de Inuyasha - Desde mis sentimientos

Re: Desde mis sentimientos

Hola n.n me alegra ver caras nuevas y te doy la bienve Kagyinu y saludos como siempre a todas y bueno aqui les dejo la conti que ya por el titulo se que les va a gustar n.n espero lo disfruten mucho gracias de nuevo por el apoyo se que estaran aqui para leer ^^

Desde mis sentimientos​

Cap V El primer beso.​

Si mi corazón supiera hablar no diría ni una palabra, Sabe que decir pero no sabe de que hablar; Solo se que en tu mirada encuentro el mundo y con tantos sueños escribo por la eternidad, todas aquellas obras incompletas escritas por los eternos poetas, que describen esta sensación tan especial y descubren el sentimiento que muchos perdieron ya. Aquella mañana una joven de cabellos azabaches llegaba a un instituto deteniéndose frente a dos jóvenes que hablaban placidamente.

-Kagome, ¡Donde te metiste toda la mañana! ¡¿Por qué te fuiste así de la estación?! ¡Exijo una explicación!! -Reclamaba Sango levantándose de la mesa donde se encontraba-

-Mil disculpas Sango, te prometo no vuelve a pasar… Buenos días Kouga San -Sonriéndole al joven-

-Buenos días Kagome -Dijo Kouga cerrando su cuaderno-

Kouga era uno de los mejores estudiantes de la carrera de medicina siempre estudiaba con las jóvenes para los exámenes, era un muchacho reservado y de mirada profunda, Sango volvía a sentarse en su silla molesta ante aquella reacción de Kagome.

-En verdad me disculpo no quise preocuparte. -Kagome se inclinaba ante su amiga-

-No tienes porque disculparte de esa manera, solo quiero que me digas a donde fuiste. -Mirando sobre su hombro a Kagome-

-Bueno tienen de que hablar, mejor me retiro -Dicho esto Kouga se levanto de la mesa, recogiendo sus cosas-

Luego de despedirse Kouga se retiro y Kagome se sentó junto a Sango en las mesas del cafetín, las sillas eran plateadas, y los platos se servían por medio de una banda en forma ovoide que iba trasladando los platos que salían de la ventana que daba a la cocina, todas las mesas estaban alrededor de aquella banda transportadora.

-¿Y bien? -Sango poseía una voz algo molesta-

-Fue increíble, esta mañana me pasaron muchas cosas increíbles, pero primero debo contarte mi sueño para que entiendas el porque corrí en el metro -Dijo Kagome emocionada por contarle a su amiga-

La joven de ojos chocolates contó el sueño de la noche anterior, Sango parecía incrédula pero creyó menos en Kagome cuando ella le dijo sobre su encuentro con Sesshomaru el muchacho de sus sueños.

-¿Me estas diciendo que el muchacho de tu sueño existe? -Pregunto Sango con una mueca en la boca-

-No solo existe hable con el. -Dijo Kagome muy emocionada.-

-¿Por qué no me dices la verdad? -Sango se apoyaba del espaldar de la silla-

-Te la estoy diciendo amiga. -Kagome hablaba con una voz suave-

-¿Por qué no me dices que tenias una cita con un chico? ¿No es mas fácil que todo lo que me estas diciendo? -Sango apoyo su brazo en la mesa y sonrió picaramente-

Kagome se sonrojo por completo al recordar al joven del brazo mecánico, no sabia porque lo recordaba en ese preciso momento al reaccionar se dio cuenta de que Sango no le había creído y creería menos en la historia de aquel monstruo.

-No tuve ninguna cita Sango te digo la verdad -Kagome hablaba un poco decepcionada-

-Amiga que no te de pena, no has tenido ni una cita desde que saliste del orfanato, ya era hora -Comiéndose un pan-

Las posibles confusiones entre sentimientos son muy comunes en el corazón humano, El hombre puede distinguir lo que siente, pero a veces no distingue una mentira de la verdad. Ya eran las 6 de la tarde y en el patio del instituto Kagome se despedía.

-Nos veremos en la casa, me quedare para ver la clase del profesor Mioga -Kagome caminaba hasta la puerta con Sango-

-Cierto que repite la clase en el turno de la noche, debes salir como a las 9 -Dijo Sango viendo a su amiga –Eso te pasa por haberte escapado con tu novio.

-Ya basta Sango ya te dije que no tenia ninguna cita -Dicho esto Kagome se detuvo-

-Ya esta bien, nos veremos en la casa, adiós -Sango caminaba levantando su mano en señal de despedida-

Antes de entrar al salón, Kagome se encontró con Kouga quien recogía sus cosas para irse.

-¿Aun no te vas? -Pregunto Kagome con una sonrisa-

-Estaba explicando una clase a mis alumnos - colocándose el bolso en su espalda-

Por ser uno de los mejores promedios Kouga era preparador en la Universidad, daba clases a los alumnos que no entendieran las clases de lo profesores, a Kagome no le era completamente indiferente el joven.

-¿Te quedaras a ver la clase del profesor Mioga? -Kouga camino hasta Kagome-

-Si, como perdí la de la mañana me quedare para la de la noche -Dijo Kagome colocando sus cosas sobre una de las mesas y sonrojándose-

Aquellos salones tenían mesas para cada estudiante, dos pizarrones acrílicos al frente y una pantalla para proyecciones, el escritorio del profesor se encontraba en el lado izquierdo del aula.

-Bueno ya están llegando los alumnos, de seguro pronto llegara el profesor, ten mi cuaderno aquí están las notas de esta mañana si quieres copias de aquí -Dijo Kouga dándole un beso en la mejilla a la joven- Bueno ya me despido Kagome.

-Muchas gracias Kouga San, te lo devolveré mañana en la primera hora, Cuídate y gracias de nuevo, adiós -Kagome sonreía muy placidamente-

Kouga siempre había sido muy atento con Kagome y a ella le agradaban sus atenciones; la clase fue lenta, el profesor explicaba las partes anatómicas del cuerpo humano estancándose en algunas de sus lagunas mentales, al finalizar la clase Kagome recogió sus cosas y se acerco al profesor.

-Disculpe profesor Mioga, quisiera que me colocara asistente en la clase de hoy -Kagome coloco sus cuadernos en el escritorio-

-Usted no es de esta clase Higurashi -Dijo Mioga revisando sus listas-

-Ya lo se, pero no pude entrar a la clase de la mañana, ¿puede ponerme presente en esta hora? -Dijo Kagome casi suplicando-

-Le pasare esta vez, pero que no se repita ya sabe usted que con dos inasistencias… -Mioga fue interrumpido por la joven-

-No podré presentar la prueba final, lo se, muchas gracias profesor -Kagome sonrió y se dio media vuelta-

Sin darse cuenta uno de sus cuadernos cayo al piso, nadie lo recogió puesto que solo quedaban ella y el profesor en el aula; la noche ya había caído con sus sabanas negras, se podía ver aquel gran congestionamiento en la calle, miles de carros intentando volver a casa junto a sus pasajeros, Kagome como siempre estaba en el subterráneo, cuando esperaba en la estación comenzó a revisar su bolso buscando el ticket del metro dándose cuenta de la falta de uno de sus cuadernos.

