Amigos, o algo más. (sasusaku)

Re: Amigos, o algo más. (sasusaku)

Hola a todos...!!!.. aqui esta la segunda temporada.. espero que les guste...

2da temporada: Amigos o algo más....




Capítulo I: Sufriendo en silencio.


Rabia, ira, dolor, eso fue lo que sintió Sakura aquella noche cuando encontró a su novio besando a su ex novia en el jardín de aquella fiesta como si nada, como si lo que estaban haciendo no le perjudicaba a nadie, como si eso no haría sufrirá nadie.


Han pasado dos semanas desde ese incidente, esas han sido los peores día de toda su vida, ver a Sasuke le duele mucho, este ha intentado acercarse a ella, pero por el gran orgullo que tiene no lo hace prefiere dejar las cosas como están.


-¡Buenos días! – Dice la chica al entrar al comedor como de costumbre a desayunar antes de irse al colegio.


-¿Qué te paso? – Pregunta Shon muy sorprendido al verla. – ¡Estas horrible! – Riéndose muy fuerte.


-¡Cállate! Papá viste que es él quien empieza. – Dijo haciendo pucheros como niña chiquita.


-Shon discúlpate con tu hermana. – Ordenó el padre soltando el periódico que estaba leyendo. - Discúlpate. – Volvió a ordenarle mirándolo muy molesto.


-Lo siento. – dijo a regañadientes. – Te ves muy bien con ese nuevo corte de cabello. – Esta vez parecía sincero aunque trataba de ocultarlo.


-¡Gracias! Quise darme un cambio de look… - Se cortó el cabello el día de ayer. Ahora le llegaba justo encima de los hombros, en pocas palabras hasta donde termina el cuello. – Y no es nada, “Tu novia” se lo cortó como un hombre.


-¡¿Qué?! ¿Qué dices? – Dijo exaltado y casi ahogándose con la comida. - ¿Qué Temari hizo qué?


Sakura no paraba de reír le había hecho una broma muy buena a su hermano.


-Es mentira… te la creíste… debiste haberte visto. – Decía mientras seguía riendo.


-Permiso… - Mencionó al entrar Regina con el desayuno de la chica. - ¡Aquí tiene!


-¡Muchas gracias!


-Señor, tiene una llamada en el estudio. – Le informo cuando colocaba el plato en la mesa.


-Tan temprano… bueno voy a ver quién es, regreso en un momento, traten de no pelear tanto, es muy temprano para eso. – Y se retiró.


-Sakura… - Habló Shon con un tono muy serio, cosa que llamó la atención de la joven. – No piensas decirme que paso entre tú y Sasuke, pensé que de verdad te gustaba, y terminaron así de repente, y desde que terminaron estas más rara que de costumbre.


-Eres mi hermano… estas cosas no se hablan con los hermanos. – Dijo con tono de burla y introduciendo el tenedor con una fruta a su boca.


-Me preocupa verte así ¿Qué te pasa?


-No es nada, de verdad no me pasa nada. – Y le brindo una gran sonrisa.


Un carro plateado se estacionaba en frente de una de las mansiones que se encontraban en “Villa Colina” de su interior se bajaban 3 personas, el primero en bajar fue el conductor, es un señor mayor como de unos 52 años aproximadamente, alto, de tez muy blanca como la nieve, de cabellos grisáceos tal vez por la edad, y sus ojos son de color marrón. Su nombre es Fukui Soma, la siguiente en bajar fue la persona que lo acompañaba en la parte delantera del auto, esta es una mujer bastante joven aparentaba no más de 30 años, de cabello corto de hecho le llega hasta la altura de los hombros y es de color negro intenso, sus ojos son del mismo color y es un poco mas morena que su esposo. Su nombre es Graciela de Soma.


-¡Vengan bájense! – Gritó eufórica la joven mujer acercándose a una de las puertas traseras y abriéndola de un tirón.


-Mamá no es nada del otro mundo. – Dijo un joven al salir con una sonrisa no muy convincente en su rostro. Su aspecto era muy parecido a su padre pero este tiene el cabello negro al igual que sus ojos. Su nombre es Sai.


-No te emociona ver tu nuevo hogar. – Continúo hablando su madre. – Estaremos aquí un tiempo debe gustarte.


-A mi no me gusta nada es horrible. – Se escuchó una voz desde el auto. – Esta es la casa más horrible que he visto en mi vida, solo a ustedes se les ocurre traernos a vivir en esta ciudad.


-Alysa… hija sal de auto. – Ordenó el padre mientras habría la maleta del mismo para comenzar a sacar las maletas.


-¡Esta bien! Pero papá sabes que no quiero vivir aquí. – Dice cuando baja del auto, ella es pequeña, del mismo tono de piel de su padre y de su hermano mayor, aunque bastante parecida a su madre, su cabello negro le llega hasta la cintura y una pollina oculta su frente, sus ojos son de un color negro opaco. – Espero que esta locura se les vaya pronto. – Advirtió con un tono de molestia en su voz.


-Bueno chicos, vamos adentro, tenemos que conocer la casa. – Menciona Graciela para calmar un poco el ambiente que había generado su hija, ambos la obedecen y se van caminado hasta las puertas de la mansión.


La profesora de castellano y literatura, habla y habla pero casi nadie le presta atención, a excepción de la pelirrosa, que para evitar pensar en la persona que tenía unos asientos detrás no perdía detalle de lo que esta decía.


-¡Bien! – Dijo emocionada la profesora, llevando sus manos hasta la altura de su boca y entrecruzadas entre ellas. – Esta obra va a quedar espectacular, se los puedo asegurar.


-¿Qué obra? – Preguntó desde el fondo del salón cierto rubio bastante ofuscado.


-Es lo que he estado diciéndoles en toda la clase… ¿No me prestaban atención? – Gritó para que así todos la vieran atentos por primera vez. – Les he preguntado hace unos momentos si les gustaría hacer una obra como nota final de la materia y me han contestado afirmativamente, no vengan a decirme que no sabían a que respondían.


-Es obvio… jamás diría que si a algo como eso. – Se quejaba Naruto recostándose en su asiento.


-Y ¿De qué es esa obra? – El corazón de Sakura latió más fuerte de lo habitual al escuchar aquella voz.


-Es Romeo y Julieta… hoy mismo escogeré los papeles que interpretara cada uno, los publicare en la pizarra de información antes de la salida, y no Naruto no te vas a salvar de actuar delante de toda la escuela.


-Pero si yo no iba a decir nada. – Se volvió a quejar al escuchar la advertencia de la profesora. Y en ese momento suena el timbre que anunciaba el primer receso.


-¿Tu si habías escuchado a la profesora hablar de la obra verdad? – Le pregunta Temari al acercarse a Sakura que recogía sus cosas en su asiento.


-Sí… así como lo dijo no habló de otra cosa, espero que me toque algo pequeño.


-Que irónico sería que tú seas Julieta y Sasuke sea. – Se volteo a ver como el antes nombrado salía del salón. – Romeo. – Terminó por decir.


-¡Cállate Temari! No tientes a la suerte, nada sería peor que eso pasara, de verdad que ese sí sería el fin del mundo. – Dijo dando un pequeño suspiro.


-¡Chicas! Vámonos o vamos a quedarnos aquí. – Habló la tímida Hinata al acercarse a ellas.


-No… Vámonos de aquí. – Y así las tres salieron del salón de clases.


-¡Hey Sasuke! ¡Sasuke! – Lo llamaba insistentemente su rubio amigo, estos ahora se encontraban en la entrada del colegio recostados sobre unas escaleras.


-¿Qué? – Dice algo molesto por la insistencia de su amigo.


-Viste el nuevo look de Sakura, se le ve muy bien ¿Verdad?


-Se ve… diferente. ¡Hey! ¿Y acaso la estabas mirando?


-No, pero un corte como ese se nota en el acto, Sasuke ¿Cuándo vas hablar con ella y decirle que ese día estabas tan ebrio que ni sabias quien eras y mucho menos que hacías? – Indagó Naruto esta vez con un semblante serio en su rostro algo no muy normal en él que todo se lo tomaba en juego.


-Ella no va a escucharme, hice algo imperdonable, bese a su hermana. – Dijo llevándose las manos a la cabeza. – Sakura y ella se estaban conociendo mejor se estaban llevando bien y yo arruine todo, arruine su relación. Y si quiero que ellas vuelvan a estar como antes lo mejor es alejarme.


-¿Y quien te dijo que esa es la solución? Es que ahora eres Psicólogo y sabes cómo funciona el cerebro de las personas… y mientras tanto tu que… vas a seguir mirándola desde atrás como un tonto.


-Yo no soy ningún tonto Naruto. – Dice en un tono solo audible para ellos dos.


-Si lo eres, eres el tonto más grande de todo el mundo, eres tonto porque tu maldito orgullo no te deja reaccionar e ir a pedir disculpas. – Esto Exaspero al azabache que no dudo en soltarle un golpe a su amigo en el rostro, haciendo que del impacto el rubio cayera al suelo, y que todos los que estaban cerca se detuvieran a ver qué pasaba. – Anda, golpéame otra vez si eso es lo que quieres hazlo, ¡HAZLO! Pero sabes que lo que estoy diciendo es la verdad.


