de Inuyasha - Desde mis sentimientos

Desde mis sentimientos

Hola!!!!

Esta hermosa sensacion es igual en cada fic que comienzo ^^, Me presento soy cereza n.n un viejo miembro de Cemzoo aunque limpiaron el foro y pos no llego ni a los 100 post u.u pero creanme soy una veterana en el foro o por lo menos en este lindo foro de fics de la hermosa Rumiko *-*, estamos en visperas de navidad y como habia prometido en mi fic anterior aqui os dejo mi nueva historia, es un Inu/Kag como siempre xP amo esta pareja, es una historia completamente diferente al anime original asi que no busquen parecidos, es con mucho cariño para todos ustedes que espero le den una oportunidad a este fic futurista y magico n.n.

lean con cuidado porque es una forma nueva en la que escribi pues yo siempre haciendo cosas locas u.u *0* sin mas que decir les dejo el primer capitulo n.n espero lo disfruten.

Desde mis sentimientos​

CapI El comienzo​

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Siempre esperando por el otro aprendiendo a decir lo siento en vez de perdón, cada memoria salvada es una reflexión en mi mente, y cada recuerdo encontrado es una pagina que nunca se termina de escribir; cada arcoiris que aparece en la tormenta me recuerda que mi amor estará aquí siempre esperando por ti. En el mundo Sengoku el caos ganaba la batalla, en esta tierra existían cuatro reinos, el reino del Norte, el Sur, el Este y el Oeste; en el centro del antiguo Sengoku había un palacio donde vivía la Guardiana de todos los Tamashis y sus Cardinales; cada uno de los reinos estaba regido por un Tamashi y un Mago Cardinal, Tamashi significa alma en japonés y ellos eran las almas reencarnadas de los sentimientos de los humanos, Los Tamashis mantenían el equilibrio en el reino Sengoku y en el reino del Hombre, cada Tamashi poseía un Mago Cardinal encargado de protegerlo a cualquier costo. El odio se había revelado contra la guardiana Kikyo.

-¡¡Basta Naraku!! Es mejor que te entregues [Dijo una hermosa mujer vestida de blanco]

Aquella mujer de cabellos azabaches y vestido blanco estaba de pie en una enorme sala que había caído en total oscuridad gracias a la reencarnación del odio, el Tamashi Naraku que estaba de pie frente a ella, vestido de negro y con los brazos lastimados como si hubiera luchado contra algunas cadenas.

- Dime Kikyo, ¿Cuántos fueron 5… 6,7…? No!!! Fueron 10 años ¡¡diez malditos años!! Preso en esa torre [Gritando Naraku con voz ronca y aguda, sus ojos estaban llenos de odio e ira]

-Sabes que no te lo permitiré. [Con sus manos tomando un báculo blanco y apuntándole]

Aquel castillo poseía más de 6 casas independientes que se comunicaban por hermosos pasillos a la torre principal, siempre al amor le gustaba ver aquellos grandes ventanales mientras caminaba por aquellas enormes correderas.

“Por favor no siga, puede ser peligroso el que se acerque… Tamashi”

“¡¡No!!, ya te dije que iré contigo Inuyasha.”

-Por favor entienda mi posición, debo mantenerla segura y el llevarla hasta allá no lo es. [Inuyasha decía estas palabras viendo a la joven que estaba frente a el]

“Entonces no vayas y quédate conmigo.”

-Señorita Kagome me temo que esa es una orden que no puedo obedecer… su guardiana esta en peligro y no todos los magos llegaran a tiempo. [La voz del joven tenia preocupación y su corazón se llenaba de desesperación]

-Pero tu aun no eres un Mago Cardinal ¡¡¡no es tu deber!!! [La mirada de Kagome estaba perdida en el piso y su voz se alzaba a medida que le hablaba]

Inmediatamente Inuyasha detuvo su marcha, no dejaba que la joven viera su rostro, y ella no deseaba verlo; Inuyasha deseaba ser el mago cardinal que faltaba, el mago del norte; pero para Kikyo aun le faltaba mucho por recorrer, porque su Tamashi era la mas débil; en ese momento la joven tomaba aquel delicado vestido azul cielo entre sus manos y con angustia aquellos ojos chocolates miraban al suelo, sabia que sus palabras habían herido el corazón de aquel joven.

-Le pido que por favor me espere aquí. [Dijo con voz firme y sin ver los ojos de aquella dama]

Dando grandes saltos Inuyasha se alejo, atravesando rápidamente aquel pasillo, pero no importaba lo que le había dicho, aquel corazón dejado atrás lo seguía y corrió tras el. En aquella sala Kikyo yacía en el suelo con sangre en su blanco vestido, junto a ella estaba arrodillada una anciana que intentaba componerla; mientras que Naraku estaba clavado en la pared con un gran báculo blanco perteneciente a la guardiana.

-Aléjate Kaede eso no lo detendrá. [Su voz se ahogaba en dolor y su cuerpo comenzaba a sentir el miedo]

- Ya el mago del Oeste viene en camino al igual que tu protector, pero no se donde esta el mago del Este. [Estas palabras salieron de la boca de Kaede poco esperanzadas]

- No llegaran a tiempo. [Este era el pensamiento que comenzaba a ahogar a Kikyo, apoyo sus rodillas en el suelo y su respiración comenzaba a fallar]

Al levantar su mirada vio horrorizada como Naraku sacaba el báculo con gran fuerza y rapidez de su estomago, cayendo al suelo de cuclillas. La joven sacerdotisa intentaba componerse pero sin la ayuda de su hermana no podía lograrlo.

