Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Re: Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Hola a tod@s, ya casi tengo lista la historia, me falta un pedacito, pero me muero de sueño, en cuanto este de vuelta de los brazos de morfeo pongo la conti ^^

Disculpen que me siga tardando tanto, espero pasando estas fechas de trabajo tener más tiempo y estar poniendo continuación diario como lo hacia antes xD

^^ GRACIAS POR SU LECTURA.

 

Re: Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Por mi última falta de tiempo, no puedo responder a cada una de ustedes, pero agradezco mucho su lectura. ^^
Le doy la bienvenida a "picara" y "Andromeda110"

Las dejo con el fic, perdonen las faltas de ortografía que se me pudieran haber escapado.


TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)

CAPITULO 15 - LA PRIMERA EN TODO


Kohaku dio su último aliento y murió.

-¡KOHAKUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!- Sango lloraba desconsolada, ya no había motivos para vivir, ni uno solo.

Recargo su rostro sobre el cuerpo del menor y siguió llorando en silencio, no había remedio para nada. (Kohaku, dime que estoy es una pesadilla, una como tantas que he tenido últimamente.)

Un motivo, solo uno le regreso el valor de seguir, tomo una fuerza aterradora.

-Ya no hay remedio, pero no permitiré que hagas más daño a los que me rodean.- se paró segura, decidida, limpiándose las lágrimas y tomo el Hiraikotsu que estaba cerca.

Miroku intento atacarla, pero se defendió.

-te matare desgraciado, a ti y al maldito de Naraku.- su expresión mostraba un odio infinito, sus ojos estaban llenos de sed de venganza.

...

-¡muereeeeee!- la exterminadora lanzó su Hiraikotsu, no razonaba, la sangre le hervía por dentro, como el carbón que se consume en la llamarada. Sus ojos llenos de rabia electrizaban a donde vieran, con un inmenso rencor.

El monje esquivo el ataque con avidez y le lanzo un poder como respuesta, el cual tenía gracias al fragmento de la shikon no tama, pero tampoco surgió efecto pues con habilidad la youkai taijiya escapo del contraataque.

Volvió a lanzar su boomerang con una fuerza aterradora, esta vez logro rajar la mejilla de Miroku, un hilillo de sangre se hizo notar de inmediato, pero el monje no respondió a signos de dolor, estaba con la mirada fija en Sango, el rostro inexpresivo y consciencia perdida. Al momento se defendió lanzando un segundo poder, que dio directo contra el vientre de Sango, haciendo que saliera volando unos metros.

Le dolía el cuerpo y el ataque le afecto bastante, pero su ira no disminuía

-lo odio, lo aniquilare-

Desenvaino su sable, que en contadas ocasiones utilizaba y se fue contra cuerpo, hacía Miroku (Houshi-sama lo matare, y dejare que me acabe a mí, así evitaré que más gente sufra y dejare este mundo con usted)

-Kaze no kizu-

Un borracho llegó al rescate de Sango.

-¡Muere maldito demonio!- Inuyasha apenas sostenía algo tembloroso a colmillo de acero -Sanguito querida, hip, hemos venido ha ayudarte, ¡ahora si engendro se, hip, acabaron tus días!-

Kagome venía tambaleándose tras Inuyasha.
-¡Siiiii! tu puedes Sesshoumaru, acabalo-

-¡Maldito! ¿dónde está?- Inuyasha se alebresto, ni la borrachera impedía su rencor hacía su medio hermano.

-¡he! ¿dónde? no lo veo Inu...¿cómo te lla...? inumaru-

-oye que te pa...-

El ataque de Miroku los regreso de la disputa que aparentemente iba a comenzar, Sango estaba distraída con la llegada "inoportuna" de sus amigos, pero volvió a reaccionar.

-¡Miroku! yo soy tu oponente, déjalos en paz- se lanzo contra él sorpresivamente y le encajo la espada en su pecho, no pudo evitar mostrar su lado más sensible, unas lágrimas se le escaparon silenciosas. (Excelencia, quería morir a su lado, pero no me dejo otra alternativa, ahora sufriré más que nunca.) Saco su sable cubierto de sangre, del cuerpo del monje, su corazón estaba partido en pedacitos, así lo sentía, las fuerzas se le fueron, se dejo caer de rodillas derrotada y sin muchos ánimos de vida.

