Fuera de lo habitual

Tema en 'CLAMP' iniciado por Sam, 14 Septiembre 2008.

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  1.  
    Sam

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    Fuera de lo habitual

    He visto que últimamente están repitiendo los temas para hacer un FF de CCS. Así que me puse a hacer algo diferente y a la vez similar.
    Hace mucho que quería escribir sobre este anime/manga, pero nunca se me ha ocurrido algo bueno. Tampoco digo que éste sea wow xD, pero dentro de todo, me agrada la idea que tengo para sobrellevarlo.
    En fin, lean y no se asusten si no entienden mucho, ya que es sólo el primer capítulo.
    Se lo dedico a FannA Banana :lalala:.





    Fuera de lo habitual


    Capítulo 1

    Una suave brisa le golpeaba el rostro, iluminado vagamente por la luz solar que se escurría entre los árboles. El sonido de su agilidad al trotar en la tierra le provocaba una calma un tanto extraña, primordialmente por el hecho de que le hacía saber si se encontraba sola. Sus cabellos, castaños y lacios, bailaban el vaivén de las hojas que se mecían lentamente por el céfiro.

    El recorrido era el mismo; sus huellas, invisibles al ojo humano, estaban allí, donde posaba su pie cuando el paso le hacía tocar la superficie. Pero algo no estaba bien. Algo no estaba en su lugar. Un aroma, distinto al que ella estaba acostumbrada, le inundaba su mañana y la sacaba de su rutina.

    Se detuvo en seco, observando a su contorno. Nada. Las aves estaban en su sitio, el lago y la arboleda también; el viento, vestido con un perfume puro y falaz, recorría la zona danzando una extraña melodía que éste mismo emitía. Pero entonces, se preguntó, ¿cuál era la distinción en el amanecer? Y lo que más le importaba, ¿de dónde provenía?

    ---------​

    -Sakura… ¡Sakura! –gritó en voz baja una joven.

    Abrió paulatinamente sus ojos mientras las pupilas se le contraían a causa de la luz. El rostro de la muchacha Daidouji estaba a centímetros del de ella, entretanto sus manos le balanceaban el cuerpo como si fuera una muñeca de trapo.

    -Sakura, te volviste a quedar dormida –susurró mientras movía su melena azabache hacia el otro costado.

    En efecto, se había quedado dormitando encima del escritorio. Pero por suerte, la única que la descubrió fue su amiga, lo que le hizo suspirar con satisfacción. Aun así, se sentía un poco extraña, hasta se podría decir que en cierto modo deprimida.

    -¿Qué pasa? –preguntó la joven con ojos expectantes-. ¿Es ese sueño, verdad?

    -Sí… No sé, no lo aguanto más –murmuró por lo bajo, hundiendo su cabeza en sus manos- Me da una peculiar sensación, como si fuera incomodidad y miedo.

    Tomoyo se limitó a asentir con la cabeza en un gesto de comprensión, pero la verdad, es que ni ella podía entender cuán compleja era esa visión que le entregaba Morfeo a su amiga. Había logrado sacar varias conclusiones, como que era parte del subconsciente que le indicaba un deber, o que algo estaba a punto de suceder y que tenía que intervenir. Sin embargo, todas las deducciones le traían una incógnita: el porqué.

    Sakura, fastidiada, recorrió el lugar con la vista: la lámpara de techo, colgada de una oxidante cadena que entraba por un agujero hecho en la parte alta, amenazaba con varios titileos; las dos únicas ventanas, pequeñas como una caja de zapatos, estaban cubiertas de suciedad, mientras, lo poco que se podía entrever por ellas, enseñaba distintos calzados del exterior; los muebles de madera tenían varios golpes que habían sido hechos adrede, casi todos por el enojo que podía dar una misión fallida.

    Odiaba el sótano, hasta incluso varias veces le había hecho salir corriendo a causa de la claustrofobia. No obstante, era el único lugar seguro, como le decía Yukito, que podía ser usado como cuartel.

    -Oye –habló su compañera, interrumpiendo su ensimismamiento-, ¿has oído hablar de la renovación del personal que quieren hacer?

    Sakura, al no comprender, sólo la miró extrañada.

    -Me refiero a que corre el rumor de que pondrán nuevas caras aquí, con la intención de que su experiencia nos “enseñe” cómo hacer el trabajo y que se salgan los ineficaces –bufó mirándola fijamente a sus ojos color jade.

    -No digas tonterías –rió al pensar en la idea, pero se tapó la boca rápidamente al ver que lo hizo fuerte y que varios giraron sus cabezas para ver qué sucedía-. Nosotros somos muy buenos en lo que hacemos…, aunque sí, tenemos nuestras fallas, ¡pero tampoco para llegar a ese punto!

    -No sé, Sakurita, yo digo lo que oí… -musitó Tomoyo mientras pasaba el dedo índice por la silueta de la taza de café que tenía enfrente de ella- Además, la agencia pide… -pero se calló al ver entrar a Yukito, que sonreía radiantemente con una noticia en la boca.

    Éste se posó en un sitio apartado, y habló firmemente:

    -Les vengo a avisar que se nos han sumado dos nuevos integrantes al equipo.

