Nuestra canción.

Nuestra canción.

Hola, no soy de escribir fics, pero hace ya tiempo que traigo inventando una historia, así que me he decidido a publicarla.
Anuncio que no escribo mucho, tengo todo el tiempo, pero la memoria no, por lo que a veces me pierdo en el hilo de la historia, o simplemente no escribo xD Aqui les dejo el prologo de la historia:

Momoko Ishida es una chica normal, asiste a la escuela, vive con su familia y tiene amigos. Al cumplir los 16 años su mejor amigo, Daisuke Akimoto, confiesa su amor hacia ella, además de decirle que ella y sus hermanos, Yuki y Kazuma, habían quedado en un concurso donde el premio era un contrato con una disquera.

El día de la primera presentación en vivo Momoko estaba atrasada para salir al escenario. Terminó de arreglarse y salió corriendo. Cuando ya faltaban solo unos metros para llegar y chocó con un chico, Koichi Ito, el cual era el actual novio de Yuuka Fuchida, la cantante favorita de Momoko.

Y aquí comienza la historia en la cual Momoko tendrá que decidir entre su mejor amigo y el novio de su cantante favorita, además de convertirse en cantante y no desteñir con sus calificaciones...

Que opinan? : D Ya tengo el resto casi listo, así que lo cuelgo mañana.

 

Re: Nuestra canción.

Pues, más vale tarde que nunca xD. Aquí traigo el primer capítulo de la historia. Traté de hacerlo largo, pues estoy en pleno primer semestre escolar y tengo mis exámenes, tareas y todas esas cosas, además de que nunca estoy tranquila como para escribir. Espero que les guste, puse todo mi corazón en este capítulo. Y pues, ya saben, cualquier duda, solo consulten. Cualquier sugerencia o reclamo serán bien recibidos, pues, como ya dije, soy primeriza en esto, y si tengo errores los debo corregir, y si tengo problemas con la gramática también debo arreglarlo.
Ok, sin más distracciones ni relleno, aquí el primer capítulo.

Capítulo 1:
Mi deseo de cumpleaños.

