You do not fences [InuxKag] [por AyumiYasha y Shipa)

You do not fences [InuxKag] [por AyumiYasha y Shipa)

You do not fences​

[InuxKag]​

Nos encontramos con nuestros héroes, excepto que falta dos de ellos nuestro querido hanyou que fue a ver a la miko que lo había sellado hace cincuenta años atrás, pero no nos vamos a dirigir con ellos, si no con nuestra querida miko del futuro. Se encontraba al lado de un hermoso río sentada en una roca viendo como se acababa ese hermoso día. Se notaba la tristeza que sentía, se veía en sus hermosos orbes chocolates y también se notaba que estuvo llorando, porque las lagrimas habían dejado un pequeño camino.

-Soy una ilusa... -susurró para si misma- Una tonta por creer que él algún día se iba enamorar de mí -mientras gruesas lágrimas se deslizaban por su delicado rostro-. Ya no más, ya no quiero sufrir mas por él. -se dijo para luego levantarse decidida.

Ya había desaparecido ese hermoso día para dar paso a la fría noche, donde se veía a un hanyou buscando a su querida miko, al sentir su olor se dirigió hacia el lugar donde estaba con una asombrosa rapidez.

-Kikyo –Dijo el joven tomando la atención de la joven que se encontraba de espaldas a él, mientras que una de sus serpientes caza almas le entregaba un alma.

-Inuyasha –Dijo la joven miko- Sabía que vendrías a verme –Dijo la joven mientras se daba vuelta y los dos jóvenes quedaban frente a frente.

-Kikyo, estaba tan preocupado por ti –Dijo el joven mientras se acercaba a ella para luego a abrazarla.

-Inuyasha, pero tu no tendrías que preocuparte por mí, si me llevaras contigo a buscar el fragmento que falta –Contesto la joven mientras se separaba un poco de él para mirarlo a los ojos.

-Kikyo, no quiero arriesgarte, no voy a permitir que ese imbecil te mate por una tercera vez –Dijo el joven mientras apretaba sus puños.

-Esta bien, Inuyasha, te entiendo –Contesto la joven- Me avisas cuando estés listo para irte conmigo al otro mundo –Dijo la joven mientras era llevada por sus serpientes.

-Kikyo… -Susurro el joven mientras veía como desaparecía.
Ahora nos dirigiremos con el resto del grupo, que estaban muy preocupados por la joven miko.

-Excelencia, estoy muy preocupada por Kagome –Le dijo Sango muy afligida- ¿Qué pasa si le sucedió algo? –Agrego al borde del colapso nervioso, con solo pensar que su amiga. Su hermanita. Le pudo a ver pasado algo malo por la culpa del estupido de Inuyasha.

-¡Huí! ¡Si la culpa la tiene ese perro tonto de Inuyasha! –Dijo el pequeño kitsune que a pesar de su edad entendía muy bien por lo cual estaba sufriendo su amiga Kagome.

-Sango, no te preocupes estoy segura que la Srta. Kagome regresara muy pronto… -Agrego el monje muy sabiamente.

-Lo siento, voy a buscarla… -Cuando justo iba a comenzar a caminar se encuentra con su amiga- Kagome, ¿estas bien? –Pregunto Sango muy preocupada.

-Si, Sango, no te preocupes –Contesto la joven dándole una sonrisa que se podía notar que a kilómetros era forzada.

-Kagome –Reprocho la castaña.

-Sango, no quiero hablar de esto ahora… -Dijo mientras tomaba su arco y flechas y se ponía su mochila al hombro- ¿Sango, me prestas a Kirara? –No le pregunto si no le suplico a la joven exterminadora.

-Esta bien, Kag –Contesto la castaña dando un pesado suspiro- ¡Cuídate! –Grito mientras veía como se iba junto a su gatita de dos colas.

Luego de un rato, llego Inuyasha y todos los recibieron con una mirada de odio en especial la joven exterminadora.

-¿Y Kagome? –Pregunto un tanto nervioso por esas miradas.

Sango se levanto.

