Una segunda oportunidad

Re: Una segunda oportunidad

Hola chicas, ¿como están?


ayasha: Yo queria que me invitaras algo ToT! Sabía que te iba a gustar este capítulo, sobre todo porque aparece Inuyasha.


Pan-chan: Gracias por comprender! Tratare de no dejar tan olvidado mi fic de ahora en adelante, te tengo una noticia que te pondrá feliz, solo faltan dos capítulos para llegar a donde me quede.

little_cris: Me sorprendió mucho tu comentario, he releido este capítulo más de 3 veces y hasta ahora no encuentro el "error" que me mencionaste, quizá hubo una confusión por esto que puse:

En ningún momento he mencionado que Kagome se enteró que Inuyasha y Sesshomaru son hermanos, como te darás cuenta, simplemente fue un pensamiento de Inuyasha.

sweet dreams: Me alegra que te halla gustado, cierto, Inuyasha ni debería aparecer.



-¿Por qué te tienes que ir?-preguntó el pequeño Shippo con los ojos llenos de lágrimas que luchaban para salir.

-Ya te lo dije-le respondió Rin mientras terminaba de guardar sus cosas en una maleta-No te preocupes te voy a escribir todos los días-saliendo de la que fue su habitación durante el tiempo que permaneció en ese lugar.

Al salir la estaban esperando Kagome, Sesshomaru, que había ido especialmente para despedirse de ella, y Sara y Claudia que le dijeron que si necesitaba ayuda en algo no dudara en llamar. Se subió al carro y por primera vez vio como su madre le sonreía verdaderamente, miró por última vez aquel lugar donde había conocido a personas que la habían ayudado y le habían brindado cariño en el momento que más lo necesitaba.

Pasaron dos semanas desde el día en que se fue, Kagome y Sesshomaru habían mejorado su relación, pero Kagome aún se resistía a sentir algo más que cariño por él.
El pequeño Shippo estaba muy triste, Rin le había prometido escribirle y hasta ahora no le mandaba ni una sola carta, y porque Kagome trataba a toda costa evitar a Sesshomaru.
El se preguntaba porque los grandes tenían que ser tan complicados, ¿qué no les bastaba con decirse lo que sentían y ya?, pero no, necesitaban tiempo para pensarlo, tiempo para creer lo que el otro le decía, tiempo para todo. A ese paso se iba a volver viejo antes de conseguir que sus “papas” terminaran juntos.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que ni cuenta se dio que Kagome estaba enfrente de él tratando de darle una carta, cuando salió de su transe cogió la carta como si su vida dependiera de ello, ya que tenía la esperanza de que fuera de su querida amiga. Empezó a leer calmadamente en voz alta para que Kagome también pudiera escuchar.


Querido Shippo:

¿Cómo estás?, espero que bien, no sabes lo bien que la estoy pasando.
Disculpa que no te halla escrito antes, pero es que mi madre nos llevo de paseo a Kohaku y a mí a un lindo sitio lleno de flores y animales. Dile a Kagome que no se preocupe por mí, mi madre se está portando de lo mejor conmigo. Me ha asegurado que muy pronto voy a conocer a mi padre, no sabes lo emocionada que estoy, no me arrepiento de haber tomado la decisión de regresar con ella.

Cuídate,
Saludos para todos.

P.D: Espero que estés ayudando a Kagome y a Sesshomaru para que puedan estar juntos, la verdad hacen muy bonita pareja.


La psicóloga se puso como un tomate al escuchar la última parte de la carta, ¿cómo era posible que esos niños siendo tan pequeños ya supieran de esas cosas?, tal vez había exagerado un poco al alejarse de él cada vez que lo veía, pero tenía miedo, miedo de no llegar a ser tan buena como Clarisa. Ella sabía todo, unos días atrás se lo había contado, pero la forma en la que lo hizo le dolió.
Al contarle sus ojos se iluminaron como nunca antes había visto, quizá el solo la quería porque le recordaba a ella, eso no lo podía saber a ciencia cierto a menos que hablara con él.

Se dijo así misma que ya era tiempo de aclarar las cosas y luchar por el amor de su vida. Con respecto a Inuyasha, todo había quedado claro entre ellos dos, él se disculpo por la escenita que le había montado días atrás, ella lo perdono y fin de esa historia.

Espero hasta las seis de la tarde, pero él no se apreció, se fue a su casa muy triste.
Al llegar a esta entró y se fue directo a su cuarto, tomó un largo baño para poder relajarse. Al salir vio una caja que contenía un hermoso vestido color turquesa y un collar de diamantes, estos venían acompañados de una nota.

Voy a pasar a recogerte a las nueve, espérame lista. Hay muchas cosas de las que tenemos que hablar.

Sesshomaru.

Su corazón empezó a latir tan rápido que creyó que se le iba a salir del pecho, miró la hora, eran las ocho, tenía solo una hora para estar lista. Se puso el hermoso vestido, que le quedó perfecto, y el collar de diamantes. Se pintó ligeramente los ojos y la boca, se hizo un peinado muy sencillo y cogió una cartera que combinaba perfectamente con al ropa.