    Los murmullos comenzaron a sucumbir la zona, y varias caras iban de enojadas a desconcertadas. Sakura no quería mirar a su acompañanta de mesa, ya que sabía que su faz gritaba indudablemente un: <<Te lo dije>>.

    -Serán transferidos de Hong Kong –prosiguió haciendo caso omiso a los gestos y protestas-. Mañana mismo estarán aquí; por favor, tratarlos bien.

    Dicho esto, salió por la misma puerta que entró.

    El cuarto se sumergió en pensamientos confusos. Todos se preguntaban quiénes serían y cómo avanzaría de ahora en más la pequeña empresa con estos dos sujetos.

    A muchos les agradaba la idea, pero a otros les repugnaba.

    -No sé cómo sean, pero ya me caen mal –manifestó la flor de cerezo, mientras su amiga se limitó a reír por lo bajo.
     
  2.  
    Angel Cullen

    Angel Cullen Usuario común

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    Re: Fuera de lo habitual

    Bueno como dijiste si hubieron cosas que no entendi -.-
    pero aun asi, creo que me va a gustar tu fic xD
    ademasa yo te comprendo, siempre son las mismas tramas
    pero diferentes autores, loq eu hace que sea una WOW!!
    pero aun asi, siempre es bueno ver tramas interesantes
    yo tambien estoy haciendo mi primer fic
    aunque llevo dos Drabble xD
    bueno espero los continues!!
    ademas me pregunto porque desde ya Sak ya los odia
    pero como dice el dicho
    "Del odio al amor hay un solo paso" xD
     
  3.  
    Acero

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    Re: Fuera de lo habitual

    Y yo pensé que iba a ser un one-shot... Me quedo más tranquila, ahora sí lo voy a entender :D
    Bueno, me quedo a la espera para ver qué demonios tienes en mente para esto, porque se me figura una trama oscura y rebuscada... Fue lo que se me ocurrió cuando lo leí.
    Y el resto te lo dije por pm, que no lo repito porque no me acuerdo :rolleyes:
     
  4.  
    Pami

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    Re: Fuera de lo habitual

    No sé si me metas entre los que escriben de lo mismo por eso de que Satoshi y yo hicimos historias de vampiros :(.
    Espero que no porque no tiene nada que ver excepto ese detalle.

    Tu historia me pareció interesante, si bien no puedo decir nada más debido a que solo es un capítulo. Me causo mucha gracia la actitud de Sakura xD!
     
  5.  
    Sam

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    Re: Fuera de lo habitual

    Disculpen la demora, el capítulo 2 ya lo tenía hace una semana exactamente, pero me jodí la rodilla y no me permitieron entrar a la compu :(.
    En fin, disfrútenlo :seee:.

    DarkAngel: No te preocupes, ya pronto comenzarás a ver de qué va la historia a medida que vaya avanzando. Y del odio al amor, también pueden haber dos pasos ;D
    Acero: Si fuera un One-shot, yo creo que ni Einstein lo hubiese podido comprender xD. Y sí, tienes razón, será un trama oscura y rebuscada :K
    Pami: No, no te preocupes, no hablaba de ti ni de Satoshi. Yo hablaba más bien de las historias que tratan sobre Sakura y Syaoran en la escuela, ésas que son bien Shōjo. Y te voy a hacer un adelanto de cómo será Sakura en mi FF: ninguna dulzura xD.



    Capítulo 2

    El sonido del Tic, seguido por el Tac, retumbaba en la silenciosa habitación, dominando la mudez a su antojo. De vez en cuando se oía la respiración de Tomoyo al dormir, discreta y musical, que se detenía bruscamente cuando Sakura pasaba una hoja de su libro con sumo cuidado.

    Esa noche no había querido dormir; le fastidiaba tener miedo de sus propios sueños, pero no lo podía evitar. Y seguiría así hasta que descubriera algún antídoto en contra de su desazón. Aunque sabía que, tarde o temprano, el sueño le iba a ganar, y al llegar a ese punto, no le iba a quedar otra opción que dejarse llevar y sentir la incomodidad que éste le producía. Sin embargo, hasta que él acudiera, estaría leyendo El velero de cristal.

    -Tst –pronunció inconscientemente Sakura en voz baja, y miró rápidamente a su cama contigua a ver si había logrado acabar el sueño ligero de su amiga: ésta hizo un movimiento extraño, mas luego siguió sin inmutarse de lo sucedido.

    La noche penetraba por fuera de la ventana, enseñando su negrura con soberbia. Las estrellas se habían ausentado, dejando iluminar solitariamente a la luz lunar que brillaba en lo alto. La brisa era suave y placentera, aunque era opacada por el calor del estío.

    -Una noche perfecta… -pensó la flor de cerezo, seguido de un leve suspiro.

    No obstante, e inesperadamente, el reinado del silencio fue interrumpido por un estruendoso ruido proveniente del teléfono. Sakura se irguió al instante e intentó coger el aparato electrónico, pero alguien le había ganado de antemano.

    -¿Sí? –habló Tomoyo, que se encontraba despabilada- No… Claro… Pero, es que no estoy segura… -vaciló- Bueno, está bien, iremos… ¡Nos debes una! –y cortó al instante con una sonrisa en la cara, como si no hubiera pasado absolutamente nada.

