Guardián de tu corazón

Re: Guardián de tu corazón

¡holitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!
Bueno ya estoy aquí con otro capi, espero que les guste.
Este capi se lo dedico a Perica-chan y Kin nee-san
Ahí les dejo el capi:


Capítulo 21

Todos los que estaba allí presentes miraban asustados la majestuosa figura del hombre que había osado irrumpir en tan importante evento. Aquel joven de gran altura, tenía el cabello de color grisáceo y unas marcadas ojeras adornaban su rostro. El muchacho sonrió con algo de malicia cuando vio el miedo reflejado en los ojos de la gente.

Éste iba acompañado de dos jóvenes de esbelta figura y de gran belleza cada una. La más alta tenía el cabello pelirrojo y largo hasta los hombros, sus grandes ojos de color verde esmeralda resaltaban la gran belleza de la muchacha. Su rostro no expresaba sentimiento alguno, parecía estar disfrutando de lo que sus ojos estaban viendo. Ella llevaba una túnica de color verde oliva que le llegaba hasta la mitad del muslo y en su cintura tenía sujeta una cadena de plata. Entre sus pequeñas manos sujetaba un escudo de oro con piedras preciosas incrustadas y una espada con la empuñadura de bronce.

La otra mujer de cabello azulado largo hasta la cintura, un poco más pequeña, pero resaltaba a la vista la juventud de ésta. Su belleza era digna de una diosa al igual que su compañera. Sus ojos eran de color lila y todo su cuerpo era simplemente perfecto. Su mirada altiva y segura demostraba todo su valor y dignidad. Llevaba una armadura de color negro hecha a su medida, dejando a la luz su perfecta silueta, sus piernas cubiertas por vendas algo desgastadas por el tiempo y un pañuelo de color negro con toques plateados que cubría desde su cintura hasta la mitad del muslo. Agarraba fuertemente una maza de hierro con la mano derecha y con la otra mano una lanza de plata.

- Hikaru, Kin matadlos- ordenó el joven con una voz autoritaria que destilaba superioridad en cada palabra que pronunciaba.

- Ahora mismo señor- contestaron las dos muchachas inclinándose un poco en señal de respeto hacía él, antes de saltar de la muralla y caer justo delante de todos los invitados.

- ¡Kunimitsu, voy a conseguir aquello que me pertenece!- exclamó él desenfundado su espada.

- ¡Nada ni nadie te pertenece ni te pertenecerá nunca!-gritó Tezuka levantándose del suelo, mientras se sujetaba su hombro con la mano.

- Yo no estaría tan seguro- dijo el joven de cabello gris y corriendo hacia Tezuka.

El invasor estaba a escasos centímetros cuando algo se interpuso entre él y Kunimitsu. Kikumaru con una espada estaba defendiendo al rey de una muerte segura.

- Señor debería entrar en el castillo y planear algo antes de pelear- dijo él haciendo fuerza para que la espada del enemigo no continuara avanzando hasta su objetivo.

-Además usted esta herido, márchese- ordenó Syusuke con su arco en la mano.

- Pero…- intentó decir Kunimitsu.

- Nosotros defenderemos la ciudad mientras prepara una estrategia- dijo Syusuke mientras lanzaba una flecha a un enemigo.
Parecía que no tan solo habían venido ellos tres, habían traído a mas guerreros que ahora trepaban por las murallas del castillo. Syusuke hacía lo posible para que no entraran muchos enemigos pero le resultaba muy difícil pues eran muy veloces.

En cambio Eiji peleaba contra el que parecía que era el capitán de todos los otros guerreros. Los movimientos de Kikumaru eran hábiles pero el otro no se quedaba atrás, además el guerrero tenía una fuerza inigualable, provocando que Kikumaru tuviera que retroceder en cada ataque.

Arisa y Kira agarraron a Tezuka y lo llevaron dentro del castillo para intentar curar aquella profunda herida. Mientras tanto las gentes del pueblo correteaban con locos por las calles intentando encontrar un lugar donde cobijarse de aquellas mujeres de aspecto frió y serió.

