de Inuyasha - Desde mis sentimientos

Re: Desde mis sentimientos

Quiero pedirles disculpas a todas -_- mi ausencia no se justifica y de paso no logre crear las 2 contis que les prometi ;-; les traje solo 1 ToT pero prometo que mejorare al 100% me disculpo si no les gusta ToT mi hara mejor esfuerzo la proxima vez ToT promesa de marionetta

gracias por venir todas son muy amables ToT gracias

Desde mis sentimientos ​

Cap XIV: El reino del Este​

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Las piezas de mi corazón se van ensamblando con tus palabras, nada me falta con tu mirada y todo lo demás sobra con tu sola presencia. En aquella magna habitación, unos ojos chocolates veían la relación cercana entre un guardián y su diosa.

-Pueden hablar frente a Sesshomaru.- Rin bajaba las escaleras del trono.-

-No es necesario.- Sesshomaru hablo suavemente posándose atrás de la pequeña joven.-

-Me iré si así los dioses se sienten mucho mas libres para hablar.-Sesshomaru pasaba junto a Rin, pero antes de poder continuar sintió una delicada mano sosteniendo la suya.-

-Sabes que de igual manera te enteraras de lo dicho en esta sala, no hay secretos entre nosotros.- La pequeña sostenía la mano del hombre que la veía tiernamente.- sino desean hablar, pueden retirarse hermanos.

-Por mi no hay problema el hablar frente a usted Mago.- Kagome miro al joven de ojos color miel y cabellos plateados.-

-Su olor de diosa sigue exquisito.- Sesshomaru miro a Kagome fijamente.-

-Solo una pregunta ¿Porque no me ayudaste aquel día en el mundo mortal?- Kagome endureció su voz y vio como Sesshomaru hacia una mueca con la boca.-

-Lamento haberla dejado sola, pero mi deber era cuidar a la Tamashi de la esperanza, y el llamar la atención de aquel demonio que estaba en la calle no era una buena opción, tal vez se hubiera interesado en mi diosa.- Sesshomaru soltó su mano de la de Rin y se coloco tras ella.- Además se que estaba su mago cerca además de el guardián Inuyasha.

-¿Inuyasha estaba en el mundo mortal?- Kouga interrumpió mientras se acercaba hasta el joven de ojos miel.-

-Así es ¿No lo sabia?- Sesshomaru miro al joven moreno, quien desviaba la vista con un poco de rabia.-

-¿Ese es el tema que han venido a tratar conmigo?- Rin daba media vuelta y subía de nuevo a su silla, sentándose y cruzando las piernas.- ¿Por qué entonces la urgencia?

-Lo lamento el tema se desvió, Sesshomaru no quiero que vuelva a decir que Inuyasha estaba en el mundo mortal.- Kagome hablo como si diera una orden.-

-La respeto mi señora, pero…- Subiendo y deteniéndole junto a Rin, Sesshomaru hablo viendo sobre su hombro.- Solo mi diosa me puede dar ordenes.

-Lo que nos trajo aquí es una alianza.- Kagome miro a Rin ignorando por completo la mirada burlona de Sesshomaru.- Queremos levantarnos contra el reino del Sur y eliminar de una vez por todas a Naraku.

Por un instante el silencio se adueño de la habitación, la pequeña en el trono mostró interés en cada una de aquellas palabras que le daba la joven de ojos color chocolates, Rin deseaba sacar los fragmentos de Shikon que protegía dentro de su cuerpo, los 2 fragmentos le impedían desarrollar su cuerpo, porque esta perla se alimentaba de sus poderes, con 500 años mortales de vida apenas parecía tener 15; ella poseía el fragmento de Naraku y el que a ella le correspondía.

-¿Guerra? – Rin pregunto mientras se levantaba de la silla.-

-Yo hablare con Naraku antes de tomar esa medida, pero si es necesario los 3 reinos aliados nos iremos contra el reino del Sur.- Kagome hablo con el corazón en la garganta, sentía que tal vez esta seria una victoria perdida.-

-No tome una decisión así sin pensarlo. – Sesshomaru susurro en el oído de la pequeña dama.- tómese por lo menos un día para pensarlo.