A las nueve de la noche en punto sonó el timbre, se apresuró a abrir la puerta, trató de no parecer nerviosa, a pesar de que no era su primera cita con él no entendía porque esta así.

-Te vez hermosa-dijo Sesshomaru mientras le robaba un beso de esos labios que lo volvían loco-¿Nos vamos?-dijo mientras le ofrecía su brazo para salir.

 

Re: Una segunda oportunidad

MaYeLiTa: Bienvenida! Porque habría de molestarme? al contrario me agrada contar con tu presencia en mi fic :3.

ayasha: Pero Sessho es mejor :o

Pan-chan: 1 capítulo más y llego! Por fin que emoción! ToT
A mí también me trae recuerdos esa parte, gracias, por suerte ya salí de vacaciones así que ahora estaré más seguido en el foro :3


Sesshomaru la llevó a un sitio muy apartado de la ciudad, era una mansión con un gran jardín. Al centro del jardín había una mesa con la comida servida y unas copas llenas de vino, Kagome quedó impresionada por el detalle que tuvo el joven con ella, se sentaron en la mesa y un silencio incomodo los invadió.
Estuvieron sin dirigirse la palabra por diez minutos hasta que Kagome se cansó y decidió hablar.

-Sesshomaru, tengo una duda-dijo la chica logrando que este le prestara toda su atención- ¿Cómo fue que pudiste dejar el collar y el vestido en mi casa?

Este no le respondió solo se limitó a sacar una de su bolsillo, que inmediatamente Kagome reconoció como suya, se la entregó y le contó que ella la había dejado caer aquel día que fueron interrumpidos por Inuyasha.

Flash Back

No quería escuchar más, simplemente le dio un beso en la mejilla a modo de despedida y se metió a su casa, tenía muchas cosas que pensar y tan poco tiempo, sin contar que la pequeña Rin regresaría con su “querida” prima al día siguiente y debía estar temprano en el trabajo.

Sesshomaru se quedó parado en la puerta, estaba muy enojado por lo que acababa de pasar, se puso a pensar mil y un formas para matar a Inuyasha cuando vio que algo brillaba sobre el suelo. Recogió el objeto y se dio cuenta de que era una llave, mejor dicho la llave de Kagome, decidió que se la daría otro día ya que lo más seguro era que la chica no lo quisiera ver en esos momentos.
Se subió a su convertible y se fue a su casa.

End Flash Back

Kagome se reprocho a si misma por ser tan descuidada, pero se sintió muy aliviada al saber que Sesshomaru tenía su llave.

-Kagome tenemos que hablar-dijo la fría voz del joven.

-¿De qué quieres hablar?-le preguntó ella.

-Estas dos semanas después de lo sucedido con Inuyasha me has estado evitando-dijo posando su mirada en ella-quiero saber porque lo haces, ¿aún sigues enamorada de Inuyasha?

-No, yo ya no lo amo-le respondió sabiendo que no podía contener más lo que tenía en su interior-Dime la verdad Sesshomaru, ¿tú estás conmigo porque te recuerdo a ella, no es así?

-Claro que no, al principió fue por eso, pero con el tiempo me fui enamorando de ti, por quien eres no porque me recuerdes a alguien-dijo acariciándole el rostro.

-¿Y cómo se que es verdad?-le preguntó ella que se rehusaba a creerle.

La atrajo hacia él y juntó sus labios, al principio fue un beso tímido pero en pocos segundos se convirtió en un apasionado beso cargado de amor, el amor que sentía uno por el otro.
Se separaron lentamente a pesar de que ninguno de los quería, justo en ese momento empezó a sonar una bella melodía como por arte de magia, se levantaron y empezaron a bailar al ritmo de la música.

-Quiero que estés conmigo el resto de mi vida-le susurró Sesshomaru al oído provocando que la chica se estremeciera.

-Yo también quiero que este conmigo por siempre-le contestó mientras dejaban de bailar.

En ese momento el joven sacó una pequeña cajita que en su interior contenía un anillo de compromiso de oro blanco que tenía los bordes llenos de pequeños diamantes y en el centro un gran diamante en forma de corazón.

-Se que no a pasado mucho tiempo desde que nos conocimos, pero yo quiero pasar el resto de mi vida contigo-dijo el joven muy nervioso-¿te casarías conmigo?

-Sí-dijo mientras le daba un largo beso y unas cuantas lágrimas escapaban de sus ojos.

Sesshomaru colocó el anillo en el dedo y siguieron bailando entre besos de los que solo fue testigo la oscura noche. Él creía que a partir de ese momento las cosas iban a ser mejores y por fin podría estar con el amor de su vida para siempre, lo que no sabía es que alguien estaba decidido a arruinar su felicidad.

 

Re: Una segunda oportunidad

ayasha: Ok, ok no saco tu lado dark xD, quedemos con que los dos estan buenos te parece?
A mi también me gustaria tener ese anillo *-*, de hecho entre a paginas web de joyerias para ver el que más me gustaba y ponerlo en la historia xD


MaYeLiTa: En muchos problemas...
Y eso que recién es el comienzo, creo que aún les faltan muchos obstáculos que vencer para que esten juntos.


