El secreto de mi profesor [SesshxKag]

Re: El secreto de mi profesor [SesshxKag]

Hola a todas. Por fin vuelvo :)


mauge: Gracias por ese apoyo, me hacía falta ^^ Al menos ahora la pude poner.


pomy: Sos mala ._. (comentario rata devuelto)

victoria_7: Muchas muchas gracias, auqneu no se porque, pero tengo la impresión que con este capítulo me van a odiar...tengo esa impresión...

SessKag: Hola amiga, bueno, si pomy no me quiere ._. Sinceramente parece que el capítulo no gustó y no puedo saber el porque. Es una lástima. Ok, no hay drama, te dejo a Naraku todo para vos...ok no xD yo lo quiero para mi...y te digo que no es imposible lo del profesor, una vez una compañera mía se enamoró del profe y era correspondida. Según parece no es tan imposible.

Graciela C.: ok ok, no me inciten a demorarme un montón xD Al menos me encanta que a vos te haga gustado, eso es genial. Sinceramente a mi me gustó, pero bueh, no todos tenemos los mismos gustos. Gracias...

Pan-chan: Ay gracias por comprender ToT no me ha sido fácil escribir las contis... Te dejé pensando... al menos eso es genial ^^ y bueh..como he dicho, según parece la historia puede pasar...

kokoroyami: Jaja, es cierto, puede pasar algo ´más, pero 8 años no es tanto y si se atraen... Está perfecto ¿No?;)

sweet dreams: Ay, me has ronrojado mucho, me gusta que digas esas cosas, a mi la historia me gusta. Puedo equivocarme o que hayan contis que no les guste, pero bueno, lo acepto. Muchas gracias por lo que me dijiste, de veras.

Lucesita: Gracias gracias. Bueno, es cierto, no es mucha diferencia, genial ;) Y Miroku...daba para pensar mal xD ok, pobrecito, ya veré como sigo esta pareja, no se si les aburrirá que me meta en otras que no sea la principal...

Shailon: A no se eso de casar xD ya veremos...Es cierto, es para tenerlo con cadena a Sessho ^^ que bueno que te gusta...

SARITZ: Hola amiga...nueva hermana!!! bueno, espero que no se arrepienta de lo que hará ahora ._. Que lindo que te gustó *.* gracias...

sirenita:jaja, que lindo que te gustó, bienvenida...

kannayasha: Kannaaaaa sinceramente tus post me matan, son geniales, se nota que lees con detalles, me encanta *.* Descuida,espero con ansias tu conti...Gracias por tu increíble post.

*->AkiKo<-*: Gracias también por comprender, de veras, no saben como les agradezco. Que a pesar de demorarme -y lo siento muchisimo- aún lo sigan leyendo. Gracias gracias.

Kayazarami: Hola :) No es mala idea dejar a Naraku y Kagura...mmm no se, ya veremos. Dejo la intriga ;) Gracias por leerlo.

merlina: Como que tengo la impresión que me mandarás a pasear... ._. mi más grande deseo es que te guste esta conti, pero no se... :(



Gracias por su espera.

 

Re: El secreto de mi profesor [SesshxKag]

Capítulo 11

El principio de un fin para Kagome.



-Ahora- se planteó Sesshomaru- a preocuparnos por el estudio de Kagome, el resto es secundario. O eso quiero creer.

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Una chica estaba en su habitación mirando la pared. Había llegado de su colegio corriendo, y se había encerrado en el cuarto. No quería salir, no lo importaba lo que los otros pensaran. Ella solamente quería estar sola. Debía olvidarlo, no podía enamorarse, no.

-Kagome- escuchó decir a su madre a través de la puerta- Ya es hora de tu clase, ya el profesor llegó.

-Ya bajo- contestó desanimada

Ahí estaba él, el dueño de sus penas. Su profesor. Parecía un juego de niños, él era muy mayor. Ella no sería el juguete de diversión de nadie, y menos si éste no la amaba.

-Buenas tardes- saludó Sesshomaru

-Hola-contestó ella

Él notó la diferencia en la muchacha ¿qué le había pasado? Todavía no lo podía entender. Nada malo le había hecho. ¿O si?

-Kagome, ¿Qué te parece si comenzamos?- preguntó

-Perfecto.

Ambos se sentaron sobre el mesón de estudios. Ninguno hablaba. El profesor copiaba muchos ejercicios que ella debía resolver. La mayoría de las veces los hacía bien, otras le faltaba algo. Como es una ciencia exacta costaba bastante.