Rin escuchaba las palabras de Sesshomaru, pero su corazón deseaba poder sacar los fragmentos de su cuerpo y de su vida; sin estos fragmentos la joven podría seguir desarrollándose y aspirar al amor de Sesshomaru.

-Están invitados a quedarse aquí en mi casa.- Rin sentía emoción y miedo en su corazón.- Buscare a alguien para que los acompañe a sus habitaciones, deben estar muy cansados por el viaje.

Rin bajaba las escaleras y se asomaba a la puerta inmediatamente una mujer se acerco hasta ella y haciéndole una reverencia se quedo atenta a las instrucciones de la pequeña de ojos cafés.

-Por favor acompáñenla, les mostrara sus habitaciones, mañana muy temprano les daré mi respuesta – Rin miraba como sus hermanos Tamashis salían de la habitación.-

Kagome quedo impactada ante aquel enorme palacio, era increíblemente hermoso, una escalera en caracol los llevaba a un segundo piso, en donde aquella mujer se detenía frente a una puerta, les señalo primero las habitaciones a Miroku y Ayame, luego al otro lado de aquel pasillo circular, ubico a los Tamashis; en el medio de aquella estructura circular se podía ver por una baranda como en el primer piso un estanque lleno de peces dorados chapoteaban en el agua.

-Espero sea de su agrado la estadía.- dando reverencia la sirvienta se retiraba.-

-Espero que acepte nuestra petición.- Kouga miro a Kagome y abrió su puerta.-

-Eso espero yo también.- Kagome entro a su habitación y quedo asombrada ante aquel enorme espacio.-

Las habitaciones poseían un pequeño recibidor, el dormitorio como tal y un baño privado. Kagome vio por la ventana un pueblo de techos verdes que estaba rodeado por aquella muralla del mismo color, todo el ambiente hacia un camuflaje perfecto, el pueblo parecía ser hijo de aquella tierra sagrada.

-Si regreso, tu serás mi camino, Inuyasha.- Kagome susurro mientras que su reflejo en la ventana dejaba a la vista una pequeña lagrima en su mejilla.-

En una habitación de color rosa, una pequeña cepillaba su cabello frente a un espejo con un marco tallado a mano, la puerta e tocada y sin ella decir una palabra se abrió dejando ver unos ojos miel que la miraron fijamente.

-No importa lo que diga lo harás.- Sesshomaru cerraba la puerta de aquella habitación.-

-Siempre escucho lo que tienes que decir, y ahora no será diferente.- Rin dejaba el cepillo sobre la peinadora y miraba al joven por el espejo.-

-Es muy peligroso lo que los dioses del amor y el miedo desean hacer, se que su poder ahora es mucho mayor al de Naraku, pero ese Tamashi tiene a todos los demonios del Sur bajo su poder, ni la misma guardiana Kikyo sabe cuan fuerte es.- Sesshomaru se mantenía firme en la puerta.-

-Quiero dejar de ser niña, quiero que dejes de verme como una pequeña a la cual proteger, quiero que dejes de darme cariño solo por mi apariencia.- Rin se levanto y miro al joven.- Quiero que me mires diferente.

-Yo te miro como siempre.-Sesshomaru endulzo su voz ante aquel reproche.-

-Justamente por eso, ya no quiero que sea como siempre.- Rin camino hasta su cama, se sentó dándole la espalda a Sesshomaru y viendo a la ventana.- tengo 500 años de existencia y parece que nunca salgo de los 15 años.

-Eso no tiene nada que ver.- Sesshomaru se paro frente a ella.- yo tengo muchos mas años que tu y mírame, no por esto deseo ir a una guerra, no le temo a Naraku, pero temo que algo te pase.

-Yo temo que nunca me mires diferente, que en tu vida solo sientas que soy una Tamashi al que cuidar, tengo una vida inmortal y agradezco el compartirla contigo, pero.- Rin se sonrojo y miro al suelo- ya no soy una niña y no quiero que me veas como tal.

Rin dejo caer una lágrima, Sesshomaru se agacho frente a la pequeña y seco suavemente su mejilla, apoyando sus rodillas en el suelo Sesshomaru se acerco hasta Rin y nuevamente en el oído comenzó a susurrarle.