-Ya lo bote, y ese es el cuaderno de Kouga!!!! -Sacando todas sus cosas del bolso-

Recogió todo, se levanto y corrió en dirección al instituto, pero este ya estaba completamente cerrado.

-¡Hola! ¡¿Pueden abrirme?! ¡Hola! -Gritaba Kagome mientras daba golpes a la reja-

Un guardia de seguridad salio a ver quien era el causante de aquel escándalo.

-¿Qué le ocurre? -Pregunto el guardia algo mal humorado-

-Señor necesito, por favor que me abra la puerta. -Dijo Kagome viendo al vigilante-

-Ya esta cerrado, regrese mañana a recibir clases señorita, jajaja -Burlándose y dando media vuelta-

-No usted no entiende, deje algo muy importante, ¿Por qué no va y lo busca? es un cuaderno que esta en el salón… -Antes de terminar la explicación fue interrumpida por aquel guardia-

-Ya le dije que regrese mañana!! -Alzando la voz mientras rascaba su barriga-

Kagome miraba enojada como aquel hombre se burlaba de ella, el se alejo y se sentó en una casilla que estaba en el lado derecho del patio central, la joven de cabellos color chocolates estaba dispuesta a recuperar aquel valioso cuaderno.

-(Se perderá sino lo recupero hoy.) -Pensaba Kagome mientras lanzaba su mochila por la pared-

Kagome miraba por la reja como aquel guardia se entretenía con la televisión, aprovechando esto comenzó a trepar por la reja hasta caer del otro lado. Una vez en el suelo recogió su bolso y corrió por los arbustos hasta la entrada trasera del instituto, esta estaba cerrada. Subiéndose en una de las bancas llego hasta uno de los grandes ventanales, entrando cuidadosamente para no hacer ruido Kagome quedo en el pasillo central, todo lucia diferente todo en silencio y a oscuras, subiendo las escaleras siguió por el pasillo hasta al fin encontrar el salón.

- Allí estas… -Viendo en el suelo un cuaderno azul y agachándose para recogerlo-

Aun agachada pudo sentir que algo caminaba rápidamente pasando por la puerta.

- ¿Quién esta allí? ¿Guardia es usted? -Levantándose lentamente y viendo a su alrededor sin encontrar nada-

Una sombra se resbalaba por el techo, Kagome ingenua se acercaba hasta la pared para encender la luz, pero aun con todo iluminado no veía nada, sintió que algo caía en su cabello una baba pegajosa caía, al levantar la mirada un grito de horror se escucho en todos los pasillos, un demonio verde cubierto completamente de aquella baba estaba aferrado con sus garras en el techo.

-¡Auxilio! ¿Qué es eso? -Gritaba Kagome mientras colocaba las mesas delante de ella-

Aquel demonio se tiro al suelo caminaba como una araña con su abdomen muy cerca del suelo y paseándose por las paredes mientras Kagome corría de un lado para otro buscando llegar a la salida. La bestia se detuvo frente a ella y con los ojos en blanco comenzó a vomitar una esfera blanca que una vez en el suelo inmediatamente comenzó a brillar.

-(Esa esfera de cristal de nuevo, me siento tan extraña…) - Kagome comenzaba a marearse-

Sin saber porque sentía como sus fuerzas la abandonaban Kagome tropezaba con las mesas mientras intentaba llegar a la puerta; aquella esfera comenzaba a expedir un vapor que se dirigía a la joven quien había caído por la fatiga aun de pie recostada de la pared, el demonio se subió inmediatamente al techo como esperando al asecho. Kagome comenzaba a perder la vista mientras aquella nube la rodeaba, por sus labios una exhalación comenzaba ha salir, completamente inmovilizada la joven no sentía nada solo sabia que su cuerpo se sentía cada vez mas liviano y un frío comenzaba a recorrerla; de pronto una bala entro por la ventana dando justo en la pierna derecha de aquel demonio dejándolo caer al suelo, el vidrio se termino de romper cuando el cuerpo de un joven entraba por la ventana, aquellos ojos del color del sol veían como Kagome estaba casi sin sentido.

-Malditos monstruos -apuntando con un cañón de 2 salidas a la cabeza de aquella cosa que se retorcía del dolor-

El joven de cabellos largos del color de la noche miro aquellos ojos vacíos y llenos de ira, el demonio seguía dando zarpazos pero estaba inmóvil prácticamente sin una pierna, sin pensarlo más el joven dio el último disparo, al igual que la otra vez la bala penetro en el cráneo y exploto pero esta vez llenando con aquella babaza el salón y a los dos jóvenes. Colocándose el guante vio sorprendido que Kagome aun estaba estática y como la esfera brillaba mas ante aquel vapor que era robado del cuerpo de la joven.

-Maldita sea no se deshizo el hechizo. -Acercándose a la joven quien yacía estática – Kagome ya despierta.

Sin alguna respuesta el joven se coloco tras Kagome, con su brazo Izquierdo rodeo su cintura y rompiendo el guante transformo su brazo derecho; dio un disparo a la esfera que reventó en un aura de luz expulsando a los jóvenes hasta la pared del fondo cayendo ambos al suelo, el aura bajo suavemente en forma de destello, Kagome aun estaba inconsciente entre las piernas y los brazos de aquel joven quien transformaba su brazo mecánico para así tocar su rostro.

-¿Kagome? Despierta… -Mirando el dulce rostro que parecía dormido- Disculpe mi atrevimiento.

Aferrado en aquella pequeña cintura, veía el suave rostro reposado en su pecho, ojos chocolates añorados por mucho tiempo, labios rosas que ahora yacían pálidos no emitían sonido alguno, tomando su rostro suavemente se acerco muy despacio y beso aquellos labios tan suaves como pétalos, tomado con fuerza de su cintura y tocando aquel delicado rostro, nuevamente el amor deseaba renacer.

No importa por cuantas vidas nos separen yo siempre voy a estar esperándote… Yo te estaré esperando hasta el ultimo aliento, hasta que al final se de nuestro reencuentro.

