~ . En mi vientre, el hijo de un vampiro . ~[Espero que lean : )]

Re: ~ . En mi vientre, el hijo de un vampiro . ~[Espero que lean : )]

Perdón por tardar. Aquí os dejo la continuación, y deciros también que muchas GRACIAS. que éste FIC os lo dedico a todas las que lo leeis con mucho cariño, : ) por cierto, sé que lo de los números no lo deciais con mala intención además soy como una esponja, absorvo todos los consejos y los intento poner en marcha!
así que aquí tenéis el nuevo Capítulo:


En mi vientre, el HIJO de un VAMPIRO

Capítulo XIV

Me sentía tan culpable por la boda concertada de Inuyasha...
me encontraba en uno de los bosques de alrededor del nido de vampiros. Eso estaba rodeado de bosques súper grandes. La verdad esque no me gustaría quedarme alguna vez allá por la noche, pasaría un miedo tremendo.
Estaba obervando como el viento movía la hierva hacia un mismo lado, pensé como una tonta que tal vez lo mecería hacia el otro lado, entonces en medio de mi tranquila calma, alguien me asustó.

-Kagome-Dijo ese chico, asustandome.

-Si haces eso de nuevo te mataré-Dije asintiendo con mi cabeza y los ojos cerrados.

-¡Oh! Perdone divinidad...-Dijo Inuyasha sentándose a mi lado.-¿Que te trae por aquí?-Preguntó echandome mi pelo detrás de mi oreja izquierda.

-Mi cabeza-Contesté sin mirarle.

-Tu cabeza hueca...-Dijo después de que le contestara.

-Serás...-Dije volteando mi cabeza para mirarlo, pero veía que sonreía levemente, y me hizo sentir mal.

-¿Aun no sabes con quien te casarás?-Respondí.

-Para nada...-Dijo en un pequeño susurro y suspirando.

-¡¡Kagome!!-Me llamaba una voz femenina que cada vez se acercaba más y más, hasta llegar a mi.

-¿Sango?-Pregunté.-¿Que haces aquí?-Pregunté de nuevo.

Ella jadeaba, y puso su mano en frente de mi cara como diciendo 'STOP', aunque quería referirse a que esperara a que descansara un poco.

-Vine a presentarte a Yumi-Me contestó.

Me alegró tanto, que me lebanté de golpe mirando hacia todos los lados.

-¡¿Yumi?!¿Y donde está?-Pregunté.

Sango se giró y empezó a mirar hacia todos lados también, pero no veía a nadie.

-Ay... no me digas que la perdí...-Dijo con cara de desesperación.

Pero entonces una niñita de cabellos morenos y ojos verdes se acercó. Pensé que se habría perdido.

-¡Aquí está!-Dijo Sango.-Te presento a Yumi-Dijo algo sonrojada.

-¿Como?...-Empezé a reirme a carcajada limpia.-¿Creiste que me lo creeria?Menuda, Sango-Dije terminando de reir para ver los rostros de Sango e Inuyasha totalmente serios.

-Ay, Kagome, Kagome...-Supiró Inuyasha.

-¿Que?-Pregunté mirándoles.

-Los hijos de los vampiros crecen más rápido pero jamás envejecen, hija mía-Dijo Sango. Pues era algo que no sabía, por eso mi hijo crecía con tanta rápidez...

-¿No le das un besito a la tia Kagome?-Dijo Sango a su pequeña.

-S..sí...-Susurró la niña muy timida.

Entonces me agaché y me dió un pequeño beso que apenas noté en la mejilla.

-Encantada, Yumi-Le dije.

-Encantada...-Susurró de nuevo muy ruborizada.

-Es algo timida-Explicó Sango.-Pero de mayor será una gran señorita.¿Verdad, Yumi?-

-Sí...-Contestó Yumi con una poca de verguenza ésta vez.

Escuchemos como un caballo cavalgaba hacia donde estabamos descansando nosotros, y entonces vimos que InuTaisho. Inuyasha se lebantó en seguida del suelo y el hombre bajó del caballo.

-Debéis volver al nido-Nos ordenó con tanta seriedad, que Sango, Yumi y yo hicimos caso, pero Inuyasha puso cierta cara de fastidio.

