~La joven abogada~

Hola a todos. Este es mi primer fic y tiene a la pareja Sango y Miroku como protagonistas y parejas secundarias como trama.

A continuación dejo la sinopsis del fic.

Sinipsis
Sango Kinomotto es una joven que, a sus 21 años de edad, sueña con formar parte del B.A.T. (buffet de Abogados de Tokio). Un día recibe la notificación de que ha sido admitida como gerente; allí conoce a Miroku, un individuo libertino con una gran vena pervertida que resulta ser su jefe y por el cual acaba sintiendo algo más que admiración y... repulsión. Será capáz Sango de poner en orden la pervertida mente de Miroku? Logrará hacerse con el amor de ese hombre siendo solo... La joven abogada?

Gracias por el consejo. Bueno, aquí dejo el primer capítulo

Capítulo 1: La carta
Mi nombre es Sango Kinomotto, tengo 21 años y estoy a punto de terminar el último curso de la facultad de derecho lo que ha sido mi deseo desde niña ya que, de pequeña me apasionabanlas películas en las que aparecía esa persona vestida de negro que se sentaba en el estrado con su martillo de madera. Tengo un hermano pequeño llamado Kohaku, está en 1º ciclo de preparatoria, vive en casa del abuelo paterno, ya que nuestros padres fallecieron en un trágico accidente de avión.
- ¡Hey Sango!, ¿Dónde está la leche?
- ¿Has provado a ver en la nevera Kagome?
- Oh, claro, gracias
En estos momentos estoy compartiendo piso con una amiga que conocí en la facultad y con la que compartí cuarto, se llama Kagome Higurashi; la verdad es que nuestro primer encuentro no resultó nada agradable ya que yo esperaba toparme con una persona seria y responsable ya que la familia Higurashi es la dueña de la empresa de moda más grande que puedas encontrar en todo Japón y me encontré con una niña que solo pensaba en irse de compras y pasarlo bien. Mi primera impresión de Kagome no fue muy a su favor además de negar todo parentesco con el apellido Higurashi tan famoso, decía que eran solo coincidencias, creí que era una chica rara de estas qeu no tiene amigos y que se pegan a ti como moscas pero, con el tiempo, comprendí que estaba totalmente equivocada, desde entonces somos las mejores amigas y me arrepiento de haber pensado todo eso de ella. Ahora vivimos en un piso bastante cómodo en Tokio y gracias a ella tengo que pagar todos los meses facturas astronómicas, pero bueno, nadies es perfecto.
Bueno, por hoy me despido ya que me temo que tendré que cambiar la cocina si Kagome la ha tocado.
Sango colocó su nuevo diario entre el colchón de su cama y el somier y se dirigió a la cocina.
- ¿Qué estabas haciendo Sango?
- nada especial - decía mientras agarraba una de las tostadas que en eese momento saltaban en la tostadora.
- ya claro, seguro que escribías en el diario que compraste ayer, me equivoco?
- no, no te equivocas
- y dime, ¿lo puedo leer?
- ¿de verdad quieres que te conteste Kagome? - preguntó Sango con mirada asesina.
- no, no hace falta
Las amigas se sentaron a la mesa y empezaron a desayunar ya que al terminar tenían que irse a la facultad.
De camino a la facultad, las dos amigas hablaban de sus planes de futuro ya que solamente les quedaba mes y medio para teminar y eso supondría buscar trabajo.
- y dime Sango, si tu sueño es ingresar en el B.A.T. por qué no lo haces?
- no es tan facil Kagome
- ¿a no?
- no, primero tendrías que mandar una solicitud y, en caso de que la acepten, recibirás una carta en la cual te mandarían un escrito de admisión para cubrir, luego irías a una entrevista de trabajo y, si te cogen, comenzarías a trabajar.
- pes eso, que es muy sencillo
- tú me has estado escuchando Kagome?
- si, te he escuchado, lo único que tienes que hacer es mandar tu solicitud y presentarte a la entrevista.
- tu sabes lo nerviosa que me pongo en las entrevistas
- no es verdad