-Yo hace mucho tiempo que no te siento como a una niña.- Sesshomaru acerco suavemente sus labios a los de Rin y la beso.-

Rin sintió como aquellos labios se movían junto a los suyos, sus mejillas se sonrojaban mientras sus labios deseaban tanto seguir bebiendo de aquella boca, ella estaba segura de sus sentimientos, no sabia que sentía el joven pero en aquel instante nada más importaba. Venciendo mi temor pude describirte lo que mi corazón esconde cada vez que te siente.

 

Re: Desde mis sentimientos

Konnichiwa bueno niñas me disculpo la tardanza u.U
pero finalmente llegue de nuevo xD

Amix ToT gracias por estar aqui ._. siempre estas conmigo y te lo agradezco tanto tanto ToT acias ToT

Let@ ya vine xD traje conti y espero sea de tu agrado gracias por leer n.n

Kizu *abasho marionettezco* beillo leerte *0* disculpa que no hayan tantas contis como tu quieres .-.

Ayasha habia una cumpleñera con ese nick en estos dias eras tu?

its ToT porque eres una cosa de felpa pachoncita te abasho >x< te quelo acias por leer mis fisc amigosha ToT

chidori no importa cuanto dures en regresar lo importante es que estas aqui n.n

Desde mis sentimientos ​

Cap XV: Las ciénagas del diablo.​

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No lo hagas, no dejes decidirme por algo que no es completamente claro, no me dejes sentir que te pierdo, porque nunca te he tenido. La noche moría ante el amanecer y tres dioses junto a sus Magos se preparaban para partir, Rin también poseía ropas negras al igual que sus hermanos Tamashis; ella acaricio el pico de una gran ave de cola de fuego, el Fénix le pertenecía a la Diosa, porque al igual que el fénix la esperanza siempre resurge de las cenizas. Ella se monto sobre el ave y tras de ella Sesshomaru la rodeaba con su mano la cintura y la otra tomaba las plumas del animal. Miroku y Kagome montaros a sus zebraunicornios y se echaron a andar con el carruaje de minotauros tras ellos.

-Siento que esta confrontación terminara con guerra.- Kouga miraba los frondosos árboles del bosque del Este.-

Ayame veía la antigüedad de los árboles se preguntaba ¿Qué han visto? En tantos años de existencia en aquellas tierras lejanas.

-Apenas y esta comenzando el día y ya hay olor a sangre.- Ayame miro al Tamashi frente a ella.- Solo de algo estoy segura, tu sangre no será derramada.

-No me cuides a mi, protege tu vida a costa de todo.- Kouga seguía perdido en aquel paisaje.- No vale la pena seguir si las personas especiales de nuestra vida ya no están.

Entre los jóvenes las palabras comenzaron a estorbar, y el silencio rondo el resto del camino, El sendero hasta el Sur comenzaba a cambiar luego de haber dejado aquel bosque atrás las planicies comenzaban a ser lodosas, hasta que por aire Rin diviso aquellas ciénagas llenas de lagunas fangosas.

-No quiero que te separes de mi en ningún instante, entendiste Rin.- Sesshomaru parecía estar dando una orden.-

Rin no respondió solamente acaricio aquel brazo que rodeaba su cintura, aquella ave movía suavemente sus alas eran realmente hermosas e increíblemente imponentes. Kagome comenzaba a ver también desde el lomo de Galaxia unas ciénagas que poseían árboles muertos en los cuales yacían huesos de demonios en sus ramas o en sus raíces, los cráneos estaban destrozados o mal formados y las ropas estaban llenas de gusanos. La penumbra comenzaba a oscurecer el día aunque en aquellas tierras parecía que nunca amanecía.

-Los animales se comienzan a inquietar.- Dijo Miroku acariciando el lomo de su zebraunicornio.-

-Ya debemos estar por llegar, solamente espero que no nos tomen de sorpresa.- Kagome comenzaba a sentir miedo del estar allí en aquel infierno.-

De pronto se pudo escuchar un estruendo agudo que provenía desde el cielo, no se veía nada solo la luz que expedía el fuego del fénix.

