- La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

¡Lo siento! ¡Lo siento! Yo sé que he tenido el FF muy abandonado, pero hubo muchos viajes, muchos parientes, muchos planes que hacer @.@
Pero les traje la conti, y el periodo de viaje ya terminó ^^

Capitulo 10 “En la frontera” [Recien vamos por le diez??]

En el momento en que por fin pudo saborear esos labios todo desapareció, solo quedaron ellos dos. Ya no hubo guerra, ni secuestro, ni revolución, ni planes malévolos, ni desmayo, ni discusión, ni malos entendidos, ni títulos de nobleza, nada. Solo eran Inuyasha y Kagome aprovechando de la mejor forma ese momento a solas. Pero una duda rondaba en la cabeza del príncipe: ¿por qué Kagome se mostraba tan tímida? Parecía estar paralizada. Además, tampoco pensó que se dejara dominar tan fácil, después de todo se suponía que era una chica con experiencia. Sintió como ella por fin se relajaba por lo que decidió dejar de darle vueltas al asunto para aprovechar antes de que la azabache abandonara su pose de niña inocente y retomara su espíritu de fiera salvaje. Porque él sabía que ella no era ninguna niña inocente, aunque admitía que no le desagradaba mucho ese personaje. Pero, por el otro lado, si tomaba en cuenta que Kagome solo estaba fingiendo su timidez podía significar que ella solo estaba jugando. Bien, si ella quería jugar él también jugaría. Se separó suavemente y acercó su boca al oído de ella.
-¿Fingiendo ser una tímida doncella? Apuesto a que Naraku le encanta ese personaje, te sale a la perfección-susurró el príncipe
Pero Kagome no reaccionó como el esperaba. Cuando se dio cuenta, la joven se había lanzado hacía atrás después de darle vuelta la cara con una sonora abofeteada
-¡Eres un tonto, Inuyasha!-gritó antes de irse corriendo.
El joven se quedó mirando la puerta sin entender. Era solo un juego, ¿porqué enojarse tanto? Y mucho menos abofetearlo! Se llevó una mano a la mejilla golpeada, le ardía bastante. No era la primera vez que recibía una abofeteada, pero esa vez estaba seguro que no la merecía.
-Tranquila, Sango, todo se mejorara-dijo Miroku, su voz venía del pasillo
-Lo sé, lo sé-respondió Sango y levantó la mirada-¿Inuyasha?-lo observó más detalladamente-¿qué te pasó en la mejilla?
-Larga historia, ¿pueden cuidar a Rin un momento?-dijo Inuyasha
-Claro, pero no creo que vaya a ningún lado así dormida como está-dijo el de ojos azules
-No está dormida, se desmayó-balbuceó Inuyasha dirigiéndose a la salida
-¿¡Qué!?-exclamó Sango de sorpresa
-Dije que era una larga historia-repitió el príncipe de Tessaiga y se fue
-¿Lo seguimos?-sugirió Miroku
-No, me preocupa Rin-dijo Sango caminando hacía la niña
* * *
Era una estúpido. Inuyasha Taisho era una estúpido. Y lo odiaba. O por lo menos de eso se quería convencer. Y ella también era una estúpida al estar llorando por algo tan tonto. Es que no entendía porqué le dolía tanto que solo haya sido un juego. Porqué cuando su padre murió no se quebró ni un segundo, mantuvo la calma. Y ahora se ahogaba en lágrima por un simple beso. O quizás no era tan simple, porqué a medida que el ritmo aumentaba también sus ilusiones. Pero era tonto ilusionarse tan fácilmente, solo por un simple roce. La vida no era como los cuentos que su madre le contaba a los 5 años donde los protagonistas combatirían contra todas las adversidades solo por al esperanza de volver a verse, y una vez ocurrido el reencuentro se fundirían en un glorioso beso donde se entregarían el más profundo y puro amor. Ese era el mundo real, donde una tímida doncella jamás podría sobrevivir si seguía colgada de sus ilusiones. Y aun más importante, ese mundo donde estaba se encontraba en medio de una guerra, y ella cargaba con el legado de su padre para hacer todo lo posible para detenerla. Además de que Rin, a quien debía cuidar con su vida, se había desmayado sin razón aparente y dudaba poder conseguir atención médica, también 2 reyes serían asesinados en guerra y otro durante el sometimiento de su reino a menos que encontraran la forma de salir de ese castillo donde los tenían secuestrados. Tenía cosas más importante en que preocuparse que de sus tontas ilusiones en donde al abrir los ojos su príncipe azul le juraba amor eterno y juntos combatían todos los problemas de la vida. Quizás su destino no era encontrar el amor perfecto, quizás ella debía morir en el campo de batalla intentando desenmascarar a Naraku y devolver la paz. Después de todo ella era la hija del general que había descubierto el maléfico plan, tenía que terminar lo que su padre empezó y de paso cobrar una pequeña venganza a su rey, Naraku. Pero todo su momento de reflexión y motivación fueron interrumpidos por esa voz que momentos antes jugaba con ella
-¡¿Se puede saber que diablos te pasa?! ¿Por qué me abofeteaste si yo no te hice nada?-replicó Inuyasha
-¡¿Que no me hiciste nada?! Me quitaste mi primer beso, jugaste conmigo y práctimente insinuaste que yo era una cualquiera que todos los días se acostaba con su rey interpretando a un personaje diferente-dijo Kagome hablando con tanta furia que se quedó sin aire
-¡Tú fuiste la que empezó el juego, yo solo te seguí la corriente! Y ahora te haces la ofendida, a donde quieres llegar con todo este teatro
-¿De que maldito juego me hablas? Y yo no estoy actuando, lo que pasa aquí es que tú no entiendas nada. Pretendes saberlo todo pero no conoces la verdad, deja de actuar como si te hubieran estafado
