Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Atrasos, atrasos y más atrasos... Pero traigo la continuación :) otra vez me sorprendió la madrugada, más de las 6:30 am y yo aquí haciendo conti xD

Gracias por su lectura ToT

Por cierto, disculpen la continuación pasada, la cheque y esta llena de errores de ortografía (debí escribir dopada) xD

Espero y todavía recuerden el fic ;)


TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)

CAPITULO 19 - DESTROZADA

-¿qué sucede Kikyou?- Inuyasha no entendía nada de lo que sucedía.

-¡Inuyasha, vas a ser papá!- le sonrió maleficamente Kikyou, midiendo su reacción.

El hanyou quedo congelado (¡IMPOSIBLE! yo no...) medito las cosas, podía ser verdad, Kikyou esperaba un hijo suyo.

...

Tratando de reponerse a la sorpresa por fin Inuyasha reaccionó.

-Cuidare ese niño desde este momento- le sonrió sinceramente, el no dejaría a un hijo sin padre, como le toco vivir, pero también le dolía porque hubiera preferido que ese hijo fuera de Kagome, "Kagome" el recordar ese nombre le calo profundamente.

-Gracias Inuyasha, sabía que tu entenderías- le brillaban los ojos a Kikyou.

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-¡excelencia! me honra pasar estas fechas a su lado- le sonrió Sango a Miroku, desde que había regresado era tan feliz, aún recordaba lo que paso aquel día cuando lo vio, él le contó que Naraku "misteriosamente" lo había dejado volver, Sango le comentó que seguro algo había detrás de eso, lo que no sabía es que efectivamente "Miroku debía matar a Kikyou"

-a mi también Sango- se acercó a ella y la abrazo.

Las mejillas de la exterminadora tomaron un color rojo como el carbón ardiente. Los cálidos brazos de Miroku le reconfortaban, estaba callada, dejándose rodear por ellos, sentía un calor y ternura inmensos, a la vez se reprochaba, ¡tantas veces juro que si tuviera de vuelta a Miroku confesaría abiertamente sus sentimientos! pero ahora su boca estaba enmudecida y le consumía la verguenza.

Shippou se acercaba gritando y tuvieron que interrumpir el momento tan agradable.

-Sango, Miroku, ¡encontré más leña!- decía inocente de la situación.

Miroku recordó de repente la angustia que el consumía, se reprochaba su egoísmo de querer volver con Sango a consta de la vida de Kikyou, pero Naraku ya se lo había advertido, o mataba a la sacerdotisa o aparte de su vida, pagaba con la de Sango.

(Lo siento Kikyou, pero tendrás que volver a morir) pensó con resignación.

...

Los atrevidos besos ya no bastaban y Sesshoumaru decidió deshacerse del kimono de Kagome. Le quito el obi y desató la cinta que lo amarraba lentamente, disfrutando del momento, estaba totalmente excitado, su cuerpo se lo demostraba y sabía que Kagome lo disfrutaba, porque vibraba a cada caricia y beso, sentía el ardor de su piel quemar en la suya, el sudor recorría su cara, pese a que apenas comenzaban el acto sublime.

Kagome dio un leve gemido, estaba realmente extasiada con el youkai, sentía la humedad apoderarse de ella, junto a las manos que ahora recorría desde su cuello hasta su pecho. En ese momento no pensaba en Inuyasha, pero una duda le asalto inesperadamente, algo que le oprimía.

-Sesshoumaru...- hizo una pausa -¿tu me amas?- le preguntó temerosa de la respuesta.

La pregunta freno al youkai de sus labores ¿tu me amas? el solo pensarlo le producía un temblor, dudas, miedos, sensaciones insospechadas, sintió su cabeza mareada, un escalofrío le recorrió desde la punta de sus cabellos hasta la de sus pies.

(¿qué si la amo?) recorría una y otra vez en segundos su mente, meditándolo, había un gran silencio, las respiraciones agitadas cesaron, -NO- respondió secamente, con una gran seguridad y firmeza, en apariencia, por dentro su corazón retumbaba de tal forma que le dolía.

Esta contestación fue suficiente para que Kagome se lo quitará de encima y se levantara, se ato la cinta de su kimono.

-lo siento, pero no puedo hacer esto- le contesto segura.