Sayonara ^^ kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Bueno u.u hago este nuevo post para que pueda aparecer la actualizacion en sus paneles de control, me disculpo con los moderadores si desean lo unen con el que hice ayer u.u

Hola chicas ^^ ahora si les traigo la conti, ayer estaba muy cansada y pos ya no queria ni abrir el fic @.@ pero hoy ya esta mas temprano y puedo dejarles la conti ^^ gracias a todas por sus comentarios y Kizu pos gracias por avisar lo de los acentos @.@ intento recordar los acentos pero se me olvidan algunos u.u... en fin aqui esta la conti que la disfruten ^^

Desde mis sentimientos ​

Cap VI dos almas encontradas​

​

Un sentimiento define una decisión, un deseo, un pensamiento; un sentimiento construye alas y te deja regresar, pero si ya no estas córtame las alas porque no quiero volar. Un beso inocente se dejaba esconder tras esos labios, y al salir ya no deseaba ocultarse más. Poco a poco aquella aura azul caía reposándose en el cuerpo de la joven que comenzaba a perder la palidez a medida que su alma volvía a su cuerpo, en un principio ese beso era de uno, pero al final el joven pudo sentir como era suavemente correspondido, al abrir sus ojos Kagome pudo sentir como la dulzura de unos labios no la dejaban ir, colocando sus dedos suavemente sobre esos labios extraños diviso unos ojos ya conocidos; sentía como un brazo se aferraba a su pequeña cintura y la calidez de aquel cuerpo deseaba protegerla. Esa grata sensación continua hasta que uno de los dos se atrevió a regresar a la realidad.

-Le pido perdón por mi atrevimiento, pero una parte de usted como Tamashi debía despertar y todo amor comienza con un beso.

-¿Quién es usted? –Tartamudeo Kagome aun débil-

Kagome se estremeció entre aquellos brazos y sus lágrimas comenzaron a brotar, creía reconocer aquel rostro; nuevamente la joven quedaba inconsciente.

-Saben donde esta, no van a descansar hasta poseer su alma y completar la perla – pasando su brazo debajo de las piernas de la joven y levantándola-

Saliendo por la ventana con la doncella en brazos miro la cabina del vigilante llena de sangre, el cuerpo estaba completamente descuartizado, aquel demonio había dejado un espantoso rastro, el joven se quedo pensativo hasta ver aquel cuerpo entre sus brazos que se llevo casi como un ladrón llevándose su botín, saltando por los edificios recorrió la noche silente y veloz; pronto llego a una pequeña tienda que se situaba entre dos grandes torres; una anciana de tez blanca le abría la puerta.

-No deberías estar aquí-Dijo Kaede pasando llave a la puerta-

-¿Dónde esta Miroku?-su voz poseía algo de rabia-

La pequeña tienda de magia era la única abierta, Miroku aparecía en la sala abriendo las puertas del depósito y mostrándole el camino al joven; al entrar coloco a Kagome sobre el sofá, mientras Kaede le colocaba un pañuelo húmedo a la joven en la frente.

-¿Por qué no estabas allí para protegerla? ¡Se supone eres su mago! –Levantando la voz-

-No te enojes conmigo Inuyasha sabes que mientras ella no despierte mis poderes no existen en este mundo –Miroku comenzó a reprocharle, pero Kaede interrumpió-

-Inuyasha se que deseas proteger a Kagome pero ya no es tu responsabilidad, ni siquiera deberías estar aquí, lo sabes –Kaede tocaba el hombro de Inuyasha quien volteaba su rostro para no verla- Por favor Miroku déjanos a solas.

Miroku salio de la habitación viendo el rostro del joven de cabellos negros, Kaede se sentó junto a Kagome quien estaba respirando mas calmadamente, Inuyasha se acerco hasta aquellas mantas y se quedo fijamente mirándolas.

-¿Vas a delatar mi aparición aquí en el mundo mortal? –Pregunto- Fueron demasiados años con esas cadenas ya no las podría soportar.

-No haré nada en tu contra – Los pies de aquella anciana se levantaron y la guiaron hasta al joven que yacía estático frente a las sabanas- se que le enseñaste el camino hasta aquí esta mañana después de defenderla, se que la vigilabas esta tarde luego de que salio del instituto y se muchas cosas mas que ni tu mismo estas seguro de saber.

Colocando su mano suavemente sobre el hombro de Inuyasha Kaede bajo su voz y busco la mirada de aquel joven que parecía estar avergonzado.

-Ella no es tu responsabilidad ahora Inuyasha, mi hermana te salvo de aquel destino que te perseguía después de aquella batalla, no dejes perder la oportunidad que se te ha brindado por aferrarte al pasado – Kaede miro a la joven en el sofá- Ella dio su vida por sus sentimientos pero no lo recuerda, tu si pero no la obligues a recordar, no te has preguntado que tal vez ella no desee recordarte.

-Debo hablar con Miroku –dejando caer aquella mano amiga de su hombro-

-Inuyasha tienes que recordar que le debes lealtad a Kikyo, es por ella por quien luchas ahora-Kaede miraba como aquel joven salía de la habitación-

Afuera Miroku veía las calles solitarias como si esperara que el mundo se iniciara en llamas, la campanilla de la puerta sonó y sin voltearse el joven sonrió.

-La guardiana Kikyo no se preguntara ¿Dónde esta su protector? –Miroku se volteo mirando aquellos ojos dorados-

-No regresare mas a este mundo hoy me marcho al palacio del Sengoku, solamente vengo a pedirte que la vigiles, no la dejes tanto tiempo sola, yo encontrare a Naraku y lo eliminare, sin el ella ya no estará en peligro –Inuyasha dio media vuelta y se dirigió a la puerta-

-¿No deseas verla despertar? –Aquellos ojos marrones veían a Inuyasha fijamente esperando con ansias una respuesta-

-Talvez lo mejor es que no despierte, durante mis 200 años en prisión siempre me pregunte ¿Qué haría al verla? ¿Qué le diría? ¿De que manera podría pedirle perdón? – Mirando su brazo metálico y cerrando su puño – Lo mejor es que no supiera más de mí y eso solo ocurrirá si no regresa a su verdadera vida.

-Eso es muy egoísta, estas pensando en lo que tu deseas, tienes miedo de escuchar sus reproches Inuyasha, aunque estoy seguro que muy en el fondo ella lo único que desea es volver a verte – Miroku le dio la espalda a Inuyasha y miraba la calle vacía- Lo ultimo que hizo como Tamashi fue pensar en tu felicidad ¿no deberías tu ahora pensar en la suya? Estoy seguro que para Kagome la máxima felicidad será verte de nuevo.

Sin dar respuesta aquel joven de cabellos negros había entrado a la tienda, en el deposito Kaede estaba de pie frente a un enorme espejo, esto era lo que ocultaba la sabana blanca, desde el inicio de aquella tienda aquel hermoso espejo era custodiado por la anciana quien lo cuidaba y protegía con recelo.