Viernes, un hermoso día viernes soleado. Exactamente del 10 de octubre. Momoko miraba por la ventana, mientras esa señora hablaba y hablaba frente al grupo de alumnos. Nunca se había aburrido tanto en la asignatura que más le gustaba.
Miraba las nubes, como cambiaban de forma, como se movían. Se sentía afortunada de haber nacido hacía exactamente 16 años, y en esos años, conocer gente y haber aprendido cosas importantes.
Sonó la campana. Momoko, tranquilamente tomó sus cosas y se dirigió a su casillero. Después de dejar sus cosas, se dirigió a salir de la gigantesca escuela. Antes de llegar a la salida del establecimiento, alguien apareció y la abrazó por detrás. Momoko gritó asustada.
-ALGÚN DIA DE ESTOS, TE VOY A MATAR, DAISUKE- dijo enfurecida, al enterarse de quién era aquel individuo.
-Calma, calma- respondió riendo
-Que quieres?
-¿Pues, que crees? Hoy es tu cumpleaños, ¿o quieres que no te felicite?- Daisuke seguía riendo.
-Pues muchas gracias, pero no vayas a matarme de un infarto, niño!- Momoko comenzó a reír.
-Ah, mira.
Daisuke sacó de una bolsa, un pequeño pastelito con una vela. De su bolsillo sacó un encendedor, y luego la encendió.
-Pide un deseo.
Momoko cerró los ojos y pensó su deseo. Luego, sopló la vela.
-Mmm, déjame adivinar tu deseo: "Deseo que Daisuke se coma el pastelito porque tiene muchas calorías y me pondré gorda"- Daisuke reía.
-Jaja, muy gracioso- Momokoi le quitó el pastelito de las manos, y sonriendo le agradeció el gesto.
-Espera- de su bolsillo sacó ahora una carta y se la entregó a Momoko.
-¿Que es esto?
-Un sobre, ¿no lo ves?
-Si lo veo, idiota.
-Pues quiero que lo leas sola y tranquila en tu casa. Es algo muy importante.
-Ok, entonces me voy.
-Nos vemos~
Y Momoko se fue corriendo a su casa. Se sentía inmensamente feliz por el regalo que le había hecho Daisuke. Él era 1 año mayor que Momoko, se conocían hace ya 10 años, y, hace 2 que ha estado enamorada de él, pero pensaba que sólo tendría que conformarse con que fueran "solo amigos".
Al llegar a casa, Momoko comió arroz, estudió un poco y se dió un baño. Tarde en la noche, recordó la carta que Daisuke le habia dado. Buscó el sobre y lo abrió.
"Aun recuerdo a aquella chiquilla que un día como hoy me encontró en el parque llorando escondido tras los arbustos. Desde ese día te considero mi mejor amiga, la que me ha apoyado, ayudado y acompañado durante los últimos 10 años. Un montón, eh?
Gracias por todo. Ahora, quiero que salgas de tu casa y vayas a la casa del árbol. Te tengo una sorpresa.”
Momoko tiró la carta y salió corriendo a la casa del árbol, gritando “Voy a salir! No me esperen para cenar!”. Corría, corría, tropezó con una piedra, cayó, pero no, no podía detenerse, tenía que llegar a la casa del árbol, tenía que saber que tan importante era ir allí.
Al llegar, subió la escalera, entró, cerró la persiana que servía de puerta y encendió su linterna. Dentro de la casa, se encontraba Daisuke dormido. Momoko lo miró tiernamente. Tomó una frazada que allí había y le arropó, y contemplando su tierno rostro, Momoko se durmió.
Avanzada la noche Daisuke despertó, miró a su lado y vio a Momoko durmiendo serenamente. Al verla ahí, tan hermosa, acercó su cara contra la de ella, para mirarla más de cerca. Al instante, Momoko abrió los ojos y Daisuke se alejó rápidamente sin que ella lo notara.
-¿Que hora es?- preguntó Momoko.
-Ni idea, no traigo reloj.
-Ah… Leí tu carta, decía cosas muy bonitas… gracias- se sonrojó un poco.
-P..por nada, es lo mínimo que puedo hacer por ti…-agachó la cabeza.
-¿Por que querías que viniera?
-Pues, me es difícil decírtelo, pero si no lo hago ahora, creo que nunca te lo diré.
-¿Ah?
Daisuke miró a Momoko a los ojos, mientras, lentamente, empezó a acercar sus labios a los de ella, robándole un dulce beso. Momoko no podía creerlo; ¿acaso los deseos de cumpleaños se hacían realidad?
-…que, que…- dijo Momoko sin poder emitir otra palabra
-¿Que acaso no te lo he dejado claro? Te quiero, me costó convencerme, pero te quiero.
-Pues, la verdad…- Momoko sonrió – yo también te quiero…
-Eh, si, claro- Daisuke agachó la cabeza.
-¿Que acaso no me crees?
-No sé…
-Deberías creerme- se entristeció
Daisuke abrazó a Momoko
-Si, si te creo.-le dijo -…tus hermanos ya te han hablado de lo del domingo?
-¿Ah?
-Mmm, no te han dicho aún. Quedaron seleccionados, el domingo es la primera presentación.
-¿DE VERDAD? ¡¡Graciaaaaaaaaaas!!- Momoko se le tiró encima a Daisuke
-Si, si.
-¿Y que pasa contigo?
-También quedé – sonrió.
-¿De verdad?
-Claro, ¿crees que te mentiría con algo así?
-Ah, pues… quien sabe, a veces no se si estás hablando en serio o me bromeas.
-Pues, desde ahora te hablaré con la verdad. – Daisuke sonrió.
-Sigo sin creerte- dijo Momoko riendo.
-Jaja, que simpática – dijo irónicamente.
-Bien, yo creo que ya me voy, si no me pillan durmiendo en casa me la llevaré pesada mañana, nos vemos.- se despidió Momoko con una dulce sonrisa.
-Aja, nos vemos, cuidate- Daisuke besó a Momoko en la mejilla y la dejó ir.

Y como ya dije arriba, sientanse libres de consultar, sugerir o reclamar. El segundo capítulo ya lo estoy escribiendo, así que lo traigo la próxima semana, quizás menos, quizás más.

Saludos ^^

 

Re: Nuestra canción.

Aquí está el segundo. Gracias por todo su apoyo y repito: Cualquier duda, solo pregunten, y cualquier sugerencia o reclamo serán bien recibidos.
Este capítulo es un poco más corto que el primero, pero el tercero es más largo, aún no lo termino. Espero que lo disfruten!



Capítulo 2:

Mi primera canción.