- si que lo es, o no te acuerdas de la entrevista que me hicieron para la cafetería, y era una en broma, se me cayeron todos los vasos, rompí cuatro platos, les tiré el café encima a los clientes... yo no valgo para eso
- lo que tu digas
- y tu que Kagome, ¿cuales son tus planes de futuro?
- mis planes de futuro no son los que importa, sino los tuyos
- ¿los mios? ¿te importan más mis planes de futuro que los tuyos propios?
- pues claro Sango, sino ¿quien pagará mis facturas?
-Sango paró en seco y se giró hacia su amiga- Kagome, no me digas que tienes pensado quedarte a vivir conmigo el resto de tu vida
- no Sango, solo hasta que encuentre un marido rico del cual aprovecharme
- ah, eso me deja más tranquila
Las dos amigas comenzaron a reírse a carcajada limpia y así siguieron hasta que llegaron a la facultad.
- oye Sango, ¿que tenemos ahora?
- pues lo de siempre con Hirose
- ya se lo que haré, dormir toda la mañana
- Kagome, esto no es el instituto, es la facultad
- Sango, esto no es día, es mañana, y yo uermo por las mañanas
Las dos chicas entraron en la facultad y se dirigieron a sus respectivas aulas. Las horas pasaron rápidas para Sango e interminables para Kagome ya que le había parecido que los profesores habían envejecido más de lo normal desde que entrara esa mañana.
A la salida, las dos compañeras se dirigieron al piso de lo más contentas, lo que hizo a la más ajita sospechar algo.
- Sango, ¿por que estas tan feliz?
- verás Kagome, los profesores me llamaron para que me reuniera con ellos y sabes para qué, pues para nada menos que para darme tre hojas de recomendaciones!! -gritaba Sango de la alegria y emoción.
- me alegro mucho por ti amiga, ahora ya puedes mandar tu solicitud
- Kagome, no tengo pensado mandar nada, prefiero vivir con la duda que saber que no estoy cualificada para entrar en ese buffet
Kagome no sabía que hacer ya que ese comentario inocente había hecho que su amiga se deprimiera, así que cambió rotundamente la conversación.
- Sango, hoy cocino yo ¿vale?
- ¿cómo?
- pues eso, que cocino yo. ¿que te apetece cenar?
- Kagome, ¿cuano as gastado esta vez?
- oh sango, por que siempre piensas que cuando me ofrezco a algo es porque gasté mucho.2500
- ¿2500? ¿en que te lo gastaste?
- en la cena de hoy a la noche, es que como te veo tan depeimida he pensado qeu podria invitarte a cenar, ¿te parece bien?
- claro que si amiga
Las dos chicas llegaron a casa y se cambiaron para ir a la cena. Sango se puso un vestido de color rosa pálido que llegaba por debajo de las rodillas muy simple con un cnturón de anillas, unas bailarinas y el pelo recogido en una coleta alta mientras que Kagome llevaba un vestido índigo corto con la espaoda al decubierto,a juego llevaba unas sandalias del mismo color y el pelo recogido en una coleta alta dejando unos mechones sueltos al lado de la cara.
Las dos pasaron una velada estupenda llena de risas y sonrisas, al llegar a casa Sango se fue a su cuarto mientras Kagome ponía una excusa para poder hacer un pequeño trabajito antes
- Kagome, no tardes en acostarte -le dijo su amiga que del cansancio ya casi no podia ni ponerse de pie
- tranquila sango, solo voy a... vaciar la papelera del estudio
- ¿a vaciar la papelera del estudio?
- si, veras mañana me toca preparar el trabajo para entregar y sabes como soy yo, así que ya vacio la papelera ahora para no tener que hacerlo mañana, ya sabes lo vaga que soy -decía Kagome como excusa, no estando ni ella misma convencida de que colase ya que era un poco cutre
- esta bien, pero no tardes
- si Sango
Kagome entro al estudio y recogió la papeleraa la vez que cogia de encima de la mesa un sobre amarillo, llevo la papelera a la cocina y la vació, luego se fua a su cuarto. Una vez dentro cerró la puerta y se colocó en su escritorio redactando una carta en el ordenador, la cual empezaba: Mi nombre es Sango Kinomotto y solicito...