-¿Con qué no entiendo nada? A ver, cuéntame tu preciada verdad a la que tan vilmente ignoro-se burló enfadado
-¿Ahora si vas a escucharme? Que lastima porque no pretendo volver a hablarte nunca más en mi vida aunque signifique mi muerte!-gritó la azabache y, una vez más, huyó corriendo
-¡Bien! ¡Porque no quiero volver a escuchar tu chillona voz nunca jamás!-le gritó Inuyasha
Mientras tanto, en la habitación donde Miroku y Sango cuidaban a Rin, los cuadros temblaron cuando Kagome entró a su habitación dando un portazo.
-No fue necesario seguirlos, ya nos enteramos de todo con los gritos-dijo Miroku
-¿Cuándo se besaron?-pregunto una voz infantil
-Rin, es un problema de adultos, no debes preguntarle ni a Kagome ni a Inuyasha nada de esto, ¿de acuerdo?-dijo Sango
-De acuerdo-respondió la niña. Los cuadros volvieron a temblar
-Ese fue Inuyasha… ¿acaso no se cansan de pelear esos dos?-comentó Sango
-Bien, yo voy a hablar con Inuyasha y tú con Kagome-sugirió Miroku hablándole a Sango
-No creo que sea una buena idea, la Srta Kagome podría intentar atacarla si le pregunta en este momento. Se pone bastante violenta cuando se enoja-comentó Rin
-Es verdad, Inuyasha también podría intentar matarme si me aparezco frente a él-dijo Miroku pensándolo mejor-Supongo que habrá que esperar
-¿Tú como estas, Rin? ¿Sigues con frío?-preguntó Sango, la niña asintió-Parece que tienes fiebre, esperemos que no empeore
-Lamento haberme enfermado en un momento así-susurró la pequeña princesa-Ahora seré una carga cuando escapemos
-No es verdad, no te preocupes, te recuperaras justo a tiempo, estoy segura. Además, si por alguna razón eso no sucede, Miroku o Inuyasha pueden cargarte-dijo Sango
-Es verdad-asintió Miroku
* * *
-Kagome… ¿vas a cenar?-preguntó Sango entrando al cuarto con cautela
-Avísame cuando Inuyasha termine e iré a cenar-respondió Kagome cepillándose el cabello
-Vamos, Kagome, no pueden estar peleados para siempre
-¿Por qué no? Él y yo no tenemos absolutamente nada que ver. Una vez que derroquemos a Naraku ya no tendremos razón para volver a vernos
-Kagome-dijo Sango furiosa-Hablas de derrocar a Naraku, pero ¿cómo vamos a hacerlo si aun no tenemos idea de cómo salir de aquí? Ya han pasado 7 días desde que nos trajeron aquí, la guerra va a comenzar en cualquier momento, si es que no comenzó aún. Los 5 estamos en estos, pero nadie más, tendremos que hacer las cosas juntos, ¿cómo lo haremos si tú e Inuyasha ni si quiera pueden cenar juntos?
-De la forma en que lo dices pareciera que ya todo esta perdido-dijo Kagome, Sango la miró reprochadoramente-Lo siento, lo siento. Tienes toda la razón, pero tu misma la has dicho, han pasado 7 días, tiempo suficiente para que los reyes se reúnan, declaren la guerra y los ejércitos se movilicen al campo de batalla. Además, conociendo a Naraku estoy segura que hará todo a su alcance para que todo pase lo más rápido posible ¿aun crees que halla algo de posibilidad?
-No lo sé, pero así como tú conoces a Naraku yo conozco a mi ejército. Pronto anochecerá, y Hirakotsu jamás ataca en la noche. Además, es luna nueva, es la noche más oscura del mes, a ningún de los ejércitos le conviene una batalla en plena oscuridad, sería imposible distinguir a tus enemigos y a tus aliados. También, sabemos que la batalla seguramente sea en alguna de las fronteras, es una largo viaje y los soldados necesitaran un buen descanso. Todo eso significa que hay una posibilidad de que, si la guerra aun no han comenzado, no comenzará por lo menos hasta que salga el sol. Eso nos da toda la noche para escapar y llegar a donde estén los ejércitos, recuerda que estamos en invierno y las noches son más largas que los días. Aún hay una posibilidad
-¿Pero cómo vamos a escapar? No podemos saltar por las ventanas, sería muy peligroso si caemos en las plantas espinosas que rodean que castillo, además de que es imposible forzar las puertas y ni hablar de atacar a los guardias, jamás los hemos vistos. Es prácticamente imposible
-Es verdad, pero si tenemos suerte quizás tengamos un aliado dentro del bando enemigo-dijo Sango guiñando un ojo
-¿De que hablas?-inquirió Kagome
Sango iba a responder pero se escuchó un gran estruendo que hizo temblar las paredes
-¿Qué fue eso? Acaso fue… ¿la guerra?-exclamó Kagome
-No sería lógico, a Naraku no le convendría traer a los reyes tan cerca nuestro-razonó Sango
-¿Entonces que diablos fue eso?
-No sé vamos a ver
Las dos corrieron a la ventana, pero solo vieron una nube de humo que se la llevaba el viento. Decidieron ir a la ventana de la sala para ver si conseguían un mejor panorama. Cuando llegaron allí se encontraron a los demás asomados en el ventanal
-¿Que ha pasado?-preguntó Sango alarmada
-Una muchedumbre esta atacando a los guardias, parecen civiles, pero superan enormemente en número a los pocos soldados que hay-respondió Miroku
-Príncipes…príncipes-dijo una voz agitada detrás de ellos, provenía de una anciana canosa con un parche en el ojo
-¿Quien eres tú?-preguntó Inuyasha a la defensiva
-Mi nombre…es Kaede…pero eso no importa ahora…tienen que aprovechar la distracción y huir-dijo la anciana
-¿Sabe que podría ser condenada a muerte por dejarnos huir?-dijo Kagome
-¡Eso no importa! ¡Huyan! ¡No se preocupen por mi!-dijo la anciana
-Por mi esta bien-dijo Inuyasha-vamos, hay que irnos