-Te dejare un momento a solas para que te despidas, esta vez no diré nada, pero no podré volver a pasarlo por alto –Dicho esto Kaede cerro la puerta del depósito y se sentó tras el mostrador-

Inuyasha se acercaba hasta Kagome, quien ya poseía un color cereza en sus labios y unas mejillas rosas; poco a poco acaricio el suave rostro de terciopelo y soltando su cabello se acerco hasta el oído de la joven y susurro.

-Gracias por regresar, gracias por defender tu reino, gracias por protegerme y gracias por amarme – Inuyasha le dio un beso en la mejilla a la joven de cabellos azabaches-

Aun cerca de ella mostró su verdadera forma, sus cabellos se volvieron color luna dejando aparecer unas orejas sobre su cabeza; pudo sentir como la joven movía su rostro y abría ligeramente sus ojos, aun aturdida Kagome no reconocía aquel rostro, pero de sus labios broto un nombre que la estremeció al pronunciarlo.

-¿Inuyasha? –tartamudeo Kagome entre un susurro-

-No volverás a pronunciar mas mi nombre ya no tienes porque regresar- susurrando al oído de la joven quien levanto su mano y acaricio sus cabellos plateados- Nunca pensé que una persona fuera tan importante, es cierto lo que dicen los humanos no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Sin poder evitarlo Inuyasha seguía acariciando el hermoso rostro de Kagome terminando en sus labios suavemente, aquellos ojos chocolates aun estaban débiles y borrosos, no reconocían el rostro de aquel hombre que tocaba tan suavemente sus labios, podía sentir la respiración tan cerca de su rostro, esa hermosa sensación se hacia cada vez mas placentera.

-Adiós Kagome, vuelve a tu mundo, este será solo uno mas de tus sueños – Dando un beso en su mejilla - Toi

Poco a poco los ojos de la joven cayeron bajo un hechizo que los dejo dormir nuevamente, la mano de Kagome que acariciaba el cabello del joven cayo sobre su pecho e Inuyasha se levanto admirando aquel ser tan querido, el Toi era un hechizo que permitía dormir a cualquier ser que poseyera un corazón blanco.

-¿Has terminado?-Kaede entraba al deposito- así que no pudiste dejarla verte partir Inuyasha.

En la habitación solo yacía el cuerpo de Kagome recostado en el sofá, Inuyasha se había marchado sin haberse despedido.

-Creo que nuevamente tendrás problemas con tu amiga Sango mi niña- acariciando la frente de Kagome-

La noche corrió ese día, a la mañana siguiente Kagome despertaba en su cama vestida con su pijama rosa, mirando a su alrededor estaba algo aturdida y confundida, pero recordaba todo lo ocurrido en la noche anterior, se levanto de la cama y tomo su bolso que se encontraba tirado en el suelo, reviso cuidadosamente su contenido y allí estaba el cuaderno azul de Kouga, Dándole una ojeada se sentó nuevamente en la cama y mirando a la ventana susurro.

-¿Fue todo un sueño? –Tocándose los labios-

Sayonara n.n kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Konnichiwa nose porque me da la impresion que quitaron algunos posts o.o pero bueee n.n:espiritus:
aqui les traigo la conti n.n, al fin aparecio Inu eh? xD me alegra les gustara la anterior conti n.n aqui les dejo lo que sigue y me apuro escribiendo pa que lean toito el fic prontito >0<

Desde mis sentimientos ​

Cap VII El Tamashi del Miedo​

​

En tus ojos puedo buscar mi memoria, encontrar todo lo que gane y recuperar todo lo que perdí; en tu ser puedo buscar mi alma, encontrar tu espíritu y perder mi voluntad. Viéndose al espejo unos ojos chocolates intentaban identificar la verdad de entre tantos sueños. Kagome cepillaba su cabello y miro en el reflejo como la silueta de Sango se asomaba a la ventana.

-¿Dónde estuviste anoche? No me digas que en el instituto porque no te creeré – Sango poseía una voz suave y triste-

-Lamento haberte preocupado – Kagome no sabia que mas podría decir, se volteo y vio que Sango miraba al suelo-

-No te reprocho nada, pero antes me contabas todo y ahora solamente desapareces, mientras tanto yo debo esperar a que me des una señal de vida – Mirando a Kagome y hablando aun suavemente- Me preocupo cada vez que no estas, no llamas, no contestas tu celular, si lo deseas dime que no me preocupe por ti y no te molestare mas.

-No digas eso Sango – Kagome camino hasta su amiga y tomo su mano- Eres la única familia que tengo y te pido perdón por desaparecer de esa forma, te juro que no volverá a pasar.

“¡Chicas vengan a ver la televisión!”

Ambas jóvenes salieron del cuarto y vieron a Herí quien era otra de las compañeras de habitación, Sango se sentó junto a ella y Kagome se quedo de pie viendo la pantalla en la pared, las noticias informaban la muerte del guardia de seguridad la noche anterior por lo que el Instituto estaría cerrado por duelo.

-Que horrible, la reportera dijo que el cuerpo había sido descuartizado, y lo peor es que no se grabo nada en las cámaras de seguridad- Dijo Herí viendo a sus compañeras-

-Que peligroso, y tu Kagome andabas hasta tarde en la calle – Sango miro a Kagome quien tenia sus ojos fijos en la pantalla- ¿Kagome?

Inmediatamente Kagome recordó aquel demonio en el aula, colocando la mano en su pecho recordó todo lo ocurrido.

-¡Hey chicas! ya llegue con el desayuno, miren a quien me encontré-Dijo una jovencita que entraba al departamento con un joven-

Ayumi era la cuarta habitante de aquella residencia, traía unas bolsas y junto a ella un joven moreno traía otra más.

-¡Kouga! ¿Qué haces aquí?- Sango saltaba el espaldar del sofá para saludar-

-Pues me entere muy temprano lo ocurrido en el instituto y vine a ver si estaban bien – Kouga miro a Kagome quien veía a la pared-

Sutilmente Kouga dejo las bolsas en la mesa y camino hasta Kagome, ella volteo a verlo, sintió como Kouga tomaba sus manos delicadamente.

-¿Estas bien? Se que veías clases esa noche – Kouga miraba suavemente a Kagome-

-Kouga San – Al reaccionar y verse en aquel acercamiento inmediatamente Kagome se sonrojo- Si estoy bien si bien –Tartamudeando-

-No se cuando es que ustedes al fin nos darán la esperada noticia de que son pareja- Dijo Ayumi y se hecho a reír-

-¡Oye Ayumi no digas eso!- Kagome estaba completamente sonrojada y nerviosa-

-Bueno mejor suéltense las manos y vengan a comer – Dicho esto Sango le dio un mordisco a su pastelito-

Kagome se soltó rápidamente, busco unos vasos y comenzó a servir el jugo, Kouga sonrió y se sentó junto a Herí que al fin había dejado de ver la televisión.