    -¿Quién no puede hacer su trabajo esta vez? –cuestionó con ironía la espectadora.

    -A Yamazaki se le asignó, pero él tiene asuntos más importantes –contestó con un tono irónico.

    -Y se quejan de que no necesitan nuevos empleados porque dicen que son eficientes…

    Luego de una risita por parte de Tomoyo, se empeñaron en arreglarse rápidamente y salir de su hogar temporal, o, en otras palabras, del hotel. Con paso apresurado, entraron en el auto de la joven Daidouji: un flameante Nasca BMW C2. El motor rugió y salió disparado hacia su destino, no sin antes con algunas miradas pasmadas por el modelo del vehículo.

    -¿Cuál es la misión? –preguntó desinteresadamente Sakura, mientras ojeaba las calles que pasaban con velocidad por la ventana.

    -No lo sé… No le entendí. Creo que era algo de un Bleesard –contestó oscilantemente.

    -¿Otra vez? Déjame adivinar, ¿fue en un parque, verdad? –Se burló sin reírse- ¿Será que no tienen nada mejor que hacer que ir a comer niños en un sitio público?

    -Bueno, alguna vez tienen que saciar su apetito… –respondió Tomoyo e hizo ademán de continuar, pero, tras el semblante de Sakura, se retractó.

    Al llegar, se dieron cuenta de que el lugar estaba desierto, sin sonido, sin luz, y sin un alma que mostrara vida alguna. La temperatura había aumentado débil mas notablemente, ya que un escalofrío recorrió el dorso de sus espaldas. Las hojas de los árboles se movían con disimulo, con un afónico murmullo, creando un ambiente estremecedor.

    -Pero, ¿dónde…? -quiso preguntar Tomoyo, pero un golpe en su abdomen la hizo callar al instante.

    Un hombre, con un cuerpo exageradamente fornido que sobrepasaba la altitud normal, se encontraba enfrente de las dos muchachas, mostrando sus dientes amarillentos y negros manchados con un poco de sangre. Llevaba puesto un traje oscuro con varios agujeros y mugre en él, mientras, el sombrero que se posaba en su cabeza, le cubría un ojo con la sombra de éste.

    -¿Sabes? Es de mala educación ir golpeando gente porque sí –musitó Sakura, luego de cerciorarse de que su amiga estuviera bien-. Déjame ver: pelo rojizo, ropa rajada, apariencia de alguien que ama los esteroides, y, por último, pero no menos importante, cara de idiota… Sí, debes ser Edgard.

    Tras un rugido, la chica le hizo un gesto con la mano para que se detuviera al ver que éste se estaba acercando.

    -Espera, que yo todavía no estoy preparada –farfulló con apatía, entretanto abría su cartera y sacaba un arma plateada y redonda que parecía demasiado grande para el espacio del bolso- Y, dime, ¿no te han dicho que la zona está custodiada? –continuó mientras presionaba un pequeño botón y un sonido se hizo notar-. Bueno, ya.

    El Bleesard comenzó a correr hacia ella con un puño al aire, y, cuando quiso darle el golpe, ella se agachó y rodó con la mano en el suelo para luego levantar la pierna y poder darle un patada en la rodilla, con la cual, hizo que éste se cayera al suelo.

    -¡Oh, vamos! Si no debió de doler tanto –habló decepcionada.

    Sakura escuchó la voz de Tomoyo y se dio vuelta en un santiamén, mas ella sólo la observaba con horror y señalaba la espalda de la flor de cerezo. Se giró intentando levantar el arma, pero alguien le había golpeado la cabeza y voló tres metros del lugar en el que se encontraba.

    Al abrir los ojos, vio a otro Bleesard más que le sostenía la mano al caído. Ésta, que era hembra, la miraba con furia. Lamió la palma de su compañero, y se lanzó tras la joven Kinomoto. Sin embargo, se oyó un disparo y cayó al suelo antes de que pudiera hacer algo.

    Un muchacho, de unos veinte años, sostenía un arma exactamente igual a la que tenía Sakura. Sus cabellos, castaños y revueltos, se movían ligeramente con la brisa, mientras los ojos color chocolate contemplaban fijamente a la muchacha que acababa de salvar.

    -Pero, ¡¿quién demonios eres tú?! –bramó Sakura con cólera.
     
  6.  
    Angel Cullen

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    Re: Fuera de lo habitual

    hola!!
    pues me gusto mucho este capi
    pero que es un Bleesard?
    y el que salvo a Saku es Syao?
    que lindo la salvo!!
    aunque estoy seguira la va a intimidar ¬¬
    siempre se empieza asi
    aunque como tu dijiste como siempre es la misma trama
    hay que ver como tuerces los dialogos xD
    espero el siguiente capi!!!
     
  7.  
    Acero

    Acero Usuario común

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    Re: Fuera de lo habitual

    Me está gustando más, quiero ser un agente secreto también :D

    Creo que ví algunas fallas pero ya no me acuerdo dónde. Y también me queda la duda de Bleesard. Se me hace que es como un demonio.