- Hermana por favor vayámonos de aquí. [Sosteniendo fuertemente a Kikyo para que no cayera en el suelo vulnerable]

-No servirá de nada esconderse… [Naraku hablo con una mueca en sus labios y una voz fría como el diablo]

Aquellos ojos negros cegados de furia se dejaron ver entre aquel cabello ondulado, Naraku se colocaba en pie a pesar de su grave herida, La sacerdotisa dejo de sostener su cuerpo y se puso en pie.

- Ya lo escuchaste no vale de nada esconderse [Dichas estas palabras Kikyo coloco su mano en su abdomen e intentaba respirar]

En un breve descuido Naraku lanzo su ataque arrojando a Kikyo hasta la pared, tras aquel golpe Naraku apareció frente a ella sacando un gran abanico y mirándola con los ojos de la victoria, Kaede quedo paralizada ante aquel movimiento.

-Y así es como se destruye a una Guardiana… [Aquella mueca prevalecía en aquellos labios, sus ojos se dilataron y un vapor comenzó a expedir su cuerpo]

Al dejar mover aquel abanico salieron miles de gigantescas espinas que iban directo a la mujer que yacía inmovilizada en el suelo.

-Aquí termina mi primera misión… [Dicho esto la furia volvió a apoderarse de Naraku]

Un hombre de cabellos plateados había tomado entre sus brazos a la sacerdotisa salvándola de una muerte segura, Naraku dio un salto hacia atrás colocándose el abanico nuevamente en su espalda.

-Con que tomaste el arma de la hechicera del Sur. [Dichas estas palabras Inuyasha coloco a la joven suavemente en el suelo]

Su voz poseía rabia y desprecio hacia aquel ser, pero antes de que pudiera levantarse Kikyo lo detuvo, y en aquel instante unos ojos chocolates se escondían para presenciar todo.

- No vas a poder contra el. [Tomándole de la camisa para que no se levantara]

-Si gano, me darás el titulo de mago del Norte… [Acercándose al rostro de Kikyo]

-¿Y si pierdes? [Colocando suavemente su mano en el rostro de Inuyasha]

-No importara, porque entonces estaré muerto. [Inuyasha coloco su mano sobre la de ella y comenzó a hablar en susurro]

- Inuyasha no te atrevas a morir. [También susurro delicadamente al joven de cabellos plateados]

Inuyasha levanto la mano de la sacerdotisa y la beso. Siempre se tiene un pensamiento errado de la persona que es especial para alguien, no basta el estar siempre junto a ese ser amado, no vale el amar si no es mutuo, no vale el jurar esperar si nunca regresara; Kagome miraba aquel cuadro entendiendo que aquel joven de cabellos plateados nunca la vio mas que como la Tamashi que era y además de ser su as bajo la manga para convertirse en uno de los 4 poderosos magos cardinales del Sengoku.

- Jóvenes enamorados, que patético, Tonto Inuyasha sabes que no puedes matar a un Tamashi, soy un alma poderosa y solo uno de mis semejantes puede destruirme. [La Voz de Naraku cantaba victoria y su boca estaba disfrazada de una cruel y malévola sonrisa]

-No necesito destruirte solo te cortare los brazos para que Kikyo pueda aprisionarte [Desenvainando su espada]

- Ya veremos quien pierde alguno de sus miembros… [Tomando el abanico con ambas manos]

Con sus manos en el pecho deseando saber conjuros para detener aquella pelea, Kagome veía horrorizada como Naraku e Inuyasha quedaban frente a frente, solamente sus armas se interponían entre ellos. Ambos retrocedían y volvían al ataque una y otra vez, Inuyasha saltaba intentando romper la perfecta defensa de su contrincante pero al final fue Naraku quien encontró el punto perfecto para alcanzar a Inuyasha.

-¡¡¡¡Inuyasha!!!! [Grito Kikyo al ver aquel desenlace]

El filo del abanico había logrado cortar el brazo derecho de Inuyasha y tras una patada fue lanzado en dirección a la sacerdotisa que se arrastraba hasta el. Al ver aquella sangre derramada La joven Tamashi corrió hasta donde se encontraba, arrodillándose a su lado y dejando caer sus lagrimas.

- Inuyasha… [Dijo Kagome entre lágrimas]

- Maldita sea mi brazo. [Jadeando y soportando aquel dolor]

- Inuyasha, por favor resiste [Dijo Kikyo colocando su mano sobre el pecho de Inuyasha]

- No voy a morir aquí… menos frente a tus ojos. [Mirando a Kikyo quien parecía exhausta]

Ante aquel cuadro finalmente la verdad terminaba de salir, Inuyasha siempre había estado enamorado de Kikyo, y Kagome nunca podría impedírselo a su corazón; supo en aquel breve instante que algo sobraba y ese algo era ella, pero si había algo que podía permitirles, estar juntos para siempre.

- Lamento ser tan inútil en estos momentos hermana, ¿estas bien Kagome? ¿Kagome? [Dijo aquella anciana levantándose al ver lo inevitable]

Ya Kagome se había alejado del grupo y estaba frente a Naraku, solo un Tamashi podía ser destruido por su semejante con el arma de su Mago Cardinal, El Tamashi Naraku era custodiado por la Hechicera del Sur Kagura, Inuyasha aun no era un Mago Cardinal pero era porque la Tamashi del amor Kagome no había explotado por completo su potencial, hasta ese día.