Al terminar la imprimió y la colocó dentro de un sobre blanco junto con el contenido del sobre amarillo, lo cerró y o guardó en su mesilla con la intención de mandarla al día siguiente y se acostó.
Era viernes, último día lectivo de la semana; Sango, como todos los días se fue a duchar en cuanto se levantó, se vistió y fue al cuarto de su amiga para despertarla, pero nadie contesto a sus lamados, abrió la puerta y el cuarto estaba vacío. Se dirigió a la cocina pero allí solo encontró una nota diciendo que se había levantado antes para poder entregar un trabajo a un profesor, eso le extraño un poco pero como sabía lo despistda que era Kagome no le dio mucha iportancia así que empezó aq prepararse el desayuno.
Mientras esto pasaba, una joven de pequeña estatura se encontraba e correos, intentando sellar una carta como urgente para que llegara ese mismo día, una vez lorada su accion puso rumbo a la facultad.
La mañana pasó con normalidad. Cuando acabaron las clases Sango y Kagome pusieron rumbo a casa sin parar en ningún sitio ya que ese día había sidi un día muy duro y agotador.
En la puerta de su casa se encontrabn unos sobres, pues era 14 y todos los 14 les llegaba el correo. La más alta se inclinaba para recogerlos pero fue interrumpida.
- deja Sango, ya las racojo yo
- no pasa na da Kagome, no me importa
- insisto -dijov la morena poniendose delante de su amiga y agachándose- ya las recojo yo, las dejaré en el escritorio
- como quieras
Las dos entraron y Kagome puso rumbo al escritorio inspeccionando las cartas y cogiendo una en especial
Sando se fue a la cocina para preparar algo para picar pues estaban a media tarde y con el estómago vacío cuando vio a Kagome
- ya dejé las cartas en el escritorio
- vale Kagome, luego me paso por allí para ver la cantidad que toca pagar este mes
- esto... si prefieres ya hago yo esos papeleos -decía Kagome sudando
- tranquila, no pasa nada, ya los hago yo -con cara maliciosa
Llegaron las diez de la noche y ambas se disponían a acostarsecuando Kagome le recordó a su amiga que tenía que revisar el correo
- bueno -dijo Sango para si- vamos a ver cuanto gastaste Kagome
Sango se dirigió al estudio y cogió las cartas para ir viendolas todas mientras pasaba una a una. Todas eran facturas, todos sobres con nombres de compañías eléctricas, salones de belleza, tiendas de ropa, pero había una que llamo su atención pues era uno de esos sobres tan divertidos que contenían una bolsa de burbujas de aire para proteger el contenido, abrióel sobre y comenzó a leer; lo primero en aparecer, el nombre del lugar de referencia, el cual se veía borroso a través de los ojos de la castaña por causa de las lágrimas que derramaba de la emoción. Era una carta del B.A.T diciendo que esperaban hacerle una entrevista dentro de dos días.
Sango corrió llorando junto a su amiga y se tiró a sus brazos la cual la recibió un pococ sorprendida.
- ¿qué ocurre Sango?
- acabo de leer una carta
- esto... lo siento Sango. Si es mucha cantidad yo ayudo a pagar y...
- no es nada de eso Kagome. Mira -Sango le mostró el sobre a Kagome
- ah, parece uqe has leido la carta -dijo Kagome con total normalidad
- ¿por que no te alegras?
- si que me alegro. Felicidades amiga, por fin vas a realizar tu sueño -exclamó de felicidad la morena abrazando a su amiga
- Kagome, tu sabías algo. dime la verdad
- Está bien. Mandé tus recomendaciones por correo al B.A.T. y hoy, cuando recogí las cartas me aseguré de que tuvieras una respuesta, eso es todo.
- Pues vaya si me respondieron. Quieren hacerme una entrevista dentro de dos días
- ¡dos días! -exclamó la morena
- si, ¿por qué?
- Sango, no tenemos tiempo
Dicho esto cogió el teléfono y comenzó a marcar números. Sango se extremeció en cuanto escucho el comienzo de su diálogo: "¿centro de belleza...?". El día de mañana sería muy largo y el siguiente pensó, pero se alegraba de haber recibido la carta.