    Síguelo, Sam (cambiaste el nick! ToT) que se está poniendo bueno pero aún no lo entiendo xD
     
  8.  
    Rukia

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    Re: Fuera de lo habitual

    Veamoss... que podemos decir :o

    ¡Ah sí! Más te vale que continues este fic y no lo dejes a medias como muchas de tus otras historias ¬¬

    En un principio creí que esta historia sería una historia de esas en la que el final la muchacha, después de muchas peripecias logras sus objetivos en la vida y asdf. lol. No me malentiendas esas historias me gustan y pues pensé que esta se apegaría más a la corriente realista. =P

    No se apega a la corriente 'realista', si en un principio me gusto, ahora me gusto más :OuO: Más porque sé que abra sangre *-* (?)

    lol, ya sabes que me gsuta como escribes y que te admiro :w.w:
     
  9.  
    Sam

    Sam Usuario común

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    Fuera de lo habitual
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    Re: Fuera de lo habitual

    Aquí les traigo la continuación :D.
    Sí, sé que me tardé mucho y encima para traer un capítulo de relleno. Así que, sepan disculparme. Les prometo que el próx. lo subiré esta semana (:

    Antes que nada, quiero aclarar que a Sakura la estoy sacando de su personalidad y será así durante un tiempo. Pero esto no es por nada; ya verán más tarde cuál es mi idea e intención. No se asusten xD.

    DarkAngel: Pues... tienes que esperar para ver cómo será. Pero estoy tratando de no hacerla tan cliché, para variar un poco ;).
    Acero: A medida que vaya avanzando la historia irás entendiendo cómo es la cosa. Aunque... también te daré nuevas dudas XD.
    Maka: Prometo no dejar esta historia por la mitad, o sino te permito que me patees el ass TOT. Yo te admiro a ti :o.


    Capítulo 3

    Ruidos estruendosos dominaban el sótano; algunos provenían de los elementos arrojados al azar, otros derivaban de la rabia y la humillación de la muchacha. La tensión en el ambiente era muy notoria y se respiraba constantemente. El temor por la reciente cólera de ella era evidente, incapaz de ser cubierto. Nunca se había visto tal descontrol.

    -¿Quién diablos se cree? –bufó Sakura.

    Una taza llena de café voló por el techo, derramando todo el líquido que llevaba dentro sobre dos personas y rompiéndose al chocar contra una pared. Lápices, papeles, e incluso una silla le siguieron detrás.

    El furor se revelaba en su insensatez y su voz, que extrañamente había cambiado una tonalidad. Había perdido el juicio completamente.

    -Tranquilízate –intentó calmarla su amiga.

    La gente que la rodeaba murmuraba críticas hacia la conducta de la joven. Sin embargo, cuando ésta los observaba, ellos se limitaban a mirar hacia su costado.

    -¿Cómo se me pudo escapar? –prosiguió sin prestarle atención a Tomoyo-. ¡Era un Bleesard! Todo por ese… ese… ¡Ah, Yukito me matará!

    -No fue tu culpa que el joven guapo se haya olvidado de Edgard –aclaró dulcemente sin convicción-. Estaba muy ocupado salvándote la vi…

    -¡No quiero que se vuelva a hablar de ese tema!

    Tomoyo calló. Su amiga nunca le había gritado en su vida; por eso mismo, en ese momento, supo que debía mantenerse al margen de la situación.

    Sakura se sentó en una silla y hundió su rostro entre sus manos, así podría calmar la irritación que martilleaba incesantemente en su cabeza.

    -Lo siento –murmuró la flor de cerezo arrepentida y sin mirarle a los ojos.

    -No te preocupes, Sakurita, yo te entiendo –le habló mientras posaba delicadamente su mano en el hombro de ella.

    Muchos no lo entenderían, ni siquiera perderían su tiempo en hacerlo. Pero para ella, la ayuda no era una opción, sino un signo de debilidad. Estaba acostumbrada a ser independiente, sin pender de algo o alguien. Había aprendido a levantarse sin tener una mano tendida de soporte.

    Le frustraba el hecho de que, un monstruo de nivel ‘D’, se le hubiera escapado tan fácilmente. Y no sólo eso, sino que, en el momento, ella se tuviera que desmayar, perdiendo la oportunidad de darle una paliza al joven “salvador” por ser tan idiota.

    Yukito se enojaría. Sí. Aunque lo que en verdad le preocupaba, era el castigo que le iba a dar. Sabía que esa alma sosegada podía ser la personificación de Lucifer en persona cuando se lo proponía.

    -------------------

    El sonido de los zapatos resonaba en la acera con refinación. Las nubes amenazaban con varios truenos en lo alto del sitio. Se podía ver que era un día triste, característico del invierno.

    Un muchacho caminaba sumido en sus pensamientos sin fijarse por dónde iba. Éste pensaba en lo ocurrido la noche anterior, y sólo se le venía a la mente una sola palabra: verde.

    No podía creer hasta qué punto llegaba la ingratitud. Había salvado a una joven en apuros, y ésta sólo le respondió con una mirada insultante y unas pocas palabras no agradecidas. Esperaba no volver a verla, ya que, en cierto modo, le repugnaba y ni siquiera la conocía.

    -¿Sucede algo? –le interrumpió una voz a su lado.

    Meilin, su prima, quien estaba colgada de su brazo, lo miraba preocupadamente.

    -No, nada.