- Al fin lo entiendo Inuyasha. [Aun llorando Kagome susurro y miraba sobre su hombro al joven de cabellos color plata]

-¡¡¡Kagome Aléjate de Naraku ahora!!! [La voz de Inuyasha comenzó a agitarse al igual que su corazón]

- (siempre actué buscando sobresalir un poco para que me notaras y te fijaras en mi, solo lo hacia por mi, por ello nunca pude ser tan fuerte, pero ahora lo se… voy a hacerte feliz dejándote vivir junto a quien amas, eso es lo que significa ser el Tamashi del amor) Broquel… [Este pensamiento rodeaba a Kagome mientras tomaba la espada de Inuyasha, enterrada en el suelo]

Una cúpula azul cayo sobre Naraku y sobre Kagome, el Broquel era un conjuro para realizar un escudo y así nadie saldría de el y nadie entraría.

-¿Crees que puedes matarme?, no sabes ni usar una espada. [Dijo Naraku sonriendo y hablando con su voz oscura]

- Voy a detenerte para que no sigas ocasionando daño a la persona que amo. [Dijo con temor en el corazón pero con firmeza en su mente]

En ese momento un aura comenzó a rodearla, sus pupilas se dilataron y sus ojos se tornaron blancos, sus poderes como Tamashi estaban despertando, tenía tanto miedo pero el pensar lo feliz que seria Inuyasha le daba fuerzas para seguir. Inuyasha estaba impactado sin poder moverse por el dolor, Kaede golpeaba el escudo mientras Kikyo veía extasiada aquella revelación.

- Maldita… (No puede estar despertando) [Expreso Naraku colocando un pie atrás]

En aquel momento Kagome lanzo su ataque con la espada pero fallo al primer intento, Naraku levito evitando ser atravesado por la espada, movió el abanico en forma horizontal y aquellas espinas salieron nuevamente, pero esta vez no estaba nadie para salvarla como había ocurrido con Kikyo, y pudo sentir como el frío atravesaba su cuerpo.

-¡¡¡¡Kagome!!!! [Grito Inuyasha colocándose de pie]

- Demasiado estupida o demasiado esperanzada… Sin ti será más fácil convertir a los Humanos en demonios y luego seré dueño de este y de aquel mundo… [Colocando el abanico en la espalda y su cabello tras la oreja, Naraku se daba la media vuelta]

En el suelo aquellos ojos chocolates comenzaban a fallar viendo borroso aquella imagen negra que se daba la espalda, mientras caminaba hasta el escudo que no se podía romper.

-¿Por qué demonios no se termino el hechizo? [Tocando aquel escudo que permanecía intacto]

- Porque aun no he muerto. [Dijo Kagome parada tras el y atravesando la espalda de Naraku con la espada sostenida con ambas manos]

Había logrado levantarse pero, fue lo último que pudo hacer, la sangre de Naraku se derramo sobre la espada y sus manos, mientras que aquel hombre herido cayó de rodillas y mirando con desprecio a Kikyo, comenzó a quebrarse; al final solo quedo una espada y un abanico sobre unas cenizas que se iban evaporando con el aire. Aun estaba en pie aquella joven, sangrando por el abdomen y sintiendo como la vida se esfumaba sin sentir alguna sensación; aquel brillo en su cuerpo se desvaneció y sus ojos volvieron a ser chocolates.

-(¿Por qué Kagome?) [Inuyasha mantenía este pensamiento ante aquella imagen]

- (No importa por cuantas vidas nos separen yo siempre voy a estar esperándote… Yo te estaré esperando hasta el ultimo aliento, hasta que al final se de nuestro reencuentro.) [Cayendo de rodillas esperando el fin, Kagome miraba placidamente el rostro de Inuyasha]

Ese fue el ultimo pensamiento como Tamashi, al comenzar a agrietarse una lagrima corrió por su mejilla, aquellas grietas en su cuerpo eran rojas y Pudo ver como Inuyasha caía de rodillas, Kaede aun no podía traspasar el broquel.

- Por favor Kikyo haz algo. [Dijo Inuyasha en forma de suplica]

- Solo un Tamashi puede destruir a su semejante… el destino del Tamashi del amor se ha trazado, pasaran muchas épocas antes de que yo su guardiana pueda hacer algo. [Dijo la guardiana aun en el suelo sin poder levantarse]

Poco a poco aquella figura comenzó a deshacerse como una arena arrastrada por el viento, quedando solo una enorme espina en el suelo desnudo y una espada llena de sangre, Inuyasha parecía haberse olvidado del dolor de su brazo, y arrodillado vio como aquel hechizo del broquel se rompió.

-Dos sentimientos humanos han muerto… de seguro se desatara la guerra en el mundo de los hombres y el desequilibrio en el mundo Sengoku. [Fueron las palabras de Kaede entre lágrimas]

-Ya lo entiendo… ya se porque nunca me elegiste como Cardinal, no sirvo ni para proteger a mi propio Tamashi, siquiera sirvo para proteger a mi propio ser. [Se reprocho Inuyasha ante ese final, aun de rodillas]

El Sengoku entro en una era de caos y destrucción los demonios salieron de sus prisiones solamente dos templos cardinales se mantenían vivos, solamente dos de los 4 reinos habían podido sobrevivir, las sombras envolvieron los días, y la tormenta nunca dejo de caer; el amor es el sentimiento mas fuerte pero el mas fácil de destruir.

No importa por cuantas vidas nos separen yo siempre voy a estar esperándote… Yo te estaré esperando hasta el ultimo aliento, hasta que al final se de nuestro reencuentro.

Espero criticas no solamente peticion de conti u.u... kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Hola!!! n-n

Bueno estamos empezando el fin de semana asi que dejare hasta el lunes en colocar la continuacion, Perri tomare tu consejo utilizare los guiones n.n

Amiga kizuwa (dios voy a llorar ;.;) que lindo es verte por aqui T.T gracias por venir a mi fic y disculpame por no haberte avisado pero en verdad es hermoso el verte de nuevo *3*; y pos no lo mio no es la pelea u.u.