Salió de la habitación de Sesshoumaru tan rápido que no hubo tiempo de reaccionar para el youkai, quien aún seguía estupefacto por la pregunta formulada.

Cuando Kagome se fue, se maldijo así mismo por haber dicho eso, ¿a caso una humana de verdad podría gustarle? era imposible, alguien como él, un demonio de su categoría jamás caería en semejante vulgaridad y deshonra.

La imagen de Kagome sonriendole, sus atenciones, su figura, su viveza, todo repasaba por sus pensamientos. ¡No había duda! por más que lo intento evitar, estaba confirmado, no lo quería reflexionar ni decir, pero ahora lo aceptaba, "se había enamorado de Kagome"

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Era de madrugada y todos dormían en la cabaña de la anciana Kaede, Miroku seguía despierto, había dado de beber un té a sus amigos y hasta el mismo Inuyasha, por lo que dormían plácidamente y era casi imposible que despertaran a tempranas horas.

Kaede le había dado ese remedio poderoso cuando con una excusa se lo pidió, esa misma planta la uso para dormirla a ella. Sigilosamente, tomo a Kikyou entre sus brazos y salió de la cabaña, se retiro muy lejos de ahí, tanto que era imperceptible para el olfato del hanyou, alguien ya lo esperaba.

-Naraku, aquí está tal como lo prometí- le hablo en voz baja, lleno de una gran culpabilidad, sus ojos estaban aterrados ¡pero con él mismo! tenía una gran pesadez en el cuerpo y una opresión que le impedía sentir tranquilidad.

-¡excelente! has hecho lo correcto- le manifestó el semi demonio con una gran sonrisa.

-¡ahora quiero que la mates ante mis ojos- Naraku estaba contento, sabía que Miroku lo haría, después de todo, era capaz de todo por Sango. Su mente permanecía con solo una idea fija, "disfrutar de la escena"

Al monje le recorría el sudor, escurriendo por su cien hasta mojar atuendo, el cual era el mismo que el anterior a cuando Naraku lo atravesara, pero nuevo. Le temblaban las manos y su boca estaba seca, quería cerrar los ojos pero no podía, prepara la espada que Naraku le ofreció y que ya conocía bien, pues la uso cuando este lo manipulaba. Se preparó para asesinar a Kikyou que dormía plácidamente, sentía que no tenía fuerzas para mantenerse en pie, pero aún así seguía parado.

Una fuerza lo aventó varios metros hacía adelante, se quedo sorprendido de lo que había pasado ¿aún dormida Kikyou era tan poderosa?
Naraku ni se inmuto, ya esperaba eso, una maligna esencia salió del cuerpo de la sacerdotisa.

-¡Así que tu eres el ser que tomo posesión de este cuerpo! la antigua dueña- le cuestiono asegurándolo. Además veía el corrompido cuerpo lleno de maldad y energía negativa que él mismo había enviado para que Kikyou fuera poseída por el espíritu lastimado de la mujer a la que le arrebataron su vida.
-¡malditos! los mataré- el cuerpo dormido de Kikyou se levanto inconsciente, movido solo por la energía maligna

(esta mujer...) Miroku se dio cuenta de que el cuerpo de Kikyou no era controlado por ella (¿entonces que fue de Kikyou?) lo pensaba, seguro que la esencia de Kikyou permanecía dormida.

Una figura con un bulto apareció en la negrura, el monje se puso a la defensiva.

-Tranquilo Houshi, es alguien conocido jm jm jm jm- rió Naraku divertido

-como lo prometí, estoy aquí Naraku- decía la bruja Uranai al hanyou, la figura se hizo clara, Miroku pudo ver que traía arrastrando, era el cuerpo de barro que tenía Kikyou antes

(cumpliré lo que dije Sesshoumaru, mataré a Kikyou, pero la regresaré a su cuerpo de barro, aún me puede servir) -Miroku, ¡que esperas! mátala, ese espíritu no puede hacer nada, aunque ella intente controlar su cuerpo aún dormida, la energía que le ayudo a poseerlo se me esta regresando- le comento triunfal.

