El destino de Rin

Re: El destino de Rin

Ma agrada saber que hice saltar algunos lagrimones, yasaku, jeje. Era muy importante que sintieran cuan profunda era esta parte.

Nirvana, me agrada que hayas sentido algo con este fic. El propósito era que sintieran la necesidad de este "señor" de salvar a su hijo, y la presión que sintió Sesshoumaru al tener que luchar, por primera vez, con sentimientos encontrados. ¡Captaste perfectamente lo que quise transmitir! Soy feliz, eso significa que sé transmitir emociones a través de palabras.

Sí, Izayoi-chan, así es, los sentimientos de nuestro amado youkai, aunque con dificultad, empiezan a aflorar ¡es el propósito y la consecuencia de haberle salvado la vida a Rin! (Sí, Inu no Taisho sigue empujándolo)

Olga, Grace, Pan-chan, Pumi, BelAhome, Lily, Nayesasuke, Yuki-hime... y los que quieran venir, aquí sigue adelante mi trabajo para complacerlos a ustedes!!!!!!!

por otra parte, veo que mi segundo trabajo no goza de tanta popularidad... pero eso es lo de menos!!!!!!!!

Finalmente, lo que todos esperan:

Capítulo 10

Seguía alejándose hasta llegar a la altura de un valle, mientras tanto, había un escándalo a sus espaldas. Sí, ese maldito sapo gritaba, se quejaba y se ponía melodramático. Era por la presencia de la niña humana. No se sentí con ánimos de castigarlo, pero en otra situación era seguro que ya lo hubiera mandado a volar de una patada.
“¡Sesshoumaru-sama, espere, no se vaya sin mí!, ¿qué pasa?, Sesshoumaru-sama ¿por qué nos sigue esta mocosa humana?, ¿y por qué deja que lo haga? ¿Está seguro de no conocerla, amo? ¿No prefiere que la eche o la mate?, es una molestia, un estorbo, una humana patética como el resto… Sesshoumaru-sama, sé que hizo una prueba para conocer el poder de la Tenseiga, pero…”
“Sesshoumaru-sama…”
“Sesshoumaru-sama…”
El youkai inferior estaba al borde de un ataque de histeria, enloqueciendo porque a su lado caminaba una inocente niña humana. Ya lo había decidido. Lo arrojaría en el siguiente risco...

“A… ¡…amo Sesshoumaru!”​

…Sesshoumaru se paró en seco, volteó y la miró… la chica había hablado, la chica que era muda hablaba ¿Él había hecho eso con sus propias manos? Era más poderoso de lo que creía, ahora no sólo tenía la capacidad de matar, sino también de devolver la vida a los muertos y de curar, era… era como un dios ahora… ¿Quién podría detenerlo? Si antes no tenía límites, ahora podría tener una supremacía ilimitada… por lo menos eso pensaba él…
Pero el espíritu de un youkai que los seguía de cerca no opinaba lo mismo, ahora vendrían las pruebas reales…
¿Cuál sería la resistencia del príncipe Sesshoumaru?
¿Y cuál la de Rin-chan? Muy pronto lo averiguarían.
“Esto no es lo que yo esperaba para ti, no era el destino que yo escogí para ti, tú lo cambiaste todo”, pensó “esperaba que las cosas fueran más fáciles, pero estás eligiendo un camino torcido y peligroso, hijo mío. El de tu orgullo. Ojalá no te cueste caro. Ojalá que la chica humana te salve… te salve de ti mismo… ojalá que lo haga rápido, antes de que sea muy tarde”

“Sesshoumaru-sama, Rin está muy agradecida contigo por haberla ayudado. Rin quiere acompañarte… ¿está bien?... Rin promete no molestarte, estaré bien ¿Será Rin amiga de youkai? ¿Podré vivir aquí? ¿Tienes familia? ¿A dónde vamos?...”, esa niña lo estaba exasperando ¿no pensaba callarse?, era simpática, bonita y con todo, pero… ¿es que no se callaría? Realmente era muda y por eso no hablaba. Tuvo suerte, si hubiera hablado así cuando se conocieron seguramente no estaría viva…

Inu no Taishou reía, qué extraña pareja dispareja…​

Él seguía caminando, seguido por Jaken que se tapaba los oídos como podía. La niña hablaba y hablaba…
“Rin”, dijo Sesshoumaru finalmente, en su natural tono calmado
“Sí, Sesshoumaru-sama”
“Cállate”
“¡Sí, Sesshoumaru-sama!”. Rin no habló por un buen tiempo. Hmph, así que Sesshoumaru tenía las palabras mágicas, con suerte, esa niña no aguantaría mucho y se iría, pero… ¿por qué le permitía acompañarlo? ¿Por qué la quería cerca? Él sólo podía decirle: lárgate, y ella se iría, pero no quería hacerlo… Sandeces.
“Rin”
“¡Sí, Sesshoumaru-sama!”, ¿pensaba contestarle así todas las veces? Qué disciplinada, debió tener buena educación y sus padres estarían felices… si hubiesen sobrevivido a las bestias, quien sabe.
“Este inepto youkai que me acompaña es mi sirviente, Jaken. A él pregúntale lo que quieras saber”
“Cómo ordene, amo”, dijo feliz y luego miró a Jaken “Mucho gusto, Jaken-sama ¿Quiere jugar conmigo?”
“¡¡Olvídalo, mocosa!!”, le gritó el sapo, ella lo miró algo afligida
“JAKEN”
“Sí, Sesshoumaru-sama”. Respondió algo nervioso, su amo siempre reaccionaba mal, Rin miró extrañada la escena ¿Realmente esos dos viajaban juntos? ¡Se trataban mal! Otra vez recordó a los aldeanos, tenía que quitar de su mente ese horroroso recuerdo, ahora estaba con Jaken-sama y Sesshoumaru-sama ¿Qué podía salir mal ahora.
“Jaken, acompaña a la niña”, Jaken tembló, su amo lo dijo de una forma tan seria…
“Pero, amo”
“TE DIJE QUE LA ACOMPAÑARAS”
“Co… como usted ordene”, hizo una reverencia y tomó a Rin del brazo sacándola de ahí, llevándola a otra parte del bosque. Allí suspiró, ahora no sólo tendría que soportar las constantes torturas físicas y psicológicas de parte de Sesshoumaru-sama, sino que ahora había decidido agregarle una “tortura humana” al compendio ¡¡¡¿¿¿POR QUÉEEEEE???!!! ¿Por qué era cruel la vida?
La niña, en cambio, estaba completamente segura de que la vida era muy grata, pensándolo mejor, era indecisa, un día era hermosa, al día siguiente era completamente gris, luego era extraña, indefinida… y finalmente era mucho más bella de nuevo, ¡qué cambiante, tenía que prepararse!

Cuando la niña se cansó, se acercó a su nuevo “amo” y, por qué no, su “amigo”.
“Sesshoumaru-sama”
“Dime”
“Tengo hambre…”, cuando lo decía, su estómago hizo un fuerte ruido.
“Si deseas acompañarme, tendrás que encontrar comida por tu propia cuenta”
“Sí, amo”, dijo ella feliz y se fue por ahí, pero ¿en dónde conseguiría comida? Tendría que cazar lo primero que fuera que encontrara en el bosque, estaba bien, estar con su amo merecía tal sacrificio…

 

Re: El destino de Rin

Jeje, dicen, por ejemplo, que los buenos críticos son aquellos que "entierran viejos géneros" y proponen cosas nuevas, personalmente, no me gusta la confrontación, y como casi siempre soy la misma persona, también se cumple en mis fics, no me gustan mucho los triángulos, cuando los vives en la vida real son muy dolorosos y eso me traumó.
Me gusta implementar algo nuevo, por ejemplo, es como un clicé eso de la relación interrumpida, también eso de que Sesshoumaru nunca se decide de qué hacer por culpa de su ENORME y siempre conocido orgullo. Generalmente, mi historia suele comenzar cuando él ya aceptó eso quer tanto le costaba. Odia a los humanos y todo, pero acepta libremente a Rin.
Es que mis historias son un reflejo de mi vida, es parte de mí.

