sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

Re: sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

Hola a todos!!!!!!!!!!!!!!!!
xD
despues de un mes sin conti mis neuronas por fin se han conectado y me han iluminado para poder escribir la conti de este fic, se que a lo mejor se van a asustar un poquito, pero no se alteren que ya se viene lo bueno ^^ jijiji

Capitulo 34: La muerte de…



-Tranquilo Naruto-kun, será mejor darnos prisa así pasaremos rápido de aquí –Lo trató de tranquilizar la ojiperla
-Claro Hinata-chan, démonos prisa, pero aún así este lugar es horrible –Dijo Naruto mirando hacia el vacío donde se podían ver varias rocas puntiagudas. A Naruto se le erizó la piel- Solo espero no caerme –Siguió avanzando

Mientras los dos avanzaban por aquel puente que la verdad era enorme (Imagínense un acantilado de unos 20 metros atravesado por un fino puente colgante, que miedo) Naruto pisó mal una tabla la cual se rompió haciendo que la pierna de Naruto cayera y quedara medio sentado y muy asustado.
-¿Estas bien Naruto-kun?
-S… si no me pasó nada –Respondió el con el rostro algo azul del miedo, luego sacó su pierna y siguió el camino
-Si quieres podemos regresar, no me gusta nada este lugar Naruto-kun – Dijo Hinata algo inquieta- Además no te lo había querido decir, pero tengo un mal presentimiento así que por favor…
-No digas eso Hinata, ya que estemos a otro lado te sentirás mejor ¡De veras!-Al decir esto y levantando su puño hizo que el puente se moviera un poco por lo que ambos se asustaron – Ay mejor que no me mueva tanto – Dijo el rubio casi temblando
Hinata sólo suspiró hondamente y siguió avanzando atrás de él

-¡Mei! ¡¿Mei, dónde estás?! – Gritaba el azabache en medio del bosque sin respuesta alguna, parecía como si a Mei se la hubiese tragado la tierra – Rayos, donde está…

-¡Sasuke! ¡Chicos! ¡Alguien ayúdeme! – Mei se encontraba aún es ese espeso pantano, no sabía por donde había llegado ni mucho menos como salir, sólo que tenía que haber una forma
-Maldita sea ¿Dónde rayos está la salida? – En eso escuchó un sonido muy peculiar, como una especie de zumbido pero demasiado fuerte para ser algo normal y aún ese sonido se iba acercando a ella, haciéndose más audible y claro, hasta que una horrible criatura se hizo presente, un enorme insecto salió de entre los arbustos
-Oh… no… ayuden… me ¡Odio a los insectos! – La chica gritaba aterrada mientras el monstruo estaba frente a ella

-Uff, por fin hemos logrado llegar al otro lado – Suspiraba aliviado el rubio
-Si, que bueno… ya me estaba preocupando – Dijo la ojiperla ya más tranquila
-¿Ves? Te dije que no pasaba nada amor, todo está muy bien jeje – El Uzumaki sonreía de esa forma que sólo un Uzumaki tenía, lo cual tranquilizó mucho a la chica y por primera vez en todo el viaje estuvo tranquila
-Si, ya lo veo… sólo me preocupaba por tonterías – Dijo ella sonriendo también, tratando de transmitirle su alegría a Naruto en esa sonrisa

Sakura y Sai iban por lo árboles del bosque, pero algo extraño pasaba, por más que ellos dos avanzaban, la montaña parecía alejarse, siempre que daban un paso era como si jamás fuesen a llegar.
-Esto es muy extraño… Murmuró Sai sin dejar de ver al frente
-Lo se… esa montaña… parece querer que nos alejemos, pero es estúpido pensar en algo así – Dijo la pelirrosa bajando la mirada algo intrigada por aquello
-Sakura… parece que algo aquí no quiere que alcancemos a Naruto-san y Hinata-san
-¿Pero que podrá ser? – Al instante se de detuvieron de golpe al sentir un enorme temblor y pocos segundos después vieron como una enorme bola de fuego se dirigía a ellos
-¡Cuidado Sakura! – Gritó Sai al tiempo que se lanzaba sobre ella para protegerla de aquel ataque por lo que resultó algo dañado en su brazo derecho
-Sai… ¿estás bien? – Le preguntó la preocupada Sakura a Sai que se encontraba sobre ella, ambos sobre una gruesa rama de un árbol
-Si… estoy bien – Dijo tocando su brazo lastimado, sabía que no estaba bien pues el dolor era insoportable, pero no quería preocuparla, así que se levantó y observó el lugar de donde vino el ataque
-¿Estás seguro? – Volvió a preguntar la pelirrosa
-Si, ¿Pero de donde vino eso? – Al instante otra bola de igual magnitud apareció y los dos tuvieron que saltar a otro árbol vecino para esquivar
Ustedes… no pueden acercarse al tesoro de esta isla, todo aquel que se acerque morirá…
-¿De quien es esa voz? – Se preguntó en voz alta Sakura
-No se pero… se oye muy seria – Dijo Sai sin dejar de sostener su brazo herido
-Sai… déjame curarte
-No, este no es momento para eso, algo nos ataca
-Pero…
-¡Suficiente! ¡Ustedes morirán al igual que ese muchacho rubio que se atrevió a entrar en la montaña!
-¿Qué? – Exclamaron los dos- ¡Naruto!

-¡Achú! – Estornudó el rubio
¿Qué pasa Naruto-kun?
-Nada, sólo que alguien debe de estar hablando de mi jeje, pero de seguro están hablando maravillas
-Si claro – Dijo en voz baja Hinata con una gotita resbalando por su frente, lo más probable es que estuviesen hablando mal de él como siempre lo hacían
-Bueno… esta montaña es altísima ¿No crees?
-S… si, pero podemos subirla en cuestión de minutos utilizando nuestra técnica para escalar – Dijo Hinata de forma sabionda
-Ah es cierto – Dijo Naruto golpeando la palma de su mano con un puño - ¡Pues entonces vamos!

Los dos comenzaron a subir de manera recta por la montaña, primero caminando y luego corriendo y aunque la cima era cubierta por espesas nubes, poco a poco se comenzaba a ver algo.

Mientras tanto Mei gritaba como una loca, y es que odiaba a los insectos y más sin son enormes criaturas de quien sabe dios de donde salió. Ella huía del extraño líquido verde que le disparaba por una larga trompa, el cual parecía ser ácido porque derretía los árboles, plantas y lo que se le atravesara.
-¡Rayos! ¡Estoy muerta! – Mei se quedó atrapada, sin camino de salida, y sólo cerró sus ojos para esperar el momento final cuando de pronto sintió que esa bestia gritaba fuertemente y al abrir sus ojos nuevamente vio como una silueta conocida enterraba su espada en la espalda del monstruo
-¿Estás bien Mei? – Preguntó el azabache alejándose de la bestia
-Si… ¿Pero como me encontraste? – Preguntó la sorprendida chica
-No lo se, tal vez fueron tus gritos… no puedo creer que no puedas contra un simple bicho
-Oye, no es un simple bicho, ¡Es un enorme bicho asqueroso! Aunque tienes razón, debería poder contra él – En ese instante el insecto gigante se retorcía del dolor, pero aún así atacó lanzando su ácido aunque los dos lo esquivaron muy bien
-Pero estabas llorando como un bebé – Dijo Sasuke mientras reía y aterrizaba sobre un árbol
-¡No es cierto, no estaba llorando! – Gritó Mei- ¿Sabes que? ¡Lo acabaré!
-¿Ah si? Pues quiero verlo
Mei hizo unos cuantos sellos y todo el cielo se comenzó a oscurecer, mientras ella mantenía sus ojos cerrados y sus manos juntas.
-¿Qué harás? – Preguntó Sasuke muy curioso
-Mi técnica secreta, ya verás – Respondió ella aún con los ojos cerrados, luego de eso todo se llenó de niebla, por lo que la vista se imposibilitó un poco, entonces sucedió lo mismo que cuando Kouji estaba peleando con Naruto en el examen Chuunin, comenzó a caer lluvia la cual iba tomando la forma de afiladas agujas de hielo
-Increíble… - Pensaba Sasuke al ver lo que sucedía

-¡¿Quién eres tú?! – Gritó la pelirrosa
-Soy el espíritu de este lugar y no permitiré que nadie venga a hacerle daño a mi isla – Se oyó otra vez esa voz, una voz femenina, algo tranquila, podría decirse que casi angelical, pero a la misma vez con desprecio y rabia
-¡Nosotros no queremos hacerle daño a nadie, solo hemos venido por una misión pero ya nos vamos! – Gritó la pelirrosa
-¡Si, sólo déjanos ir por nuestros amigos! – Gritó Sai
-¡No! ¡Ustedes morirán aquí y sus amigos también! – Como si de un fantasma se tratase, una figura femenina apareció de pronto flotando entre la neblina que comenzaba a cubrir el lugar. Sus largos cabellos dorados parecían finos hilos y sus ojos demostraban soledad y tristeza – Yo he estado sola… mucho tiempo sola, no quiero que vengan a perturbar mi soledad ¡Por eso quiero que mueran!

Naruto y Hinata se acercaban a la cima, corriendo a toda velocidad.
-¡Mira Hinata es la cima!
- Si Naruto-kun ya la veo aunque… es algo extraña – Al llegar por fin a la cima se dieron cuenta de por que había tanto humo sobre ella, porque no eran nubes sino humo ya que era nada más y nada menos que un volcán activo
-Es un volcán – Dijo Naruto
-Sabía que este lugar era peligroso, mejor regresemos – Dijo Hinata
-No, aquí en el mapa dice que el tesoro está en este lugar así que yo entraré y lo buscaré
-Pero…
-Estaré bien Hinata, un volcán no me detendrá, además te tengo a ti – Dijo el rubio sonriendo
-Está bien, yo te esperaré aquí afuera pero por favor date prisa
-Si – Dicho esto Naruto se introdujo por la boca del volcán y cayó sobre unas cuantas rocas salientes

Sasuke i Mei se dirigían hacia la montaña, ya habían acabado con la amenaza y esperaban hallar a los demás, cuando sintieron un enorme chakra y decidieron ir a ver.
-¡Sakura, Sai!
-Sasuke-kun, por fin han llegado – Dijo la pelirrosa tirada en el suelo
-Al menos alguien ha venido – Dijo Sai recostado en la copa de un árbol con su brazo muy mal herido y ambos llenos de rasguños por todo su cuerpo
-¿Qué pasó? – Preguntó Mei acercándose a Sakura para tratar de auxiliarla
-El espíritu del que nos habló Saotome-san, era verdad, nos atacó y dijo que iría por Naruto – Respondió la pelirrosa tratando de levantarse, pero volvió a caer de rodillas
-Tenemos que ir a salvarlos – Dijo Sai levantándose pesadamente
-Pero no sacaremos nada si se van así, al menos usa una de tus técnicas médicas Sakura – Sugirió el azabache
-Si… - Dijo Sakura

-Rayos, no logro ver nada con todo este humo – Decía Naruto caminando por un delgado puente de tierra junto a la pared del volcán- Aquí hace muchísimo calor, me estoy asando – Trataba de darse un poco de aire con su mano, pero el calor era insoportable
-Tú pagarás por tu osadía – Se escuchó la voz se esa chica otra vez
-¿Eh? ¿Quién habla?
-He estado tan sola… que ya no quiero que nadie venga a molestarme, pero tampoco quiero que se vayan y me dejen más sola, por eso los mataré y así se quedaran conmigo para siempre
-¡¿Quién rayos es?! – Gritaba Naruto algo alterado, cuando en medio del volcán pudo ver la figura de esa chica flotando sobre la lava caliente
-Soy el espíritu de esta isla, mi nombre es Himitsu y quiero que tú seas mi amigo ¿Te quedarás para siempre si te mato?
-¡¿Eh?! ¡¿Estás loca o que te pasa?! ¡¿Planeas matarme para que sea tu amigo?!
-Si, aquí solo pueden vivir los espíritus, por eso necesito matarte, tus amigos no me simpatizan y es por eso que no los he dejado venir, pero tú me caes bien así que dejaré que vivas conmigo, por favor permíteme matarte
-Tú quien quiera que seas, no se que sabrás sobre hacer amigos ¡Pero no conseguirás que la gente sea tu amiga si los amenazas con matarlos!
-¿Qué? ¡¿Pero como te atreves?!

Al instante todo comenzó a temblar, y las rocas comenzaron a caer desde arriba hacia donde estaba Naruto, las que llegaban abajo se fundían con la lava, de pronto algo brillante se dejó ver, era una especie de diamante.
-¡Ese es el tesoro! – Exclamó Naruto al verlo, entonces saltó hacia él y lo arrancó de la roca en la que estaba incrustado, era realmente pesado así que definitivamente era lo que venían a buscar – Bien, ahora podré salir

Cuando Naruto iba a salir, la voz de la chica hizo que el lugar donde él se encontraba apoyado comenzara a caer, lo que inevitablemente terminaría con Naruto en la lava ardiente.
-Oh no, demonios – El piso se rompió y fue cuando Naruto pudo sentir como dos manos lo sostenían fuertemente, al mirar hacia arriba pudo ver a sus dos mejores amigos tratando de ayudarlo, Sasuke y Sakura
-¡¿Naruto, estas bien?! – Preguntó la pelirrosa
-Si, dentro de lo que cabe – Respondió el con su típica sonrisa
-Rayos Naruto… cuanto has engordado – Le dijo Sasuke sonriendo de lado como era su costumbre
-¡Chicos, esto se va a derrumbar- Se oyó desde afuera la voz de Mei
-¡Eh tengo el tesoro! – Gritó con orgullo el rubio mientras era sostenido
-No es momento para eso idiota, suelta esa cosa y salgamos de aquí – Le dijo Sasuke
-No, la misión consistía en esto lo recuerdan, yo lo tengo y si lo llevamos todo estará bien
-No seas idiota Naruto – Le dijo Sakura- A nosotros nos importas más tú que esa estúpida misión y no nos iremos sin ti
-Chicos… -Naruto estaba realmente sorprendido, con que así son los amigos de verdad pensaba, entonces soltó la tan preciada piedra cristalina y por fin sus dos amigos pudieron subirlo, valla que pesada era esa cosa
-Salgamos de aquí – Dijo Sasuke mientras aun todo temblaba y las paredes comenzaban a romperse
-¡Si! – Respondieron los otros dos
-Él no se irá – Fue todo lo que se oyó cuando unas manos tomaron por el cuello a Naruto atrayéndolo más al interior del lugar, sólo se pudo oír su grito y luego de eso una pila de rocas cayeron tapándolo todo
-¡Naruto! – Gritaron los dos chicos
-¡Rayos! ¡¿Naruto puedes oírme?! – Gritó Sasuke
-¡Naruto responde! – Gritó Sakura, pero nada, ni su voz, ni su chakra se podía sentir, era como si… como si ya no existiera, como si hubiese muerto- ¡Maldita sea Naruto!
-Vámonos Sakura, esto se cae a pedazos y si nos quedamos aquí… nos pasará lo mismo
-¡No podemos abandonarlo!
-Lo se… pero ya no hay nada que podamos hacer, el ha…