Y cuando Sango y Yumi ya habian subido al caballo, que solo faltaba yo, escuché una pequeñísima conversación entre Inuyasha e InuTaisho:

-Tu cambia esa cara, que si todos debemos permanecer en el nido es por ti-Dijo InuTaisho.

-¿Por mi?-Preguntó Inuyasha señalandose así mismo.

-Sí, es tu prometida-Contestó InuTaisho.

Eso me hizo sentir algo dentro de mí.
_________________________________________________________________________
Lleguemos al nido de los vampiros en poco tiempo, el caballo era rápido y los dos vampiros que iban a pie corrian velozmente.
Cuando lleguemos, vimos que había una alfombra roja posada en la entrada.

-¡Mierda!-Gritó InuTaisho acelerando el paso.

-¿Que pasa?-Pregunté.

-Ya ha llegado-Contestó.

Entonces todos aceleremos el paso igual que el, y entremos en el nido.
Nos dirigimos a la misma sala de siempre, en la que presentan a la gente importante. También era la misma sala en la que me presentaron a Sango y a Rin.
Entremos sigiliosamente.

-Llegáis tarde-Dijo Miroku enojado.

-Sí, lo sentimos señor. Se encontraban en el bosque y tardé en encontrarlos-Se excusó InuTaisho.

Entonces Miroku me miró con mala cara, como si quisiera hacerme entender que siempre retrasaba a la gente, o que siempre complicaba las cosas. Nos sentemos, y pude ver a lo lejos a la otra punta de la mesa que se encontraba una mujer con el pelo negro y recogido en un moño. Vestía con un kimono con motivos rojos y podía ver notablemente sus ojos rojísimos. Parecía que lloraba.

-Kagura nos contaba por lo que pasó intentando llegar hasta aquí-Nos dijo Miroku.

-¿Kagura?-Dije.

-Sí. Tu prometida, Inuyasha-Dijo mirando a Inuyasha, que se sentaba amí lado. Ví que puso una cara de tristeza y rabia a la vez.

Por debajo de la mesa agarré su mano, y éste me miró y entonces le sonreí lo más tierna que pude para aliviar ese sentimiento que tenía.

-Y entonces tube que pelear con Naraku para poder salir, fué muy cruel...-Decía esa tal Kagura.

No me fiaba para nada de ella. Esos llantos eran más fingidos que los de las telenovelas.

-Fué muy duro. Pero salimos adelante gracias a que usé un ataque muy potente mío. Porque yo tenia que casarme con mi prometido, si o si. Además, en cuanto me informaron de que debía ser la esposa de Inuyasha y darle hijos me alegré muchísimo-

Me daba tanta rabia esas mentiras que estaba diciendo, estaba lejos de mí, pero podía verlo perfectamente. Yo sería desde luego una humana, y no tenía poderes de vampiro, pero los vampiros no tenian poderes humanos, y desde luego, uno de ellos es saber quien dice la verdad y que no.
Todos me miraron, y Miroku también y esperando que no hiciera nada extraño.

-¿Puedes sentarte porfavor?-Dijo Kagura, que había cambiado totalmente su rostro. Sabia que era falso su llanto.

-Me retiro-Dije caminando a lo largo de toda la habitación para llegar a la salida.

-Kagome, vuelve a sentarte-Me dijo Seshomaru, que no me había dado ni cuenta que estaba allí sentado.

-Tú, me dejas en paz-Dije cerrando la puerta con muchísima fuerza.
_________________________________________________________________________
Me dirigí a mi habitación.
En relidad me sentía fatal, como si hubiera abandonado a Inuyasha. Pero no podía más con ese sentimiento de rabia. ¿Porque las vampiresas eran así de... falsas?. Escepto Sango, en ella no veo maldad alguna. Pero, todo lo que he visto... Rin...Kagura...
Aunque podía equivocarme, al fin y al cabo también habían humanos malos, por ejemplo, Kikyo. Me tumbé en la cama y miré hacia arriba para pensar, entonces giré la cabeza un momento para observar a mi hijo durmiendo, y luego volví a llebarla hacia arriba.
Me quedé totalmente dormida.
Inicio de un sueño------------------------------------------------------------
Inuyasha... ese chico del cuál queria que mi hijo fuera. El unico por el que sentía cosas.
No niego para nada que ahora sienta algo por Seshomaru, me cuida, y cuida a mi hijo. Y le eché muchísimo de menos mientras permanecía en mi casa. Pero Inuyasha, sentía otro sentimiento por el.¿Cuál era?.
Me despierto en medio de un campo, lleno de hierva, se mecía hacia el mismo lado que ví en el bosque anteriormente. ¿Donde estoy? Retumba en mi cabeza.