Y ahora ya no las aburro con el palabrerío sobre mi vida...

Veamos qué cosas interesantes comenzó a hacer Rin en esa "cotidianeidad" de vida youkai, jejeje...
Y veamos quién está constantemente metido ahí

Capítulo 11:

“Jaken”, llamó Sesshoumaru
“Diga, Sesshoumaru-sama”
“Ve con la montura al primer gran POBLADO que encuentres y tráele ropas nuevas. Esa niña andrajosa trae puestos esos harapos que evidentemente usa desde hace años”
“Sí, amo”, dijo el sapo mientras volteaba para ir a buscar al dragón
“Y, Jaken”
“¿Sí, amo?”
“Buena calidad”
“Lo sé, amo”
“Más te vale. Es suficientemente denigrante llevar a una humana como para soportar que sea astrosa”
“Como diga, amo”.
No era que tuviera nada en contra de la humana, pero que alguien le dijera “mira lleva una humana” no sería fácil de soportar, mucho menos si además llegaban a decir “está con un príncipe y se viste peor que un mendigo”.
Sesshoumaru la miró por un momento, se suponía que los humanos tenían sentimientos débiles ¿por qué ella no se sentía mal después de lo que ocurrió en su aldea? ¿Y qué había sobre su familia? ¿No los extrañaría? ¿Era de una especie rara que no era capaz de sentir tristeza? ¿O es que acaso él tenía una idea errada de la raza humana? Tonterías. Ella ERA de una especie rara, a simple vista no era como los otros humanos, sólo por eso dejaría que los acompañara por un tiempo… sólo para ver cómo se comportaba, luego la dejaría donde se supone DEBERÍA estar, con los humanos. Después de todo, un youkai no podría cuidar de una humana.

¯–˜šœ›™—¯​

​

Escuchó claramente la decisión de su hijo, lo conocía muy bien, conocía sus pensamientos, sus sentimientos… y sabía que el destino cambiaría completamente esos pensamientos y pondría su mundo de cabeza. Así sería la vida de Sesshoumaru, tarde o temprano, el príncipe se vería atrapado por la chica humana… No podrían ni desearían escapar… y vivirían en uno para el otro, porque la historia se repetiría. Lo sabía, él así lo había decidido…​

¿En dónde estaba? Estaba en el viento, viajando dentro de él, sabía que nadie era capaz de verlo. De repente, el aire se enrareció y él lo supo, había alguien que quería intervenir en aquello que él había tardado tanto tiempo en planear. Escuchaba un rencoroso deseo de matar, nunca había sentido nada tan horroroso, ni siquiera cuando fuera gobernador. Quería destruir a Inuyasha, quería devorar, literalmente, a Sesshoumaru, qué cruel. ¿Quién era ese horrible ser? No tenía forma de detenerlo, sólo podía esperar a que ellos se hicieran fuertes muy pronto y pudieran salvarse por sí mismos, él ya no podía hacer nada…​

Algo le decía que las cosas allí se volverían horribles. “Escucha, que tu verdadero enemigo se llamará Shikon no Tama y vendrá de la mano de un ser llamado Naraku. Ten cuidado príncipe, que si no creces pronto, recibirás golpes duros… Deja… deja todos tus prejuicios atrás, deja que ella te ayude a crecer, que te salve.”​

​

¯–˜šœ›™—¯​

​

Jaken tardaba una eternidad en regresar, iba a levantarse para ir a buscarlo, le dejaría la cabeza llena de magulladuras. En ese momento, vio que su montura se acercaba volando a toda velocidad. Jaken se estrelló contra el piso y se postró ante Sesshoumaru en una profunda reverencia “Perdone mi tardanza, amo, es que esos malditos humanos…”. Pero Sesshoumaru no decía nada. “Amo ¿En dónde está esa niña?”. Sesshoumaru movió la cabeza indicando hacia un lugar. La pequeña se bañaba en el río. El vestido roto que llevaba estaba cuidadosamente doblado junto a la orilla.
“Quema ese trapo viejo y deja en su lugar lo que trajiste”, ordenó el imponente youkai.
Rin se asustó al no ver su ropa luego de salir del agua. Lo primero que se le ocurrió fue… gritar.
“¡Aaaaahh!” Sí, gritar, aquello que no pudo hacer durante años… “¡Jaken-sama! ¡No encuentro mi ropa!”
“¡Niña estúpida!”, la regañó Jaken “¿Qué no ves que tu ropa está ahí?”, le indicó el vestido.
“Pero esa no es mi ropa”
“Ahora lo es”
“Pero, pero”
“Nada de peros, vístete de una buena vez y sal de ahí para cenar”
“Está bien…”
Rin se vistió y luego comenzó a cantar y bailar, estaba muy feliz, le encantaba el nuevo kimono que le había regalado Sesshoumaru-sama, era muy colorido, quizás hasta le quedaba un poco grande. Ella no lo sabía, pero esa clase de vestidos eran dados a las damas jóvenes, Jaken había hecho un buen trabajo, un atuendo perfecto para una dama de Sesshoumaru-sama… …aunque de sólo pensarlo un escalofrío le recorría la espalda ¿por qué el amo se empeñaba en llevarse a esa mocosa consigo? Estaba más que seguro de que Sesshoumaru-sama no estaba haciendo eso por voluntad propia, sino que había alguna otra razón, fuera del entendimiento de cualquiera…
“Ya deja de saltar por todos lados y ven a comer”, le dijo Jaken
“¡Síííí, Jaken-sama!”
“Estás bien loquita”, le dijo, y ella rió, no comprendía la broma.
Durante toda la cena, Rin no dejó de hablar y de hacer preguntas. Cuando ya se excedía, Sesshoumaru la callaba. Realmente tenía las palabras mágicas. No hablaba de muchas cosas, sólo contaba historias divertidas y cosas extrañas que hacían los aldeanos, como meter unas varas largas en el agua para sacar los peces (pescar con caña) y “quemar” toda la comida antes de comérsela (esto sería, cocinarla, se entiende).
Jamás habló de los jefes de aldea o como fuera que se llamaran, tampoco habló de lo que ocurrió con los lobos y no dijo nada de su familia.
Sesshoumaru se preparó antes del alba y, antes de irse, le dijo a su incompetente, digo, fiel sirviente:
“Rin dijo puras estupideces, eso no me sirve de nada. Jaken, te dejaré como trabajo que hables con ella”
“¿Qué? Pero, Sesshoumaru-sama, esa mocosa no se cansa de hablar”
“No me cuestiones. Pregúntale TODO. A mi regreso tienes que saberlo TODO. ¿Entendiste bien, Jaken?”
Jaken hizo una profunda reverencia.
“Sí, amo”.
“Y, Jaken…”.
Oh, no, pensó el infeliz, en los últimos días el “Y, Jaken” se había vuelto muy común. Me va a pedir que haga algo para esa humana.
“Jaken, no pierdas a Rin de vista, ni por casualidad. Si algo le pasa…” Jaken tragó saliva “…Te aniquilo”.
Jaken no comprendía el por qué de esas palabras. Esa fue la última vez en su vida que Sesshoumaru-sama lo amenazó de muerte, pero fue lo suficientemente claro como para que quedara grabado en su subconsciente por el resto de su vida.