Miroku tenía una profunda herida, de inmediato cayó al suelo, pero de nada sirvió, él vivía gracias al fragmento de Shikon, así que no iba a morir.

Se dio cuenta de su error (lo olvide, Miroku ya esta muerto, la única forma es...) tomo valor para continuar -Kagome ¡ahora! antes de que se recupere por completo, quitale el fragmento ¿lo ves?-

-yo, este... pues... ¿Por qué tiene dos fragmentos?-

-¡Kagome por Kamisama! has un esfuerzo para concentrarte- (le volveré a encajar la espada) empuño su fina espada directo a la cabeza del houshi.

Una flecha que venía de "la nada" con gran puntería y fuerza le hizo soltar el sable.

-¡Kikyou! ¿por qué?-

-perdón, he fallado Sango, intente darle al houshi-

Los insectos de Naraku llegaron de su larga travesía y envolviendo en veneno al monje se lo llevaron.

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(Interesante, ahora Kikyou me ayudo, al parecer quiere que esa exterminadora sufra más) neutralidad, solo eso se veía en el semi demonio (Sango, torpe, si supieras que el alma de tu amado sigue en su cuerpo, debe de sufrir mucho, ya que todo lo hace a mi voluntad gracias a la perla de Shikon, pero es un trato generoso, después de todo le estoy dando oportunidad de vivir con el fragmento) -jm jm jm jm jm- Naraku volvió a su habitual sonrisa triunfal.

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Kikyou estaba feliz (por lo menos algo debía salirme bien, no puedo creerlo, lanzo esa flecha a Kagome y justo en ese momento Inuyasha olfatea a Miroku y salta con esa tonta para ir a buscar a Sango, perra suerte. Pero salve a ese monjesucho, espero que haga sufrir mucho a esa exterminadora que me desagrada tanto, aunque creo que ahora mismo ya no tiene mucha esperanza.)

Alguien la distrajo de sus pensamientos -¿qué haces aquí zorro despreciable?- levanto un poco en entrecejo molesta.

-Kigome, Kigome, Kigome, te quiero- Shippou se frotaba en un brazo de Kikyou y estaba pegado como sanguijuela al mismo, victima del alcohol.

La borrachera de Inuyasha se había despejado un poco, Kagome era la que estaba irremediable.

-lamento mucho que Sango se haya querido quedar a dormir en su aldea, debe ser muy cruel sepultar a tu propio hermano.- el híbrido lucia preocupado.

-ella lo quiso así Inuyasha debemos respetárselo, quería acompañarla, pero deseaba estar sola- sentía que todo le daba vueltas.

-lo peor es que fue Miroku, te das cuenta-

Lamentablemente Kagome estaba pasada de Sake, Inuyasha lo noto.

-feh, a mi ya se me esta pasando, eres muy débil para beber, sigues borrachota ¡verdad!-

-yo no estoy borracsssha, estoy ebria, que es muy diferente-

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-¡Sesshoumaru-sama! espéreme, va muy rápido, ¿a dónde vamos ahora?- Jaken volaba apresurado en Ah-Hun, tenía horas molestando con sus preguntas sin respuesta.

-Jaken, te has vuelto una molestia.- confeso impaciente el youkai de cabellos plateados.

-no me diga eso amo bonito- Jaken aflojo su cuerpo, deprimido -solo quería saber algo una ves en mi vida, yo le he sido fiel amito-

-déjate de basura- Sesshoumaru le lanzo una minúscula agresión con sus garras, dejando su cara marcada, iba en búsqueda de su último recurso para regresar a Rin.

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El tiempo comenzó una carrera, de las que solo el puede lograr. Se mostraba el sol imponente en cada alborada que pasaba, otras veces las nubes desafiantes le cubrían y parecía que el cielo lloraba a cantaros. Luego venían las tinieblas cubriendo con su negrura, haciendo compañía de la noche.

Especialmente amanecía un día peculiar, lleno de preparativos para Kagome.

