como pagarte.

-A mí se me ocurre una cosa.

Continuará...

No estaba previsto incluir la canción, pero mientras escribía el capi tenía la radio puesta y... surgió! Espero que les guste.

Sé que pongo las contis muy seguidas pero ya que estoy de vacaciones aprovecho. Y he visto gente quejarse por tardar mucho en pones contis pero...aún no he visto a nadie que se queje por que las contis son demasiado seguidas, no? ;)

FELIZ 2009!

 

Re: ENAMORADOS (Sessh/Kag/Inu)

hola

Perdon por la tardanza, pero igualmente hoy no tengo tampoco mucho tiempo. Intentare poner conti el fin de semana, pero lo dudo.
Bienvendias nuevas lectoras! Gracias a todas! En especial a sesshoyasha. Tu comentario me ha llegado a lo hondo de mi corazoncito :llorar1:. Perdón, soy muy sensible :D.
Allá va!

CAPÍTULO 17
-A mí se me ocurre una cosa.

Kagome se asustó ante esa proposición. ¿Qué le pediría? ¿Un beso? ¿Algo más? Kagome se ruborizó ligeramente y observó a Sesshomaru.

Éste buscó entre su traje y sacó un anillo. Entonces Kagome se asustó todavía más. ¿Le pediría matrimonio?

“¡No, Kagome por Dios, tranquilízate! No seas estúpida. Sesshomaru te ama, pero no te va a pedir matrimonio. ¡Es Sesshomaru, por favor! Sí, te ama, pero sabe que amas a Inuyasha y él te ama a ti. Y encima te ayuda dándote una pista de dónde puede estar. ¡Quítate esta idea de la cabeza!” se decía a sí misma. Mientras se maldecía, Kagome observaba el anillo. Era de plata y con un pequeño diamante rosa en el centro. Era hermoso.

-Este anillo pertenecía a mi madre. Quiero que lo lleves para que me recuerdes.

El youkai tomó delicadamente la mano de Kagome y le colocó el anillo.

-No hacía falta que me regalaras un anillo.

-Ya, pero tú has dicho que no sabías cómo pagarme los favores. Y es ésta. Págame llevando el anillo de mi madre. Recuérdame. No quiero que me olvides nunca.

-No era necesario. Jamás te olvidaré.

Y, poco a poco, ambos se iban acercando más y más. Sus rostros estaban a dos centímetros de distancia.

-¿Estás segura? –dijo Sesshomaru. No olvidaba aquella ocasión en la que él intentó besarla pero ella se alejó.

Pero no pudieron decir más pues sus labios se fundieron en un suave y delicado beso. Poco a poco se fue convirtiendo en pequeños y pausados besos que bien podrían haberse convertido en algo más de no ser por la interrupción de una “oportuna” y adorable niñita.

-¡Señor Sesshomaru! ¡Señorita Kagome! ¿Dónde están? –gritaba a lo lejos. Los dos
se separaron aliviados, puesto que Rin no los había visto. Pero también ligeramente enojados, ya que ninguno de los dos quería detenerse.

“¡Ay Dios! ¡Qué he hecho! ¡Lo he besado! ¡No puede ser! ¡Yo amo a Inuyasha! ¿Será que empiezo a sentir algo por Sesshomaru? ¡No! ¡Imposible! Mejor me voy a dormir para aclararme las ideas… Mañana iré a buscar a Inuyasha” pensaba Kagome ligeramente sonrojada. El youkai, en cambio, no se inmutó. Aunque parecía algo enojado por la interrupción…

-Señorita Kagome… ¿Vendrá usted a pescar mañana conmigo? –pregunto esperanzada Rin.

-Rin, lo lamento pero… Mañana me iré.

-¿Por qué? ¿Es que no me he portado bien? –dijo con lágrimas en los ojos.

-No, claro que te has portado bien. Es sólo que…debo partir en busca de Inuyasha.
Rin se quedó mirando a su “mamá/hermana” y cambió su expresión triste a una alegre.