-¡Inuyasha! Eres un maleducado-lo regañó Kagome-¿Segura que estará bien, señora Kaede?
-Lo estaré cuando sepa que ustedes se han ido y detendrán la guerra. Ahora, ¡váyanse!-gritó la anciana
-Esta bien, esta bien, pero no se enoje-dijo Kagome
-Ahora si, vamos-dijo Miroku subiendo a Rin a su espalda-Así iremos más rápido
Los cuatro se dispusieron a correr en busca de la salida encontrándose con todas las puertas abiertas a ellos en el camino.
-Sango, ¿a eso te referías con un aliado en el bando enemigo?-preguntó Kagome mientras corría
-Exacto. Me tomé el atrevimiento de escribir una nota donde ponía todo el plan de Naraku y lo dejé en donde siempre nos dejaban los víveres. Sabía que quien se encargará de nuestra comida no era uno de los soldados, por lo que existía la posibilidad de que fuera un aldeano que odie a Naraku como el resto del pueblo, por eso pensé que si sabía la verdad quizás nos dejaría salir. Tuvimos suerte de que esa ancianita tuviera el valor para hacerlo-dijo Sango
Ya pronto alcanzarían la puerta principal, pero se detuvieron de golpe al ver como ésta se abría sonoramente. Se prepararon para pelear con los guardias aunque estuvieran desarmados, con la esperanza de que quizás estuvieran heridos. Vieron entrar a una mujer de ojos marrones que los miró fríamente, como si intentara atravesarles el alma
-¡Kikyo!-chilló Kagome y corrió hacía ella
-Kagome, niña, que suerte que estés viva-dijo Kikyo cambiando su mirada y recibiéndola en una abrazo-estaba muy preocupada por ti
-Lo siento, no pude salvar a Rin, llegue demasiado tarde y-…-dijo Kagome pero Kikyo la interrumpió
-Debo confesar que desde un principio no tenía mucha confianza en que lo lograras, y no sabes cuanto me alegra que aun estés viva. Pero ahora no hay tiempo de hablar, ¿cómo escaparon?
-La anciana que nos proveía de comida nos liberó gracias a un ingenioso plan de Sango-dijo Kagome
-Bien. Ahora escúchenme bien. Según sabemos, el primer ataque será mañana a primeras horas de la mañana en la frontera entre Ah Un y Hirakotsu. Tendrán que atravesar el bosque, pero por suerte no será necesario escalar las montañas, han un valle por donde pueden pasar, no habrá problema si siguen derecho y sin perder el rumbo. Una vez que atraviesen el valle, Sango desvíate hacía la izquierda y luego de avanzar un poco verás el campamento de tu ejército-dijo Kikyo
-Bien-asintió la princesa de Hirakotsu
-Ustedes sigan el curso del río y llegaran al otro campamento.-prosiguió la joven recibiendo una confirmación de los demás-Tendrán que viajar toda la noche y sin parar para llegar a tiempo, ¿creen que podrán hacerlo?
-Por supuesto-respondieron
-Perfecto. En la entrada al bosque encontraran 4 caballos listos para montar, y cada uno tiene una bolsa con comida y armas. Lamentablemente solo hay tres lámparas de aceite, pero serán suficientes para iluminarles el camino y ahuyentar a los animales nocturnos. Confió en ustedes, príncipes, y en ti Kagome, para que logren detener la guerra
-Déjanoslo a nosotros-aseguró Inuyasha
-¡Esperen! ¡Aun no se vayan!-dijo la voz de la anciana que los dejó salir
-Pensé que estabas apurada por que nos vayamos-dijo Sango
-Olvidé darles esto. Es un antídoto-dijo Kaede sosteniendo una botellita de estilo artesanal en sus manos
-¿Un antídoto para que?-preguntó Miroku
-Naraku me ordenó poner veneno en su comida el día del banquete por el cumpleaños de la princesita, este es el antídoto. Lamentablemente no surgirá efecto hasta mañana en la tarde, pero aun estamos a tiempo para salvarle la vida a quien lo haya tomado-dijo Kaede
-Por eso Rin enfermó-razonó Kagome
-¿Por qué Naraku asesinaría a su propia hija?-cuestionó Inuyasha
-Naraku no sabía quien tomaría el veneno. Seguramente lo hizo para dificultar el escape si eso pasaba-dijo Kikyo
-¿Te sientes muy mal, Rin?-preguntó Kagome
-Más o menos. Temo ser un carga-se disculpa la pequeña princesa
-La cabalgata podría hacerla sentir peor. Kaede, tendrás que quedártela tú-dijo Kagome
-Pero los soldados la descubrirían-pronosticó la anciana
-No, tu vendrás con migo-dijo Kikyo-Te quedaras encargada de cuidarla, ante el más mínimo problemas me llamas
-De acuerdo-dijo Kaede no tan segura
Miroku bajo a Rin de su espalda y se la entregó a Kaede. La niña estaba transpirando mucho, parecía que la fiebre avanzaba
-Déle el antídoto rápido, nosotros ya nos vamos, no podemos seguir perdiendo tiempo. Adiós y cuídense. Mejórate Rin, eres fuerte-musitó Kagome
-Ustedes solo preocúpense de detener la guerra y derrocar a Naraku-indicó Kikyo guiñándoles el ojos
Entonces, Sango, princesa de Hirakotsu, Miroku, príncipe de Kazaana, Inuyasha, príncipe de Tessaiga y Kagome, hija del anterior general de Ah Un quien también era el mejor estratega de los cuatro reinos, partieron a la frontera con una misión concreta: Detener el plan del Rey Naraku. Una vez que Kikyo se aseguró de que los cuatro estaban los suficientemente lejos, le dio la señal a Bankotsu quien ordenó la retirada. Junto con Kaede y Rin se dirigió a punto de encuentro con los revolucionarios. Le indicó a la anciana que se escondieran con la princesa y ella fue a enfrentar al furioso ejército revolucionario que no entendía el porqué de la retirada
-Lady Kikyo, ¿que ha pasado? Íbamos ganando, ¿por qué retirarnos?-preguntó uno de los hombres mientras la multitud cesaba el abucheo.