Era verdad, el cuerpo "vivo" de Kikyou y poseído por su antigua dueña, no se podía mover, el espíritu solo gruñía y se quejaba, intentando defenderse. Miroku empuño su espada con dirección al corazón de ese cuerpo, sentía que no tenía el valor, lo dudo, seguían temblando sus manos como una gelatina, la espada se movía de una lado a otro, haciendo notar su temor y nerviosismo

-¡hazlo ya!- le presiono Naraku

lo hizo sin pensarlo, sus ojos se clavaron en el punto exacto y con su mente en blanco atravesó con su espada el cuerpo, la sangre broto a chorros, el latido del corazón paró, ya que el órgano era preso de el intruso que lo había perforado, robando el aliento de vivir. El monje cerró los ojos un momento, era horrible verse así mismo matando a Kikyou, privándola de su segunda oportunidad de existir en el mundo como se viviente.

Las almas de Kikyou comenzaron a salir y Uranai realizó un extraño conjuro, aventó unos polvos al cuerpo de barro y dijo unas palabras en un idioma solo comprensible para ella.
(Hermana nunca pude hacer un cuerpo de barro e introducir almas en el mismo, pero se que lograre meter sus almas en el que hiciste) pensaba con alabanza a su hermana Urasue.

Las almas comenzaron a regresar al inerte cuerpo hecho de barro y huesos, el cual brillaba con una luz blanca.
Miroku se fue del lugar, sabía que Kikyou regresaría y entonces sabría que fue el responsable de su pena nuevamente, se sentía como un cobarde huyendo, como el criminal cuando se aleja de su condena, le dolía el pecho y corría con dificultad, tenía pocas fuerzas para seguir corriendo, pero no había marcha atrás a lo que hizo.

(Lo siento Kikyou, te he devuelto a tu calvario de permanecer en esa figura vacía de tierra) se perdió entre los árboles.

El espíritu maligno se había marchado ahora que no tenía cuerpo que alojar, partiendo al infierno que le condenaba. Naraku absorbió todo el shouki y Uranai completo su cometido

-esta hecho- miró al hanyou con una sonrisa triunfal -la sacerdotisa a regresado a este contenedor- le aseguró

Naraku estaba más que satisfecho -retirémonos, ya no hay más que hacer aquí- ordenó

-¿y qué será del cuerpo humano?- le preguntó curiosa la bruja

-¡ese cuerpo ya no sirve! es solo un cadáver, dejemoslo para que Kikyou vea por última vez su humanidad jm jm jm jm- dicho esto se marcharon.

Kikyou sentía una gran pesadez, como si hubiera estado atrapada en un sueño y con el cuerpo encadenado y sin poder moverse, luego la sensación de pesado se esfumo, ya no sentía nada, solo un gran frío. Abrió los ojos lentamente y solo vio oscuridad, intentó incorporarse poco a poco, tomando consciencia de las cosas.

Cuando le regreso al lucidez se horrorizo, veía el cuerpo de la mujer que había tomado la vida, a unos metros de ella, cubierto de sangre, atravesado en el corazón, le entro una sensación angustiante, respiró agitada, un dolor le oprimió junto con la desesperación, temblaba, sus ojos veían abiertos con gran asombro ese cuerpo sin vida, ¡ella no estaba en el y había vuelto a cambiar de forma!

Se vio sus manos titiriteantes, comprobando su mayor temor, ¡estaba de nuevo en el cuerpo de barro! del que tanto tenía repulsión y que odiaba con todo su ser. Se sentía débil, pues empezaba a necesitar su alimento rutinario "las almas", quería llorar, pero no podía, gritar fuertemente, pero de salía sonido de su boca, intentaba explicar lo sucedido, pero lo único que recordaba por última vez fue que iba caminando con Rin para llevarla con Sesshoumaru.

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El nuevo día asomo en la sengoku, el sol se ocultaba entre las nubes, mostrando un día nublado, frío, pues todavía era época invernal.

-¿dónde rayos se habrá metido? en su estado no debería haber salido a ningún lado- Inuyasha iba de un lado a otro desesperado, fruncía el ceño y apretaba los puños, sus pasos retumbaban y sus ojos parecía echar chispas, enfurecidos, había buscado a Kikyou por todos lados y no la había encontrado

-¿en su estado?- Sango tenía curiosidad de saber a que se refería, Inuyasha supo que había cometido una indiscreción

-me refiero a que es peligroso que salga por ahí sola-

-ah, tranquilo Inuyasha, ya vendrá- le consolaba Sango

Miroku no decía nada, sabía que era culpable, su solo presencia junto a Inuyasha, le parecía que delataba su crimen, había matado a Kikyou y provocado su regreso a ese triste cuerpo de barro, no dejaba de pensar en eso y sus propios deseos (no debía pensar en mi y Sango, fui un egoísta, yo de cualquier forma yo no estoy entre los vivos, solo soy un cuerpo dependiente de este fragmento de Shikon) no encontraba paz en su interior, los sentimientos se le revolvían, tenía dolor de cabeza de tanto pensar.

