Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Hola a todas *o* gracias por su lectura, buenas noticias, creo que ya voy a poder poner conti un poco más seguido a partir de aquí ^^U espero.
Lady Midori *o* bienvenida amiga :L

SIN MÁS PREÁMBULOS, LAS DEJO CON EL FIC...


TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)

CAPITULO 17 - ¡DESCUBRIENDO EL SECRETO!

La respiración de Sesshoumaru se agito, con su mano derecha acarició el suave cabello de Kagome, le inclino un poco su cabeza, ya que la miko se intentaba cubrir. Mostró sus afilados colmillos, con intención firme y consciente de realizar su cometido.

-Sessh...oumaru... ¡onegai!- suplicó intentando que el youkai se apiadara.

Contrario a ello, Sesshoumaru clavo ligeramente sus colmillos produciendole molestia, extasiado en su proeza los clavo con disfrute más a fondo. Kagome dio un brinco, le dolió, pero a la vez le recorría un hormigueo por todo su cuerpo, se relajo, mostrando soltura. Unas finas lágrimas recorrieron su rostro, Sesshoumaru la estaba marcando, sabía lo que eso significaba.

...

(Inuya...) sabía que no ganaba nada al mencionarlo, ya todo estaba perdido, su resistencia se convirtió en nula. Se adentro en lo que sentía, era una marea de sensaciones, ¡¿una sola mordida y le estaba provocando todo eso?! algo inexplicable, un extraño placer le embargaba desde su cabeza hasta los pies, haciéndola vibrar.

Entonces noto el calor que producía Sesshoumaru, como la abrazaba hacía él, sintió la reconfortante sensación de paz combinada con un toque de delirio que gozaba.

Sesshoumaru por su parte sentía la sangre hervir, el contacto en esa piel fue un deleite exquisito. Mientras la marcaba sentía su corazón acelerado, latente a toda prisa por causa de la cercanía de esa figura tan apetecible a sus sentidos.

El momento pareció eterno pero termino más rápido de lo esperado, Sesshoumaru saco sus colmillos del cuello de Kagome. Un hilo de sangre escurrió por las aberturas que habían dejado marcadas las fauces del youkai. Un poco después parecieron sanar por arte de magía y quedaron solo dos pequeñas cicatrices.

En cuanto termino su cometido, Sesshoumaru se dio media vuelta y se fue de la habitación como si nada, dejando a Kagome aún más desconcertada y deprimida de lo que ya estaba.

(¿por qué lo hizo? es un desconsiderado, ni siquiera le importo lo que sentí, ¿qué va a pasar después de esto? no tuvo la molestia de explicarme la razón de que me marcara) Kagome se hacía muchas preguntas, pero una palabra en particular le asustaba "me perteneces" (no, eso no puede ser, yo solo le pertenezco a Inuyasha, yo...) no termino su pensamiento, aún conservaba un gran temor, Inuyasha no le explico claramente lo que significaba "marcar" pero, ¿hasta dónde podía abarcar el que un youkai marcara ha una mujer?

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Inuyasha no pudo dormir en toda la noche, tenía un mal presentimiento, temía por la vida de Kagome, se le hizo agónico el paso de las horas para que llegará el amanecer.

-¿a dónde vas Inuyasha?-

-¡qué pregunta Shippou! voy por mi Kagome-

-¡espera Inuyasha! no irás solo, te acompaño a buscarla- le dijo Sango preocupada.

-yo también voy- contestó Shippou.

-no chiquilin, tu te quedas, ayudaras a la anciana Kaede a cuidar a Kikyou, ella esta muy delicada de salud-

-¡hay Inuyasha! apenas la oyes mujir y ya te estas alborotando, ella se puede cuidar sola, además esta ese sapo verde- habló enojado el kitsune.

-¡¡¡enano!!!- la mirada tan homicida del hanyou lo aplacó.
-esta bien, pero si muero será por tu culpa-

Sango interrumpió la tensión.

