de Inuyasha - La gata blanca

La gata blanca

La gata blanca



En la ciudad de Tokio, e una casa vivía un matrimonio aparentemente feliz, Kagome una chica joven y bella de pelo largo azabache y mirada chocolate la cual sentía un gran amor asía su marido Inuyasha, pero padecía de una extraña enfermedad que la mantenía en cama todo el tiempo. Pero Inuyasha salía todas las noches una vez que su esposa estuviera durmiendo al encuentro de su amante, Kikyo una chica me pelo azabache cuerpo voluminoso y mirada chocolate la cual reflejaba una frialdad infinita.
Inuyasha subía junto a Kikyo a su apartamento el cual estaba algo desordenado y sucio con una gran cama de matrimonio algo desecha, Inuyasha recostó a Kikyo en la cama mientras la besaba y le hacia el amor, mientras lo hacían Kikyo se fijo en la presencia de una gatita blanca que no dejaba de maullar horriblemente todo el tiempo, y así cada día hasta que un día ya cansada de ver a la gata se lo dijo a Inuyasha.
-Inuyasha, esa gata no deja de mirarnos todos los días-Pero el cual hizo caso omiso.
Kagome aunque no debía moverse y descansar intentaba complacer en todo lo que podia a su marido Inuyasha entregándose a él con todo el amor y las fuerzas que tenia.
Una noche Kagome estaba muy grave con un gran presentimiento de que esa seria su ultima noche, Inuyasha se sentó en el borde de la cama junto a su esposa sujetándola de la mano mientras intentaba tranquilizarla.
-Kagome, tranquila ya verás como todo sale bien, saldrás de esta-
-No Inuyasha, este es mi fin por favor quédate junto a mi solo por hoy, no me dejes te lo suplico-
-Tranquila te pondrás bien, solo voy a ir a tomar aire-
Inuyasha le dio un beso en la frente a su esposa y salió de la casa al encuentro de Kikyo. Como otras noches la gata seguía observándoles, pero hay fue Inuyasha quien se dio cuenta de su presencia, cogió un puñal y decidió darle muerte. Antes de matarla miro a la gata a los ojos, unos ojos chocolate los cuales reflejaban cariño y un inmenso dolor y tristeza, Inuyasha al verla a los ojos le recordó la mirada de su pequeña Kagome, su esposa. Le clavo el puñal en la espalda a la gata la cual soltaba horrorosos maullidos y gritos de dolor.
Al rato se encontraban los dos recostados en la cama y Kikyo durmiendo en su pecho, en eso en la mente de Inuyasha le aparece la imagen de su esposa llamándolo a gritos desgarradores y llenos de dolor. Corroído por el miedo de lo que le podia suceder a su esposa, se vistió y marcho corriendo hasta llegar a su casa donde escucho unos gritos y maullidos de dolor provenientes de la habitación donde se encontraba Kagome.
Subió corriendo y desesperado al encuentro de su esposa, pero al llegar se quedo horrorizado al ver tal escena, su Kagome tendida en la cama sangrando.
Se acerco lo más rápido hasta estar junto a su esposa, la cual susurraba una y otra vez unas palabras mientras derramaba lagrimas y echaba un poco de sangre por la boca.
-¿Porque Inuyasha? ¿Por qué?-Dijo mientras se le iba la voz y la vida de sus manos.
-Kagome resiste por favor, quien te hizo esto cariño, por favor necesito saberlo-Mientras aferraba fuertemente la mano de su esposa.
-¿No sabes... quien... lo hizo?-Dijo pausadamente.-Fuiste tu-Derramando mas lagrimas.
-No, eso es imposible, yo nunca te haría eso-Abrazando con cuidado a su mujer y aferrándola a su pecho.-Perdóname Kagome perdóname, te-Pero fue callado por un dedo de su mujer.
-Tranquilo, lo... sé y té per... do.. no-Dijo con la voz seca y casi inaudible.
-Kagome no me hagas esto te lo suplico-
-No... hay... vuelta... atrás-Tosió echando un poco mas de sangre-¿Pero por que Inuyasha?-
Inuyasha al ver sus ojos, reflejaban el mismo dolor y tristeza que aquel gato blanco, la levanto un poco con cuidado para ver que tenias una gran herida en su espalda que la atravesaba hasta el corazón, en eso cayó en la cuenta que aquella gata blanca que mato era su esposa.
Corrompido por el gran error que cometió y de matar a aquella gatita, su gatita Kagome, la cual nunca mas estaría a su lado por nunca jamás.

Fin.