En instantes la montaña se desplomó, no completamente sólo una parte, aunque los ninjas ya estaban algo alejados
-¡Naruto! – El grito de Hinata resonó por toda la isla, llegando incluso a los oídos de Saotome

Continuara…
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Bueno, espero que les haya gustado y no se preocupen, que todo terminará bien

 

Re: sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

jajaja xD no te preocupes amiga, Naruto-kun no está muerto jejejeje no me mates

Capitulo 35: El sufrimiento por Naruto

-Ya han pasado tres días… estamos a punto de llegar a la aldea y Naruto-kun… no viene con nosotros – Pensaba Hinata mientras observaba a sus amigos, todos con sus rostros muy tristes, parecía que ya nada les podría devolver la felicidad. Iban camino a Konoha, por el bosque, y ni si quiera tenían ánimos da saltar por lo árboles, se iban caminando
-No se como… - Dijo Sakura captando la atención de todos, que la voltearon a ver – No se como vamos a explicarles a todos lo que pasó – Soltando unas lágrimas
Sai le ofreció un cálido abrazo – No te preocupes, todos se van a poner muy tristes pero… no hay nada que hacer
-Así es Sakura, debemos ser fuertes – Dijo Sasuke
-¿Ser fuertes? – Hinata trataba de que las lágrimas no la volvieran a llenar, pero era imposible evitarlo – No se ustedes pero… yo… no puedo… no puedo ser fuerte si él no está a mi lado…
-Hinata-chan, por favor se fuerte – Le dijo Mei, haciendo que Hinata la quedara mirando- Seguramente Naruto se habría enfadado si tu lloras
-Pero…
-Es verdad, Naruto era muy terco – Dijo Sakura
Hinata se quedó en silencio y siguió caminando hasta la aldea, ya no quería pensar en nada, ni hacer nada, sólo quedarse en su cuarto y dormir, y soñar que Naruto estaba a su lado, deseando jamás despertar.

Izumo y Kotetsu, los centinelas que aguardaban en la entrada de Konoha, jugaban una partida de póker mientras se suponía debían estar vigilando.
- Ja, creo que volví a ganar Izumo – Dijo Kotetsu mientras mostraba sus cartas
-Rayos, siempre pierdo esto es realmente injusto
-Oye mira, se acercan los chicos, guarda esto rápido o nos acusaran con la godaime
-S… si Kotetsu, démonos prisa – Dijo Izumo guardando todo muy rápido - ¿Eh? ¿Qué no debería venir Naruto con ellos? – Dijo mirando a los chicos nuevamente
-Eso es cierto ¿Dónde estará?
-Bueno… ya llegamos – Dijo Sakura – Hay que ir a decirle a la Hokage lo que sucedió
-Yo ya no quiero nada – Hinata corrió hacia el interior de la aldea llena de lágrimas
-¡Hinata! – Gritó Sakura
-Ah hola Hinata-san – La saludó Izumo, pero ella pasó a su lado corriendo sin si quiera voltear a verlo - ¿Uh? ¿Qué le pasará?
-Hola muchachos – Saludó al resto Kotetsu - ¿Oigan que hay de Naruto? ¿No viene con ustedes? – Todos pusieron expresiones tristes en sus caras al oír esa pregunta

Hinata llegó a su casa, corriendo y llorando entró sin mirar a nadie. Pasó junto a Neji sin saludar, él la miró muy preocupado, hizo lo mismo al pasar junto a su padre al cual le pareció una falta de respeto y subió enseguida al cuarto de Hinata.
-Hinata ¿Qué significa esto? ¿Por qué llegas armando un alboroto como este?
-Vete papá, déjame sola, no quiero ver a nadie – Respondió ella con su cara oculta entre la almohada de su cama
-¿Se puede saber que pasa contigo?
-¡No me pasa nada! – Gritó aun sin dejar ver su rostro
-No importa por que estés así, voy a decirte esto una sola vez Hinata, he arreglado tu boda dentro de dos semanas con un chico del clan Hyuuga, así me aseguraré de que nunca más vuelvas con ese Uzumaki
-¿Qué? – Los ojos de Hinata se abrieron como platos por lo sorprendida que estaba, y por fin despegó su rostro de la almohada para mirara a su padre que estaba en la puerta mirándola fijamente
-Lo que oíste, esto lo hago por tu bien y el del clan Hyuuga
-No, yo no puedo… yo no puedo casarme – Decía la ojiperla viendo al suelo con su mirada perdida
-Lo harás Hinata, de esa forma no estarás nunca con ese chico que no te merece
-¡Yo no puedo casarme con otro! – Gritó la ojiperla de la forma más fuerte que había gritado en su vida, casi quedándose son aliento, entonces las lágrimas comenzaron a caer otra vez
-Si lo que estas diciendo es por el Uzumaki entonces…
-¡Naruto-kun está muerto! – Gritó Hinata para luego volver a esconder su rostro en la almohada, mientras su padre se quedaba estático

Neji quien se encontraba abajo, no lograba distinguir bien los gritos ya que con todo el ruido que había no se entendía muy bien, hasta que vio bajar a su tío muy serio como siempre, pero más de lo normal.
-¿Qué pasó Hiashi-sama?
-La boda de Hinata está arreglada, dentro de dos semanas se casará con un miembro del can Hyuuga – Respondió fríamente
-Pero… Hinata no estaba así por eso ¿Cierto? – Neji estaba muy preocupado por Hinata, nunca la había visto comportarse de esa manera, y no creía que hubiese reaccionado así por eso
-No, ella me dijo que… Naruto Uzumaki había muerto – Dijo el líder del clan Hyuuga aun con esa seriedad que lo caracterizaba, como si el asunto no tuviese importancia, pero Neji no lo podía creer, ese chico al que todos llamaban idiota, el rubio que alguna vez lo hizo ver que no todo estaba decidido por el destino, el… había muerto
-No… no puede ser…

En la torre de la Hokage se escuchó un fuerte grito, seguido de un golpe a un escritorio igual o más fuerte que lo anterior
-¡¿Pero como?! – Gritó la Hokage volviendo a golpear su escritorio enfurecida
-Lo sentimos Hokage-sama tratamos de ayudarlo pero… - Sakura estaba tratando de contener su lágrimas nuevamente, pero le era muy difícil
-No pudimos sacarlo a tiempo del cráter del volcán Himitsu, lo siento – Dijo Sasuke con su típica frialdad, aunque se notaba que estaba muy afectado
-Ya veo… con que Naruto ha fallecido en esta misión – Se oyó la voz del sensei desde la ventana
-Kakashi-sensei – Dijo Sakura
-Cielos, yo siempre pensé que cumpliría su sueño de ser Hokage antes que esto – Dijo Kakashi con tristeza
-Na… Naruto baka – Dijo Tsunade entre sollozos leves tomando asiento lentamente – Es un estúpido, por eso murió
-Si hubiésemos llegado a tiempo… no fue su culpa, nosotros no lo ayudamos – Dijo Mei
-Ya no hay nada que podamos hacer, y si lo insultamos no arreglaremos nada – Dijo Sai
-Se que nada se arreglará – Dijo la Hokage visiblemente triste- Pero me siento mejor haciéndolo
-No puedo creer que mi alumno haya…
-Jiraiya ¿Hace cuanto estás ahí? – Dijo Tsunade al sannin que estaba tras la puerta con esa expresión que ya todos llevaban en sus rostros
-No hace mucho, pero llevo lo suficiente – Respondió el ermitaño

La lluvia cae, cae como un agudo filo que atraviesa mi corazón, viendo cada gota pasar, caer junto a mi o sobre mi rostro, me siento extraño ¿Qué hago aquí? ¿Por qué mi cuerpo no se mueve y mis ojos no logran ver nada más que esta intensa lluvia? Yo… no se quien soy.
Unos azules ojos se abrieron en medio de un oscuro bosque, mientras llovía incansablemente, la lluvia caía y resbalaba por su rostro humedecido, y su mirada estaba totalmente perdida, no podía reconocer nada de lo que había a su alrededor.
-¿Dónde estoy? – Se preguntó el chico de cabello rubio volviendo en si y sentándose – Mi cabeza, me duele mucho – Dijo tomando su cabeza con sus dos manos
-Naruto-kun, al fin has despertado – Le dijo una dulce pero a la vez infernal voz
-¿Quién es? – Preguntó mirando a todos lados
-¿Acaso ya no me recuerdas? Soy yo, Himitsu la persona que te rescató de ese horrible accidente
-¿Qué me rescató? – Entonces todo lo que sucedió vino de pronto a la cabeza de Naruto, lo de sus amigos, como esa chica lo aprisionó con sus brazos, ¡Que ella era un fantasma! - ¡Ah, a… aléjate de mi, tu… tu… tu eres un fa… fa… fantasma!
-Oye, no me digas así que me siento mal – Dijo la chica poniendo expresión triste
-Lo siento – Dijo Naruto algo conmovido, entonces la chica se le tiró encima - ¡Ah! ¡¿Qué rayos haces?!
-Te perdono Naruto-kun
-Oye suéltame, y a todo esto ¿Dónde están mis amigos?
-¿Tus amigos? ¿Para que los quieres? Yo soy la única amiga que necesitas Naruto-kun – Le dijo la chica sonriendo
-Claro que no, yo quiero irme con mis amigos y a todo esto ¿Si eres un fantasma por que puedo tocarte? – Naruto se dio cuenta de que él y la chica estaban abrazados y como ella era muy linda se sonrojó un poco y la alejó de él
-¿Ah, eso? Bueno, eso es porque tú también estás muerto – Le respondió la chica sonriendo
-¡¿Q… que?! – Gritó Naruto aterrorizado
-No es cierto, no estás muerto, aunque sigo pensando que de esa forma ya no podrás irte
-Fiu – Naruto suspiró aliviado – Oye no se que clase de broma es esta pero yo quiero saber donde están mis amigos
-Bueno ellos ya se fueron
-¿Qué? ¿Por qué se fueron sin mi? Que malos son
-No, en realidad ellos se fueron porque creen que tu estás muerto ¿Ves? No los necesitas, ellos te abandonaron sólo porque te creyeron muerto, no son tus verdaderos amigos
-Te equivocas
-¿Eh?
-Mis amigos… jamás me abandonarían, si creían que estaba muerto lo más seguro es que hayan perdido la esperanza, pero… si supieran que estoy vivo no se habrían ido ¡Estoy seguro de eso! – Gritó Naruto a la chica que se dio cuenta de lo determinada que era su mirada
-Oye… sabes… cuando yo te vi me pude dar cuenta de que tu estabas sólo igual que yo, vi la forma en que sufrías y pensé… ese chico está solo como yo, tal vez quiera ser mi amigo y así ya no estaré sola nunca más, pero cuando vi que tenías amigos me enfurecí, te quería sólo para mi… lo siento ¿Ahora ya no querrás ser mi amigo cierto?
-No digas eso… a pesar de que me hayas secuestrado – Dijo el rubio sonriendo- Yo comprendo como te sientes porque yo me sentía igual, es por eso que si seré tu amigo
-¿De verdad?
-Si, porque yo sentí esa soledad que tu sientes, pero fui salvado por amigos de verdad que me dieron todo su apoyo, y una chica muy especial que me entregó todo su amor, se que tú podrás encontrar a alguien que te de esa seguridad
-No, es muy tarde para mi, yo ya no pertenezco a este mundo
-¿Por qué estás aquí? ¿Cómo terminaste siendo un espíritu en ese volcán?
-Antes… esta isla estaba habitada por muchos humanos, la gente que vivía aquí siempre tuvo miedo del volcán, y creían estúpidamente que los sacrificios humanos calmarían su furia
-¿Sacrificios… humanos? Eso es terrible…
-Cada año, una joven era sacrificada, y una vez que un nuevo cuerpo llegaba, al alma anterior podía descansar en paz, pero yo nunca pude irme, porque toda la gente murió después de lanzarme, estaba tan furiosa con ellos que hice temblar todo y los maté sin darme cuenta – Decía Himitsu comenzando a llorar – Eso fue hace más de cien años, y todo ese tiempo yo… he estado sola, hasta que tú llegaste y supe que también lo estabas, yo sólo quería un amigo – Himitsu lloraba ya incontrolablemente, hasta que sintió como Naruto la abrazaba
-No llores, debe haber una forma para que tu puedas descansar en paz, debiste sentirte muy sola, debió ser horrible que tu propia gente se deshiciera de ti de esa forma tan cruel – Naruto la comprendía a la perfección, él se había sentido igual cuando toda esa gente lo llamaba monstruo y lo odiaba, esa chica había sufrido mucho
-Perdóname Naruto-kun, por traerte a este lugar, puedes irte ahora
-¿Pero que pasará contigo?
-Yo estaré bien, buscaré una forma de irme y descansar por fin, ahora ya se que no estoy sola y no lo estaré nunca más, y por favor tu tampoco este solo
-No, te prometo que seremos siempre amigos y que nunca estaré solo – Naruto se puso de pie, y la lluvia cesó de pronto, el sol comenzaba a salir y la joven desaparecía lentamente – Adiós Himitsu-chan
La joven le hacía un gesto de despedida con su mano, entonces Naruto apretó el nudo de su protector y corrió hacia la playa, no tenía idea de cómo iba as salir de esa isla, pero tenía que salir de alguna forma.