Sesshomaru explicaba con mucho detalle y dedicación cada uno de los problemas matemáticos. Todo estaba demasiado serio y agotador. En un momento el joven miró el reloj. ¡Había estado más de siete horas en la casa de Kagome! Observó rápidamente la cantidad de hojas que le había dado de tarea, era un buen montón, una gran pila de ejercicios.

-Me parece que es hora de irme- anunció apagadamente

-Bien- contestó ella con un bostezo

-¿Nos vemos mañana? Recuerda que en cuatro días es el plazo del examen.

-Si, pero mañana no. Voy a ir a la cuidad a comprar unas cosas, así que no estaré.

-Bueno, no hay problema- dijo Sesshomaru.- Adiós Kagome

-Adiós.




Rápidamente se subió a su automóvil y emprendió la marcha hasta la casa de Kagura, ya se le había hecho muy tarde y tenía que comer con ella. Además le iba a anunciar algo sumamente importante.

Por el camino paró en una florería y compró un ramo de rosas color caramelo. Luego cruzó hacia una confitería para comprar el postre, y sin olvidarse, pasó por la joyería en busca del objeto que había encargado.

Viajaba apresuradamente, quería llegar lo antes posible. Kagura, ella lo debería estar esperando, no quería demorarse mucho.

Cuando llegó, tocó la puerta suavemente. Atendió casi al instante, una mujer verdaderamente bellísima, vestida finamente por un vestido negro de largo escote. Su maquillaje era sencillo y perfecto, era una beldad. Ella sonrió espléndidamente feliz, sus ojos brillaban ante la vista del muchacho.

-Sesshomaru- murmuró- pensaba que ya no vendrías.

-No hubiese hecho eso mi amor, te extrañé- le dijo secamente.

-Eso no te lo crees- contestó ella desanimada- no lo parece, mira tu frialdad.


Él la miró unos instantes, era cierto, se estaba comportando muy mal. La abrazó fuertemente y la contuvo en sus brazos un buen tiempo. Estaba cada vez más cerca de su plan, pero no se animaba, no era lo que en verdad deseaba.

Liberó a la mujer de su cuerpo y la miró a los ojos; esos ojos tan duros, fríos, acostumbrados a sufrir y enfrentar todo con fuerza, determinación. Así era Kagura, una persona muy segura de si misma, perfecta para unos, una temida enemiga para otros.

-Vamos- comenzó ella- la comida está lista. ¿Trajiste el postre?- agregó divertida

-Claro que si, se que te gustará.

-A ver…déjame adivinar… ¡El postre eres tú!

-Aparte de eso- dijo Sesshomaru con una gran sonrisa ante la ocurrencia de ella.

-Muy bien vida, pásame el postre

Él le dio el paquete, luego la mujer se metió a la cocina a buscar la cena, mientras el joven ponía la mesa y encendía unas velas.

-No creo que sea para tanto- dijo ella al salir de la cocina con la comida y ver tanta preparación.

-Es una cena contigo- explicó- vale la pena la presentación.

-Gracias mi alma.

Ambos comieron en silencio, intercambiando diferentes miradas. El postre se llevó a cabo un poco más animado, ambos contaban sus vivencias en el día. Kagura había tenido que soportar todo un día escolar, retar alumnos y corregir trabajos.

-Eso es porque no estás acostumbrada- comentó el hombre sonriendo

-Si, pero ellos son insoportables; profesora esto, profesora lo otro…me cansan.

-Ya te será más fácil- murmuró mientras metía una mano en su bolsillo, tocando la joya comprada. ¿Se la daría o no?

-Bueno mi amor, ¿cómo te ha ido a ti con tu nuevo empleo?- inquirió la muchacha

-Todavía no empiezo, dentro de tres días comenzaré. Gracias a Dios pude conseguir el ese trabajo.

-Es cierto, como profesor particular no rendías mucho. Al menos ahora tendrás una situación más estable.

-Kagura- susurró Sesshomaru. Tengo que decirte algo.

-Dime mi vida- respondió algo intrigada.

-Yo…-comenzó- ¿Te casarías conmigo?- tartamudeó y sacó la joya de su bolsillo, era un perfecto anillo de oro, labrado con una insignia que decía “K y S”. Tenía algunas incrustaciones de esmeraldas, una excelente pieza.

-Mi amor- balbuceó sumamente sorprendida- claro que si- y se lanzó a sus brazos, mientras lágrimas de felicidad rodaban por sus ojos.