-Está bien. Si es por eso, la entiendo. Seguro que serán muy felices.

Kagome sonrió sinceramente.

-Gracias Rin. Eso espero.

Sesshomaru sólo observó la escena.

-“Se va. Era de esperar. Yo ya le he dicho dónde puede estar. El resto depende de ella. Por lo menos he podido robarle un beso. Jamás lo olvidaré. Y ella lleva mi anillo, así que tampoco me olvidará”.
Kagome se fue a dormir. Mañana le esperaba un gran día… Si no era grande, por lo menos sería largo…

Continuará...

 

Re: ENAMORADOS (Sessh/Kag/Inu)

Muchas gracias a todas por vuestro apoyo! Allá va!

CAPÍTULO 18
Kagome no durmió muy bien esa noche, pero despertó con ganas de empreder su viaje.
Desayunó algo de fruta con Rin y preparó su mochila.

-Bien, creo que ya lo tengo todo.

-Señorita Kagome, ¿quién le dio eso que lleva en el dedo?

Kagome miró su anillo y sonrió al tiempo que se sonrojó un poco.

-Este anillo me lo ha regalado Sesshomaru.

-¿De verdad? ¡Qué bonito! ¿Se van a casar? -preguntó emocionada la niñita. Tal vez si se casaban, Kagome no se iría...

-¿Qu...qué? No Rin...Qué cosas diecs...No...Ehm... Es sólo un anillo -respondió Kagome muy nerviosa y extremadamente sonrojada.

-Qué lástima... Yo quería un nueva mamá... -dijo apenada Rin.

-Oye Rin -dijo Kagome dulcemente agachándose para quedar a su altura -. Que no me case con Sesshomaru no quiere decir que no pueda ser como tu madre o que no nos volvamos a ver. Ambos luchamos por un mismo objetivo, así que ten por seguro que nos volveremos a encontrar.

-Está bien -dijo la niña feliz y abrazando a la joven -. Nos volveremos a ver...mamá.

Kagome se emocionó porque la pequeña la llamara "mamá. y correspondió al abrazo.

-Bien Rin, creo que ya debo irme.

-Espera un momentó -dijo una voz fría (N/A: ¿a qué no saben quién es? :D).

-Dime Sesshomaru.

-Llévate esto -dijo mientras un precioso mononoke (especie de gato de fuego de dos colas, como Kirara vamos) aparecía tras de sí. Era negro y con marcas amarillas, pequeño y peludito.

-¡Qué mono! Gracias Sesshomaru. ¿De dónde lo has sacado? -dijo alegre mientras tomaba al animalito en sus brazos.

-Estaba en el bosque y he pensado que te iría bien en tu viaje. También puede protegerte.

-Muchas gracias, en serio. En fin, yo ya me voy. Adiós a todos. Nos volveremos a ver.

El mononoke se transformó y Kagome inició su camino en busca de su amado Inuyasha.
Mientras surcaban los cielos, Kagome habló con el animalito ahora convertido en una feroz pantera.

-Debería pensar un nombre para tí... Veamos... ¿Te gusta Kyo?

El mononoke emitió un rugido de satisfacción.

-Muy bien entonces. Desde ahora te llamarás Kyo.

Y siguieron su viaje en el cielo.

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Se encontraba un hanyou de cabellos plateados en el Árbol Sagrado, aquel lugar tan especial para él.

Allí fue dónde estuvo sellado por cincuenta años, pero no era ése el recuerdo que conservava. Recordaba que allí fue dónde conoció a la mujer de su vida, la chica que tantas noches le robaba el sueño, aquella que era la única que ocupaba sus pensamientos. Allí conoció a su amada Kagome.

Le dolió mucho dejarla, y más aún dejarla con el idiota de su medio hermano. Pero por mucho que le doliera, sabía que ese frío y estúpido youkai amaba a Kagome y que seguro que la protegería mejor que él. Porque a él no le importaba sufrir mientras ella estuviera a salvo.

