A quien me recuerdas

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por DeboraAnabe, 3 Noviembre 2007.

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  1.  
    DeboraAnabe

    DeboraAnabe Guest

    Título:
    A quien me recuerdas
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    38
     
    Palabras:
    3623
    Re: A quien me recuerdas

    Los personajes que conforman esta historia no son míos y no pretendo ganar dinero con esta historia, solo es un pasatiempo, así que no me demanden, esta historia es hechas por una fan para fans. INUYASHAXKAGOME

    La clasificación de esta historia aun esta pendiente diría que es M

    A quien me recuerdas

    Inuyasha ha amado mucho a una joven mujer, al volver de un viaje se entera que ha desaparecido cegado por el dolor se niega al mundo, hasta que es necesitado por alguien tal vez con un destino mas miserable que el de el.

    Esta historia esta ambientada en la época antigua es decir, caballos carruajes, pero sin olvidar algunos objetos de modernidad, los primeros teléfonos, telégrafos , autos.

    “...” PENSAMIENTOS

    - DIALOGOS-

    &&&&& CAMBIO DE ESCENA

    /NOTA DE AUTORA/ N/A

    //// FLASHBACK////

    Capitulo XI: Bañera

    Kagome se encontraba caminando de un lado a otro pensando el modo de ayudar a Inuyasha.

    Se había comprometido a ayudarlo a recuperar la movilidad de sus piernas después de que por su culpa el Doctor Mioga se negaba a atender siquiera sus llamadas telefónicas, o darle cualquier tipo de consejos.

    Sinceramente no tenia idea el como hacerlo, claro que tenia experiencia en la atención de enfermos, pero la rehabilitación era algo completamente distinto, y lo peor era que el paciente no era nada paciente, todos los días le exigía que empezaran con la rehabilitación pero lograba contenerlo aduciendo que el, aun no se encontraba en condiciones, desde que había logrado desinflamar sus piernas y bajar su fiebre el muchacho le preguntaba cosas como si ella fuera medico, incluso se había negado a buscar un medico de otra ciudad argumentando que ella debía de saber lo suficiente para ayudarlo.

    Era injusto habría querido decirle la verdad a Inuyasha pero, se sentía muy bien que el la necesitara, incluso su relación había mejorado bastante podía decirse que hasta casi eran amigos, estaba segura que si le decía que no tenia idea de cómo ayudarlo el la apartaría de su lado.

    Aquella mañana Inuyasha la había acorralado nuevamente, le había exigido que empezaran el tratamiento sin falta el día de hoy, estaba tan ilusionado que nuevamente tuvo que mentirle, le sirvió el desayuno y se dirigió al pueblo supuestamente a recoger todos los elementos que necesitaba para el tratamiento, camino tan lentamente que una tortuga parecía un conejo a su par, eran las doce del día y aun no tenia la menor idea de cómo se realizaba los tratamientos de rehabilitación, al llegar intento nuevamente hablar con el señor Mioga y que el le prestara algún libro. Lamentablemente ella solo contaba con manuales de primeros auxilios que no servirían mucho en estas circunstancias.

    El Doctor prácticamente le cerro la puerta en la narices desoyendo completamente cualquier disculpa o argumento, el reloj avanzaba como rayo en menos de un santiamén las campanas del reloj del pueblo dieron las tres de la tarde, desolada sin esperanza alguna se sentó en los escalones de la iglesia, rogándole a Dios que cuando le dijera la verdad a Inuyasha el no la despreciaría, pero en que estaría pensando cuando urdió tamaña mentira, aunque una voz en su cabeza la disculpo aduciendo que ella prometio ayudar al muchacho pero en ningún momento dijo que supiera como, el momento de alivio duro un par de segundos cuando al observar la iglesia se topo con la mirada acusatoria de la Virgen que parecía recalcarle que tampoco ella había echo demasiado para desmentir nada.

    Continuo cabizbaja, hasta que...