-Shippou por favor quédate, no te vas a morir por cuidarla y de paso a Jaken, sabes que es nuestro rehén-

-esta bien Sanguito me quedo por tí, pero si me puedo morir, no ves que esa víbora tiene ponzoña hasta en las greñas, si me tocan me envenena- le dijo con cara de miedo y tristeza.

Después de los remilgos del zorrito, Sango e Inuyasha se fueron a buscar a Kagome.

-Inuyasha, no te preocupes, la encontraremos- la exterminadora trataba de animarlo, siendo que ella se estaba muriendo por dentro desde hace mucho tiempo.

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-no voy a comer hasta que me liberes- Kagome observaba con rencor a Sesshoumaru.

La paciencia del Taiyoukai se agotó -no me importa sino comes-

-¡te odio!- le grito llena de coraje.

-pues deberías ir quitando ese odio ahora que eres mi sierva- le contesto burlesco.

-no soy tu esclava, déjame ir ¡baka!-

sin decir más Sesshoumaru salió del lugar que Kagome tiempo atrás había adecuado como cocina.

(¿por qué se comporta así? ¡uch! por eso lo detesto) Kagome se quedo indignada (bueno ya se fue, un tantito no me hará mal) empezó a comer,
(otro tanto no me hará mal) siguió comiendo, (tengo bastante hambre,otro poquito) y vivía en su encomienda, (lo último) hasta que al fin sació su hambre.

(no se porque quede tan llena, si comí solo lo indispensable)

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(¿Dónde estoy? ¿qué será de mí? ¿cuándo terminarán esas pesadillas?
siento la pesadez, cada día el sueño se repite una y otra vez, duele tanto, quisiera controlarme, gritar, impedir a mi cuerpo que le haga daño, ¡pero no puedo! sufro mientras la lastimo, haciendo el mal, ¡ese no soy yo!
Sango, mi dulce Sango, te juro que ese no soy yo, no lo entiendo, ¿qué soy? me duele, de verdad me duele, matame por favor, ¿estoy vivo?)

Se escuchaba un eco lejano...

-Miroku, Miroku...- la voz tan conocida y tan odiada.

El monje entre abrió los ojos, su pecho ardía como si el ácido le quemara.

-¡oh! ya despertaste- le sonrió el singular hanyou.

-¡¿Na...Naraku?!- le susurró si fuerzas, entre la interrogante y la admiración.

-Monje, era hora de que reaccionara-

Acostumbrándose de nuevo a ver, recobro más consciencia.

-¿qué hago aquí? hizo una pausa y comenzó a recordar -¡tu! ¿yo?- decía palabras sin sentido, uniendo las ideas de nuevo.

-¡debería estar muerto!- se dijo así mismo asombrado

-así es Houshi, pero he decidido darle otra oportunidad- Naraku lo veía pacifico, con su acostumbrada falta de preocupación por las cosas

-¿de qué hablas?- aún le costaba mantener la coherencia

-he regresado tu consciencia, pero vives gracias a un fragmento de la perla de Shikon- le veía inexpresivo, hablando familiarmente

-¿qué significa todo esto? ¿por qué me has regresado?- Miroku termino de coordinar sus ideas

-te he regresado porque alguien sufre mucho por ti- seguía con su habitual cinismo -por eso quiero hacer un intercambio contigo- le sostenía su calculadora mirada.

-¿intercambio?-

-sí, te dejaré vivir tranquilamente con el fragmento a cambio de una insignificancia-

-¿a que te refieres?- Miroku esperaba lo peor

-¡a que mates nuevamente a Kikyou!- le dijo seco

-¡Kikyou!-

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Sesshoumaru salió del castillo dejando a Kagome sola, ahora todo era más aburrido relativamente, ya que ni siquiera Jaken estaba.

(por lo menos el renegaba y hacía cosas graciosas)

De repente rememoró -¡es cierto! aquel cuarto prohibido por Sesshoumaru, la llave tiene que estar en algún lado de esta casa y creo saber en donde- fue a donde sabía que Jaken dejaba las llaves.