Luego de desayunar Herí, Ayumi y Sango tramaron una salida de improviso para dejar a Kouga y a Kagome solos, ante esto Kagome no reacciono muy bien.

-¡¿Qué?! – Grito Kagome y luego se tapo la boca con las manos-

-Vamos al mercado Kagome no vamos al fin del mundo, ¿Listas chica? – Dijo Sango tomando su bolso-

-¡Si! Vamonos, Kouga chan quedas en tu casa – Dijo Herí saliendo del apartamento-

-Bueno pillines los dejamos solos, cuidado con lo que hacen les damos media hora- Ayumi salía del apartamento y tenia una sonrisa muy picara-

-Kouga amarrala, porque en cualquier momento se te pierde – Luego de eso Sango sonrió y salio cerrando la puerta-

-Tus amigas son muy divertidas – Kouga miro a Kagome que servia mas y mas jugo-

-Si ellas siempre y sus bromas, discúlpalas por favor Kouga San- Tomándose en un sorbo un vaso lleno de jugo-

Kouga le abrió la silla a Kagome para que se sentara y luego el se sentó junto a ella, Kagome estaba muy nerviosa, Kouga había sido el chico de sus sueños desde que había entrado a estudiar.

-Así talvez es mejor para poder conversar de lo que ocurrió anoche – Kouga hablaba suavemente- Recuerdas la esfera de luz, la que el demonio llevaba dentro de su cuerpo.

Kagome miraba a Kouga que parecía estar seguro de lo que decía, pero las dudas seguían invadiéndola, tal vez simplemente tenia miedo de regresar a ser quien era.

-No creo que a Kaede le agrade el que yo te diga toda la verdad pero te necesito para enfrentar a Naraku – Kouga tomo las manos de Kagome-

Kagome recordó la sombra en sus sueños, aquella que dispersaba la oscuridad de todas sus pesadillas, aquellos ojos dorados que le iluminaban el corazón.

-¿conoces a la señora Kaede?- aferrándose a las manos de aquel joven su voz comenzaba a temblar- dime todo lo que sabes

-Antes de que se creara el mundo del hombre existía un mundo inmortal llamado El Sengoku, los tres guardianes de ese mundo aislaron cuatro almas llamadas Tamashis – Kouga miraba aquellos ojos chocolates que estaban profundamente introducidos en el-

- los principales sentimientos humanos son la esperanza, el miedo, el odio y el amor; estos cuatro sentimientos fueron creados y reencarnados en almas inmortales llamados Tamashis – estas palabras salieron de la boca de Kagome- entonces lo que dijo la anciana era verdad.

- El Tamashi del odio se llama Naraku, La esperanza se llama Rin, yo soy el Tamashi del miedo y tu eres la Tamashi del amor, en este mundo somos mortales cualquiera pero en el Sengoku somos almas inmortales, Naraku se ha ido reconstruyendo durante todo este tiempo y quiere quitarnos las almas para crear la perla de shikon – Kouga se levanto y se acerco hasta la ventana- ahora es débil podemos contra el los tres Tamashis restantes y los Magos Cardinales.

-¿Cardenales? – Kagome seguía sentada le daba la espalda a Kouga-

-El Sengoku esta dividido en cuatro grandes reinos el Norte, el Sur, el Este y el Oeste, y en el corazón del Sengoku esta el Gran palacio de la Guardiana Kikyo; Cada uno de estos reinos posee un Cardinal tu reino es el del Norte, Naraku posee las ciénagas del diablo que se sitúan al sur, Rin esta ubicada en el Este en los bosques sagrados y yo poseo las praderas del Oeste – Kouga se perdía en aquel cielo no tan azul como el de su añorado reino- yo vine a este mundo porque así la guardiana del Sengoku me lo pidió, según es para mi protección.

-No puedo creer algo que no he visto, aunque no se porque tu relato no me es indiferente – Kagome se levanto de la silla y miro a Kouga-

Kouga sonrió, abrió la ventana respirando el aire, los cabellos de Kagome se movían un poco por el viento, Kouga se acerco hasta ella y se paro a su lado.

-Voy a presentarte a mi hechicera, ella entra entre los cuatro Cardinales – Sin levantar la voz Kouga vio a la ventana- Ayame.

Inmediatamente luego de que los labios de Kouga habían pronunciado este nombre una brisa entro por la ventana y una mujer con una capa blanca había aparecido frente a ellos, al quitarse la capucha unos cabellos rojizos cayeron sobre aquellos hombros, la hermosa dama se arrodillo dejando ver una katana que salía de su túnica.

-¿Cómo entro aquí? – Kagome estaba completamente atónita-

-Ella entrara donde sea que yo este, su deber es servirme y protegerme, Ayame por favor levántate – Kouga miro a la joven de ojos verdes-

-Me da gran placer el verla con bien Tamashi Kagome – La voz de Ayame era dulce y sutil-

-Gracias, Ayame Chan; La primera persona que me llamo así Tamashi fue un joven que se llama Sesshomaru – Kagome miro a Kouga-

-El es el Mago Cardinal del Este, encargado de servir y proteger a Rin, Kagura es la Hechicera del Sur sirviente de Naraku y ahora Miroku es tu Mago. –Kouga se acerco hasta Ayame- Quiero llevármela al Sengoku, pero debemos irnos ahora.

-¿Mi señor cree que sea lo correcto? La diosa del amor parece estar muy confundida todavía- Ayame veía a Kagome quien se sentaba despacio-

-Aquí le tomara mas tiempo recordar, pero si esta en su mundo habrá mas posibilidades, en su cuarto hay un gran espejo podemos abrir allí la puerta- Kouga se acerco hasta Kagome y tomo su mano- acompáñame.

Ayame miro las manos de los dos jóvenes juntos y luego miro el rostro de su amo, esa felicidad demostrada hacia mucho tiempo que no la veía; entrando al cuarto vio el gran espejo y coloco su mano sobre el; Kagome venia atrás junto a Kouga completamente incrédula.

-En Nombre de las almas que desean rescatar el corazón del hombre, te ordeno que te habrás- la voz de Ayame era un poco mas fuerte-

El espejo comenzó a partirse desde las esquinas y cayendo completamente en el suelo se había dibujado una pradera en aquel marco, una brisa de primavera abrazo el corazón de la joven de ojos chocolates que daba pequeños pasos hasta el marco.

- El Sengoku – susurro Kagome mirando la hierba verde-

Los tres jóvenes entraron en el marco e inmediatamente el espejo volvió a unir todas sus partes, luego de 15 minutos las compañeras de habitación entraban en aquel departamento completamente vació, y unos ojos marrones se asomaban en el cuarto encontrando solo su reflejo en el espejo.