El domingo Momoko despertó muy tarde. Se dio un baño, corrió a comer algo a la cocina y salió corriendo de su casa a encontrarse con sus hermanos, quienes ya habían salido de su casa.
Era un domingo muy frío, se había empezado a sentir la llegada del otoño. La gente caminaba tranquilamente mientras Momoko corría apresurada para llegar lo antes posible a su destino.
Pasados algunos minutos, Momoko llegó a su destino. Entró por la ancha puerta de entrada, caminó un poco más adentro. El lugar estaba repleto de gente, gente que era público de estos nuevos talentos que saldrían en este concurso.
Impresionada, Momoko miró la escena, miles de personas en un mismo lugar, esperando entrar para ubicarse frente a un escenario donde ella después cantaría. Estaba tan impresionada que hasta tenía un poco de miedo.
De alguna parte apareció el mayor de sus hermanos, Yuki, que la tomó del brazo y salieron corriendo a alguna parte en ese gran recinto.
Se detuvieron frente a una pequeña multitud de gente, entre ellos el otro hermano, Kazuma.
-…la cosa aquí es simple: A cada solista o banda se le dará un número. Como ya es obvio, saldrán según el número que se les dé. Ahora, tienen 30 minutos para arreglar los últimos detalles…- explicaba una chica alta, de largo cabello color negro, quien parecía ser la encargada.
-…A ella…la conozco… - murmuró Momoko.
-¿Ya te diste cuenta quién es? - le dijo Kazuma.
-…ella… ella es… YUUKA?!
-Si, si lo es, aunque no lo creas. Ella es la encargada.
-No puedo creerlo. – dijo Momoko.
Entonces, alguien le tiró el pelo. Momoko indignada se dio la vuelta para encontrarse con el responsable.
-ALGÚN DÍA DE ESTOS TE VOY A MATAR, DAISUKE – gritó Momoko
-Ya, ya, cálmate. – Daisuke se reía.
-Me dolió~ - dijo Momoko enojada.
-Ah, ¿en serio?
-Sí – dijo más enfurecida aún.
-Lo siento – dijo Daisuke algo apenado.
-Ah, no te pongas así, solo bromeo – Momoko reía.
-Momoko! Ya ven a arreglarte!! – gritó Yuki desde una puerta.
-Bueno, me voy.
-Eh… ¿que tal si vamos a comer helado después?
-¿Helado?
-Si, helado.
-Si, si, vamos! – dijo Momoko saltando de alegría.

Ya había pasado más o menos cuarenta y cinco minutos. Se acercaba la hora de salir. Momoko todavía pensaba en que se pondría, hasta que se decidió por un simple vestido de color azul cielo. Se arregló el cabello un poco, y escuchó el número. Era hora de salir. Yuki y Kazuma salieron rápidamente mientras Momoko se arreglaba el cabello.
Cuando ya estaba lista, Momoko salió corriendo directo al escenario. Cuando ya faltaban sólo unos metros, Momoko corrió más rápido, y sin querer chocó contra alguien y terminaron ambos en el piso. Adiós peinado perfecto.
-Lo siento – dijo Momoko apenada – es que tengo que salir ya, entonces…
-No te preocupes, también fue mi culpa.
Ese alguien con quien Momoko había chocado era un chico. Rápidamente se levantó y llegó al escenario.
Ese miedo se había ido. Momoko estaba allí, en su primer escenario, su primera presentación frente a miles de personas. Era como estar en el cielo.
Rápidamente, los tres hermanos se ubicaron donde debían y comenzaron con su presentación. Mientras cantaba, Momoko observaba al público. Entre ellos, divisó a Daisuke, mirándola con una gran sonrisa. Momoko ahora miraba hacia el otro lado. Sus amigas estaban allí también. Casi al terminar la canción, Momoko miró hacia el frente y divisó al chico con el cual había chocado antes de salir.
En ese momento, Momoko sintió algo por dentro. No podía explicar que era. Ni siquiera sabía el nombre de ese chico, pero quería saberlo, quería saber quien era, cómo era, donde vivía, cuantos años tiene, si le gusta Yuuka al igual que ella…
La canción terminó, los tres hermanos salieron del escenario.

 

Re: Nuestra canción.

Habemus capítulo tres. Disculpenme por no haber subido antes, estuve algo ocupada por mi cumpleaños. Espero que les guste este capítulo, yo no le encontré sentido, pero bueh... Cualquier duda, queja, sugerencia la dejan aquí abajo, es muy importante para mi saber que opinan ;D Nos vemos la próxima vez.



Capítulo 3:
Mi mejor amigo y mi nuevo amigo.