 

Re: ~La joven abogada~

Hola amix!!

Gracias por leer mi fic, me hace mucha ilusión, de verdad, no pensé que fuera muy bueno pero me agrada que os guste inariami y Fryda.

De verdad que siento mucho esas faltas enormes que he cometido y prometo intentar remediarlas todo lo que pueda. Me alaga que digas que tengo una buena ortografía cuando no se me da muy bien la lengua castellana ni sus derivados pero intentaré hacer lo que pueda.
LA verdad es que la pareja de InuyashaXKagome me gusta pero no me pude resistir a hacer un fic de SangoXMiroku ya que es una pareja irresistible y que daq todo tipo de juego; espero que esta istoria os enganche o por lo menos que no os aburra mucho.

El próximo capítulo lo subiré entre el miercoles y el viernes ay que lo tengo a medias todavía.

Un saludo de vuestra amiga Dark Hime

 

Re: ~La joven abogada~

Hola a todos! bueno, siemto mucho la demora pero es que el jueves por la tarde se me descolgó internet y hasta hoy no me dejó volver a conectarme.
Como había prometido, aquí dejo el segundo capítulo, espero que sea de su agrado.

Capítulo II: Conociendo al jefe

Era lunes por la mañana y una joven morena trajeada caminaba como podía por las calles a toda prisa pues no quería llegar tarde el día de su entrevista laboral. La chica cruzó la calle apurada y se detubo delante de la gran puerta del hall del edificio, un edificio imponente a su modo de ver y una fuerza ajena a ella la empezaba a recorer, era el miedo.
Fue en ese momento cuando se puso a pensar en todo lo ocurrido en ese fin de semana que hace tan solo ocho horas había terminado.
Hacía dos días que había recibido la carta de admisión y su compañera de piso, Kagome, había organizado todo; esa misma noche llamó a su centro de belleza habitual reservando a la chica que la atendía expresamente a ella y llamando a un modista pues decía que nada podía fallar. Al día siguiente, sábado, fueron al centro de belleza y arreglaron el cabello de Sango, de hicieron la manicura y le pusieron una mascarilla facial para rejuvenecerle el rostro, o eso le habían dicho. Al salir de ese lugar que olía a aire caliente se dirigieron a la tienda de ese modista exquisito que Kagome había escogido pero el cual no le daba mucha confianza; nada más entrar les dió dos besos y la cogió de la mano! como si se conocieran de siempre, Sango estubo a punto de darle tal mamporro que lo dejaría tieso pero Kagome intervino a tiempo. Allí estuvieron cerca de ¡tres horas! viendo trajes super cortos y de colores rechamantes pero Sango no es una chica que guste llamar la atención, aunque, al girar su vista hacía la esquina derecha de la tienda, sus ojos se posaron sobre un traje de chaqueta hasta medio muslo de color crema; tanto la asombró que sus dos acompañantes se fijaron y con una sonrsa en los labios de ambos la guiaron hasta el lugar, la convencieron para que se lo probara y acabó por comprarselo. Así que ese era el traje que llevaba ha su entrevista.
Sango se había decidido, Kagome no le perdonaría no haber entrado en ese edificio y ella tampoco así que sacó de su bolso un espejo de mano y se miró en él. Comprobó que todo siguiera en su sitio, que la coleta que se había hecho al salir de su casa siguiera bien, que la sombra de ojos rosada que ese día llevaba puesta no se le hubiera borrado, que el brillo labial no le saliera del labio, comprobó que su aliento no fuera desagradable y volvió a meter el espejo en el bolso, se concentró y se dispuso a subir los cuatro escalones que había delante de la puerta, justo donde se encontraba un guardia de seguridad cuando un joven le golpeó el hombro por la prisa que llevaba; acababa de salir de ese mismo edificio a gran velocidad que no se paró a ver que otra persona se disponía a entrar y casi provoca la caída de la joven.
- ¡Oh!, disculpa -dijo el joven mientras la agarraba de la cintura para evitar su caída
- Tranquilo, no ha sido nada -dijo Sango soltándose del agarre- Un tropiezo lo tiene cualquiera
El joven quedó anonadado viendo a la muchacha que se encontraba ante él y la recorrió de arriba a abajo un par de veces
- ¿Me permitiría invitarla a un café como disculpa?
- bueno yo... la verdad es que tengo cosas que hacer
- Si lo que tiene que hacer es en ese edificio le comento que todavía no hay nadie ahí dentro
Sango queda un poco sorprendida por la actitud del joven y el guardia, que no había podido resistir escuchar esa conversación, le dió la razón al muchacho.
- Bueno, ¿ahora aceptas mi invitación?
- Está bien -dijo Sango un poco resignada
Los dos jóvenes caminaron por esa misma acera hasta una cafetería que el muchacho conocía misntras hablaban de temas banales. Al llegar los dos se sentaron y pidieron al camarero que los atendió un par de cafés.
- oh! que descortés por mi parte, me llamo Takeda
- yo soy Sango, un placer
- Sango, que nombre tan bonito, la verdad es que le queda muy bien, creo que es la persona ideal para llevarlo
- vaya, gracias -La joven estaba un poco incómoda hablando de ese tema ya que ese desconocido Takeda la estaba piropeando sin tener ningún tipo de confianza entre ellos; parecía que le estaba tirando los tejos.
Los dos jóvenes siguieron hablando comodamente durante una hora aproximadamente hasta que la joven se sintió un poco acosada ya que la conversación que mantenían actualmente era sobre ella, unica y exclusivamente sobre ella por lo que se vió en la obligación de abandonar esa charla.
- pues no, no estoy comprometida con nadie. Bueno señor Takeda, ha sido un placer hablar con usted pero creo que va siendo hora de que vaya al Buffet, ¿no cree? -al decir esto su acompañante echó un vistazo a su reloj y se dió cuenta de la hora que era
- oh, vaya, tiene razón , ha pasado el tiempo volando desde que estamos aquí y yo también tengo cosas que hacer