Inuyasha siguió buscando a Kikyou y espero su regreso pero esto no paso.

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El invierno paso pronto, dando lugar a una primavera soleada, llena del verdor de la hierba y pasto, junto al colorido de las flores. Las aves entonaban sus melodías, se veía mariposas revoloteando, ardillas correteando entre los árboles y varios animales en amores primaverales.

-¡amo Sesshoumaru! gracias por aceptarme, gracias amo bonito- le repetía una y otra vez Jaken y a Sesshoumaru, Inuyasha lo dejo ir cuando supo que Kagome se quedaba por voluntad propia con Sesshoumaru, pero le había costado regresar al castillo.

-Si viera todas las penurias que pase, por poco otro youkai me comía y...-

-cállate Jaken, o me arrepentiré de haberte dejado pasar la barrera- refunfuñaba Sesshoumaru, cansado de las quejas de Jaken.

Entraron al castillo, un olor a deliciosa comida invadía el lugar.

-¡que asqueroso olor! ¿no me diga que es esa chiquilla?-

Sesshoumaru le lanzo una mirada furtiva, como si le clavara varios cuchillos con solo verlo

-olvide lo que dije amo bonito je je je je- le escurría una gotita de sudor

-a partir de ahora- pausó -comerás lo que Kagome prepare- le ordeno el youkai

(en que momento Sesshoumaru-sama le empezó a llamar por su nombre a esa humana y...) -¿¡queeeeeeé!? pe... pero amo Sesshoumaru no puedo creer que....- se quedo callado al ver la decisión con que le observaba el demonio, era mejor no contradecirlo ni mencionar palabra -lo que diga Sesshoumaru-sama

-¡Jaken! no sabía que volverías, pasen a comer- les sonrió Kagome, Sesshoumaru camino al comedor en silencio, Jaken estaba incrédulo ¿cuántas cosas habían cambiando desde que el no estaba?

-¿pudiste ver a ese youkai?- le preguntaba Kagome al demonio

-no, murió misteriosamente- le contestó el youkai con frialdad

(el amo Sesshoumaru le esta respondiendo) Jaken quedo boquiabierto ante las reacciones de su amo

-que mal, ¿pero resolviste el problema?-

-sí- volvió a contestar inexpresivo

-¡me alegro!- Kagome se puso feliz -¿deseas más o ya llenaste?-

Jaken sentía que colapsaba su cabeza, estaba mareado y aún no comprendía como es que Sesshoumaru era tan cortés y además probaba la comida de los humanos (pero que le ha hecho esta bruja a amo bonito) lloriqueaba en silencio, con cara triste y sufrimiento.

La barrera entre Sesshoumaru y Kagome se había ido rompiendo con el paso del tiempo, desde que pudo aceptar que sentía por ella algo más que solo atracción física, pero era algo que no se atrevía ni a nombrar para sus pensamientos.

Aunque era tan difícil no besar esos labios, no tocar su piel y tomar ese cuerpo que tanto deseaba, se había contenido tantas veces, que ya casi perdía la fuerza de voluntad, tenía que ser suya, lo necesitaba, su cuerpo lo exigía.

Jaken estaba muy cansado por el viaje, permanecía en su cuarto, dormido, reponiendo sus "días de terror" cuando tuvo que pasar la travesía para llegar al castillo, Sesshoumaru y Kagome conversaban en el jardín, sentados sobre el pasto, como ya se había hecho habitual en ellos.