Continuara...^^

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

La ortografía siempre será mi Karma u.u
pero bueno, si son problemas de acentos es solo cuestion de que preste atencion, pero si son cosas como la regla de "Hay, ahi, Ay" [que por surte ya me la aprendí] o la de "si o sí" [noten el acento en el segundo "si", esa jamas me la aprendí], diganmelas así me voy aprendiendo las reglas ^^
Besos y gracias por su apoyo!!
La conti es solo cuestion de que me ponga a escribirla porque ya la tengo en mi cabeza ^^

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Que genial que ya hayas regresado!!!! ^O^
Crei que nos habias abandonado xD
La conti me gusto.. bueno en parte.. por que ese Baka de InuYasha no entiende absolutamente nada puff.. ¬¬U
es desesperante.. en fin, todos los hombres son iguales xD

Aunque ya lo hayas leido muchas veces.. Espero Conti!!!

Atte:
[MyNaH]
"We got a spirit money just cant buy,
is deep as ariver and soars to the sky!!"
​

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Soy una irresponsable, lo sé u.u

Capitulo 11 “Antes de que salga el sol”

-Cuando entré en el castillo para ver si todos los guardias habían salido, me encontré con los tres príncipes supuestamente secuestrados por Hirakotsu-dijo Kikyo implantando confusión en la multitud
-¿Cómo hizo Hirakotsu para esconder a los príncipes en territorio de Ah Un?-preguntó Hoyo, fingiendo inocencia
-Quizás no fue Hirakotsu quien lo secuestro-comentó Kikyo-la princesa Sango estaba allí también
-Pero…eso es…imposible…-dijo alguien entre los murmullos
-No sé, créanme que yo entiendo tan poco como ustedes pero por el momento consideró mejor retirarnos y volver cuando todo esto se aclaré. Además, piensen que si esperamos a que termine la guerra, quizás consigamos más soldados que se unan a nosotros. Solo les pido que esperemos un tiempo-dijo Kikyo
-¿Y la princesa Rin? ¿Dónde está?-preguntó una mujer
-Esta conmigo-dijo Kaede saliendo de atrás de un árbol con la princesa en sus brazos-pero está muy enferma, por favor no la molesten, necesita ayuda médica inmediata
-Es por eso que yo me adelantare con ella-dijo Kikyo-espero que entiendan mis razones
-No te preocupes, Kikyo, prometo llevarlos a casa sanos y salvo-dijo Bankotsu
-Cuento contigo-dijo la muchacha-vamonos, Sra Kaede, princesa Rin
Kikyo subió a su caballo y Kaede con Rin en otro. Se giró a ver al ejercito, parecía algo desilusionado. Se mordió el labio inferior, sentía que los había usado, pero no había tenido otra opción. Entre la multitud vio a Hoyo y cuando tuvo contacto visual con él le guiñó un ojo. Esa era la señal que hizo que el joven soldado se tranquilizara. Eso significaba que Kagome estaba a salvo
-¿Y los demás príncipes?-preguntó una voz antes de que Kikyo se fuera
-Se dirigen a toda velocidad a la frontera, intentarán detener la guerra que se ha levantado en sus nombres-dijo la joven
-¿No sería mejor ir con ellos? Para protección
-No. 4 personas solas se mueven mucho más rápido que toda una multitud, sobre todo dentro del bosque-dijo Bankotsu
-¿4? Si la princesa Rin está con nosotros, ¿no deberían ser 3?
-Si, pero envié alguien de confianza a ayudar. No se preocupen, todo irá bien-dijo Kikyo antes de macharse a toda prisa
* * *
El galopar de los 4 caballos era lo único que interrumpía la soledad del bosque. Kagome cerró sus ojos intentando calmarse. Siempre le había temido a la oscuridad, sobre todo a la que se ve en medio del bosque. Aunque tenían las lámparas, el panorama seguía siendo tétrico. Miró hacía atrás como por quinta vez, estaba bastante tensa. No es que pensara en escapara, no a esas alturas y menos aun con todo ese sentimiento de rencor y necesidad de justicia que corrían por su cuerpo y hacían temblar sus brazos, simplemente estaba preocupada por Rin. Esperaba que Kikyo consiguiera ayuda a tiempo. Hizo que su caballo se acercara un poco más al de Sango, se sentía más tranquila con la princesa a su lado, en sus 7 días de encierro se habían vuelto bastante cercanas. Ya llevaban un largo trayecto, pero todos sabían que les quedaba mucho por delante, siempre inmersos en la oscuridad. Si salía el sol y ellos no habían llegad aún, significaría una baja considerable en sus posibilidades de victoria. Ninguno de los cuatro había dicho nada desde que empezaron el viaje, todos estaban expectantes a lo que podría pasar, los príncipes se preocupaban por sus padres y sus reinos, Kagome por Rin. Había mucho en juego, no podían fallar. Detener una guerra, sabotear un plan de conquista, prevenir