    -Ya falta poco para que lleguemos –anunció pasándose la mano por su cabello-. De seguro que nos esperan con una gran bienvenida. Digo, no por nada fuimos traídos desde Hong Kong.

    La soberbia de la chica se percibía a kilómetros de distancia. Sin embargo, la experiencia la justificaba.

    A lo lejos, se divisaba un edificio antiguo y averiado, cubierto de una espesa capa negra de mugre. Las ventanas estaban hechas de madera y la puerta principal era una chapa de metal. Incluso parecía que estaba un poco inclinado hacia la derecha.

    En la entrada, se encontraba un hombre con anteojos y una sonrisa amable, que parecía esperarlos hacía bastante tiempo.

    -Por fin llegaron –habló pacientemente Yukito.
     
  10.  
    Angel Cullen

    Angel Cullen Usuario común

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    Re: Fuera de lo habitual

    OMG!
    Yukito los unira?
    que buen capi!!
    jujujuju xD
    No me imagino a Yukito como el mismo Lucifer (?)
    bueno espero el siguiente capi!!
     
  11.  
    Pami

    Pami Guest

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    Pluma de
    Re: Fuera de lo habitual

    Ah, interesante. Lo de los monstruos de poder 'D' y eso me recuerda al Mundo de Outo en TRC.

    Dos cosas:
    - Se escribe Meiling, no Meilin.
    - Y...
    ¿No es 'a ti'?
     
  12.  
    Acero

    Acero Usuario común

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    Re: Fuera de lo habitual



    No, es "salvándote la vi... da".

    Bueno, a mí se me hizo que la sacas de canon a Sakura, pero ya lo aclaraste. Me pareció corto y me dejaste con la intriga.
    Y quiero saber qué es un Bleesard exactamante -_-
    ¿Acaso son Cazadores de Demonios?
     
  13.  
    Rukia

    Rukia Usuario popular

    Aries
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    Re: Fuera de lo habitual

    No, no. Los haces muy cortos y me dejas a medias :(

    Lo mismo iba a decir del 'canon Sakura', pero al parecer es parte de la trama :L
    Ok, tengo autorización de patear :OuO:

    Me gusto, lo adoré y asfeades más, me llama mucho la atención y en serio me atrapaste, así que por aquí me tendras hasta que acabes :K
     
  14.  
    Sam

    Sam Usuario común

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    Fuera de lo habitual
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    Re: Fuera de lo habitual

    Perdón, sé que dije que lo iba a tener para... ergh... la anterior semana. Pero se me complicó mucho con los exámenes y demás asdfeadas.
    Le quiero agradecer a Aceritou que me está beteando los capítulos del fic. Ella es genial :LLL.
    Y sobre Sakura y el canon, pues les prometo que, para el final, ella volverá a ser la misma de siempre :yay:.
    Disfrútenlo.

    DarkAngel: Yo sí me lo imagino como Lucifer xD.
    Pami: Yo lo saqué de una película random, lo de los niveles XD. Y lo de Meiling... se me re pasó ese error :ekA:.
    Acero: En el próximo capítulo se dirá qué es un Bleesard, sólo para ti :o.
    Maka: Sí, sí, ese capítulo fue muy corto, pero intenté que éste fuera más largo. Espero que no me duela esa patada en el ass ;3; (ok, no lo dejaré, te lo prometo :K).



    Capítulo 4

    Meiling no podía dejar de observar a su alrededor con gesto repulsivo. Claramente no era la mansión con decoración en oro, llena de muebles elegantes y gente de alta clase que ella esperaba. Sentía que le estaba bajando la presión.

    Se aferró más fuerte al brazo de Syaoran, haciendo que éste la mirara de mal manera para que se calmara y lo dejara en paz.

    -Syaoran, debemos irnos de aquí –le murmuró aterradamente al oído-. ¡Vamos, antes de que se den cuenta!

    -¿De qué estás hablando? –preguntó irritado por su actitud-. Acabamos de llegar, Meiling.

    -Lo sé, pero sólo mira el lugar –Comenzó a señalar disimuladamente hacia sus proximidades-: ¡es una pocilga!

    En verdad, era peor que eso. Y ni siquiera se encontraban en el sótano, sino en el vestíbulo, que era ostentoso en comparación.

    -Compórtate –le advirtió-. No te olvides que tú me has traído hasta aquí.

    Antes de que pudiera contestar, el hombre, que estaba en su lado, del cual se habían olvidado por un momento, les interrumpió.

    -¿Sucede algo? –preguntó alegremente.

    -No –contestó Syaoran, pensando que el sujeto era demasiado agradable para su gusto.

    -Entonces, bienvenidos –informó mientras abría una puerta que daba a una escalera, la cual desembocaba en un intento de oficina.

    ---------

    Sakura estaba teniendo un mal día, y eso que ni siquiera había llegado lo peor. Sabía que Yukito le pediría que le enseñase a los nuevos miembros de la organización el establecimiento y su forma de trabajar; después de todo, era la mejor allí. Y por más que no conociera a esos dos individuos, se le hacía tedioso tener que lidiar con ellos durante un día. Aunque lo haría, ya que todavía él no le había dicho cuál sería su “castigo” por fallar la misión, y si ese pequeño trabajo le bastaba para olvidar aquél descuido, entonces no había de qué hablar.