-¿Kagome?- Dijo Sango mirando la habitación vacía-

En toda esta oscuridad busco una luz y al encontrarla con cada uno de mis pasos me estoy acercando a mi pasado, con cada uno de mis pasos me voy acercando a ti.

sayonara n.n kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Hola a las dos ^^

Me alegro que les haya gustado la verdad es que estoy muy retrasada con las contis ToT solamente me queda un capitulo que he escrito >.< y pronto empezare a trabajar y se me complica la cosa >0< pero cere se pondra a escribir contra viento y marea una promesa para ustedes >-<

Bueno a las dos gracias por entrar, Azukita deberias se te publico 2 veces el post -o- seguro se lo eliminan n.n acias por venir y por el apoyo igualmente a usted Ayasha chan ;)

:saludar:

 

Re: Desde mis sentimientos

Saludos ^^

pues ya vine xD, estuve escribiendo mucho asi que pos creo que podre darles esta semana como 2 contis o mas xD eso es bueno n.n porque sino estaria desesperada si no tuviera conti :Que:

a ver Kizu y Chidori se perdieron ToT supongo que estan en clases xD bienvenida perri y si puedes decirme asi ^^ todos lo hacen xP bueno amiga digame cuales fallos tengo para arreglarlos a golpes >0< pega: jeje u-u que exagerada.

bueno aqui la conti ^^

Desde mis sentimientos ​

Cap VIII El Reino del Oeste ​

1era parte: La llegada del amor.​

Escondí mis palabras tras mis labios para no descubrir mis sentimientos pero desde adentro desean hablar y se que a mi corazón no lo podré callar. Las praderas en esas tierras eran interminables a donde quiera solo se veían campos de grama verde y jardines de flores nunca vistas, Kouga miraba la cara de Kagome quien no podía dejar de ver la montaña lejana que se veía como una pequeña isla en el medio de un océano interminable.

-¿Reconoces el lugar?- Kouga hablo con una voz muy suave-

-Este paisaje me trae tanta nostalgia- Kagome miraba a lo lejos como el viento llegaba hasta ella y jugaba con sus cabellos-

Kouga coloco sus dedos en su boca y dejo salir un tenue silbido que retumbo por toda aquella hermosa pradera, Ayame miraba en la lejanía perdiendo su vista hacia el Oeste, los tres jóvenes podían ver como se acercaban rápidamente dos animales, ante ellos se posaron dos caballos extremadamente extraños, poseían un fondo blanco con franjas negras en sus cuatro patas y en sus caras, pero su lomo era blanco por completo; sus colas eran de colores y en pelo en su cabeza era corto pero llegaba hasta su lomo, en toda su frente un unicornio tornasol cambiaba de color con el sol.

-Qué hermosos animales, pero nunca antes los había visto – Kagome se acercaba hasta ellos-

-Son zabraunicornios, estos animales provienen de las montañas del Norte tu me los obsequiastes – Kouga monto el animal de pelo azul verde-

De la misma forma Ayame monto el animal de pelo amarillo y Naranja echándose a andar velozmente, Kagome no entendía porque la joven era tan indiferente con ella.

-Vamos iremos a mi templo- Kouga extendió su mano para la joven-

Kagome monto el animal quedando frente a Kouga quien la rodeaba con sus brazos y la dejaba sonrojada; el zebraunicornio cabalgo velozmente por aquel prado al final de la pradera se podía observar una enorme pared que poseía un portón blanco que se abría a medida que los animales galopaban mas cerca, al entrar rodearon por un pasillo y llegaron a un hermoso jardín lleno de aquella hermosas flores.

-Bienvenida nuevamente a mi reino – Kouga bajaba del animal cargando a Kagome para luego dejarla en el piso- aquí estarás hasta que venga tu mago por ti.

Completamente sonrojada Kagome veía como de aquel hermoso templo en la cima de unas escaleras unas mujeres se acercaban a recibirlos. Todos bajaron y se arrodillaron al pie de la escalera dándoles paso a Kouga y a Kagome, Ayame yacía entre las columnas que sostenían el hermoso techo de marfil del templo.

-Que hermoso es aquel poblado, todos sus techos son rojos – Kagome se detenía a mitad de la escalera-

-Ese es mi pueblo, podrás luego conocerlo ahora por favor ve con Ayame ella te llevara a una recamara para que te cambies- Kouga miro a la joven de cabellos rojos-

Ayame guió a Kagome por aquel templo cuyo todo en su interior era blanco, llevándola por uno de los pasillos la joven se detuvo y le abrió la puerta, los ojos color chocolates se quedaron impresionados ante la hermosa vista.

-Encontrara ropa en el armario y una ducha tras aquel paredón, por favor cualquier cosa toque la campana en la mesa alguien vendrá – Haciendo una reverencia Ayame se fue-

-Espera- Kagome se encontraba sola en la hermosa habitación, viendo por la ventana aquel poblado- El reino del oeste.

Pasando aquellas praderas en tierras más lejanas una mujer de cabellos color noche estaba recostada en un sofá mirando un espejo con finos detalles grabados que estaba incrustado en el techo. Una anciana aparecía en la habitación.

-¿Desapareció?- aquellos labios color rojo hablaban muy despacio – estaba bajo tu cuidado y el de Miroku Kaede.

-Lo siento hermana, pero simplemente desapareció – Kaede miraba a Kikyo que se levantaba-

-Inuyasha- dijo Kikyo Mirando al espejo-

En la puerta tras Kaede apareció el joven de cabellos color plata luciendo una túnica negra, los ojos color oro se preguntaban el porque de la presencia de Kaede en la sala.

-Eres mi mejor buscador, quiero que vayas por todo el Sengoku buscando a la Tamashi del amor- Kikyo se acercaba hasta Kaede-

-Hermana, mejor seria enviar a Miroku – Kaede miro a Inuyasha- el es su Mago protector.

-Miroku no es un Hanyou como Inuyasha tardara mas en dar su localización, y para como están las cosas no podemos darnos el lujo de dejarla mucho tiempo a solas – Kikyo se acerco hasta Inuyasha- Busca a Kagome, no regreses hasta encontrarla.

Inuyasha miro a Kaede y luego salio de la habitación dejando a las dos mujeres a solas, al salir del palacio Inuyasha miro hacia el Norte, haciendo un silbido muy tenue y casi imperceptible, luego miraba hacia el Oeste y olfateo aquel mismo viento que provenía de esas praderas.

-Kouga – susurro mientras corría y se montaba sobre un zabraunicornio de pelos azules y rosas- Ve con ella Galaxia.

El animal inmediatamente siguió al galope en sentido hacia el Oeste. En el templo Kagome tomaba un baño en una tina que se encontraba tras un paredón, a su mano derecha había un balcón por el cual veía el hermoso cielo. Saliendo se encontró con una mujer que le preparaba una ropa en su cama.