tras asesinatos de monarcas y la muerte de miles de civiles, no era algo que se hacía todos los días. Ninguno estaba preparado para algo así, pero después de todo era una aventura, ¿no? Y a ellos les gustaban las aventuras. Siempre se quejaban de lo monótono en la vida de los palacios, ese era su momento para demostrar que podían hacer algo más que llevar una corona en sus cabezas, en el caso de los príncipes. Y en el caso de Kagome, esta sería su venganza, el legado que su padre le había dejado, la oportunidad de demostrarle a todo el reino de Ah Un que ella no era más que una victima de los rumores. Ellos, que no paraban de burlarse de ella y siempre la hacían blanco de sus bromas y rumores, ahora serían salvados de la tiranía por esa persona a la que tanto odiaban sin conocer. Por la Duquesa Kagome Higurashi.
Miró a su alrededor, los árboles empezaban a ser más escaso. Frente a ellos dos enormes montañas surgían en el horizonte.
-Ese ha de ser el valle-dijo Inuyasha-apresurémonos, el cielo empieza a aclararse
-Cuando lleguemos al valle dejemos que los caballos tomen un poco de agua y luego seguimos, será peor si no se recuperan un poco-sugirió Miroku
-Estos caballos tienen el sello del ejército real de Ah Un, están preparados para soportar-explicó Kagome
-Solo será un momento, no le hará daño a nadie-dijo Miroku acariciando el cuello de su caballo marrón
-Bien, solo un momento-indicó Inuyasha-luego iremos tan rápido como sea posible.
* * *
-¿Qué pasa, hijo? ¿No puedes dormir?-preguntó Inu Taisho
-Me preocupa que en esta guerra mucha gente muera en vano. No sé, siento que Naraku prácticamente nos forzó a recurrir a las armas, esto no le hará bien a ninguno de los cuatro reinos. Además de que Reinados extranjero podrían aprovechar la crisis y atacarnos, eso solo traería más problemas. Además, ¿Qué hay si Hirakotsu ya ha matado a Inuyasha y los otros? Todo esto no tendría sentido. Sigo creyendo que las cosas se hicieron demasiado rápido-dijo Sesshomaru
-Sabes, hijo, creo que el secuestro de tu hermano y la enfermedad de Izayoi te han alterado demasiado. Yo también creo que quizás debimos haber pensado un poco más las cosas, pero en situaciones peligrosas como estas no hay tiempo para pensar. Se debe actuar rápido y las opciones siempre son pocas. Era evidente que Hirakotsu quería inducir la guerra. No sé con que propósitos, y la verdad que estoy muy sorprendido. Conozco al rey de Hirakotsu, y parecía una persona que odiaba las luchas, pero la vida nos enseña que no todo es como parece. Tú hermano aún esta vivo, y los demás príncipes también, a Hirakotsu le conviene eso. Inuyasha está en algún lado, y lo vamos a encontrar. Por ahora deberías descansar, la guerra empezará en unas horas-dijo el rey de Tessaiga
-Si, esta bien. Lo intentaré al menos.
* * *
-Bien, ya hemos pasado el valle, aquí es donde me separo-indicó Sango
-Adiós, amiga, espero que cuando nos volvamos a ver ya haya paz-se despidió Kagome
-¡Dale su merecido a Naraku por mi!-exclamó Sango guiñándole un ojo
-Rápido, el sol está por salir-dijo Inuyasha
-Muy bien, adiós a todos. ¡Tenemos una guerra que detener!-declaró la princesa manteniendo el optimismo y dándole un golpe suave a su caballo emprendió la marcha hacía el campamento de su ejército
-Vamonos-dijo Miroku y ellos también se fueron
Kagome se adelantó un poco hasta llegar a la altura de Inuyasha. No se habían si quiera mirado desde que salieron, pero ya era hora de dejar de evitarse. Inuyasha frunció el ceño cuando notó la cercanía, Kagome parecía nerviosa. Quizás quería decirle algo. Miroku miraba expectante desde atrás.
-Qué quieres, niña. No me digas que estás asustada-dijo Inuyasha. Kagome tomó aire y abrió la boca para decir algo, pero él la interrumpió-Si vas a decir que vas huir ni me lo digas, solo vete y ya, evitemos retrasos
-Cállate, tonto, jamás te daría ese gusto. Vengo a proponerte una tregua. No más peleas hasta que terminemos con esto-sugirió Kagome. Miroku sonrió
-Me parece una decisión bastante madura para una niñita como tú, pero me agrada-dijo el príncipe de Tessaiga con arrogancia
-Una tregua también significa no provocar-apuntó Kagome, intentando controlarse
-Solo era un broma-rió el príncipe-ya, no te enojes, sin peleas, ¿de acuerdo? Pero eso si, cuando todo acabe tú y yo vamos a hablar, tengo muchas preguntas para ti
-Je, sinceramente, Inuyasha, no creo que salga viva de esta-murmuró Kagome perdiendo su mirada en algún punto del horizonte
Ninguno de los dos príncipes respondió. Era hora de ponerse serios.