Querida Chidori >.< tu tambien aqui T-T dios que lindo es verte a ti tambien, mil gracias por leer mi fic, y pues sabras si tienes razon en la siguiente conti xP, no se valen adelantos -o-.

Asuka igual a ti gracias por venir ^^

Feliz navidad a todas ;)

 

Re: Desde mis sentimientos

Konnichiwa FELIZ NAVIDAD A TODAS *0* espero que hayan pasado una hermosa noche buena junto a sus seres queridos *-* espero que todos sus deseos se vuelvan realidad en este año venidero n.n, aqui les traje la conti no se las coloque antes porque estuve esos 2 dias fuera de casa @.@ bueno aqui esta la conti n.n

Desde mis sentimientos​

CapII Buscando entre sueños​

El ser humano siempre se encuentra en la búsqueda del sentimiento que lo motiva a actuar, siempre errante por la vida, llenándose de hechos que le dan forma a su felicidad, al final, siempre se concluye que esta prohibido llorar sino aprendiste nada de las lagrimas que derramas; Sin embargo los sentimientos llenan el corazón humano y nos dejan mayor claridad para así poder entender nuestra propia felicidad. Se dice que existe una tierra ajena al ojo del hombre, donde 4 magos rigen aquel mundo protegiendo lo más sagrado para el alma de los humanos sus sentimientos.

“Por favor adelante Kagome…”

-Muchas gracias doctora. -Dijo la joven sonriéndole-

Cada Martes aquella joven de cabellos azabaches debía asistir a su terapia con la psicóloga de la Universidad a sus 18 años sufría de muchos miedos que ya debió superar.

-¿Has seguido con tus pesadillas? -Abriendo su cuaderno de notas-

-Cada vez son mas frecuentes… -El tono de Kagome era bajo sintiendo algo de vergüenza-

-¿Quieres contármelas? -Cruzando sus piernas-

Es tan triste no pertenecerle a nadie, toda su vida Kagome conoció como un hogar al orfanato viviendo con otros niños con su misma suerte, nunca supo nada de sus padres y ya en este año 2600 había cumplido la mayoría de edad y así logro salir de allí con ayuda de una beca universitaria.

-Aquella voz se acerca cada vez mas y mas, repitiendo una y otra vez “Voy a encontrarte”, pero antes de que pueda ver quien esta frente a mi, aparece un joven de cabellos color plata e intenta protegerme. -Dijo Kagome muy pensativa entre sus recuerdos-

-¿El hombre que desea encontrarte quiere lastimarte? -Pregunto la doctora suavemente-

- No lo se, en su voz se puede sentir tanto odio y tanto miedo… -Jugando con las manos-

Desde el sillón se podía ver el cielo por una gran ventana, aunque en la mayoría de los edificios los paisajes de las ventanas son solamente hologramas que aparentan una verdad; la doctora era muy amable y dulce, inspiraba mucha confianza, aunque por mas que lo intentaba no podía desaparecer aquellos miedos.

-No le tengas miedo a ese hombre, acércate, dices que sientes tristeza en aquella voz, sencillamente escucha que mas tiene que decirte. -Colocando la libreta sobre el escritorio-

Aquella tarde se fue rápidamente, el sol se ponía y Kagome se dirigía a su residencia donde vivía con otras estudiantes.

-¡Estoy en casa!! -Quitándose los zapatos-

“Que bueno llegaste a tiempo para la cena”

Sango era lo más parecido a una hermana, siempre estaba pendiente de Kagome, y a veces se mantenía despierta después que ella despertaba de sus pesadillas. Había hecho una de esas comidas rápidas que tanto a ella le gustaban.

-Las demás pasaran la noche fuera, parece que debían estudiar. ¿Cómo te fue? -Dijo Sango cambiando el tema rápidamente-

-La verdad un poco de lo mismo, pero la doctora quiere que me acerque mas al hombre que me busca en mis sueños… ¿Qué crees tu? -Pregunto Kagome sentándose en la mesa-

-Pues si te provoca temor, no deberías acercarte, pero ella es la experta. -Expreso Sango algo incrédula-

-Bueno mejor comamos y veamos una película. -Sirviéndose el jugo-

Aquella noche encendieron la pantalla que se encontraba incrustada en la pared del recibo, vieron una película de acción, esas eran las que le gustaban a Sango, ya el reloj marcaban las 12 de la noche y entre un bostezo se levanto aquella joven de cabellos castaños.

-¿No terminaras de verla? -Dijo Kagome algo soñolienta-

-Lo siento pero esta vez te dejo sola, me estoy muriendo de sueño… ¿te quedas? -Estirando sus brazos a los lados-

- Si, quiero ver el final. -Sonriéndole a Sango tenuemente-

- Entonces hasta mañana, descansa. -Picando el ojo y dándose media vuelta-

Entro al cuarto y bajando el volumen Kagome se acostó en el sofá y siguió viendo la película, ya daban las 2 en el reloj, de repente la pantalla se apago.

-¡Ay! No, ya se daño. -Tocando el botón de play en el control remoto-

“Dime donde estas y podré encontrarte…”

Aquella era la misma voz de sus sueños, áspera y grave, pero esta vez podía escucharla con perfecta claridad, sentándose en el sofá miraba a su alrededor, no había nadie, más que una pantalla apagada en aquella habitación.

-¿Quién esta allí? -Pregunto algo asustada y confundida-

“¿Dónde estas? Déjame encontrarte.”