-Dos… dos semanas ya han pasado y te extraño tanto Naruto-kun ¿Por qué tu y no yo? No lo entiendo – Decía Hinata mientras unas cuantas chicas le zurcían un vestido de novia muy bello – Ojalá este vestido fuera para casarme contigo
-¿Otra ves hablando sola Hinata-san?
-Mei-chan, hola – Saludó Hinata pero sin mostrar sonrisa alguna
-Tu vestido está hermoso, aunque tu rostro no se ve para nada como el de una novia a un día de su boda
-¿Y como quieres que esté? He visto dos veces a mi prometido y ni si quiera me gusta, además lo de Naruto-kun está tan reciente, yo no puedo olvidarlo así como así, aunque mi padre me obligue a casarme
-Si lo se… cuando Naruto murió toda Konoha estaba muy triste, incluso Sasuke lo estaba, en su funeral no quiso ni hablar ¿Recuerdas que estaba lloviendo? Dijo… un Uchiha jamás llora, es sólo la lluvia, pero yo se que estaba llorando – Decía Mei muy triste
-Mei-chan…
-Incluso mi hermano se puso mal cuando lo supo, no lo culpo… en el fondo él y Naruto comenzaban a llevarse bien
Hinata se sentó, ya estaba harta de estar de pie – Yo… nunca me olvidaré de él, y sabes que… no voy a casarme
-¿Eh? – Mei la miró algo sorprendida, hace una semana había aceptado casarse porque ya nada le importaba, su padre por poco y la desafió a un duelo para obligarla hasta que dijo que si, y ahora decía nuevamente que no
-No lo haré, pienso huir mañana, pero no le digas a nadie, no puedo casarme con un extraño
-Hinata-san, claro que no le diré a nadie, suerte porque la vas a necesitar
-Si lo se, como desearía que todo fuera un sueño – Dijo Hinata mirando hacia arriba, aunque sólo se veía el techo de su casa, se imaginaba en él el cielo y la sonrisa de Naruto, pero de pronto sintió algo extraño, como un presentimiento, como aquella vez en la isla - ¿Pero… que es esto?

Naruto corría muy lejos de ahí, después de dos semanas logró salir de ese lugar ¿Cómo? Ni el mismo se podía explicar de donde sacó la fuerza para salir de esa isla corriendo sobre el agua, para no morirse de un infarto en la formación de la muerte, y regresar a casa aún con vida.
-Espérame Hinata, ya voy

Continuara…

Próximo capitulo:
-¿Dónde está Hinata? ¡Encuéntrenla! No puede hacerme esto justo hoy
-
-¡No puedes obligarme a que me case padre!
-¡Pruébame!
-
-¿Ese no es Naruto-kun?
-¡Si es él, es un fantasma!
-
-¡Hinata!

En el próximo capitulo:
¿Resurrección o fantasma? Una boda cancelada

 

Re: sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

Capitulo 36: ¿Resurrección o fantasma? Una boda cancelada

La mañana llegaba tranquilamente a Konoha, toda la gente sabía muy bien que día era hoy, el día de la tan esperada boda de la heredera del clan Hyuuga, Hinata Hyuuga por fin se casaría hoy a las seis de la tarde.
-No voy a casarme ni hoy ni nunca – Decía la ojiperla mientras se le veía saltar sobre los techos de las casas y llevando puesta su ropa ninja – Nunca me podrán forzar

La casa de los hermanos de la niebla estaba en silencio, Kouji veía la televisión aunque no le prestaba mucha atención.
-Kouji, recuerda que hoy es la boda de Hinata-san así que arréglate pronto – Le dijo Mei mientras buscaba algunos refrigerios
-Si ya lo se, es una pena que la hagan casarse cuando aun es tan reciente lo de Naruto
-Se que te dolió su muerte hermano, tanto como a mi o a cualquiera de Konoha porque todos lo queríamos mucho – Dijo Mei sonriendo
-¿De que hablas? Yo no lo quería – Dijo Kouji mirando a otro lado
-Lo que tú digas hermanito, ah por cierto lo de papá ya está perdonado
-¿Eh? ¿Qué ya me perdonaste? ¿Y eso?
-Pues… decidí que no quiero estar peleada contigo, y menos cuando trataste de no hacerme sufrir, te lo agradezco hermano – La chica sonrió ampliamente y su hermano también lo hizo. En eso sonó el timbre de su casa
-Kouji ve a ver quien es que aun estoy ocupada aquí
-Si ya voy jefecita – Dijo Kouji levantándose pesadamente de su asiento para ir a abrir la puerta. Al ver del otro lado a Sasuke se sorprendió mucho, aunque desde hace varios días los veía muy amigos no sabia exactamente que se traían
-Hola ¿está Mei? – Preguntó sin rodeos el Uchiha
-Si – Respondió Kouji con mala cara – Pero antes vas a responderme algo señor Uchiha ¿Qué pretendes con mi hermana?
-¿Qué que pretendo? Pues nada malo puedo asegurarte – Dijo Sasuke sonriendo de manera petulante
-Eso espero, porque si tú le haces algo yo te juro que…
-¿Sasuke? Hola ¿Qué haces aquí? – Preguntó Mei apareciendo en la puerta
-Pues venía a verte, por cierto tu hermano es un pesado
-¿Qué le hiciste Kouji? – Le preguntó Mei a su hermano poniéndole cara de enojo
--No le hice nada, sólo quería aclarar unas dudad con tu novio
-¿Mi… mi novio? – Se preguntó Mei sonrojada- ¡¿Pero que tonterías estás diciendo Kouji?! – Gritó enfurecida y sonrojada, mientras Sasuke sólo rió por el comentario y la reacción de la chica
-^No suena tan mal después de todo^ - Pensó Sasuke – Oye Mei venía a invitarte a desayunar, se que es muy temprano pero…
-No importa, claro que acepto – Dijo ella sonriendo – Oye Kouji tendrás que desayunar tú solo
-No importa hermana, pero antes de que te vayas, ten cuidado con las mentes pervertidas – Dijo esto mientras miraba a Sasuke
-¿Qué insinúas? – Le preguntó al azabache desafiantemente
-Nada – Respondió el peli plata de la misma forma. Mei se dio cuenta de que esos dos no se llevaban muy bien, pero que podía hacer

Sakura y Sai por su parte paseaban por Konoha, hacía un lindo día para las parejas de enamorados.
-¿Al final hablaste con Ino? – Preguntó la pelirrosa mirando fijamente a su acompañante
-No – Respondió el – No he podido, con lo de Naruto y luego la misión a la que enviaron a Ino no la he visto en estas dos semanas, no se como lo vaya a tomar además
-Sai… ¿Y si no estamos haciendo lo correcto? – Preguntó ella mientras lo abrazaba tiernamente – A pesar de todo… Ino es mi amiga y yo he hecho muy mal en quitarle a su novio
-Bueno, de hecho fui yo el que decidió decirte que me gustabas y fue una sorpresa para mi que me correspondieras, así que no es tu culpa, además Ino lo entenderá
-No se, no estoy tan segura, le haremos daño
-Si, pero no podría pensar en estar con otra persona que no seas tu Sakura – Sai la abrazó y le dio un cálido y largo beso haciendo casi detener el tiempo en ese instante


-¿Dónde está Hinata? ¡Encuéntrenla! No puede hacerme esto justo hoy – Gritaba Hiashi desesperadamente a algunos miembros del clan, ya se había dado cuenta de que Hinata se había escapado de casa y al perecer no pensaba volver
-Hiashi-sama, yo también iré a buscarla – Dijo Neji que estaba a su lado
-Si Neji, ve y por favor encuéntrala, no puede haber ido muy lejos
-Si Hiashi-sama – Dijo Neji desapareciendo en un puf, para luego correr por toda Konoha buscándola – Lo siento Hinata-sama pero debo encontrarte y llevarte de vuelta

Ino, Shikamaru y Chouji por fin regresaban de esa larga misión a la que habían sido enviados después de la tragedia de Naruto.
-Ay por fin en casa, ya estaba cansadísima – Dijo Ino estirando sus brazos
-Si, las misiones largas son muy problemáticas – Dijo Shikamaru cruzando sus brazos
-Tengo mucha hambre – Dijo Chouji mientras su estómago gruñía
-Ya quiero ver a Sai, me pregunto donde estará ese ingrato desde que nos hicimos novios a penas me visita
-Tal vez tiene otra novia – Dijo Shikamaru
-¡¿Qué dices?! – Gritó Ino en su cara - ¡No vuelvas a decir esas tonterías Shikamaru!
-Está bien pero no te enojes mujer ¿Qué no sabes que las mujeres con mal genio envejecen más rápido?
-¡¿Eh?! ¡¿En serio?! ¡Ah debo permanecer joven por mucho más tiempo, me las pagaras Shikamaru! – Gritó antes de irse corriendo hacia el interior de Konoha
-Problemática
-Tengo hambre – Shikamaru sólo lo miró con una gotita en su frente y decidió caminar

Hinata se encontraba oculta tras unos árboles cerca de las zonas de entrenamiento, se había detenido a descansar puesto que toda la mañana había buscado un lugar donde esconderse.
-Si me voy ahora de la aldea lo más seguro es que me encuentren los centinelas y no pueda salir, lo mejor es que me quede aquí – En eso oyó un ruido desde abajo y vio que varios miembros del clan la estaban buscando - Oh no, si me encuentran estoy perdida

Neji se encontraba muy cerca de donde Hinata estaba oculta, a su lado estaban Tenten, Lee, Kiba y Shino
-Tenemos que encontrarla pronto o mi tío Hiashi-sama se enfadará
-Kiba tú puedes encontrarla – Sugirió Tenten
-Es cierto Kiba, tú puedes rastrear a quien sea, hazlo y encuentra a Hinata-sama – Dijo Neji
-Lo siento pero no lo haré
-¿Qué? – Preguntaron todos confundidos
-No puedo porque si lo hago Hinata jamás me perdonaría por ayudar a que la encuentren para casarse a la fuerza
-¡Eres un! – Neji se le lanzó y lo tomó por el cuello de la chaqueta
-Ya déjalo Neji, el tiene razón no podemos hacerle esto a Hinata-san – Dijo Lee
-Ella se enfadará con nosotros – Dijo Shino
-Pero… es mi deber encontrarla, no importa si ya no quiere volver a verme, no puedo permitir que se vaya sola de la aldea
-Neji… - Tenten puso una mano en su hombro – Todo estará bien te lo prometo
-Si tan solo Naruto no hubiera muerto el tal vez podría haber hecho algo…
-Mejor vámonos y digamos que no la encontramos – Dijo Kiba
-Si – Dijo Neji
Hinata seguía tras los árboles, su escondite era evidente, era obvio que Kiba la había encontrado – Gracias Kiba-kun, Neji-onisan…

En medio del bosque se podía ver una silueta de un joven acercándose cada vez más a la aldea de la hoja. Corría lo más rápido que sus pies le permitían, sólo quería llegar y decirles a todos que no estaba muerto.
-Ya falta poco, resiste Naruto…

Hinata bajó del árbol creyendo que el peligro ya había pasado, hasta que de pronto sintió como alguien la golpeaba suavemente en la nuca dejándola dormida.
-Perdóname Hinata-sama – Dijo Neji recibiéndola en sus brazos al caer
-Neji-onisan ¿Por qué? – Con estas palabras Hinata cerró sus ojos

La ojiperla se despertó, estaba en su casa, su vestido estaba tirado en la cama junto a ella y todo estaba en silencio, no podía oír nada más que no fuese su propio llanto.
-De todas formas estoy aquí, tendré que casarme aunque no quiera, Naruto-kun perdóname por favor
-Al fin despiertas, es hora de que te cambies para tu boda – Dijo Hiashi entrando por la puerta muy calmado
-Padre… ¿Por qué me estas haciendo esto? Por favor no lo hagas – Pedía entre llantos Hinata, pero al parecer no lograba tocar el duro corazón de su padre
-¡No puedes obligarme a que me case padre!
-¡Pruébame! – Hinata lo miró sorprendida y cesó su llanto por un momento ¿Cómo era posible que un padre fuese así con su hija? ¿Qué la obligara a casarse con alguien solo por conveniencia? Nunca pensó que eso le pasaría
-Por favor… - Rogó una vez más aunque sabía que era un vano
-Alístate pronto, todos te estaremos esperando para llevarte a la iglesia – Con estas palabras Hiashi abandonó la habitación dejando a Hinata desconsolada – Lo siento hija pero esto es lo mejor para el clan

Hinata secó todas sus lágrimas y sólo pudo pensar que por última vez sería libre, pero en ese único momento, en ese pequeño instante que le quedaba para ser ella misma, pensaría en su amado Naruto, hasta que su mente se cansara de nombrarlo y sus labios de desearlo. Entonces se levantó y se dispuso a ponerse ese vestido blanco.

Sasuke y Mei paseaban por Konoha, ya eran cerca de las cuatro de la tarde y habían estado casi todo el día hablando y paseando.
-Ya sólo faltan dos horas – Dijo Mei viendo su reloj de mano
-¿Oye desde cuando llevas reloj?
-¿Eh? Pues ahora que lo dices no se, creo que desde hoy jeje
-Ah ya veo, entonces solo faltan dos horas para la boda, pobre Hinata, pero será mejor que vayamos a cambiarnos de ropa, conociéndote te tardarás dos horas en arreglarte
-Oye, yo no me tardo tanto – Dijo Mei algo enojada
-Eh pero no te enfades, vamos a tu casa, además si no te llevo tu hermano querrá matarme, bueno no creo que lo consiga
-Pero que presumido eres – Dijo ella mientras le daba la espalda
-Rayos, ustedes las mujeres si que se enojan por todo
-¡Sasuke-kun! – Se oyó una voz muy conocida para él, la chica rubia le dio uno de sus típicos abrazos
-¿Ino que haces? – Preguntó Sasuke siendo asfixiado
-Lo siento, es la costumbre jejeje perdón Sasuke-kun
-¿Oye y tu quien te crees Ino? – Preguntó enojada la peli azul
-¿Acaso estas celosa? – Preguntó Sasuke divertido por la reacción de Mei
-Claro que no, ni que estuviera loca, solo preguntaba
-Bueno de todas formas yo solo quería preguntarles si han visto a Sai – Dijo Ino sonriendo
-Pues ahora que lo dices yo si lo vi – Dijo Mei en pose pensativa – Si creo que estaba con Sakura en el parque
-¿Con Sakura? Que extraño si ellos dos no se llevan muy bien, bueno iré a buscarlo nos vemos chicos – Ino se despidió con una sonrisa de los dos
-No debiste decirle eso – Dijo Sasuke
-¿Y por que no? ¡Ah es cierto Sai y Sakura son…! Oh no pobre Ino