    - ¿Como esta señorita Kagome, hace un bonito día verdad?- ella apenas levanto la cabeza casi de mala gana, era Hoyo.

    - Pues si – fue todo lo que logro decir estaba sin fuerzas, tan desanimada que solo quería estar sola.

    - ¿Señorita, se encuentra bien?

    - Si- dijo apoyando su cabeza con desgano sobre sus manos.

    - ¿Por qué, no lo parece? ¿Sufre usted algún dolor?

    - No- suspiro.

    - ¿Quizás algo emocional?

    - No, no tengo nada

    - ¿Tal vez una mala experiencia en el amor?- por dios es que este muchacho no sabia ser mas inoportuno, quizás la convivencia con alguien tan exasperaste como Inuyasha estaba cambiando su carácter, pero que ganas tenia de decirle a Hoyo que se callara y se metiera en sus asuntos.

    - ¡Oh! ... creo que he dado en el clavo, no es así- ella no miro algo impaciente – Pues no se preocupe mas – dijo con su sonrisa mas amable- Aquí tengo el mejor tónico para la tristeza- le entrego a Kagome un envase con un liquido verdoso

    Reunió toda la paciencia que le quedaba y sonrío con amabilidad a lo que el joven respondió con un sonrojo y con el ofrecimiento de mas productos naturales.

    Esta arrepentida de haber sonreído lo único que había provocado es que el, comenzara a explicarle las propiedades de la cebolla el bróculi etc. ... si pudiera abría salido corriendo, pero el tan solo penar el tener que enfrentarse al ojidorado le revolvía las entrañas, ya podía escuchar sus insultos.

    - Por ello es que es tan necesario el consumo de zanahoria, por que la vista...

    Kagome lo observo un momento mas algo cansada y cuando iba a pedirle amablemente que se retirara un hombre paso cerca de allí.

    - ¿Cómo esta Doctorcito?

    - Muy bien Señor Koma dígame, como va su reuma.

    - Excelente esas plantas suyas son milagrosas.- contesto el desdentado anciano.

    La mente de la muchacha se encontraba en la estratosfera, pero bajo en picada al escuchar “Doctorcito”, “Plantas Medicinales”.

    - Soy una tonta- Hoyo le sostuvo la mirada un momento y comenzó ha hablar sobre que cerebro de la mujer era un poco mas grande que el hombre y por ello nunca podría ser tonta, las charlas de Hoyo era irrelevantes la mayor parte del tiempo pero sus ojos se iluminaron de alegría a recordar al recientemente titulado “Doctor” Akitoki Hoyo ¿Cómo podía haber sido tan tonta para olvidarlo?.

    Si eso era, volvió su mirada un momento mas a la iglesia y le agradeció al virgen que Hoyo fuera medico, estaba segura que el le ayudaría.

    &&&&&&

    Lamentablemente sus esperanzas duraron poco, al llegar al consultorio del doctor Hoyo solo encontró un viejo camastro, plantas, flores, libros de homeopatía, un par de pollos pago por alguna de sus consultas y muchas ilusiones de revolucionar la medicina con curas naturales pero nada de teoría científica.

    - Perdón por no poder ayudarla señorita pero como le he explicado no he tenido la oportunidad de especializarme en eses tipo de casos.

    Se negaba a perder las esperanzas.

    - esta seguro, ¿Pero usted debe saber algo sobre el funcionamiento de las piernas?

    - Bueno se que debe moverse una primero y la otra después para no caerse, se lo digo por experiencia.- Kagome no sabia si reír o golpearlo, realmente no estaba para bromas.

    Hoyo noto su semblante desanimado, siempre anhelo el día en que Kagome correspondiera a su cariño, tuvieran muchos hijos y una vida feliz así que hizo un esfuerzo.

    - Bueno todo lo que se de traumatología es que las piernas soportan cuatro veces el peso de nuestro cuerpo por lo que es importante mantener el peso ideal para no perjudicar nuestra articulaciones. Aunque en un caso como el que usted me plantea el tratamiento resulta crudo es necesaria la aplicación de electricidad y movimientos bruscos para que el músculo no se atrofie y las articulaciones no pierdan la movilidad.