Continuara... [auqnue no se cuando xD, na broma, broma]

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

si habra lemon
si lo escribiras tú
no, hubiera sido muy meloso, bah, me parece. Así es mas dramático xD
Si, muchas postdatas ¬¬
Si me llamas, vas tener que tener suerte, mi telefono anda cuando quiere xD
Y gracias a las dos por los comentarios!!
El 6 de febrero yo tengo una fiesta, porque te mueres cath??
Y no importa que le hijo se de Kouga, mientras lo crie Inu ¬¬

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Me perdí una conti xD, pero bueno, a veces creo que es mejor, por que así me leo de corrido y sin interrumpciones.

Ya salieron del castillo donde estaban prisioneros, genial!!! Pero sabes que no trago cierto personaje y le haces hacer cosas ¬¬ conste que no ofendo a nadie.

Por otra parte ya era hora de que se empezaran a comportan como adultos esos dos, aunque sea hasta el final. Bueno, al menos hablar y proponer que no haya peleas y aceptarlo ya es avance. Ahora a ver si lo cumplen xDDD

Amiga, bueno ya que andas con eso de que quieres aprender, te haré un comentario. No nada más está la onda de la ortografía y la gramática, sino también la estética. Pones todo muy amontonado y cuesta trabajo leer. Mi consejo sería que usaras el punto y aparte. Y que también separaras los diálogos, está difícil distinguir así como lo pones. Pero bueno, claro que tú eres quien escribe y quien decide cómo poner su texto, yo sólo sugiero.

Un beso amiguis, estaré esperando por tu siguiente conti y esperando también a que reaparezca el protagonismo de Naraku con alguna maldad digna de él!!!

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

*sarcasmo* Ah perfecto.. ¬¬
Simplemente perfecto..
LLEGE TARDE!!!!!!!
NO ES JUSTO!!!!
POR QUE SIEMPRE SOI DE LAS ULTIMAS EN ENTERARME DE LAS COSAS?! T^T
Puff... es la historia de mi vida en zerio!
Hoy llege tarde a la escuela.. en mi primer dia puedes creerlo!!!
Y luego.. el camion no llego a la hora de siempre y me toco caminar y pagar un taxi [Super caro por cierto!!] para llegar a mi casa.. puff

Si que tengo de la mala suerte..

.. bueno.. volviendo al fic xD
LA GUERRA YA EMPEZARA!!!
DEBEN DETERNLA!!!
Y mas le vale a InuYasha no hacerle nada a Kagome si no se las vera conmigo y todas las fanas que estamos detras xD *se ve detras de ella al monton de fanaticas con antorchas y esas cosas que parecen tenedores gigantes xD*

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Wooow CZ esta rarito xD

No lo revisé mucho porque se los queria traer lo antes posible.
Lamento la tardanza :S

Capitulo 12 “Plan de emergencia”