-Este lugar me parece muy bello Sesshoumaru, pero solitario ¿no has pensado en llenarlo de alegría alguna vez?-

-¿a que te refieres?- no era raro ese tono neutral y falto de sentimientos en él

-¡a que más! a una familia- se sonrojó por el comentario, sintiéndose implicada en su frase

La pregunta estremeció a Sesshoumaru pero intentó disimularlo, -eso es una estupidez- le aseguró

-ya veo- Kagome agacho la mirada, sentía una tristeza y un ligero dolor en el pecho, que oprimía lastimandole

Sesshoumaru notó la expresión melancólica, ¡ya no había duda! Kagome correspondía el sentimiento que surgió en él sin pensarlo -Kagome- no pudo más que mencionar su nombre, le era imposible decir más, era su naturaleza

-¿sí?- le dijo con desgane la miko, se sentía débil de fuerzas, le dolió la contestación del youkai más de lo que pensó

-Kagome...- repitió Sesshoumaru sin decir más, se acerco a ella.

El corazón de Kagome se aceleró, sus mejillas se ruborizaron -Sesshoumaru...- profirió su nombre en correspondencia, sin atreverse a decir algo más y borrar el mágico momento que sentía un sueño, la cara del guapo youkai estaba tan cerca de ella que sentía su respiración, acerco la suya y se fundieron en un beso, con ese beso Sesshoumaru lo decía todo, expresaba miles de sensaciones, comía sus labios, sintiendo goce en el contacto de su piel.

El inexpresivo youkai se dejo llevar por el momento
-Kagome yo...-

El suelo retumbó y se separaron

-¿qué fue eso?- cuestiono Kagome sorprendida

Sesshoumaru se paró -fue cerca de la barrera de mi padre, iré a ver- creó una bola de energía en la que pareció flotar y se dirigió a donde provenían los temblores, cuando atravesó la barrera se dio cuenta de quien era el responsable de tal hecho.

Kagome tenía tantos deseos de saber que pasaba, temía por Sesshoumaru, con todas sus fuerzas anhelaba atravesar la barrera, pero sino podía con la creada por Sesshoumaru, menos con la de su padre. Se acercó a ella como prisionera enjaulada, puso su mano esperando el rechazo que la arrojara lejos, pero no sucedió así, contrario a eso su mano traspaso al barrera

(pude pasarla) sin esperar más paso completa a través de a barrera, corrió con todas sus fuerzas

-¡Naraku! ¿qué haces aquí y por qué atacas esta parte del bosque?- Sesshoumaru lo veía fríamente

-oh señor Sesshoumaru, solo era para llamar su atención, he venido porque cumplí mi parte del trato, Kikyou ha muerto y ahora busco mi paga-

Kagome atravesó sin problemas la barrera de padre de Sesshoumaru, le parecía increíble, pero lo logro inexplicablemente, se topo con la sorpresa de Naraku y Sesshoumaru, se detuvo al escuchar la conversación

-¡espero que no lo haya olvidado! a cambio de matar a Kikyou usted me aseguro que me entregaría a esa chiquilla, a Kagome- Naraku analizaba cada gesto por minúsculo que fuera en Sesshoumaru, hasta su mirada

-no lo he olvidado, lo cumpliré, pero antes ¿qué me aseguro a que esa mujer a muerto?- Sesshoumaru ocultaba cualquier movimiento que pudiera hacerle parecer sentimientos, lo veía fijamente e indiferente, sin mover ni un musculo

Kagome no podía creer lo que escuchaba (no es cierto, no puede ser verdad) sintió que filosas agujas se le clavaban por todo el cuerpo, como si un aguijo atravesara su corazón.

-¡Eso lo sabrá en cuanto la vea!-

-¿qué dices? ¿¡has venido a burlarte!?- Sesshoumaru se enfureció

-no haría eso señor Sesshoumaru, lamento informarle que a su muerte ese mujer regreso a su "contenedor original" pero yo cumplí, asesine su cuerpo vivo, así que quiero a Kagome- le exigió con un tono autoritario

-la tendrás, en cuanto me cerciore que es verdad lo que me dices, la tendrás- le afirmó Sesshoumaru con voz imponente y firme.

Kagome no pudo evitar que salieran lágrimas de sus ojos, ¡Sesshoumaru la había usado! (todo lo vivido, los momentos, "esa supuesta confianza que me comenzó a brindar", el que aceptara comer conmigo, sus besos y...) no quería seguir pensándolo, sentía que se quebraba en pedazos, sus piernas le comenzaron a fallar y cayo derrotada al suelo, llorando en silencio.