    -Sakura, te hice un poco de té –le interrumpió su amiga de su ensimismamiento.

    Ésta observó con aire sospechoso la taza que se encontraba enfrente suyo, ya que no se veía nada apetitoso el líquido.

    -Gracias –le murmuró con una sonrisa-. Oye, te quiero volver a pedir perdón por lo de…

    -Espera, te dije que no era necesario que lo hicieras –replicó con fingida molestia por tenérselo que repetir por cuarta vez-. Digamos que fue un desliz por parte tuya –rió.

    Sakura no podía entender cómo ella seguía a su lado. Desde el accidente, había cambiado su forma de ser, y no para bien. Sin embargo, Tomoyo la siguió aceptando en su vida como antes y no la rechazó como hicieron muchos. Por eso mismo, aunque no lo demostrase, estaba eternamente agradecida con ella, con su casi hermana, con el único ser que le quedaba.

    -¡Oye, mira! –exclamó Tomoyo sacando su video cámara y comenzando a filmar hacia la puerta-. Allí están los nuevos.

    La flor de cerezo tomó un poco de té, para luego, al mirar el punto señalado por su amiga, escupirlo sobre su escritorio, y no fue exactamente por el sabor, aunque eso ayudaba.

    -Les presento a los nuevos integrantes de la compañía –anunció Yukito a todos los presentes-: Syaoran y Meiling Li.

    El silencio se hizo en el lugar, demostrando la sorpresa que muchos llevaban en sí. Las personas de allí se miraron los unos a los otros, intentando adivinar el pensamiento ajeno.

    -Vengan, les mostraré a la pareja más eficaz de aquí –comunicó sonriendo ante la reacción de los presentes, y arreglándose las gafas a la vez.

    Una ira y vergüenza desconocida surgió dentro de la joven de ojos color esmeralda, y unas ganas de agarrar el arma que tenía delante suyo y disparar hacia cierto lugar casi la dominaba. Pero, al recordar que jefe estaba presente y encima con su “salvador”, sólo pudo esconderse detrás de su compañera que la observaba con extrañeza, hasta que identificó el porqué de su comportamiento.

    -¡Por Dios santo, Sakura! –susurró para que sólo ella pudiera oírlo-. ¡Es él!

    ---------

    El joven Li tenía que admitir que el sitio era sumamente inhóspito, pero, en el fondo y sin demostrarlo, le divertía saber que su prima la estaba pasando como en los mil infiernos.

    Syaoran y Meiling seguían al líder, según él había entendido, que les estaba por mostrar a los sobresalientes de allí, probablemente ególatras de pies a cabeza. Sin embargo, no esperó ver verde en su camino.

    -¡Tú! –bufó con enojo mientras la chica sólo lo observaba con desprecio.

    -¿Se conocen? –preguntaron al unísono Yukito y Meiling.



    EDIT: Hahaha, me quedó MUY corto xDDDD. Ok, el próximo más largo e.e.
     
  15.  
    Acero

    Acero Usuario común

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    Re: Fuera de lo habitual

    Me sobreestima, tío Sam xD

    Me gustó este capítulo, sobre todo el final. Esos dos echarán fuego por los ojos xD

    Siento que aún revelas muy poco, me siento perdida -_-
    Y espero con ansias para saber qué son los bleesards *-*
     
  16.  
    Rukia

    Rukia Usuario popular

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    Re: Fuera de lo habitual

    Acero no entiende porque no comprende la mente perversa de un 'ser perverso', por suerte yo si, ya que también soy una criatura perversa (?)

    Cada vez me gusta más, sólo eso. En verdad estupenda mi queridisíma DomA :o Pero sigue siendo muy corta, es un ser malvado que sufrira bajo mi ira (?)

    Ok. ya, sigue, sigue xD
     
  17.  
    Angel Cullen

    Angel Cullen Usuario común

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    Re: Fuera de lo habitual

    jajajaja
    que malo Syao
    feliz porque Mei estaba pasandosela mal xD
    jajaja
    nunca espero ver a Sak xD
    y si quedo algo corto, pero no importa xD
    Bye!
    PD: Espero el siguiente capi!
     
  18.  
    Pami

    Pami Guest

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    Re: Fuera de lo habitual

    ¡Muy corto!
    Me encanto la reacción de ambos al verse, la forma en cómo Sakura toma la situación. No sé... me causa gracia, quiero saber qué harán ahora... cómo lograras que se enamoren.
     
  19.  
    teid

    teid Guest

    Re: Fuera de lo habitual

    De verdad que se ve interesante la historia,

    me puedo dar una pequeña idea de que trata la historia,pero mejor no adelanto conlcusiones
    esperare la continuacion,saludos!
     
  20.  
    Sam

    Sam Usuario común

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    Re: Fuera de lo habitual

    ¡Eh, ya llegué! Sí, por fin, aunque también fue culpa de Acerito por tardarse en betearlo :o (cofexcusacof). Intenté hacerlo más largo, así que no quiero reclamos :mad: (?).