Sasuke lo miro con odio durante unos segundos, quería golpearlo de eso no había duda, sentía que todo lo que le pasaba en parte era por su culpa, el jamás tomaba, no desde aquel accidente, y ahora lo había hecho de nuevo y otra tragedia había pasado, y todo era culpa de su “gran amigo”


-Levántate. – Menciona el azabache extendiéndole una mano para que se levantase, este la toma y se levanta del piso. – No sabes cuánto deseo encontrar culpables en todo esto… pero sabes que el único culpable soy yo. – Terminó por decir para darse media vuelta e irse del lugar. Dejando a un Naruto solo, sobándose la mejilla que recibió el impacto.



En la cafetería se encontraba Ino con su amiga Tenten, la rubia le daba vueltas y vueltas a su jugo y tenía la mirada fija en una dirección, exactamente observaba una de las mesas que estaba a unos cuantos metros, en ella se encontraba Sakura que esta vez no comía nada, Hinata que solo tomaba un té helado, Temari que comía un gran pedazo de pizza, y Shon que estaba a su lado con uno de sus brazos en su hombro. Había escuchado por los pasillos que estos dos se había hecho novios el mismo día en que Sakura y Sasuke terminaron. Era algo bastante irónico.


-¿Qué tanto miras? – Preguntó con gesto preocupado su amiga que se encontraba de espaldas a la mesa observada.


-Nada… sabes desde hace dos semanas Sakura no me habla, me ha notado por los pasillos y ni me mira.


-Sera porque. – Empezaba hablar la castaña pero fue interrumpida por un “Shhh” de la rubia.


-¡Hola! – Escuchó Tenten a sus espaldas.


-¡Hola! – Respondió Ino no con mucho entusiasmo.


-¿Vas hacer algo esta tarde? – Le preguntó su hermano, mientras se sentaba en una de las sillas vacías.


-No. – Dice sorprendida y colocándose erguida en su asiento. – No que yo sepa aun ¿Por qué?


-Es que quiero hablar contigo, de algo muy serio, y me preguntaba si quieres no se… ir a dar una vuelta, conmigo… por ahí. – Le costó mucho decir esto de eso no había duda.


-¡Esta bien! Me encantaría hablar contigo Shon. – Colocando una gran sonrisa.


-Bueno entonces, te paso buscando como a las 6 más o menos. – Dicho esto se levantó y se marchó.


Ya había acabado el día escolar, por fin sonaba el último sonido del timbre del día ese que anunciaba la tan ansiada salida.


-Tenemos que ir a ver… la lista de la profesora de literatura. – Dijo Hinata algo hastiada, ella tampoco quería actuar, era muy tímida como para presentarse delante de todo el colegio.


-Que sorpresa no hay nadie curioseando la lista. – Habló feliz la rubia. – Vamos rápido antes de que empiecen a llegar.


-¡Veamos esto! – Dice la pelirrosa apuntando con su dedo en la lista buscando su nombre. - ¡Aquí estoy! Voy a ser, “La nodriza de Julieta” que bien no me toco algo grande.


-¿Y yo? – Dijo Temari quitando a Sakura de un empujón de enfrente de la lista. – No me encuentro… aquí esta, voy a ser… “La señora de Montesco” que aburrido voy a interpretar a una señora.


-Permiso, Temari. – Y así la chica de ojos perla intento recorrer su nombre con los dedos pero no fue necesario, ya que su nombre estaba en primer lugar.


-¿Cuál será tu papel Hinata? – Le preguntaron las dos al mismo tiempo.


-No… no puede ser… esto no es verdad… tiene que ser un chiste.


-¿Qué te pasa? – Le pregunta Temari acercándose a ella y colocando sus manos en sus hombros.


-Voy… Voy a ser Julieta. – Terminó por articular la chica. – ¡Voy a ser Julieta!


-Esto es sorprendente, vas a ser la protagonista, eres la protagonista… eres la actriz principal esto es maravilloso. – Decía maravillada la rubia. – ¿No quieres hacerlo?


-Chicas. – Advirtió Sakura. – A que no adivinan quien es Romeo. – Las dos se quedaron viendo el rostro de su amiga. – Romeo es…Naruto.


-¡¿Qué?! – Se escuchó un gritó que retumbo todo el lugar. – Esto no me puede estar pasando a mí.

 

Re: Amigos, o algo más. (sasusaku)

Hola a todos...!!! espero no haberme tardado mucho.. sin mas aqui esta el nuevo capitulo.

"Amigos o algo más"
2da temporada...



Capitulo 2: Nuevas caras.

La noticia de que protagonizaría una obra escolar no le cayó muy bien a la tímida Hinata, tanto que después de haber sabido la noticia sus dos amigas tuvieron que llevarla hasta su casa, en este momento se encuentran en camino a ella, con la joven casi desmayada y caminando con sus brazos en los hombros de cada una para no caerse.


-Hinata… pesas mucho. – Mencionó la rubia entrecortada por el peso que estaba soportando.


-No es para tanto. – Dijo la pelirrosa inmediatamente para no avergonzar más a la pobre chica.


-¡Claro! Eso lo dices porque soy yo la que está soportando todo el peso.


-¡Estoy bien! – Habló por fin la joven después de haber quedado atónita con la noticia. – Ya estoy cerca de mi casa… puedo… continuar sola… lamento haberles hecho caminar hasta aquí, las desvié de su camino… ¡lo siento!


-Hinata tampoco es para tanto. – Se disculpaba la rubia llevando una de sus manos hasta el mentón de la chica para alzarle el rostro. – Sabemos que esto te está afectando bastante, déjanos acompañarte hasta tu casa por lo menos.


-¡Hinata! – Escucharon una voz que provenía desde su izquierda. Así que voltearon a ver de quien se trataba y se encontraron con su primo que se encontraba cruzando la calle para alcanzarlas. - ¿Pasó algo? ¿Te pasó algo? – Mirado el rostro abatido de su prima.


-No, no es nada, a partir de aquí camino con… mi Neji, no es necesario que me acompañen chicas.


-¡Okey! – Accedió Sakura ya más relajada, sabía que llegaría bien a su casa después de todo la acompañaba su primo.


-Entonces, nos vemos mañana. – Se despidió la rubia mordiéndose el labio inferior.


-¡Hasta mañana! Vamos Neji. – Y comenzó a caminar dejando detrás a sus amigas más confundidas que antes.


-¡Bah! – Se bufó Temari. – Hinata se toma las cosas demasiado en serio, a lo mejor Naruto hace un berrinche para que lo saquen de la obra, ya verás que algo se le ocurrirá.


-Pero eso no es solo lo que le preocupa a Hinata, va a tener que estar en frente de toda la secundaria y eso no le gusta…


-¡¿QUÉ?! – Se escuchó un grito, y allí se encontraba el rubio sosteniendo la lista con su mano y con la cara en blanco. – ¡Esa mujer está loca! Como se le ocurre hacerme esto.


-No seas tonto, y deja de gritar. – Le ordenó el azabache fulminándolo con la mirada. - ¡Ja! – Se burló. – ¡Tu eres Romeo no me lo puedo imaginar!


-No te burles…”Bembolio”. – Dijo enfatizando el nombre del personaje que le había tocado a su acompañante. – Di la verdad y di que estas celoso tú querías ser Romeo y que Sakura fuera Julieta. Anda admítelo.


-¡Idiota! – Y le dio un golpe en la cabeza. – Ya me voy tengo cosas mejores que hacer.


Sarah entra al cuarto de su hija al notar que esta desde que llego de clases no había bajado por nada. Ni siquiera a preguntar por la cena. Cosa muy extraña.


-¡Ino! – La llamó una vez dentro de la habitación ya que no la divisaba, pero lo que si lograba ver era la enorme pila de ropa junto a su closet. - ¡¿Ino?! – Volvió a llamar al no obtener respuesta.


-Estoy en el baño. – Se escuchó desde afuera. - ¿Qué pasa? – Preguntó entrando a su cuarto.


Su madre se sorprende al verla vestida con ropa de salida. Llevaba un pantalón vaquero, una camisa roja de tirantes y unas sandalias muy bajitas. Estaba muy casual pero igualmente se notaba que iba de salida.


-¿Vas algún lado? No me has comentado nada. – Dice agachándose para agarrar todo el tiradero de ropa que se ha encontrado.


-¡Sí! Justo en este instante iba hacerlo pero te adelantaste… - Se encaminó al espejo para verse una última vez antes de salir. – Shon me invito a salir.


-“Shon” – Pensó en ese instante la madre.


-No es emocionante… volvió a hablarme otra vez, me imagino que no tengo que pedirte permiso para salir con él.


-No, claro que no. Espero que te diviertas mucho… Hija. – La llamó cuando esta se dirigía a la puerta haciendo que volteara. – Hace dos semanas que estas rara, ¿Pasó algo entre tú y tu hermana?