    - Esta seguro que no existe otro tratamiento, no se por ejemplo los,. masajes- insistió

    - Desearía ayudarla mas pero la única manera de que pudiera rehabilitarse es si pudiera mover las piernas sin cargar el peso de su cuerpo, el masaje es bueno luego de cada sesión, pero me temo que la única manera es que pudiera flotar o volar.

    - Ah, entiendo- suspiro.

    - Pero estoy seguro que el doctor Mioga la ayudara el tiene mayor experiencia en el campo- contesto afablemente.

    Bien era oficial sus esperanzas habían muerto, saludo levemente al Hoyo y emprendió el regreso a casa.

    Se dirigió lentamente rumbo a la mansión realmente no quería llegar, paso por un pequeño riachuelo y observo a varios niños jugar con barquillos de papel y nadando cerca de la orilla, de pronto la embargo la nostalgia por su infancia ojalá pudiera cambiar su lugar por cualquiera de ellos, es mas fácil lidiar con los problemas cuando eres niño y tienes la capacidad de convertir la rama de un árbol en una espada.

    Apoyo sus manos en la baranda del puente y soltó un profundo sus piro, el observar a estos niños, tan inocentes era un bálsamo para su conciencia.

    - Mira como flota- dijo un niño

    - No el mío flota mas y además lleva pasajeros- dijo otro que había puesto un grillo sobre su barco de papel.

    El agua era tan clara y tan poderosa, aun podía recordar el año pasado cuando arrastro el gran roble que esos niños utilizaban ahora para cruzar del otro lado del río.

    Las palabras de los niños resonaron en su cabeza “el mío flota mas”, “flota”

    - Eso es- se dijo mientras corría nuevamente hacia el pueblo, debía de ver al herrero ahora.

    Ya sabia como rehabilitar a Inuyasha sin que doliera tanto, ya tenia la justa idea todo gracias a Hoyo y los niños.

    &&&&&&&&

    - ¡Pero donde diablos esta esa Mujer!-

    - Ten paciencia Inuyasha, ya volverá.

    - que tenga paciencia ¿dices?, esa embustera dijo que regresaría “en un momento”- trato de imitar su vos pero fracaso.

    - No sabes imitar voces.

    - ¡Feh! Eso que importa el caso es que ya debería de haber llegado, no se como pude confiar en ella.

    Miroku medito un momento lo mejor era intentar hablar a favor de la señorita para que su amigo se calmara.

    - Escucha tal vez la señorita esta aprovechando para visitar a algún novio, no se quizás.

    - ¿Ella tiene novio?

    - O bueno amigo especial o pretendiente quizás, bueno la señorita Kagome es una joven hermosa algo baja pero de generosas curvas y con unos labios como para cometer un crimen. El discurso de Miroku iba a ser interrumpido por un nuevo objeto arrojado por cierto furibundo muchacho pero fue ágilmente esquivado por un muy ágil Miroku.

    (N/A: Miroku si esa es tu ayuda ojalá nunca tengas que ayudarme)

    - Pero que te ocurre acaso te moleta que tenga pretendientes.

    - ¡Claro que no!- dijo con fervor- lo que me molesta es tu libidinoso comportamiento.

    - Libidinoso dices, pues yo no le veo nada de malo a decir la verdad es mas a varios hombres en el pueblo apoyan mi punto de vista.

    - A si, ¿quienes?- Inuyasha intento controlar la ira que lo estaba poseyendo.

    - Bankotsu, Hoyo, Kouga hasta me animaría a decir que si ella quisiera nuestro joven párroco renunciaría a sus votos gustoso.

    - Por favor no digas estupideces, yo no creo que Kagome sea tan insensata de involucrarse con ese pichón de policía, ese repugnante niño rico, ese mediquillo de pacotilla ni mucho menos ese cura que parece mas una mujer con esa faldas.