-¿Qué es ese sonido?- Rin miraba a todos lados y el miedo comenzó a invadirla.-

-No temas o la perla se alimentara de los sentimientos errados, además no dejare que nada te pase.- sin dejar de sostener la cintura de Rin Sesshomaru desenvaino su espada.-

Poco a poco el sonido era mas fuerte y los ojos de Sesshomaru divisaron a un gran demonio dragón acercándose hasta ellos, el fénix bajo un poco más casi al ras del suelo y comenzaba a esquivar los árboles de las ciénagas.

-¡Es un Dragón negro!- Ayame miro frente al carruaje como el fénix se alejaba siendo perseguido por el inmenso dragón.-

-Los va a hacer caer.- Kagome detuvo su andar al ver aquel monstruo.- Debemos hacer algo Miroku vamos.

-No Tamashi espere.- pero las palabras de Miroku llegaron tarde, Kagome ya galopaba hasta el demonio, Miroku también comenzó a cabalgar tras ella.-

-No llegaremos a tiempo en este carruaje.- Kouga salio desatando el Minotauro.-

-¿Qué hace mi señor?- Ayame miraba como Kouga se montaba sobre la bestia.-

-Vamos a alcanzarlos.- Kouga extendió su mano y cuando Ayame la tomo la ayudo a subir sentándola entre sus piernas.- sujétate muy bien.

El Tamashi del miedo también fue tras aquel dragón la joven que estaba junto a el completamente sonrojada sentía la máxima seguridad al estar con el joven moreno; El fénix finalmente había sido alcanzado por el dragón negro y de un zarpazo en un ala la hermosa ave cayo al suelo llenándose de lodo, Rin y Sesshomaru también cayeron al suelo.

-¿Rin?- Sesshomaru levanto la vista viendo a Rin en una de las lagunas, el fénix peleaba con la feroz fiera, el joven se levanto y corriendo llego hasta la pequeña.- ¿Rin estas bien?

-Si, solo unos rasguños.- Rin miro hacia el fénix el dragón mordía su cuello, se levanto rápidamente pero Sesshomaru le prohibió ir.-

En ese instante Kagome bajaba de Galaxia y tras ella Miroku llegaba también, ambos se acercaron a la pareja y los miraron algo preocupados.

-¿Están bien? ¿De donde salio ese Dragón negro?- Kagome miro hacia las bestias que combatían fieramente.-

-Obviamente hemos sido vistos, y a igual que llego ese Dragón llegaran otros demonios tanto por tierra como por aire, y tal vez por agua, estas lagunas aunque fangosas y muertas están conectadas y esconden muchas cosas.- Sesshomaru vio aquellas aguas turbias.-

-Entonces si ya saben que estamos aquí no vale la pena escondernos.- Kouga llegaba imponentemente sobre aquel minotauro.-

-¿Qué propone que entremos a la fuerza?- Miroku vio a Kouga quien se bajaba del demonio.-

-Si es posible.- Kouga se acercaba hasta el grupo.-

-Es estupido entrar peleando.- Sesshomaru miraba a Miroku mientras se posaba frente a Rin.- Hay miles de demonios aquí en estas tierras, no podremos con todos.

Kouga miro hacia el Dragón este se comía al fénix, la pelea había terminado y ahora la atención de aquel monstruo negro se enfocaba en los jóvenes.

-Pues veo que este pudo contra tu ave.- Kouga hablaba en un tono burlesco que por supuesto a Sesshomaru no le agrado.-

Sesshomaru miro a Kouga y dio un paso, Rin tomo su mano para detenerlo pero el se soltó, camino haciendo cada vez su paso mas veloz hasta llegar a su espada que yacía clavada en el suelo, tomándola en sus manos Sesshomaru se movió ágilmente hasta el dragón como un lobo cazando a su presa, rodándolo aquel dragón hacia movimientos inútiles intentando aplastar a Sesshomaru.

-¿Por qué lo haces Sesshomaru San?- Pensó Rin mientras su corazón lo tenia en la mano.-

Dando un salto Sesshomaru término en la cabeza del dragón negro clavando su espada como si estuviera marcando un territorio con una bandera, dando un salto mientras caía hizo unos movimientos con la espada rebanando el cuello del demonio.