-Tres meses, aún me parece que fue ayer- Sango estaba melancólica, su aspecto era demacrado, más delgada que de costumbre, sin perder su figura, pero algo escuálida; su piel estaba pigmentada por un color amarillento, dejando la gracia de sus mejillas chapeteadas y de su acostumbrada vivacidad solo quedo el recuerdo.

-Sango tienes que salir de esto, siempre estás muy triste- su amiga trataba de consolarla.

Sango sabía que no era momento para pensar en cosas dolorosas.

-Kagome no puedo creerlo, me extraña todo esto, más sabiéndolo de Inuyasha, él es tan cerrado, pero ahora si que me sorprende, a Kikyou la ha tratado como amiga y tu haz sido principal en su vida.-

-yo tampoco lo creía pero ya se ha llegado la hora y sus acciones lo demuestran.-

-¿tu familia siempre que dijo?-

-pues mi mamá me apoyo, creen que soy chica para casarme, pero siempre estarán conmigo, lastima que tienen pena de no poder asistir a mi boda, pero prometí ir a mi mundo también a casarme con Inuyasha- le sonrió radiante la feliz novia.

-eso es lo importante, mañana te casas y debe estar todo listo, dejémonos de tonterías y centrémonos en los preparativos, la aldea entera esta ayudando. Por cierto ¿alcanzara a regresar Inuyasha hoy?-

-si, solo fueron a los alrededores, pero te pedí que nos quedáramos, precisamente porque estoy algo tensa, necesito dejar todo listo- le argumento inocente la joven.

-pues sinceramente yo no se como confías en Kikyou, perdóname pero aunque parezca que ella ha cambiado, uno no deja de amar una persona, así de la nada, eres muy ingenua- Sango la vio fijamente, con cara de malicia, misma que Kagome no había tenido.

-no creo, si fuera así ella bien podría aprovecharse, se comporta correcta conmigo y con Inuyasha- (sinceramente, tengo un poco de celos, pero no puedo estar desconfiando solo porque si, siempre he sido celosa de ella, aunque no quiera.)

Inuyasha y Kikyou habían ido a seguir la pista de un youkai que acechaba las aldeas cercanas.

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En esos tres meses que habían pasado, Kikyou se dedico a hacer maldades, matar aldeanos por placer y sobre todo a conquistar a Inuyasha, quien tenía el corazón confundido un poco, nuevamente.

-ese monstruo era un debilucho, feh- Inuyasha presumia orgulloso su azaña de eliminarlo.

Descansaba un rato con Kikyou en una pradera solitaria, cubierta de pasto y flores de muchos colores, las mariposas revoloteaban en sigilo, de los pájaros se escuchaban ecos lejanos.

-Inuyasha- llamo su atención la mujer -después de todo lo que me paso y nos sucedió ha ambos, siempre estarás presente, aún siento el dolor de tu próxima boda- le dedico una mirada conmovedora, cargada de tristeza y una expresión lastimera.

-Kikyou yo...- se reprochaba el volver a dudar, hacía un mes que su corazón se volvió a confundir entre Kagome y Kikyou (estoy a un día de que Kagome sea mi mujer y sigo pensando en Kikyou)

-es tan raro Inuyasha, el que te cases con ella, reconozco que para ti es muy difícil expresar sentimientos, eres como yo, no podía creer que le propusieras matrimonio cuando lo supe hace dos semanas me quede perpleja, más al saber que ya tenían tiempo ocultándolo-

-Kikyou tu siempre serás la primer mujer que yo he amado- le reitero, con esa forma como solo a ella le podía expresar sin vergüenza sus sentimientos.

Era la oportunidad que la sacerdotisa esperaba, se acerco descarada y decidida.

-entonces Inuyasha... Deja que yo sea la primera en todo.- lo beso inesperadamente.

-Kik...- no dijo más, correspondió al beso con dulzura, pero Kikyou estaba llena de maldad ahora, no podía esperar más que ardoroso deseo. El beso se torno apasionado, Inuyasha no pensaba mucho, se dejo llevar.

Empezaron un compás de caricias, suaves y delicadas por parte de Inuyasha, atrevidas y lujuriosas por la de Kikyou. Hasta que no conforme, entregado a las sensaciones el mismo Inuyasha la despojo de la parte de arriba de su ahori.