    - Pues la he visto actuar muy amable con ellos tres.

    - ¡Bah! Cállate quieres- y con eso dio por terminada la conversación pero aun así no pudo evitar sentir una horrible opresión en la boca del estomago al pensar en que Kagome estuviera con cualquiera de esos inútiles, simplemente la idea le repugnaba.

    De pronto se escucharon potentes pasos en el pasillo, era Kagome quien llegaba completamente agitada al parecer había alguna maratón que no se les había informado.

    - Hasta que al fin llegas Mujer-

    - Bu..en..o es...q.ue el H..oyo el... he..rre.ro y la ba...ñ..e.ra- ella intento hablar pero debido a la carrera sus palabras salían atropelladamente.

    - Esta bien respira bien y luego habla- hablo Miroku – ahora dime que actividad te dejo tan agitada y que tienes que ver el Joven Hoyo, el Herrero y un tina- dijo con picaría mirando a su amigo.

    No sabia por que pero de pronto las insinuaciones de Miroku le resultaban sumamente irritantes, muchas de ellas tal vez eran bromas para provocarlo pero, esto era inaudito si ella era capaz de hacer algo con un hombre en una tina el la encerraría bajo siete llaves custodiada por Shikon y Hanyo hasta que el ... – “¿Hasta que yo que..?”.- se pregunto a si mismo, no entendía que rayos estaba pasando con el, pero no le estaba gustando nada, esa muchacha no era nada suyo y el no tenia derecho- “claro que tengo derecho”- dijo otra vez su voz interna “Soy su jefe y eso me da todo el derecho”

    Satisfecho con sus pensamientos se dispuso a pedir explicaciones a Kagome sobre sus actos y palabras, por su bien seria mejor que le convencieran o la encerraría.

    La mujer exhalo profundamente.

    - He traído lo necesario para tu rehabilitación Inuyasha, esta en el patio trasero.

    &&&&&&&

    Inuyasha no pareciera muy convencido de salir, le molestaba enormemente tener que valerse de esa maldita silla de madera, pero cedió y su sorpresa fue mayúscula al ver una gigantesca tina de baño forjada en acero.

    - ¿Así esta bien señorita?- hablo Totosay el Herrero quien junto con ayudante la estaban llenando de Agua .

    - ¿Qué significa esto Kagome?- el ojidorado parecía mas que sorprendido

    - Ya veras, ¿confías en mi?- Sin pensarlo demasiado el asintió, realmente confiaba en ella.

    - Bien, Disculpa Miroku podrías prestarme una camisa y un pantalón que tengas en desuso.

    - Miroku asintió no sin antes mirar a su amigo preso de la curiosidad.

    - ¿Y tu Inuyasha tienes traje de baño?.- El asintió – Perfecto póntelo.

    &&&&&&&&

    Al cabo de un rato se encontraban nuevamente en el patio los tres habitantes de la casa los dos masculinos, no tenían idea del por que la muchacha se había vestido como caballero ni mucho menos el por que se descalzaba e ingresaba a la tina.

    Aunque Miroku ya tenia mas de una idea una menos santa que la otra.

    - Ven Inuyasha- ella le indico que ingresara a la tina.

    - Pero,... pero... - el estaba aun bastante confundido.

    - Dijiste que confiabas en mi- el asintió y con ayuda de Miroku lo ingresaron en la gran tina.

    Cuando el ingreso en la tina Kagome pudo verificar su teoría, el agua permitiría que moviera sus piernas sin soportar el peso de su cuerpo, como Hoyo le había dicho “ si pudiera mover las piernas sin cargar el peso de su cuerpo”

    Inuyasha se puso algo nervioso cuando Kagome comenzó a mover sus piernas en el agua, pensando que le dolería pero no fue así, el sonrío en complicidad a la muchacha al darse cuenta que realmente este tipo de ejercitación cumplía casi la misma función que aquella dolorosa. Por primera vez en mucho hizo algo con profunda sinceridad.