Sesshomaru le colocó el anillo y ella lo observó muy ilusionada. No cabía en sí de tanta alegría, el muchacho no estaba tan eufórico, pero tampoco triste. Tal vez no era mala idea casarse y olvidar.


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Había recibido una nota bajo la puerta de su casa, apenas llegó de la escuela. El escrito decía: “Te espero en la plaza a dos cuadras de tu casa, hoy apenas leas esto, yo te estaré esperando. Atte. Inuyasha.

No pensaba faltar, algo la atraía a ir hacia ese lugar. Cuando terminó de leer subió a su habitación, se colocó una ropa más cómoda y se dispuso a salir. No le importaba la coquetería.

En el camino miraba bien a su alrededor, la plaza quedaba muy cerca, no había problema. Al llegar allí lo vio. Ahí estaba, sobre la rama de un árbol, se veía tranquilo, sin preocupaciones. Ella estaba tan seria, no cuadraban mucho los dos. Pero ¿acaso importaba? La muchacha se fue acercando lentamente hasta quedar debajo de él, ahí le susurró.

-Hola, ¿para qué me buscabas?

-¡Kikyo!- y saltó de la rama para quedar frente a ella.

-Te hice una pregunta.

-Si- murmuró algo sorprendido ante la actitud de ella- solo quería verte. ¿Acaso está mal?

-No- dijo más serena, no tenía porque tratarlo así- está bien, gracias por interesarte.

-No te preocupes- susurró él

-Dime algo Inuyasha. ¿Me contarías algo de tu familia? Sinceramente no recuerdo si te lo pregunté.

-Yo tampoco recuerdo. Pero no tengo mucho para contar. Vivo con mi padre y mi medio hermano. Éste último me odia y yo lo odio a él, también detesta a mi madre por el antiguo trabajo que tenía ella.

-¿Qué trabajo tenía?

-Era alternadora en un bar, así se enamoró de mi padre y me tuvo a mí. Pero el odio no creo que sea tanto por eso, sino porque mi padre engañó a su esposa y mi madre se convirtió en la amante de él.

-Oh, vaya. No lo sabía, perdón por sacar el tema- se disculpó la chica.

-No hay ningún problema, eso ya pasó. Ahora cuéntame de ti Kikyo, ¿qué es de tu vida?

-Mi vida…-reflexionó- no tiene nada de especial. Vivo con mis padres, estudio. Tengo una vida bastante plana.

-Yo cambiaré eso, ven conmigo- propuso el muchacho.

-¿A dónde?

-Ya verás- apuntó, la agarró del brazo y la condujo lentamente por las calles.

Veían barrios, diferentes plazas, comercios. Ambos se estaban divirtiendo mucho, conversaban de vaguedades pero muy entretenidas para ambos. Después de caminar por un buen rato, se sentaron en la orilla de la vidriera de un negocio.

-Sólo con caminar un rato, el aburrimiento pasa ¿ahora lo ves Kikyo?- dijo Inuyasha

-Si, la verdad muchas gracias, no esperaba divertirme tanto, sólo con caminar- agregó con una sonrisa pura. Un verdadero placer verla sonreír así.

-Eres hermosísima- murmuró algo colorado el joven ante la belleza de la chica.

-Claro que no- contestó muy cohibida la muchacha

-Si, es cierto, nunca vi una chica tan linda y buena.

-Gracias- murmuró ella con una sonrisa encantada. Estaba feliz ¿se había enamorado? Si era así, le parecía que con el indicado. Ese joven la había conquistado, no lo podía creer, verdaderamente no.

Continuará…

 

Re: El secreto de mi profesor [SesshxKag]

Ahora se perfectamente bien, que me matarán por lo corto que está. Lo siento ^^
Los que me conocen, saben los problemas que he tenido.
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Capítulo 12.

Reflexiones y un encuentro.


Sesshômaru le colocó el anillo y ella lo observó muy ilusionada. No cabía en sí de tanta alegría, el muchacho no estaba tan eufórico, pero tampoco triste. Tal vez no era mala idea casarse y olvidar.


La noche esa pasó volando; pero el tiempo no se debía detener. Él se levantó temprano, despidió a su novia dormida, con un sencillo beso en la frente. Desayunó en el comedor, no tenía nada de hambre; pero debía comer. Así que puso café a calentar y lo tomó, luego untó una tostada con mermelada y la tragó casi entera. Después partió rápidamente hacia la escuela.