-¿Y Kagome? –Imito Sango- ¡¿Acaso es lo único que sabes decir, después de que vas a ver Kikyo?! ¡Ya debes tener claro donde esta Kagome! ¡Huí! ¡Eres un Baka! ¡Sabes, aunque me duela decirlo, Kagome debería quedarse en su época! –Grito histérica la joven mientras que en sus ojos se veían lágrimas que querían salir- ¡Ella no te merece! –Dijo mientras golpeaba el fornido pecho del chico- ¡Tu… ¡Tu… ¡Te odio! ¡Y ojala Kagome se quedara en su época y ni siquiera se te ocurra ir a buscarla! –Grito la joven antes de salir corriendo.

El hanyou quedo pasmado por la actitud de la joven castaña, luego miro a su amigo Miroku, el cual cerro los ojos movió su cabeza en forma negativa mientras daba un suspiro pesado.



CONTINUARA....

:)

 

Re: You do not fences [InuxKag] [por AyumiYasha y Shipa)

You do not fences​

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CAP. 2



Mir: valla nunca cambias Inuyasha, NO PUEDO CREER QUE A ESTAS ALTURAS NO SEPAS VALORAR LOS SENTIMIENTOS DE KAGOMEy sus cuidados

Inuyasha no pudo formular palabra alguna tenia razón por mas que le molestara su amigo tenia razón en ese momento recordó a kikyo y lo que le había sugerido momentos antes.

Mientras tanto nuestra querida miko se encontraba aterrizando junto al pozo con una cara muy triste.
Gracias kirara-bajando de ella- y caminando a paso lento en dirección del pozo- me pregunto si esta bien irme de aquí?-pensativa- pero que cosas estoy pensando claro que si además..-deteniéndose con la cabeza gacha-el.. el tiene a Kykyo, no me nesecita-moviendo la cabeza hacia los lados- andando-dando un brinco hacia el pozo

Una luz azul se hace aparecer dentro del pozo y en unos instantes esa luz termina, llegando la miko a tierra

Bien ya llegue- subiendo por una escalera hacia la superficie-bien andando-saliendo de ahí y caminando un poco pensativa hacia su casa

Hermana!!!-mientras suelta su pelota y corre a saludar a su hermana alegremente un niño pequeño-como has estado ¿Dónde esta el amigo con orejas de perro? no me digas que han vuelto a pelear

No Souta –fingiendo una sonrisa ala cual no dejo muy convencido a su hermano, lentamente camino ala puerta de su casa para seguir caminando hacia su cuarto y con el mas mínimo cuidado se dejo caer en su cama – Inuyasha – susurro para si misma aquella imagen de la ultima vez , aquella que presencio ella misma viendo claramente como su gran amor abrazaba con ternura no a ella sino a kikyo , como le decía palabras de amor, una lagrima rodó por su mejilla al recordar aquel amargo suceso, estaba harta de esperar una señal de parte de Inuyasha la cual le indicara que aun había una esperanza de que el joven sentía algo por ella, pero aquella espera termino de ahora en delante dejaría a Inuyasha fuera, de ahora en adelante solo se preocuparía por ella, si, kikyo gano ella ya tenia el campo libre, si volvía al sengoku seria solo para cumplir con su promesa de reunir los fragmentos, mientras tanto solo se preocuparía por sus estudios por aquella profesión que tanto habia soñado – Bien desde hoy no volveré a llorar por el, todo lo que viví con Inuyasha se queda en el pasado – se limpia aquella lagrima que se escapo de sus delicados e hinchados ojos.