Cerró sus ojos y tapo su cara con la almohada, sentía mucho miedo, no podía siquiera gritarle a sango para que se despertara y fuera a su lado.

- Por favor sal de mi cabeza. -Colocándose las manos en los oídos-

Al descubrir su cara vio que toda la habitación había desaparecido y se encontraba completamente sola, estaba sentada en el suelo y hasta la almohada había desaparecido sin que se diera cuenta.

-¡Hola!... ¿Dónde estoy? ¡Hola! ¡Alguien por favor conteste! -Kagome comenzaba a sentirse desesperada ante tanta soledad-

Al levantar la vista pudo ver aquella sombra que obsesionaba sus sueños, extendía sus manos como dando la bienvenida, pero antes de que se acercara aquel joven de cabellos plateados apareció frente a ella, iluminando toda la habitación y desvaneciendo aquella sombra, esta vez Kagome se levanto y coloco su mano sobre su hombro.

-¿Quien eres? -Le pregunto al joven de cabellos color plata-

Al voltear pudo ver aquellos ojos dorados fijos en su mirada, aquel joven vestía una capa negra, que tapaba todo su cuerpo; se volteo y la miro fijamente, como si le extrañara el que no lo reconociera, su rostro no estaba muy bien definido pero aquella mirada estaba inquietándola.

“No se acerque a el, solo intenta lastimarle… pero siempre la protegeré.”

-¿Dónde estoy? -Dijo Kagome al extraño-

“esta donde debe estar, intenta regresar…”

-¿Regresar a donde? -Muchas preguntas comenzaban a invadirla, sin saber si aquel joven podría respondérselas-

“A su verdadero mundo allí quiere regresar.”

-¿Quién eres tu? -Viendo al joven de cabellos plateados-

Aquellos ojos color oro miraron hacia la derecha, había un espejo con un marco muy viejo lleno de detalles, el se acerco y miraba la silueta de aquella joven compañera, Kagome se coloco a su lado y olvido la preocupación de sentirse perdida, sentía mucha calidez proveniente de aquel espejo.

“Ahora que se ve en el espejo… dígame ¿Quién es usted? ¿Quién es usted realmente?”

-Yo soy Kagome Higurashi. -Viendo su reflejo-

“Mire bien su reflejo dígame ¿que ve?”

-Mi reflejo y el suyo. -Algo hipnotizada por aquel espejo-

“Aun no despierta, mire bien su reflejo…”

-¿quiere decir que esto es un sueño? -Pregunto algo confundida-

Kagome quedo fija mirando al espejo, el se coloco tras de ella y pudo sentir como su rostro se acercaba hasta su oído para susurrarle.

“Solamente viendo bien su reflejo sabrá quien es, yo regresare cuando usted despierte”

En ese momento cayo del sofá el MiniD seguía prendido pero la película había acabado, el reloj marcaba las 2 de la noche, nuevamente había sido atrapada por una de sus pesadillas.

-¿Yo regresare cuando tu despiertes?... pues ya desperté y no puedo verte. -Levantándose del suelo y apagando la pantalla-

Nunca se termina de encontrar la verdadera felicidad porque para nosotros la felicidad siempre cambia su rostro por otro que nos complace más, y nuestra vida solo se basa en eso, en cambiarle el rostro a la felicidad.

espero les haya gustado n.n y chidori si es como pensabas xD kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

HOOOOOLLLLAAAAAA :baile:

Bueno he venido a poner conti, ya posteamos las cuatro que siempre estamos xP, aunque seamos un grupo pequeño me alegra de ver caras tan amigas aqui en mi fic como es costumbre n///n Chidori, Azuka y Kizu acias por estar aqui compartiendo conmigo n.n les deseo un prospero año nuevo 2008 y espero seguir cultivando esta amistad ;)

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Desde mis sentimientos​

Cap III Un joven llamado Sesshomaru​

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El nacer de un sentimiento viene de la mano de gestos que se confunden en el alma; un gesto, una mirada o una palabra son las secuelas de hechos que involucran al corazón y duran en el alma, no importa que los hechos sean una vana felicidad, mientras posean la esencia del sentimiento creeremos por entero que la búsqueda de la felicidad cesa ante aquella placida emoción. En la mañana Sango y Kagome caminaban hacia el subterráneo para tomar el metro, este era el único medio de transporte público y la mayoría de la población prefería tomarlo ya que se llegaba al destino en menos de 1 minuto.

-Te ves horrible… ¿Hasta que hora estuviste despierta? -Dijo Sango con algo de risa-

-Me desperté a las 2. –Bostezando-

-No debimos ver esa película, teníamos clase temprano. -Mirando a Kagome algo preocupada-

-No te preocupes, ya me estoy acostumbrando a no dormir. -Dijo Kagome frotando sus ojos-

-Bueno aquí esta la estación, no te me vayas a caer por las escaleras. -Dicho esto Sango comenzó a bajar-

Las escaleras eléctricas del subterráneo eran completamente trasparentes rodeadas de avisos y propagandas que flotaban en pequeños hologramas por toda la estación, mientras bajaban Kagome recordaba el sueño, no sabia si decirle a sango, tal vez pensaría que en verdad estaba loca.

- Espero que hoy el Profesor Mioga nos deje salir temprano. -Viendo al techo-

- si yo también, tal vez así pueda dormir. -Dijo Kagome con los ojos casi cerrados-

Entraron en el vagón, adentro se podían ver los mapas de todas las rutas, los vagones cargaban a los pasajeros en el subterráneo pero al salir las vías ascendían tan alto como un edificio de 10 pisos, las ventanas eran también solo hologramas, el hombre había destruido cualquier paisaje natural con sus edificaciones, pero la tecnología seguía avanzando para proteger y salvar vidas.