-esta vez averiguare que hay- entro a la habitación de Sesshoumaru, un escalofrío le recorrió el cuerpo, al estar dentro recordó lo que sucedió tiempo atrás.

(intento tomarme y yo...) no quería seguir acordándose, era como admitir que le gusto lo que el youkai intentaba hacer -por eso lo detesto con todas las fuerzas de mi alma-

Urgo por todos los lugares que pudo.

(Esta es la ropa de Sesshoumaru) rió divertida (o lo que queda de ella, sigue impecable) se acercó a olerla, ese aroma, ahora le parecía más perceptible, peculiar, no solo era eso, le gustaba, realmente era tan delicioso, tan...

(¡que estoy pensando!) sintió un mareo (de nuevo, desde anoche que él me marco me estan dando estos mareos)

Dejo las prendas de Sesshoumaru y continuó buscando, cuidando de volver a dejar todo como estaba, el cuadro de la madre del Taiyoukai llamo su atención (Definitivamente lo reitero, la mamá de Sesshoumaru es muy bella)

Abrió una cajita de madera que estaba escondida entre varias frasadas (¿y esto?) el contenido era una rara piedra brillante color morado, (¡es hermosa!) de verdad era preciosa, pero no era lo que buscaba, después de contemplarla por un rato la volvió a dejar en su lugar. Algo llamo su atención, junto a la cajita había un pergamino envuelto, lo desenrollo.

(¡es una llave!) estuvo viéndola detalladamente (es hermosa, parece de oro... será que...) acomodo las cosas revueltas y en cuanto pudo salió de la habitación de Sesshoumaru que por suerte no había regresado todavía.

Casi subió corriendo al tercer nivel, le invadió un helado aire, como la última vez, intenso y abrumador. De verdad que el lugar era oscuro, camino a tientas, apenas viendo algo de claridad que le conducía a la enorme y solitaria puerta que antes ya había visitado.

Estando frente a ella, le atacaron los nervios, tenía el corazón acelerado, si era la llave ¡descubriría el secreto que guardaba el youkai tan celosamente! (¿será algo de valor? a quizás...) sus ojos destellaban al pensar en que podía ser un especie de pasadizo para salir del castillo y sus dominios, o mejor aún, una forma de derrotar a Sesshoumaru y así poder escapar.

-bien Kagome ¡a probar!- de verdad estaba nerviosa, le consumía la incertidumbre, necesitaba sabe que había detrás de esa puerta. Introdujo la llave en la cerradura.

Entro con facilidad, como si fuese el complemente ideal (si es la llave) -¡aaaah!- suspiró, algo en su interior le pedía a gritos que no diera vuelta a la llave, pero otra parte luchaba porque matara su curiosidad y comprobara su esperanza de marcharse del castillo para ir al lado de Inuyasha.

-ya estoy aquí- se dio valor y giro la llave lentamente, parecía resistirse a rotar, pero aún así cedió.

-clic- se escucho el sonido de un perfecto encaje, acompañado de una repentina ráfaga de viento lamentero, como si fuera una advertencia.

su corazón le palpitaba queriendo escapar de su pecho, era una situación de tensión ¿abrir o no abrir? por inercia empujo la puerta. Se escucho el rechinido con mucho estruendo, señal de una puerta vieja, descuidada y olvidada. De inmediato se escapo una vibración negativa del interior de la habitación.

(una energía maligna, esto es...) se dio cuenta tarde que algo muy malo estaba encerrado en ese lugar, la fuerza maligna la jalo a su interior y la puerta se volvió a cerrar.

CONTINUARA...