    - Gracias- ella lo miro algo sorprendida sus ojos estaban tan brillantes como las estrellas, - gracias Kagome. Ella en respuesta le regalo la mejor de las sonrisas.

    &&&&&&&&

    Kagome se encontraba como otros días y tardes en la bañera del patio con Inuyasha, lo sujetaba para que se mantuviera a flote y el movía las piernas en un principio necesitaba de ella para que las moviera pero, el ejercicio de tantos días y luego el masaje que le daba con hierbas medicinales lo ayudaban tanto que el podía sin ningún problema hacerlo.

    - Muy bien Inuyasha,... muy bien, sigue..., vamos ...solo... un poco. mas.

    - Es suficiente, estoy cansado y se me acalambran la piernas.

    - Sin excusas debes terminar una seria mas.

    - No quiero- era inevitable que Inuyasha se comportara muchas veces como un niño.

    Kagome lo penso un momento, y luego chasqueo los dedos en señal que había ideado algo.

    - Si terminas la serie te daré un premio- ella sonrío pícaramente

    El sintió un leve rubor en sus mejillas al observar su sonrisa, el día de hoy estaba hermosa tenia una camisa blanca con las mangas dobladas en los codos, un pantalón negro y su cabello recogido con un lápiz, se veía mas que bien, el recorrido que estaba haciendo sobre su cuerpo lo sobresalto se amonesto, trago duro y regreso a sus ejercicios.

    - Bien eso es todo, verdad que no era difícil- dijo ella con un amplia sonrisa que demostraba su orgullo por el.- Es mejor salir ya nos estamos poniendo como pasas.

    - Si claro- había un dejo decepción en su voz.

    - ¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal?

    - No- espeto algo molesto, ella lo observo un momento sin comprender el motivo de su cambio.

    Kagome sonrío y estando aun el sentado en la tina ella apoyo ambas manos al lado de sus piernas, el movimiento hizo que su camisa comenzara a empaparse y transparentarse.

    - ¿Quieres tu premio?

    Inuyasha trago con fuerza, y asintió lentamente.

    - Que bien...- dijo mientras se acercaba lentamente a Inuyasha para luego morder su labio inferior.

    El la empujo levemente , ante el imprevisto comportamiento, pero ella se abalanzo nuevamente y comenzó a besarlo con pasión, sentándose a horcajadas sobre el.

    El agua la tapo completamente y al incorporarse para tomar su cuello pudo observar detenidamente los maravillosos senos de Kagome quien lejos de sentir vergüenza lo incitaba para que la tocara, realizando movimientos circulares sobre el, que lo estaban volviendo loco, parecía que lo montaba.

    Por favor... por favor... Inuyasha, te necesito – su voz era ronca y suave

    Sus ojos se nublaron de deseo ante la entrega, no estaba muy seguro de que quería la muchacha, pero como que se llamaba Inuyasha Taisho se lo daría.

    Preso de la pasión comenzó a besarla y acariciarla con desenfreno se estaba incendiando de placer y esa hoguera era alimentada por los gemidos de Kagome. Una hoguera que consumía su cordura como papel con gasolina.

    - Inuyasha, ... Inuyasha,... por favor , ...Inuyasha- jadeaba

    - ¿Estas bien Inuyasha?.

    Inuyasha se incorporo en la cama estaba empapado de sudor, Kagome se encontraba a su lado, vestida con la ropa que utilizaba para asistirlo en la bañera, una camisa obscura y unos pantalones de caballero, estaba aun un poco confundido.

    - ¿Estas bien Inuyasha?.

    - ¿Que ... que paso?- observo a la muchacha con su usual mirada de inocencia.

    - No lo se parece que tenias un pesadilla, te retorcías, parecías muy afectado.

    Inuyasha se dio cuenta que había estado soñando estuvo a punto de dar un grito de frustración y se cubrió inmediatamente hasta el cuello al darse cuenta de su estado de excitación.