    Acero: Espero haberte revelado aunque sea algo, o sino... dhie. Btw, son así ">>" lol XD.
    Taiga: WTF CON TU NUEVO NICK?!!!!!!!!!! Ok, ya. Amén, mi querida perversa. He estado pensando en recrear Memorias de una vida, ¿tú qué piensas? :bbb:
    Pami: lol será muy... eh... violento por un tiempo, pero ya verás xD.
    teid: Pues como avance la historia se irá haciendo más sencillo adivinar el final (no pienso dejarles con los nervios de punta mucho tiempo, unos cuantos capítulos nomás :seee: ).

    Capítulo 5

    Algunas veces, cuando crees que la vida no puede empeorar, que sería mejor tirarte de un quinto piso y caer directo en el infierno, que desearías revivir a Hitler y ser judío, que quisieras ser un ángel para que luego Dios te tire de la nube de una patada en el culo alegando que era una broma, entonces es cuando ves que todavía te puede joder aun más, aunque parezca imposible.

    Un filósofo había dicho que el sentimiento de maldad o, en otros términos más suaves, de una indiferencia mezclada con frialdad que puede afectar al ser ajeno, se trataba de algún rechazo interior. Sin embargo, luego afirmaba que también se podría tratar de una “barrera” que uno creaba para no mostrar debilidad y no caer… una vez más.
    Y romper ese cristal era un trabajo duro, por no decir casi imposible.

    Sakura estaba hastiada. En su mente tenía una lista de las cosas que le estaban molestando, y en ella estaba primero cierto muchacho cuyo nombre no recordaba. ¿Saddam? ¿Somito? ¿Sayonara? Qué importaba, de todos modos, en poco tiempo se iría de allí. Por los cielos que juraba que su estadía sería corta; ella se iba a encargar de aquello.

    —Psst… Sakura —murmuró Tomoyo a su lado, aprovechando la oportunidad en que Yukito distrajo a los nuevos integrantes—, ¿no crees que deberías rebajar la bronca que tienes con Syaoran por lo menos cuando esté Yukito?

    —¿Quién es Syaoran?

    —Mmm… déjame ver… Ah, sí, el chico que está enfrente de ti —masculló con ironía, como si fuera lo más obvio del mundo.

    <<Así que así se llama>>, pensó la flor de cerezo.

    —No es mi culpa, Tomoyo, nota la mirada que me lanza… ¡tiene unas ganas de agarrar el arma y pegarme un tiro que apenas lo puede soportar! —Actuó la escena improvisando con su dedo índice el revolver y cayendo “muerta” hacia el escritorio.

    Tomoyo rió.

    —Bueno, ten en cuenta que él te ha salv… digo, ayudado en un momento oportuno con cierto monstruito y tú le mandaste a comprar frutas.

    —Ese era mi caso y lo podía manejar tranquilamente sin ayuda —afirmó bostezando—. Además, gracias a él Yukito está cabreado conmigo. Era una misión fácil y un modelito tuvo que estropearla —Resopló con fastidio.

    —Pero él no sabía… —caviló la amatista—. Lo que trato de decir, es que no deberías menospreciar el gesto y menos enfadarte con alguien por algo que no tiene sentido.

    —Tomoyo, sabes que soy así con cualquier persona —Le guiñó el ojo.

    En cierto modo, tenía razón. Y tampoco era que a Sakura le disgustara ser así o intentara cambiar su forma de ser para satisfacer a otros; simplemente le daba igual, como si estar solo, bueno, casi solo, fuera algo de lo que uno no debería tomar importancia. Lo cierto era que Tomoyo era la única persona que podría llegar a considerar como un amigo e incluso como una hermana.

    —Eh… chicas, les tengo una buena noticia —les interrumpió el de anteojos con una sonrisa de lo más amable—: dada la situación de que ustedes tienen más experiencia de trabajo que muchos otros de aquí, serán las acompañantes de los Li hasta que se adapten a nuestro ritmo.

    No, Sakura no se sorprendió por aquello: ya lo había previsto de antemano. Aunque la idea le resultaba menos agradable de lo que había pensado y esperado, teniendo en cuenta con quién compartiría los próximos días.

    Observó quedamente a su nuevo compañero, deseando que las miradas matasen en verdad. Éste se la devolvió y los dos la apartaron al instante.

    —¿Qué sucede? —preguntó Tomoyo al notar un leve rubor en el rostro de su amiga.

    —Nada.

    —Sakura —llamó su jefe—, ¿por qué no les muestras la zona de cómputo a estos dos jóvenes? —pidió con gentileza, haciendo caso omiso al mohín de disgusto que hizo ella—. Tomoyo, necesito pedirte un favor.

    —Voy —dijo la amatista con una sonrisa similar a la de él.

    La flor de cerezo se paró con aire perezoso, revolviendo sus cabellos en el acto. Contempló a la pareja durante una fracción de segundo, ignorando que el chico no le prestaba atención, y luego echó un vistazo a su alrededor: todas las personas del establecimiento estaban mirándola como si fuera King Kong en Nueva York.

    Genial, pensó.

    —Vamos —les dijo mientras se dirigía a una puerta de madera que parecía nueva en comparación con el establecimiento. Ella posó su dedo sobre un cuadrado de metal y ésta se abrió instantáneamente.

    El cuarto era pequeño y oscuro, únicamente iluminado por las luces de cinco pantallas que yacían sobre una mesa especializada para sostenerlas. La principal, de treintaún pulgadas, se encontraba en el centro de la mesa; después estaban las otras cuatro que eran más mesuradas, del tamaño de una computadora normal; había dos a cada costado de la primera, una arriba de otra.