“Rin”
“¿Sí, Sesshoumaru-sama?”, dijo corriendo hacia él como una discípula obediente.
“Ten”, le pasó las riendas del dragón, “De ahora en adelante, él te acompañará a todos lados cuando yo no esté cerca. Tú nunca vendrás conmigo”. Rin se deprimió con esas palabras. “Usarás este dragón de fuego como montura, y cuidará de ti, es tuyo de ahora en más, tú te encargarás de sus cuidados.”
“¿Y cómo debo llamarlo?”
“Nómbralo como quieras”.
Rin miró al dragón de dos cabezas y un recuerdo vino a su mente: el día en que sus familiares la llevaron por primera vez al pequeño templo de la aldea… dos cabezas… bestia… dos bestias en el templo.
“¡Los llamaré Ah y Un!”, dijo sonriendo
“Bien, Ah, Un, ya escucharon vayan junto a su dueña”, las cabezas asintieron. Sesshoumaru les quitó los bozales para que pudieran conocer el olor de Rin. Ella estaba muy feliz, ¡su amo le acababa de regalar una mascota! aunque una parte muy profunda de ella estaba llorando, pero no derramaría una sola lágrima delante de su Sesshoumaru-sama…

Al cabo de unos días, el príncipe youkai y su sirviente descubrieron algunas cosas raras: los humanos tenían que comer y dormir todos los días y, por lo menos, comer y beber dos veces al día. Estos seres tan extraños podían llegar a sentir mucho calor o frío, no eran capaces de regular su temperatura corporal y se quejaban mucho. Soportaban pocas horas de viaje, por lo general, cuando Rin no jugaba en el camino, se pasaba todo el tiempo durmiendo.
Lo más extraño que Sesshoumaru descubrió era que estos seres provocaban una agradable sensación de calor detrás del corazón, hacían que se encariñara… ¿o eso sólo sería provocado por Rin? Quién sabía…



Lo que piensan ellos:

La verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad – Termina con esto de una buena vez
Nombre completo: Sesshoumaru del clan Inuyoukai
Raza: ¿Me estás tomando el pelo?
Edad: 340 años
Lugar de nacimiento: Región Musashino, Oeste
Fecha de nacimiento: 1036- Período Heián
Familiares o allegados: Inu no Taisho- mi madre- Bokusennou- Jaken- Rin
¿Y su hermano?: Qué te importa
Título u ocupación: Príncipe del Oeste, Primer Comandante del ejército youkai occidente
Arma o poder: Colmillo explosivo
Pasatiempo: Entrenamiento de pelea

Gustos (dijo un improperio, no puedo ponerlo aquí)
Color: Índigo y púrpura
Aroma: Magnolia
Día: viernes
Mes: Agosto
Una mujer: Qué te importa (sólo esta vez, no lo diremos a nadie) Kagura
Un objeto: Bakusaiga
Una ropa: Mi haori azul

Algo que quieras que todo el mundo sepa: soy el Daiyoukai más poderoso que jamás antes haya existido
Algo que no quieras que nadie sepa: (no lo divulgaremos) Cuidaré de Inuyasha a muerte
Un deseo para el futuro: Casarme con… No, no dije nada. Seguir siendo príncipe
Tu mayor secreto: Soy como mi padre: corazón compasivo, poderoso, buena predisposición, enamorado de una humana y bastante idiota
La peor experiencia de tu vida: el legado de mi padre
La mejor experiencia de tu vida: Rin


La verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad – Sí, señorita
Nombre completo: Rin, del clan Inuyoukai
Raza: humana
Edad: 11 años
Lugar de nacimiento: Región Este, no sé exactamente el lugar
Fecha de nacimiento: 1496- Período Kamakura
Familiares o allegados: Sesshoumaru-sama, Jaken-sama, Kaede-sama
Título u ocupación: Princesa del palacio Imperial Occidente
Arma o poder: Poderes espirituales
Pasatiempo: cantar, escuchar o contar historias, jugar con flores, ayudar a la gente

Gustos
Color: Rosa y púrpura
Aroma: Magnolia
Día: viernes
Mes: Junio
Un objeto: Tenseiga
Una ropa: La yukata rosa y púrpura que me regaló el amo

Algo que quieras que todo el mundo sepa: Soy feliz junto a Sesshoumaru-sama
Algo que no quieras que nadie sepa: (no lo divulgaremos) Cuando miro al amo o a Jaken-sama, puedo ver lo que piensan
Un deseo para el futuro: Vivir siempre con el amo
Tu mayor secreto: Cuando Kaede-sama no me vigila, voy al campo abierto a esperar la llegada del amo y canto para él. Bueno… me gusta el amo!
La peor experiencia de tu vida: la muerte de mi familia
La mejor experiencia de tu vida: ¡Conocer a Sesshoumaru-sama!

 

Re: El destino de Rin

Me alegro de que a todo mundo le hayan gustado las “confesiones”, sí, la idea la saqué de una entrevista a artistas, sí. Me encantaría que sigan opinando. (Y no crean que el “amado príncipe” ya se libró de los problemas…)
Bien, ahora sí se acabó la historia, es decir, aquí es donde empezó, si tienen buena memoria, jeje.
Mientras tanto, vuelvo a dejarles la invitación a mi otro fic, no sé si les gustará, pero:

http://foro.cemzoo.com/f85-fanfics-sobre-rumiko-takahashi/182933-diez-fantasmas-de-pergamino.html

Pero como soy buena no las voy a dejar así, como decimos en mi país: “acá les dejo la yapa”

Unión de presente y pasado ¿perfecto?​

Lo habían llamado de otras tierras por una extraña y repentina revuelta youkai, no debía parecerle extraño, era algo… común en esos tiempos, pero le habían informado que Inuyasha estaba involucrado ¿Sería realmente cierto? No, no era posible que así fuera, anteriormente le habían pasado cosas muchísimo más extrañas que estas.
La más notable: había recibido informes de la llegada de un poderoso y extraño inuyoukai a sus tierras, uno que no tenía compasión en batalla y… llevaba como acompañante a una niña humana. “Suena como si hablaran de mí”, pensó, y salió a averiguar de qué se trataba.

Flashback
En efecto, sus tierras estaban infestadas de olor a Inuyoukai, pero era exactamente y mismo olor que el suyo… sí. Era SU olor, estaba seguro, y también el olor de Rin. Y el de Jaken. Era extraño que todavía oliera a Jaken, había pasado bastante tiempo desde que lo había echado por haber descubierto su pequeño secreto (Nota: usen su imaginación…), le había dicho que regresara a sus tierras, aquellas en las que había sido líder, bajo la amenaza de muerte si regresaba o hablaba de lo que había descubierto… (Nota: usen su imaginación). Pero sí, olía a Jaken. ¡Ese maldito había regresado! Iría a buscarlo y lo mataría… o tal vez sólo volvería a echarlo.
Pero tampoco halló rastros de Jaken a pesar de haber seguido su esencia.
Volvió al palacio a que le informaran nuevamente, tenía que haber un error. Quizás lo habían visto a él viajando junto con Rin y lo confundieron con “otro” Inuyoukai, esos idiotas. Sus informantes volvieron a decirle lo mismo: un extraño Inuyoukai (que no era él) que peleaba ferozmente y llevaba a una humana había llegado de lugar desconocido. Suspiró y se quejó para sus adentros antes de volver a salir, pero de nuevo no hubo rastros de nada que se pareciera. Estaba pensando seriamente en hacer un recambio total de soldados por otros que fueran más eficaces. Pero cuando volvió al palacio sintió una presencia extraña: un Inuyoukai… y un humano y… ¿Jaken? Estaba seguro de que el olor no le pertenecía a él ni a Rin-san… ¡Pero era un aroma idéntico!
Pidió informes de inmediato y entró a su sala de mapas. Los mapas no eran comunes, mostraban todas las presencias que habitaban sus tierras, su palacio y sus dependencias. Mostraban sus ubicaciones actuales y sus movimientos hacia diferentes lugares. No podía creer lo que le mostraban sus mapas, no podía ser cierto. Pero lo era. Podía ver la presencia de Rin: dos veces en diferente lugar, y la suya propia ¡dos veces en diferente lugar! ¿Qué? ¿Qué significaba eso? Miró los mapas una y otra vez, los cambió de lugar, pidió informes, inspeccionó personalmente. ¡Pero había dos, tres presencias más allí en el palacio! ¡Iguales a la de sus dueños! Eso no se iba a quedar así.
– ¡Ahora, grupo de soldados inútiles! ¡Traigan ante mí cualquier cosa sospechosa que encuentren! –. Vistió una armadura negra que se había hecho forjar. Cubría su cuerpo completamente y sólo dejaba al descubierto sus ojos.
Y los escuadrones regresaron, terriblemente masacrados, pero traían consigo a lo que hubiera considerado una ilusión o un sueño, valga la salvedad de que era real: él, Sesshoumaru, pero con su forma pequeña, Jaken y Rin, también como pequeña…
¡Era como verse a sí mismo en el pasado! O quizás el pasado había llegado hasta él…