Toc Toc Toc

¿Kagome estas bien? –aquella voz preocupada y dulce de su madre la alarmo no quería que su querida madre la viera en ese estado tan deprimente - si mama enseguida bajo – respondió la pelinegra – ¿segura? Déjame entrar – su voz ahora cambio a uno mas preocupado- tranquila mama estoy bien – esta bien , la cena ya esta lista – kagome espero a que su madre se marchara escuchando atentamente como sus pasos desaparecían dio un largo suspiro mañana seria el gran día en el cual dejaría aun lado aquel henyuo que le robo el corazón para comenzar de nuevo, se dirigió a el baño donde se lavo la cara, no quería preocupar a su familia, se seco bien su rostro al menos lucia un poco mejor , camino un poco cansada, bajo las escaleras y camino por el pasillo el cual le pareció eterno, resbalo la puerta y pudo ver como su abuelo como era de costumbre leía el periódico, Souta miraba atentamente las caricaturas y su madre acomodaba los cubiertos para la cena – que bueno que bajaste hija hoy hice tu plato favorito- gracias mama –su madre noto su voz quebrada y triste – cariño acompáñame ala cocina- su madre mostró aquella sonrisa tan relajante y que tenia una paz muy fuerte- si-se levanto de su lugar y acompaño a su madre lentamente hacia la cocina – cariño a mi no me puedes engañar ¿dime que es lo que pasa?- kagome observo la dulce mirada de su madre, no pudo contener mas su tristeza se lanzo a los brazos de su madre llorando, su madre sabia perfectamente del porque aquellas lagrimas por lo que le dio un beso en su frente- cariño tu sabes que puedes contar con migo para lo que sea, yo siempre estaré aquí –kagome sintió ganas de decirle lo que había pasado pero se arrepintió , no quería causarle problemas – tranquila mama no es nada es solo que ah sido una semana larga – ella le miro no muy convencida – ven el abuelo y Souta deben estar muriendo de hambre-limpio sus lagrimas para después mostrarle una sonrisa forzada a su madre la cual le contesto con un si.
La cena fue muy extraña nadie hablaba era un silencio sepulcral pero al parecer kagome ni lo noto ya que su mente estada en otro lado. Después de aquel extraño momento familiar kagome se levanto lavo su plato y se dirigió a su cuarto para repasar un poco sus apuntes lo cual no lo logro ya que aun que trataba su mente no dejaba de pensar en el henyuo, y así sin que se diera cuenta se quedo dormida. Ala mañana siguiente el despertador sonó, nuestra miko se levanto con algunas ojeras, se levanto al baño se lavo la cara y sepillo sus dientes bajo ala cocina donde se encontraban ya su madre y el abuelo a los cuales les dio los buenos días, comió algo ligero para después subir nuevamente a su cuarto, metió algunos libros y los cuadernos que le había prestado su amiga Ayumi.
El camino ala escuela se le hizo largo, -este es un nuevo día un nuevo comienzo para mi- susurraba para si misma alo lejos podía ver por fin su instituto conforme se acercaba mas podía divisar algunos compañeros de clase entre ellos un grupo de chicas que gritaban su nombre y le hacían señas con la mano, lentamente se acerco a ellas y con mucho esfuerzo sonrió como nunca antes- kagome que bueno que vuelves – menciona su tan alegre amiga ayumi- oye te sientes bien no tienes buena pinta-ahora intervenía yuca- lo mas seguro es que volviste a pelear con aquel chico rebelde ¿verdad?- como odio que tengan razón, murmuraba para si misma-se equivocan chicas no es lo que están pensando-su voz era nerviosa –además el ya no me interesa-volteo hacia un lado no quería verlas a los ojos – eso esta ahora en el pasado-su voz se notaba triste.

Ring ring ring

Valla démonos prisa o llegaremos tarde- comento Eri mientras corría hacia la puerta- este va hacer un día largo- suspiro la miko mirando hacia el cielo por ultima vez antes de ser tomada por sus amigas quienes la llevaron arrastras asta el salón

2 minutos después

Bien jóvenes buenos días –entra saludando un hombre de unos 30 o 32 años con un maletín- muy buenos días profesor- contestan la mayoría del grupo- gracias, me complace anunciarles que un estudiante será ingresado ala clase el día de hoy, por lo que no lo acosen ni molesten – se acerca a la puerta la cual abre al instante- muy bien ya puedes pasar-un chico de cabello corto y negro mantenía una curita en su mejilla al parecer tubo un encuentro con el equipo de fútbol, sus ojos tenían un color azul oscuro brillante muy especial-Hola mi nombre es..




CONTINUARA .......


bien estoi segura que ayumi me matara por no subirla pero eh tenido unos problemillas con el fic
jejeje
esperamos que les guste

 

Re: You do not fences [InuxKag] [por AyumiYasha y Shipa)

¡Hola! :D
Como podrán darse cuenta Shipa y yo hemos reabierto nuestra historia. La cerramos por unos problemas que tuvo Shipa, y que estoy segura que no le gustaría que los mencionara. :)

Sí, Shipa te voy a matar. *perverso*

¿No como crees? :D

¿Qué haría yo sin ti? *-* ¿Cómo continuaría la historia yo sola? xD


Bueno espero que disfruten el capítulo y disculpen la demora, es que salí de vacaciones y no pude avisarle a Shipa porque mi PC había muerto. ToT

You do not fences​

[InuxKag]​

Capítulo 3:


— Hola mi nombre es Yasha Taisho —Se presento el chico. Kagome que estaba sumida en sus pensamientos al oír el nombre y ver el gran parecido que tenía con Inuyasha se sorprendió.