- Bien llegamos. -Mirando el reloj-

- Creo que esta vez le entenderé menos al profesor… estoy en las nubes. –Hablo Kagome nuevamente bostezando-

- Tranquila, tu siempre lo estas, jajaja -Mirando a Kagome entre risas-

- Muy graciosa -Saliendo del vagón-

En ese momento sus ojos vieron a aquel joven, el joven de cabellos color plata estaba entrando al vagón mientras ellas salían, se detuvo a detallarlo y pudo ver el color oro de sus ojos.

- Es el… -Corriendo hacia el metro-

-¿Qué? ¡Kagome a donde vas!! -Grito Sango sin obtener respuesta-

Kagome corrió hasta el vagón antes que se cerrara, el quedo 2 vagones más adelante, pero Junto a la puerta aquellos ojos chocolates veían donde se iría a bajar aquel extraño. Pasando todas las estaciones y con el tren ya vacío la impaciencia se apoderaba de Kagome, pocos se bajaban en la ultima estación, al encenderse la luz verde y abrirse las puerta aquel joven salía del metro llegando a las escaleras y saliendo del subterráneo. Al llegar a la superficie rápidamente cruzaba por un callejón y al llegar la joven allí, el muchacho estaba esperándola parado con un pie recostado de la pared y sus brazos cruzados.

“¿Por qué estas siguiéndome?”

- Lo siento mucho, pero ¿No nos conocemos? -Preguntaba Kagome muy entusiasmada-

“¿Deberíamos? No me respondiste ¿Por qué me sigues?” -Volteando a verla-

- es que su rostro es el de alguien a quien busco… -Dijo Kagome mirando fijamente aquel rostro-

“¿A quien buscas?”

- Lo sabré cuando me de su nombre -Kagome Intentaba ganar la confianza de aquel joven-

“Siempre las damas primero…”

- Soy Kagome Higurashi. -Sonriéndole suavemente-

“Sesshomaru…” -Con una voz no muy agradable-

Acercándose aquellos ojos color oro comenzaron a examinar aquella figura que se posaba ante ellos.

- Entonces ya me conoces. -Esta vez Sesshomaru usaba una voz más amable-

-(¿Será que no se acuerda del sueño?...) si así es ¿No lo recuerdas? -Kagome hablaba con aquel joven algo confundida-

-Creo que estas con la persona equivocada, debo admitir que tu olor a diosa no ha cambiado. -Dijo suavemente-

Se acerco y acariciando su rostro suavemente Sesshomaru bajo su tono de voz.

- Si fuera tu, me iría de esta parte de la ciudad, estas muy vulnerable y aquí no hay quien te ayude.

-¿Vulnerable? -Preguntaba Kagome algo sonrojada ante aquella caricia-

- Hasta pronto querida Tamashi. -Dicho esto Sesshomaru beso la mejilla de aquella joven-

Se fue caminando muy pasivamente, salio del callejón mientras Kagome seguía pensando en sus palabras, al reaccionar corrió rápidamente a la calle.

-¡Sesshomaru espera! -Deteniéndose en la calle-

Ya no estaba, la calle estaba completamente sola, ni peatones ni carros, de repente algo venia caminando por todo el medio de la autopista, se movía lentamente arrastraba un pie y en sus manos traía una pequeña esfera de luz, cuando se acercaba mas y mas su figura comenzaba a aclararse, era un hombre vestido con una túnica negra no se le veía rostro alguno bajo aquella capucha y sus manos eran delgadas casi en los huesos.

- (¿Qué es eso? Me esta atrayendo.) -Los pensamientos de Kagome comenzaban a confundirse-

Aquella luz blanca proveniente de la esfera comenzaba a expedir un vapor que se dirigía hacia la joven, ella quedo completamente embelezada como si un hechizo se apoderaba de su cuerpo, poco a poco comenzó a caminar hacia aquello que le atraía, pero frente a ella un joven se atravesó tomándola del brazo.

“Ya despierte…”

Aquel joven tenía ojos color oro pero sus cabellos eran negros y estaba recogido en una cola alta, poseía un guante en su mano derecha y estaba vestido de un pantalón café y una camisa blanca. Camino hasta encontrarse frente al espanto que se detuvo al verlo.

“Malditos Monstruos quédense en donde salieron…”

Se quito el guante y descubrió una mano de metal, transformándola en un cañón de dos salidas, como una escopeta, normalmente las partes cibernéticas eran colocadas en personas jóvenes ya que hombres y mujeres mayores de 30 años rechazaban el acoplamiento del miembro mecánico, pero aquellas partes que se transformaban en armas de fuego solo eran colocadas en policías o agentes de seguridad que habían sido mutilados.

- (¿es un policía?) -Pensó la joven al ver el brazo mecánico-

Sin titubear disparo a aquella cosa que se encontraba frente a el, aquella bala quito la capucha de la cabeza de aquel monstruo, era un rostro completamente deforme, al entrar la bala su cabeza exploto y luego su cuerpo se desvaneció, aquella esfera se partió al caer en el suelo quedando en cristales y luego volviéndose agua; colocándose su guante aquel joven se acerco hasta Kagome quien estaba algo impresionada.

-¿Qué era eso? -Pregunto completamente sorprendida-

“¡¡Es mejor que se vaya ahora!!”