Hikaru avanzaba con ligereza entre los cuerpos de la gente sin vida, una vida que ella misma les había arrebatado con su espada de un gran valor sentimental para ella pues había sido de su padre un gran guerrero, fiel a su rey y a su patria.

En cambio Kin peleaba por placer, sus armas fabricadas por ella misma, eran sus mejores compañeros en una pelea. Su cara estaba manchada de la sangre de los pueblerinos pero no le importaba a decir verdad tan solo luchaba por su propia existencia y de nadie más.

***

Natsumi era la única que tenía un poco de conocimiento de medicina a parte de Kira, pero ésta estaba asustada por lo que estaba ocurriendo. Natsumi con unos cuantos paños y unos utensilios empezó a curar la herida de Kunimitsu.

- ¿Qué podemos hacer? Nos están atacando- preguntó Kira caminando de un lado hacia otro de aquella habitación.

- Tranquilízate Kira, poniéndonos nerviosos no ganamos nada- dijo Momoshiro abrazando a May por la espalda.

- Pero ¿quienes son ellos?- preguntó Gris curiosa.

- Él es Jin Akutsu el capitán de los guerreros de Hasha y ellos son sus fieles guerreros-contestó Kunimitsu.

- Pero debe haber alguna manera de defenderse ¿verdad?- preguntó Sakuno jugando con sus dedos en señal de nerviosismo.

- Es imposible que nos defendamos, tan solo tenemos a Eiji y a Syusuke peleando y algún que otro guerrero- informó Kunimitsu- No estamos preparados para un guerra.

- Nosotros ayudaremos- dijo Ryoma con mucha seguridad en la voz.

- Aún así no es suficiente- dijo Tezuka pensativo.

- Entonces nosotras pelearemos- dijo Arisa interviniendo en la conversación de ellos.

- No- negó Kunimitsu tan rápido oyó lo que dijo ella.

- Yo opino lo mismo que ella- dijo May con mirada altiva, todo su ser desprendía una confianza que invadía toda la habitación.


Bueno hasta aquí el capi.
Cuídense y besos :besito:
¡adiositooooooooooooooooooooooooooo!!!! :rosa:

 

Re: Guardián de tu corazón

¡holitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Siento haber tardado tanto en poner conti.
Este capi se lo dedico a PiRuLeTaX por seguir insistiendo con este ff
Ahí os lo dejo

Capítulo 22

- Entonces nosotras pelearemos- dijo Arisa interviniendo en la conversación de ellos.

- No- negó Kunimitsu tan rápido oyó lo que dijo ella.

- Yo opino lo mismo que ella- dijo May con mirada altiva, todo su ser desprendía una confianza que invadía toda la habitación.

- Pero chicas están locas, no ven que podrían herirlas- replicó Oishi un tanto preocupado por ellas.

- Yo creo que somos lo suficientemente maduras para decidir que es lo que podemos hacer y lo que no- dijo Arisa tan serena como siempre.

- Además en mi familia me han enseñado a usar la espada al igual que otras armas de batalla- dijo la Atobe tan altiva como su hermano Keigo- No me asustan esos tipejos.

- May, yo confío en ti- dijo Momoshiro abrazándola por la espalda- Pero si tienes algún problema puedes pedirme ayuda.

- Tranquilo Momo- contestó la chica brindándole una sonrisa.

- Y aún con vuestra ayuda chicas, no sería suficiente- replicó Tezuka buscando la manera de encontrar ayuda.

Mientras ellos discutían, un joven muchacho de tez morena y de cabello moreno, entró en la sala abriendo las puertas de la estancia de par en par. El chico era musculoso, vestía unos pantalones un poco desgastados por el paso del tiempo y una camisa blanca abierta, dejando a la vista su bien formado pecho pues la camisa no tenía botones. El muchacho al llegar justo delante del rey Tezuka se arrodilló ante él.

- Kaoru ¿Qué haces aquí?- preguntó Kunimitsu sorprendido por la presencia del chico.