    - Te sirvo el desayuno y empezamos-

    El negó y se excuso diciendo que quería dormir un poco mas, ella corrió las cortinas para que no llegara el sol y se retiro. Realmente necesitaba un momento a solas no entendía por que había tenido ese sueño con ella, estaba confundido. ¿A caso sentía algo por ella? ¿Alguna clase de atracción?

    Luego de meditarlo un momento se dio cuenta que tal vez había soñado con ella por que desde el accidente no tenia mujer y como Kagome era la mas cercana entonces su mente había ideado esa ridícula fantasía, si.. no podía ser,... el nunca se fijaría en Kagome Higurashi como mujer o si?


    CONTINUARA....


    N/A: Primero que nada una disculpa a todos por la demora la razón es por que tuve un par de días algo ocupados y le encargue a mi hermana “Gruñilda” que si por favor me lo podía subir, lo grave en el IPOD, se le borro y dice que se le olvido decirme, me entere por que alguien me envío un mail, a si que tuve que reescribir el capitulo y perder lo que ya tenia del siguiente, eso me enseñara a no encargar nada a mi hermanis, bueno así es la vida.

    Les agradezco a todos aquellos quienes se toman el trabajo de leer y comentar mi fic ESPECIALMETE A Perri 2006 muchas gracias por las correcciones, Maritza simpre tan linda con tus comentarios muchas gracias, Merlina a ti tambien tus correcciones me vienen de diez espero sus correcciones por que este capitulo me salio a la carrera, Kannome_chan eres mi salvadora sin ti no me habria enterarado que mi hermana no habia publicado mi fic muchas gracias.

    Muchas gracias a todos por leer y comentar mi fic.

    Ya saben cualquier duda, corrección, etc. me lo hacen saber.

    DEBORAANABE
     
  2.  
    Tirabuzones

    Tirabuzones Usuario popular

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    Pluma de
    Escritora
    Re: A quien me recuerdas

    Hola Debora:

    Me gustó muchísimo la continuación,

    sobre todo al parte en la que Inuyasha

    tiene esa "pesadilla" llamemosla así. Es

    que me encantan esas partes, no puedo

    evitar, tengo las hormonas alteradas jojo.




    Buen, aparte me encanta el comportamiento

    inocente de Kagome, se parece bastante al de

    la serie, pero el la serie su caracter mola mucho

    más, ya que es más parecido al de Sango.




    Bueno, espero que dejes pronto la continuación,

    ya que em encanta que sean tan seguidas y tan

    largas.



    Adiós.


    . _ .~: Perri :~. _ .
     
  3.  
    ...collet...

    ...collet... Guest

    Re: A quien me recuerdas

    hola soy nueva, y he estado leyendo tu fic estos ultimos dias...


    SIMPLEMENTE ESPECTACULAR, TE FELICITO ESE INUYASHA ESTOY QUE ME METO AL FIC Y LE DOY UNOS GOLPES PARA QUE APRENDA, UYYYYYYYYYY!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! POR PERVERTIDO Y POR ESTUPIDO

    CONTINUALO PRONTO O VERAZ A UNA MUCHACHA DE DE CABELLOS CASTAÑOS DE MIRADA QUE DICE "TU FUISTE!!!" Y VESTIDA DE NEGRO CON UNA PALA Y UNA LÁPIDA "AQUI YACE DeboraAnabe Q.D.E.P."

    muajajajajaja

    no en serio dale esta muy bueno continualo prontitoooo n_n
     
  4.  
    merlina

    merlina Guest

    Re: A quien me recuerdas

    Hola!!!!
    Bueno es verdad que te demoraste un poco, pero no importa, ya que eres una de las pocas escritoras que eres regular en subir continuaciones. Y con respecto a lo errores solo estan los ortográficos, que son más que nada los tildes en los pronombres, porque no es lo mismo:
    -el (articulo) -él (pronombre)
    Y con respecto a la historia ¡¡¡ te está quedando muy bella!!!, bueno no es muy lindo que Inuyasha se excite en un sueño, pero es lo que hay xD. Espero la próxima continuación con intriga. Cuídate mucho.
    bye...
     