 

Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Lamento las faltas de ortografía de la continuación pasada, debido a fallos con Word (y flojera de reinstalar xD) llevo bastante tiempo haciendo las continuaciones aquí mismo . Y las últimas he estado haciendolas de madrugada, la anterior muuuy de madrugada y no se ni lo que escribo ^^U

Espero ya pronto poder corresponder a cada una sus comentarios, les agradezco mucho su lectura, de verdad y le doy la bienvenida a Tatiana y ya quedamos con el fic ^^

ESTA ES LA CONTINUACIÓN DE CAPITULO 17 QUE NO TERMINE LA VEZ ANTERIOR, LAS DEJO CON EL FIC...


TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)

CAPITULO 17 - ¡DESCUBRIENDO EL SECRETO!

-clic- se escucho el sonido de un perfecto encaje, acompañado de una repentina ráfaga de viento lamentero, como si fuera una advertencia.

su corazón le palpitaba queriendo escapar de su pecho, era una situación de tensión ¿abrir o no abrir? por inercia empujo la puerta. Se escucho el rechinido con mucho estruendo, señal de una puerta vieja, descuidada y olvidada. De inmediato se escapo una vibración negativa del interior de la habitación.

(una energía maligna, esto es...) se dio cuenta tarde que algo muy malo estaba encerrado en ese lugar, la fuerza maligna la jalo a su interior y la puerta se volvió a cerrar.

...


(¡Que es eso!) un aura negra cubría a Kagome, no lograba ver nada, el terror se apodero de ella, el frío le congelaba hasta los huesos dentro de ese cuarto tenebroso.

-¿qui...quién está aquí?- pregunto temerosa, entre deseando y no la respuesta, pero no obtuvo nada.

La energía tomo forma repentinamente, vio unos ojos sin un color bien definido, brillando, una figura fantasmal que parecía tomar forma de un youkai, sintió una gran pesadez, los ojos se le cerraban solos.

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(Ahí está mi peor enemigo, ¡Naraku! le odio tanto, ¡momento! no es él, hay alguien a quien odio aún más, esa persona es... Más bien ese youkai es... Sesshoumaru... ¡Ese brillo! ¿de dónde viene?)

Un destello de luz pego en su cara, abrió lentamente sus ojos y estaba recostada, dormida en la habitación que ocupaba en el castillo, la luz provenía de los deslumbrantes rayos del sol que se despedían en el ocaso.

-¿qué paso? ¡esa habitación!- vio a su alrededor, nada había cambiado (¿fue todo un sueño?) respiró entre aliviada e incrédula.

-no lo entiendo, juraría que fue tan real, es como si lo hubiera vivido, ¿de verdad fue un sueño?- intentaba recordar, pero todo parecía haber sido una vana ilusión.

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Sesshoumaru volvió cuando la noche invadió, en cuanto llego subió a la habitación de Kagome, sin cruzar palabra toco la puerta, le dedico una mirada helada, le entrego ropa que le había llevado y algunas cosas que podría necesitar y se marcho a su cuarto.

Meditaba, nada tenía sentido últimamente, ¿hasta dónde sería capaz de llegar con todo lo hecho? anhelaba tanto ver destruida a Kikyou y Naraku, ese era su único deseo. Cerro los ojos un momento, una silueta apareció en su mente, "Kagome", ¿por qué le pasaba eso últimamente? estaba seriamente molesto consigo mismo, la había marcado, eso no era algo de tomarse a la ligera, pero no había querido pensar en lo que hizo la noche anterior.

Veía sin poner atención a algo, levanto su brazo derecho y observo su mano, como si quisiera destrozarla, apretó formando un puño y haciéndose daño con sus propias uñas, enterrandoselas un poco.

(Maldita sea, nunca debí hacerlo, jamás me rebajaría a tener a una humana)

en sus divagados pensamientos desvío su vista a un punto fijo, las cosas no estaban como las recordaba, se acerco a donde localizo desperfectos, todo parecía en orden, nada faltaba, solo estaba desacomodado, hurgo entre las cosas con un mal presentimiento, "la llave", hacía tanto que no se ponía a pensar en aquel terrible cuarto del tercer nivel. Saco todo con ansia, se sintió tranquilo, la llave estaba en el pergamino, el papel estaba algo maltratado pero seguía ahí, rememoro lo que nunca debía olvidar.