Fin del flash back

Cuando llegó, vio la batalla campal: un grupo de younekozoku combatiendo contra una manada de kitsune youkai, si realmente Inuyasha estaba ahí, esos idiotas soldados youkai todavía y a su edad no podían usar bien el olfato ¡porque era un maldito zorro con la forma de su hermano!
Tan pronto como tocó la tierra, los amenazó a todos, ellos le dijeron que estaban peleando por unos fragmentos de Shikon… ¡¿De Shikon?! ¡Qué fragmentos de Shikon ni qué nada!, se suponía que esa miko humana había borrado esa maldita cosa hace ya años, pero las manadas se separaron y lo dejaron pasar.
–¡Juro que decimos la verdad, Sesshoumaru-sama! –, miró cuidadosamente: ambas manadas youkai tenían sendos fragmentos de Shikon, no podía ser cierto, pero sus sentidos no lo engañaban, no importa cómo hubiera ocurrido aquello ¡era la verdadera joya! Esa maldita Kagome, sabía que no podía confiar en los humanos, se suponía que había destruido la perla… cuando le dijera a Inuyasha que su mujer le había mentido y que la perla Shikon seguía con vida… Pero las manadas de zorro y gato comenzaron a pelear nuevamente.
Sesshoumaru detuvo la pelea dándoles una paliza sin llegar a matarlos, pero en ese momento alzó la vista hacia el noroeste y vio una gran columna de humo levantarse. Era un gran incendio. Iba a regresar a la pelea, pero entonces volvió a mirar, la dirección del incendio era… ¡su propio palacio! Sintió que los pulmones se le encogían ¡Rin estaba ahí!
No podía ser, alguien sabía que él no estaba allí, ¡alguien había querido que él se alejara! Con su forma Inuyoukai, voló a toda velocidad de regreso a casa. Sin embargo, los youkai que habían sobrevivido al escarmiento quisieron atacarlo insensatamente. Él volteó deteniéndose en el cielo y los miró mostrando los feroces colmillos, algo dentro de su boca brilló, un resplandor rojo. “¡Largo de mi camino!”, dijo telepáticamente “¡Bakusaiga!” y una terrible bola de energía roja como sangre, salida de sus fauces los golpeó. Algunos se levantaron y volvieron a intentar atacarlo “¡Bakusaiga!”… y todos los youkai desaparecieron.
Voló a toda velocidad, no faltaba mucho para acercarse, rogaba que Rin siguiera con vida…
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Rin estaba muy asustada, jamás había visto tal ejército de youkai ¿Tan rápido se habían enterado de que o-yakata-sama no estaba en el palacio? ¿Tan débiles habían sido los soldados de la guardia que esos youkai entraron como si nada? No sabía qué pasaba, sólo estaba consciente de que corría a esconderse, alejándose de un terrible incendio en una de las dependencias más importantes del palacio, llevándose a una pequeña niña de la mano y tras ella corría un pequeño youkai verde.
Ya habían pasado unos seis días desde ese suceso.

Flashback

Una sirviente youkai había pedido permiso para entrar en su cuarto y se había postrado ante ella, mientras le daba una invitación de o-yakata-sama de ir a su cuarto. Mientras iba caminando hacia el cuarto más impresionante del último piso, pensaba en qué podría necesitar el amo.
Cuando entró, él la miró con una expresión… con una expresión… que jamás antes había visto en él, como si estuviera desconcertado, extrañado, parecía dudar en querer decirle algo y finalmente, sólo le dijo.
–Si ves algo fuera de lo normal en los próximos días… no le des demasiada importancia
–Ah… como diga, o-yakata-sama–, pero la verdad era que no tenía la menor idea de qué era lo que su amo había querido transmitirle ¿Qué podía ser TAN extraño en un palacio youkai?
Hizo lo que siempre acostumbraba hacer cuando su amo la perdía de vista: fue a un almacén, buscó ropas de criada y se vistió como tal para ir a ayudar en los quehaceres de la servidumbre del palacio, pero cuando salía del almacén, se encontró cara a cara con aquello que a primera vista parecería la ilusión de una mente enferma: ella misma, Rin, pero con muchos años menos, como cuando había conocido a su amo y con quien creía que la había abandonado: Jaken…
Fin del Flashback