Ambos se levantaron de la mesa, el joven Takeda se ofreció a pagar la cuenta y salieron del local.
- bueno, creo que nos despedimos aquí -dijo Sango con una sonrisa en la cara
- pues si -el joven se acercóa ella y de súpeto la abrazó- espero que lo haya pasado bien, yo me he divertido mucho en su compañía -dijo a su oído- pero si ves que quieres más, solo tendrás que decírmelo, me podrás encontrar todos los días a la misma hora que hoy aquí, esperando por ti para calentar las frías sábanas de mi cuarto y... -mientras decía esto la mano derecha del muchacho se iba posicionando en un lugar peligroso y, cuanto más íntima se iba convirtiendo la conversación más apretaba ese sitio del cuerpo de la joven.
Un tremendo sonido ensordecedor sonó en el lugar. En la cara del muchacho se apreciaba la palma de su compañera en un tono rosado y en la de la chica un tremendo enojo.
- ¡¡PERVERTIDO!!
Sango salió corriendo del lugar pues no tenía ganas de permanecer más tiempo con esa persona de lo más rastrera.
En cinco minutos se encontraba de nuevo ante el imponente edificio, volvió a comprovar que todo siguiera en su sitio y descubrió que tenía el pelo un tanto albrotado así que se lo arreglo como pudo y se decidió a antrar. Subió los escalones de piedra que se encontraban fuera del edifició y saludó al guardia, cruzó la puerta y se encontró con un hall de lo más espacioso y al fondo una oficina de información. Acudió allí y preguntó por la planta seis que era donde la esperaban, la recepcionista le dijo que podía coger el ascensor ya que así llegaría antes y así lo hizo. Subió hasta la sexta planta y al salir del habitáculo se encontró con un montón de mesas llenas de papeles y gente por todos lados ocupada en revisar y corregir casos. Caminó en línea recta un poco hasta que se fijó en un escritorio muy ordenado donde una joven pelirroja se estaba limando las uñas de la mano.
- disculpe, ¿me podría decir donde se encuentra el encargado del departamento? -preguntó Sango
- claro, pero dígame ¿usted a que viene?
- pues vengo por una entrevista y... -Sango no pudo continuar ya que la secretaria se levantó de su sitio y se puso a su lado
- tu debes de ser Sango Kinomotto ¿no? La que envió la solicitud, ven te estan esperando en la sala de juntas. Vaya, eres más guapa de lo que había imaginado, mataré a Inuyasha en cuanto lo vea por haberme dicho que tendrías cerca de noventa años, ese desgraciado. Bueno, yo me llamo Ayame, un placer conocerte; ups, espero no estar aburriendote con mis comentarios, esque me encanta hablar -la muchacha no parecía poder cansarse de hablar hasta que...
- si, no puede estar callada -esa voz procedía de un señor adulto, de unos treinta y cinco años de edad.- Buenos días señorita, soy el S. Takeda, por favor, pase a mi despacho.
- ¿S. Takeda? -Sango quedó un poco sorprendida con esa afirmación pues la persona con la que había estado durante casi hora y media le había dicho lo mismo.
En cuantro entró al despacho pudo leer en la plaquita reluente de encima de la mesa del despacho central el nombre que le había dicho el señor junto con el cargo que representaba: S. Takeda, Director ejecutivo
- tome asiento por favor -le pidió el S. Takeda
- gracias -dijo mientras se sentaba
A continuación empezó la entrevista laboral que duró aprosimadamente dos horas; dos largas horas de preguntas que querían una respuesta acertada. Al acabar el S. Takeda acompañó a Sango a la salida del despacho para enseñarle el departamento pues había conseguido un período de prueba. Nada más cruzar las puertas se encontró con tres indivíduos reuniudos al rededor de la mesa de Ayame.
- vaya S. Takeda, ¿es este su nuevo fichaje? -dijo un joven de cabellos largos y plateados
- pues si Inuyasha, esa es mi esperanza.
- al final parece que la entrevista ha salido bien, ya tengo compañera de trabajo, me tienes que dar tu número de teléfono, y el correo electrónico, y tu dirección para visitarte y el nombre de tu ligue, digo para no asaltarlo jejeje -dijo Ayame al verla acompañada del S. Takeda, su jefe.
- y dígame señorita, ¿en que va a trabajar? -preguntó un joven moreno con el pelo recogido en una coleta alta- ¿va a empezar ya con trabajo de casos laborales o quizá será una secretaria?
- pues no lo se. todavía tengo que hablar con mi superior -comentó Sango
Sango veía la cara de las personas que le habían hablado, pero aún quedaba una cuarta persona de espaldas a ella, la cual se encontraba guardando unos papeles en una carpeta en la mesa de Ayame, provablemente unos archivos para pasar al ordenador.
- bueno, aprovechando que mi hijo se encuentra quí dejaré que él decida. Te dejo en sus manos -dicho esto el director se fue a su despacho de vuelta
- vaya, te deseo suerte -dijo el joven de la coleta mientras se retiraba a sus cosas
- oh!, se me olvidaba, ese arrogante que se acaba de marchar se llama Kouga, es un tío un poco chulo y le gusta mucho fardar pero el pobre es muy tonto, nadie es perfecto. Este de aquí es Inuyasha, ya te hablé de él, es el ignorante que me comentó que tenías más de noventa años, el pobre no regula desde que sale con esa arpía del períodico, que mal me cae esa tía, o cosa, o ser, o...
- ya vale Ayame; un placer conocerte Kinomotto
- Lo mismo digo Inuayasha, aunque puedes llamarme por mi nombre.
En ese momento la tercera persona que aún no sabía quien era se giró hacia ella.
- y yo seré tu jefe Sanguito
Sango miró atentamente a la persona que acababa de hablar con cara de horror
- ¡¡¡TÚ!!!
- si preciosa; vaya, el mundo es un pañuelo. Ahora ya no tendrás que buscarme en esa cafetería, me podrás encontrar en cualquier esquina a donde vayas, ¿no te parece genial?
- no me lo puedo creer
- a tu servicio preciosa. Oh, por cierto, mi nombre es Takeda, Miroku Takeda
Sango quedó paralizada
-" no me puedo creer que ese pervertido, ¡¡SEA MI JEFE!!"