(Tengo que tener cuidado con Kagome aquí, esa chiquilla es demasiado curiosa, jamás debe abrirse esa puerta del tercer nivel o sino...)

-¡Sesshoumaru!- le interrumpió la voz femenina

-¿qué quieres humana?- contesto seco

-necesito hablar contigo- le afirmó

con desgane, el youkai accedió y se acerco a la puerta

-¿no te da miedo estar de nuevo aquí?- le dijo burlesco

Kagome cerró la puerta tras entrar e inesperadamente le planto un beso, Sesshoumaru se retiro de inmediato

-¿qué pretendes?- le vio desconfiado

-¡nada! solo quiero corresponder tus atenciones, gracias por los kimonos- le sonrió sinceramente y sin decir más salió de nuevo, como si no hubiera sucedido nada

(¿qué le pasa ha esa mujer?) Sesshoumaru se quedo desconcertado, jamás esperaba una reacción así de parte de Kagome, fue un beso rápido, pero aún sentía la sensación de sus labios sobre los suyos, calientes, un arrebato de pasión, eso le transmitió.

El youkai no pudo conciliar muy bien el sueño después de lo que paso, no encontraba razón pero le mantuvo inquieto gran parte de la noche, apenas comenzaba el día cuando se levanto, para su sorpresa Kagome ya estaba despierta.

-¡Buenos días!- le sonrió, traía puesto un kimono negro con flores amarillo bajito, pero más que kimono parecía... ¿qué parecía?

-¿qué le hiciste a tu ropaje?- estaba ruborizado y no se atrevía a mirarla directamente, bajo las escaleras pudoroso

-¿esto? solo unas pequeñas modificaciones, verás en mi época lucen muy bien estos detalles- le mostraba las piernas coquetamente, había modificado el kimono, más bien parecía una bata de baño bastante corta.

-te prepare el desayuno y no puedes despreciarlo- le guiño un ojo

Sesshoumaru no comprendía lo que pasaba, Kagome estaba rarisima y él no sabía como actuar bajo esas circunstancias

(¿será por qué la marque y es humana?) pensaba si eran efectos secundarios -no me interesa tu asquerosa comida- conservó la compostura

-¿así vas a tratar a tu mujer?- le miro picaramente

Ni con toda su altanería y frialdad pudo evitar ponerse nervioso, no encontró que responder ¿su mujer? ¡ahora se declaraba su mujer!

-ven no seas tímido, te gustara lo que prepare- se acerco a tomarle del brazo

-yo no me alimento de la comida de los humanos- se defendió

-¡hay que mentiroso! la última vez me aceptaste la comida, ven- irremediablemente se acerco y lo guío a la cocina, el youkai se estaba empezando a molestar.

-¡Si no dejas de fastidiarme te arrepentiras!- le miro fijamente, enojado

-¡arrepentirme! si lo deseas puedes matarme en cualquier momento, soy tu mujer- se abrazo a él y froto su cabeza apapachandolo

Después de poder literalmente "deshacerse" de Kagome, Sesshoumaru reposaba en un bosque lejos del castillo, aún se preguntaba como ¡rayos! había aceptado comer con ella y había tolerado escuchar sus conversaciones, las cuales no le resultaban desagradables del todo, era verdad, pero para un youkai como él, Kagome era un ser inferior.

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-¡Inuyasha necesitamos tener ánimos! la última vez estuvo con él y ves que no cometio maldad alguna, ella regreso sana y salva-

-¡feh! pero esta vez estaba muy molesto porque me interpuse en su batalla con Kikyou-

Habían buscado todo el día pero no habían encontrado nada.
-¡Si quieres regresa tú! yo la buscare hasta encontrarla-

Sango estaba triste, trataba de alentar a Inuyasha, pero en lugar de eso lo tomaba como un reproche (¡Inuyasha! si supieras como me siento, no tienes idea.)