Momoko salió de casa abrigada. Hacía frío.
Sacó su móvil y marcó un número.
-Daisuke, donde nos veremos para comer helado?
-En la heladería que queda frente al restaurante italiano ese, tu sabes cual, la misma heladería de siempre.
-Ok. Voy allí ahora – contestó feliz.
-¿Puedes esperarme allí?, tuve un problema en la cocina y estoy solucionándolo.
-Si, claro, llámame cuando salgas de casa, ¿ya?
-Si. Te quiero.

Momoko miraba las nubes. Estaba soleado, pero había unas pocas nubes. Las hojas de los árboles caían, mientras las aves volaban. La gente caminaba. Se sentía bien estar así, relajada, caminando por su ciudad natal. Miraba el cielo, hasta que, sin querer, chocó contra alguien y ambos terminaron en el piso.
-LO SIENTO! - gritó Momoko muy apenada
-No te preocupes, también fue… Oh, otra vez tú.
Momoko levantó la cabeza y se encontró con la sorpresa de que ese alguien con quién chocó era el mismo chico de ayer.
-Discúlpame, soy demasiado distraída…
-Deberías mirar hacia delante mientras caminas, o quizás hasta te atropellen.
-Lo siento – respondió muy apenada.
-¿Dónde vas? – le preguntó el chico.
-A la heladería frente al restaurante italiano.
-Oh, que casualidad, pues yo voy al restaurante. ¿Quieres que vayamos juntos?
-Eh, bueno.
-Ah, y me llamo Koichi… ¿y tu nombre es?
-Momoko.
-Lindo nombre, perfecto para una chica distraída como tú – se rió.
-No es gracioso – dijo Momoko algo enojada.
-Broma, broma.
Momoko y Koichi se fueron caminando por la larga calle, hablando de varios temas, entonces el móvil de Momoko sonó.
-Ya llegué aquí y no te veo, ¿Dónde estás?
-Ya casi llego, pasó algo que hizo que me retrasara, pero no te preocupes por eso.
Momoko guardó su móvil. Koichi la miraba con cara curiosa.
-¿Quién era? – preguntó.
-No creo que te importe.
-Si me importa, sino no te preguntaría.
-Mi mejor amigo. Ahora me reuniré con él – Momoko se sonrojó un poco.
-Le amas, ¿verdad?
-Si…
-Ah, ya veo.
- Y tú, ¿amas a alguien?
-La verdad, sí. Tengo novia.
-¿De verdad?
-Sí, su nombre es…
Koichi se vio interrumpido por Daisuke, que, al ver a Momoko, corrió hacia ella y la abrazó. Momoko correspondió al abrazo.
Koichi supo que en ese momento debía retirarse, por lo que entró al restaurante.

-¿Vamos? – preguntó Daisuke a Momoko.
-Sí! – respondió esta alegremente.
Ambos entraron a la heladería. Momoko pidió un helado de chocolate con crema y Daisuke uno de vainilla.
-¿Quién era el chico con el que venías? – preguntó Daisuke mientras consumía su helado.
-Se llama Koichi. Lo conocí ayer antes de salir al escenario. Iba corriendo y tropecé con el.
-No puedes ser más distraída – Daisuke se rió.
Momoko agachó la cabeza y dejó escapar un par de lágrimas.
-¿Qué te pasa? – Preguntó Daisuke, preocupado – ¿acaso fue lo que te acabo de decir?
Momoko se quedó callada. Era muy sensible. Siempre lloraba, incluso, a veces por nada. Daisuke abrazó a Momoko.
-Ya, no seas tonta. Tú sabes que te digo esas cosas por bromearte un poco. – Daisuke besó a Momoko en la cabeza.
-¿Por qué? ¿Por qué soy tan distraída?- pregunto Momoko mientras lloraba. – No me gusta ser distraída!
-Pues, yo te quiero así, mi niña distraída. – Daisuke le secó las lágrimas y la miró fijamente a los ojos. – y ya deja de llorar, que eres mucho más bonita cuando ríes.
-Gracias – dijo Momoko, sonriendo.
-¿Quieres dar una vuelta por el parque?
-Si!
Daisuke tomó de la mano a Momoko y se fueron a dar un paseo por el parque. Subió un poco la temperatura, ya no hacía tanto frío como hacía anteriormente. Se recostaron en el césped, frente a un pequeño charco, para ver las nubes, cosa que hicieron el resto de la tarde.
Llegada la noche, Daisuke llevó a Momoko a su casa.
-Gracias por todo – dijo Momoko.
-Por nada, tenemos que repetirlo, ¿eh?.
-Si, claro – Momoko sonrió.
-Nos vemos entonces – Daisuke besó a Momoko en los labios y siguió su camino hasta su casa.
Momoko subió a su habitación, se recostó en la cama y se quedo profundamente dormida.

