Academia de Policía Higurashi [Inuyasha y Kagome]

Re: Academia de Policía Higurashi [Inuyasha y Kagome]

Tranquila yo te desenredo en un minutoxD. Haber Kikyou odia a Kag, pero ya se sabe que del amor al odio hay un paso y viceversa. Y con eso no digo que Kikyou se haya enamorado de kag, simplemente el amor y el sexo a veces no van unidos.

-¿Como llegaste a la conclusión de que Kikyou sabia que ella es una mujer?, Kag no dijo nada y Sango tampoco que es la única que lo sabe.

Así que ya me dirás como se iba a enterar Kikyou de esoxD.

Espero habertelo aclarado^^

Chao.

Besos. :besito:

 

Re: Academia de Policía Higurashi [Inuyasha y Kagome]

Hola chicas:), os traigo la conty. He cambiado los guiones, haber que os parece el cambio;)

Chao.

Besos a todas:besito:


Capítulo 24: Entre la espada y la pared

Le había enseñado la dichosa carta a Sango. Y ella simplemente le dijo que no hiciera caso. Que Kikyou no podía hacer nada en contra de: Inuyasha, ni de ninguno de ellos.

Pero Kagome se había puesto bastante nerviosa.

— ¿Y ahora que hago? —Se pregunto a si misma dando vueltas de un lado al otro sucesivamente.
—Kag —la llamó Sango. — ¡Quieres estarte quieta!, ¡me estás poniendo nerviosa! —Exclamó frustrada.
—No puedo.

Sango se levantó y sentó a Kagome en su cama.

—Haber por mucho que te pongas como un gato encerrado. —Suspiró— eso no va a solucionar nada. Así que cálmate un poco.
—Ya lo sé. —Pero entiéndeme no se que hacer.
—Lo primero que tienes que hacer es relajarte —le recomendó ella. —no puedes estar con un ataque de nervios todo el rato.
—Lo sé —Suspiró.

Miroku se acababa de cruzar con Inuyasha y había visto la marca de cinco dedos en su mejilla. Se preguntó que habría pasado para tener esa marca.
Iba a acercarse pero… al ver la mirada pensativa, pensó que era mejor dejarlo solo.

—Ya sé lo que voy hacer —Exclamó la pelinegra dando un respingo.
— ¿Ya se te ha ocurrido algo? —Pues espero que no sea ninguna tontería. —Dijo rolando los ojos.
—No lo es. —Dijo pensativa —Y no se como no se me ocurrió antes.
— ¿Sabes algo?
— ¿Qué?
—Me das miedo. —Declaró Sango solemnemente.
—Ya déjate de tonterías que me voy a ver a Kikyou.
— ¿Qué? —Exclamó sorprendida. — ¿Es que te as vuelto loca? — ¡Ya sabes lo que te hará esa si te ve! — ¡No puedes ser tan tonta!; ¡Como para meterte en la boca del lobo en bandeja de oro! — Lo dijo todo seguido casi sin respirar.
—Amiga no te preocupes por mí. Se lo que me hago.
—Y un cuerno —Le contesto Sango con mala cara.

Kagome se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla.

Y se fue decidida a casa de Kikyou…

Sango se quedó un segundo pensando que podía hacer para ayudar a su amiga, que parecía que se había vuelto loca. Y decidió ir a buscar a Miroku, quizá entre los dos si se daban prisa aún podían impedir que hiciera una locura.

Porque estaba claro, que cuando Kikyou descubriera la verdad sería muy peligrosa.

Salió de la habitación cerrando con llave para ir a ver a Miroku. Lo malo fue que él chico acababa de llegar y se chocaron el uno contra el otro. Haciendo que Sango casi se cayera al suelo; aunque tuvo suerte. La salvaron los brazos de él que la agarró por la mitad de la espalda.

— ¿Sango donde vas tan deprisa? —Pregunto extrañado.
—Miroku tienes que ayudarme —Le dijo Sango angustiada.
—Claro que te ayudare. Pero antes cuéntame que está pasando.
— No tenemos tiempo. — Sango casi lo grito—. Te lo cuento de camino. —Le dijo con ojitos de cordero — Confía en mí.
—Está bien. Aceptó Miroku a regañadientes.