-¡¡Kagome!!-Me llama una voz que reconocí al instante, Inuyasha.

Éste se acerca amí corriendo.

-¿Que estás haciendo aquí?Es peligroso. Te puede pasar algo tonta-Dice golpeandome levemente la cabeza.

-Me haces daño idiota-Le digo devolviendole el golpe.

-¿En dónde se metió Seshomaru?-Le pregunto.

-¿Quien es Seshomaru?-Me pregunta.

-Anda, dejate de bromas-Le digo suspirando molesta.

Pero el muchacho no me contestaba.

-¿Dónde está?-Pregunto de nuevo.-¿Y mi bebé?-

Inuyasha se empieza a reir.

-¿De que te ries?-Pregunto.

-Eres realmente graciosa-Dice agarrando mi mano.-Kagome, tienes 18 años, llebamos 4 juntos, ¡no existe ningún Seshomaru que yo conozca! y no tenemos ningún hijo-Dice entre risas.

-¿Pero...?-Soy interrumpida.

Ya que ese chico sella mis lavios con un beso.

-Te quiero-Dice tras el beso.-Espero que no me estés engañando con nadie...-

Final del sueño--------------------------------------------------------

-¡Kagome!¿Quieres despertarte ya?-Dice sacudiendome el padre de mi hijo.

-¿Sesh...Seshomaru?-Pregunto confusa.

-¡Que marmota! Dormiste ya cuatro horas seguidas-Dice curzado de brazos.-Nuestro hijo salió a dar un paseo y todo-Me dijo.

-¿¡Como!?-Pregunté exaltada y mirando hacia todos lados de nuevo.

Pero éste me agarra y me mira a los ojos.

-Los hijos de los vampiros, crecen y aprender a hablar rápidisimo. No temas, está con Yumi-Dice tomandome entre sus brazos y dandome un cálido abrazo que agradecí acariciandole la melena.

Aunque, a la vez me sentía dolida.
Cuatro horas durmiendo...¿Que habría pasado con Inuyasha y Kagura?.
¿Como puedo estar soñando con los besos de Inuyasha?.
Me siento sucia y cruel.






CONTINUARÁ

 

Re: ~ . En mi vientre, el hijo de un vampiro . ~[Espero que lean : )]

Buenas! Ya les traigo la continuación, el capítulo 15.
Bien, les quería decir que cuando escrivo en gris, ejemplo:
-¡Fuera de mi cuarto!-Grité.
Es cuando habla Kagome, ahora que su hijo, Seshomaru, nació y crece
a la velocidad de vampiro, ya se hizo lo bastante mayor como para hablar, así que
cuando el piense y hable, escriviré en negro, ejemplo:
-¡Feh!No me importa en absoluto lo que tu digas...-Dije sin interés alguno.
Bueno y ahora sí, aquí la continuación:


En mi vientre, el HIJO de un VAMPIRO

Capítulo XV

Ya hacia días que Kagura estaba con nosotros, y ya habia tenido muchísimos conflictos con ella... ¡y tan solo en dos dias!.
No conseguiamos dar con Naraku, aunque luego nos reuniriamos en la sala de reuniones importantemente para hablar de ello. Digamos que Miroku y yo no volvimos a llebarnos tan bien como esos primeros dias, pero no me rendiria.

-Kagome, ¿que haces?-Preguntó Seshomaru, que acababa de entrar por la puerta.

-Nada-Dije retirando mi libreta, en donde escrivía lo que hacia dia a dia.

-No te habrás olvidado de que tenemos que bajar justamente ya a la sala de reuniones, ¿no?-Preguntó.