Bueno, hasta aquí por hoy, espero que os guste.
Un saludo
[*\_DaRk HiMe_/*]

 

Re: ~La joven abogada~

Claro, no es problema. Cualquier cambio que veas conveniente o problema que encuentres me lo puedes decir sin ser cargante, para nada; yo escribo porque me gusta y espero poder mejorar así que cualquier comentario crítico que no sea ofensivo para mi persona es bien recibido pues de los errores se aprende.

El próximo episodio separaré los dialogos del resto de la narración.

Un saludo de una amiga:

[*\_DaRk HiMe_/*]

 

Re: ~La joven abogada~

Hola!! siento no haber podido poner el fin cuando lo anuncié pero es que les exámenes pudieron conmigo jejeje. El próximo capítulo lo subiré pronto, lo avisaré igual qeu los anteriores.


Capítulo 3: Un día difícil

Cerró la puerta de un golpe haciendo que resonara en toda la casa. Se dirigió a la pequeña sala que había a mano derecha segun se entraba y tiró con el bolso a uno de los sofás rojos intentando descargar con ese acto toda la rabia que venía conteniendo desde que había abandonado el edificio. Se dejó caer en otro sofá y se recostó en el respaldo, se descalzó y cerró los párpados; no quería pensar en nada, no quería recordar lo que había pasado, solamente le apetecía tomar un baño e irse a acostar a pesar de no ser más de las seis de la tarde. Cuando levantó de nuevo los párpados se encontró con unos ojos marrones chocolate curiosos observándola atentamente.