Y acto seguido empezaron a correr en dirección al coche de Sango.

Miroku iba realmente asustado en el coche de ella, pues Sango conducía como si llevará un demonio pegado al trasero. Se había saltado unas 20 normas de circulación vial e iba a una velocidad de vértigo. Y Miroku lo único que podía hacer era agarrarse a lo que tuviera más a mano, y esperar que la casa de Kikyou no estuviera lejos. De lo contrario acabarían ambos hechos puré.

— ¿Oye Sango, sabes que dirección es la casa de Kikyou?
—Claro que la sé. — Le contestó sin mirarle. — ¿Si no a donde te crees que vamos? —Apretó los dientes. ¿De ruta turística? —Le contestó ella sarcásticamente.

Estaba claro que cuando Sango se ponía así era mejor que la dejará hasta que se calmará. Y no se calmaría hasta traer a rastras a Kag; ese chico siempre metiéndose en líos. En fin era un caso perdido darle vueltas al asunto. Lo importante era llegar y detenerlo.

Cuando se medio tranquilizo Sango le enseñó la carta, dejando a un Miroku pasmado. Realmente le costaba creérselo, pero lo asimiló.

Ahora entendía porque Kikyou no se había fijado en él. Aunque no era que le importará demasiado, el ya tenía a quien mirar.

Y con quien estar...

 

Re: Academia de Policía Higurashi [Inuyasha y Kagome]

Kaome2010: NoxD, Kikyou no sabe que Kag es chica, ¿de donde sacaste esa idea?xD,jeje.Se cree que es un chico.

Hola chicas os voy a dejar una conty muy corta(será mini conty), porque mi ordenador tiene 2 virus troyanos, que no hay quien los quité y lo más seguro es que se tenga que formatear todo el disco duro.
Con lo cual no podré usar el ordenador, en unos cuantos días, y tampoco me coge el: pendrive donde guardo las contys que hago, así que esta es corta, por eso lo siento.

Dejando a parte el hecho de que la Señora imaginación no me está ayudando absolutamente nada últimamente.

Muchas Gracias Lia por los consejos, ¿una pregunta por que dices que te pareces a Sango?xD

Chao.

Besos.:besito:


Mini Capítulo 25: Rescate

Kagome acababa de aparcar en frente de la casa de Kikyou, cuando le pareció oír a lo lejos un coche llegando rápidamente. Al girarse vio que no era su amiga Sango.
Menos mal que no la había seguido. Lo último que quería era meterla en problemas.

Se acercó despacio hacía la entrada de la casa, lentamente, como el que no quiere la cosa; cuando de golpe se oyó una voz por el pequeño telefonillo de la entrada.

— ¿Qué vas a entrar? ¿O tengo que salir a por ti?
—Un momento. — Le contestó ella con la voz más fría de lo normal— Me dejado una cosa, en el coche.
—Está bien, pero no tardes.
—Claro, vuelvo enseguida.

Kagome se dirigió hacía el coche. Ha simular que cogía lo que se había dejado. Eso solo era para hacer algo de tiempo y darse el valor de entrar, a la que ya le parecía: la casa de los horrores.

La fachada era gris, con unos toques de rojo sangre, que herirían la vista de cualquiera. De dos plantas y con un porche estrecho donde solo cabían dos personas.

Luego escuchó un derrape en la carretera, lo que le hizo girar el rostro hacía esa dirección, mirando estupefacta el coche de Miroku.

¿Qué hacía Miroku por aquí?

Pero al mirar más detenidamente, se dio cuenta que la conducía era su amiga. Vamos que había secuestrado a Miroku para ir a buscarla. Eso no era nada bueno; teniendo en cuenta a la bruja de Kikyou. Pues estaba segura que si ella los había oído, Kikyou también lo abría hecho.

Vio como la conductora aparcaba, bueno más bien derrapaba a dos centímetros de su coche, haciendole señas para que se subiera al asiento trasero del mismo. En el mismo instante, en el que Kikyou, salía de la casa.