-Debo irme… llegare temprano. – Y salió corriendo, a lo lejos se escuchó como decía. – Dile a papá que no se me ha olvidado su “promesa”


-¡Sakura! – Escuchó la pelirrosa que se encontraba en su habitación en frente de su laptop, de hecho desde que había terminado con Sasuke eso era lo único que mantenía su mente ocupada para no pensar en él. Esa era la voz de su padre, ahora que lo pensaba era extraño que no hubiera estado en casa cuando llego.


-Voy. – Se limito a decir, cerró las páginas web que tenía abiertas y se dirigió a la planta baja. - ¿Qué pasa papá?


-Sakura. – Dijo con una notoria alegría. – Recuerdas la llamada que recibí esta mañana. – A lo que su hija solo asintió confundida. – Bueno era Tsunade, mi prima.


Prima, de que estaba hablando su padre acaso estaba escuchando bien, él nunca ha mencionado a su familia solo sabía de ella por lo escaso que le había contado su mamá.


-Aquí esta… Tsunade ella es Sakura mi hija. – Dijo indicando a las escaleras.


-Por fin conozco a la luz de los ojos de John. – Dijo una señora al entrar por el umbral de la puerta principal. Ella es rubia, de ojos color miel, de fracciones muy duras lo que hace notar que tiene un carácter algo fuerte y también tiene grandes atributos.


-¡Ho…Hola! - Fue lo único que pudo mascullar la chica, bajando de las escaleras y estrechando la mano de la señora recién llegada.


-Pasara una temporada con nosotros… ¿Dónde está Shon? Dile que baje para que Tsunade ya conozca a toda la familia.


-Él no está… salió hace rato. Pero papá tú nunca. – Pero fue interrumpida por una voz masculina que venía desde la puerta.


-Mamá podrías al menos bajar algo de tu exagerado equipaje. – Se quejaba aquella voz. A lo que Sakura voltea para darle rostro a esas palabras.


-¡Ah! Sakura él es Thomas mi hijo. – Habló la rubia refiriéndose al chico. Este es muy parecido a ella, por lo menos en el cabello rubio, en el color de ojos que también eran de color miel, es un poco más blanco que esta y es alto, muy alto. Sakura al verlo no pudo evitar sonrojarse, este chico de verdad era bastante guapo y para colmo se sintió apenada ya que desde que no tenía nada que hacer excepto chatear en sus ratos libres se colocaba su pijama desde temprano. Cosa de la que se arrepintió amargamente ya que en esos momentos se sentía bastante insípida.


-Hola. Sakura mucho gusto. – Dijo acercándose y estrechando su mano.


-Igualmente. – Fue lo único que dijo para extender su mano, la cual se sintió bastante pequeña cuando se junto con la de “su primo”


-Bueno ya tengo las habitaciones preparadas, Sakura lleva a Thomas al cuarto que está al lado del de Shon. Tsunade ven al estudio tenemos que hablar. – Mencionó ya un poco más serio.


-¿Y el equipaje? – Les recordó el joven.


-Ahora lo bajamos. Ve a conocer tu habitación y dime si te gusta. – Indicó John caminado hacia el estudio en compañía de la rubia.


-Bueno… subamos. – Articuló la chica. El joven la siguió de cerca hasta que llegaron a la puerta que conducía a su alcoba. – Esta debe ser tu habitación. – Dijo abriendo la puerta y dejándole ver un cuanto no muy grande ya que era de huéspedes de color blanco con una cama justo en medio que tenía unas sabanas de color azul claro una pequeña puerta del lado izquierdo indicaba que detrás estaba el baño, una ventana justo en frente de la puerta le daría vista a la casa que estaba al lado. Es una habitación muy simple. – Esta es la habitación de huéspedes, por eso no es muy grande.


-¡No importa! – Dijo entrando y acercándose a la ventana. – No estaré mucho tiempo aquí.


-¿Cómo?


-Tenía pensado quedarme en un hotel hasta que encontrara residencia pero mi madre insistió tanto en acompañarme y créeme nunca querrás contradecirla en nada, así que aquí estoy de arrimado en casa de un primo que no sabía que existía.


-Y ¿Por qué has venido a Seal Beach? – Inquirió la pelirrosa recostándose a la puerta.


-Vine a trabajar… soy profesor de matemáticas.


-¿Tu eres profesor? – Dijo muy sorprendida cosa que no le agrado nada a Thomas por la expresión que puso en su rostro.


-Sí… Me gradué hace poco, pero ya he conseguido trabajo, aquí en la secundaria Konoha.


-Has estado muy callada. – Se decidió a romper el silencio el castaño.


-No claro que no. – Mintió la rubia sin dejar de mirar su plato de comida.


-Ino si estas incomoda solo dímelo, desde que. – Pero se calló cuando Ino dejo caer el tenedor en el plato, para alzar la vista y mirarlo a los ojos.


-Solo por eso me invitaste a cenar. – Sus ojos azules ya empezaban a cristalizarse. – Solo me invitaste para saber porque Sakura está actuando extraño, si eso era lo que querías saber me lo hubieras preguntado en la cafetería esta mañana así yo no me hubiera hecho falsas esperanzas.


-¿Falsas esperanzas? – Repitió sin entender, descansando sus codos en la mesa y apoyando su mentón en sus manos para observarla fijamente y ver si lograba entender algo.


-Sí… creí que querías tener una relación conmigo, como antes, como antes de saber que somos hermanos, pensé que querías ser mi hermano. – No pudo retener más a las lágrimas en sus ojos haciendo que estas se derramaran rápidamente sobre su rostro.


-Ino… lo siento, no creí que.


-No importa, ya sé que nunca me vas a querer como una hermana y ni siquiera como una amiga, pero no importa podré vivir con eso… tampoco es el fin del mundo, tú me odias porque tuve a mi mamá todo este tiempo mientras tú no, y Sakura me odia porque su estúpido y borracho novio me besó… pero no importa, es hora de que deje de vivir pensando en ustedes…mi vida también es importante. Y si no quieren tener algún lazo conmigo allá ustedes. – Colocándose de pie.


-Ino espera. – Pero no lo escuchó. - ¡Ino! – Sacó unos billetes de su bolsillo y los dejo en la mesa, eran bastantes así que más bien sobraría que suerte tendría el mesonero que les atendió le quedaría una buena propina. - ¡INO! – Le llamo al tenerla ya más cerca, tomándola de uno de sus brazos y volteándola hacía él.


-¿Qué quieres? – Pregunta muy enfadada.


-Lo siento mucho… no creí que mi comportamiento te estuviera afectando, pero no es este mi trabajo… - La rubia lo observa expectante. – Sakura esta extraña, tu estas cada vez estas más metida en tu mundo escondiéndote de que sabes qué cosas, dándole vueltas a tu jugo y mirándola al lejos desde hace 2 semanas. Tenía que saber que era lo que pasaba, Sakura no iba a contármelo, pero tú sí, y al saber que le pasaba a ella sabía también que te pasaba a ti… este es mi trabajo… y sabes es muy duro… es muy duro ser el hermano mayor de alguien… antes solo debía preocuparme por Saku pero ahora no, ahora también tengo que preocuparme por ti.


-Te preocupas por mí. – Lágrimas salían nuevamente de aquellos ojos azules. – Eso quiere decir que me quieres. – Y se abalanza sobre él abrazándolo.


-¡Ja! Por supuesto que te quiero tonta.


La tímida Hinata este día llegó muy temprano al colegio, tenía decidido hablar con la profesora para cambiar de papel, estaba convencida de que no haría una buena interpretación de Julieta. Pero al ir caminado por los pasillos totalmente distraída en sus pensamientos de “como haría para convencer a la profesora” choco con algo o alguien haciendo que los libros que traía en sus manos se le cayeran al piso.


-¡Lo siento mucho! – se disculpo bajándose rápidamente al piso para recoger los libros. – Venia distraída y no lo vi. – Decía sin alzar la vista.


-No tienes porque disculparte. – Dijo la persona con quien la joven había tropezado.


La chica alzo su mirada y se encontró con aquella persona con la que había chocado inclinado en el piso ayudándole a recoger los libros.


-Yo también estaba distraído, creo que me perdí en esta escuela tan grande… - Se levanto y le tendió una de sus manos a la chica que yacía en el suelo… esta al verlo así tan caballeroso no pudo evitar darle la mano para levantarse.


-Toma. – Le dijo extendiéndole los libros.


-¡Gra…gracias!


-Pero que descortés soy, mucho gusto soy Thomas Smith. – Extendiéndole con formalismo su mano.


-Igualmente… Hinata… Hinata Hyuuga. – Y esta no pudo evitar sonrojarse al tomar aquella mano.
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Espero que les haya gustado.. a partir del proximo capitulo creo que volvera el sasusaku...!!!..

 

Re: Amigos, o algo más. (sasusaku)

Hola a todos... esta vez me tarde un poquitito en colocar la continuacion lo se no tengo excusas ahora sin mas les dejo la conti..
luna Uchiha: No te preocupes yo tambien a veces me pierdo, como ahora que estaba bien desaparecida del foro.. y con respecto a tu pregunta.. con sasuke y sakura van a pasar muchas cosas que pondran a prueba su amor.. ahora mi pregunta es y creeme que aun no tengo respuesta.. seran capaces de soportar todo lo que les viene encima..?? la obra estara muy prontito..