-Por supuesto que no, ya bajo-Dije lebantándome y acomodandome mi vestido.

Desde que vivia ahí y me juntaba con esos vampiros, mis gustos se habían vuelto orrendos... vestía como si fuera una gotica, de negro todos los días, y mis peinados eran simples. A mis quinze años, que horror. Ojalá algún día pudiese cambiar de nuevo.
Seshomaru cogió mi mano y bajemos directos a la sala de reuniones. Al entrar ya estaban presentes: Kagura, Inuyasha, Miroku, Sango e InuTaisho. Faltabamos nosotros.

-Tomen asiento por fabor-Dijo Miroku.

Seshomaru retiró una de las sillas para que me sentara, siempre fué educado conmigo.
Sentí los ojos de Kagura posados en mí con muchísima rabia.

-Gracas-Agradecí a Seshomaru.

Fuí respondida con un gesto de mano que indicaba: "de nada".

-Bien. Hoy trataremos un tema importante-Dijo Miroku.-No dimos con Naraku, pero si los soldados averiguaron que una mujer los protege. Se trata de una especie de Sacerdotisa-Explicó.

Todos nos quedemos sorprendidos y helados.¿Que tipo de mujer protegeria a Naraku?.

-Señor-Entró un hombre en la sala, rompiendo el silencio.-Traigo las fotogafias que pedisteis de la mujer-

-Perfecto. Dejalas ahí-Dijo aseñalando el trozo de mesa que estaba en frente suya.

-Bien-Dejó el sobre marron.

Entonces se retiró dejandonos en silencio de nuevo, aunque se notaba lo tenso que estaban todos y ansiosos por saber que habia dentro del sobre y descubrir aquella mujer.
Miroku abrió el sobre con cuidado, y entonces su expresión fué de rabia, arrojó la fotografia sobre la mesa y todos la miremos.
...
¡MALDITA KIKYO!¿Que se proponia aliandose con Naraku?. Seguramente querria estudiar a los vampiros a una cierta distáncia o acabaria traicionandole.
_________________________________________________________________________

Me encontraba en un pequeño banquillo blanco, fijado al suelo con cemento en un rincón del jardín de ese nido. Era mi sitio secreto, allí iba cuando queria pensar.
Escuché unos pasos y mis reflejos hicieron que me escondiera tras unos arbustos, no queria que supieran que iba allí. Entonces los ditingí entre las ojas, Inuyasha y Kagura.¿Que harian juntos?.

-Lo sabes Inuyasha.-Dijo Kagura.-Nosotros jamás podremos ser felizes. Ya bes, yo enamorada de tu hermano, y tu enamorado de esa niñita humana-

-...-Inuyasha no decía nada.

-No se a donde vamos a llegar-Dijo encendiendose un cigarro Kagura.

-Callate ya, o nos oirán. Si Miroku lo ha decidido así, tiene que serlo. Además, ya los has visto...-Algo no lo dejó seguir hablando.

-¿Que?-Preguntó Kagura.

-Los dos están tan... acaramelados, y eso que no tienen ninguna relación seria. Acabarán enamorándose, al fin y al cabo el hijo de Kagome es de Seshomaru-

-Bah...¿Y te vas a dejar vencer por ese pequeño idiota?-Preguntó Kagura.

-Yo quiero mucho a Kagome, pero me gusta mucho verla contenta y feliz. Tu deberias hacer lo mismo-Dijo Inuyasha retirándose del lugar.

Y luego Kagura también se fué. ¿A dónde fueron?. Jamás pensé que iba a escuchar éste tipo de conversación...
Inuyasha...el solo quiere verme feliz.
Y esa Kagura... seguro que hará todo lo que esté en su mano para que Seshomaru se vaya de mi lado...
Caminé por el jardín para ver si los veía, y una mano tocó mi espalda. Me giré.

-¡Kagome! No encuentro a Yumi...-

-Te he dicho que me digas mamá-Le dije a mi hijo. Que ironico, casi teniamos la misma edad ya, el almenos en apariencias.

Me reclamaron dentro del nido.