Los dos centinelas Izumo y Kotetsu jugaban nuevamente una partida de ajedrez mientras debían estar vigilando.
-Es una lástima que no podamos ir a la boda de Hinata-san por estar vigilando aquí – Dijo Kotetsu
-Eso es verdad, es algo injusto – Comentó Izumo
-No te distraigas, jaque mate
-¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¿Por qué siempre me ganas? – Gritaba Izumo mientras se llevaba las manos a la cabeza
-Oye mira, alguien viene corriendo a toda prisa – Dijo Kotetsu señalando hacia el bosque
-Que extraño, se ve muy apurado y no veo bien de quien se trata
-¿Ese no es Naruto-kun? – Gritó Kotetsu
-¡Si es él, es un fantasma! – Gritó Izumo mientras los dos se abrazaban asustados. Al llegar a la entrada Naruto se detuvo de golpe
-¡Por fin llegué! ¡Al fin, al fin! – Se cayó al suelo sentado y comenzó a tomar aire porque estaba muy cansado – Que… bueno
-Uhm oye… ¿Eres un fantasma? – Preguntó Izumo asustado
-¿Eh? Claro que no, soy yo Naruto ¡De veras! – Gritó poniéndose de pie
-¿Entonces estas vivo? Pero eso no puede ser – Dijo Kotetsu
-Claro que estoy vivo, he viajado como un loco para decirles a todos que no me morí en el volcán, una persona muy buena me salvó – Dijo sonriendo
-¡Eso es muy bueno! – Gritó Kotetsu - Todos estaban muy tristes por tu muerte Naruto-kun, ahora se pondrán muy felices cuando sepan que estas vivo… ¡Es verdad tienes que correr a la iglesia!
-¿Eh? ¿Y para que? – Preguntaba Naruto mientras los dos lo empujaban
-Pues porque hoy es el día en que Hinata-san va a casarse con otro – Dijo Izumo tratando de mover a Naruto, el cual al oír estas palabras se quedó paralizado ¿Acaso su Hinata ya lo había olvidado así tan fácil?
-Eso… no… no puede ser ¿Hinata va a casarse? – Sus pies no le respondían, simplemente cayó al suelo aun sin poder creer lo que oía
-No pienses mal Naruto-kun, ella está siendo obligada por su padre y el consejo del clan Hyuuga – Dijo Izumo
-Es verdad, Hinata-san no quería, todos nos dimos cuenta de eso, ella estaba muy triste por ti Naruto-kun – Dijo Kotetsu con una expresión seria
-Deberías levantarte e ir por ella, a esta hora debe estar entrando a la iglesia
-S… si, tengo que hacer algo, gracias Izumo-san y Kotetsu-san – Naruto comenzó a correr hacia la iglesia aun más rápido de lo que corría antes, no podía permitirse llegar tarde de ninguna forma.

Ino llegó por fin al parque, estaba ansiosa por ver a Sai, y claro que lo vio, abrazado con Sakura, jamás pensó ver esa escena de ellos dos.
-Sa… Sai…
-Ino – Dijo Sakura separándose del pelinegro
-Ino-chan
Ino solo salió corriendo del lugar, ya faltaba poco para la boda de Hinata y aun no estaba lista y aunque sus lagrimas le impedían ver por donde iba prefirió no voltear.

En la iglesia, la música que indicaba la llegada de la novia comenzó a sonar, y todos los invitados quedaron sorprendidos con la belleza de la joven, era la novia más hermosa que se había visto en años en Konoha, sin embargo su mirada era triste y apagada, no parecía feliz en lo más mínimo, mas bien parecía que iba a un funeral y en el fondo eso era, su propio funeral, el de sus sueños y el de su amor, ya todo estaba perdido para ella.

-Hinata no se ve nada contenta, pobre – Dijo Mei – Que pena que no haya podido huir
-¿Tu sabías algo de la huída? – Preguntó Kouji
-¿Eh? N… no – Dijo Mei nerviosa
-De todas formas en verdad se ve muy triste – Dijo Sasuke
-Si, ya lo se – Dijo Mei
-Sai… ¿Has visto a Ino? – Preguntó la preocupada pelirrosa sentada en uno de los últimos bancos junto a Sai
-No… y no ha venido a la iglesia, creo que está muy mal por mi culpa
-No es sólo tu culpa
-Hinata, pobre de ti – Dijo Kiba para si en uno de los bancos de en medio
-Si, debe estar muy triste – Dijo Shino
-Ojalá Naruto Uzumaki estuviera aquí – Dijo Kurenai mientras en los brazos tenía a su pequeño bebé (Recuerden que estamos en Shippuden después de la muerte de Asuma y Ero-sennin nunca murió en mi fic)

El padre de Hinata la guió hasta el altar, al lado de un joven más o menos de la misma edad, de ojos aperlados porque era del clan, y cabellos castaño corto.
-Hola – Dijo el joven, Hinata sólo lo miró en silencio sin responder al saludo – Se que no debe sentirse muy bien que te obliguen, créeme que si yo pudiera no te obligaría
-Gracias – Dijo Hinata

Las cosas fueron avanzando hasta que por fin era la hora de la gran pregunta, la hora del si o no
-Si – Dijo el novio ante la pregunta del padre
-Hinata Hyuuga ¿Acepta como esposo al joven…
-¡Hinata! – Se oyó la voz del rubio en la entrada de la iglesia
-Na… Naruto-kun… - Hinata susurró su nombre y lentamente se volteó, y pudo verlo ahí parado en la entrada con esa mirada determinante, toda Konoha esta absorta con lo ocurrido ¿Era un fantasma o una resurrección? Nadie se lo explicaba

Continuara…

 

Re: sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

Capitulo 37: Te quiero sólo a ti
-Hinata Hyuuga ¿Acepta como esposo al joven…
-¡Hinata! – Se oyó la voz del rubio en la entrada de la iglesia
-Na… Naruto-kun… - Hinata susurró su nombre y lentamente se volteó, y pudo verlo ahí parado en la entrada con esa mirada determinante, toda Konoha esta absorta con lo ocurrido ¿Era un fantasma o una resurrección? Nadie se lo explicaba
-Hinata, por fin he llegado… he corrido como un loco
-Naruto… kun… no… no estás muerto – Los ojos de Hinata se llenaron de lágrimas, y comenzó a ver todo nublado, parecía estar en un sueño, pero un hermoso sueño porque su amado, el chico que siempre quiso con todo su corazón estaba vivo y frente a ella. La ojiperla corrió hacia él y lo abrazó muy fuerte, no quería volver a perderlo nunca
-Hinata, está todo bien, yo estoy bien
-No puede ser, Naruto está vivo – Dijo Sakura
-Naruto, que alegría – Dijo Mei
-Ese estúpido – Dijeron Sasuke y Kouji al mismo tiempo, luego se miraron sorprendidos por haber dicho lo mismo
-¡¿Que significa esto?! – Gritó el miembro más anciano del clan Hyuuga levantándose estruendosamente
-¡Es verdad, la boda tiene que seguir!
-Naruto-kun yo te quiero sólo a ti, no quiero que te vayas, no quiero que me dejes nunca más por favor – Suplicaba llorando Hinata mientras escondía su rostro en el pecho del rubio
-No Hinata-chan, yo nunca me voy a ir, te lo juro – Dijo abrazándola más fuerte
-¡¿Vamos que esperan?! – Gritó nuevamente el anciano
-Basta – Dijo Hiashi – Esto ya llegó muy lejos, no voy a obligar a mi hija, ella es feliz con el chico Uzumaki y ahora que él está vivo no tengo una razón para obligarla, esta boda está cancelada
-¿Qué? – Todos los miembros del consejo estaban enfadados, pero el líder había hablado, ya no podían hacer nada
-Pa… padre, por fin lo entendiste – Hinata corrió hacia su padre y lo abrazó más agradecida de lo que había estado en su vida, entonces miró al supuesto novio y este le sonrió
-Hinata-chan, que bueno… que llegue a tiempo – Dijo Naruto desde la entrada viéndola abrazar a su padre para luego desmayarse en medio de la iglesia
-¡Naruto! – Gritaron todos sus amigos. Sakura corrió de inmediato a verlo
-Naruto-kun, por favor despierta
-No te preocupes – Dijo Sakura luego de revisarlo – Solo está dormido
Efectivamente Naruto roncaba y dormía plácidamente en medio de la iglesia
-Debe de estar muy cansado para dormir aquí, aunque de todas formas Naruto es un desubicado – Dijo Sakura sonriendo
-Naruto-kun – Hinata lo observó aliviada, él estaba bien, y estaba vivo ¿Qué más podía pedir?
-Bien, hay que llevarlo al hospital de Konoha – Dijo Tsunade que estaba entre la gente
-Yo me lo llevaré – Dijo Jiraiya tomando a Naruto y poniéndolo en su hombro
-Cuidado Jiraiya-sama
-Tranquila Hinata-chan, él parece que está muy cansado porque no se ha despertado después que lo cargue en mi hombro así que no habrá problema si lo llevo así Jajajaja


Ya todo había pasado, Hinata no tuvo que casarse, Naruto no estaba muerto, pero de Ino no se sabía nada aun, nadie la había visto, y así los días fueron pasando, hasta transcurrir una semana, y el rubio seguía dormido.
-Pero que buena siesta me di – Dijo Naruto abriendo sus ojos y estirando sus brazos, estaba en el hospital de Konoha con algunas partes de su cuerpo vendadas - ¿Uh? ¿Qué hago aquí? – Mirando a todos lados
-Naruto-kun, al fin despertaste – Naruto no tuvo tiempo de reaccionar, sólo de sentir los dulces labios de su querida Hinata sobre los suyos, una bonita forma de despertar
-Hinata-chan ¿Qué hago aquí?
-Te dormiste en la iglesia y no habías despertado hasta ahora, estabas agotado por tu viaje
-¿Y cuanto llevo durmiendo?
-Una semana – Respondió sonriendo la ojiperla
-¿Tanto? Rayos, tengo que salir de aquí, me sofoco sin hacer nada
-¿Pero que dices Naruto-kun? Después de todo lo que pasó no quiero ni pensar en verte hacer una misión, por lo menos en un tiempo
-Pero con el tiempo de una semana ya es suficiente yo… - Hinata lo abrazó en ese momento
-No quiero volver a perderte nunca más, por favor no hagas misiones al menos por ahora
-Hi… Hinata… está bien, como tu quieras – Dijo correspondiendo al abrazo de su novia

Mientras tanto, en la aldea se encontraba una preocupada pelirrosa haciendo las compras en la feria.
-Rayos, me pregunto como estará Ino, no ha salido de su casa en días, soy una pésima amiga – Suspiró
-Saku-chan – Se oyó la voz de Sai
-Ah Sai-kun eres tú ¿De donde vienes? – Preguntó mientras lo abrazaba tiernamente
-De la biblioteca, estaba leyendo sobre como comportarse con una novia
-Sai – Lo llamó Sakura en tono de enfado – Te he dicho que no debes leer esas cosas, eso no se aprende en los libros
-Si ya lo se, es sólo por curiosidad, a parte sabes que me encanta leer
-Si pero… bueno no importa, de todas formas eso te mantiene distraído y no haces tonterías, aunque…
-¿Qué sucede Saku-chan? Te ves muy preocupada – Preguntó al preocupado pelinegro
-Claro, Ino no ha salido de su casa en estos días, yo creo que no querrá verme jamás, de seguro me odia – Dijo tristemente Sakura
-Yo hablaré con ella, esto es todo mi culpa y yo lo arreglaré – Sai se separó de ella pues aun seguían abrazados y comenzó a caminar
-Sai ¿A dónde vas?
-Voy a verla, tenemos que hablar – Con estas palabras el pelinegro desapareció dejando sólo una nube de polvo
-Sai…

En el hospital de Konoha, nuestro rubio se encontraba saliendo para su casa, con su querida Hinata colgada del brazo
-Nos veremos Naruto-san – Dijo una de las enfermeras despidiéndose mientras los dos salían
-Hmp no me gustan ese tipo de enfermeras que se toman tanta confianza con sus pacientes – Dijo Hinata en tono molesto
-¿Estas celosa Hina-chan?
-Pues si, un poco – Respondió la ojiperla volteando a otro lado
-No seas tonta, yo te quiero solo a ti, te amo – Naruto la rodeó con sus brazos y lentamente fue acercando su rostro hasta juntar sus labios a lo cual Hinata respondió con la misma intensidad que Naruto le demostraba
-Te veo recuperado Naruto – Los dos jóvenes se separaron un tanto avergonzados
-Sasuke ¿Qué quieres?
-Venía a verte pero ya estas mejor, como sea tengo otras cosas que hacer – Sasuke se dio la media vuelta para irse
-¿Iras a ver a Mei-chan? – EL pelinegro se detuvo al oír estas palabras de la boca de Naruto
-¿Quién te dijo eso?
-Pe… perdón Uchiha-san, yo se lo dije
-¿Cuándo vas a pedirle que sea tu novia? Te estas tardando mucho Sasuke-teme
-Eso no te incumbe entrometido – Dicho esto el azabache se puso en marcha
-Es un presumido, pero es mi mejor amigo – Dijo sonriendo el rubio
-Si, ya lo se – Sonrió Hinata

Ino estaba encerrada en su cuarto, desde ese día no se había movido de su casa, no necesitaba que nadie le dijera lo que pasaba, era obvio que Sakura y Sai habían estado mintiéndole todo el tiempo.
-Son unos mentirosos
-Ino-chan
-¿Sai como entraste? – Ino lo miraba sorprendida, Sai estaba dentro de su cuarto y ella no notó cuando había entrado
-Somos ninjas, esto es fácil para nosotros
-Lárgate, no quiero verte, ni a ti ni a Sakura
-Ino-chan, escúchame, no fue mi intención hacerte daño, tú sabes que yo soy nuevo en esto de tener sentimientos y… no pude evitar enamorarme de Sakura
-No quiero oírlo, por favor vete de una vez – Dijo Ino recostada en su cama con la mitad de su rostro cubierto por la almohada. Sai se sentó a su lado y la observó fijamente
-Si quieres odiar a alguien, ódiame a mi, no me importa, pero Sakura está muy preocupada por ti, ella no tuvo la culpa fue toda mía, por favor perdónala
-¡Vete Sai! – Sai se levanto y desapareció en un puf – Estúpido, venir aquí solo para que perdone a Sakura – Sus ojos reflejaban su tristeza

Naruto y Hinata entraban a la casa de este, el estaba sentado en el sofá mientras Hinata le preparaba su platillo favorito, ramen.
-Huele delicioso Hina-chan, ya quiero probarlo
-Tranquilo Naruto-kun, ya lo comerás
-¿Oye al fin que sucedió con lo de la boda? Me dormí y no recuerdo nada
-¿Nada? Jeje, pues tú llegaste y mi padre se dio cuenta de que te amo y era imposible casarme con otro, entonces lo canceló todo, además me dijo que de ahora en adelante te aceptaría como mi novio y futuro esposo, siempre y cuando respetes las reglas del clan y…
-¿Y que? – Preguntó el rubio tragando saliva
-Y que vayas a vivir a la mansión Hyuuga
-¡¿Qué?! – Naruto se impresionó tanto que se cayó de espaldas con la silla incluida
-¿Naru-kun estás bien?
-S… si, es solo que esto es muy inesperado
-¿Entonces no quieres Naruto-kun? – Hinata se puso algo triste
-No, no es eso, me encantaría vivir contigo Hina-chan, es solo que tu padre me da algo de miedo, ¿No querrá matarme?
-Claro que no – Dijo Hinata sonriendo
-Bueno, está bien, me iré a vivir contigo, aunque extrañaré mi casita jejeje
Hinata lo abrazó con ternura, estaba muy contenta de que Naruto haya aceptado rise a vivir con ellos, pero… ¿Qué pasará ahora?