-¿Qué demonios hace este tipo?- Kouga pregunto con un tono algo molesto.-

-Intenta recuperar una pluma del fénix.- Dijo Kagome mientras veía fijamente a Sesshomaru.-

-Todo fénix renace pero se necesita una parte de el, no importa que tan pequeña sea.- Rin dejo caer una lagrima.-

-Seguramente esa ave se la regalo Sesshomaru al igual que Inuyasha me regalo a galaxia, por eso tiene tanto valor.- pensó Kagome mientras acariciaba el hocico de Galaxia.

Luego de buscar entre aquellos restos Sesshomaru regresaba hasta el grupo, su rostro era inmutable, ni una gota de sudor a pesar de la pelea.

-Te prometo que va a volver a nacer.- Sesshomaru dijo esto a Rin entregándole una pequeña pluma roja.-

-Gracias Sesshomaru.- Rin abrazo al joven, el poso su mano sobre su cabeza y acariciaba sus cabellos.-

-Yo puedo defenderme muy bien y a mi Tamashi, pero no podré estar al pendiente de cada uno de ustedes, por eso me parece estupido el intentar entrar a la fuerza.- Sesshomaru vio a Kouga.-

-Yo no veo aquí a nadie que no sepa pelear.- Kouga respondió como un desafió, pero aquella conversación fue interrumpida.-

-Yo no quiero pelea, le prometí a la Rin que primero hablaríamos.- Kagome miro a los jóvenes.- y eso es lo que haremos, no hagamos una pelea en vano.

-No debemos enfrentarnos a un ejercito tan grande cuando apenas somos 6 personas, aunque la fuerza de 3 Tamashis es invaluable el ejercito de Naraku es interminable.- Miroku apoyo ciegamente a Kagome.-

-Entraremos a palacio y pediremos hablar con el.- Kagome tomo la cuerda de Galaxia y camino entre las ciénagas.-

-Apoyo lo que Dijo la diosa del amor.- Sesshomaru miro a Kagome.- ¡Diosa cuidado!

Kagome volteo y sintió como algo baboso salía inesperadamente del agua y tapando su boca la sumergía en aquella laguna, lo ultimo que pudo ver fue a Galaxia relinchando y a Sesshomaru corriendo hacia ella. Porque lo único que deseo es verte y sentir que aunque este en soledad siempre estoy contigo.


kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Hola chicas u.u...

No tengo excusa alguna por mi ausencia tan larga ._. pero pues ahorita no tengo muchos animos ^^U pense que habia encontrado a alguien especial y pues resulto que al final tendre que olvidar u.u y yo no deseaba olvidarlo ._. he estado triste por eso entre otras cosas u.u me disculpo si la conti esta floja ._.U pero pues no me sale bien nada ultimamente u.uU

Desde mis sentimientos ​

Cap XVI: El Tamashi del Odio.​

Al igual que los trozos de este sentimiento, las horas se van fragmentando en tu imponente ausencia y los pensamientos se van borrando en tu acostumbrada distancia. El agua en las ciénagas comenzaba a formar pequeñas ondas, como si algo increíblemente grande se estuviera colocando en movimiento. Sesshomaru tomo la mano de Rin y camino unos pasos.

-¿Para donde vas?- Pregunto Kouga- ¡Debemos buscar a Kagome!

-Luego de haber matado al dragón, ¿Cree que debemos quedarnos aquí?- Sesshomaru se había detenido y veía al Tamashi del miedo.-

-Pienso que lo mejor seria acercarnos al castillo y pedir hablar con nuestro hermano.- La suave voz de Rin no parecía alterada.-

-Esas palabras son de Kagome, el no querrá oírnos.- Kouga comenzó a andar.-

Ayame sin preguntar siguió a Kouga y tras ellos Miroku caminaba, completamente fuera de si, con una sola misión en mente salvar a la Tamashi del amor. Las sombras de la noche parecían reinar eternamente en aquellos calabozos que se encontraban bajo el templo del Sur. Los ojos chocolates recién despertaban de su inconciencia e incorporándose con torpeza pudieron ver a una mujer de cabellos cortos y ojos rojos frente a las rejas, la mujer abría la puerta y entraba hasta imponerse frente a ella.