-Tengo que irme, pero buscala ¿si?-Le dije acariciandole su corta melena.
_________________________________________________________________________

¿Que voy a hacer?. No encuentro a esa niña... siempre se esconde sola. Tendrá amigos imaginarios o algo así.
Me dirigí a buscar a mi amiga, y entonces escuché que unos pasos corrian hacia mí, poderes de vampiro... me encantaban. Me giré ágilmente y una niña se avalanzó sobre mí, para luego reirse a carcajada limpia.

-¡Tendrias que haber visto tu cara!-Rió Yumi aseñalándome con su dedo indice.

-¡Serás...!¡Ahora verás!-Dije dando un vuelco en el suelo y poniendome yo encima suya, cogiendole de las manos para que no pudiera moverse.-¿¡Ahora que, eh!?-Le pregunté.

Me acerqué a su cara y aprecié sus ojos verdes, ésta cada vez estaba más ruborizada. Me encantaba hacerla sufrir así a veces, aunque siempre terminaba enfadada. Pero hoy me iba a bengar. Pero cuando tenia mi cara muy cerca de la suya para ponerla nerviosa, me dió un manotazo librandose de mis manos.

-¡Sal de encima!-Me gritó, rápidamente obedecí.

Ví en su rostro algo triste. Se lebantó y limpió su pequeña faldita, y se retiró sin decirme nada. Yo la seguí por detrás.

-¿Me dejas ya en paz?-Me dijo.

-Ay perdona...-Dije sorprendido por su contestación.

Me paré en seco para ver como se alejaba de mí. Y luego ví que Sango la recogía en brazos y se la llebaba.
_________________________________________________________________________

-¡Ay siiii!-Grité con todas mis ansias.

Miroku me sonreía, al igual que InuTaisho, Seshomaru estaba a mi lado y no tan contento como yo.
Habian confirmado que podía irme con mi pequeño hijo a mi casa, ya que habian exterminado los vampiros "malos" de Tokyo, y que Japón se estaba salvando poco a poco. También me contaron que la poca gente que quedaba viva, había sido salvada en un espécie de refugio y que también volverian a la ciudad para vivir como humanos normales.
Cuando salimos de allí, noté a Seshomaru algo alejado de mí.

-¿Que te pasa?-Le pregunté.

-Nada...-Murmuró.

-Seshomaru, si quieres puedes venirte conmigo y tu hijo a mi casa. Así no tendrás que separarte de nadie-Creo que por su cara, acerté lo que le pasaba.









CONTINUARÁ...

 

Re: ~ . En mi vientre, el hijo de un vampiro . ~[Espero que lean : )]

En mi vientre, el HIJO de un VAMPIRO

Capítulo XVI

-¿Seguro que no queda nada?-Me preguntó Seshomaru cargado de maletas.

Al fín ibamos a regresar a mi ciudad, Tokyo, y iba a poder hacer mi vida, aunque... con un hijo que aparentaba tener la misma edad que yo, y un hombre de raza enemiga...
Pero eso no me desanimaba para nada.

-Sí, ya está todo listo, pesado-Le eché en cara. No sabia cuantas veces me había preguntado si quedaba algo por llebarnos.-Bueno, al niño,¿que te parece?-Le pregunté.

-El niño lo podriamos dejar aquí...-Dijo bromeando.

Me reí sarcasticamente.

Bajemos hacia la puerta principal, allís nos esperaban todos con expresión triste.
Todos nuestros amigos, quiero decir. No se encontraria, Kagura... por ejemplo...

-¡Ay!-Me quejé mientras bajabamos las escaleras.

-¿Que ocurre?-Preguntó Seshomaru.

-Me olvidé una cosa-Contesté.

-¡¿Ves?!Desastre...-Murmuró.

Le tiré todo lo que yo cargaba para que lo bajara el y me fuí de vuelta al dormitorio que ibamos a abandonar. Subiendo me coqué con alguien, se me hizo molesto, miré hacia su rostro.

-¡Como no...!Siempre nos encontramos así-Le dije a Inuyasha.

-Por que eres una torpe desastre-Se burló de mí sacando la lengua.

-Serás...-Me interrumpió.