Continuara…

Avance:
-Esto nunca se lo he pedido a nadie ¿Quieres ser mi novia?
-¿Qué?
-
--Nunca te perdonaré Sakura, te odio
-Ino…
-
-¿Por qué llora una chica tan linda?
-
¿Hinata-chan, estas segura de que quieres esto?
-Si Naruto-kun, estoy muy segura

Próximo capitulo: Una decisión que cambiará todo

 

Re: sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

Capitulo 38: Una decisión que cambiará todo


La hermosa mañana llegaba a Konoha, acompañada del cantar de las aves en los cielos y el brillo de los rayos del sol. Un joven ninja de cabellos dorados y ojos azules terminada de arreglar sus cosas y ponía llave quizás para siempre a su adorada casita.
-Valla, pasé muchos momentos maravillosos en esta casa, pero creo que ya es la hora de dejarla, mi antigua vida como un gennin, un solitario niño ya se queda atrás, para ser feliz al lado de la mujer que amo – Naruto sonrió y miró por ultima vez su cálido hogar, que lo acogió por tantos años, para dejarlo atrás y ver hacia el futuro.

Mientras en la mansión Hyuuga, Hinata corría como una loca de allá para acá, buscando cosas, llevando otras, ordenando todo para que estuviese reluciente a la hora de la llegada de Naruto.
-¿Hinata-sama podrías calmarte? – Le dijo Neji
-No puedo – Decía ella mientras corría hacia la izquierda para luego regresar por el mismo lugar – Cuando Naruto-kun llegue quiero que la casa esté reluciente para impresionarlo
-Yo creo que la casa no necesita estar reluciente para que el se impresione – Dijo tomando tranquilamente un jugo la pequeña Hanabi – De seguro él nunca ha soñado con vivir en una mansión como esta
-¿Tu crees? Ay no se estoy tan nerviosa
-¿Qué no habías vivido con él ya antes? – Preguntó Neji
-Si, pero eso fueron solo unos días, ahora será para siempre además será aquí en casa, con mi padre presente, ay no va a querer matarlo si se me acerca
-Ya cálmate Hinata, pareces un huracán corriendo de allá para acá y con esa cara
-Pero Hanabi-chan…

Por fin el timbre de la gran mansión sonó, lo que hizo temblar de los nervios a Hinata, pero antes de que pudiera si quiera acercarse a la puerta, Hiashi fue a abrirla recibiendo no de muy buena gana al rubio que estaba un poco asustado.
-Ho… ho… hola Hiashi-sama
-Ya llegaste, bien pasa y deja tus cosas en la entrada, el mayor domo las subirá a tu cuarto
-¿A poco tienen mayor domo? Wow que genial
-Si, ahora entra – Dijo Hiashi con su siempre serio rostro

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-“Vaya, me pregunto que querrá Sasuke, ya llevamos un buen rato caminando por aquí y no me dice nada” – Pensaba Mei mientras miraba al azabache a su lado, que sólo observaba los troncos de la zona de entrenamiento del equipo siete

Flash Back…
-¡Tengo hambre! – Gritaba el rubio amarrado al tronco central mientras Sakura y Sasuke comían sus almuerzos
-Ten baka – Dijo Sasuke ofreciéndole su almuerzo
-Sasuke-kun… - Exclamó Sakura sorprendida
-Kakashi dijo que debemos trabajar como un equipo, y si uno de los integrantes del equipo está débil solo será un problema – Dijo tranquilamente Sasuke mientras su mano seguía extendida ofreciendo el almuerzo al rubio
-Ten Naruto – Dijo Sakura ofreciendo su almuerzo
-Sa… Sakura-chan, que bien – Dijo el rubio a punto de llorara de la emoción
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-¡Sasuke-kun! – Gritó Sakura lanzándosele encima al azabache
-Sakura… bájate que me estas asfixiando – Dijo Sasuke casi sin aire
-Sakura-chan, ¿Por qué no te fijas en mí? – Lloraba Naruto en un rincón mientras Sakura le sacaba la lengua sin soltar a Sasuke
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-¡Yo seré un Hokage y seré respetado por todos! – Gritó el rubio mientras con su dedo índice desafiaba al Uchiha
-Si claro, para empezar eres un idiota que ni si quiera puede ganarme, nunca serás Hokage – Dijo Sasuke dándole la espalda para alejarse
-¡Espera, vuelva acá y repite eso! ¡Maldito teme!

Fin Flash Back.
-Que buenos recuerdos tengo de este lugar – Dijo Sasuke sonriendo
-¿Eh? ¿A que te refieres? – Preguntó Mei
-Nada… olvídalo Mei, no te traje aquí para hablar sobre mis recuerdos de cuando era niño
-¿A no? Pues hasta ahora no me has dicho para que me trajiste y ya me estoy aburriendo porque tal parece que sólo me querías para que te acompañara a no se que cos… - Mei se quedó sorprendida de que Sasuke tan solo con sus labios, pudiera callarla de esa manera, hasta olvidó lo que estaba diciendo mientras disfrutaba de ese beso
-Por favor ya cállate, hablas demasiado
-¡¿Solo me besaste para que me callara?! ¿Pero quien te crees que eres Sasuke Uchiha?
-Esto nunca se lo he pedido a nadie ¿Quieres ser mi novia?
-¿Qué? – Los ojos de Mei se abrieron como platos mientras no dejaba de ver a Sasuke ¿Acaso había oído mal?
-Por favor no me hagas repetirlo, no me gustan este tipo de cosas, y si te pido que seas mi novia es porque tú me gustas mucho – Dijo el Uchiha mirando hacia el otro lado completamente sonrojado, no podía creer que lo había dicho por fin. Se sorprendió al sentir los brazos de Mei alrededor de su cuello y con un ligero y casi inaudible si, lo dejó helado con un beso

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Sakura caminaba por Konoha, se dirigía al hospital porque había dejado mucho trabajo pendiente por estar cuidando de Naruto durante esa semana que estuvo inconciente.
-Cielos, ya llego tarde a hacer esos informes
-Sakura…
La pelirrosa oyó que la llamaban y enseguida se volteó para ver a su amiga rubia, que ya no era tan amiga
-Ino, por fin te veo, quería hablar contigo
-Yo solo he venido a decirte una cosa Sakura, Sai habló conmigo, me pidió que te perdonara
-Ino yo…
-Nunca te perdonaré Sakura, te odio – Dijo la rubia presionando sus puños
-Ino… - Sakura bajó su mirada entristecida- Yo lo siento mucho de verdad, no quería hacerte sufrir, sólo me enamoré
-Cállate, tú Sakura Haruno eres una mentirosa y una pésima amiga, y no quiero volver a verte nunca más – Ino se fue corriendo dejando a la pelirrosa sola y muy triste, casi a punto de llorar
-Yo… de verdad lo siento – Susurró Sakura mientras una lágrimita caía de sus ojos

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El rubio observaba con suriosidad su nueva casa, tan grande, tan linda y lo mejor, su cuarto quedaba junto al de Hinata, aunque seguramente el padre de ella lo estaría vigilando muy bien.
-Naruto-kun… ¿Te sientes contento?
-Claro que si Hina-chan, porque podremos estar juntos todo el tiempo ahora, y te prometo que ya nada nos separá nunca más – El rubio abrazó a su chica muy apretadamente, no quería dejarla ir jamás y ella con su rostro rojo le correspondió el abrazo
-Nunca nos separaremos Naruto-kun… lo juro… - Los dos estaban en medio de ese ambiente romántico, a punto de juntar sus labios, entregados a ese abrazo hasta que…
-Ustedes dos, dejen eso para más tarde, es la hora de la comida – La voz de Hiashi los interrumpió haciendo que se separaran abruptamente
-Ha… hai padre – Dijo Hinata aun sonrojada

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Kouji iba caminando por las calles de la aldea, ya se hacía de atardecer, y el cielo enrojecía.
-Que aburrida es esta aldea… no hay nada interesante que hacer y Mei aun no ha llegado – Suspiró hondamente por el aburrimiento y al doblar una esquina oyó un leve llanto que venía desde un callejón
-¿Qué podrá ser eso?
-Son unos idiotas… - Decía Ino sentada en el oscuro callejón mientras dejaba caer unas lágrimas de rabia y tristeza
-¿Por qué llora una chica tan linda?
-¿Eh? ¿Quién eres tú? – Preguntó Ino mirándolo
-Oye… tú eres Ino ¿Cierto? Yo soy Kouji, el hermano de Mei – Respondió el sentandose a su lado
-¿Qué quieres?
-Nada, solo creo que no es bueno que una chica llore a solas, menos en un lugar como este ¿No crees?
Ino solo bajó la mirada aun triste.

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Naruto y Hinata por fin tenían un pequeño momento a solas, estaban sentados sobre el techo de la mansión viendo el hermoso atardecer, tomados de las manos muy felices.
-Naruto-kun al fin solos
-Si, Hinata-chan… no habíamos podido estar solos en todo el día
-Es un bello atardecer ¿Verdad? – Preguntó la ojiperla acercándosele peligrosamente al rubio
-Si, pero no más que tú – Respondió el a punto de besarla
-¡Hinata! – La voz de su hermana los interrumpió
-¿Qué… que pasa Hanabi-chan? – Preguntó muy nerviosa Hinata
-Dice mi padre que bajen a cenar… ¿Interrumpí algo?
-No, nada – Contestó Naruto algo enfadado – “Si las cosas siguen así, Hina-chan y yo jamás estaremos solos” – Suspiró resignado

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Por fin la noche cayó en Konoha, mientras Sakura peinaba con delicadeza su cabellera rosa frente al espejo de su cuarto, la figura de un ninja la sacó de su actividad.
-¿Qué sucede Sai?
-Pensé que estarías dormida, ya es un poco tarde y quería verte – Respondió el pelinegro
-No nos hemos visto hoy… he estado ocupada – Dijo ella mientras bajaba su mirada algo triste
-¿Sucede algo? Te ves muy triste
-No pasa nada… es solo… - En ese momento Sai la abrazó con fuerza, ella podía sentir esos brazos fuertes apretándola con ternura
-¿Hablaste con Ino cierto? Por eso estás así
-Sai… Ino me odia – Dijo la pelirrosa comenzando a llorar – Ya nunca seremos amigas, soy una tonta
-No digas eso, tarde o temprano Ino entenderá – Dijo Sai levantando el mentón de Sakura, para luego darle un tierno beso en esos labios

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Naruto se encontraba en su cama, le parecía un poco incómoda porque estaba acostumbrado a la suya.
-Ouch, que mal me siento en esta cama… me duele todo – Se volteaba de allá para acá sin encontrar una posición que le agradara
-¡Ahh! ¡Que rabia! – Se levantó de golpe, en eso pudo oir unos ruidos como pasos afuera de su cuerto, y como la casa era enorme y además antigua, Naruto se imaginó lo peor
-Se… ¿Será un fantasma? Ay n… no – Se acercaba lentamente a la puerta, estaba a punto de llegar cuando ésta se abrió de golpe dejando ver a la hermosa Hinata vestida con un pijama negro de encaje transparente y con tiritas en los hombros
-Lamento molestarte Naruto-kun – Dijo ella muy sonrojada
-Hi… Hinata-chan… te… te ves – Naruto trataba de hablar pero las palabras no le salían de la boca, estaba tan sorprendido de ver a Hinata así de hermosa, más de lo que era comunmente, y su piel tan blanca, sus labios rosados, lo teníasn himnotizado, ni si quiera la dejó hablar cuando ya la estaba besando descontroladamente, y ella le respondía a cada beso y a cada caricia
-Naruto-kun… quiero estar contigo…
-Pe… pero Hinata-chan…
-He venido solo para que por fin estemos juntos, te necesito Naruto-kun – Hinata lo volvió a besar haciendo que cayeran sobre la cama, ella sobre él, entonces al separarse por la falta de oxígeno, Naruto la abrazó tiernamente
-¿Hinata-chan, estas segura de que quieres esto?
-Si Naruto-kun, estoy muy segura – Dijo ella separandose de él para volver a besarlo, volviendolo loco como nadie, como nada, ninguna cosa en el mundo se comparaba con lo que ambos estaban sintiendo en ese momento, toda esa pasión, todo ese amor, solo ellos dos, el uno para el otro.