Cientos de soldados a cada lado del río, todos esperando la señal para atacar. Tres generales de un lado, uno del otro. Ese era el acontecimiento que había sacudido a los cuatro reinos en la última semana, la guerra iba a empezar
-No sabemos cual es el propósito de Hirakotsu con esta guerra. No sabemos que pasará después de esto. No sabemos que estamos buscando exactamente con esto-explicó el general de Kazaana al enorme ejército
-Solo sabemos que Hirakotsu ha secuestrado a nuestros príncipes, y eso ya es ir muy lejos-agregó el rey de Tessaiga
-Por eso tenemos que luchar y demostrar que nadie puede meterse con nosotros y nuestros príncipes sin salir herido en el intento-indicó el nuevo general de Ah Un
-Si Hirakotsu no quiere escuchar nuestro pedido de que nos devuelva a los príncipes, entonces tendremos que buscarlos nosotros mismos!-terminó de decir el general Tessaiga. Los soldados gritaron enérgicos levantando sus armas, aunque algunos no escucharan por la lejanía.
-¡Pero que algo quede claro!-dijo Inu Taisho deteniendo el aullar de los soldados-De momento nuestro objetivo no es invadir Hirakotsu, por ahora solo queremos que nos devuelvan a nuestros príncipes.
-Esto ya es personal…-susurró Sesshomaru situado en la primera fila.
-La guerra esta por comenzar-comentó Naraku batallando para ocultar su sonrisa de triunfo.
* * *
Estaban dejando atrás las montañas para empezar a adentrarse en la llanura. El cambio de relieve provocaba una serie ondulaciones en el terreno y las constantes subidas y bajadas les hacían perder algo de velocidad.
-No vamos a llegar-dijo Kagome agarrándose fuertemente de las riendas
-Debemos estar cerca…el río empieza a volverse más angosto, pronto estaremos en la parte menos honda-comentó Inuyasha.
Kagome chasqueó la lengua mientras los tres aumentaban el ritmo. Los caballos estaban cansados, pero aún podían correr. Se les sumó el galopar de un cuarto caballo a su derecha, se quedaron sorprendidos al ver a Sango del otro lado del río.
-¡Rápido, mi ejército ya no esta en el campamento, la guerra comenzará en cualquier momento!-les gritó Sango
-Si es que aún no ha comenzado-indicó Miroku pensativo. Un ruido los hizo mirar al frente. Era un ruido de guerra.
-Maldición…-susurró Inuyasha-deben de estar detrás de esa colina…
-Bien, debemos estar preparados para cuando lleguemos-dijo el de ojos azules
-¿Qué sugieres?-preguntó la princesa
-Kagome, antes dijiste que seguramente Naraku tendrá un soldado traidor que se encargará de matar a los reyes de Kazaana y tessaiga-recordó Miroku a lo que la azabache asintió-Entonces cuando estemos a la vista de la batalla, tú quédate en la cima de la colina e intenta divisar a los traidores, ¿crees que puedas darles con una flecha? Rin dijo que tú sabías usar muy bien el arco
-Yo me encargó de los traidores-confirmó la joven
-Bien, nosotros irrumpiremos en la batalla y buscaremos a nuestros reyes. Con suerte los soldados se detendrán sorprendidos al vernos, además de que ganaremos impulso al bajar la colina. Tendrás que estar muy atenta Kagome, los traidores podrían aprovechar la distracción para atacar-anunció el Miroku
-Preparados, aquí viene la colina-anunció Inuyasha.
-¡Puedo verlos!-gritó Sango, de aquel lado del río no había elevación
-Adelántate, Sango, detén a tu ejército-le dijo Miroku
La adrenalina les hizo temblar. Después de tanto prever y especular había llegado la hora de actuar. A medida que iban llegando a la cima Kagome tomaba más fuerte las riendas, preparándose para detener el caballo en tiempo. Pero su cuerpo se movió solo, ya que su mente quedó en blanco al ver la escena. Su caballo cabeceó al sentir la señal de que debía detenerse mientras Inuyasha y Miroku la rebasaban. Pensar que su padre habría vistos tantas veces escenas así y ella se quedaba petrificada al ver a un soldado atravesar a otro con su espada mientras la sangre se fundía con el agua. La lucha tenía lugar en medio del río, el agua apenas le llegaba a los rodillas en la parte más profunda, Sacudió su cabeza cuando una voz gritó “¡Reacciona!” en su cabeza, ese no era le momento de asustarse. Se preparó para atacar, solo quedaba encontrar el objetivo.
-¡Son los príncipes!-empezaron a murmurar los soldados, la lucha empezaba a detenerse
-No puede ser…murmuró-Mushin, se giró a ver al ejército enemigo y vio otro caballo abrirse paso entre los hombres-la princesa Sango también
El pánico invadió en Naraku al verlos, no sabía que hacer. Si los mataba los demás reinos se volverían en su contra, pero si no hacía algo rápido se sabría la verdad
-¿Qué creen que están haciendo?-bramó Inuyasha-Detengan esta maldita guerra, están atacando al enemigo equivocado!
-¡Inuyasha! Pero si tú…-murmuró Inu Taisho
-¡Naraku lo planeo todo!-gritó Miroku
-“¡El traidor!”-pensó Kagome al encontrar su objetivo-¡Miroku, detrás de ti!
El aludido se giró ágilmente para ver como una flecha se clavaba en uno de los soldados de Ah Un. El hombre se desplomo a un lado del rey de Kazaana, aun con su espada en alto. Uno de los conspiradores había caído, pero no sabían cuantos más quedaban.
-¡Detenlo, Naraku!-gritó Kagome amenazando a su rey con una de sus flechas

“Ten cuidado, un día Kagome ya no se quedará en las sombras temerosa de tus intimidaciones, y al igual que tu pueblo podría querer matarte. Quizás un día sea Kagome quien encabece una revolución”