No seré yo quien te despierte cada mañana
como un chiquillo pegando gritos frente a tu casa
Ya no estaré detrás de ti cuando te caigas
pero no creo sinceramente que te haga falta.

No seré yo quien guíe tus pasos cuando te pierdas
No seguiré quemando noches frente a tu puerta
Ya no estaré para cargarte sobre mi espalda
Pero no creo sinceramente que te haga falta

Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya
Y sé que todo va a seguir como si nada
Yo seguiré perdido entre aviones,
entre canciones y carreteras
Y en la distancia no seré más tu parte incompleta

Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya
Y sé que todo va a seguir como si nada
Mientras escribo sobre la arena
la frase tonta de la semana
Aunque no estés para leerla en esta playa

No es que yo quiera convertirme en un recuerdo
pero no es fácil sobrevivir a base de sueños
No es que no quiera estar contigo en todo momento
pero esta vez no puedo darte lo que no tengo

Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya
Y sé que todo va a seguir como si nada
Yo seguiré perdido entre aviones,
entre canciones y carreteras
Y en la distancia no seré más tu parte incompleta

Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya
Y sé que todo va a seguir como si nada
Mientras escribo sobre la arena
la frase tonta de la semana
Aunque no estés para leerla en esta playa... En esta playa...

Y sé que vas a estar mejor cuando me vaya
Y sé que todo va a seguir como si nada
Mientras escribo sobre la arena
la frase tonta de la semana
Aunque no estés para leerla en esta playa...

Sólo quería que ella estuviera bien, que no sufiera más daño por su culpa. Porque cuando amas a alguien darías tu vida por esa persona, aunque eso costara tu propia felicidad.

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Naraku se encontraba en su palacio perdido Dios sabe dónde. Miraba a través del espejo de Kanna a Inuyasha sollozar entre las ramas del Árbol Sagrado y a Kagome surcando los cielos.

-¿No vas a capturar a la muchacha ni matar a Inuyasha, Naraku? -preguntó una youkai de pelo corto recogido en un moño y ojos rojos como la sangre que llevaba un abanico en la mano.

-No, no va a ser necesario. Sería demasiado sencillo. Ya sabes que a mí me gusta divertirme. Por eso quiero organizar una pequeña fiesta dónde los invitados sean Kagome, Sesshomaru e Inuyasha.

-¿Los traerás a los tres aquí? ¿Pero cómo?

-Ja,ja. Muy sencillo. Higumi, Inumaru, venid.

Y de entre la oscuridad de las sombras aparecieron dos sujetos.

La chica era idéntica a Kagome, salvo porque tenía los ojos más oscuros, el pelo más largo y vestía unos ropajes ninja negros con detalles rojos (N/A: Imaginénse un poco el traje de Sango, más o menos, pero en vez de detalles rosas, detalles rojos. Sorry, no soy buena en las descripciones ).

El chico era muy atractivo. Tenía el pelo plateado recogido en una cola baja, un musculoso cuerpo y un ahori negro con reflejos azul marino. Sus ojos eran plateados, como si de oro líquido se tratara.

-Pero si son... -empezó confusa Kagura.

-No te confundas, Kagura. Ella no es Kagome, y él no es ni Sesshomaru ni Inuyasha.

-¿Qué son?

-Son mis nuevos "hijos". Higumi es muy parecida a Kagome, pero tiene poderes de sacerdotisa oscura. Inumaru es una mezcla entre Inuyasha y Sesshomaru: tiene sus virtudes y sus defectos.

-¿Qué harás con ellos?

-No es obvio -río maliciosamente -. Serán los encargados de traer aquí a nuestros invitados.

Continuará...

Lo dejé interesante, ¿verdad? Ja,ja, me encanta hacerlo.
La canción es "La Frase Tonta de la Semana" de La Quinta Estación. No tenía pensado ponerla, pero encajaba tan bien...
Intentaré continuar esta semana

adios

P.D: Por favor, si me quieren y les gusta Crepúsculo visiten mi fic La Noche de los Deseos:
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Gracias de nuevo!