Ahora tenía que salvar la vida de la pequeña que traía con ella, Rin-chan, qué extraño sonaba hablar de ella misma en tercera persona… y también salvar a Jaken, si eso era posible. Mientras tanto, ese batallón youkai enemigo seguía atacando sin compasión, justo en el momento cuando o-yakata-sama no estaba presente… un momento ¡esos youkai sabían que él no estaría! ¡Le habían tendido una emboscada! Pero era demasiado tarde para darse cuenta.
Una explosión estalló cerca de Rin y la hizo volar, ella usó su cuerpo como escudo para defender a la pequeña (que, valga la redundancia, era ella misma) y a Jaken. Estaba bien, la armadura que le habían obsequiado era resistente, no había recibido un solo rasguño, la pequeña y el youkai que la acompañaban tampoco habían recibido daños.
Pero, de repente, delante de los tres se apareció un terrible youkai con forma humana y una gran alabarda por arma, dispuesto a atacarlos.
–Hola, Hime-sama–, dijo con una sonrisa perversa y lanzó de su arma tal youki, creando otra explosión que volvió a sacarlos volando. Esta vez, tampoco le habían hecho nada, ella puso una kekkai que los protegió (le había servido bien un arduo entrenamiento por parte del monje pervertido).
–No podrás hacernos nada–, lo desafió la joven– ¡Ya verás cuando o-yakata-sama vuelva!
–O-yakata-sama no volverá–, dijo el youkai levantando nuevamente su arma, en ese momento, un ataque lo quitó del camino.
–¡Sesshoumaru-sama! –, gritó la pequeña que estaba con ellos, era el príncipe, pero con su forma pequeña, es decir, aquella que no era siquiera tan poderosa como la del general, aquella que al parecer hubiera salido de uno de sus recuerdos de infancia…
–¿Así que te crees muy valiente? –, amenazó el otro youkai, levantándose del suelo y elevándose, dispuesto a atacar al príncipe youkai.
Los dos comenzaron a pelear, mientras la jovencita volvía a correr tomada de la mano de “su copia pequeña” y el youkai sapo que las seguía. En ese momento, oyó un fuerte estruendo y volteó a ver: el youkai enemigo había derribado a Sesshoumaru, y entonces Rin lo supo: ese no era un simple youkai ¡era un Daiyoukai! Tenía que salir de allí de inmediato.
–Ven conmigo–, le dijo a la pequeña, apretando su mano fuertemente
–¿A dónde, señorita?
Iba a echar a correr cuando, de la nada, el mismo youkai (que parecía ser el líder del ejército enemigo), se paró frente a ellos una vez más y volvió a atacar. La explosión no los afectó, Rin nuevamente había usado la kekkai, pero no sabía por cuánto tiempo podría mantenerla, ni si su armadura podría resistirlo. El youkai volvió a atacar dos veces más sin darle tiempo siquiera a defenderse. Todo el tiempo, la pequeña que venía con ella había gritado del terror, y Jaken también había gritado como gallina.
Los tres voltearon buscando instintivamente a Sesshoumaru que aún luchaba por levantarse ¿Qué clase de monstruo era ese, que había lastimado con esa facilidad al príncipe?
–¡Sesshoumaru-sama! –, gritó la pequeña pidiendo auxilio, pero “su Sesshoumaru-sama” estaba demasiado lejos.
De un golpe, la chica voló al piso de bruces, instintivamente, quiso ponerse sobre el cuerpo de la pequeña para protegerla. Tenía un borroso recuerdo de que ya había visto eso en algún lugar, no recordaba claramente cuándo o dónde.
–Voy a descuartizar a esa niña y al sapo– El youkai volvió a levantar la alabarda en forma amenazadora –Hime-sama, esta vez te volaré la cabeza.
Rin se encogió sobre el cuerpo de Jaken y de la pequeña. En ese momento, un rojo resplandor pasó muy, demasiado, cerca de ellos y el youkai desapareció, literalmente convertido en polvo.
Hubo un silencio total por unos pocos instantes ¡la batalla había cesado! En ese momento, se escuchó un gran rugido de bestia y una gigantesca silueta de perro apareció surcando el cielo ¡o-yakata-sama había regresado!
Todos los youkai volvieron a atacar “¡Bakusaiga!”, gritó en su mente y con un fuerte rugido en su garganta, un resplandor rojo salido de sus fauces hizo desaparecer a la mitad del ejército. “¡Bakusaiga!” Abrió un enorme huego en la tierra que dividió perfectamente a enemigos y aliados. Iba a volver a disparar con su propio colmillo, cuando un fuerte enemigo se lanzó sobre él
–¡No te dejaré!
–“¡No me subestimes!” – Volvió a abrir las fauces –“¡BAKUSAIGA!”
Y el Daiyoukai enemigo voló con todo y ejército.
El gigantesco Daiyoukai se paró en medio de la plaza de armas y, levantando el hocico hacia el cielo, dio un gran rugido para demostrar que había regresado, que ese era su territorio, y que la humana que estaba justo detrás de su garra sobreviviría a cualquier precio.
–O-yakata-sama–, dijo la chica, con alivio
–E… ese… ese es… ¿Sesshoumaru-sama? –, balbuceó Jaken
–¿Qué? ¿Sesshoumaru-sama? –, preguntó Rin-chan muy confundida, mirando al “pequeño” youkai que había en un rincón, a quien ella consideraba el ser más fuerte que existía y que, sin embargó, había caído en batalla, y luego mirando al tremendo perro que había en medio de la plaza de armas con cuatro patas exactamente, justo sobre ellos tres, protegiéndolos con su cuerpo. ¿Ese era el verdadero? ¿Más fuerte que su amo? ¿El que protegía a la dama (en la que estaba segura que ella se convertiría, pese a las palabras de Jaken)? Wow ¿Qué mundo era este?
La chica se puso de pie. El gigantesco Inuyoukai saltó sobre los ejércitos enemigos y comenzó a destruirlos sin ninguna dificultad, pero una sombra que parecía salida de la tierra, lo empujó hacia atrás
“Qué diablos…”, la sombra volvió a saltar, él se defendió y, de un zarpazo, lo hizo retroceder. La sombra se hizo nítida, dando a conocer su verdadera identidad: un monstruoso lobo negro gigante de tres colas. “¿Y qué eres tú?”, le preguntó Sesshoumaru
El youkai respondió: –Kuroika, para servirte–, y dicho esto, volvió a saltar sobre Sesshoumaru con la intención de destrozarle la garganta. Pudo empujar al Inuyoukai hacia atrás y cuando iba a atraparlo contra el suelo, éste se levantó. Y ambos rodaron en una pelea de zarpazos y mordidas ¡dos bestias salvajes que querían destrozarse!
Finalmente, Sesshoumaru quedó sobre Kurioka, atrapándolo por el cuello y mostró los colmillos mientras estos resplandecían.
–Kuroika está acabado–, dijo uno de los soldados de Sesshoumaru mientras todos miraban expectantes la pelea. Sabían que era el “colmillo explosivo”, todavía no conocían a nadie que hubiera sobrevivido a Sesshoumaru después de eso.
“Estás acabado”, le dijo Sesshoumaru, pero en el momento en que disparó, el lobo pareció devolverle algo con sus propios colmillos, una luz negra que se introdujo a su cuerpo. Él retrocedió sintiendo que la garganta le ardía, sin darse cuenta, cayó y dio una vuelta en el suelo antes de levantarse muy confundido. “Maldito desgraciado”. Cuando abrió la boca para tomar aire, una “cascada” de sangre brotó de su garganta.
Rin, Jaken, la pequeña, incluso el joven príncipe, y todos los que habían visto, corrieron en esa dirección
–O-YAKATA-SAMA!!!!!!!!!!
Kuroika volvió a saltar sobre el Inuyoukai que intentaba defenderse como podía, lo atacó una y otra vez y luego saltó sobre su lomo, sujetándolo de la nuca con los colmillos, en esa posición, Sesshoumaru no podía atacar ni defenderse, sólo intentaba sacárselo de encima mientas seguía vomitando sangre.
Mientras tanto, todos seguían persiguiéndolo, preocupados por su estado, la batalla había cambiado, Kuroika parecía estar ganando. Finalmente, luego de tirarse de espaldas, Sesshoumaru pudo golpear a su enemigo y lo apresó entre sus garras una vez más, pero el lobo seguía mordiéndolo en la garganta y el pecho ¡sabía dónde lo había herido! En ese momento, unas luces brillantes surcaron el cielo y atravesaron a Kuroika ¡Eran lanzas de brillantes! Todos vieron eso. No se había dejado ver pero sólo existía UNA persona, más bien hanyou, que conocía tal ataque.
–¿Qué demonios? – gritó Kuroika tratando de recuperarse de la terrible herida que amenazaba con arrancarle una pata. Sesshoumaru aprovechó eso para tirársele encima y morderlo por la nuca, exactamente como su oponente había hecho con él. Mientras tanto, sus colmillos comenzaron a esparcir su youki en el cuerpo de Kuroika, que parecía resquebrajarse ¡el poder de su colmillo explosivo comenzaba a corromperlo!
Pero Sesshoumaru estaba bastante débil ahora “Qué mierda me pasa”. El lobo comenzó a pelear por sacárselo de encima, comenzó a golpearlo contra el suelo mientras el Inuyoukai no daba la pata a torcer y seguía mordiéndolo y sujetándose a él, esperando que su youki lo hiciera pedazos.
¡Pero ese maldito no se decidía a atacar! Se había ocultado en el bosque, el enemigo no podía verlo ¡y no era capaz de atacar ahora que Kuroika estaba en desventaja! ¡Maldito Inuyasha ¿Qué estaba esperando?!
–“¡Atácalo!”–, todos los que venían corriendo detrás de él y Kuroika se detuvieron al oír esas palabras –“¡Atácalo! ¡YA!”–, gritó mientras seguía sujetando al lobo fuertemente con sus colmillos y garras –“¡Atácalo de una maldita vez!” – No sabía por cuánto tiempo más podría resistir.
Finalmente, una gran luz salió disparada desde el bosque y borró a Kuroika. El Inudaiyoukai se vio liberado y se paró sobre sus cuatro patas. Rin-san fue la primera en acercarse
–¿O-yakata-sama? –tímidamente, detrás de ella, venía un youkai blanco que se acercó lentamente a mirar al poderoso ser que había ganado esa batalla.
Todos los demás se acercaron detrás de ellos y rodearon al señor.
Y, finalmente, se dignó a salir del bosque. Inuyasha no estaba solo, estaba junto con la persona que acababa de salvarle la vida a su hermano al disparar una flecha sagrada. Kagome.
–¿Estás bien? –, preguntaron los dos.