Continuara…

Avance:
-Por fin ya tengo una misión, que bien
-
-Ahí está Sasuke-kun ¿Pero que hace con esa chica?
-No se supone que deba hacer eso
-
-Hay rumores de que Akatsuki está cerca de la aldea… y esta vez vienen por Naruto
-
-No puede ser que ellos esten aquí

En el próximo capitulo: Visitas inesperadas

 

Re: sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

Capitulo 39: Visitas inesperadas

-Pero que noche – Decía bostezando el rubio, mientras abría sus ojos con calma, para encontrarse a su lado a la hermosa ojiperla dormida, así le parecía un angelito
-Despierta mi hime, ya es la hora de levantarnos – Le susurró al oído mientras ella abría sus ojos pesadamente
-¿Qué hora es Naruto-kun?
-Pues creo que las siete ¿Por qué? – Al instante Hinata dio un salto fuera de la cama y rápidamente se puso su pijama dirigiéndose a la puerta - ¿Sucede algo? – Preguntó Naruto con una ceja arqueada
-Mi padre está a punto de despertar y si sabe que pasamos la noche juntos es capaz de matarnos a ambos, así que mejor me voy, ah y debes bajar en una hora para el desayuno – Dicho esto Hinata salió de la habitación cerrando la puerta con mucha calma para no ser oída
-Cielos, hay que tener más cuidado en esta casa, además yo no quiero desayunar tan temprano, pero si no lo hago…

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En casa de una bella pelirrosa, la mañana también significaba levantarse muy temprano, tenía mucho trabajo en el hospital y debía ser muy puntual, aunque por su cara se notaba que no tenía ánimos ni para levantar la cuchara de su taza de café, pues se veía demasiado triste.
-Bueno… no tengo tiempo para estar lamentándome aquí, ¡Si Ino no quiere hablarme ni verme tanto mejor para mi! – Se dijo llena de entusiasmo, pero luego todo éste desapareció en un suspiro – De todas formas la cerda y yo siempre nos peleábamos…
Sakura se levantó de la mesa y puso una sonrisa un tanto forzada en su rostro
-Si Sai me ve así lo más seguro es que se moleste conmigo, así que debo estar bien – En eso un miembro de los Anbu apareció en su ventana
-¡Sakura-san! ¡Ah lo siento! – Se disculpó cuando notó que Sakura solo estaba en ropa interior y es que acababa de levantarse. Ella se cubrió sonrojada
-¿Qué sucede?
-La Hokage te necesita, pero ya me voy – El Anbu desapareció en un puf
-Cielos… pero que comienzo del día tan vergonzoso – Suspiró la pelirrosa

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-Que extraña me siento… ahora que soy su novia… no se, es raro, pero estoy tan feliz
-¿Qué tanto murmuras Mei? – Le preguntó Kouji a su hermana mientras iban por las calles de Konoha con la canasta de las compras
-¿Eso que te importa entrometido?
-bueno, solo me pareció raro que hablaras tú sola, pero bueno tú siempre has sido rara
-¡¿Qué intentas decir Kouji?! – Le gritó Mei con una vena marcada en su frente
-Na… nada, no te alteres que eso no te hace bien hermanita… ¿Y a todo esto que te tiene tan contenta?
Mei se puso roja inmediatamente, Kouji en verdad lo había notado, estaba muy contenta por lo ocurrido el día anterior
-Bu… bueno, no tengo por que decírtelo, así que mejor cállate y vamos a casa
-Como quieras – Le dijo el peli plata cruzando sus brazos sobre la nuca mientras comenzaba a caminar, en eso pudo ver a la joven del día anterior, Ino se encontraba caminando hacia el hospital de Konoha – Oh, Ino-san
-Kouji-san, hola, Mei – Dijo la Yamanaka
-¿Ustedes se conocen? – Preguntó confundida Mei
-Si bueno… un poco – Respondió Kouji
-bueno si me disculpan tengo que irme al hospital, así que nos vemos luego – Ino se fue rápidamente al hospital mientras Kouji la seguía con la mirada
-Ni si quiera lo pienses
-¿De que hablas? – Le preguntó confundido
-Ya sabes a lo que me refiero, ella es una chica muy linda para fijarse en ti
-¡¿Qué dices?! – Le gritó el chico a su hermana poniéndose más rojo que un tomate

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-Vamos Naruto-kun, no puedes estar así todo el día – Le decía Hinata a su rubio, el cual estaba muy molesto por un incidente ocurrido durante el desayuno
-Tu hermana no tenía para que tirarme la leche, y el café caliente en la cara sólo porque no me gusta
-Bueno… tú sabes que mi hermana es muy temperamental y no le gustó que rechazaras el desayuno que le constó tanto trabajo, además deberías probar otra cosa además de ramen
-Tal ves tengas razón, entonces iré a disculparme, pero después
-¿Por qué después?
-Porque ahora quiero aprovechar el tiempo a solas contigo – Le dijo Naruto a Hinata la cual se sonrojó mientras él la atraía hacia su pecho con sus brazos
-Na… Naruto-kun… ¿Qué haces?
-Hinata-chan… lo de anoche fue… - Naruto no alcanzó a terminar de hablar cuando fue sorprendido por un beso de Hinata, dejándolo completamente callado
-Ejem, ejem – Alguien se aclaraba la garganta para llamar la atención de los chicos, pero ellos no escuchaban
-¡Ejem! ¡Ejem! – Se aclaró la garganta aún más fuerte pero ellos seguían sin escuchar - ¡Naruto-san, Hinata-san! – EL grito por fin los hizo reaccionar
-¿Qué… que pasa? – Preguntó Naruto algo exaltado - ¿Qué quieres?
Un miembro de Anbu estaba delante de ellos dos, y al verlo Hinata se sintió muy avergonzada por la forma en la que los había visto, pero éste se limitó a decir solo a lo que venía sin hacer ningún comentario acerca del bochornoso incidente
-La Hokage te necesita urgente en su oficina Naruto-san, es un asunto sobre Akatsuki – Esto último lo dijo en un tono un poco bajo, pero aun así el rostro de Naruto se mostró increíblemente serio, lo que preocupó a Hinata porque de cierta forma, cuando Naruto se ponía serio era un asunto muy delicado
-Está bien, voy para allá, díselo a la vieja
-Hai – El Anbu desapareció inmediatamente
-¿Naruto-kun… hay algo que yo no sepa?
-Hinata… hay muchas cosas que tú no sabes, pero te prometo que te las contaré todas, ahora… debo ir donde la vieja, nos vemos luego
-Pe… pero Naruto-kun, explícame que pasa, no entiendo que es lo que sucede contigo
-Solo espérame para almorzar ¿De acuerdo? No tardaré – Naruto se fue saltando entre los techos de las casas, dejando a Hinata muy preocupada

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En la oficina de Tsunade todo era silencioso, mientras Naruto y Sakura se observaban entre si, Tsunade tenía una expresión demasiado seria en su rostro.
-Y así están las cosas Naruto, debido a que Akatsuki está cerca no puedes salir de la aldea
-Pero vieja… si yo estoy aquí ellos vendrán y yo no quiero que le hagan daño a la gente de la aldea… ¡Mándame lejos en una misión, al menos para alejarlos de Konoha!
-¡No puedo hacer eso Naruto! ¿Qué pasa si ellos te atrapan y se hacen con el Kyubi? ¡No tenemos idea de que tan fuertes son!
-¡Vieja confía en mi! – Tsunade se quedó en silencio al oír la determinación de Naruto – Si ellos me ven lejos de la aldea no vendrán aquí, y todos estarán a salvo, yo no podría arriesgarlos a todos solo para tratar de salvarme, sabes que no soy así
-Naruto… - Se alcanzó a oír la voz de Sakura – Por favor Tsunade-sama, envíeme con Naruto en una misión fuera de la aldea, se lo pido de favor, él y yo desviaremos a esos tipos de la aldea y le prometo que estaremos bien
-Sakura-chan… gracias
-¿Con ustedes no se puede no es cierto? Hagan lo que quieran, pero solo voy a pedirles una cosa… ¡Ni se les ocurra morir!
-¡Claro! – Gritaron entusiasmados los dos jóvenes ninjas
-Creo que con ellos dos no será suficiente, déjame ir con ellos – De pronto, en el marco de la puerta, apareció Kakashi con su rostro serio pero sin dejar de lado su libro
-Kakashi-sensei, estaremos bien – Dijo Naruto
-No lo creo, si de verdad quieren distraerlos entonces yo voy a ir con ustedes, esta es una misión de rango S
-Bien, con nosotros tres será suficiente – Dijo Sakura
-Bueno, les daré una misión para encubrir la verdadera, pero por ningún motivo alguien se puede enterar de esto, es muy delicado, solo van a cerciorarse de que Akatsuki no se encuentre cerca de la aldea, no quiero que peleen si no es necesario y regresen sanos y salvos
-¡Hai! – Dijeron los tres ninjas al unísono
-Por fin tengo una misión, que bien – Dijo el rubio empuñando su mano derecha hacia el cielo, estaba muy emocionado, y muy decidido a mantener la escoria lejos de su aldea

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Sasuke se encontraba en las zonas de entrenamiento del equipo siete, pero no precisamente entrenando, más bien se encontraba dormido bajo la copa de un árbol, hasta que fue despertado por su querida novia.
-¡Sasuke! – Mei se le arrojó encima
-¿Qué sucede? ¿Por qué me despiertas de esa manera Mei? – Le gritó algo molesto el azabache
-Perdón, es que al verte tan tranquilo durmiendo no me pude resistir jejeje
-Mujeres… - De pronto Sasuke al ver hacia un árbol lejano pudo ver una sombra que se movió y se ocultó rápidamente, fue solo un segundo y tal vez había sido su imaginación, pero no le gustaba nada lo que creyó ver


-Ahí está Sasuke-kun ¿Pero que hace con esa chica? – Se preguntó una joven pelirroja escondida entre el enorme follaje de un árbol, a su lado dos chicos se preguntaban lo mismo
-No se supone que deba hacer eso – Dijo un chico de cabello azul observando con detenimiento a los dos – Maldita sea Sasuke ¿Qué demonios pretendes?
-No debemos dejar que nos descubran, hablan más bajo – Dijo el tercero, un chico muy grande y de mirada serena
-Cállate Juugo, no voy a dejar que esa aparecida se quede con mi Sasuke-kun, la voy a matar – La pelirroja iba a salir de su escondite pero fue atrapada a tiempo por el chico del cabello azul
-Cálmate Karin, no hagas un escándalo cuando se supone que estamos ocultos
-Suéltame Suijetsu, yo la voy a matar, Sasuke-kun es mío
-De seguro Sasuke tiene una explicación, por favor relájate o nos descubrirán, no seas estúpida Karin
Karin por fin se calmó, y Suijetsu suspiró aliviado
-Pero estamos aquí tal como Sasuke dijo – Comentó Juugo

Flash Back…
-Si yo no regreso de Konoha en dos meses, ustedes deben ir por mi, y hacer lo acordado del plan – Dijo Sasuke mientras el Sharingan era activado y su mirada se mostraba furiosa – Todos creerán que he regresado y nadie sospechará que voy a destruir esa aldea maldita – Una sonrisa malévola se dibujó en sus labios
-Sasuke-kun se hará como tú digas – Le dijo Karin
-Ahora me voy, recuerden que no se acerque todavía, de seguro querrán encarcelarme o algo, pero estoy seguro de que me dejaran luego
-Nos vemos después Sasuke – Dijo un hombre enmascarado – Recuerda traerme al Kyubi
-Claro Madara
Fin Flash Back
-Eso fue lo que dijo… ¿Entonces que debemos hacer ahora?
-Eso es obvio Juugo, informar que la infiltración ha sido un éxito, tenemos que hablar con Sasuke para que lo más pronto posible destruyamos esta aldea y se puedan llevar a ese chico Kyubi – Dijo Suijetsu
-Bien, esperemos a ver que sucede

-“Definitivamente no pueden ser ellos, maldición… debí decirles que no vengan, se me había olvidado por completo lo que pensaba hacer… destruir Konoha…” – Pensaba perturbado Sasuke mientras Mei solo lo observaba en su seriedad
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La oficina de la Hokage otra vez se encontraba hundida en un ambiente de seriedad, ésta vez Jiraiya, el Sannin legendario y un par de Anbus estaban frente a Tsunade
-¿Y que es tan importante para llamarnos así Tsunade?
-Hay rumores de que Akatsuki está cerca de la aldea… y esta vez vienen por Naruto – Respondió seriamente la rubia
-Demonios, no tengo otra opción más que ir a detenerlos
-Envié a Naruto fuera de la aldea en una misión, junto a Sakura y Kakashi
-¡¿Qué?! ¡¿Pero como pudiste?! ¡Si encuentran a Naruto estamos perdidos! – Jiraiya golpeó el escritorio de Tsunade con fuerza antes las miradas sorprendidas de los Anbus
-Lo se, pero él me pidió que confiara en él, yo se que Naruto puede hacerlo, quería mantenerlos lejos de la aldea – Tsunade sonaba algo nostálgica al decir esto, al parecer ella tampoco confiaba lo suficiente en su decisión
-Como sea yo iré también, no voy a dejar que él se acerque a Naruto
-¿Te refieres a Nagato?
-Si, lo conozco lo suficiente como para saber lo que está buscando, y no lo voy a permitir, Tsunade, envía algunos refuerzos tras ellos y yo iré por mi cuenta
-Si, pero regresa viejo pervertido – Le dijo Tsunade sonriendole
-Lo haré, lo prometo – Sonrió también el Sannin

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-Naruto-kun estaba realmente extraño hoy, al escuchar ese nombre él…
-Hinata-chan, ya regresé
-Na… Naruto-kun, que bueno, estaba muy preocupada por ti – Dijo ya más aliviada la ojiperla
-Lo se, pero ya debo irme, sólo vine a buscar mis cosas porque tengo una misión
-¿Qué? Pe… pero… Naruto-kun tú me prometiste que no… - Naruto la calló poniendo un dedo sobre sus labios
-Sé que te lo prometí, pero esto es algo que tengo que hacer, te prometo que muy pronto estaré de vuelta – Luego de eso lentamente alejó su dedo de los labios de Hinata para reemplazarlo por sus labios
-¿Me lo prometes?
-Claro, es más, te lo juro, te juro que volveré para estar a tu lado siempre Hinata-chan – Las palabras una vez más volvían a estar de más cuando el rubio besaba los labios de su tierna ojiperla, es que su amor se había vuelto tan profundo que para sus ojos ya no existía nadie más

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-¿Entonces será una misión peligrosa?
-Un poco Sai, por eso te pido que me esperes, todo saldrá bien – Sakura abrazó al pelinegro fervientemente, como si nunca se fuesen a separar, pero sabía que eso tenía que suceder
-Está bien, solo espero que regreses sana y salva mi amor
-Claro ¿Con quien crees que hablas? Soy la discípula de la quinta, estaré bien, te lo prometo
-Bien, entonces yo me quedaré tranquilo – Sai selló sus labios con un tierno beso, y justo en ese momento se apareció Kakashi
-Hola – Dijo sonriendo – No sabía que ustedes dos… bueno eso no importa ¿Y Naruto?
-¡Aquí estoy Kakashi-sensei! – Gritó desde uno de los caminos el rubio, pues venía corriendo
-Bueno, ya vámonos – Dijo Sakura
-¡Dattebayo! – Gritó el rubio antes de que partieran hacia el bosque
-Espero que estén bien – Dijo Sai algo inseguro, de alguna manera no presentía nada bueno

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Sasuke no se encontraba nada tranquilo, estaba en su casa a solas, pero algo en él le decía que eso no duraría mucho.
-No puede ser que ellos estén aquí – Se dijo a sí mismo, sin embargo frente a él se aparecieron tres siluetas que conocía muy bien
-Tanto tiempo sin vernos Sasuke, por fin estás solo – Dijo Suijetsu
-Suijetsu, Karin, Juugo, después de todo si eran ustedes – Dijo un poco enfadado Sasuke, de verdad esperaba que ellos no hubiesen llegado – Maldición
-¿Qué pasó con tu plan de destruir Konoha? ¿Acaso ya lo olvidaste?
Por supuesto que no Suijetsu, pero ahora yo…
-¿Plan para destruir Konoha?
Los ojos de Sasuke se abrieron como platos al oír esa voz, era ella, estaba en su casa y había oído aquello
-Mei…

Continuara…

 

Re: sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

Capitulo 40: Tormenta


-¿Qué pasó con tu plan de destruir Konoha? ¿Acaso ya lo olvidaste?
-Por supuesto que no Suijetsu, pero ahora yo…
-¿Plan para destruir Konoha?
Los ojos de Sasuke se abrieron como platos al oír esa voz, era ella, estaba en su casa y había oído aquello
-Mei…

En ese momento Mei salió corriendo y Sasuke tras ella
-¡Espera!