Capitulo 3: No pierdes el tiempo.


En las afueras de la secundaria Konoha se aparcaba un auto negro, el cual nunca había sido visto por esos lugares.


-¡Con que esta es la nueva escuela! – Decía la chica de cabellos negros al bajarse del auto por el lado del copiloto. Mientras su hermano hacia lo mismo, pero por el lado opuesto, todos los que en ese momento se encontraban en las afueras del colegio se quedaron perplejos al notarlos descender se su auto. – Parece que nunca han visto un auto como este, ves como nos miran.


-Yo creo que nos miran porque no podemos aparcar aquí. – Dijo con una sonrisa fingida en su rostro y señalando el estacionamiento.


-Hay Sai, tu siempre intentando llamar la atención. – Mencionó para volver a entrar al coche. - ¡Sai! – Le gritó desde dentro. – Que esperas vamos al estacionamiento.


-“Recuerda que es tu hermana no puedes matarla ni mucho menos estrangularla” – Pensó el chico. – ¡Si ya voy! – Dijo adentrándose de nuevo en el coche y encendió en motor.


En el salón de quinto año, todos estaban fuera de sus lugares, lo cual no es normal debido a que el timbre sonó hace ya más de 10 minutos, y el profesor de turno aun no llegaba.


-¿Qué esperamos? Vámonos… ya no vino ¡VAMONOS! – Gritaba desde el fondo el rubio.


-Naruto deja de gritar nadie te está prestando atención. – Le dijo Sasuke que se encontraba a su lado.


-Naruto tiene razón, ya han pasado 10 minutos, vámonos a otro lugar, aquí ya no han clases. – Apoyaba la rubia por primera vez al hiperactivo Naruto.


-Esperemos 5 minutos más, sino llega nos vamos. – Decía la pelirrosa colocando sus brazos cruzados en su mesa y apoyando su mentón en estos.


-Hinata ¿Te pasa algo? No se pero te veo más rara de lo normal. – Acusaba la rubia. – Esta no se roja… ¿tienes fiebre?


-¡No! – Expresó levantándose de golpe de su asiento. – No me pasa nada… no es que haya chocado con un chico muy… guapo.


-¡¿QUÉ!? – Gritaron las dos al unísono que todos los presentes voltearon a verlas.


-Chicas bajen la voz. – Decía muy apenada, y sentándose de nuevo con los hombros bajos y con la mirada clavada en la mesa.


-Pero, Hinata, tienes que contarnos todo… con lujos de detalles, ¡quiero saber todo!


-¡Buenos días! – Dijo entrando al salón la secretaria del director. - Parece que se están divirtiendo mucho chicos… vengo a informales que la profesora de matemáticas se tuvo que ir por razones familiares y no regresara hasta el otro año escolar.


-¡En serio! Quiere decir que por este año ya no veremos matemáticas… ¡me encanta este colegio!


-Naruto ¿Podrías dejarme terminar? – Mencionó con cierto aire de molestia en su voz y llevando sus brazos hasta la altura de su regazo. – Tendrán un nuevo profesor… Pasa. – Llamó a alguien. A lo que todas las chicas de la clase quedaron boquiabiertas… se escuchaban murmullos como “qué guapo es” “ahora las matemáticas serán divertidas” y cosas así. – Bueno te dejo con estos jóvenes y un consejo… No te encariñes son unos lobos con piel de oveja. – Esto lo dijo en un tono solo audible para el nuevo profesor.


-No puede ser… él. – Se dijo para sí misma la pelirrosa sosteniendo su cabeza con ambas manos. Acto que no paso desapercibido por su ex – novio.


-Bueno, yo soy Thomas Smith y obviamente seré su nuevo profesor de matemáticas, espero que nos llevemos bien y que puedan acostumbrarse a mi ritmo de enseñanza. – Decía caminando por los pasillos entre mesa y otra. – ¡Bueno empecemos con la clase! – Se acercó hasta el lugar de Sakura y le dijo algo que ninguno pudo escuchar, cosa que exaspero de sobremanera a él azabache solo que pudo disimularlo muy bien.


-Sakura… ¿En dónde quedaron? - Se inclinó y le habló a la chica muy cerca de su oído.


-En Ruffini. – Le dijo señalándole el cuaderno que tenía en frente.


-Gracias… Bien sigamos con Ruffini… ¿Alguien me facilitaría su cuaderno? Señorita. – Esta vez se estaba dirigiendo a la chica de ojos perlas que estaba notablemente nerviosa.


-Ehh… Yo… Claro… aquí esta. – Decía tartamudeando.


-Pero que le pasa a ese tipo, ya me está enfadando, ¿qué se cree?


-No se Naruto pero no eres el único al que este hombre le cae mal… Solo verlo me enferma. – Dijo Sasuke con dirigiendo una mirada fría a Thomas que estaba escribiendo unos ejercicios en la pizarra.


La clase de química era la más odiada por la Yamanaka y por lo general no solía prestarle atención, se dedicaba hacer cualquier cosa menos mirar a la pizarra.


-¡Bien! – Escuchó decir a la profesora. – Hoy haremos una práctica, en equipo, chicos… Ino… - La llamo la profesora. – Esta vez quiero que no hagas equipo con Tenten.


-¿Qué? Pero ¿Por qué? Usted no puede prohibirme con quien hacer equipo…


-Como ustedes siempre sacan la mayor nota en las practicas quiero que compartan sus conocimientos con sus demás compañeros que por lo que saben no van muy bien, a este paso todos reprobaran el curso… Así que Ino y Tenten les prohíbo hacer equipo.


-¿Qué le pasa está loca? – Se quejaba la chica volteando a ver a su amiga que estaba una mesa detrás. Y le dijo en modo en que esta solo para entenderle tuviera que leerle los labios. “¿Ahora qué hacemos?”


Esta le respondió del mismo modo: “No tengo idea”


-“Estoy perdida” – Pensó recostándose en su mesa con la cabeza oculta entre sus brazos.


-¡Hola! – Escuchó que alguien le hablaba por el lado izquierdo. – Como sabes soy nueva… y ya todos están haciendo los equipos me preguntaba si podríamos hacer la actividad juntas. – Le decía la chica nueva de largo cabello negro.


-¡Qué más da!… si quieres salir mal… adelante hagamos equipo.


-Pero creí que… la profesora dijo que tú. – A lo que Ino volteo instintivamente a ver a la castaña que ya había conseguido pareja y comenzaba a ordenar los instrumentos que usarían. – ¡Ya veo! Así que ella es lo que hace todo el trabajo.


-No me enorgullece decirlo pero sí… odio química no entiendo nada… ¿De qué me va a servir la química cuando sea actriz?


-¿Quieres ser actriz? No puede ser ¡Yo también! – Dijo sin dejar de ocultar su alegría. – Ya verás que saldremos bien… se me da bien la química. – Termino por decir y se sentó a su lado.


El sonido del timbre denotaba que la primera hora de clases ya había acabado. Algunas de las chicas de la clase se acercaban a su nuevo profesor a decirles que tenían dudas y que si daba clases particulares, eso asqueaba a los chicos que desde el primer momento que entro el profe “carilindo” lo detestaron.


-Hinata. – Gritó Naruto desde la última fila al notar que la chica se levantaba para salir. – ¡Hinata!… - Volvió a gritar corriendo desde su asiento y esquivando varias mesas en el intento de alcanzar a la chica.


-¿Qué pasa? – Dijo algo ruborizada pero logro evitar que este lo notara bajando su rostro.


-Como sabes nos han escogido para ser la pareja protagónica de la obra… y… podemos ensayar para perfeccionar nuestra química. ¿Qué dices? Ensayamos.


-No se… es que… quiero…


-¡Hyuuga! – Le dijo el profesor que estaba detrás de ella. – Gracias por prestarme su cuaderno. – Dice extendiéndoselo.


-De na… de nada… No fue nada.


-Bueno, permiso. - Dice para dar media vuelta e irse. Hinata instintivamente abraza el cuaderno contra su pecho y suelta un gran suspiro.


-¡Hey Hinata! ¡Hinata! ¿Estás aquí? ¿Hola?


-¡Ah! Lo siento Naruto es que me… creo que me distraje un poco.


-Si ya veo en que te distrajiste. – Dice en un tono solo audible para él. – Entonces ensayamos esta tarde en tu casa o en la mía.


-No se… después hablamos las chicas me dejaron… tengo que alcanzarlas… permiso. – Y salió corriendo.


-¿Pero que le ven a ese tipo? Todas se volvieron locas. – Murmuró furioso.


Sakura y Temari caminaban rumbo a la cafetería, a pesar de que la pelirrosa siempre desayunaba en su casa no podía evitar acompañar a sus amigas.


-¿Crees que hicimos bien en dejar sola a Hinata? – Preguntó Sakura empujando la puerta para entrar al cafetín.