    Meiling las observó y abrió los ojos como platos. La tecnología, además de las artes marciales, era su especialidad.

    -Guau —murmuró acercándose inconscientemente a las máquinas—. ¿Cómo funcionan estas bellezas?

    Sakura suspiró. Lo que menos quería era ser instructora de ricachones.

    —Ven y te muestro, Mora.

    —Meiling —aclaró la ofendida.

    —Es lo mismo.

    La flor de cerezo se sentó en una de las tres sillas que había allí, la del centro, seguida por Meiling. Comenzó a tocar botones con tanta rapidez que demostraba su experiencia o, tal vez, lo rutinario que le resultaba aquello.

    —Aquí se centra la base de datos de nosotros, de los fenómenos y de ciertas agencias que nos podrían ser de utilidad para nuestros casos —habló señalando con el dedo en la pantalla—. ¿No quieres sentarte? —le preguntó al joven Li, intentando simular cortesía por lo que Tomoyo le había dicho.

    —No, prefiero quedarme de pie —contestó con frialdad y sin mirarla. Había algo en los ojos de ella que prefería evitar, tanto o más como su persona.

    Sakura no le dio importancia. Sabía que al menos lo había intentado, sacándola de todo cargo de culpa. En otras situaciones, probablemente le tiraría con algo. Pero estaba tan cansada que se limitó a seguir con lo suyo.

    Siguió explicando nimiedades, intentando mantener los ojos abiertos. Luego de enseñar cómo era el sistema de mapas de la zona, prosiguió con el tema de las clasificaciones.

    —Es fácil de entender, incluso para nenes de cinco años, pero supongo que a ustedes incluso se los deberé ilustrar… —dijo con retintín, esperando una respuesta por parte del muchacho, pero éste no dijo nada, algo que le irritó bastante; quería hacerle enojar, pero parecía Buda en trance con el otro mundo.

    —La odio —farfulló Meiling en voz baja, pero Sakura la oyó.

    —Gracias, no eres la primera —espetó con indiferencia—. Bueno, como decía, aquí se divide en cuatro niveles: A, B, C y D. Los engendros del nivel A, son los más avanzados, los más peligrosos; pocos son los que hay por aquí. Los del nivel B, tienen unas capacidades parecidas a los del A, pero estos son… más vulnerables, por así decirlo. Los del C, son fuertes, pero estúpidos; fáciles de manejar. Por último están los del nivel D, unos bichos tan poco inteligentes que hasta un niño les podría tender una trampa, además de que son muy débiles.
    >>De todos modos, siempre hay excepciones. Digo, imagínense una situación donde estás a punto de matar a tu objetivo, de nivel D, y viene un tipo engreído y caga la misión. Obviamente estoy hablando de un caso hipotético —aclaró observando por el rabillo del ojo a Syaoran.

    —Bueno, y digamos que ese tipo sólo quería salvarle la vida a una chica poco agradecida, entonces no fue su culpa, sino de la mujer. Caso hipotético —contraatacó el joven.

    —¡Yo no necesitaba tu ayuda! —gritó Sakura parándose de su asiento.

    —¡Claro que no! —ironizó—. ¡Te estaba a punto de matar ese monstruo y cuando te salvé lo único que me dijiste fue que quién diablos era yo y que me fuera antes de que me agujerearas la cabeza!

    —Y lo iba a hacer, si no fuera porque te fuiste corriendo tras Edgard para… ah, sí, ¡para no atraparlo!

    —Oigan, ¡¿pero qué diablos está pasando aquí?! —preguntó Meiling descolocada por la escena que ellos estaban armando—. No, esperen, no me lo digan. No tengo ganas de saberlo. ¿Podemos continuar con esto o tienen para rato?

    Sakura inhaló profundo, puso sus dedos en las sienes y contó hasta diez. Luego sólo dijo “Bien” y se volvió a sentar en su silla, concentrándose en la pantalla. Siguió con las denominaciones de los monstruos, hasta que se le ocurrió una nueva idea para enojar al modelito, según ella.

    —Oh, miren, aquí está lo que estaba buscando —Señaló la pantalla para que leyeran lo que decía allí.

    En el monitor había una foto de alguien sumamente enorme, salvaje y que te causaba repulsión. Debajo había una descripción de éste.

    Bleesard: Monstruo de nivel D. Tiene una mente poco desarrollada, similar a la de un humano con siete años de edad. Su estatura puede variar según su lugar de hábitat, pero está entre los dos metros cincuenta y tres metros. Su aspecto es el de un hombre salvaje, lanudo y fornido. Tiende a ser muy agresivo cuando su pareja se encuentra en peligro.

    Antes de que la flor de cerezo pudiera hablar y revelar el verdadero propósito por el cual mostró esa página, una alarma sonó en todo el edificio, despertando sus sentidos. Una sonrisa se le ensanchó por toda la cara, manifestando la excitación que le había surgido.

    —Sakura, Edgard está en los bosques del este —dijo Tomoyo entrando rápidamente por la puerta, portando un arma en sus manos—. Ustedes también deberían venir, Syaoran y Meiling.
     
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