De pronto, Sasuke despertó, estaba en su casa, donde mismo había comenzado, todo había sido un sueño, nada pasó en realidad
-Que bueno, fue un estúpido sueño – Se recostó sobre el sillón mientras suspiraba aliviado - ¿Pero por que demonios habré soñado algo así?

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-Naruto, no deberías, en serio no deberías… ¡Desvestirte frente a una dama! – Gritó la pelirrosa mientras le daba un fuerte zape en la cabeza al rubio porque se estaba quitando la ropa en frente de ella para ir a nadar al río y pescar algo para comer
-Gomen ne Sakura-chan, pero no me golpees, además no pensaba quitarme toda la ropa – Decía Naruto mientras se sobaba el chicón que le quedó tras el golpe
-Ya cálmense chicos, recuerden que esto es una misión no un juego y es muy peligrosa, sobre todo para ti Naruto – Dijo Kakashi seriamente
-Si Kakashi-sensei, usted tiene razón, perdón – Dijo Sakura apenada
-Si, perdón Kakashi-sensei – Dijo Naruto
-Como sea ¿Dónde está la cena? Tengo mucha hambre – Le rugió el estómago al sensei
-Oh – Naruto y Sakura se cayeron de espaldas, ¿Cómo podía estar tan serio y luego perder todo eso en un segundo?
-Yo voy a pescar algo, pero no me golpees más Sakura-chan – Dijo anteponiendo sus brazos. Sakura sólo suspiró
-No lo haré, lo prometo

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Hinata se encontraba en la gran mansión Hyuuga, estaba deseando ver a Naruto y ya se hacía de noche, pero sabía que él iba a tardar un buen tiempo en regresar.
-Cielos Naruto-kun, acabas de irte y ya te extraño tanto – Hinata miró a través de la cortina de la ventana de su cuarto
-Hinata-sama
-Neji-onisan ¿Pasa algo? – Se volteó la ojiperla
-Nada, sólo que es la hora de la cena ¿Y donde está Naruto?
-Se fue en una misión, dijo que era algo muy importante, pero no se de que se trate ¿Tú no sabes nada acerca de un tal Akatsuki?
-¿Akatsuki? – Neji se quedó sorprendido, claro que había oído mencionar a esa organización tan peligrosa, formada por criminales de rango S – N… no Hinata-sama, no tengo idea de quienes sean
-Ya veo, cuando el Anbu se lo dijo a Naruto-kun él se puso muy serio y se fue muy rápido donde Hokage-sama, creí que los conocías
-No, lamentablemente – “Perdóneme Hinata-sama, pero si se lo digo usted se preocupará mucho y no quiero verla así”
-Bueno… - Hinata sonrió – Vamos a cenar, de pronto me dio mucha hambre
-Si

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Ya era de noche, pero era normal para Ino trabajar hasta altas horas, llevaba unos informes muy importantes sobre los pacientes de hospital hacia la torre Hokage, Mei iba a su lado ayudándola con algunos.
-¿Así que conociste a mi hermano?
-Si, es un chico muy amable, me ayudó cuando estaba triste
-Eso es raro en él, generalmente es un pesado, odioso e insoportable, pero si tú dices que te trató bien debió ser verdad – Mei sonrió
-¿Te gusta mucho Sasuke-kun?
-¿Eh?
-Si, es decir, tú eres la primera chica en la que él se ha fijado, antes cuando vivía en la aldea todas estábamos locas por él, pero jamás nos volteó a ver – La rubia le sonrió a la peli azul – Debió ver algo en ti que en las demás no

Mei se sonrojó, ciertamente en un principio Sasuke ni si quiera le llamó la atención como hombre, lo veía como un enemigo y tal vez por eso ella era diferente a las demás para él
-Bu… bueno, no se si vio algo en mi o no, pero estoy segura de Sasuke lo que necesita es demostrar más sus sentimientos, es un poco frío a veces… - Mei hizo una pausa poniéndose de pronto muy triste – Pero lo comprendo, perder a todas las personas que amaste en tan solo un día es muy doloroso, yo también lo he vivido
-Lo siento… no lo sabía – Dijo Ino algo triste también
-Pero yo ya lo he superado – Sonrió una vez más Mei – Soy una chica fuerte, y el tener a mi hermano conmigo también ayuda bastante jejeje
-Ya lo creo

Las dos seguían en camino a la torre, pero de pronto en una esquina tropezaron con alguien, a Ino se le cayeron todos los papeles que llevaba encima
-Lo siento Ino-chan
-Sai… ¿Qué haces aquí a esta hora? – Preguntó con la mirada seria
-Nada, sólo me gusta pasear de noche, hola Mei-san
-Hola Sai-san, etto… yo… no se debería irme…
-No, el que se va soy yo, tengo muchas cosas que hacer en este momento – Sai comenzó a caminar
-¿Y tu querida Sakura no va contigo? ¿O es que ya te dejó por otro? – Preguntó Ino sarcásticamente
-No, sólo se fue en una misión de rango S – Respondió Sai volteándose con su sonrisa en el rostro, sonreía pero se veía preocupado, e Ino pudo notarlo en sus ojos
-¿Es… peligrosa?
-Ciertamente lo es – Después de eso Sai saltó sobre un techo y se fue de ahí
-Sai… estaba preocupado
-Ino-san ¿Sigamos a la torre?
-¿Eh? Ah si, vamos

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Mientras en la mansión Hyuuga, Hinata estaba sentada a la mesa junto a su padre, Neji y Hanabi, su plato de comida estaba lleno, no hacía más que revolverla con la cuchara.
-¿Hinata-sama no va a comer? – Le preguntó Neji
-¿Eh? Es que… de pronto ya no tengo hambre, no se por que me siento tan extraña
-Hinata, por favor come algo, no es bueno rechazar la comida
-Hai Otto-san – Hinata comenzó a comer lentamente, pero la expresión de preocupación no salía de su cara, era ese mismo sentimiento de cuando se fueron a la isla, sentía lo mismo – “Naruto-kun…”

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En una de las zonas de entrenamiento, se encontraban los tres ninjas, Karin, Suijetsu y Juugo, uno de ellos hacía una especie de jutsu, hizo aparecer un pequeño holograma en el fuego de la hoguera
-Señor Madara, estamos en Konoha – Dijo Suijetsu
-Bien, son rápidos, ¿Han visto a Sasuke?
Karin sacó a Suijetsu de un manotazo – Si lo vimos, estaba con una tipa bastante extraña, por favor déjeme matarla
-¡¿Karin se puede saber por que demonios me has empujado de esa manera?! – Gritó el peli azul que fue a dar contra un árbol
-No, primero quiero saber quien es
-Oí que se llama Mei – Habló Juugo mientras los otros dos lo miraban raro, él era muy callado y raro – Y viene de la aldea escondida entre la niebla
-¿En serio? ¿Dices que se llama Mei? Creo que la conozco, pero era solo una niña en ese entonces ¿Y el chico Kyubi?
-No se encuentra en la aldea, se ha ido de misión, no será necesaria una invasión todavía, sólo Sasuke y esa chica nos preocupan
-¿Verdad que puedo matarla Madara-sama? – Esta vez Karin le dio un manotazo a Juugo para ponerse en frente de la hoguera
-De hecho no creo que puedas Karin, ella es de la familia más fuerte de la aldea escondida entre la niebla, aunque no creo que sepa usar por completo sus poderes
-¿Eso es un no?
-Déjalo pasar por ahora, podría sernos de utilidad, pero por ahora no se acerquen a Sasuke, siento que planea algo, vigílenlo pero que no los descubra
-Si señor – Dijo Karin, luego la imagen desapareció - ¿Chicos oyeron la orden? ¿Chicos?

Cuando Karin había empujado a Juugo éste se cayó sobre Suijetsu golpeándose los dos contra un árbol y quedando inconscientes
-Rayos, creo que los maté

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Sasuke estaba tomando una ducha, para poder despejarse, pero todo lo que hacía era pensar más en ello, en el sueño, en Mei, en sus antiguos planes, en todo
-Mierda – Le dio un buen golpe a la pared - ¿Qué voy a hacer si mi sueño se hace realidad? Ella jamás va a perdonarme, nadie me va a perdonar, maldita la hora en que volví a esta aldea y… y me enamoré de ella

Cerró la llave de la ducha y se puso una toalla en la parte baja del cuerpo, y al salir sintió el timbre sonar. Sin vestirse Sasuke abrió la puerta, para encontrarse con los bellos ojos azules de ella
.Mei ¿Qué haces aquí a esta hora?
-Sas… Sasuke… estas… estas… - Mei se cubrió los ojos sonrojada, dejando caer una bolsa que traía en sus manos – Vístete por favor
-Oye, no seas tan dramática, y en todo caso ya es muy tarde para que estés aquí – Sasuke entró y buscó una camisa que había sobre el sillón, rápidamente se la puso y se dirigió a la puerta para cerrar
-Bueno, como eres un hombre que vive solo pensé que a lo mejor tenías hambre, y te traje algo de comer – Dijo ella levantando la bolsa del suelo
-Gracias, pero no te hubieras molestado, como ves no tengo hambre
-Ah, ya veo, entonces será mejor que me vaya a casa – Dijo la chica un poco triste
-Está bien, no te pongas así, quédate un rato conmigo – Dijo Sasuke sonriendo, ella le respondió con otra sonrisa

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La noche comenzó a declinar, para dar paso al brillante amanecer, las nubes poco a poco iban apareciendo sin embargo, al parecer se acercaba una tormenta y sería fuerte. La gente que vivía en las casas de madera comenzaba a reforzar sus paredes, sus techos, y el viento comenzó a soplar muy fuerte, tanto que algunos árboles caían con la ventisca.
-¡Guau! ¡Guau!
-¿Qué sucede Akamaru? ¿Malas noticias? – Preguntó Kiba mientras su gran mascota no dejaba de ladrar mirando al cielo – Si, una tormenta, es bastante inesperado en este época del año, pero tal vez sea una frente temporal, como sea parece que va a ser fuerte
-¿También lo crees Kiba?
-¿Eh? Shino… no sabía que estabas aquí, si, ésta tormenta se ve algo peligrosa
-Tal vez, desde hace un rato mis insectos están inquietos
-Si, Akamaru también lo ha estado, pero bueno, es solo un poco de agua

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-Se acerca una tormenta – Hinata nuevamente observaba hacia fuera por la ventana – Espero que Naruto-kun no se resfríe
-Hinata ¿Otra vez viendo por la ventana? – Preguntó Hanabi - ¿No te da pena estar todo el día pensando en tu novio? Es un arrogante – Hanabi miró hacia su izquierda con ironía
-Bueno, hace un día que se fue, pero lo extraño mucho, sobre todo porque tengo un mal presentimiento, y la última vez que sentí algo así Naruto-kun casi muere, es por eso que estoy tan preocupada por él
-Hinata onee-chan, mejor vamos a jugar, tal vez te sientas mejor
-Hanabi-chan, has cambiado mucho – Hinata le sonrió
-¿Por qué lo dices?
-Porque antes no te preocupabas por mi como ahora, me hace feliz saber que después de todo si me quieres
-Eres mi hermana tonta – Hanabi puso mueca de sarcasmo, pero Hinata rió porque en el fondo su hermana era así, no le gustaba demostrar lo que sentía por los demás
-Bueno ¿Y a que quieres jugar?
-Que bueno que lo preguntas – Hanabi comenzó a reírse de forma muy extraña

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Los tres ninjas de la hoja seguían internados en el bosque, pero ya muy lejos de la aldea
-Supongo que en cualquier momento aparecerán, ellos no saben que estamos al tanto de sus intenciones
-Kakashi-sensei ¿Crees que servirá de algo alejarlos de la aldea?
-No lo se Sakura, pero si nos los encontramos, no podemos permitir que se lleven a Naruto
-No te preocupes Kakashi-sensei, yo no los dejaré que me atrapen ¡De veras!
-Naruto… sólo quiero pedirte una cosa – Dijo Sakura muy seria – Por favor, no te vuelvas a convertir jamás en ese… demonio de nueve colas
-Sakura-chan… lo prometo, jamás voy a convertirme en eso, no voy a dejar que este zorro me gobierne – Naruto agarró con fuerza su pecho mientras observaba a Sakura, entonces una gota de agua cayó sobre su cara, y seguido de eso una fuerte llovizna comenzó
-Lluvia… cielos creo que ya estamos empapados – Dijo Kakashi
-Ni modo, hay que buscar una cueva o algo – Dijo Naruto. El y Kakashi comenzaron a moverse para buscar refugio, pero Sakura lo detuvo tomando su mano
-Gracias Naruto
-De nada Sakura-chan – Dijo sonriendo

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Hinata estaba corriendo mientras lloraba a mares, atrás de ella su hermana la seguía con el Byakugan activado por toda la casa y destrozando muebles, adornos y demás
-¡Ya no quiero jugar a los ninjas Hanabi-chan!
-¡No huyas criminal! – Gritaba Hanabi, mientras Neji y Hiashi tomaban un café caliente en la sala
-Hinata, Hanabi, no hagan mucho ruido – Dijo tranquilamente el cabecilla del clan
-Cuidado Hanabi-sama, el adorno de la mesa es muy costoso – Decía Neji con la misma actitud calmada de Hiashi
-¡Ya no quiero jugar más! – Decía Hinata con lagrimitas de cascada

Continuara…


Avance:

-¡Hiashi-sama, rápido, Hinata-sama ha sufrido un desmayo!
-
-¿Qué vaya a verlo a la cárcel? Eso jamás
-
-No se de que se trate esto, pero tú chiquillo vienes con nosotros
-¡Ni de broma!
-
-¿Qué sucede conmigo Tsunade-sama?
-Hinata… tú estás…

Próximo capitulo: Noticia inesperada

 

Re: sabes yo te amo [romance, accion] naruhina

Capitulo 40: Tormenta


-¿Qué pasó con tu plan de destruir Konoha? ¿Acaso ya lo olvidaste?
-Por supuesto que no Suijetsu, pero ahora yo…
-¿Plan para destruir Konoha?
Los ojos de Sasuke se abrieron como platos al oír esa voz, era ella, estaba en su casa y había oído aquello
-Mei…

En ese momento Mei salió corriendo y Sasuke tras ella
-¡Espera!