El gigantesco Inuyoukai puso cara de solemnidad, pensaba decirle… un temblor recorrió su cuerpo y éste comenzó a oscurecerse. ¡Estaba sudando sangre! Algo obstruyó su garganta y al toser seguía escupiendo sangre! Todo el mundo miró con cara de horror. “¿Qué me pasa?”. Hubiera jurado que aquello que había entrado a su cuerpo era su propio youki, ¡el youki de Bakusaiga! ¿Qué le había lanzado ese lobo oscuro? Sintió un hormigueo que le recorría desde la punta del hocico hasta la punta de la cola, la vista se le hacía borrosa por un dolor imposible de localizar.
Levantó la cabeza y lanzó un largo y potente rugido, como si a lo lejos llamara a alguien.
–¿Qué estás haciendo? –, le preguntó Inuyasha entre asustado y sorprendido
–…Ese viejo maldito… cuando llegue, lo voy a…–, antes de que terminara de hablar, sus patas temblaron y cayó al suelo causando un gran seísmo, mientras un gigantesco lago de sangre se esparcía a su alrededor
Se escuchó una exclamación general de notable temor.
–Todos entren–, ordenó desde el suelo –Rin… tú quédate… –la joven volteó a mirarlo con una expresión aterrada, era espantoso verlo sufrir, ya se había sentido así en una oportunidad… pero no recordaba cuando o por qué – …quédate… a esperar… su llegada
–¿La llegada de quién? –, preguntó Kagome, pero el Inuyoukai se había desmayado.
–¿Por qué no cambias de forma? –, preguntó Inuyasha confundido
El perro abrió los ojos completamente desorbitados por el sufrimiento: –“No puedo” – e hizo el intento de volver a cerrar los ojos, pero en realidad los dejó entrecerrados, todavía desorbitados, como si hubiera… muerto…
–¿Sesshoumaru-sama? –, dijo la chica desesperada y se acercó a ver, poniendo las manos sobre el hocico del perro –¿Sesshoumaru-sama? Contésteme, por favor ¿Sesshoumaru-sama? –, todos miraron desesperados, una niña y un pequeño youkai se pusieron de pie cual si el suelo hubiera estado en llamas, con los ojos muy abiertos. Rin seguía llamándolo –¿Sesshoumaru-sama? Sesshoumaru-sama… ¡SESSHOUMARU-SAMA!...
Todo un día había pasado cuando, cerca de la media noche, oyeron un ruido como de… ¿mugido de vaca?
–¿Totousai? –, preguntó Inuyasha. Mientras tanto, un joven y asombrado príncipe youkai blanco, se levantaba a ver detrás de él, jamás había pensado que un Daiyoukai tan poderoso hubiera caído así. Totousai tampoco lo creía
–Ah, vaya–, dijo con una expresión entre sorpresa y susto, pues ya había aceptado a Sesshoumaru y no esperaba ver tal cosa, un perro gigante muerto a una legua de un palacio, al menos no desde la muerte de Inu no Taishou. – así tal parece que Sesshoumaru acabó.
–“¿Quién acabó, viejo de m…?” –, preguntó éste, mientras abría los ojos dificultosamente
–Ah, así que sigues con vida, Sesshoumaru
–“Mejor preocúpate por tu vida, viejo inicuo” –, lo amenazó, aún tirado en el suelo
–¿Qué fue lo que te pasó?
–“No lo sé”
–Tuvo una batalla con un extraño ser que se llamó a sí mismo Kuroika. O-yakata-sama tenía la batalla ganada, pero ese youkai le hizo algo–, explicó, desesperada, la chica.
–Ya veo ¿Qué pasó durante la batalla?
–“Hubiera jurado que esa cosa me devolvió el ataque del colmillo explosivo”
–¿Eso crees? –, le preguntó Totousai, acercándose peligrosamente al lugar en donde estaban esos colmillos. Miró varias veces el cuerpo deshecho del Daiyoukai. Dio una, dos vueltas en torno al ser que tenía fácilmente el tamaño de tres montañas juntas, mientras él lo seguía con la vista. Sus azules ojos estaban vidriosos. –¿Sientes dolor? –, le preguntó Totousai mientras terminaba de rondarlo.
–“No siento mi cuerpo” –, se oyó una exclamación general
Inuyasha se acercó hacia él, desenfundó a Tetsusaiga y con la punta, presionó una de las patas del youkai. Sesshoumaru dirigió la mirada hacia él –“Tampoco siento mis brazos y piernas, Inuyasha”
–Ahá– Finalmente, Totousai dejó de examinarlo. Sesshoumaru lo había llamado por ser experto en youki de espadas, pero eso…
–¿Y bien? –, dijo Inuyasha expectante, esperando el veredicto del anciano
Totousai se paró delante del rostro del gran Inuyoukai, éste, y todo el mundo, lo miraron en silencio –Bien, Sesshoumaru–, se aclaró la garganta –¿dónde quieres que pongamos tu tumba?
–“¿Qué?”
Se oyó un clamor general: –¡¡¡¡¿¿QUE??!!!!
–Verás, sabes que un ataque de Bakusaiga destruye completamente al oponente, y se transfiere a cualquier parte de su cuerpo al tocarlo, las heridas que tienes ahora parecen ser muy profundas, lo que me deja pensar que después de todo ese sí fue tu propio ataque devuelto. En pocas palabras, esa energía ya había comenzado a devorar tu cuerpo desde el interior. Me llamaste para que encontrara una forma de detenerlo ¿verdad?, sin embargo, tú mismo sabes que ese ataque no puede detenerse hasta que la víctima se reduce a polvo.
Todo el mundo se volvió a mirar al viejo y le llenaron la cabeza de golpes –…pero si es la ver-da-a-a-a-a-d…
Rin e Inuyasha se acercaron a él, lo sujetaron de la ropa y comenzaron a sacudirlo, le gritaron al mismo tiempo:
–¡¡Pero qué estupideces estás diciendo, no puedes dejar así a mi hermano!!
–¡¡Pero qué estupideces estás diciendo, no puedes dejar así a mi amo!!
La escena era patética. Desde atrás, un grupo miraba extrañado la escena, en especial quien estaba a la cabeza ¿Rin-san estaba preocupada? ¡¿Inuyasha estaba preocupado?! ¿Qué clase de mundo insólito era ese?
Haciendo un esfuerzo más allá de lo impensado, el gigantesco youkai se puso de pie, temblando, ante la asombrada mirada de todos –“Me niego a morir de esta forma” – y dicho esto, lanzó una mordida hacia donde estaba Totousai. Sin embargo el viejo se movió rápido y pudo esquivar la mordida ¡Sesshoumaru había capturado a la vaca! El pobre animal pataleaba entre esos colmillos, entonces el perro cerró las fauces y un reguero de sangre salió de su boca
–¡Mi vaca! – se quejó el anciano
–“¿Quieres verla? ¡Entonces, bienvenido!” –, le dijo Sesshoumaru enfurecido, abriendo la boca y acercándola al suelo como invitándolo a entrar por propia voluntad
–¡Espera un momento! –, le gritó Inuyasha –realmente no piensas matar a tu única esperanza de vida ¿o sí?
–“Este viejo inútil no puede hacer nada ¡quítate de en medio!”
– Creo que sí hay una forma–, dijo finalmente Totousai, completamente mareado, confundido, aterrado de terminar de cena del hijo de su amo– Fuiste víctima de un potente youki, entonces, la forma de derrotarlo es que sea combatido por un potente poder espiritual, uno que pueda igualar la misma fuerza de tu youki.
–“No hay tal cosa en este mundo” –, dijo Sesshoumaru, completamente seguro. Totousai tembló ante la idea de que eso pudiera ser cierto
–Tal vez sí haya uno: Se dice que hace mucho tiempo, quizás en los tiempos de tu señor padre, vivió una sacerdotisa con un gran poder espiritual, su nombre era Midoriko-sama. Ella peleó con cientos de youkai y su alma desapareció. Creo que es posible encontrar el alma de Midoriko-sama y usarla para curarte, ve que es el alma de una persona que derrotó el youki de cientos de youkai, que quizás equivalgan a tu youki.
–“¿Es broma?”
–No creo que sea posible usar el alma de Midoriko–, le dijo Inuyasha –por dos razones. La primera es que hubo alguien que ya una vez usó ese alma para curarse, y la segunda es que se supone que ella desapareció después de que Kagome conjurara la perla.
–“No… puede… ser” –, murmuró el Daiyoukai antes de volver a caer estruendosamente.
– ¡Sesshoumaru-sama! – Exclamó la notablemente asustada Rin, se acercó a él y lo tocó mientras veía con lágrimas en los ojos que el gran youkai no reaccionaba. Una niña y un youkai sapo se acercaron a ella, también llorando
–No llores, así–, le dijo el anciano–, ya les expliqué lo que ocurre con el poder de la Bakusaiga. Él aún no está muerto, cuando muera, su cuerpo se reducirá completamente a polvo.
Ella se levantó del cuerpo de su amo exasperada
–¿Cómo puede decir eso viejo insensato? –, gritó la hime-sama al borde de un ataque de nervios –Mi amo está agonizando y usted habla así como si nada ¡¿Acaso no le importa?!
Inuyasha estaba fuera de sí, estaba dispuesto a golpear al idiota de Totousai, o a cualquiera, ya no sabía qué hacer sintiéndose impotente, viendo ahí tirado a su hermano, quería gritar, matar a alguien… era la primera vez que sentía la odiosa necesidad de matar sin que su sangre youkai lo hubiera dominado ¿Qué le pasaba? ¿Por qué su hermano lo hacía sentirse así si jamás antes se habían concedido un mínimo de atención? Maldita su sangre que los llamaba con esa fuerza. Myouga-jiji le había dicho una vez a la familia que la sangre youkai era así de poderosa.
De repente, la chica paró de llorar, paró de llamar a su amo, permaneció en silencio. Y su vista fija en algún punto lejano, quieta, quizás en calma, hasta su respiración parecía haberse detenido, como si estuviera esperando algo. Sus ojos mostraron un repentino resplandor azulado y se puso firme.
Todos se le quedaron mirando ¿Qué pensaba la hime-sama?
Rin-san entró corriendo y algunos sirvientes y soldados quisieron ir tras ella, pero se detuvieron en el acto por razón desconocida. Un youkai blanco, un youkai sapo y una pequeña humana miraban desconcertados ¿y por qué algunas de esas pesonas consideraban que esa chica humana era “la hime-sama”? ¿O quizás realmente lo era…? ¿Eso era posible? Jaken tragó saliva
–Vamos, Inuyasha–, instó Kagome al hanyou, y él siguió de cerca de la joven. Detrás de ellos, un par de guardias y un extraño príncipe youkai blanco al que todos allí se habían acostumbrado a ver desde hacía varios días, el que “se parecía en extremo a O-yakata-sama”, y sin embargo, era mucho más débil. El resto de la gente (youkais), permaneció allí junto al cuerpo inerte del gran Inuyoukai, incluso Totousai que no terminaba de aceptar lo que a Sesshoumaru le acontecía, mientras veía cómo ese enorme cuerpo era corrompido poco a poco desde adentro, a causa del efecto de su propio, inclemente poder.