AL BLOG, PARA QUIEN QUIERA VER LEMON DE ESTOS DOS (MIEDO)


Kikyou veía al dormido Inuyasha complacida -ja- (eres mio Inuyasha, pobre Kagome, a un día de casarse y ya alguien le comió su mercancía. Era lo menos que me merecía, todo este tiempo intentando matarla y la maldita con la suerte de seguir viva, nada me salia a discreción, pero no podía hacerlo directo. Al final el gato cazo al ratón.) -jajajaja, o más bien el perro lame los pies de su ama- dijo en voz alta, sin importar que Inuyasha pudiera despertar y la escuchara.

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-amo bonito, extrañaba estos lugares, fuimos a tierras muy lejanas- Jaken estaba emocionado de volver a los rumbos de siempre.

Sesshoumaru estaba pensativo, no hubo remedio para Rin, por lo que ahora se dedicaría a vengarse.

-vamos a matar estorbos Jaken, así que necesito que dejes de hablar tanto y hagas lo que te diga-

-¿he? sí, claro Sesshoumaru-sama, ya sabe que yo me postro ante usted y una orden suya es un mandato para mi y...-

La mirada asesina de Sesshoumaru lo freno de seguir hablando.

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(Así que el príncipe de las tierras de oeste al fin regresa) - jm jm jm jm- (matar a esa criatura que podía regresar a la vida a Rin fue una excelente idea, tengo grabada su cara de angustia, señor Sesshoumaru, después de su viaje tan lejano, darse cuenta que fue solo para confirmar la muerte de esa poderosa youkai que podía ayudarle, debió ser duro.)

Naraku se glorificaba de su victoria.

(Ahora seguro que si todo es como creo, usted quiere verme muerto, su única alternativa es usar lo que yo quiero. Y justo espere este momento.)
Se le formo una mueca retorcida en la boca, sus planes parecían calculados con tal exactitud, que daba pavor ver sus ojos penetrantes, con el intenso color sangre.

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El día se fue más rápido de lo esperado, la noche fue sosiega, pero llena de remordimientos para Inuyasha por haber estado en los brazos de Kikyou, había sido la primer mujer con quien compartió la intimidad, tal como siempre fue, LA PRIMERA EN TODO, la culpa le pesaba.

Dándose paso una clara mañana, esplendorosa y de sol radiante en lo alto, comenzaba el momento tan esperado por Kagome, quien se arreglaba en la cabaña de Kaede.

-estate quieta un rato Kagome, deja que termine de maquillarte-

La miko estaba inquieta y temblorosa.

-perdón Sango, es que no puedo evitar los nervios-

Su amiga le sonrió, su motivo para sobrevivir era la tan ansiada boda de Kagome.

-luces preciosa, más con todas estas cosas que trajiste de tu época, son muy bonitos los colores de estas pinturas-

Kagome se ruborizo.

-gracias Sango-

Se observo su blanco Kimono y su obi, muy acorde a la época, regalo de la anciana Kaede. Tomo el espejo de mano que había llevado, era verdad, se veía muy bien con su cabello recogido en un chongo, con un adorno hecho con cuentas brillantes que parecían cristal, junto al combinado maquillaje.

Inuyasha estaba en la cabaña de otro aldeano con Shippou.

-bestia, ni pareces tu- le observaba atento.

Inuyasha traía puesto un ahori negro, era lo único que había cambiado en él, junto a su deje de tristeza.

-mentira, eres igualito, solo cambiaste de vestimenta- movía la cabeza en señal de desaprobación.

-cállate enano, deja de molestar- le dio un golpe en la cabeza, no tenía mucho humor, sabía que traiciono a Kagome.

Todo estaba arreglado en la aldea, se había preparado un gran banquete, el pueblo entero lucia ropas nuevas y galantes, se tenía preparados a unos aldeanos para musicalizar con instrumentos de viento, muchos pergaminos anunciaban el acontecimiento y papelitos de colores adornaban todo el lugar.

Kaede organizaba todos los detalles.

(el cielo se ve ensombrecido un poco, parece que se avecina una tormenta, esto es un mal augurio.)