De pronto, Sasuke despertó, estaba en su casa, donde mismo había comenzado, todo había sido un sueño, nada pasó en realidad
-Que bueno, fue un estúpido sueño – Se recostó sobre el sillón mientras suspiraba aliviado - ¿Pero por que demonios habré soñado algo así?

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-Naruto, no deberías, en serio no deberías… ¡Desvestirte frente a una dama! – Gritó la pelirrosa mientras le daba un fuerte zape en la cabeza al rubio porque se estaba quitando la ropa en frente de ella para ir a nadar al río y pescar algo para comer
-Gomen ne Sakura-chan, pero no me golpees, además no pensaba quitarme toda la ropa – Decía Naruto mientras se sobaba el chicón que le quedó tras el golpe
-Ya cálmense chicos, recuerden que esto es una misión no un juego y es muy peligrosa, sobre todo para ti Naruto – Dijo Kakashi seriamente
-Si Kakashi-sensei, usted tiene razón, perdón – Dijo Sakura apenada
-Si, perdón Kakashi-sensei – Dijo Naruto
-Como sea ¿Dónde está la cena? Tengo mucha hambre – Le rugió el estómago al sensei
-Oh – Naruto y Sakura se cayeron de espaldas, ¿Cómo podía estar tan serio y luego perder todo eso en un segundo?
-Yo voy a pescar algo, pero no me golpees más Sakura-chan – Dijo anteponiendo sus brazos. Sakura sólo suspiró
-No lo haré, lo prometo

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Hinata se encontraba en la gran mansión Hyuuga, estaba deseando ver a Naruto y ya se hacía de noche, pero sabía que él iba a tardar un buen tiempo en regresar.
-Cielos Naruto-kun, acabas de irte y ya te extraño tanto – Hinata miró a través de la cortina de la ventana de su cuarto
-Hinata-sama
-Neji-onisan ¿Pasa algo? – Se volteó la ojiperla
-Nada, sólo que es la hora de la cena ¿Y donde está Naruto?
-Se fue en una misión, dijo que era algo muy importante, pero no se de que se trate ¿Tú no sabes nada acerca de un tal Akatsuki?
-¿Akatsuki? – Neji se quedó sorprendido, claro que había oído mencionar a esa organización tan peligrosa, formada por criminales de rango S – N… no Hinata-sama, no tengo idea de quienes sean
-Ya veo, cuando el Anbu se lo dijo a Naruto-kun él se puso muy serio y se fue muy rápido donde Hokage-sama, creí que los conocías
-No, lamentablemente – “Perdóneme Hinata-sama, pero si se lo digo usted se preocupará mucho y no quiero verla así”
-Bueno… - Hinata sonrió – Vamos a cenar, de pronto me dio mucha hambre
-Si

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Ya era de noche, pero era normal para Ino trabajar hasta altas horas, llevaba unos informes muy importantes sobre los pacientes de hospital hacia la torre Hokage, Mei iba a su lado ayudándola con algunos.
-¿Así que conociste a mi hermano?
-Si, es un chico muy amable, me ayudó cuando estaba triste
-Eso es raro en él, generalmente es un pesado, odioso e insoportable, pero si tú dices que te trató bien debió ser verdad – Mei sonrió
-¿Te gusta mucho Sasuke-kun?
-¿Eh?
-Si, es decir, tú eres la primera chica en la que él se ha fijado, antes cuando vivía en la aldea todas estábamos locas por él, pero jamás nos volteó a ver – La rubia le sonrió a la peli azul – Debió ver algo en ti que en las demás no

Mei se sonrojó, ciertamente en un principio Sasuke ni si quiera le llamó la atención como hombre, lo veía como un enemigo y tal vez por eso ella era diferente a las demás para él
-Bu… bueno, no se si vio algo en mi o no, pero estoy segura de Sasuke lo que necesita es demostrar más sus sentimientos, es un poco frío a veces… - Mei hizo una pausa poniéndose de pronto muy triste – Pero lo comprendo, perder a todas las personas que amaste en tan solo un día es muy doloroso, yo también lo he vivido
-Lo siento… no lo sabía – Dijo Ino algo triste también
-Pero yo ya lo he superado – Sonrió una vez más Mei – Soy una chica fuerte, y el tener a mi hermano conmigo también ayuda bastante jejeje
-Ya lo creo

Las dos seguían en camino a la torre, pero de pronto en una esquina tropezaron con alguien, a Ino se le cayeron todos los papeles que llevaba encima
-Lo siento Ino-chan
-Sai… ¿Qué haces aquí a esta hora? – Preguntó con la mirada seria
-Nada, sólo me gusta pasear de noche, hola Mei-san
-Hola Sai-san, etto… yo… no se debería irme…
-No, el que se va soy yo, tengo muchas cosas que hacer en este momento – Sai comenzó a caminar
-¿Y tu querida Sakura no va contigo? ¿O es que ya te dejó por otro? – Preguntó Ino sarcásticamente
-No, sólo se fue en una misión de rango S – Respondió Sai volteándose con su sonrisa en el rostro, sonreía pero se veía preocupado, e Ino pudo notarlo en sus ojos
-¿Es… peligrosa?
-Ciertamente lo es – Después de eso Sai saltó sobre un techo y se fue de ahí
-Sai… estaba preocupado
-Ino-san ¿Sigamos a la torre?
-¿Eh? Ah si, vamos

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Mientras en la mansión Hyuuga, Hinata estaba sentada a la mesa junto a su padre, Neji y Hanabi, su plato de comida estaba lleno, no hacía más que revolverla con la cuchara.
-¿Hinata-sama no va a comer? – Le preguntó Neji
-¿Eh? Es que… de pronto ya no tengo hambre, no se por que me siento tan extraña
-Hinata, por favor come algo, no es bueno rechazar la comida
-Hai Otto-san – Hinata comenzó a comer lentamente, pero la expresión de preocupación no salía de su cara, era ese mismo sentimiento de cuando se fueron a la isla, sentía lo mismo – “Naruto-kun…”

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En una de las zonas de entrenamiento, se encontraban los tres ninjas, Karin, Suijetsu y Juugo, uno de ellos hacía una especie de jutsu, hizo aparecer un pequeño holograma en el fuego de la hoguera
-Señor Madara, estamos en Konoha – Dijo Suijetsu
-Bien, son rápidos, ¿Han visto a Sasuke?
Karin sacó a Suijetsu de un manotazo – Si lo vimos, estaba con una tipa bastante extraña, por favor déjeme matarla
-¡¿Karin se puede saber por que demonios me has empujado de esa manera?! – Gritó el peli azul que fue a dar contra un árbol
-No, primero quiero saber quien es
-Oí que se llama Mei – Habló Juugo mientras los otros dos lo miraban raro, él era muy callado y raro – Y viene de la aldea escondida entre la niebla
-¿En serio? ¿Dices que se llama Mei? Creo que la conozco, pero era solo una niña en ese entonces ¿Y el chico Kyubi?
-No se encuentra en la aldea, se ha ido de misión, no será necesaria una invasión todavía, sólo Sasuke y esa chica nos preocupan
-¿Verdad que puedo matarla Madara-sama? – Esta vez Karin le dio un manotazo a Juugo para ponerse en frente de la hoguera
-De hecho no creo que puedas Karin, ella es de la familia más fuerte de la aldea escondida entre la niebla, aunque no creo que sepa usar por completo sus poderes
-¿Eso es un no?
-Déjalo pasar por ahora, podría sernos de utilidad, pero por ahora no se acerquen a Sasuke, siento que planea algo, vigílenlo pero que no los descubra
-Si señor – Dijo Karin, luego la imagen desapareció - ¿Chicos oyeron la orden? ¿Chicos?

Cuando Karin había empujado a Juugo éste se cayó sobre Suijetsu golpeándose los dos contra un árbol y quedando inconscientes
-Rayos, creo que los maté

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Sasuke estaba tomando una ducha, para poder despejarse, pero todo lo que hacía era pensar más en ello, en el sueño, en Mei, en sus antiguos planes, en todo
-Mierda – Le dio un buen golpe a la pared - ¿Qué voy a hacer si mi sueño se hace realidad? Ella jamás va a perdonarme, nadie me va a perdonar, maldita la hora en que volví a esta aldea y… y me enamoré de ella

Cerró la llave de la ducha y se puso una toalla en la parte baja del cuerpo, y al salir sintió el timbre sonar. Sin vestirse Sasuke abrió la puerta, para encontrarse con los bellos ojos azules de ella
.Mei ¿Qué haces aquí a esta hora?
-Sas… Sasuke… estas… estas… - Mei se cubrió los ojos sonrojada, dejando caer una bolsa que traía en sus manos – Vístete por favor
-Oye, no seas tan dramática, y en todo caso ya es muy tarde para que estés aquí – Sasuke entró y buscó una camisa que había sobre el sillón, rápidamente se la puso y se dirigió a la puerta para cerrar
-Bueno, como eres un hombre que vive solo pensé que a lo mejor tenías hambre, y te traje algo de comer – Dijo ella levantando la bolsa del suelo
-Gracias, pero no te hubieras molestado, como ves no tengo hambre
-Ah, ya veo, entonces será mejor que me vaya a casa – Dijo la chica un poco triste
-Está bien, no te pongas así, quédate un rato conmigo – Dijo Sasuke sonriendo, ella le respondió con otra sonrisa

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La noche comenzó a declinar, para dar paso al brillante amanecer, las nubes poco a poco iban apareciendo sin embargo, al parecer se acercaba una tormenta y sería fuerte. La gente que vivía en las casas de madera comenzaba a reforzar sus paredes, sus techos, y el viento comenzó a soplar muy fuerte, tanto que algunos árboles caían con la ventisca.
-¡Guau! ¡Guau!
-¿Qué sucede Akamaru? ¿Malas noticias? – Preguntó Kiba mientras su gran mascota no dejaba de ladrar mirando al cielo – Si, una tormenta, es bastante inesperado en este época del año, pero tal vez sea una frente temporal, como sea parece que va a ser fuerte
-¿También lo crees Kiba?
-¿Eh? Shino… no sabía que estabas aquí, si, ésta tormenta se ve algo peligrosa
-Tal vez, desde hace un rato mis insectos están inquietos
-Si, Akamaru también lo ha estado, pero bueno, es solo un poco de agua

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-Se acerca una tormenta – Hinata nuevamente observaba hacia fuera por la ventana – Espero que Naruto-kun no se resfríe
-Hinata ¿Otra vez viendo por la ventana? – Preguntó Hanabi - ¿No te da pena estar todo el día pensando en tu novio? Es un arrogante – Hanabi miró hacia su izquierda con ironía
-Bueno, hace un día que se fue, pero lo extraño mucho, sobre todo porque tengo un mal presentimiento, y la última vez que sentí algo así Naruto-kun casi muere, es por eso que estoy tan preocupada por él
-Hinata onee-chan, mejor vamos a jugar, tal vez te sientas mejor
-Hanabi-chan, has cambiado mucho – Hinata le sonrió
-¿Por qué lo dices?
-Porque antes no te preocupabas por mi como ahora, me hace feliz saber que después de todo si me quieres
-Eres mi hermana tonta – Hanabi puso mueca de sarcasmo, pero Hinata rió porque en el fondo su hermana era así, no le gustaba demostrar lo que sentía por los demás
-Bueno ¿Y a que quieres jugar?
-Que bueno que lo preguntas – Hanabi comenzó a reírse de forma muy extraña

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Los tres ninjas de la hoja seguían internados en el bosque, pero ya muy lejos de la aldea
-Supongo que en cualquier momento aparecerán, ellos no saben que estamos al tanto de sus intenciones
-Kakashi-sensei ¿Crees que servirá de algo alejarlos de la aldea?
-No lo se Sakura, pero si nos los encontramos, no podemos permitir que se lleven a Naruto
-No te preocupes Kakashi-sensei, yo no los dejaré que me atrapen ¡De veras!
-Naruto… sólo quiero pedirte una cosa – Dijo Sakura muy seria – Por favor, no te vuelvas a convertir jamás en ese… demonio de nueve colas
-Sakura-chan… lo prometo, jamás voy a convertirme en eso, no voy a dejar que este zorro me gobierne – Naruto agarró con fuerza su pecho mientras observaba a Sakura, entonces una gota de agua cayó sobre su cara, y seguido de eso una fuerte llovizna comenzó
-Lluvia… cielos creo que ya estamos empapados – Dijo Kakashi
-Ni modo, hay que buscar una cueva o algo – Dijo Naruto. El y Kakashi comenzaron a moverse para buscar refugio, pero Sakura lo detuvo tomando su mano
-Gracias Naruto
-De nada Sakura-chan – Dijo sonriendo

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Hinata estaba corriendo mientras lloraba a mares, atrás de ella su hermana la seguía con el Byakugan activado por toda la casa y destrozando muebles, adornos y demás
-¡Ya no quiero jugar a los ninjas Hanabi-chan!
-¡No huyas criminal! – Gritaba Hanabi, mientras Neji y Hiashi tomaban un café caliente en la sala
-Hinata, Hanabi, no hagan mucho ruido – Dijo tranquilamente el cabecilla del clan
-Cuidado Hanabi-sama, el adorno de la mesa es muy costoso – Decía Neji con la misma actitud calmada de Hiashi
-¡Ya no quiero jugar más! – Decía Hinata con lagrimitas de cascada

Continuara…


Avance:

-¡Hiashi-sama, rápido, Hinata-sama ha sufrido un desmayo!
-
-¿Qué vaya a verlo a la cárcel? Eso jamás
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-No se de que se trate esto, pero tú chiquillo vienes con nosotros
-¡Ni de broma!
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-¿Qué sucede conmigo Tsunade-sama?
-Hinata… tú estás…

Próximo capitulo: Noticia inesperada