-Buenas tardes- Kagome saludaba a la mujer-

-Mi señora ¿desea que la ayude a vestir? – pregunto la mujer amablemente-

-No se preocupe, lo único que deseo saber es ¿Dónde se encuentra Kouga? – Kagome se acerco hasta la señora-

-El señor se esta cambiando, si necesita algo mas, llámeme – saliendo de la habitación-

Kagome se colocaba el hermoso vestido rosa pálido que le habían dejado sobre la cama; en la ultima habitación Ayame colocaba la corbata de Kouga, ella siempre le ayudaba a vestir al final si el deseaba, colocándole el saco Kouga levanto su rostro.

-¿No quieres que este aquí? – Kouga miraba aquellos ojos verdes-

-Yo quiero lo que usted desees – Ayame desviaba la mirada- no le había visto tan feliz desde hacia mucho tiempo, se que la quería y si regreso, me alegro por usted.

-Tenias tiempo que no me tuteabas –Kouga tomo una de las manos de Ayame-Discúlpame si te hice pensar algo indebido.

Ayame no respondió solamente se alejo, hizo una reverencia y se retiro de la habitación de inmediato. Kagome estaba lista, se sentía muy rara con esas ropas, salio del palacio pero no vio a nadie conocido Ayame y Kouga aun seguían por las habitaciones; pero Kagome había quedado enamorada de aquel poblado, no sabia porque le recordaba a algún añorado lugar; sin pensarlo salio de aquel templo y al salir parecía haber entrado a un lugar de ensueños.

-¿Dónde he visto un pueblo semejante? – Kagome miraba los rostros de los aldeanos que trabajaban en la calle cubierta de piedra-

Las casas del pueblo eran todas cubiertas de piedras de río al igual que la calle, solamente las aceras donde estaban los pequeños toldos eran de cemento, Kagome caminaba entre los aldeanos que le ofrecían la mercancía amablemente por donde ella pasaba. Mas tarde en el palacio Kouga aparecía en la sala principal del templo.

-¿No han visto a la joven con la que llegue? – Preguntaba el joven viendo a una de las mujeres de servicio-

-Lo siento Señor pero no la hemos visto por aquí abajo – la mujer veía a Kouga solemnemente-

-¿La has perdido? – Pregunto un joven que entraba al templo-

-¿Qué haces aquí Hanyou? – Pregunto Kouga mirando al joven frente a el-

-Iré a buscarla al pueblo pero no debiste traerla de regreso, Kagome merecía seguir en su otra vida – Inuyasha salio inmediatamente del templo y se dirigió al pueblo –

En la plaza Kagome miraba una especie de feria en la que se adentro, todos festejaban al parecer la llegada del Tamashi Kouga, la voz se había corrido por todo el reino, Kagome veía a las bailarinas quienes se movían con gracia al compás de la música. La plaza estaba rodeada de hermosas casas todas cubiertas de piedra de río, sin saber a donde mirar Kagome se detuvo en el centro, la enorme estatua de Kouga era hermosa y solemne como la de un Rey protegiendo por la eternidad sobre aquel pedestal de mármol. La mejor forma de aprender a decir lo siento es con un simple te quiero.

PD: he dividido los caps en 2 partes los que son el 10 y el 11 >.< porque me parecieron maciado largos o.o asi que pondre las contis rapido ;)

kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Konnichiwa ^^ me alegro de verlas aqui *-* me siento feliz de escribir para ustedes somos poquitas y eso me hace interactuar mejor xD

Chidori chan no se pierda ToT me pongo triste ._.

Ayasha gracias por venir n.n siempre eres una de las primeras en leer ^^ y responder n.n

Perri pos gracias por los tips, la verdad es que ahora hay muchas leyes de escritura para los fics xP cuando empece no habian tantas, pero las tomare en cuenta gracias *soy mala con los acentos u.u*

Kagyinu n.n gracias por preferir leer mi fic n.n

Desde mis sentimientos ​

Cap VIII El Reino del Oeste ​

2da parte: travesía hacia el Norte​

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Corriendo hasta el cielo intente alcanzarte pero mis alas desaparecieron al prender el vuelo, ahora quiero encontrarte pero mis pies buscan sin rumbo el cielo donde aquel día juraste esperarme. Frente aquella estatua Kagome miraba las aves volando era realmente un arco iris bajo aquel cielo azul, la brisa movía sus cabellos y en aquella festiva plaza la joven comenzó a bailar junto a las bailarinas que la invitaban con placer; el vestido rosa pálido se movía junto al delgado y delicado cuerpo de la joven, mientras ella retozaba de alegría junto a los aldeanos, los fuegos artificiales se hicieron presentes y una lluvia de burbujas comenzaban a caer sobre las bailarinas y la doncella que se encontraba en el centro. Kagome miro al cielo y veía como le caían aquellas burbujas, cerrando los ojos tomo su vestido entre sus manos y comenzó a girar como una niña queriendo poder volar. Unos ojos aparecían entre la multitud sobre un caballo mitad cebra y mitad unicornio, veían como la joven disfrutaba aquel momento, bajándose del animal el joven quedo apartado de la algarabía, pero no pudo escapar de aquella mirada que lo sentía, unos ojos chocolates se detuvieron y miraron los ojos dorados que se escondían entre la multitud, entre ambas miradas pasaban lentamente las bailarinas y los comerciantes uno detrás del otro se cruzaban entre las dos miradas que aunque no se veían no apartaban la vista una de la otra. Dedicándole una sonrisa la joven siguió danzando y por un instante aquel baile se convirtió en un exclusivo para aquel joven de capa negra. Al terminar la pieza la joven daba gracias a los músicos quienes le regalaban una flor entre otros elogios.

-Esta flor es para la hermosa dama que nos acompaño.-el músico le entregaba la flor a la joven-

-Muy amable – tomando el delicado obsequio- muchas gracias por la invitación.

-Es una lastima que ese baile no fuera para el publico- aquel músico tomaba nuevamente su acordeón y miraba a la doncella.-

-¿Por qué lo dice estimado señor?-Pregunto la joven-

-Pude notar que aquel joven se robo todas sus miradas, es un hombre afortunado-Incorporándose nuevamente al escenario-

La joven noto que los ojos color oro, no dejaban de verla o tal vez no podían evitarlo, con las mejillas algo sonrojadas Kagome miraba al extraño que camino poco a poco hacia ella, y mientras mas se acercaba mas familiar le parecía aquella figura. Por un instante frente a frente los dos jóvenes se miraban sin decir palabra alguna, quitándose la capucha negra se hicieron presentes unas orejas y un cabello color plata.

-Yo a usted lo conozco señor – La joven hablaba suavemente adentrándose en aquellos ojos-

-Juro que hubiera preferido que nunca viera mi rostro- Inuyasha miraba los ojos chocolates tan adorados- por favor acompáñeme.