Rin finalmente llegó a la sala donde estaban guardados los mapas mágicos y se acercó a uno que siempre estaba abierto sobre la mesa: allí se veía todo el territorio. Dijo unas palabras extrañas en una lengua desconocida (idioma youkai) a la vez que encendía una vela para iluminar el oscuro recinto.
El mapa comenzó a brillar denotando cientos de puntos luminosos en diferentes lugares del mapa, el color era rojizo, casi púrpura. Kagome abrió los ojos muy sorprendida, sin creer lo que veían sus ojos, a Rin-san le ocurrió lo mismo.
–¿Qué pasa? –, preguntó ese joven e insensato príncipe Sesshoumaru, que entraba seguido de los guardias de Inu no Taisho, mientras miraban atónitos la escena del mapa reaccionando y las dos mujeres mirando como hipnotizadas.
–Esos son… son fragmentos de la Shikon no Tama–, afirmaron ellas ante la mirada atónita de aquellos que estaban seguros de que la perla había desaparecido hacía ya varios años, por supuesto, el joven príncipe Inuyoukai que parecía venir de otro lugar (o de otra época pasada), desconocía eso.
–No, puede ser–, dijo Inuyasha –, la Shikon no tama no debería existir luego de nuestra pelea y derrota de Naraku
El joven príncipe youkai lo miró
–¿Naraku fue derrotado? ¿Cuándo?
Nadie de los presentes parecía oír la pregunta, mucho menos querer responderla, todos atrapados por la imagen tridimensional de fragmentos de cristal que aparecían en aquél extraño mapa que él mismo había visto muchas veces antes de desertar del Oeste, mientras perseguía el rastro de la Tetsusaiga. Ahora no importaba, tenía a Toukijin. Pensándolo detenidamente. Ese poderoso youkai (que era él mismo, pero más grande), al que todos obviaban el nombre y no se atrevían a llamar de otro modo que no fuera o-yakata-sama (exactamente como a su padre) no llevaba una Toukijin, por lo menos él no había visto la espada, sin embargo, la katana que llevaba en su lugar se veía formidable ¿en dónde la había conseguido? Nunca encontró respuesta, sólo entendió que quizás la Toukijin no existía en este extraño mundo que olía a futuro. Un extraño futuro donde su “otro yo” parecía haber mandado a volar a Jaken (¡por fin!) y donde Rin era llamada “hime-sama”.
Mientras tanto, oía cómo todos discutían de una “batalla final contra Naraku”, un problema dentro del… ¿“Meidou”? ¿Y eso? Y la “supuesta” desaparición de la perla, que curiosamente ahora tenían en frente. Claro está, en el mapa. Esa chica que, por su olor, parecía ser Rin (antes no despedía ninguna clase de olor, como si su esencia no existiera, pero después de que se desmayara el Inuyoukai, distinguíase con claridad que ella ERA Rin), miraba atentamente hacia algunos puntos de mapa, completamente concentrada como si estuviera indagando en algo, como si estuviera esperando.
–O-yakata-sama sabía algo de esto–, dijo finalmente con muchísima seriedad, mientras cesaban las preguntas y discusiones.
–O-yakata-sama tiene una corazonada sobre lo que ha estado ocurriendo desde hace seis días.
Jaken hizo la cuenta, sí, hacían ya seis días desde que había arribado a ese lugar tan extraño que olía a… futuro. Un futuro donde no parecía haber rastros de él. Suspiró pesadamente.
–La Shikon no Tama no debería existir y hay algunas presencias ajeas a estas tierras que no deberían existir tampoco. O-yakata-sama piensa que quizás la perla, al igual que estas personas llegaron desde algún momento anterior q que Naraku fuera derrotado, es decir, como si el pasado y el presente intentara unificarse, alguna trampa estúpida fraguada por algún youkai de poco cerebro, que creyó que quizás nos asustaría, o quizás cometió un error en sus cálculos y ellos terminaron aquí. Como sea, mi amo piensa que ellos –, miró al joven e insensato príncipe Sesshoumaru– no son los únicos y que quizás hay más personas aquí, más presencias–, dijo viendo a Inuyasha. –O-yakata-sama cree que quizás, si la presencia de la perla existe, debe haber también una persona con el suficiente poder espiritual como para enfrentar su youki, dejando de lado su orgullo youkai que le impediría aceptar tal cosa, como ustedes bien saben.
Inuyasha se quedó extrañado viéndola
–¿Y quién crees tú es esa persona?
Rin-san tuvo una corta visión de un viaje a gran velocidad hacia una cueva cubierta por un campo de energía, en cuyo interior se ocultaba un gra poder espiritual.
–O-yakata-sama cree que existe aquí una persona que puede guiarnos hacia en lugar en donde se oculta tal poder
–¿Y dónde supones que es eso?
–O-yakata-sama no lo sabe, sólo cree que hay una persona que puede llevarnos a ese lugar
–¿Y estás segura de que ese lugar existe?
–Sólo es una corazonada de o-yakata-sama, no podemos estar seguros, Inuyasha, pero no tenemos otra esperanza que no sea esa, no hay mucho tiempo. No sabemos cuánto tiempo podrá seguir resistiendo o-yakata-sama, él mismo no lo sabe.
Inuyasha no lo demostró pero un profundo temor lo invadió. Cualquier cosa, cualquier cosa que no fuera la vida de su hermano…
Rin enrolló el mapa y, llevándolo bajo el brazo, salió corriendo de la habitación escaleras abajo, yendo con urgencia hacia los establos para conseguir ayuda de Ah-Un. Todos salieron corriendo detrás de ella nuevamente
–Pero qué está haciendo–, preguntó el joven youkai de cabello blanco, de cuya presencia Inuyasha recién comenzaba a percatarse y sin embargo, no consideraba que fuera Sesshoumaru. Pensó en la “corazonada de su hermano” y siguió corriendo detrás de Rin, esa niña ¿cuándo se había hecho tan veloz? Por supuesto que no alcanzaba ni siquiera la velocidad de un hanyou, pero.
En ese momento, Totousai se acercó sobre el lomo de lo que parecía un toro con tres ojos ¿De dónde sacó tan rápido un reemplazo para su transporte? ¿Y qué importaba eso? Él también notó la actitud de Rin
–Lo que está haciendo… no lo hace por voluntad propia–, dijo Totousai mientas todos seguían mirándola.
Inuyasha y Kagome ya sospechaban de eso desde hace mucho tiempo y no les hacía la menor gracia.
–¿Quieres decir que mi hermano la está manipulando?
El viejo asintió
Además… esa mirada tan calculadora, la forma de hablar, la forma de actuar y de moverse… así era como solía actuar Sesshoumaru, lo que ella estaba haciendo no era por voluntad propia, era la voluntad de Sesshoumaru ¡El temible daiyoukai que parecía haber quedado inconsciente estaba dentro de la mente de ella y la estaba controlando a su antojo!
Todos lo sabían ya hacía mucho, mucho tiempo desde que las mentes de ambos, Sesshoumaru y Rin, estaban unidas, pensaba y actuaban como uno solo. Era más notorio en situaciones críticas como esta, en la que Sesshoumaru se valía de sus poderes psíquicos para salvar a Rin. O para intentar salvarse a sí mismo, en este caso.
Jaken se tapó la boca, horrorizado. No era una buena señal, al menos él estaba muriéndose de celos y envidia ¡¡¿¿POR QUÉ??!! ¡¡¡¿¿¿POR QUÉ A ESA MOCOSAAAA???!!! La pequeña niña que iba con ellos miraba todo extrañada ¿qué quería decir con eso de que a la hime-sama la estaban manipulando?
Todos salieron corriendo detrás del veloz Ah-Un, no sabían hacia dónde iban, ni siquiera la misma Rin lo sabía. Su “O-yakata-sama” la estaba arrastrando hacia alguna persona a la que podría pedir ayuda.
Inuyasha comenzó a alentar el paso, cada vez más hasta que se detuvo
–¿Qué pasa, Inuyasha? Síguela, rápido–, decía Kagome en su espalda
La mirada de Inuyasha cambió abruptamente a ser muy fría, igual que su tono de voz
–No, yo me quedaré, ese maldito de Sesshoumaru, con esas heridas está en desventaja y estas Tierras correrán peligro. Tengo que volver.
Él no se había dado cuenta, o más bien no quería aceptarlo, pero Kagome sí: Inuyasha estaba en trance como Rin-san ¡Él también estaba siendo manipulado por la odiosa voluntad de Sesshoumaru!