Si seguía en pie y con fuerzas, era por su deseo de encontrar a Kagome, porque nada más tenía en la vida que esa esperanza y la compañia de Kirara.

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Kagome se puso un kimono "normal" y salió del castillo, atravesó como si nada la barrera que le impedía pasar, luego la siguiente barrera que cubría el bosque, tenía que encontrar cierto "hanyou" y deshacerse de su fastidiosa presencia para poder conseguir lo que quería.

En menos de lo esperado ya estaba frente a las dos personas que la buscaban con tanta desesperación.

-¡Kagome!- Inuyasha pronunció su nombre con énfasis, gustoso, el verla fue volver a la vida, corrió a abrazarla

-¡Kagome!- Sango estaba contenta de haberla encontrado

-¡alto Inuyasha!- le advirtió amenazadoramente la miko -no te me acerques más- el hanyou estaba a unos cinco pasos de ella -¿no te das cuenta?-

Inuyasha no comprendía, un repentino olor a Sesshoumaru le llegó a su olfato -¿Sesshoumaru te vigila?- le pregunto inocente

-¿no lo entiendes?- Kagome le decía todo con sus pupilas fijas en las suyas

-Ka...Kagome... ¡él! ¿él se atrevió?- tenía miedo de acertar a su suposición, ahora que analizaba las cosas.

-Así es Inuyasha, ¡ahora le pertenezco!- le aseguró con mucha felicidad

-Kagome, ¿cómo puedes decirlo así de fácil? te acabas de casar conmigo, ¡eres mía!- le argumentaba con miedo, exasperado.

Sango solo observaba sin entender mucho de la conversación, ni meterse en ella.

-perdón Inuyasha, pero yo solo le pertenezco a un youkai, como verás ese no podrías ser tu que eres un híbrido, así que no quiero que me molestes- le expresó cortante y fría

Le dolio profundamente escuchar "híbrido" ¡Esa no era su Kagome! ¿qué le pasaba?

-¿qué sucedió Kagome? tu no me puedes estar diciendo esto, tu y yo... ¡Recuerda todo lo que hemos pasado para estar juntos! ¿por qué te dejaste marcar por él?- hablaba con mucho sufrimiento, tanto que sentía evaporarse en su lugar, no quería perder a la mujer que amaba y ella le decía que prefería a su hermano, ¡el youkai que desprecia a los humanos!

Sin decir más se dio media vuelta y se dispuso a partir de regreso al castillo, Sango ya entendía lo que pasaba.

-¡Espera Kagome! comprendo lo que dices, pero te casaste con Inuyasha ¿por qué haces esto?- la exterminadora no podía aceptar el cambio tan repentino

-Sango, me he dado cuenta de lo que quiero, ya que tu no pudiste ser feliz, ¿puedo serlo yo?- le dijo tajante

A la youkai taijiya le calo en lo más hondo el escuchar a Kagome, se quedo callada y con los ojos llorosos, fue como removerle la herida de Miroku y la pérdida de su hermano, ¿cómo podía ser egoísta para reprochar a Kagome su búsqueda de la felicidad fuese cual fuese?

Inuyasha intento detener a Kagome pero Sango se interpuso en su camino.

-La escuchaste, no se que paso, pero es ella y ha decidido estar con Sesshoumaru-

Aún no quería aceptar todo lo que dijo la miko, pero tuvo que resignarse por su propio orgullo, un profundo rencor le invadio
(¿¡cómo pudiste Kagome!? después de que yo te elegí a ti y te hice mi esposa) tenía ganas de llorar pero algo que ni en broma haría, se apodero la ira de su corazón (¡así que me engañaste! en realidad te fuiste con el maldito de Sesshoumaru por voluntad propia) enfurecido apretó los puños (esto no se va a quedar así) en el fondo estaba demasiado triste, su Kagome, ya no era suya.


CONTINUARA...