Two-Shot de Pokémon - ¿Quién entiende los sueños?

¿Quién entiende los sueños?

Holaaa!!^^ He aquí otro de mis one-short, espero que les guste.​

¿Quién entiende los sueños?​

El sol empieza a ponerse en el horizonte, los Pokémon salvajes empiezan a recostarse en sus madrigueras, mientras que los nocturnos comienzan a salir en busca de presas despistadas. En mitad de un bosque se encuantra un grupo de jóvenes entrenadores, han hecho una parada en su largo viaje para descansar esa noche, pero tendrán que hacerlo a la interperie pues no hay Centro Pokémon cerca.

El mayor del grupo, Brock, había preparado una deliciosa cena para que sus tres amigos se fueran a la cama bien llenos. Todos disfrutaron de la comida y luego decidieron dormir, debían estar descansados para la larga caminata que les esperaba al día siguiente.

El silencio inundó el lugar, sólo los Pokémon nocturnos lo rompían. Ante aquel silencio, la única integrante femenina del grupo no podía dormir, la chica en cuestión se llamaba May, una joven coordinadora Pokémon. Al no poder dormir, decidió levantarse y dar una vuelta, estaba segura de haber visto un pequeño lago en mitad del bosque.

Llegó allí sin problemas, desde aquel lugar se podía ver la luna reflejada en el agua cristalina, "una verdadera belleza", pensó ella. Se sentó en el suelo apoyando su espalda en el tronco de un gran árbol y se quedó mirando la luna, hasta que poco a poco sus ojos se cerraron y finalmente se quedó dormida.


- May... depierta May -una voz resonó en la cabeza de la joven, alguien la llamaba, abrió lentamente sus ojos y pudo ver a un chico arrodillado junto a ella que le hablaba.

- ¡¿Qué?! -la joven abrió completamente sus ojos y se incorporó, entonces se dio cuenta de que se había quedado dormida junto al lago.

- ¿May qué haces durmiendo aquí tu sola? - le preguntó el joven entrenador.

- Pues anoche no podía dormir y me vine a ver el lago -le explicaba ella- y parece que me quedé dormida -se avergonzaba.

- Vaya, me preocupé al ver que no estabas cuando me desperté -le decía él muy serio- por eso salí a buscarte.

- Gracias -se sinceraba- ¿Dónde están Brock y Max?

- Aun duermen, no quise despertarlos -volvía a sonreir, la voz del joven sonaba muy dulce, cosa que la sorprendió- Mejor volvamos, si ven que no estamos se preocuparán.


Ella asintió y ambos se dirigieron al campamento, donde Brock y Max ya estaban despiertos y preparando el desayuno. Después de desayunar recogieron las cosas del campamento y siguieron su viaje. Por el camino May se sentía incómoda, no sabía por qué, era como si alguien no parara de mirarla, en uno de esos momentos miró a Ash y éste volvió su cara rápidamente, "¿Era él quién no paraba de mirarla?", se cuestionaba ella.

Hasta que por fin llegaron a un pequeño pueblo, lo primero que hicieron fue ir al Centro Pokémon. Una vez allí, Brock decidió ir a comprar medicinas y Max quiso acompañarle, ambos se marcharon y alguien aprovechó el momento para hablar con la joven castaña.


- May -dijo dirigiéndose a ella- ¿Por qué no damos un paseo por el pueblo?

- Claro, así conoceremos mejor el lugar -contestaba ella muy sonriente.


El joven llevó a la chica por distintas calles, hasta que halló un pequeño parque, propuso pasear por allí y, obviamente, ella aceptó encantada. En medio del parque había un precioso estanque en que varios Pokémon de agua chapoteaban y jugaban. May quedó encantada con el lugar. El joven se sentó en un banco, desde su posición miraba feliz como la chica se había unido al pequeño juego de los Pokémon acuáticos.


- He disfrutado mucho hoy -decía la castaña al mismo tiempo que se sentaba junto a su amigo.

- Me alegro May -le contestó. Ella no paraba de mirar a sus amiguitos que pedían su asistencia en los juegos.

- ¡Estoy cansada seguid juagando vosotros! -les contestó ella.

- May -decía despues de unos segundos de silencio, ella volvió la cabeza hacia el joven, el cual reaccionó de una manera que ella no esperaba.


El joven había posado sus labios sobre los de la chica, sin embargo, la reacción de ella no fue separarse bruscamente, al contrario, correspondió al beso. Las manos del joven acariciaban las piernas de ella, al mismo tiempo, May había posado su mano en el rostro del joven. El beso aun perduraba, ninguno quería parar, la castaña no sabía por qué, pero quería estar así eternamente.

Finalmente, fue él quien cortó tan mágico momento, la miró un segundo para después decir, "te amo May". Esas palabras se clavaron en el corazón de la chica, quien no podía dejar mirarle a los ojos, unos ojos brillantes y llenos de satisfacción. Se sintió la chica más afortunada del mundo sin saber por qué, ¿acaso ella le amaba? Eso tampoco lo sabía, pero lo que había sentido en aquel momento era algo muy grande.

De repente el cielo comenzó a nublarse, en cuestión de segundos todo ennegreció, primero fue un trueno atronador, y luego la lluvia empapó el lugar. Todos en la calle corrían a refugiarse, los Pokémon de agua disfrutaban como nunca de una lluvia limpia. May, por su parte, se había levantado por un sobresalto debido a un trueno.

La chica quería marcharse de allí, pero cuando fue a mirar al lugar donde se encontraba el joven, éste había desaparecido. Miró a todos lados pero ya no había nadie allí, incluso los Pokémon acuáticos se habían marchado del lugar. Los truenos se sucedían, la lluvia la había empapado y tenía frío, un frío insoportable.