Bueno,
esta es una loca idea que hace unos días salió de mi alocada cabeza (pronto verán por qué). Es una historia rara donde el pasado y el presente de nuestros amados personajes chocarán (mejor dicho, colisionarán), y los resultados serán… inesperados.
A saber:
el Sesshoumaru del “presente” cae víctima de un enemigo extraño y lo amenaza una enfermedad terminal que sólo la perla Shikon puede sanar. (La cual ha desaparecido). La “Rin” y el “Inuyasha” del presente quieren encontrar la forma de salvarlo mientras:
El “Inuyasha” y el “Sesshoumaru” que salieron de su pasado (aún misteriosamente…) intentan averiguar qué es lo que ocurre, cómo y por qué. Y se encontrarán con “alguien más del pasado”, que puede salvar al “amado hermano”.

Quizás siga escribiendo este nuevo y extraño Fanfic… …TAL vez… …PROBablemente… …POSIblemente… …EN una de esas… …QUIEN sabe, por el momento, se cierra esta discusión.
Y, como digo siempre: ustedes dirán. Así que… pueden empezar a hablar!!!!!!!!

 

Re: El destino de Rin

DESPEJARÉ INMEDIATAMENTE TODAS LAS DUDAS, SÍ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
eL FANFIC "EL DESTINO DE RIN" TERMINÓ EN EL CAPI 11 CON LAS CONFESIONES ¡¡¡ESPERO QUE LO HAYAN DISFRUTADO!!!

EN CUANTO LES DEJÉ LA YAPA
UNIÓN DE PRESENTE Y PASADO... ¿PERFECTO?

ESTO ES SÓLO EL BOSQUEJO DE UN FANCIC NUEVO QUE SE ME OCURRIÓ, PROMETO PONER TODAS LAS ACLARACIONES Y EDITARLO COMO UN VERDADERO FANFIC, PROMETO HACERLO MÁS CLARO SI ASÍ USTEDES LO DECIDEN.
SI ES QUE LA IDEA LES GUSTA
LA HISTORIA TRANSCURRE CUANDO LA BATALLA CON NARAKU HA TERMINADO Y TODOS VIVEN "SUPUESTAMENTE" EN PAZ.
PERO DE REPENTE APARECE UN TERRIBLE EJÉRCITO YOUKAI EN LAS TIERRAS OCCIDENTALES QUE DEJA AGONIZANDO A INU NO TAISHOU (Sesshoumaru adulto) EMPIEZA UNA CARRERA CONTRA EL TIEMPO PARA SALVARLE LA VIDA.
NÓTESE QUE AL HABLAR EN "PRESENTE", PUSE "RIN-SAN" (Rin como toda una señorita, la hime-sama, sí) y "O-YAKATA-SAMA" (Inu no Taishou, el sucesor!!!),

EN CUANTO A LOS PERSONAJES QUE SALIERON DEL PASADO... aquí es donde empieza lo confuso (estos son los personajes tales y como los conocemos en la serie)
HABLÉ DE RIN-CHAN, JAKEN que no aparece en el futuro, nótese que lo han sacado de las tierras Y UN JOVEN PRÍNCIPE YOUKAI (este es el Sesshoumaru pequeño, que todavía no ha superado a su padre, el que vemos durante TODA la serie)

El tiempo colisiona
con el encuentro de los personajes tales y como los conocimos (el "pasado")
y los mismos personajes, pero mucho después de lo que Rumiko-san pudiera haber imaginado (el "futuro")
en el caso de que ustedes deseen la aparición de este Fanfic, aquí es donde las cosas se ponen interesantes.