-Claro que sí, a ver si por fin deja de ser tan tímida con Naruto… mira la mesa de Ino parece que tiene nueva amiga.


-¿Quién es ella nunca la había visto?


-Ni yo… Debe ser nueva. – Llegaron a la mesa que acostumbraban ocupar con sus bandejas ya en mano. Temari esta vez llevaba un sándwich y un jugo de naranja y Sakura llevaba lo mismo. – Shon ya habrá salido de clases, es raro que no esté aquí.


-Hay viene. – Dijo haciendo un gesto con su rostro. – Pero no viene solo… ¿Quién será él?


-¡Hola preciosa! – Mencionó al estar detrás de su novia y le dio un pequeño beso en su mejilla.


-Te estaba esperando… Ya se me hacia raro que no estuvieras aquí.


-¡Hola! – Habló el chico que estaba con Shon.


-El es Sai, es nuevo, y lo invite a desayunar con nosotros… Sai ella es Temari mi novia.


Sai le dio la mano y le dijo “Encantado”


-Y ella es mi hermana Sakura. – Señalándola, a lo que Sai hizo lo mismo.


En ese instante cruzaba como alma que lleva el diablo por la cafetería un chico muy furioso traía caras de pocos amigos y se acerco a la mesa donde se encontraba Sakura y los demás. Se acercó hasta el odio de la pelirrosa y le murmuró. – Ven acá.


-Estoy desayunando… No puedo… tal vez mas tarde si tengo tiempo. – Le dijo llevándose el jugo a la boca. – A lo que este volvió a inclinarse hasta su oído para decirle. – Más te vale que vengas ya… o te atienes a las consecuencias.


-Ya vengo. – Dicen con tono de fastidio la chica que se levantó y comenzó a caminar seguida del azabache.


-¿Quién es él? – Preguntó Alysa a su nuevo par de amigas. Su mirada reflejaba interés hacia el chico que acaba de entrar y que le murmuraba algo a cierta chica algo desaliñada para sus gustos.


-El es Sasuke. – Le informó la castaña. – Va un año antes que nosotras.


-Está guapo. – Dijo con una sonrisa en su rostro. – Jamás pensé que esta pequeña ciudad hubieran chicos tan guapos.


-El fue novio de Ino por casi dos años. – Habló Tenten nuevamente, como hacerla callar.


-¡Tenten cállate! Alysa no quiere saber de estas cosas, además ya está en el pasado.


-Qué bueno que dices eso… ¿Quién la chica que se va con él Ino? – Le pregunta muy interesada.


-Ella es Sakura su ex novia.


-No creo que sea competencia para mí no esta bonita, más bien esta como que desaliñadita, me da risa… o por algo es su ex – novia.


-Y también es mi hermana.


-¡Ya va! ¡¿Qué?! Tu eres su hermana y tuvieron el mismo novio… eso está de locos… ósea si esta guapo y todo pero por favor hay más chicos.


-Es una larga historia Alysa. – Dijo la rubia un poco molesta. – Que por cierto, no voy a contarte… Permiso. - Y se va.


-¿A dónde vamos? – Se quejaba la pelirrosa que seguía a su ex – novio. ¡Sasuke! Nos estamos alejando mucho ¿A dónde vamos?


-Tú solo camina y deja de quejarte.


-No Sasuke de aquí no me muevo. – Dice deteniéndose en medio del patio trasero del colegio en el que casi no había nadie. – Como te dije nos estamos alejando.


-Okey quieres que hablemos aquí pues hablemos aquí. – Le dijo en un tono demasiado alto para lo cerca que se encontraban.


-¿Qué te pasa? ¿Por qué gritas? Desde aquí puedo escucharte perfectamente no hace falta gritar.


-No te hagas la graciosa. – Dice acercándose a ella y agarrándola por los brazos.


-¿Qué te pasa? Suéltame me haces daño. – Decía moviéndose tratando de zafarse de este.


-Se ve que no pierdes el tiempo… ya andas coqueteándole al nuevo profesor de matemáticas… es que crees que no vi como lo estabas viendo.


-¿Y eso a ti qué? Te recuerdo que tú y yo ya no somos nada, anda y mejor vigila a Ino ella si es la que debería importarte no yo.


-A mi Ino no me importa, lo de la otra noche fue. – Comenzó a explicarse.


-No me importa que haya sido…- Dijo Sakura interrumpiéndolo. - Ya yo no quiero saber nada de ti Uchiha, así que suéltame o empiezo a gritar.


-Entonces grita porque no pienso soltarte. – La reto apretando más sus manos en sus brazos.


-¡Auxilio! – Comenzó a gritar, pero inmediatamente fue callada por los labios del Uchiha que se presionaron fuertemente los suyos.

 

Re: Amigos, o algo más. (sasusaku)

Hola a todas de nuevo.. se que me desaparecí un poco.. lo siento mucho.. ultimamente me estoy tardando demasiado.. bueno bienvenidas las nuevas lectoras.. sus consejos siempre caen muy bien... bueno aqui esta el siguiente capitulo...

Capitulo 4: ¿Quieres que te deje en paz?


Sakura comenzó a gritar “auxilio” pero el Uchiha la cayó inmediatamente presionando sus labios contra los de ella. Esta no pudo evitar corresponderle inmediatamente después de todo aun lo quería y tener nuevamente aquellos labios besando los suyos era como estar en el cielo otra vez. Sakura acomodó sus brazos en el cuello del chico atrayéndolo más hacia ella y el soltó sus manos para enlazar así sus brazos en sus caderas. Pero parece que la conciencia hace acto de presencia en la pelirrosa después de unos segundos ya que abre los ojos de repente.


-¡Suéltame! – Dice cortando el beso y empujándolo por los hombros.


-Okey. – Le dijo soltándola y dando unos pasos hacia atrás. – Pero… - Cruzó los brazos a la altura de su pecho y afirmó. - Parece que te gustó.


-¿Qué dices? Para nada. Sasuke tu ya yo no… - Entonces el comienza a caminar hasta ella y la agarra por la cintura apretándola a su cuerpo. – Ya… yo… no… - Tartamudeaba.


-¿Tú ya no qué? – Le preguntaba a escasos centímetros de su rostro. – Vas a decir que ya no sientes nada por mí, ¿es eso?, si lo dices, ten por seguro que te dejo en paz, pero… - Acercó sus labios a su oreja para susurrarle. – Yo sé que no lo harás. Y en ese momento.


-¡¿Disculpen?! – Escucharon una voz proveniente desde su derecha a lo que los dos voltearon a ver quien osaba en interrumpir aquel momento. – Espero no interrumpir nada. – Decía señalando con el dedo la posición en la que estaban. Sakura se sonrojo a más no poder y Sasuke la soltó.


-No… claro que no interrumpes nada… nosotros estábamos… estábamos. Ensayando para una obra de teatro. – Mintió la chica.


- Y tu niña ¿Qué quieres? – Preguntó muy molesto el azabache.


-Es que soy nueva. Y pues estaba buscando el salón de informática y creo que me perdí. – Dijo con una sonrisa que simulaba angustia.


-Pues no es aquí así que te puedes retirar. – Habló de manera cortante.


-¡Sasuke! No seas tan mal educado, ella es nueva, y no sabe donde están los salones, mira si quieres puedo llevarte. – Se ofreció la pelirrosa.


-¿En serio? Gracias… por cierto me llamo Alysa. – Se presentó estirando la mano.


-Mucho gusto soy Sakura y ese amargado de por allá en Sasuke.


-Mucho gusto Sasuke. – Dijo en un suave murmuro. Este solo respondió con un simple “Hmp”


-¡Bien! Vamos Alysa… - Y comenzaron a caminar.


-¡Espera Sakura! – Ordenó la persona que dejaban a sus espaldas.


-Espérame aquí ya regreso. Tengo que arreglar ciertas cosas, no te vayas a mover. – Le decía mientras corría hasta donde se encontraba el Uchiha. – No ves que trato de ser amable… hablamos después.


-Ya sabes que palabras debes decir y te dejo en paz, sabes que espero que las que digan sean totalmente opuestas.


-Eso no lo sabes, nos vemos en mi casa, a las 7 ni un minuto más no tienes excusas para llegar tarde… - Se acerca hasta su oído y le dice. – Nos vemos.


A unos pocos metros Alysa observaba aquella escena la cual la molestaba en cierto grado, un brazo estaba a la altura de su pecho y con este sostenía a su otro brazo mientras que en su mano se formaba un pequeño puño justo a la altura de su rostro.


-¡Ya está! – Informó la pelirrosa al estar con ella nuevamente. – Vamos a tu salón.


-Sí antes de que llegue tarde. – Dice colocando una sonrisa.


-Tierra llamando a Marte. – Le decía Temari a la tímida Hinata que estaba literalmente fuera de este planeta con la mirada fija en la pizarra. - ¡Hinata! – Gritó.


-¡Ah! ¿Qué pasa? ¿Decías algo? – Preguntó evidentemente muy nerviosa.