-Kagome, que bueno volver a verte-dijo el rey sonriendo ingratamente-me temo que en este momento estoy algo ocupado, ¿Por qué no me esperas en el palacio?
-¡Detén a tus traidores o te atravesaré el pecho con una flecha!-exigió la joven
-Kagome, linda, por favor ¿A quien quieres impresionar? Tú no eres capas ni de matar a un esclavo
-¡Soy capaz de matar al asesino de mi padre!
-Linda, tú padre se suicido, no hubo ningún asesino
-¡Fue todo tu maldita culpa! ¡Te aprovechaste de él y terminaste matándolo! Ahora planeas traicionar a tus aliados y someter a la fuerza a Hirakotsu, ¡Detenlo todo o te juro que dispararé!-exigió
-No se de que hablas-balbuceó el acusado
-No mientas, se puede ver que estas sorprendido. Mi padre se suicido, es verdad, pero quede yo para terminar lo que él empezó! Antes de morir me envió una carta contándomelo todo
-Ella no será la única que intentará matarte si no detienes esto-advirtió Inuyasha
-¿Alguien quiere explicarnos que esta sucediendo?-preguntó Sesshomaru
-Es muy largo de explicar, por ahora solo podemos decir que Naraku y su ejército son traidores-respondió Inuyasha
-Aquí la única traidora es esa niña que esta amenazando a nuestro rey, hay que matarla y seguir con esta guerra-gritó un soldado de Ah Un
-Yo también amenacé a Naraku, si la atacas a ella tendrás que atacarme a mi también-advirtió Inuyasha con dureza
-Jamás atacaría a un aliado, su alteza-musitó el soldado como si fuera obvio
-En cualquiera de los dos casos te asesinaré. Atacarla a ella es atacarme a mi-amenazó el príncipe de Tessaiga. Kagome se sonrojo desde los alto de la colina, no estaba acostumbrada a ese tipo de protección.
-El objetivo de esta guerra era recuperar a los príncipes, si ellos están a salvo la guerra ya terminó. Lo que nos queda aclarar es la acusación de traidor de Naraku-dijo Sesshomaru mirando a su hermano en busca de respuestas
-Maldición…otro más…-susurró Kagome-¡Sango!
El segundo traidor cayó, confirmando la teoría de Naraku. No podría moverse libremente teniendo a Kagome con su puntería perfecta en esa colina vigilándolo todo. Se encogió de hombros y cerró los ojos en un suspiro.
-Si, una vez leí algo sobre esto-dijo Naraku despreocupado
-¿Sobre qué?-inquirió el rey de Hirakotsu
-Mucho tiempo de asilamiento puede hacer que las personas empiecen a ilusionar. Intentan buscar respuestas y terminando delirando.
-Si eso fuera verdad, entonces solo nosotros deberíamos estar delirando, Kagome no tendría que tener nada que ver-cuestionó Miroku
-No, porque ella esta enferma. Kagome siempre ha tenido problemas, es una chica con mucha imaginación, por decirlo de la forma menos hiriente-explicó Naraku
-El único loco desquiciado eres tú, Naraku-acusó la azabache
-Vamos, Inu Taisho, Mushin, tienen que creerme-dijo el rey acercándose en un gesto de confianza
-Entonces porqué la princesa Sango esta con ellos-inquirió Sesshomaru
-Y donde esta Rin-preguntó Mushin
-¡Por qué es un traidor!-acusó Sango
-Nos secuestro a los 4 príncipes y también a Kagome por error-explicó Miroku
-¿No ven que están delirando? Si incluso han asesinado a 2 de mis soldados!-acusó Naraku avanzando un poco más-Si no me creen, pues entonces no me queda otra opción para probarles que no voy a traicionarlos. ¡Soldados, suelten sus armas!
El sonido de las armas al caer invadió la escena. Los príncipes y Kagome esperaban expectantes al próximo movimiento pero el resto solo se confundía cada vez más y más. Naraku miró a sus reyes aliados levantando sus manos con inocencia. Se giró a ver a su ejército como si se estuviera asegurando de que todos hayan acatado su orden, pero en realidad estaba buscando a su soldado de más confianza. Una mirada cómplice y un gesto con la cabeza fueron suficientes para que un nuevo plan de emergencia entrara en acción.
-¿Lo ven? Estoy siendo juzgado injustamente.
-Inuyasha, ¿quieres explicarnos?-dijo Inu Taisho en tono de regaño
-Lo único que hay que decir es que Naraku esta esperando la oportunidad para asesinarnos y mientras tanto esta intentando distraernos-respondió ácidamente
Un chirrido cortó el aire seguido de un débil grito de dolor. Kagome calló de rodillas sosteniéndose el estómago ensangrentado. Una flecha se colaba por sus dedos que apretaba con fuerza para intentar detener el dolor. Su caballo relinchaba a su lado, como si le incomodara la tensión del momento.
-¡Kagome!-gritó Sango
-¡No se muevan!-gritó la azabache al ver a sus amigos hacer ademán de ir hacía ella-Naraku intenta hacernos bajar la guardia, ¡Estén atentos!
-¡Entonces si eres un traidor!-acusó Sesshomaru
-Yo ordené a mis soldados que soltaran sus armas, ¿por qué creen que yo tengo la culpa de ese ataque?
-Yo lancé la flecha, mi rey-dijo un soldado al fondo aun con el arco en la mano-Amenazar al rey tiene la pena de mi muerte, esa insolente tenía que pagar
-¿¡Entonces por qué no me atacaste a mi también!? ¿¡Por qué la atacaste a ella que estaba indefensa!?-gritó Inuyasha empezando a perder la poca calma que conservaba
-Usted, príncipe, tiene inmunidad diplomática-explicó el soldado con voz demasiado apacible
-Maldito…-susurró Inuyasha como si estuviera a punto de saltar sobre ese hombre
-Inuyasha, cálmate-le ordenó su hermano mayor
-Pero ese bastardo-…-
-Cállate. Ve a ver como esta esa chica-le interrumpió Sesshomaru recibiendo por respuesta una mirada confusa-¡Que vallas! ¡No ves que esta herida!

Continuara...