[*...El ladrón de Corazones...*]

[*...El ladrón de Corazones...*]

[…El LaDrÓn De CoRaZoNeS…]
Ola!! Bueno abro este fic , para poner una historia que no tiene seres fantásticos , es un historia de amor normal y corriente ; espero que os guste xD!
Básicamente se trata de una chica que es huérfana y todo le ha ido mal en la vida y se encuentra con un chico con el que al principio se lleva mal pero que acaba “acogiéndola” en su casa, y a partir de ahí viven el y ella y los de su familia en la casa… pero entre ellos dos, irá floreciendo el amor^^
Ah , otra cosa , esto en general sería una plantilla de un libro… así que los caps serán más largos…xD
Bueno el primer cap , espero que os guste!!

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CAP 1: Un encuentro desafortunado


Era de noche. Faltaban poco menos de unas horas para que dieran las 12:00.
Estaba todo preparado. Solo tenía que entrar y llevarme la estatua, ¿no?
Mi corazón palpitaba a un ritmo frenético, que en un momento determinado concordó
con los nítidos sonidos de las manecillas del reloj, que indicaban el tiempo que faltaba para entrar en la casa.
Las doce menos cinco…faltaba poco. Una de las más sencillas normas en esto era ser puntual. La primera campanada me asustó, y me indicó que debía actuar. Bajé por un árbol y entré por una pequeña ventana. Todo bien por ahora. Salté hacia la sala de estar y allí estaba. Suspiré varias veces y me encaminé hacia la estatua. Cogí con cuidado la estatua…bien, ahora, correr. Fui deprisa hacia la ventana para salir. Me paré en seco frente a la ventana, con cara de asombro.


La cuerda que “seria” mi escapatoria se cayó y ahora estaba tirada, en el suelo. No podía saltar, había más metros de distancia que el largo del titanic…
Deseé tener una escalera. Descubrí entonces otra salida. Una puerta de una habitación según mis mapas, daba a un corredor, y este, afuera.
Me encaminé hacia la habitación, situada al Norte de la sala.
Giré el picaporte con cuidado y sigilo y entré en la habitación.
La habitación era lujosa, y pensé en llevarme algo más, pero era arriesgado.

Caminé con pies de plomo hacia el balcón, para ver si había un corredor.
Dejé la bolsa con la estatua en el suelo y me dirigí hacia el balcón.
De repente, tropecé con algo, y eso y mi torpeza, y hicieron que me resbalara y cayera mi cuerpo sobre mi hombro, haciéndome soltar un quejido de dolor.
Me había dañado el brazo. Estaba segura. Me disponía a escapar como pude cuando de pronto, una voz ronca y dulce a la vez con sonido de cansada, me sorprendió:
-¿Quién…anda ahí?-preguntó la voz con tranquilidad.
Intenté esconderme, pero lo que hice fue caerme, por culpa de mis propios pies.

Se levantó. Hasta ahora esa persona estaba durmiendo, y la había despertado.
-“Maldición”-susurré para mis adentros.
-¿Quien hay ahí?-pregunto la voz con seguridad.
-La limpiadora-dije sin seguridad…, respondiendo con lo primero que se me vino a la cabeza. ¿Limpiadora...? Por favor… ni siquiera sabía si tenían una limpiadora allí… menuda excusa…
-Ah…vale… ¿es un poco tarde, no?
Me dispuse a salir cuando vi que se tendía de nuevo.
Justo antes de abrir la puerta, alguien me sorprendió encendiendo la luz.
Me giré rápidamente, era un chico, el que dormía, me observaba entre una expresión graciosa y cautelosa.
El chico tendría mi edad, o uno o dos años más…Era rubio oscuro, con ojos verdes cristal. Ahora se había levantado, y su pecho musculoso estaba al aire.
No pude evitar no respirar cuando se dirigió hacia mí. Odiaba admitir la belleza de un chico. Pero este era “pasarse”…
-No eres de la limpieza-no era un pregunta
En ese momento, aparté la vista de su cuerpo para clavarla en sus ojos. Estaba en peligro.
Podía escapar. “Si planeaba bien…pensé en salir por la ventana…”me quedé mirando hacia el balcón, dirigió la mirada hacia la mía y él leyó mis pensamientos.
-No lograrías escapar. Hay cámaras y muchos metros de distancia. Y por la barandilla…es muy estrecho, te caerías.
Le miré con odio,¿me había leído el pensamiento…?
Me dispuse a hablar cuando puso la yema del dedo en mis labios y susurro:
-Shh…No le diré a nadie nada ni llamaré a la policía.
-¿A cambio de…?-averigüé cuando me dejó hablar.
-…A cambio de un beso.-completó alzando una ceja.
-¿Qué? – pregunté anonadada. ¿Un beso…? ¿B-E-SO?
¿Había oído bien?
Caí en al remota conclusión de estar hablando con un loco. Un loco. Pero guapo. Un loco guapo…
-Un beso. No es tan difícil, ¿no?¿Prefieres que te detenga y llame a la policía?
-No suelo dar besos a cualquier idiota que me lo pida.
-Cierto. No me lo vas a dar-dijo con una sonrisa picarona-Te lo voy a robar. Como me has hecho tu,¿no? Así estaremos en paz.
-¿Qué…?-Pude murmurar antes de que me cogiera el rostro con las manos con un suave rozo y acariciara mi labio inferior contra el suyo superior.
Intenté quitarlo, pero me di cuenta que no lo quería…Me sentía bien…
Empecé a respirar agitadamente y simuladamente entre besos, inspire su aliento.
Entonces acabó el beso, había cerrado los ojos y ahora los abría suavemente.
-Esto no es normal…-dije para ambos.
-¿Lo dices por el mero hecho de que te besé? Tú me has robado, yo tengo el derecho a robarte también.-dijo riéndose e hizo ademán de besarme de nuevo.
Le aparté aunque en realidad quería que me besara otra vez.
-Eh, no abuses de tu suerte – dije sonriendo.
Entonces sonaron las alarmas.
-Corre.-me apremió y me empujó haciéndome caer por la ventana, sobre un colchón de la calle. Al final no me llevé la estatua…que ilógico…No había robado…me habían robado a mi .Mi primer beso…Decidí quitarme esa idea de la cabeza. Se oían voces aún en la habitación cuando salí corriendo hacia las calles de Londres, dejando atrás la luna, la noche y su oscuridad, las estrellas…solo las huellas de mis pies...