-En que estas pensando… Ya se… En Naruto y en la obra, es verdad que últimamente van a estar muy cerca.


-No… en lo menos que estoy pensando es en la obra… Eso me recuerda que Naruto me dijo que quería ensayar hoy… ¿Qué le digo?


-¿De verdad me estas preguntando a mí? – Dijo abriendo los ojos a más no poder.


-Sí… además Sakura no está, no hay a quien más preguntarle.


-Ese es un golpe bajo Hinata… - Dijo con una cara como si fuera a llorar.


-Y ¿Qué dices? ¿Qué le digo?


-Bueno. – Se voltea y observa a Naruto sentado sobre la mesa hablando con otros chicos y por la forma en que este movía sus brazos al hablar se notaba que la conversación estaba interesante. – Dile que sí… tienen que practicar y tener la química de Romeo y Julieta… ¡HEY! Naruto. – Lo llamó. – Ven un momento.


-Ya vengo. – Les dijo a los que estaban con él. - ¿Qué pasa Temari? ¿Para qué soy bueno?


-Hinata quiere decirte algo. – Dándole palmadas en la espalda a la chica, como muestra de apoyo, obviamente este acto no lo noto el rubio.


-Dime Hinata. – Expresa inclinándose a esta que tenía los hombros encogidos y la mirada fija en la mesa. - ¿Pasa algo?


-Naruto. – Alzó su mirada para encontrarse con los orbes azules del chico. – Ensayemos esta tarde…


-¿En serio? Qué bueno porque de verdad necesito ayuda con eso de la actuación soy malísimo, entonces ¿En dónde ensayamos?


-La casa de Hinata siempre esta atestada de gente, la servidumbre va y viene y la hermanita de Hinata siempre está molestando no me parece buena idea que practiquen haya.


-Entonces en mi casa, haya si nadie nos interrumpirá, como saben vivo solo… Ve a la hora que quieras. – Y comenzó a alejarse.


-Viste fue fácil… eso era todo lo que tenias que hacer.


-Temari… con una amiga como tú no necesito enemigas. – Y se recostó en la mesa. – Te pasaste de la raya… ir a su casa, los dos solos…


-Yo solo quería ayudar, Hey Hinata, ¿Estas molesta? ¿Hinata?


-Hola. – Habló Sakura al llegar al salón y estar junto a sus amigas. - ¿Qué tiene? – Preguntó en un modo solo audible para la rubia.


-Después te digo. – Respondió de la misma manera. - ¡Ven acá! – Agarrando el brazo de la chica y llevándola a un lugar más apartado. – Te fuiste así de repente con Sasuke ¿A dónde fueron? ¿Qué paso?


-A ningún lugar en especial, hablamos después Sasuke acaba de entrar… Ahora sí ¿Qué le pasa a Hinata? ¿Se siente mal?


-Va a practicar hoy con Naruto la obra en su departamento, se debe estar preparando mentalmente para eso.


-Yo también debo prepararme mentalmente para algo… - Iba a ser interrumpida por la rubia pero. – Te cuento después.


Las horas de clases pasaron sin ningún acontecimiento importante. Como todos los días todos salían caminando hasta sus hogares tan cansados de otro día de rutina.


-¡Ya llegué! – Gritó Sakura al entrar a su hogar.


-Tienes que gritarlo. – Se quejó su hermano que se encontraba a su lado. – Además es probable que papá no esté, a quien le informas que llegaste.


-No está mal informar cuando se llega a casa. – Dijo la imponente rubia bajando las escaleras.


-¡Tsunade! Se me olvidaba que teníamos visitas… Es cierto si tenemos a quien avisar. – Se disculpaba el chico.


-¡Sakura!… - Escuchó que la llamaban desde el despacho de su padre. - ¿Podrías venir un momento?


-Sí… llévame a la habitación. – Y le lanzó el bolso donde llevaba los libros a Shon. Este solo lo atajo y puso mala cara, Tsunade solo soltó una risita baja. - ¡Profesor! ¿Qué hace en mi casa? – Preguntó fingiendo sorpresa.


-Muy graciosa. – Fue lo único que se limito a decir.


-¿Por qué no me dijiste que serias mi profesor de matemáticas? – Se sentó en una de las sillas que estaban en frente del escritorio, agarró el abrecartas y empezó a darle vueltas en la mesa. – Es extraño verte aquí y allá, no es que nos conozcamos mucho, pero eres mi primo, segundo de hecho, pero mi primo.


-No es para tanto… Quería darte las gracias por decirme en donde habían terminado con la anterior profesora… y pedirte un favor ¿Podrías prestarme tu cuaderno? Es para familiarizarme un poco.


-Claro que sí. – Se levantó y se disponía a salir, pero al llegar al marco de la puerta se voltea. – Solo que te costara. – El la miró un poco sorprendido por sus palabras.


-¿Me costará? ¿Qué me costará? – Dijo soltando el bolígrafo con el que estaba escribiendo.


-Tendrás que decirme cuando tengas pensado hacer examen sorpresa, y también me explicaras lo que no entienda… eso nunca pasa pero podría pasar.


El dibujo una sonrisa en su rostro. – ¡Está bien prima!


-Excelente, ya te lo traigo… permiso.


-Me lo dejas aquí en el escritorio ahora voy a salir a comprar unas cosas. – Sakura solo asintió.


-Mamá la llave no está donde siempre la dejas. – Hablaba Sasuke por teléfono desde el umbral de su puerta (su madre había dejado sus llaves y le pedía de favor a su hijo que se las llevase) – Buscare adentro no te aseguro nada, sino las encuentro te quedaras a dormir en el hospital porque yo no voy a despertarme a media noche abrirte la puerta. – Al decir esto tuvo que quitarse el celular del oído por los fuertes gritos que pegaba la señora Uchiha. – Es una broma. – Pero en ese momento algo le llamo la atención al azabache. – En un rato te llamo. – Y colgó.


La irá se fue apoderando de cada célula del cuerpo de acaso lo que veían sus ojos era real, el profesor Thomas estaba saliendo de la casa de su pelirrosa ¿Qué hacia ese hombre en la casa de su novia? Cierto aun no regresaban pero ya faltaba poco. Esas eran algunas de las preguntas que pasaban en esos instantes por la cabeza del joven.


-¿Qué significa esto Sakura? Si así es el juego, pues que empiece el partido. – Dijo fulminándolo con la mirada al inocente profesor que se alejaba por las calles.

 

Re: Amigos, o algo más. (sasusaku)

Capitulo 5: Juego peligroso.


Camisas, faldas, pantalones, toda clase de ropa salía volando desde el armario donde se encontraba Sakura buscando lo más adecuado para lucir esta noche, aunque la reunión que tenía planeada con su ex - novio no era para nada romántica o al menos eso era lo que pretendía no podía usar cualquier cosa.


-¡Sakura! ¿Puedo pasar? – Llamaron desde la puerta y una mujer rubia asomó la mitad de su cuerpo a la habitación.


-Sí pasa. – Escuchó que decían desde el fondo del gran armario. - ¿Pasa algo tía?


-No, solo quería saber si estarás aquí para la cena, me tome el atrevimiento de darle la tarde libre a Regina y como motivo de agradecimiento por permitirme a mí y a mi hijo quedarnos aquí quise prepararles la cena.


-¿Tú cocinas? – Preguntó mientras se probaba una de las camisas que estaban en el piso y se miraba en el espejo.


-Algo. – Informó la rubia. – Ya tu hermano me dijo que tiene planes para esta noche me gustaría que tú no los tuvieras. – Sakura voltea para decirle que de hecho si los tenía pero al ver la mirada enervada de su “tía” mejor decide cambiar de opinión.


-No, de hecho un amigo viene esta tarde así que coloca otro lugar en la mesa. – Decía con una sonrisa nerviosa.


-¡Muy bien! Entonces voy a preparar todo… No te arrepentirás de quedarte a cenar.


-Yo se que no. “Esta mujer da miedo” – Pensó. – Mi amigo estará aquí a las 7. – Le informó cuando esta ya había cerrado la puerta de su habitación y se había marchado.


Cierto chico de cabellos negros se encontraba tumbado en su cama, aun traía puesto el uniforme y tenía en sus manos una pequeña pelota de goma que lanzaba constantemente contra el techo para atajarla nuevamente, estuvo así mucho tiempo, tal vez horas, estar así le ayudaba a pensar en todo lo que estaba pasando. Su vida había pasado de estar mal a estar peor en un instante, ¿su pelirrosa ya lo había olvidado? ¿Era eso o era otra cosa? pero ¿Qué hacía ese estúpido en su casa? Era algunas de las interrogantes que se planteaba en su cabeza.


-¡Demonios! – Gritó exasperado lanzando la pequeña pelota contra la pared con todas sus fuerzas. Se sentó al borde de la cama y bajó su cabeza hasta sostenerla con sus manos. - ¿Qué rayos te pasa Sasuke? – Se preguntó así mismo, levantándose de donde se encontraba camino unos cuantos pasos hasta la ventana. – Tú eres Sasuke Uchiha y nunca te pones así por una mujer… ¡Nunca! – Se dijo así mismo. En ese instante escuchó que sonaba el teléfono, se acercó hasta él y lo tomo. - ¡Aló!