Sesshoumaru termino su conversación con Naraku, quedaron en el día en que se sellaría la última parte "del trato" y el hanyou se fue.

Sesshoumaru regresaba al castillo, en cuanto Naraku se marcho, percibio el aroma más conocido a su olfato (Kagome)

Se dio cuenta de su presencia

-¡Kagome! ¿qué haces aquí? ¿cómo atravesaste las barreras?- le pregunto angustiado, temeroso de que hubiera escuchado algo, el corazón reclamaba con sus palpitaciones aceleradas, fruto de su preocupación, rogaba porque Kagome acabará de llegar, pero contrario a eso la expresión de ella delataba sufrimiento.

-¡Me engañaste! ¡así que me trajiste a este lugar para entregarme a Naraku a cambio de la muerte de Kikyou!- Kagome ya no lloraba, reclamaba enfurecida, gritando a todo pulmón

-Kagome, dejame explicarte- Sesshoumaru hablababa pacifico, su rostro delataba por primera vez el miedo que tenía de perder a la mujer que ahora sabía amaba

CONTINUARA...

El fic ya va llegando a su fin ^^U dentro de pocos capítulos ;)

 

Re: Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Gracias a todas por su lectura ^^, se que he tenido muy abandonado el fic, de verdad que últimamente no me alcanza el tiempo para nada que no sea trabajar T_T y como ahí no gozo del privilegio del internet no me puedo escapar a poner continuaciones.

Pero hoy pondré todo de mi parte para hacer la siguiente, :) ¡que tengan muy buen día!

Saludos y si se portan mal me invitan ;)

 

Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Bueno la continuación viene retrasada y corta, pero he tomado la decisión de hacerlas cortas pero seguidas :)

¡que pasen muy buen día! ToT agradezco su apoyo pese a las grandes demoras y que lean mi fic *-* con ustedes he podido seguir aquí a pesar de los contratiempos ^^

Las dejo con la continuación de hoy ;)


TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)

CAPITULO 20 - OBSESIÓN

-¡Me engañaste! ¡así que me trajiste a este lugar para entregarme a Naraku a cambio de la muerte de Kikyou!- Kagome ya no lloraba, reclamaba enfurecida, gritando a todo pulmón

-Kagome, déjame explicarte- Sesshoumaru hablaba pacifico, su rostro delataba por primera vez el miedo que tenía de perder a la mujer que ahora sabía amaba.

...

-¡no hay nada que explicar! todo lo has dejado muy claro con Naraku- le reprocho Kagome, con una mirada de odio, un profundo rencor le invadía, tanto, que ella misma se sorprendía de sentir tanta rabia contra el Youkai.

-tienes que escucharme, es cierto, no negare lo que le dije a Naraku pero la realidad es que...- Sesshoumaru intentaba explicar pero Kagome no se lo permitió.

-¡No tienes nada que decirme Sesshoumaru! ahora mismo me largo y esto se olvida- Kagome amenazaba con no regresar al castillo.

Sesshoumaru no se preocupaba de ello, si bien, sentía una gran pesadez de saber que la miko ahora sabía la verdad, pero la verdad que él había hecho creer, pero de eso a irse del castillo, había un gran abismo.

-¡No permitiré que te vayas!- le contesto con autoridad.

La enfurecida mujer tomo su arco de la espalda y una flecha (¿cómo rayos llego esto hasta aquí?) se cuestiono por un segundo, pero inmediatamente volvió a su postura, apunto amenazadoramente a Sesshoumaru, dispuesta ha atacarlo.

-O te apartas de mi camino o te atravesare con esta flecha- le advirtió la miko.

Para Sesshoumaru era un juego de niños, esa flecha le era insignificante, esbozo una ligera mueca en los labios, en señal de una sonrisa divertida y se camino para acercarse más a Kagome

-¡si das un paso más no dudare en disparar!- le advirtió por segunda vez.

Sesshoumaru hizo caso omiso, Kagome soltó la flecha. El arma voló por los cielos, a tal velocidad que no tiempo de reaccionar al youkai, la filosa punta le atravesó con facilidad, clavándose entre uno de sus hombros y el comienzo de su pecho.