Lo llamaba una y otra vez, pero el joven la había abandonado, entoces corrió, corrió sin saber a donde. Todo se volvió oscuridad, los edificios, los árboles del parque, e incluso el mismo parque, todo iba desapareciendo, hasta que lo hizo por completo. La joven estaba realmente asustada, buscaba a sus amigos en medio de ninguna parte.

Finalmente paró, las lágrimas mojaban su rostro aun más que la lluvia, que aunque el cielo había desaparecido, ésta aun no cesaba. Se arrodilló en el suelo llorando de desesperación, deseaba que todo acabáse de una vez. De pronto, de nuevo sonó el ruido atronador de un trueno cerca de ella.

May despertó de repente sobresaltada y gritó, los Pokémon nocturnos huyeron asustados por ello. Miró a su alrededor estaba en el bosque frente al lago, en mitad de la noche, una gota de sudor recorrió su rostro hasta el cuello, aun temblaba por todo lo ocurrido, pero se dio cuenta de lo que realmente había pasado.


- ¡May!¡May! -alguien gritaba su nombre, alguien a quien conocía, en ese momento Max hacía su aparición detrás de unos arbustos, las lágrimas de la joven acariciaron su rostro, esta vez de felicidad al ver a su hermano, rápidamente se levantó y corrió hacia él para abrazarlo.


Max no comprendía, no obstante correspondió el abrazo. Entonces llamó a sus compañeros, los tres habían salido en busca de la joven, Max se había despertado en mitad de la noche y al no ver a su hermana se preocupó, despertó a sus amigos y se pusieron a buscar. Ambos llegaron junto a los hermanos, cuando May vió a Ash, un escalofrío recorrió su cuerpo, recordó lo que había soñado, ¿por qué había soñado con ese amor? No estaba segura de ello, después de todo, ¿quién entiende los sueños?

FIN

 

Re: ¿Quién entiende los sueños?

Bueno sé que algunos me pidieron una segunda parte y pensé, ¿por qué no? El caso que andaba tan falta de ideas que me salió muy corto, aun así este es el final.


¿Quién entiende los sueños?


Todos volvieron al campamento para dormir lo que quedaba de noche, sin embargo May no pudo dormir, se quedó despierta hasta que amaneció, en esas dos escasas horas que quedaban reflexionó sobre lo sucedido, el por qué de aquel sueño tan extraño, pero no llegaba a ninguna conclusión. Miraba a Ash durmiendo a su lado y no podía evitar sonrojarse por ello.

Pronto amanecería, así que decidió volver al lago, pero esta vez no se quedaría dormida. Llegó sin problemas al lugar, la luna aun se podía ver reflejada allí en el agua cristalina. Junto a su reflejo pudo observar también el de Ash sonriéndole, ¿por qué pienso en él? Se sentó en la orilla, sin poder despegar la mirada del rostro de Ash en el agua.

De repente un luz blanca muy brillante iluminó el lugar, esa luz comenzó a tomar forma hasta que se convirtió en un pequeño y lindo Eevee, éste se recostó en las piernas de su entrenadora, sabía que ella tenía un dilema entre manos y quería acompañarla. La joven acarició suavemente el pelaje de su Pokémon, mientras pensaba en todo lo que le estaba pasando por la cabeza.


- No lo entiendo Eevee, -le preguntó a su compañero- ¿por qué pienso tanto en Ash?


Su pequeño amigo se limitó a acurrucarse en su regazo, "ojalá pudieras hablar", pensaba ella, "así podrías explicarme que es lo que me pasa". Empezaba a aclarar, la luna ya casi no se veía, y el sol empezaba a hacer su aparición, durante este maravilloso amanecer, May pensaba en un Ash maduro y serio. Lo cierto es que no era fácil pensar en ello, soltó una pequeña carcajada, y volvió junto a sus compañeros.

Todos estaban preparados para seguir con el viaje, ya la estaban esperando. Comenzaron a caminar y May se quedó un poco retrasada, pues seguía en las nubes pensando en muchas cosas. Ash se dio cuenta de ello, se volvió hacia ella, y con una sonrisa le dijo.


- Vamos May, date prisa o no llegaremos a tiempo para tu próximo concurso -y después de decirlo corrió adelante con sus dos compañeros.


May se quedó muy sorprendida por lo que había dicho el joven, y eso que solo era una simple frase. Le había ilusionado que el joven se preocupara por su sueño de ser una gran coordinadora. La joven empezaba a darse cuenta de todo en ese momento, ¿por qué iba a tener ese sueño con Ash? La respuesta era obvia, lo amaba, era la única solución, y lo que había sentido en ese momento lo demostraba.

Ella no se lo podía creer, ¿cómo puede alguien enamorarse de un gran amigo? Son cosas de la vida que no podemos cambiar, quien sabe si algún día la castaña confesaría sus sentimientos. Tal vez se lo diga y él sienta lo mismo, quizá la vida la haga sufrir por él, o simplemente sea solo un amor pasajero, un momento de cierta atracción por el joven que pronto desaparecería.

No podemos saber lo que nos depara el futuro, no puedes tener miedo de hacer algo, solo porque no sabes como acabará, en este mundo debes arriesgar para ganar, porque muchos dicen que no, pero lo cierto es que la vida es un juego, y ahora te toca mover a tí, ¿hacia donde te llevará el dado de este juego llamado vida? Esa es una buena pregunta, pero si supieras la respuesta, todo carecería de diversión. Suerte en tu jugada.


FIN.