-Lo siento pero debo regresar – Kagome dio un paso atrás – Debo ir con Kouga.

-Yo la llevare, hablare con el pero por favor acompáñeme – la voz del joven era calmada y suave –

Kagome solamente comenzó a caminar, Inuyasha la seguía atrás e inmediatamente recordó como Miroku la acompañaba de la misma manera como un guardaespaldas; caminando así Kagome se sentía cada vez más protegida, esa tibia sensación sabia conocerla pero nunca había visto a ese joven de cabello color plata, solamente conocía a un joven de cabellos color plata y era Sesshomaru, pero el no la hacia sentir como lo hacia este joven. Al llegar al palacio Kouga salio apareciendo en la cima de las escaleras del templo, las puertas estaban repletas de guardias con katanas en sus cinturas. Acercándose hasta el, Inuyasha se coloco frente a Kagome.

-Debo cumplir mis órdenes y usted esta interfiriendo – La voz de Inuyasha cambio ahora era tensa y dura-

-Yo la traje a este su mundo y no tienes ningún derecho en estas tierras Hanyou – Kouga miro a Kagome que se asomaba por detrás de Inuyasha - Ven Kagome.

-Por favor Tamashi debo llevármela es una orden de su guardiana – Inuyasha se mantenía firme mirando al joven frente a el –

-Entremos quiero leer la orden – Kouga dio media vuelta y caminando dijo- lo confirmare directamente con Kikyo.

Dentro del palacio Kouga guió a Inuyasha hasta una de las salas, cuando Kagome iba a entrar Ayame la detuvo, mirando a la joven con respeto.

-Lo siento mi señora pero en esto usted no debe opinar, son ordenes directas que la afectan a usted, quiera o no debe acatarlas – Ayame hablo suavemente y guió a Kagome hasta un patio- Por favor espere aquí.

Kagome no emitía alguna palabra pensaba en aquel nombre pronunciado por Kouga Kikyo; en la sala un enorme espejo se dejaba ver Kouga estaba frente a el y la imagen de una mujer de cabellos negros aparecía en el.

-¿Qué quieres con ella? Déjala aquí Kikyo yo la haré recordar – Kouga hablaba frente al espejo –

La imagen de Kikyo era nítida ella estaba de pie, podía verse de cuerpo completo, en sus espaldas un fondo blanco la iluminaba.

-Lo siento Kouga si esta en el Sengoku debe estar en su Reino, el norte la necesita, es el rayo de esperanza para ese pueblo; y no quiero hablar mas del asunto Inuyasha tienes tus ordenes cúmplelas – Kikyo miraba los ojos dorados presentes en la sala-

Sin nada mas que decir la imagen en el espejo se desvaneció, poco a poco Kouga miraba su reflejo y a Inuyasha tras el; sentándose en un sillón Kouga miraba al joven de cabellos plata que se mantenía en pie.

- Necesito que despierte, pero no quería que te recordara a ti, la necesito para ir contra Naraku todos los Tamashis debemos unirnos contra el, pero sus recuerdos no serán gratos y talvez no despierte como yo quería – Kouga miraba a Inuyasha con rabia en sus ojos – No eres el mejor recuerdo.

-No se preocupe, es una mujer muy fuerte y recuerde lo que recuerde se que será la misma, por otro lado no creo que deba a incitarla a una guerra contra el Odio, ella nunca aceptaría. –Inuyasha se inclino – Ahora sino le importa me retiro, permiso.

-No he terminado de hablar – Kouga se levanto y se coloco frente a Inuyasha – La quiero y no dejare que salga nuevamente lastimada, te quiero lejos de ella ya no eres su mago, vete Hanyou.

Inuyasha miro a Kouga y salio de la habitación, mirando a Ayame quien se mantenía firme en la puerta y entro cuando el salio; caminando hasta el jardín vio a Kagome sentada en una de las bancas mirando las hermosas flores, el se acerco y se quedo a su lado.

-Son tan hermosas – Kagome miraba las flores de color violeta – no se porque siento reconocerlas pero no se de donde, en Japón ya no crecen flores.

-Le aseguro que vera miles mas y cada una será mas hermosa que la anterior – Inuyasha se sentó en la banca – de seguro esta muy confundida, y talvez este asustada; pero le aseguro que en este mundo nunca le pasara nada.

-Kaede me dijo que el amor es un sentimiento cambiante pero que haría bien mi trabajo, aun sigo sin saber el significado de esas palabras – Kagome miraba los ojos dorados junto a ella – talvez nunca recuerde nada de esto.

-Talvez el amor es el sentimiento que necesita el corazón humano para poder latir, Talvez el amor es el sentimiento del cual se derivan los demás – Dijo Inuyasha con una voz muy suave –

-Hermosas palabras – Kagome se sonrojo – de seguro es un hombre muy instruido al decir eso.

-Esas palabras talvez hubieran podido salir de mi boca, pero fue usted quien me las enseño – Inuyasha miro las flores violetas frente a el –

-Palabras tan sabias no pudieron ser expresadas por mi, salgo tan mal en lenguaje, le debo mucho a Kouga el siempre me ayudo en esa materia, el siempre me ayudaba en lo que podía. –Kagome miro el cielo azul, respirando profundamente –

-Puedo asegurarle que este mundo le debe más a usted de lo que cree, ahora por favor acompáñeme, debo llevarla a su templo. –

Caminando tras Inuyasha Kagome escuchaba aquel tenue silbido nuevamente, un zebraunicornio llegaba hasta las puertas del templo, sus pelos eran azules y rosas, el cuerno en su frente brillaba junto al sol.

-Por favor Tamashi suba, el es galaxia su zebraunicornio – Inuyasha acariciaba el hocico del animal –

-Galaxia – Kagome se acerco mirando aquellos ojos del animal color azul agua-

Galaxia paso su hocico por el hombro de Kagome y luego doblo sus patas delanteras para que ella subiera a su hombro. Kagome se subió por impulso pero una vez encima no sabia que hacer, y cuando el animal comenzó a andar ella se sostuvo con fuerza del cuello deteniéndolo.

-Por favor ayúdeme a bajarme de aquí – Kagome estaba muy asustada miro inmediatamente a Inuyasha –

Inuyasha sonrió levemente pero luego se monto en el animal quedando tras ella sus brazos la rodearon y sus manos tomaron el cabello del animal para guiarlo.

-Puede soltarse yo no la dejare caer – Dijo el joven de ojos color fuego –

Kagome creyó en sus palabras, sin titubear se soltó y sintió como la brisa jugaba en su rostro mientras se alejaba a galope de aquel hermoso pueblo junto a ese joven que tanto la hacia sonrojar. Cada uno de mis pasos me acercan al pasado y cada uno de mis recuerdos me acercan hasta ti.

kittie besho a todas n.n acias por el apoyo