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Os gusto?

Comentar plis!!

 

Re: [*...El ladrón de Corazones...*]

EStá bastante bien, que digo bastante, super bien más que super, maravilloso!!! xD, bueno espero que lo continues pronto, y también quiero saber las respuestas de la primera chica que te a comentado, ^^, adiuusss!!!

 

Re: [*...El ladrón de Corazones...*]

xDDD Me Alegro de que os guste!!


Aver...estan en la época actual, la chica tiene 16 años y el chico casi 18 xD

Os dejo 2 capis más y siento tardar!!^^

[FONT=&quot]CAP .2: Simples necesidades[/FONT]
[FONT=&quot]
[/FONT][FONT=&quot]No pude dormir en toda la noche. [/FONT][FONT=&quot]
Aunque volví tarde, y me puse a dormir, sentí que no había recuperado las fuerzas.
Fui al baño en cuanto sonó el dichoso despertador.
Me miré al espejo , como si estuviera mirando a un fantasma, mi cara blanca relucía nítidamente en el cristal, marcando las ojeras del robo de anoche.
…”anoche”… anoche soñé con un ángel… o alguien que aparentaba ser un ángel…
Intenté quitarme de la cabeza a ese chico y a esa estúpida casa de la que conseguí salir. Lo que pasa que empecé si realmente era el chico el estúpido…
Me lavé la cara y lo olvidé todo, me duché rápidamente y me puse un conjunto de una falda corta, pero cómoda, y con unas medias azules, y una camiseta turquesa que hacía juego con las medias, con unas “converse” blancas.
Bajé las escaleras cuando encontré a Jenny, mi compañera de casa.
Estaba llorando y supuse que llegar al instituto seria más difícil de lo que creía, ya que Jenny me “obligaría” a escuchar como la había dejado el novio…otra vez… el motivo de su llanto.
Corrí intentando que no me viera, cogí una tostada, llevándomela a la boca y me dispuse a salir , cuando de repente , como si Jenny tuviera un GPS , dirigió la vista hacia mi y me hizo puchero.
-Oh , Cody…no sabes lo que…él…yo…oh , Cody estoy muy triste…
-Te dejó-afirmé
Asintió con tristeza y no me pude resistir a esa cara de triste que ponía…
Jenny se puso a balbucear y a soltar todo cuanto le había pasado, este ya era su decimoquinto novio, según mi cuenta.
Pasó media hora y siguió contándome hasta que su llanto se convirtió en furia hacia “John”. Entonces miré el reloj y pensé que aún tendría tiempo de ir al instituto.
-Eh…Jenny, me tengo que ir…-dije cortándola en uno de los insultos hacia John.
-Oh…vale, lo siento Cody-se disculpó
Fui tan rápido como pude, cuando llegué al instituto, busque mi clase.
Entré sin llamar, y le dirigí la mirada al profesor.
-Señor Euc, lo siento por llegar tarde, me surgió un problema y…
Callé por que notaba que alguien me miraba fijamente y dirigí mis ojos hacia el único sitio donde no debía dirigirlos.
Esos ojos verdes…era él
“¡No!” – me dije-“¡No, mierda!”
Era él. El ángel que ayer me robó un beso…
me deshice de su mirada por que mi corazón empezó a palpitar y mis
mejillas a ruborizarse…
-No pasa nada-dijo el señor Euc-toma asiento.
-Eh…si- dije con una indiferencia admirable aún distraída.
Me senté en mi sitio, que quedaba justo detrás del sitio del condenado ángel.
Sentí su mirada clavada en mi espalda toda la hora.
Y mi corazón no paraba de palpitar y se ruborizaba cada vez más… sentía las ganas de decirle a mi corazón: “¡cállate ya, no hagas que ese te acelere!”
Mientras suspiraba suavemente.
Entonces una bola de papel vino de detrás. Era una nota. La abrí rápidamente, con los dedos temblándome.