  5.  
    May_Chan

    May_Chan Guest

    Re: A quien me recuerdas

    k buen fic
    ta mui interesante
    lo e leiido completito i me a guzztado muxo
    aunk extraño k salga sango xD
    bueno ezzpero con anzziiazz la camti
    bye
     
  6.  
    :_maritza_:

    :_maritza_: Guest

    Re: A quien me recuerdas

    hola esta vez si note algunos errores, creo que es por el apuro, supongo, espero que la sigiente llegue rapido, realmente soy fanatica, emmm.... creo que soy la ultima en comentar jeje, pero bueno no he tenido tanto tiempo como quisiera, con respecto al fic.... cielos! bueno.... creo que soñar no le cuesta nada a inuyasha, de eso tambien se vive, pero personalmente con la actitud ue kagome tiene dudo que sea de esa manera como realmente pasen las cosas, y este inuyasha va a tener que afrontar que la chica le esta gustando tarde o temprano (como es tonto y necio mas tarde que temprano)

    bueno no tengo mucho mas que decir, tienes todo mi apollo espero que sigas pronto!!!!

    se despide con todo su cariño..................yo
     
  7.  
    DeboraAnabe

    DeboraAnabe Guest

    Título:
    A quien me recuerdas
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    38
     
    Palabras:
    5989
    Re: A quien me recuerdas

    Los personajes que conforman esta historia no son míos y no pretendo ganar dinero con esta historia, solo es un pasatiempo, así que no me demanden, esta historia es hechas por una fan para fans. INUYASHAXKAGOME

    La clasificación de esta historia aun esta pendiente diría que es M

    A quien me recuerdas

    Inuyasha ha amado mucho a una joven mujer, al volver de un viaje se entera que ha desaparecido cegado por el dolor se niega al mundo, hasta que es necesitado por alguien tal vez con un destino mas miserable que el de el.

    Esta historia esta ambientada en la época antigua es decir, caballos carruajes, pero sin olvidar algunos objetos de modernidad, los primeros teléfonos, telégrafos , autos.

    “...” PENSAMIENTOS

    - DIALOGOS-

    &&&&& CAMBIO DE ESCENA

    /NOTA DE AUTORA/ N/A

    //// FLASHBACK////

    Capitulo XII: Confusión.

    Luego de meditarlo un momento se dio cuenta que tal vez había soñado con ella por que desde el accidente no tenia mujer y como Kagome era la mas cercana entonces su mente había ideado esa ridícula fantasía, si.. no podía ser,... el nunca se fijaría en Kagome Higurashi como mujer o si?

    &&&&&&&

    - ¿Y ... que piensas?

    - Bueno Inuyasha eso que me cuentas es muy delicado..., lo mejor será comprobarlo.- Miroku se giro hacia la cómodo y comenzó a esculcar los cajones de Inuyasha.

    - ¿Comprobar que...?- se incorporo un poco en su cama y siguió con la mirada a su amigo- ¿Qué buscas?

    - ¡Eureka! - sostuvo una camisa blanca entre sus manos y sonrío triunfal.

    - ¿Qué haces con mi camisa?

    - Pues es lógico ¿no?

    - ¿Que es lógico?- su mirada era de completa confusión y algo de molestia.

    - Pues tu sueño- acerco su nariz a la camisa y aspiro profundamente, el rostro de Inuyasha aun mostraba confusión – Esta camisa es perfecta se la daré a Kagome de inmediato.

    - ¿Para que?

    - ¿Cómo, para que?, se la ponemos y vemos si se transparenta con el agua.

    - Miroku tu... tu ... eres un...¡¡¡¡¡Idiota!!!!- Inuyasha esta rojo como la grana y terriblemente furioso- Te cuento algo seriamente y tu todo lo tomas por el peor lado ¿qué clase de amigo eres?

    - Oh,... vamos Inuyasha lo que me contaste carece completamente de seriedad, solo fue un sueño.