‘¡No puede ser! Él… ¡Él es la reencarnación de Inuyasha!’, pensó la morocha.

De un momento a otro comenzó a sentirse mal, todo le daba vueltas y lo último que alcanzo a oír fue la voz preocupada de Ayumi que le preguntaba si se encontraba bien.

Abrió lo ojos perezosamente, se encontraba en una habitación de paredes blancas y con un olor peculiar. ‘Seguro es la enfermería’, pensó la morocha. Luego vio como tres rostros familiares se le acercaban.

— ¿Kagome te encuentras bien? —Preguntaron las tres chicas al unísono.

— Si no se preocupen, —Les dio una sonrisa para tranquilizarlas— ¿pero que rayos me paso? —Pregunto mientras tomaba su cabeza, ya que le dolía aún un poco.

— Eso es lo que te queríamos preguntar, ¿qué te paso? –Pregunto Yuca un tanto preocupada.

Kagome recordó lo sucedido con respecto al chico nuevo, de seguro era la reencarnación de Inuyasha. Ahora lo recordaba todo a la perfección.

— Creo que se debió a que no desayune bien —Respondió mientras reía nerviosa.

— Si, seguro —Dijo Yuca un tanto no convencida.

— Bueno, bueno, ¿Kagome dime que por lo menos alcanzaste a ver al chico nuevo? —Preguntó Eri al recordar a ese bombón que tenía ahora como compañero.

— Si, lo alcance a ver —Respondió sumisa en sus pensamientos.

— ¡Era muy guapo! —Exclamó Ayumi mientras le brillaban los ojos al recordar a tan semejante galán.

— Si, demasiado —Agrego Yuca— Pero sabes al verlo me recordó mucho a tu ex-novio rebelde —Dijo Yuca mientras pensaba en el gran parecido que tenían.

— Ahora que lo pienso… —Comenzó a decir Eri mientras se imanaba al chico rebelde y luego al chico nuevo— ¡Tienes mucha razón Yuca! —Exclamó Eri impresionada.

— ¡Quizás sea familiar del chico rebelde! —Exclamó ahora Ayumi impresionada.

— No lo creo, Ayumi —Dijo Kagome bastante nerviosa.

— ¿Cómo lo sabes Kagome? Quizás sean parientes lejanos. —Agrego sabiamente Yuca.

— Y si lo fueran… ¡Podrías sacarle celos con su primo! —Exclamó Eri mientras soñaba como sería ese reencuentro entre primos.

— ¡Oh, vamos Eri! —Exclamó Kagome— Ya te lo dije Inuyasha solo tiene ojos para la chica la cual les mencione —Dijo mientras su rostro se ensombrecía.

Se había formado un incomodo silencio y para la suerte de las chicas sonó el timbre indicando que debían volver a clases.
— Bueno, chicas es hora de ir a clases —Dijo Ayumi interrumpiendo ese incomodo silencio.

— ¡No que atroz, no quiero volver a clases! —Exclamo Kagome mientras se acurrucaba más en la camilla y se tapaba hasta las orejas.

— Pero Kag, es la última hora y has dormido durante las demás clases —Le dijo Eri intentando hacer recapacitar a su amiga que ya había perdido bastante materia.

— ¡¿Qué?! —Exclamó la morocha sorprendida, salio de la camilla como alma que lleva al diablo se puso sus zapatos y salio corriendo a su salón.

— Veo que Kagome recupero sus energías —Dijo Ayumi con una gotita al estilo anime.

— Bueno chicas, ¡andando! —Grito la castaña de pelo mas corto mientras se disponía a correr junto a sus amigas.

Kagome no se había podido concentrar en la última clase, ¿y quién se podría concentrar teniendo a la reencarnación del chico que amaba a solo un puesto suyo? Bueno pero para muchas personas eso era casi imposible, si no imposible. Sonó el timbre sacando a la chica de sus pensamientos.

‘¿Tan rápido había sonado el timbre?, pensó mientras guardaba sus cosas en su bolso.

— ¿Kagome te vas con nosotras? —Pregunto Eri mientras la esperaban junto a Yuca y Ayumi en la entrada del salón.

— No, chicas tengo que hacer algo —Respondió la chica mientras terminaba de guardar sus cosas para luego sonreírles.