(No... no puede ser que no lo haya previsto) el youkai estaba admirado, su rostro tenía una ligera combinación de asombro y dolor, las pupilas se le dilataron y abrió un poco la boca, incrédulo de lo que sucedió (estaba seguro de que lo esquivaría) de pronto la sorpresa se convirtió en angustia.

Kagome parecía una fiera -ahora apártate o la próxima no fallare- apuntaba con otra flecha directo al pecho del youkai

-Kagome- fue lo único que dijo Sesshoumaru, ¿cómo había sido capaz Kagome de causarle tremendo daño y de atreverse a lanzarle la flecha? en ese momento estaba todo, menos la amable y dulce Kagome que conocía. Sintió una opresión en su pecho, un dolor ligero, combinado con una sensación de aflicción, no quería que Kagome se marchara del castillo, no creía lo que estaba pasando y mucho menos que él siguiera ahí parado sin hacer nada, herido por una flecha y temeroso de perder a la miko de ojos tan intensos como el café. Y aún se preguntaba ¿por qué sentía todo eso?

Kagome camino como si nada directo hacía él, pasando por un lado insensible, no razonaba, solo mantenía la llama de la irá encendida, se sentía orgullosa de su hazaña, ¡había ganado al gran Sesshoumaru por primera vez!

Sesshoumaru seguía estático en su lugar ¿por qué? ¿por qué esa actitud? ¿por qué ese sentimiento? ahora lo comprendía todo más claro, no solo la quería, más que eso, "la amaba", esa humana lo era todo para él de la noche a la mañana, a esas alturas ya no importaba el orgullo, su carácter y posición de gran señor.

-¡Kagome!- la jalo del brazo, sin importar su grave herida, detuvo el tiempo para la mujer que amaba -¡no te vayas!- le dijo en un susurro, con una voz suave, esperanzada y temerosa a la vez. Kagome solo aparto su mano con frialdad y siguió caminado, Sesshoumaru ya no la detuvo.

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-¡está es la oportunidad que he estado esperando!- Naraku observaba entre las sombras lo que sucedía, sin que Sesshoumaru se percatara ni Kagome pusiera atención a su presencia maligna. Ahora no había cabida para eso, pues sabía que el youkai y la sacerdotisa acaban de cruzar una peligrosa línea (esto es mejor de lo que esperaba) observaba fijamente, sin expresión en el rostro, con unos ojos profundos y examinadores.

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(Tan fría, como siempre, presa de este cuerpo, y lo peor es que aún no se que paso. Cuanto dolor más podré sentir aquí adentro, tengo una sensación de soledad mezclada con la sensación de que agujas se clavaran en mi corazón) Kikyou deambulaba por un bosque de la Sengoku, solitario, repleto de grandes e imponentes árboles, silencio y un viento quieto, con murmullos ligeros a ratos (¡debo ver a esa bruja de nuevo! pero no la encuentro... Iré con mi hermana Kaede, tal vez ella pueda ayudarme, pero allá...) aún pegaba más fuerte el dolor en todo su ser (seguro está Inuyasha con Kagome, no puedo ir contra los sentimientos de Inuyasha, él ya me había dicho que la elegía, aún no entiendo porque no me hago a la idea. Kagome ¡eres afortunada!) seguía sin recordar todas las atrocidades que hizo cuando el espíritu del cuerpo que había "robado" tomo posesión de ella.

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Inuyasha había dado vueltas una y otra vez a lo mismo.
(Kikyou se fue y no se nada de mi hijo) pero había algo que lo consumía aún más, se había vuelto su obsesión después de pensar una y otra vez en lo mismo (¡Kagome! maldita sea, te largaste con el idiota de Sesshoumaru, te odio por eso, pero a la vez...) sus sentimientos encontrados lo torturaban todo el tiempo, le daba dolor de cabeza de pensar en ello, sufría una tremenda ansiedad, caminaba de un lado a otro, meditando, la fuerza de su deseo era más fuerte que todo (no importa lo que hayas hecho, no permitiré que ese malnacido te tenga) -tu serás mía!- lo consumía la necesidad de recuperar a Kagome y tenerla a su lado, de que fuera su mujer y estuvieran juntos hasta el fin de sus días.

-¡Lo juro Kagome! te recuperare a toda costa, lo quieras o no, ¡ME PERTENECES!-

CONTINUARA...

¡ESTAMOS CERCA DEL FINAL!

¡BENDICIONES!