La boda comenzó un poco después, se reunieron todos en el recinto de la aldea, un lugar viejo, pequeño, más bien parecía una altar con un techo. Estaban al aire libre y un monje oficiaba la ceremonia.

(Miroku-sama, hubiera deseado que fuera usted el que celebrara este acontecimiento, me extraña que Naraku no haya atacado, ¿qué estará tramando?) Sango no dejaba su aflicción.

Inuyasha no podía ver a Kagome a los ojos, pero cuando llego contemplo lo hermosa que se veía, irradiaba más que el sol en su máximo fulgor, aunque en el momento era tenue (Kagome será mi mujer, no importa lo que paso con Kikyou, no volverá a suceder)

Kagome caminaba firme, pero por dentro sentía que se iba a caer, era un día muy feliz para ella, esperado por muchas mujeres y en particular un sueño que parecía imposible, ya que Inuyasha le amaba, algo que jamás imagino. Le parecía que el hanyou se veía realmente atractivo.


Escondida Kikyou apuntaba con una de sus flechas (impediré está boda, sabrán que fui yo pero diré que fue un accidente) pensaba al tiempo que invocaba un espíritu maligno, el cual sería el pretexto.

------------

-¡Sesshoumaru-sama! eso que me pide es inaudito, yo no puedo, esa asquerosa humana no va a venir-

-entonces lárgate y deja ha Ah-Hun- le dijo secamente.

-está bien, usare mi báculo de dos cabezas si es necesario, para ahuyentar a sus amigos-

-la tomas mientras me encargo del estúpido de Inuyasha-

Sesshoumaru iba a llevarse a Kagome para su venganza contra Naraku, sabía que él deseaba algo de ella, pero no sabía con exactitud que era, muerta o viva, se la había pedido antes y aprovecharía esa debilidad.

(Hay muchos aromas, pero percibo el suyo cerca. Naraku eres un cobarde, lo sabía, no te atreves a venir por propia cuenta a llevarla, le tienes miedo al insecto de Inuyasha.)

Sin imaginar que Kagome se estaba casando con su medio hermano se acercaba a realizar su cometido.

-------------

Inuyasha y Kagome se tomaron de las manos, el monje comenzó con los votos.


CONTINUARA...

 

Re: Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Últimamente he tenido muchísimo trabajo y he podido dedicar menos tiempo al fic, espero para la próxima semana estar más libre. ^^

A todas las lindas señoritas que me escribieron vía MP o por el perfil diciéndome que no podrían entrar al foro seguido para ver mis contis o postear, no se preocupen, agradezco su lectura.

Agradezco sus comentarios a mi amiga Yela y Pan-chan *O*
gracias Kotono por no asesinarme todavía ^^U

LAS DEJO CON EL FIC...



TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)

CAPITULO 16 - ME PERTENECES

-¡Sesshoumaru-sama! eso que me pide es inaudito, yo no puedo, esa asquerosa humana no va a venir-

-entonces lárgate y deja ha Ah-Hun- le dijo secamente.

-está bien, usare mi báculo de dos cabezas si es necesario, para ahuyentar a sus amigos-

-la tomas mientras me encargo del estúpido de Inuyasha-

Sesshoumaru iba a llevarse a Kagome para su venganza contra Naraku, sabía que él deseaba algo de ella, pero no sabía con exactitud que era, muerta o viva, se la había pedido antes y aprovecharía esa debilidad.

(Hay muchos aromas, pero percibo el suyo cerca. Naraku eres un cobarde, lo sabía, no te atreves a venir por propia cuenta a llevarla, le tienes miedo al insecto de Inuyasha.)

Sin imaginar que Kagome se estaba casando con su medio hermano se acercaba a realizar su cometido.

-------------

Inuyasha y Kagome se tomaron de las manos, el monje comenzó con los votos.

...

Inuyasha dejo de un lado la culpa, felicidad y nerviosismo, solo eso invadía su ser cuando tomo entre sus manos las de Kagome. ¡Su boda! en un principio parecía un sueño, ¡es más! no admitía que Kagome había ganado su corazón, cuando ella le pidió anunciar que se casaban, casi pegaba el grito al cielo y peor aún cuando supo que la aldea estaría implicada.