-Bienvenida al reino del Sur, no puedo imaginar la torpeza de que hayan venido hasta aquí, es obvio que no entienden el poder de un ejército de demonios.- La voz de la mujer parecía firme pero era tan solo un disfraz, aquellas palabras eran de miedo.-

-¿Dónde estoy? –Pregunto Kagome mientras intentaba colocarse de pie.-

-Estas en el calabozo del Templo del Sur, Mi Tamashi desea verla.- Tendiendo su mano para ayudar a colocarse de pie a Kagome.-

-Kagura es tu nombre ¿Verdad hechicera?- Kagome con ayuda pudo levantarse.-

-Así es, soy la Hechicera del sur.- Kagura se dirigía a la puerta de aquella prisión.- Antes que nada le diré que encontrara allá arriba, mi amo no ha podido completar su cuerpo el necesita el alma de los Tamashis para poder lograrlo o en su defecto la perla de Shikon, su cuerpo esta incompleto espero que entienda que hay una gran cantidad de demonios resguardándolo.

-¿Por qué lleva tanto tiempo con el? – Kagome camino hasta la puerta, sus ropas estaban completamente húmedas al igual que su cuerpo.-

-Porque Solamente la Guardiana del Sengoku puede liberarme de mi Tamashi y se que no lo hará.- Kagura caminaba hacia unas escaleras.- Ella cree que yo fui responsable del ataque de Naraku al Palacio, el día que usted murió.

Kagome caminaba tras la mujer que hablaba pacientemente y tal vez algo resignada; al mirar a su lado Kagome vio horrorizada demonios en rejas completamente deformados por golpes, tal vez por no cumplir sus tareas, por incumplir alguna regla o simplemente alguna mente enferma se divertía.

-¿Por qué ayudo a Naraku a atacar el palacio?- Kagome caminaba viendo aquellas jaulas.-

-El robo mi abanico y partió mientras yo dormía.- Kagura hablaba sin expresión alguna mientras subía unas escaleras.- Te advierto que lo que veras, será un cuerpo sin forma, Naraku no pudo desarrollarse por completo puesto que no tenia la perla de Shikon o sus almas… Esta era la razón para robárselas, crearse un cuerpo nuevo.

Kagome sintió algo de miedo, pero se mantuvo firme y siguió a la mujer que la guiaba. En el palacio la noticia de la ausencia de los Tamashis comenzaba a llegar y la guardiana viendo hacia al horizonte desde un balcón esperaba la llegada del joven del cabellos color plata.

-¿Por qué no ha venido Inuyasha?- Kikyo se levantaba de su silla y se posaba frente a aquel gigante espejo en su cuarto.-

Pero al intentar localizar a Inuyasha en el palacio, el espejo mostraba cada una de las habitaciones vacías, No se encontraba en aquel palacio del centro del Sengoku. El Norte parecía estar nuevamente triste ante una partida, la Tamashi del Amor había dejado el palacio hacia ya varios días, y un joven de cabellos plateados miraba una pequeña caja de música sobre la mesa de un hermoso cuarto.

-¿Fuiste a buscarlo verdad Kagome? – Inuyasha abría la caja dejando escapar aquella suave tonada.-

El amor es un sentimiento profundo y sin medidas, pero el descuidarlo ayuda a matarlo y este no sabe florecer en desiertos. Sobre aquel zebraunicornio de pelos negros un joven de toga negra se retiraba del templo del amor a todo galope, y en un pequeño rincón una caja musical relataba una historia de amor que deseaba no morir a pesar de las barreras. En el templo sombrío Kagura abría las cortinas de un gran salón el pasillo se extendía a ambos lados en tanta oscuridad parecía no tener final, Kagura camino hasta adentro y en la mitad del camino se detuvo al ver que Kagome no la seguía.

-Por favor por aquí Tamashi- Kagura miraba pacientemente a Kagome.-

La joven de cabellos azabaches no respondió solamente dio un paso al frente y continuo su andar, tras ella pudo sentir como las cortinas volvían a caer luego de que ella había pasado. Kagome noto unas tenues luces un poco mas al frente, al parecer unas velas alumbraban algo que parecía una cama cubierta pos cortinas de seda.