La tomo del brazo y le señalo el camino, de pronto ya había gente de nuevo caminando como si nunca se hubieran ido. Kagome comenzó a caminar tal como le había dicho el muchacho, pero el ya no se veía entre la multitud, luego de 4 cuadras, llego a un pequeño establecimiento que se encontraba entre dos grandes torres de mínimo 30 pisos, la tienda se llamaba MagicStore, Kagome se sintió atraída por la tienda y de pronto una anciana que limpiaba le dio la bienvenida. Hoy igual que ayer surge la ilusión que hace suspirar, y el corazón desea hablar del sentimiento que vuelve a nacer pero hoy parece ser mas fuerte que ayer la sensación de esta ilusión.

Happy new year everybody kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Hola n.n, FELIZ AÑO 2008 de nuevo xP

como veran ya no soy cereza navideña he vuelto a ser cereza solamente porque se acabo la navidad ;.; pero bueno todo lo bueno llega a su final.

asuka gracias por tus palabras espero seguir viendote seguido por aqui n.n
chidori xD no seas tan impaciente, la verdad es que todo se descubrira muy pronto en cuanto a cada personaje.
Kizu <.< lo mismo que le dije a chidori todo se descubre en el transcurso de la historia y pos si quieres imaginarte ese brazo como el de Ed hazlo n.n y asi se escribe aunque te faltaron las M xD

Aclaro una duda, en mis fafincs tengo la costumbre que los dialogos de aquellos personajes que aparecen pero aun no se presentan estan en "comillas" y sin guion o.O

sin mas que agregar dejo la conti y no me importa si somos 4 seguire con el fic hasta el fin n.n a menos que ustedes tambien se vayan ú.ù

Desde mis sentimientos​

Cap IV El relato de la verdad​

Paso a paso intente emprender el vuelo, pero lentamente se desmoronaron mis alas en aquella celda de cristal, aunque no importa cuan lejos este de ti, no importa a donde vayas, aunque mis cadenas no me dejen volar, mi mayor libertad es mi pensamiento hacia ti. Aquel establecimiento parecía muy antiguo, las paredes eran de un verde ocre, estaba lleno de estantes cada uno con libros, figuras y frascos, el suelo era de madera y al final de la pequeña tienda se divisaba un mostrador. La anciana dejaba la escoba a un lado y se acercaba.

“Entonces al fin llegaste, debes estar confundida.”

-Mejor me retiro. -Kagome inclino su cabeza y se dio media vuelta-

“No por favor… espera Kagome.”

-¿Cómo usted sabe mi nombre? ¿La conozco? -Pregunto la joven sorprendida-

“Bueno veo que no reacuerdas aun pero estoy segura que lo harás… me llamo Kaede” –Entrando a la tienda y colocándose tras el mostrador-

Al entrar Kagome la puerta tocaba una pequeña campana guindada en el techo, la joven miraba todo a su alrededor y se acerco poco a poco hasta aquel mostrador.

-Entonces ¿si la conozco señora Kaede? -Se refirió Kagome a la anciana-

Kaede no respondió solo le sonrió, y miraba aquel rostro que tanto deseaba volver a ver. Ya habían pasado más de 500 años desde la revelación de Naraku, quinientos años desde la muerte del amor.

-Ven pasa, ¿Quieres un poco de te? -Kaede le abría la puerta del depósito a la joven-

-Es usted muy amable pero debo irme, tengo clases. -Kagome rechazaba la oferta con las manos apoyadas en sus piernas y el tronco inclinado en señal de agradecimiento-

-¿Puedo pedirte algo? -Pregunto Kaede suavemente-

La anciana se acercaba hasta la joven, y levantando su rostro la miro dulcemente y le sonrió.

-Lo que usted quiera -Kagome miro aquel rostro y soltó una lagrima-

-Quédate un poco más por favor. -Limpiando cuidadosamente aquella lágrima-

Kagome no pudo responder, aquella lágrima le había brotado de felicidad, no sabía porque aquella anciana le daba tanta nostalgia; solamente pudo aceptar moviendo la cabeza; Ambas se dirigieron al mostrador y pasaron por la puerta del depósito. Un joven arreglaba unas cajas dentro del deposito, al ver a Kagome se detuvo y salio del lugar.

-Gracias por quedarte -Dijo Kaede sirviendo dos tazas de te-

-Gracias a usted por la invitación -Pregunto Kagome, Viendo como Kaede servia el te con tanta delicadeza.-

- Estoy encantada de verte. -Kaede sonreía mientras le acercaba la taza a Kagome-

-Una pregunta mi querida señora, ¿Cómo supo usted mi nombre? -Pregunto mientras veía fijamente su taza-

-Kaede tomaba un sorbo de su te, y luego quedo mirando aquel hermoso rostro- Hace ya muchas noches desde que el amor sacrifico su vida por todos nosotros -Volviendo a beber de su taza-

Kagome miraba a la anciana confundida, no entendía sus palabras, pero el respeto que había nacido por esa mujer le prohibía interrumpir.

-El corazón humano incluye muchas emociones y sentimientos, pero los principales sentimientos humanos son la esperanza, el miedo, el odio y el amor; estos cuatro sentimientos fueron creados y reencarnados en almas inmortales llamados Tamashis por los antiguos guardianes, quienes creyeron que aislando estos sentimientos habría equilibrio entre este y su mundo. -Kaede miraba a Kagome mientras se intentaba explicar-

Cada sentimiento se esconde en el corazón humano, siempre guiando al hombre y dominando su alma y su cuerpo; pero siempre el hombre intenta cambiar el sentir y guiarse por la facultad del pensamiento.