Pan-chan:

Jaja Por fin llegue a la parte en la que me había quedado ToT!
No te preocupes, no pienso abandonarlo ;)
Gracias por apoyarme amiga!
Esta vez no me demore tanto o si?


nika: Bienvenida!
Me alegra que te guste mi fic, no estas loca, yo haría lo mismo si no fuera mi historia xD


Daiana Cullen: AmantA! Gracias por pasarte por mi fic, no sabes lo que significa para mi ToT!
La que no lo adora es porque no tiene ojos, Sessho es tan OMG!
Si quieres ver la boda tendrás que esperar xD



Todos en la aldea se habían alegrado mucho al enterarse del compromiso de Sesshomaru y Kagome, pero el que mejor recibió la noticia fue el pequeño Shippo.
Era sábado al mediodía, el pequeño niño se encontraba jugando con los otros niños con los que había trabado amistad, mientras Kagome y las representantes estaban charlando.

-Me parece raro que Naraku no haya intentado llevarse a Shippo aún-comentó Sara.

-Es cierto, pero no debemos descuidarnos, es mejor que cuidemos muy bien de él-sugirió Claudia mientras miraba atentamente como jugaban los niños.

-Estoy de acuerdo-convino Kagome-Hoy tengo mucho trabajo, así que me quedaré con él-finalizó.

Sara y Claudia se despidieron y volvieron a su oficina, Kagome se quedó jugando con los niños hasta que fue hora de almuerzo. Los llevó a que se lavaran las manos y luego al comedor, terminó de comer y decidió ir a adelantar un poco del trabajo que tenía.
Se puso a pensar en una razón por la cual Sesshomaru no había ido a verla ese día, estaba tan metida en sus pensamientos que no se percató de que alguien había entrado y la observaba muy atentamente, poco a poco el extraño se fue acercando silenciosamente hasta quedar detrás de ella.

-¿Me esperabas?-susurró en su oído con un todo de voz muy seductor.

-Sesshomaru…-murmuró ella sintiendo como el corazón se le salía del pecho y su rostro se ponía como un tomate.

El sonrió satisfecho al ver la reacción de la chica, le encantaba hacer que se sonrojara, depositó un dulce beso en los labios de su futura esposa sin saber que un pequeño muy curioso los observaba de lejos.
El niño salió corriendo hacia su habitación donde buscó una hoja y un sobre para escribirle una carta a su querida amiga con la que se comunicaba a diario.

¡Hola Rin!
¿Cómo estás?

Te tengo una sorpresa, ¡nuestros planes dieron resultado!
Ayer Sesshomaru le pidió a Kagome que se casara con él, y ella aceptó. Si las cosas siguen tan bien como hasta ahora quizás logre que me adopten. Así te podría visitar todos los días y podríamos jugar juntos.

¡Cuídate mucho!
Adiós,
Shippo.

Metió la carta dentro del sobre y fue a buscar a alguien que lo ayudara a enviarla, ya que no quería molestar a sus futuros “papis”, que seguro estaban muy ocupados.

Eran cerca de las ocho de la noche, Sesshomaru ya se había ido y Kagome estaba convenciendo a Shippo para que se fuera a dormir.

-No me quiero dormir-dijo el pequeño que ya tenía puesto su pijama de animalitos y se paseaba de un lado a otro de la habitación-¿No me puedo quedar despierto un rato más, por favor?-suplicó.

-Lo siento Shippo, los niños deben irse a dormir temprano-dijo Kagome que estaba recogiendo las cosas que el pequeño había dejado tiradas-Además si no te vas a dormir mañana no te vas a querer despertar y no vas a poder ayudarme a preparar las cosas para las clases-lo convenció.

Inmediatamente el niño corrió a la cama y se metió en ella. Kagome le dio un beso en la frente, apago la luz y dejó un poco abierta la puerta al salir.

Se puso a trabajar, y sin darse cuenta ya eran las once de la noche. Decidió irse a acostar y que mañana terminaría lo que le faltaba, estaba yéndose hacía su habitación cuando un ruido proveniente de la habitación de Shippo la hizo asustar.
Fue hasta ahí, abrió lentamente la puerta y vio la cama del niño vacía, se alarmó bastante pero no tuvo tiempo de reaccionar ya que alguien la cogió del brazo muy fuerte y antes de que pudiera gritar le tapo la boca con su mano.

-Grita y te juró que te rompo el brazo-la amenazó un hombre desconocido por ella mientras le apretaba el brazo con muchas más fuerza y sacaba la mano de la boca de la chica.

-¿Do-donde está Shippo?-tartamudeo debido al miedo que sentía.

El hombre simplemente señalo hacia una esquina y Kagome pudo ver que el pequeño se encontraba inconsciente en el suelo.

-¿Qué le hiciste?-dijo olvidándose del miedo y sintiendo como la ira se apoderaba de ella.

-Solo está inconsciente-dijo mientras la apuntaba con una pistola-Me cansé de tantas preguntas, una palabra más y despídete de este mundo.