(estoy aquí y siento que no estoy, como si fuese humano, tontamente lo parece, enamorado como uno de ellos. ¡Kagome! ese solo nombre a mi mente suena perfecto, al final Kagome es quien me hizo descubrir que podía confiar en los demás, alivio mi soledad, pude hacer amigos porque me enseño el valor de la amistad, se que nunca más estaré solo.)

Kagome estaba temblorosa, dichosa de casarse como ninguna otra en la época antigua. Las palabras que decía el monje parecía ecos lejanos, veía con su mirada chocolate a Inuyasha, perdiéndose en la intensidad de sus ojos tan brillantes y hermosos como el oro.

El latir de su corazón producia un torrente que le calaba hasta los huesos, ¿¡tanta felicidad se puede llegar a sentir?! se preguntaba inquieta, sentía que volaba entre las nubes, por el cuerpo le recorría una sensación placentera de emoción.

(Inuyasha... Aún recuerdo la primera vez que te vi, el muchacho en ese árbol, dormido en un sueño profundo, no repare en la flecha en tu pecho, solo en tu rostro, tan apacible. Creo que desde ese momento sin darme cuenta me enamore, tanto hemos pasado, pensé que con Kikyou de por medio jamás se haría realidad que me amaras, este momento me parece un sueño, un dulce sueño.)

El monje termino su sermón y procedió a dar la unión a ambos.

(Es tiempo de que ese espíritu aparezca y de que yo mate a Kagome) -ja ja ja ja ja- Kikyou rió en voz baja y preparo todo para que desapareciera la miko que tanto le estorbaba.

Un fuerte dolor en la espalda le impidió su cometido, dolía tanto que cayo al suelo.
(quien...) -¡maldito!-

-desaparece estorbo- Sesshoumaru sentía la furia arder en su interior, era la oportunidad que esperaba para deshacerse de la sacerdotisa.

Kikyou lanzó una flecha defendiendose.


Todavía sin percatarse de lo que pasaba, la boda se celebraba.

-bien ahora son esposos ¡felicidades!-

La muchedumbre empezó ha aplaudir.

-¡buaaaaaa!- Shippou corrió a las faldas de Sango a llorar.

-tranquilo Shippou, tranquilo.- Sango estaba feliz, por fín, no había nada que pudiera separar a la pareja.

El olor tan perceptible llego finalmente a la nariz de Inuyasha.
(Kikyou)
Corrió en su auxilio.

La miko seguía intentando salvarse de las "garras" de Sesshoumaru, daba batalla, una flecha ya había rozado al youkai.

-te eliminare primero, desgraciado.-

-¡¡¡Kikyoooooooooou!!!- llego Inuyasha defendiendola con un ataque de su espada.

-¡aún lado estorbo! esta pelea es entre esa mujer y yo-

Todo el pueblo estaba extrañado, Kagome siguió a Inuyasha al igual que Sango y Shippou.

-¿qué es todo esto?- noto luego la presencia inesperada -¡Sesshoumaru!-

Sesshoumaru lleno de coraje hacía Kikyou y una mezcla de euforia, lanzo un poderoso ataque hacía Inuyasha, e inesperadamente tomo a Kagome.

-¡Kagomeeeee!- el hanyou desesperado intento acecarse.

-¡ja! te dije que no te metieras en lo que no te importa- le vió retandolo. -ya resolveremos cuentas mujer- dijo despectivamente a la mal herida Kikyou y sin más se elevo en una bola de energía y se marcho.

-¡Kirara!- Sango subió a su transformada mascota para seguir a su amiga, Inuyasha también se dispuso a seguir a su medio hermano.

-Inu...yasha-

La lastimera voz le detuvo, Kikyou estaba realmente mal, había recibido graves lesiones.

-no te preocupes Kikyou, te recuperaras- le afirmo, viendo como Kaede ya se acercaba ha ayudarla. Luego se fue a rescatar a Kagome.

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(No puede ser... ese maldito se llevará a Kagome, si sigo luchando contra esta miniatura.)

Sango intento rescatar a su amiga, pero Jaken montado en Ah-hun, le atacaba con su baculo, lanzandole fuego con una de las cabezas.