— Entonces, ¡hasta maña! —Exclamaron las tres chicas al unísono.

— ¡Hasta maña! —Se despidió la chica, para luego dirigirse a su casillero a guardar unos libros.

La morocha iba caminando rápidamente, tenía que encontrar una respuesta rápida a esto; ¿Por qué no lo conoció antes? ¿Por qué justo ahora que decidía olvidar a Inuyasha? Kagome iba tan sumisa en sus pensamientos que no se dio cuenta que cierto chico venía en sentido contrario, se dio cuenta cuando todos sus libros quedaron desparramados en el suelo.

— ¡Disculpa, que pena! —exclamó la joven apenada mientras se dirigía a recoger sus libros. ‘No puedo creer cuando distraída puedo llegar a ser’, pensó la chica sin dirigirle mirada al chico mientras comenzaba a recoger sus libros.

— ¡Fíjate por donde vas niña! —Grito enfadado el joven.

Kagome se paro decidida a enfrentar a ese chico tan maleducado, cuando vio que se trataba del chico nuevo; el cual era la reencarnación de Inuyasha, quedó pasmada pero salió de su trance al escuchar su voz.

— Mira niña si se que soy guapo, pero ¿te puedo pedir un favor? ¡Deja de babear! —Dijo el chico para luego mirarla burlonamente.

‘Hasta su reencarnación es… es… tan… ¡Baka!’, pensó la chica mientras inflaba sus cachetes.

— ¡Mira imbecil, primero te pedí disculpas y segundo he visto mejores cosas que tu! —Grito la joven enfadada.

El joven quedó sorprendido era la primera chica que le hablaba de ese modo, luego empezó a estudiarla de pies a cabeza; hermosa, muy hermosa, cuando llego a su rostro quedó sorprendido a esta chica la había visto antes, ¿pero dónde? Luego recordó todos los sueños que había tenido desde pequeño y ella era la chica que estaba en todos, ella era Kagome.

— Kagome —Dijo en un susurro el cual la chica escucho. ¡No podía ser! ¿Él… Él sabía quien era ella?

— ¿Disculpa, pero de donde me conoces? —Preguntó la chica un tanto inquieta.

— Realmente no lo se… —Respondió el joven un tanto confundido.

Kagome cayó al estilo anime, quizás solo recordaba su rostro por ser la reencarnación de Inuyasha, pero nada más.

— Yasha Taisho —Se presento el joven mientras estiraba su mano. No sabía porque pero algo le decía que esa chica iba a hacer que volviera a hacer feliz.

Kagome miró la mano con cierta duda. ‘Inuyasha nunca fue tan amable al presentarse, en realidad no fue nada amable solo quería la Shikon no Tama’, pensó la joven. Luego dirigió su mirada a esas lagunas azules y vio que esto iba en serio.

— Kagome Higurashi –Se presento la morocha dándole una sonrisa sincera, Yasha al ver tan hermosa sonrisa se sonrojo un poco.

— ¿Disculpa Kagome eres de mi salón? —Pregunto el chico de orbes azules.

— Si me siento atrás tuyo —Respondió la joven con una sonrisa.

El chico solo atino a asentir con la cabeza. Pero estaba realmente seguro que aquella chica era la de sus sueños.

Se había formado un incomodo silencio, ninguno de los dos sabía que decir, hasta que Kagome rompió el silencio.

— Sabes, lo siento, pero me tengo que ir a mi casa. Fue un gusto conocerte –Dijo con una sonrisa mientras se despedía y cuando se dio media vuelta y estaba a punto de camina sintió una presión en su muñeca.

— ¿Te acompaño a tu casa? —Preguntó con un leve sonrojo. No sabía porque pero sentía el deber de protegerla.

— No en serio, no te preocupes, no quiero hacerte problemas —Dijo dándole una hermosa sonrisa que hasta ahora solo se la había dado a Inuyasha.

— ¡Feh! No es problema –Dijo orgulloso.

Luego los dos chicos se encaminaron hacia el templo Higurashi. A pesar de ese, ¿como decirlo? Afectuoso encuentro comenzaron a conversar como si fueran amigos de hace años, el le contó a que se debía que lo hayan trasladado a Tokio y otras cosas por estilos como sus gustos y ese tipos de cosas.

Espero que la disfruten. ;)

AyumiYasha