-¿A donde vas?-

-A ningún lado-Dije girandome y disponiendome a bajar de nuevo. No importaba, que se quedara allá arriba un pequeño colgante.

-¡Ey, ey!-Dijo cogiendome del brazo.-No te enojes-

-No me enojo-Le dije sarcastica de nuevo.

-Te echaré de menos-Me dijo.

En el momento que ví sus lavios pronunciar eso, me acordé de la conversación que mantubo con Kagura aquel día que les espié. Me ruborizé levemente, no sé si se llegó a percatar...

-Yo...yo...yo...-Repetía, y encima tartamudeando...¡Que tonta!.-Yo también te echaré de menos-Dije dandome media vuelta y bajando rápidamente las escaleras.

¡Que verguenza! Yo sabia que Inuyasha me queria, me sentía tan mal por esa boda concertada... entonces noté que le tenía al lado de nuevo.

-¿Y bien?-Pregunté, esperando que me diera una explicación de por que estaba allí.

-Yo también he de bajar... y solo hay unas escaleras para bajar y subir.¿Te molesto?-

-No, No-Respondí apurada.

-¿Vendrás para mi boda?-

Esas palabras me helaron el alma y dejaron sin vida mis ojos por unos instantes.

-Kagome,¿que te pasa?-Me preguntaba.

Yo no reaccionaba a ninguna palabra.
Empezó a sacudirme un poco, ya que me había quedado parada y todo. Finalmente reaccioné.

-¿Que?¿Que?-Respondí con dificultad.

-Que susto me has dado tonta-Dijo dandome un leve abrazo.

-¿Por qué?-Pregunté.

-Parecía que te fuera a dar un ataque o algo-Se rió.

-Anda... será mejor que bajemos ya-Respondí.

Cuando lleguemos abajo estaban todos reunidos, también mi hijo y Yumi.

-Que tardona-Se quejó Seshomaru.-¿Recogiste lo que te dejaste en el cuarto?.

-Si, si-Contesté con prisa.

-Bueno amigos... espero que tengan un muy buen viaje-Dijo Miroku.

-Si, gracias...-Respondí algo timida, ya que nada habia vuelto a ser como antes.

Me abrazó con fuerza dejandome sentir todo su calor, ese calor amistoso que hacia tiempo que no sentía de el...Luego se separó y miró a Seshomaru.

-Más te vale que la protejas bien, si no me encargaré yo mismo de matarte-Dijo aseñalándolo.

-Si, señor-Obedeció el padre de mi hijo.

-Te echaremos de menos, Kagome-Me dijo Sango con los ojos humedos.

-Y yo a vosotros-Le quité algunas lágrimas que descendían por sus mejillas, y luego le dí dos besos y un pequeñito abrazo.-Seshomaru, despidete de Yumi, nos iremos en breves-

-Sí, mamá-Me respondió el pequeño.

Después vimos que se fueron un poco lejos para despedirse como era devido. Menudo par eran, seguro que cuando fueran más mayores harian buena pareja.De mientras yo me despedía de Inuyasha y los demás.
________________________________________________________________________


-¿Te vas por qué me enfadé contigo?-Me preguntó mi querida amiga Yumi.

-¡No!Para nada-Contesté.-Esque a mi madre se le ha metido en la cabeza que en su ciudad natal estaremos mejor...¡buagh!¡Tokyo!Suena fatal-Dije con fastidio.

Yumi tenía la cabeza agachada, parecía triste. Yo la iba a echar muchísimo de menos... ví que la lebantaba de repente, y entonces avanlanzó sobre mí dandome un cálido abrazo.

-No te vayas...-Me dijo.

-Lo siento-Me disculpé correspondiendo el abrazo.

-¿Y cuando volverás?-Me preguntó.

-Quizás nunca...-

Ví que sus ojos se humedecian cada vez más.

-¡Pero no llores!-Le dije.

-¡No estoy llorando!-Dijo agresiva.

La verdad es que cuando se ponia así... me daba mucho miedo a pesar de que era una mujer.

-Cuando vuelva...-Dije pensativo, queria animarla.-¿Nos casaremos?-Dije con fastidio a la vez.

Ella me miró con los ojos llenos de lágrimas.











CONTINUARÁ...