Inuyasha dió alcance a Sango y la defendió, Jaken cayó de Ah-hun.

-te tengo pequeño monstruo- Sango le veía molesta.

-no sueltes a esa lagartija, nos puede servir- Inuyasha siguió el rastro de Kagome y Sesshoumaru, dejando atras a la exterminadora.

(maldito, Kagome ya es mia, la traere de vuelta.)

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-¡sueltame!-

No hubo respuesta.

-¡Inuyasha vendrá por mí!-

Ni un sonido.

-¡Soy su mujer! no se detendrá hasta encontrarme-

Tampoco se emito alguna frase, pero esta vez el youkai, quien la traía aprisionada con una mano, le dio un fuerte apretón.

-¡baka! me estas lastimando-

Pronto estuvieron en el castillo de Sesshoumaru.

(de vuelta ha este lugar, Inuyasha, ven pronto)

Adivinando sus pensamientos Sesshoumaru por fin cruzo palabra.

-ese hibrído nunca podrá venir por más que lo intente, el castillo tiene una barrera que lo protege, no solo la mía, los bosques de los alrededores estan protegidos aún por la barrera que puso mi padre hace años, ni un olor o ruido sale de ella-

Kagome abrió sus ojos con asombro.

-¡¿que?!- (entonces...) -¡te odio! dejame ir, me acabo de casar con Inuyasha y soy su esposa-

Hubo un respingo en las orejas de Sesshoumaru, pero aún así se quedo callado.

-no me ignores, no importa lo que hagas, se que se las arreglara para venir por mi-

Después del frustrado intento de matar a Kikyou y la intervención de Inuyasha, Sesshoumaru no estaba tan paciente del todo, esas palabras le estaban comenzando a molestar.

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-habla rata infeliz-

-no se, ni idea de a donde se la llevo el amo ¡y aunque lo supiera no lo diría!-

-ah si, pues te obligare a decirmelo o moriras-

Inuyasha estaba desesperado, el rastro de Kagome y Sesshoumaru había desaparecido.

-¡no me mates! te juro que no se- dijo lloriqueando Jaken.

-Ya Inuyasha, no ganaremos nada-

-¡feh! pues entonces mantendremos a este diminuto estorbo con nosotros, veamos que tanto le importa su pequeña mascota a Sesshoumaru-

-¡que dices! yo no soy ningún estorbo y mucho menos diminuto, el amo Sesshoumaru seguro vendrá por mi y te destrozara- (¡verdad que vendrá amo bonito!) pensaba dudoso.

------------------

Sesshoumaru se adentro en una barrera como si no existiera, caminó varios metros adentro y llego a una cabaña de aspecto pacifico con un lago en su lado derecho.

-Señor Sesshoumaru, no esperaba su visita- le afirmó una voz seca y fría entre las sombras.

-tengo algo que deseas, ya que el estúpido de Inuyasha te produce miedo, te conseguí "algo" que de seguro quieres, vengo a hacer un trato-

-¡oh! el gran Sesshoumaru haciendo tratos conmigo, eso si es inesperado, ¿qué clase de tratos quiere hacer?-

-Kagome, tengo de nuevo a esa mujer y te la daré en cuanto me lo pidas, a cambio de cierta cosa-

-jm jm jm jm, vaya, así que cree que estoy interesado en esa sacerdotisa- le dijo despectivo.

-no, lo afirmo y creo que ya se porque- le hablo triunfal, con esa superioridad común en él.

Para Naraku fue una sorpresa, pero se repuso enseguida, sin dar a mostrar reacción.

-suponiendo que este en lo cierto ¿qué es lo que desea a cambio?-

-algo sencillo- le vio directo a sus ojos carmesí -o tal vez...- hizo una mueca de agrado -para ti difícil- le observo con provocación.

-para mi no hay nada imposible Sesshoumaru- le reto con la mirada.

-pues entonces será sumamente fácil, "eliminar a Kikyou"-

Sesshoumaru sabía que ese no era su estilo, si lo que más deseaba era eliminarla con sus propias manos, pero había algo "oculto" detrás de todo eso que solo él imaginaba.