-¿Qué es aquello?- Pregunto Kagome temiendo por la respuesta.-

-Allí descansa el amo Naraku, no puede andar así que su trono fue reemplazado por esa cama de oro.- Kagura guardo silencio, como si no quisiera ser escuchada al llegar.-

Kagome sintió mucha curiosidad por lo que se posaba frente a ella, una cama de patas de oro estaba rodeada de unas cortinas blancas que caían hasta el suelo, Kagura miro a Kagome y ella inmediatamente se detuvo, la mujer de cabellos cortos se acerco hasta la cama y abrió suavemente las cortinas.

-Señor ha llegado la Tamashi del amor.- Kagura miraba dentro de las sabanas.-

-Haz que se acerque…- Una voz ronca y sin alma hablo.-

Kagome reconoció inmediatamente aquella voz, era la misma que escuchaba en sus pesadillas, aquella voz que la llamaba y de la cual ella sentía miedo de acercarse, pero esta vez aquello que sentía no era miedo simplemente esta vez la confianza dentro de ella no le permitía flaquear, esta vez sabia que debía regresar, esta vez tenia por quien regresar.

-Tamashi por favor acérquese.- Kagura hablo despacio y se alejaba de la cama colocándose a un lado de la misma-

Kagome camino muy despacio y solamente recordaba el día en que murió en las manos de aquel individuo que yacía tras aquellas sabanas blancas, aquel día en que no volvió a ver a quien mas amaba y que simplemente no pudo despertar de la otra vida que le había tocado vivir. La joven abrió despacio la cortina y vio un pequeño cuerpo posado sobre unas almohadas, Naraku no poseía ninguna de sus piernas y su brazo izquierdo no existía, su rostro aunque estaba exacto a como lo recordaba estaba mas demacrado y se notaba la debilidad de aquel cuerpo sin forma.

-Nuevamente vuelves a ver mi rostro.- Naraku sonrió sarcásticamente.- No soy quien recuerdas pero sigo siendo ese mismo Tamashi de hace 500 años humanos.

Nada termina de cambiar solamente porque lo deseamos, las palabras no sirven en algunos casos y los hechos son muchas veces muy difíciles de llevar a cabo. Fuera de aquel palacio las ciénagas deseaban tragarse a los intrusos que peleaban contra los demonios que resguardaban aquel templo de sombras.

-¡Señor Kouga vayan por la Tamashi del amor, nosotros los guardianes nos encargaremos!- Ayame blandía su espada contra los demonios que atacaban a los Dioses.-

-¡Yo no voy a dejar solo a Sesshomaru! –Una pequeña voz hablaba tras un joven de cabellos color plata.-

-Es mucho más peligroso que te quedes aquí Rin.- Sesshomaru impedía que algún demonio se acercara a Rin, su espada estaba envainada y con sus manos cortaba los cuellos de sus contrincantes.-

-Será mejor que nos movamos, Kagome puede estar en peligro, ¿Vienes Rin?- Kouga tomaba a su Centauro y se acercaba hasta Sesshomaru.- ¿Vienes Rin?

La pequeña negó con la cabeza pero Sesshomaru la levanto en sus brazos y se acerco ágilmente al Tamashi del miedo, el la bajo suavemente pero ella aferrada a su toga le dio un tenue beso en los labios y luego monto a aquel monstruo cabalgado por Kouga, ambos Tamashis se alejaban traspasando las ciénagas del diablo. En aquel templo Kagome miraba aquel cuerpo deforme con mucha compasión, ella no deseaba comenzar una guerra, ella no deseaba morir nuevamente y tener que esperar 500 años más para poder volver a estar junto a Inuyasha, esta vez ella debía regresar junto a el.

-Nosotros los Tamashis del mundo Sengoku pedimos que te rindas Naraku.- La voz de Kagome no tembló, por primera vez su corazón estaba lleno de fuerzas gracias a su verdadero amor.-

No importa cuan lejos estemos del ser amado, no importa cuanto tiempo tengamos que esperar, no importa la espera entre tanta ausencia, lo único que importa es que regreses por mi.