- Sango ¿estas bien?- preguntó la dueña de esos ojos
- ¿tu que crees Kagome?
- pues... que no te ha ido del todo bien el trabajo
- uff, si tu supieras -dijo Sango girando en redondo los ojos. Kagome observó ese gesto atentamente y no se pudo reprimir mostrar esa pícara sonrisa que le daba escalofríos a Sango
- entonces es que tu jefe es un salido y tus compañeros unos piltrafillas-sacó como conclusión
- no es eso, simplemente ¡¡no tienen remedio!! -gritó Sango echa una furia
- vamos Sango, no exageres
- que no exagere dices?, no estoy exagerando, si lo huieras visto...

Flash back
Al acabar la entevista el S. Takeda acompañó a Sango a la salida del despacho para enseñarle el departamento pues había conseguido un período de prueba. Nada más cruzar las puertas se encontró con tres indivíduos reuniudos al rededor de la mesa de Ayame.


- vaya S. Takeda, ¿es este su nuevo fichaje? -dijo un joven de cabellos largos y plateados
- pues si Inuyasha, esa es mi esperanza.
- al final parece que la entrevista ha salido bien, ya tengo compañera de trabajo, me tienes que dar tu número de teléfono, y el correo electrónico, y tu dirección para visitarte y el nombre de tu ligue, digo para no asaltarlo jejeje -dijo Ayame al verla acompañada del S. Takeda, su jefe.
- y dígame señorita, ¿en que va a trabajar? -preguntó un joven moreno con el pelo recogido en una coleta alta- ¿va a empezar ya con trabajo de casos laborales o quizá será una secretaria?
- pues no lo se. todavía tengo que hablar con mi superior -comentó Sango


Sango veía la cara de las personas que le habían hablado, pero aún quedaba una cuarta persona de espaldas a ella, la cual se encontraba guardando unos papeles en una carpeta en la mesa de Ayame, provablemente unos archivos para pasar al ordenador.


- bueno, aprovechando que mi hijo se encuentra quí dejaré que él decida. Te dejo en sus manos -dicho esto el director se fue a su despacho de vuelta
- vaya, te deseo suerte -dijo el joven de la coleta mientras se retiraba a sus cosas
- oh!, se me olvidaba, ese arrogante que se acaba de marchar se llama Kouga, es un tío un poco chulo y le gusta mucho fardar pero el pobre es muy tonto, nadie es perfecto. Este de aquí es Inuyasha, ya te hablé de él, es el ignorante que me comentó que tenías más de noventa años, el pobre no regula desde que sale con esa arpía del períodico, que mal me cae esa tía, o cosa, o ser, o...
- ya vale Ayame; un placer conocerte Kinomotto
- Lo mismo digo Inuayasha, aunque puedes llamarme por mi nombre.
En ese momento la tercera persona que aún no sabía quien era se giró hacia ella.
- y yo seré tu jefe Sanguito


Sango miró atentamente a la persona que acababa de hablar con cara de horror


- ¡¡¡TÚ!!!
- si preciosa; vaya, el mundo es un pañuelo. Ahora ya no tendrás que buscarme en esa cafetería, me podrás encontrar en cualquier esquina a donde vayas, ¿no te parece genial?
- no me lo puedo creer
- a tu servicio preciosa. Oh, por cierto, mi nombre es Takeda, Miroku Takeda


Sango quedó paralizada


-" no me puedo creer que ese pervertido, ¡¡SEA MI JEFE!!"
- vaya, no se mueve. ¿que le has hecho Miroku?
- por raro que te parezca Ayame, no le he hecho nada
- eso no te lo crees ni tu Miroku
- cállate Inuyasha, me pones de los nervios

En medio de la pelea Sango vuelve a reaccionar pero solo es consciente de ello Ayame, quien la saca de allí y la lleva hasta la mesa de Kouga para poder hablar con ella más tranquilamente.