- Fshhhhhhh- siseó Kaoru- Permítame que…

- ¿Quién eres tú?- preguntó Momoshiro enojado por la interrupción del intruso.

- Él es Kaoru Kaidoh, es uno de nuestros mejores guerreros además es un gran amigo mío- dijo Kira posando una de sus manos en el hombro de Kaoru.

- Por favor Kaidoh prosigue- pidió Kunimitsu.

- Permítame pelear contra una de esas chicas- rogó Kaoru- A la chica pelirroja la conozco muy bien y se cuales son sus puntos fuertes y también cuales son sus debilidades.

- ¿Por qué tienes tanto interés en esa chica?- preguntó Momoshiro curioso.

- Tengo asuntos pendientes con ella- respondió tajante el joven moreno- Además mis asuntos con ella no son de tu incumbencia. Fshhhhhhhh.

- Entonces si no hay nada más que decir preparémonos para la batalla- dijo Arisa.

- Arisa espérate un momento- pidió Tezuka con dificultad agarrándola por la mano.

La joven se paró en medio de la habitación mientras el resto de sus acompañantes se marchaban de la sala. El silencio los invadió por unos segundos los cuales se hicieron eternos para la muchacha de cabello rubio- ceniza, que apretabas sus puños con fuerza demostrando un nerviosismo poco común en ella.

- ¿Qué es lo que quieres Tezuka? No tenemos tiempo que perder- dijo la Baisotei girándose para quedarse mirando fijamente al rey que estaba a escasos centímetros separado de ella.

- Tengo miedo de que te ocurra algo- susurró él.

- No tienes que preocuparte por mi, sé protegerme sola- contestó ella- Confía en mi.

Tezuka conocía muy bien la fuerza de sus enemigos y sabía que no los iban a vencer tan fácilmente. Pero lo que más lo preocupaba era que ella no regresara de la batalla. Desde la muerte de la madre de Kira, Kunimitsu había estado muchos años solo y ahora que había encontrado a alguien con quien podía sentirse feliz, no estaba dispuesto a perderlo por segunda vez.

Ninguna palabra convencería al joven rey que debía dejar pelear a Arisa pero ella sabía una manera que a lo mejor le permitía salir a la batalla. Un dulce, suave y casto beso en los labios de él, le permitió a ella demostrarle a él que era lo que sentía, para ella tampoco era fácil tener que separarse de la persona que más amaba en ese momento. Arisa lo abrazó con fuerza y escondiendo su cara en el pecho de él le susurró:

- Si no confías en mi, eso significa que no me quieres como yo te quiero a ti- dijo Arisa tristemente.

Esas palabras eran demasiado duras y dolorosas para Kunimitsu pero debía respetar sus decisiones si quería seguir junto a ella.

- De acuerdo- contestó Tezuka todavía con dudas- pero prométeme que volverás.

- Te lo prometo- una sonrisa no tardo en aparecer en el rostro de ella que con entusiasmo regalo al rey un cariñoso beso.


***Luz***

En el centro de la ciudad se encontraba una de las despiadadas muchachas. Ella respondía por el nombre de Hikaru y entre la muchedumbre resaltaba su esplendida silueta iluminada por la tenue luz que proporcionaba el sol.

Su pálida piel estaba manchada por la sangre de aquellos a los que había arrebatado la vida sin escrúpulo alguno. Y a pesar de eso tan solo había dos personas en aquel mundo que fueran capaces de hacerle mostrar sus sentimientos, algo que para su rey, Jin Akutsu, significaba debilidad. Solo por esa razón, por no mostrar su debilidad, Hikaru decidió apartar a esas personas totalmente de su vida.

La joven de rojizos cabellos estaba a punto de quitar la vida a alguien cuando algo la desconcentro. Un suave aroma a frutas silvestres provocó en la chica un escalofrío que le recorrió todo su cuerpo y una suave pero dolorosa punzada en su brazo, causados por un cuchillo incitó a que la chica se girara ferozmente hacia su nuevo atacante.


Bueno hasta aquí la conti espero que les guste
Cuídense y besos
¡adiositooooooooooooooooooooooo!!!!! :rosa: