Un día...

Un día...

Saludos, este es mi primer relato orignal, la verda es que esta dedicado a una persona muy importante para mi, pero luego depensarlo decidi compartirlo con ustedes tambien. Ojala sea de su agrado :).

primer y ultimo capitulo:

El frió abundaba en el lugar, a pesar de ser medio día el sol que se alzaba sobre nuestras cabezas era tapado por las nubes del reciente invierno, me encontraba sentada al fondo del salón de clases.

Sola.

A pesar de que el resto de mis compañeros se encontraban aun par de centímetros de mí la soledad me invadía.

Frió.

El calor de sus cuerpos no alcanzaba a tocar el mió, mis manos se entumecían, mis piernas temblaban, era como si mi alma se congelara junto con mi cuerpo.

Pensamientos.

Raudamente pasaban por mi cabeza, preguntas sin respuestas invadían mi razón, llegando a creer que no pertenecía a este lugar, a este tiempo.

Perdida.

Sin rumbo en un mundo inexistente al que me había guiado mi cerebro para no sucumbir en la locura, sin mirar a nadie ni a nada, solo estaba yo y un mundo en blanco... o negro?.

Instintos.

No jugaban ningún rol, no era capaz de distinguir cosa alguna, mi mente volaba lejos de mí, sin poder impedirlo.

Regresar.

Había llegado el momento, mis sentidos reaccionaron ante la música, amarga melodía que interpretaban frente a mí, con sentimientos encontrados volví a la realidad, mi realidad, de la que tanto había buscado escapar.

Verdad.

Mire a mí alrededor, personas sonrientes ajenas a todo, inconscientes del dolor de los demás, perdidos en su propia satisfacción, con la única meta de cumplir sus expectativas.

Preguntas.

¿Acaso yo era diferente?, era lo que había llegado a pensar después de que los demás me lo repitieran infinitas veces. ¿No tenia corazón? Muchos me lo habían dicho sin siquiera pensar en lo que sentía, pero claro no podía sentir, no tenia corazón. O eso era lo que ellos creían.

Dolor.

El sonido llego nuevamente a mis oídos y una presión se situó en mi pecho, no savia que era, pero una mezcla de sentimientos eran interpretados por el. Un compañero, distante amigo, al que una vez negué su deseo.

Notas.

Cada una con distinto efecto, me devolvieron a mi mundo, haciendo que todo lo que guardaba aflorara, derramándose en un mar de emociones incontrolables.

Música.

No lo entendía ¿acaso tanto me dolía?, el solo escucharla me hizo revivir incontables experiencias, recuerdos perdidos en mi memoria, que jamás creí recordar.

Desahogo.

El sonido se detuvo, y el tacto de una mano me hizo salir del trance, la mirada azulina de una amiga me demostró preocupación, y abrazándola sin pensarlo llore.

Lagrimas.

No paraban de salir de mis ojos, como la lluvia que pronto caería, mojaban mis mejillas y el hombro de quien me sostenía, nadie lo noto, nadie me vio, solo ella que se limito a guardar silencio, probablemente no lo entendía al igual que yo.

Tranquilidad.

Fue lo que sentí después de tanto tiempo, en esos pocos minutos, con esa triste melodía comprendí la cosa, tal vez, mas importante de mi vida. No estaba sola, o no tanto como pensaba, había gente que notaba mi presencia, no era un fantasma que deambulaba sin rumbo, y uno de esos pocos que me comprende eres tu.