-algo tan simple a cambio de Kagome, me parece señor Sesshoumaru, que empezamos a entendernos nuevamente- le aseguro Naraku con otra gran idea para sus adentros.

Sin decir más el youkai se marcho.

----------------

Kagome estaba afuera del castillo con la esperanza de que Inuyasha llegara a rescatarla.

(Inuyasha, no es justo, pense que ya nadie impediria nuestra felicidad. ¡Como odio a Sesshoumaru!) estaba furiosa con el youkai. (Me dejo y se volvio a largar como acostumbra)

Parecía invocación su pensamiento, pues Sesshoumaru apareció, paso de largo como si no existiera ella.

Llegó la noche cubriéndolo todo, helada y sin luna, tan opaca como Kagome se sentía. Pronto sus necesidades básicas fueron más fuertes que todo sentimiento.

(tengo hambre, pero no le aceptare nada a ese monstruo) se contesto viendo la comida que le había llevado en silencio el youkai horas antes.

Sesshoumaru se acerco al cuarto de Kagome y abrió sin preguntar, observo la comida, estaba intacta.

-come- le ordeno.

-no lo haré- contesto Kagome sin siquiera verle, estaba viendo lo poco que se apreciaba del paisaje nocturno por la ventana.

-mientras estés aquí, harás lo que diga ¡humana!- nadie se interpondría ante su Supremacía.

-no, no eres nadie para ordenarme- Kagome intentaba desquitar su frustración de estar ahí.

-en este castillo ME PERTENECES- le afirmó.

-pues entonces déjame ir- hizo una pausa -yo siempre seré de Inuyasha, es a él a quien pertenezco- agregó.

Esto último por fin encendió el orgullo del youkai, se abalanzo contra ella.

-eres una fastidiosa, te demostraré que nadie es más que el príncipe de las tierras del oeste-

La tenía presa de sus manos que la arrinconaron en la pared y apretaban sus hombros.

-además... no veo que le pertenezcas a ese tonto- le dijo sarcástico, observando su cuello.

Kagome se puso sudorosa, le entro ese miedo inevitable a Sesshoumaru, parecía repetirse la escena de aquel día que bien recordaba, pero no fue capaz de decir nada, sabía bien a que se refería Sesshoumaru cuando decía que no le pertenecía a Inuyasha.

(debí dejar que me marcara Inuyasha, no se porque dude)

Sesshoumaru la volvió a olfatear, ese aroma siempre lo tenía presente, tan único, solo de ella.

-mía- le susurro al oído.

Acercando su boca al cuello que parecía llamarle, Kagome esta aterrada, no quería ni por equivocación imaginar lo que parecía disponerse a hacer el demonio.

(no, creo que sea capaz) -soy esposa de Inuyasha- le argumento de nuevo, como si fuese la defensa más fuerte, Sesshoumaru pareció tomarla como una débil queja.

Soltó la presión ejercida en sus hombros y la abrazo con su brazo izquierdo, apretándola contra él, reclamando el contacto de sus cuerpos. Se estremeció al palpar la figura femenina y las curvas que ya había visto con claridad anteriormente.

Repaso con su lengua el delicado cuello de la miko, Kagome se resistía a ser sobajada de esa forma, intento defenderse, pero no se podía mover.

(Inuyasha, Inuyasha ¡ayúdame!) Suplicaba porque mágicamente apareciera su amado hanyou, pero solo era una falsa ilusión.

La respiración de Sesshoumru se agito, con su mano derecha acarició el suave cabello de Kagome, le inclino un poco su cabeza, ya que la miko se intentaba cubrir. Mostró sus afilados colmillos, con intención firme y consciente de realizar su cometido.

-Sessh...oumaru... ¡onegai!- suplicó intentando que el youkai se apiadara.

Contrario a ello, Sesshoumaru clavo ligeramente sus colmillos produciendole molestia, extasiado en su proeza los clavo con disfrute más a fondo. Kagome dió un brinco, le dolió, pero a la vez le recorria un hormigueo por todo su cuerpo, se relajo, mostrando soltura. Unas finas lágrimas recorrieron su rostro, Sesshoumaru la estaba marcando, sabía lo que eso significaba.

CONTINUARA...