Por el camino iba parando en diferentes lugares; librerías, bibliotecas, también en una tienda de regalos, para sorprender a su novia con una hermosa cajita musical. A fin de cuentas, demoró más de dos horas en llegar al establecimiento inicial; pero no tenía ningún apuro. Sólo llegar a la escuela y firmar un papel, eso es todo lo que tenía que hacer. Tal vez podría saludar a Kagome; pero no tenía ganas, ¿qué le iba a decir? Ni siquiera se iba a animar a contarle lo de la boda.


Recorrer los pasillos de la institución, mirar antiguos cuadros. Tantos recuerdos… momentos cuando era pequeño e iba a ese colegio. Sonreír a las profesoras, para que ellas te tomaran confianza y comenzar a ser su alumno predilecto. Siempre tan aplicado, le habían otorgado la beca, debía aprovecharla. Promedio final: diez. Eso nunca había cambiado, el mejor, ser eso no le costaba mucho y tenía a un amigo para compartir todo ese triunfo.

¿Qué había pasado? ¿Por qué ya nada era así? Las personas crecen, no se van dando cuenta que sus corazones e ideas van cambiando.

¿Recuerdas Naraku esas aventuras con chicas? Ja, eran casi tres por día, verdaderamente éramos populares. Aventuras, salidas a la noche, todos los días ir de copas, pasarla bien. “Los galanes” así nos llamaban; pero estaban bastante errados, de galanes sólo teníamos la imagen… ¿y el resto? No existía, no nos interesaba.

Mi madre falleció tiempo después, yo estaba en la cumbre y de un día para el otro, todo se derrumbó. Por más que fuera exitoso, de poco me servía, y me hundí en el dolor y el anonimato. Cada fiesta terminó, ya no salía a ningún lado, sólo estudiaba.

Ambos nos recibimos, los dos con promedio diez. Uno gracias al estudio, el otro por el acomodo y el engaño. Ahí recién caí en la cuenta que clase de persona era quien una vez llamé “amigo”.

Ahora miro este lugar, los recuerdos son sólo pasado, no se puede volver atrás.

¿Recuerdas Kagura cuando te conocí?

El día que entraste al aula, tú caminar tan sencillo y apacible. Tus ojos profundos que miraban hacia todos lados buscando un asiento libre. Te acomodaste muy cerca de mí, en un ángulo donde podía verte mejor. Todos los días admirarte, esos son momentos felices.

Y cuando nos hablamos, ese día tan frío en el momento de descanso. Estabas sentada en un banco cerca de un árbol, sola, y temblabas. Despacio me acerqué y me coloqué frente a ti. Tú me miraste, en el momento que lo hiciste mi corazón dio un gran brinco. Saqué el abrigo que tenía yo puesto, y te lo ofrecí, me sonreíste e indicaste que me sentara a tu lado. Que hermoso fue tenerte a mi lado.

Ya me decidí, me casaré con Kagura.


En la hora de descanso, una muchacha de ojos color chocolate, miraba el cielo. No tenía nada en particular: pero se veía precioso. Aquel celeste profundo, no había nubes y los pájaros vagaban pacíficamente sin importarles el resto del mundo. Era admirable poder contemplar aquello y ella lo hacía con una pequeña sonrisa en sus labios.

-Disculpa- oyó decir a una voz

-¿Si?- se sorprendió la chica al ver a su antiguo amigo, Bankotsu. – Ah ¿Cómo estás?

-Yo bien; pero tu te ves algo perdida, Kagome- contestó

-¿Tú crees?- inquirió algo desanimada la chica

-Si, algo te pasa. Bueno, lo que quería decirte es si quieres salir conmigo este sábado- propuso el chico

-Si, está bien- concordó sin darle mucha importancia.

Bankotsu se fue de allí, con una pequeña sonrisa en sus labios. Al fin saldría con esa chica, y no le había costado nada. Muchas veces ella lo rechazó: pero ahora no. Aceptó sin ningún tipo de problemas. Algo le debía pasar; aunque ahora no importaba, lo fundamental era salir con ella.

La había mirado desde que ingresó al colegio. Nunca coincidieron en el salón, se hicieron “conocidos” gracias a Sango, que los había presentado tiempo atrás. Kagome le había gustado desde el principio y jamás se rendía con ningún rechazo; al contrario, le daba más fuerzas para así conquistarla con más ganas.

-Kagome, eres una linda chica- pensó- ya veremos que pasa.

Continuará....


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Pomy, dime si ese estilo de escribir te gusta y no te quejes de lo corto, ya lo se ._.


Gracias Sirenita por el apoyo brindado :)