-Hola. – Escuchó la voz de una chica. – Disculpa que te llame, pero, bueno la verdad no tengo motivos pero.


-¿Quién habla? Quien quiera que sea ahora no tengo humor para hablar con nadie.


-Soy Alysa… no sé si me recuerdes, nos encontramos esta mañana en el lado trasero del colegio. – Empezaba a explicarse. Pero fue interrumpida.


-¡Ah sí! Ya creo saber quién eres, la niña impertinente que nos interrumpió… ¿Para qué me llamas?


-Bueno… este… yo soy nueva en la ciudad y no conozco a nadie y a nada de por aquí y me preguntaba sí a lo mejor.


-Me encantaría ser tu guía turístico Alysa. – Dijo con una pequeña sonrisa en sus labios, lo que sea que estuviera planeando no era nada bueno.


El dedo níveo de Hinata luchaba entre tocar y no tocar el timbre que le anunciaría al rubio de su llegada a su departamento, cada vez que su dedo se acercaba a menos de un centímetro del botón retrocedía otros cinco centímetros, ya tenia es esto alrededor de 10 minutos.


Desde afuera podía escuchar de vez en cuando como se caían las cosas dentro de aquel departamento y como Naruto de repente se reía solo. Eso la hizo pensar que de verdad si era raro. Hasta que por fin tuvo el valor después de tanto pensarlo de tocar aquel botón. El pequeño sonido retumbo en el lugar.


-¡VOY! – Gritaron desde adentro. – Por fin llegaste. – Dijo al mismo tiempo que abría la puerta, el chico no pudo evitar sonrojarse al ver a la joven de verdad se veía muy linda sin aquellas ropas de instituto. Esta vez llevaba mini falda de blue yean y una camisa de tirantes larga que le tapaba la mayor parte de la falda solo dejando un poco al descubierto de color verde oscuro y unas sandalias de tacón no tan alto.


-Naruto. – Lo llamó la chica al ver que este no decía nada. - ¿Pasa algo? – Preguntó inocentemente.


-¡Ah! No, no, todo está perfecto, adelante pasa, estás en tu casa. – Decía con una sonrisa algo nerviosa.


-Gracias. – Dijo para entrar y encontrarse con una muy ordenada sala, los cojines en los muebles estaban en su lugar, la pequeña planta al fondo se veía recién regada, las fotografías en la mesa estaban ordenadas por tamaño, esto sin duda no era lo que Hinata se esperaba.


-“Vaya, por eso todo ese ruido… estaba limpiando todo” – Pensó la chica. - ¿Has estudiado algo del guion? – Dijo sentándose en uno de los muebles.


-Lo he leído. Pero Hinata no te parece que tiene palabras muy raras. – Confesó rascándose la cabeza algo apenado.


-Sí… tiene palabras extrañas pero es porque en el tiempo en que se encuentran los personajes, es muy diferente al nuestro.


-¡Vaya! Es verdad, tengo que aprenderme todo eso, así me cueste la vida, no dejare que pases vergüenza por mi culpa delante de todo el colegio de veras.


-Gra… Gracias Naruto. – Y acto seguido se sonrojo pero como siempre el rubio no se dio cuenta. - ¿Empezamos? – El asintió con la cabeza. – Bueno… ¿Qué tal comenzamos con la escena V donde nos conocemos.


-Hinata tú y yo ya nos conocemos desde hace años.


-No quise decir… nosotros, donde se conocen los personajes. – Dijo agachando la mirada hasta el guion.


-¡Ah sí! Discúlpame, es que no sé qué me pasa ando mas distraído que de costumbre… muy bien empezamos.


Ambos se levantan del mueble y se colocan uno frente al otro, mirándose directamente a los ojos. Naruto tomo la mano derecha de Hinata haciendo que esta se sonrojara más que nunca.


-Naruto/Romeo: Si con mi mano he profanado tan divino altar, perdonadme, mi boca borrara la mancha, cual peregrino ruboroso, con un beso.


-Hinata/Julieta: El peregrino ha errado la senda aunque parece devoto. El palmero solo ha de besar manos de santo.


-Naruto/Romeo: ¿Y no tiene labios el santo lo mismo que el Romeo?


-Hinata/Julieta: Los labios del peregrino son para rezar. – En este punto Hinata estaba a punto de sufrir un colapso por la cercanía que cada vez se aminoraba entre ellos.


-Naruto/Romeo: ¡Oh que santa! Truequen pues de oficios mis manos y labios. Rece el labio y concededme lo que pido.


-Hinata/Julieta: El santo oye con serenidad las suplicas.


-Naruto/Romeo: Pues oídme serena mis labios rezan y los vuestros los purifican. Naruto se inclina para posar sus labios en los de ella eso era lo que decía el guion, eso era lo que debía hacer, se acerca cada vez más, la chica permanece inmóvil sabe que viene, pero, el se acerca y le da el beso en la mejilla. No era lo que debía hacer pero él no haría algo que ella no quisiera. Hinata abrió los ojos de par en par, no hizo lo que tendría que haber hecho.


-Hinata… viene tu parte. – Le dice el rubio al ver que ella no reaccionaba.


-Hinata/Julieta: En mis labios se queda la marca de nuestro pecado. – Y en ese instante se deja caer en el mueble.


-¿Qué pasa? Hice algo mal, me equivoque fue eso verdad, yo sabía que no me aprendería esas cosas.


-No, lo hiciste bien, es solo que, yo pensé que… como allí dice que… yo pensé que… - Tartamudeaba sin cesar.


-¿Pensaste que iba a besarte? – Preguntó incrédulo. – Jamás haría eso.


-Claro jamás lo harías, jamás… debo irme. – Dijo agarrando su cartera y levantándose.


-Espera, pero aun acabas de llegar, no hemos ensayado nada, ¿Por qué te vas? – La agarra por uno de sus brazos.


-Déjame. – Sollozó. – Solo quiero irme, no quiero estar contigo ni un segundo más. – Y corrió hasta la puerta para perderse en ella.


-Pero Hinata, Yo… yo… ¡Que estúpido soy!


En la mesa en la mansión Haruno todos esperaban que la pelirrosa se sentara para dar inicio a la cena, esta caminaba de un lado a otro, marcando un número en su celular cada 5 segundos.


-Hija… Mejor ven a sentarte ya son las 7:45 Sasuke no llegó. – Decía John apoyando sus codos en la mesa. – Ya tengo hambre, no esperemos más.


-Sakura, ven, siéntate, a lo mejor se le presentó un problema y no pudo venir. Se le estropeo el coche, o no encontró taxi.- Decía mientras servía la mesa la rubia.


-Como si lo necesitara. – Dijo sarcásticamente sentándose. – No tiene excusas porque vive a menos de 20 pasos de esta puerta.


Ambos rubios madre e hijo se vieron ya que no entendieron nada.


-El jovencito ese vive justo en frente. – Informó el castaño con molestia en su voz.


-Parece que a usted no le cae bien el novio de su hija. – Habló Thomas. - ¿A qué padre le agrada el hombre que se llevará a sus hijas?


-Sasuke no es mi novio. – Dijo dándole vuelta a la comida que ya estaba servida en su plato. – Y si había alguna posibilidad de volver. – En eso su padre empezó a toser. – Tranquilo papá si había alguna posibilidad ya no la hay.


Al otro día Sakura caminaba por los pasillos del colegio, este día había llegado un poco temprano para evitar conseguirse con cierta persona a la salida de su casa. Pero lo que vio la dejó petrificada, a unos cuantos pasos de donde ella estaba él se encontraba, tenía uno de sus hombros recostados a la pared y los brazos cruzados. Y en frente de él estaba una pequeña chica de largo cabello negro, este al darse cuenta de la presencia de la pelirrosa, se dio la vuelta y se coloco al lado de la chica y pasó uno de sus brazos por su hombro y así empezaron a caminar. Sakura no lo podía creer, ya estaba saliendo con otra chica y esa era la nueva, acaso solo se fija en las nuevas. Lágrimas de rabia quisieron salir de aquellos ojos verdes pero no las dejó salir, solo continuo mirando cómo se alejaban entre la pequeña multitud de estudiantes. Y como por ironía Sasuke volteo para verla y le dedico una sonrisa llena de arrogancia y le guiño un ojo. Para después voltear y seguir caminado.

 

Re: Amigos, o algo más. (sasusaku)

Hola a todas.... esta vez no me tarde tanto en colocar el nuevo capitulo.
espero no haberlas hecho esperar mucho.. bienvenida al fic Leiryon.. si algun dia me quedo sin ideas me gustaria mucho escuchar las tuyas pero por ahora ya tengo todo planeado.. lo tendre en cuenta de veras!!...

Capitulo 6: Preparativos para una Pijamada.