“Deberías saber que es peligroso
para una chica jugar por las noches…”

Su letra me sorprendió… tan…perfecta… “¡No!-dije en mi fuero interno.
Envolví el papel en una bola y me puse cabreada echando chispas.
Solté un bufido.
-¿Srta. Hansen?-dijo el profesor dirigiéndose a mí- ¿Pasa algo?
-No…nada
Le dediqué una mirada de odio y lo aguanté durante toda la hora restante.[/FONT][FONT=&quot][/FONT]
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[FONT=&quot]CAP.3: Max[/FONT]


[FONT=&quot]Cuando acabaron las clases, Jess, mi mejor amiga, me acompañó a coger algo de comer en la cafetería para mi estomago vacío. Mientras cogíamos la comida le pregunte: [/FONT][FONT=&quot]
-Oye, ¿es nuevo el chico ese?
-¿Qué chico…el que esta más bueno que una tableta de chocolate…?
Es el nuevo. Entró hoy. Se llama Max.
-Ah…-intente no mostrar entusiasmo, pero tragué saliva y no pude contener el interés, aunque agradecí que ella pareciera que tuviera más interés por el que yo-¿Qué sabes de él?
-¿Yo? Nada…-mintió
-No te creo-deduje-lo sabes todo sobre los chicos del instituto, sean nuevos o no.
-¿Eso crees?-inquirió intentando distraerme.
-Sí-dije con pinta detectivesca.
Esperó un minuto, y cuando alcé una ceja, lo soltó “todo”
-Se llama Max, Max Walter. Es el chico más guapo que he visto…-cayéndole la baba-es rico, tiene una mansión y creo que vive con tres hermanos suyos…toca la guitarra, el piano…-suspiró-es inteligente… y tiene a todas las chicas a sus pies…
¡Ja! dije en mi fuero interno al escuchar la último frase. Eso se cree él.
-Cody… ¿a qué viene tanto interés…?
-A nada. ¿No lo puedo saber?
-Eh…claro.

Me fui cabreada hacia la biblioteca. Necesitaba pensar y la biblioteca era el mejor lugar.
Entré en silencio cuando vi que alguien dormía sobre la mesa y a su lado unos cuantos libros desparramados.
Me acerque a el. Solté una exclamación cuando vi quien era. Era Max
Estaba dormido…con un libro abierto debajo…Así no parecía tan odioso…incluso parecía… bueno…Mi corazón se acelero, esas pestañas… que le tapaban los ojos…me atrevía a acariciarle el pelo con suavidad.
La quité inmediatamente.
-¡No!-dije en bajito
Me interesé en los libros que estaba leyendo y cogí uno que estaba al lado suyo. Al cogerlo note algo cálido en la mejilla. Me había besado en la mejilla. ¡Me había pillado desprevenida!
-¿¡Qué…qué haces!?
-Tranquilidad…-mantuvo la calma y se fue acercando a mi-Soy Max.
¿Y tú eres…? – continuó con ingenuidad.
-Cody-respondí solamente
-Encantado-dijo con una sonrisa pícara mientras se iba acercando.
-Eh, las distancias bien lejos-dije alejándome.
-No entiendo el por que-dijo mientras me acorralaba contra una de las estanterías. Me empecé a ruborizar y el corazón me fue más deprisa.
-Si crees que tienes a todas las chicas en el bote, te equivocas.-dije firmemente.
-Lo sé. No te tengo a ti.
-Correcto Einstein, ahora me voy-hice ademán de irme.
-Espera, aún no me has dejado seducirte-dijo con burla.
-Ah, ¿y el beso del otro día era seducción?
-No. Me dio la vena
Saqué toda la ira que tenia y al estampé en su mejilla con una bofetada.
-Idiota.-le insulté, y me dirigí hacia la puerta.
-¡Espera!-me llamó desesperado.
-¿Qué? ¿¡Qué quieres!?
-… ¿Por qué ayer me robaste? No eres un ladrón por que no tenías intención de serlo.
Y quiero saber, la atrocidad que te hizo hacerlo.
Eso me tocó fondo, mantuve silencio, su rostro mostraba seriedad.
-No…no es de tu incumbencia.

Salí corriendo mientras dos lágrimas caían sobre mis mejillas…
El no me detuvo, me miró con rostro de culpa antes de que me fuera, sabia que había metido el dedo en la yaga.
Cogí mi coche y cuando llegué al apartamento ni siquiera saludé a Jenny.
Fui a mi cuarto a pensar y a sollozar.
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