 

Re: Nuestra canción.

Gracias ^^
Hoy he traido el 4, espero que les guste. En este capitulo sabremos quien diablos es en realidad Koichi ^^. Comentarios serán bien recibidos!.

Capítulo 4:
La pareja "feliz" y la chica que no pertenece al "cuento de hadas".

Había pasado la semana entera, era domingo otra vez. Comenzaba la segunda etapa del concurso.
Momoko divisó a Yuuka entre la multitud y corrió a pedirle un autógrafo.
-Aquí tienes – Yuuka sonrió.
-No puedo creer que estoy hablando contigo! – gritó alegremente Momoko
-Pues, sólo créelo – Yuuka reía.
-¿Qué se siente ser alguien como tú?
-Pues, a veces es un poco cansador. Qué tienes que correr para allá, grabar esto, dar conciertos. Realmente hay que tener mucha energía, pero se disfruta plenamente.
-Oh, ya veo.
-¿Estas ocupada hoy?
-No, creo.
-Si quieres puedes venir a mi casa a ver una película o comer algo – dijo Yuuka sonriendo. – Me pareces una chica bastante interesante, podríamos ser buenas amigas.
- ¡Si! ¡Si voy! ¡Gracias! – Momoko gritaba de alegría.

La tarde pasaba rápida. Momoko se dio un baño al volver a su casa después de la intensa jornada entre esa multitud. La banda de Momoko había logrado pasar a la tercera etapa. Era algo menos de que preocuparse.
Momoko y Yuuka habían quedado de verse a las 20:00 en casa de Yuuka. Verían una película. Momoko no sabía cual era todavía…

La hora había llegado, Momoko tocó la puerta del departamento donde vivía Yuuka. La persona que le abrió la puerta no era esa con la que ella había hablado antes… pero en realidad si lo era. Yuuka se veía realmente distinta bajo el escenario, era una chica sencilla, alegre y hermosa.
Momoko entró al departamento. Era algo pequeño, pero acogedor. Todo estaba en un perfecto orden, tanto así que no daban ganas de tocar nada. Yuuka le ofreció asiento a Momoko y se dirigió a la cocina a buscar algo para beber, entonces alguien llamó a la puerta. Yuuka le indicó a Momoko que abriera y viera quién era. Momoko hizo caso: se dirigió a la puerta y la abrió.
-…Y TÚ, ¿DE DONDE HAS SALIDO?, ¿QUE HACES AQUÍ? – gritó el chico detrás de la puerta.
-Eh, yo… Vine a ver a una “amiga”… ¿y tú? ¿Qué haces a… - Momoko se vio interrumpida por Yuuka que había vuelto de la cocina, miró al chico que estaba en la puerta y corrió a abrazarlo.
Momoko no entendía nada… ¿Qué hacía ese chico allí?
-Creo que ya se conocen. – dijo Yuuka.
-Sí, nos hemos visto antes – contestó Momoko.
-Ah, ya veo. Pues, Koichi es mi novio, ¿No te había dicho?.
Momoko se quedó muda. No podía creerlo, ese chico, Koichi, ese con quien había tropezado el otro día, ese chico que, por algún momento, le había hecho sentir un poco confusa, era el NOVIO OFICIAL de Yuuka.
Momoko se sintió incomoda.
-Creo que debería irme… pienso que ustedes quieren pasar un tiempo solos… así que…
-No te preocupes, solo venía a saludar – interrumpió Koichi a Momoko.
-Esto… yo… sigo pensando en que debería irme…
-Sólo quédate, las dejaré solas. – Sonrió – Mañana vendré a verte, Yuuka.
Koichi se despidió y se fue. Las chicas fueron a ver la película.
Momoko, por mucho que se concentrara en la película, no podía dejar de pensar en Koichi y sus ojos, pues, definitivamente, sus ojos habían cautivado a Momoko. No podía dejar de pensar en Yuuka, quien detrás del escenario definitivamente era una persona sencilla. En realidad no podía dejar de pensar en “la pareja feliz” que formaban. Se sintió algo triste.
Apenas la película terminó, Momoko se despidió de Yuuka y se fue a casa.