Lágrimas querían salir de aquellos ojos verdes que en estos momentos se encontraban rojos debido a que la dueña de estos les impedía salir, desde el lugar donde se encontraba aun podía divisar la silueta del azabache alejarse entre la pequeña multitud de estudiantes, este estaba abrazando a una chica que hasta hace poco había tratado mal o eso era lo que vio cuando se encontraron con esa “niña” la primera vez. Sus manos se las llevó a la altura de su pecho y bajo la cabeza y en ese instante, no pudo contenerlas más, perdió la batalla que había emprendido desde hace unos minutos, las lágrimas se hacían presentes marcando la piel de su rostro.


-¡Sakura! – Escuchó que alguien le hablaba desde su espalda y esta colocó sus manos en ambos hombros. - ¿Estás bien? - Preguntó en un susurro.


-¡No! – Le respondió está entre sollozos. – No estoy bien. – Se volteo para así abrazar a la persona que tenía detrás y reventó en llanto.


-Tranquila… todo está bien… - La calmaba su hermana sobando su cabello con una de sus manos. – Vamos a otro lugar. – Le dijo para separarla un poco de su cuerpo y mirarla a la cara por primera vez, el rostro de Sakura estaba totalmente mojado por las lágrimas que estaban brotando de sus ojos. – Camina. – Le ordenó halándola por los brazos.


Caminaron o más bien Ino empujó a Sakura unos cuantos pasillos para poder llegar al baño el cual estaba totalmente vacío.


-¡Bien! Será mejor que te laves el rostro para quitar toda la evidencia de las lágrimas, por suerte traje maquillaje, y para los ojos rojos, me enseñaron un método súper efectivo para quitar el color. – Comenzó a buscar en su bolso con mucha insistencia, la pelirrosa solo la observaba. – Creo que tengo algodón por aquí.


-¿Por qué haces esto? – Por fin habló la chica. - ¿Por qué Ino?


-No se… !ah ya sé! creo que tengo un motivo y es muy grande, ¿Sabes cuál es? – Sakura negó con la cabeza. – Pues que somos hermanas, y créeme que un espectáculo como el que hacías en el pasillo iba a manchar mi reputación. – estas palabras hicieron que una sonrisa se curvara en el rostro de la triste joven. – Hablando en serio Sakura, Sasuke no merece que lloren por él… como verás tiene cierta fascinación con las nuevas.


-Tienes razón… - Se acercó a uno de los lava manos y abrió una de las llaves, coloco sus manos juntas para poder agarra agua en ellas y luego la derramó en su rostro. – “Sasuke no debe verme así” – Pensó. – Dijiste que traes maquillaje, dame un poco.


-Como digas. – Y se acercó su bolso para que agarrara lo que quisiera.


Minutos después en otro lugar del colegio exactamente en el salón de química se encontraban tres chicos, el rubio estaba sentado en la enorme mesa donde se realizaban las prácticas, el castaño en una de las sillas y el azabache estaba de pie recostado a la pared y con los brazos doblados a la altura de su pecho.


-¡¿ESTAS LOCO!? – Gritó de repente el que se encontraba en la mesa. – sabes que eso que estás haciendo es infantil, estúpido y malvado.


-Callante Naruto no te estoy pidiendo permiso para lo que estoy haciendo, además no debería de estarles contando esto. – En ese momento en el rostro de Neji se dibujo una pequeña sonrisa que no era precisamente de buenas intenciones.


-¡Vaya! – Dijo el castaño. – Parece ser que el Uchiha tiene una pequeña debilidad por las alumnas nuevas.


-Hmp – Murmuró volteando a ver a su amigo.


-Primero Sakura y ahora esta niña ¿cómo es que se llama? – Le preguntó a Naruto.


-A mí no me preguntes ni sabía que había entrado una nueva estudiante, si no es porque el tonto este. – Señaló a Sasuke. – Que quiere ligársela para vengarse de Sakura ni me entero que existe… Sasuke ¿Cómo se llama?


-Hmp ¿Me preguntan a mí? – Los dos lo miraron enfadados a lo que el azabache respondió. – Se llama, se que empieza por la A, no crean que se me olvido su nombre. – Se excusaba con su típico tono de voz. – Alicia, Alice, Alison, no… ya va… Alysa se llama Alysa, ven que si me acuerdo. – Respondió lo más natural posible.


-Alicia… ese nombre me trae grandes recuerdos. – Dijo el castaño colocando una de sus manos en su barbilla como si estuviera pensando en algo.


-Ignorando a este. – Habló Naruto señalando con un dedo a Neji. - ¿Qué es exactamente lo que piensas hacer? Porque sea lo que sea esa niña no tiene la culpa. – Era la primera vez que Naruto decía algo coherente de seguro esa tarde llovía. Cuando el moreno abrió un poco sus labios para responder apareció la causante de todos sus problemas por la puerta. El se quedó mirándola por pocos segundos hasta que reaccionó y bajó su mirada.


-¡Oye Sasuke! – Lo llamó su amigo de cabello castaño. – Ya que tú y Sakura terminaron no te molestaras si intento algo con ella ¿O sí? – No fue necesario que este le respondiera ya que con la mirada que le arrojo quedo más que respondida su pregunta. – Bueno por eso te preguntaba. – Se excusaba levantándose de la silla. – Mejor me voy a mi clase, antes de que tanta amargura se me pegue… ¡Naruto! – Este solo alzó la mirada para encontrarse con los orbes plateados de su amigo. - ¿También te pasa algo? No es normal verte tan callado. – El rubio no contestó y nuevamente bajo su mirada para ver el suelo del salón. – Bueno mejor me voy. – Acto seguido el castaño se fue del lugar. Ya cuando estaban solos Sasuke tomo el lugar en el que hace pocos segundos estaba Neji.


-Naruto… ¿Te pasa algo? – Indagó simulando despreocupación. – Es cierto lo que dijo Neji, estas muy callado.


-No es nada. – Fue lo único que le respondió para bajarse de la mesa y voltear su cuerpo en dirección a la puerta y en ese instante entraba Hinata, el día de hoy llevaba su largo cabello recogido en una cola alta, llevaba sus cuadernos en las manos, al entrar y encontrarse de frente con aquella persona bajo su mirada rápidamente.


-¡Buenos días Sakura! – Saludó la chica al llegar a la mesa dónde se encontraba la pelirrosa.


-¡Buenos días Hinata! Aunque de buenos no tiene nada. – Dijo colocando sus manos alrededor de su cara.


-Tienes razón… de buenos no tienen nada. - Mencionó en un susurro pero que fue audible para su acompañante.


-¡Hinata! ¿Paso algo ayer mientras practicaban la obra? – Ella solo asintió. – Si no quieres decirme, lo entiendo.


-¡CHICAS! – Escucharon el saludo de su rubia amiga. – Me encontré con Ino en el pasillo y me ha dado una fabulosa idea… esta noche haremos una Pijamada.


-¡¿Qué?! – Dijeron las dos al unísono.


-Sí, mañana es sábado no tenemos porque levantarnos temprano así que como dije haremos una Pijamada. – Observó los rostros expectantes de las chicas y prosiguió. – Es un tema que no está a discusión.


- Y ¿En dónde es la Pijamada? – Preguntó tan ingenua Sakura.


-Donde más. – Habló con total normalidad la chica. – En tu casa.


-¿QUÉ? Cómo que en mi casa, no he preparado nada, además tengo visitas. Esta mi hermano, mi papá, mi tía y mi primo. – Esa última palabra la escuchó el azabache que estaba solo a 2 mesas de distancia.


-Por eso quiero que sea en tu casa… No sabes cómo me gustaría ver al profesor de matemáticas en horas no laborales. – Decía la rubia en un tono algo alto.


-Está bien. La haremos en mi casa, pero Temari recuerda que eres novia de mi hermano.


-El tener novio no me impide mirar hacia los lados. – Dijo con una gran sonrisa. - ¿Verdad que vas a ir Hinata?


-Sí… quiero distraerme un poco.


-“Primo… ¿Acaso escuché bien? Temari dijo primo… Sakura y el profesor son ¿Primos?” – Pensaba cierta persona. – Naruto. – Susurró muy bajo.


-¿Qué pasa Sasuke ? No ves que estoy durmiendo. – Le decía con los ojos cerrados y recostado sobre la mesa.


-Tienes que averiguar algo, ¡Ya mismo!


-No puede ser mañana o el otro mes, de verdad estoy… más dormido que despierto.


-No, es ahora. – Señaló con un tono irritante.


-Es… está bien… ¿Qué quieres?


-Es algo, simple, quiero que me averigües qué relación hay entre el profesor de matemáticas y Sakura.


-Okey… ahorita voy… de veras… dame cinco minutos.


-¡Na-ru-to! – Dijo Sasuke ya salido de sus cabales.


-Voy, voy, voy. – Y se levantó de un saltó. Camino unos pasos y ya se encontraba en la mesa de las tres chicas, algo extraño notó Sasuke en Hinata este día, al instante en que su amigo llegó a la mesa, esta inmediatamente se levantó y se fue del lugar, era algo raro, pero no le tubo importancia, porque lo que si lo tenía era lo que Naruto le diría en apenas unos cuantos minutos.