- ¿estás bien Sango? ¿te encuentras mejor? Me habías asustado, ya te parecias a esa cosa con la que suele salir Inuyasha por las tardes y no me refiero a su perro
- ¿Ayame? ¿ya estas estorbando de nuevo? ¿Es que no tienes nada mejor que hacer? ¿no tienes trabajo?
-Kouga -dice Ayame mirando para él amennazadoramente- métete en tus asuntos quieres?, yo estoy ocupada o ¿acaso no me ves?. Si quieres hacer algo de provecho traeme un gofre de chocolate con fresa
- chocolate con... ¿fresa?
- oh si -dirigiendose a Sango pues los estaba viendo un poco confusa- me chifla la fresa
- ¿Te "chifla"?. Y luego dicen que yo soy el que se expresa infantilmente
- anda cállate ya y ve por dos gofres si?
- anda y que te los traiga tu madre
- ¡¡Miroku!! ¡traeme dos gofres anda! ¡muévete un poco!
- ya voy, y no grites tanto, que te oyen en la calle, jolines
- ¿Ayame? -la llama Sango- tu... ¿eres la secretaria no?
- si, ¿por que lo dices?
- no, por nada, por nada
- y bueno, cuentame que te paso... esto... Kouga, piensas quedarte aquí mucho tiempo?
- contando con que yo trabajo aquí...
- ¿ah si? ¿desde cuando?
- ..., sin comentarios
- pues resulta que antes de venir aquí me encontre con Takeda
- ¿Takeda jefe? o ¿Takeda zurullete?
- ¿Ayame...?
- ¿Si Kouga?
- esto... tu pidieras unos gofres ¿no?
- si, así es
- y se los pediste a Miroku ¿cierto?
- si, así es -Ayame sonrie de oreja a oreja- no me lo digas, lo tengo detras ¿verdad?
- ¿zurullete?, Ayame...
- muchas sean las gracias que te doy por los gofres aprendiz de jefe -dijo Ayame inclinándose como muestra de agradecimiento

En la cabeza de Miroku se aprecian unas venitas rojas sobresaltando del resto, esto es muestra del enorme enfado acumulado de las últimas palabras escuchadas

- no tiene pelos en la lengua
- raro es el ser que los tenga Kouga -dice Inuyasha interviniendo en la conversación
- "en donde me fui a meter "
Fin Flash back
- ¡JA JA JA JA! -estalló Kagome en carcajadas
- no tiene gracia ¿vale?, me dan dolor de cabeza
- y dime ¿cuando es tu primer día?
- pues mañana mismo, y lo peor es que mañana me asignan el puesto, no te lo puedes creer, me temo lo peor...
- vamos sango, no puede ser para tanto, además, ese sitio es el mejor ¿no? Algo que es "lo mejor" no puede estar tan mal. Te prometo que iré a visitarte
- Kagome, no hay carne fresca en las oficinas
- tu eso no lo sabes... -Kagome se gira y se empieza a ir camino de la cocina- igual es que te gusta ese jefe zurullete que tienes y no lo quieres compartir juju
- Kagome... ¡más vale que empieces a correr!
Un besazo a todos, espero que os guste!!

Un abrazo

 

Re: ~La joven abogada~

Tomaré en cuenta tus recomendaciones a la hora de escribir el nuevo capítulo.
La verdad es que no lo colgué en negrita, simplemente la letra se autajustó.
Me alegra que te haya gustado el fic hasta el momento. Si puedo hacer algo más para mejorar el fic y hacer que te resulte más interesante solo comunícamelo, por favor.

Con respecto a las palabras mencionadas aquí te dejo unos sinónimos:
-chifla: es una forma de decir que algo te gusta mucho pero de forma infantil o eso pretendía yo
-zurullete: un apelativo despectivo en el sentido gracioso de la palabra, es como un mote que le pone Ayame a Miroku pero que a él no le hace mucha gracia.

 

Re: ~La joven abogada~

Me alegra mucho que os haya gustado el fic hasta el momento. La verdad es que no voy haciendo sobre la marcha e intento recopilar todos los consejos que entre todos me estais dando.
Muchas gracias a sTeFy, ·Natsuko·, eve*, Anneliese Florencia, DeathA por vuestros comentarios y sobre todo agradecerle a Fryda por su apoyo y porque fue el primero en leer y opinar sobre mi fic.
Espero no decepcionaros!

[*\_DaRk HiMe_/*]