-La paz reino en el mundo del hombre y en el mundo siempre inmortal El Sengoku, hasta que hace ya 500 años el Odio logro liberarse de su celda e intento dominar ambos mundos; pero no lo logro, porque el Tamashi del amor logro detenerlo sacrificándose por nosotros. -Dicho esto Kaede se levanto de su silla y se sentó en el sofá junto a Kagome-

Aquel depósito era grande, poseía aquel sofá, dos sillas, una mesa, miles de cajas superpuestas, y algunas sabanas tapaban algo del tamaño de una puerta.

-¿Por qué me cuenta esto? -Kagome miraba a la anciana que tocaba su rostro-

-Cada cien años esta Tamashi ha reencarnado, en diferentes cuerpos humanos, sin padres, sin hogar; ya ha reencarnado cinco veces, nunca ha logrado despertar porque la codicia y el desinterés del hombre por el amor, no le permite recobrar sus fuerzas para recordar todo. Pero en este futuro eso va ha cambiar. -Dijo Kaede toman el rostro de la joven entre sus manos-

-No le estoy entendiendo -Colocando la taza sobre la mesa-

-Gracias Kagome, tuve que esperar quinientos años para poder darte las gracias por lo que hiciste por nosotros. -Soltando una lágrima y sonriendo-

-No llore, señora lamento decepcionarla pero no le entiendo, me esta asustando -Dijo Kagome con voz suave y algo temblorosa-

-Perdóname, pero estoy tan emocionada. -Kaede soltó el rostro de la joven y se seco las lagrimas-

-Sabe, todo lo que me contó es algo verdaderamente triste, No entiendo como es que el hombre puede sobrevivir sin el amor -Dicho esto Kagome se levanto y tomo su bolso-

-Eso mismo me lo repetía una y mil veces una jovencita -Sonrió Kaede mirando a la joven-

-Es mejor que me vaya, mi amiga Sango debe estar preocupada. -Kagome salio del depósito mirando a aquel joven-

Aquel joven blanco no se había movido de la puerta siempre vigilante, aquellos ojos voltearon a verla, Kagome sintió que esa mirada podía leer sus pensamientos.

-Miroku debiste acompañarnos -Dijo Kaede saliendo del deposito-

-No se preocupe -Miroku hablo con una voz suave y profunda-

Kagome se dio media vuelta y miro a Kaede que sonreía con picardía.

-Gracias por contarme su historia, es muy triste pero me gusto mucho, me hizo pensar que el amor es el sentimiento más poderoso -colocando su cabello tras sus hombros-

-Mi querida niña, el amor es un sentimiento cambiante y puede convertirse en celos y deseo, se debe guiar al sentimiento para que este no equivoque el camino, pero se que lo harás bien, prométeme que regresaras. -Kaede le tomaba las manos a Kagome-

Kagome no pudo negarse así que acepto aquella nueva invitación, dándole un beso en la mejilla a Kaede antes de irse.

-Miroku acompáñala. -La voz de Kaede era muy dulce-

-No es necesario, se como llegar al metro, le prometo no me perderé, no se preocupe Miroku San, se llegar sola -Todas estas palabras salieron rápidamente de la boca de Kagome-

-Aunque usted no quiera de igual forma le acompañare –Miroku abría la puerta del establecimiento-

Kagome salio del establecimiento, Kaede se despedía en la puerta; aquel joven de cabellos castaños caminaba tras de Kagome como un guardia.

-Disculpe Miroku San, pero ¿hace mucho que conoce a la señora Kaede? -Pregunto Kagome con curiosidad-

-Así es, hace mucho tiempo –Respondió Miroku-

-¿Siempre cuenta esas historias?, son muy hermosas la verdad -Volteándose y caminando de espaldas-

-No son historias es la verdad, tenga cuidado por donde va. -Mirando a Kagome-

Kagome se volteo inmediatamente al ver que aquellos ojos la veían fijamente, no sabía porque sentía conocerlos.

-Bueno aquí esta la estación, gracias por acompañarme Miroku San -Inclinándose en señal de agradecimiento-

-No tiene porque inclinarse, de todas formas la acompañare hasta que se suba al vagón. -Miroku veía a Kagome algo extrañado-

Kagome no replico en aquella petición, pensó que era mejor su compañía luego episodio del monstruo en la autopista.

-Miroku San ¿pasan cosas extrañas por estas calles? -Kagome hablaba viendo fijamente el suelo por el que caminaba-

-Todo el tiempo. -Dijo Miroku mirando las vías del metro-

Aquel Metro blanco se detenía frente a ellos, Kagome detenía su cabello que jugaba en su rostro, ella se adentro en el vagón e inclinándose le daba las gracias a Miroku.

-Gracias por la compañía Miroku San -Dicho esto Kagome se enderezo dejándole ver una sonrisa-

-Gracias a usted por regresar querida Tamashi…

-(¿Tamashi? Así me llamo Sesshomaru San) –Pensó Kagome mientras las puertas se cerraban.-

Kagome caía en sus recuerdos mientras veía por aquella puerta como se movía el metro y aquellos ojos la seguían siempre vigilantes. Siempre se dejan algunos recuerdos olvidados, y al final los creemos perdidos; pero el pasado nunca olvida y siempre nos hace recordar.

Saludos mis mosqueteras :wip:^^ espero les haya gustado ;) kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Moshi ^^ me alegre mucho de verlas aqui tan rapido

bueno amiga de veras que yo tambien xD pero ya veras la torpeza de Kagome xP sera gracioso n.n

BIENVENIDA gracias por leer mi fic n.n y pues colocare la conti apenas aparezcan chidori y Kizuwa o.o

o0o pues el beillo Inu aparecera pronto n///n no se pierdan el capitulo que viene estara bien meloso o///o

bye besos GRACIAS POR VENIR =^.^=kittie