    - Un sueño,.. solo un sueño dices, ¡Feh! ..Ya lo sabia, eres un Idiota no entiendes nada, ella es casi mi cuñada no puedo tener esa clase de sueños con ella.

    - ¿Cuñada?, por dios ni si quiera te casaste.

    - Pues como si lo hubiera estado, Kikio fue es y será la única...

    - Ah, ¿si?- Miroku le dedico una mirada llena de malicia- pues entonces debe ser tu doble, el que andaba con Asumí, Cera, Josefina, Martina, Giba, la Americana esa, su tía, su madre, por Dios Inuyasha creo que anduviste hasta con su abuela.

    - Eso no es lo mismo, ellas solo eran algo físico, era todas hermosas, sabían que lo nuestro era algo temporal, cuando estaba con ellas siempre pensaba en Kikio a quien solo podía tener en sueños y ahora esa intrusa se mete en ellos, ¡no se, para que te cuento!, esta visto que no entiendes.

    - ¿Qué es lo que no entiendo? ¿Ah? Que posiblemente te interese la señorita Kagome como algo mas que el blanco de todos tus insultos, o quizás que ni si quiera, quieres pensar en la posibilidad que alguien decente se fije en ti por que ¡ah!,.. por que has decidido guardar luto a alguien a quien ni siquiera llegaste a desposar, por favor Inuyasha.

    Inuyasha se movió incomodo en la cama y se giro hacia la pared completamente molesto.

    - Bien ahora ignórame o has lo que quiera, pero déjame decirte una cosa, la señorita no se metió en tus sueños, esos son solo tuyos, y no necesariamente significa que la ames, tal vez significa que tu mismo subconsciente esta exigiendo que sientes cabeza de una vez y dejes esa vida de perdición y de alcohol.

    - Pues mira quien habla ahora “el muerto se ríe del degollado”

    - No me río de ti, ..Inuyasha se muy bien cuales son mis faltas, pero se muy bien que no quiero esto para siempre, yo... anhelo lo que cualquier hombre una esposa, hijos una casa con cercas blancas no se, ...estoy seguro que tu también.

    - Yo no, quiero nada de eso – se acostó y tapo hasta la cabeza- y ahora que lo pienso la noche antes del sueño esa niña me atiborro de esa horrible comida suya, ese debe ser el motivo de esa pesadilla.

    Miroku meneo la cabeza – Eres un infantil, escucha- se sentó en cama y puso la mano en el hombro de su amigo- esconde la cabeza cuanto quieras, tal vez tengas razón y no sientas nada por ella, pero amigo... debes superar lo que te paso no eres el primero, no seas cobarde, actúa como hombre y levántate, eres una buena persona por mucho que te emborraches y te pelees en cada cantina alguien lo descubrirá, se enamorara de ti y quien sabe le correspondas pero nunca lo averiguaras si actúas de esta forma.

    Inuyasha se movió en la cama como buscando apartar su mano.

    - Aaah,... no puedo contigo, muy bien ya me voy, tu padre quiere que le envíe un informe sobre los movimientos de la exportadora, al parecer quiere visitarnos antes de lo esperado – Inuyasha se movió una vez mas y emitió un gruñido- descuida yo me ocupare, pero tarde o temprano debes hacerte cargo de tu negocio, no me gustaría que tu padre te desheredara, si no quieres arreglar tu vida por ti , hazlo por tu familia que aun confía en ti.

    No recibió respuesta alguna, se levanto de cama, se dirigió a la puerta de la habitación y luego de abrirla soltó un ultimo comentario.

    - Por favor no te lo tomes con la señorita, ella no tiene la culpa de formar parte de tus fantasías, ah y si cambias de opinión, la camisa esta a los pies de la cama, estoy seguro que ella se vería mas que exquisita aun sin el agua escurriendo, sobre su cuerpo.

    Al cerrar la puerta pudo sentir claramente como alguien arrojaba un prenda contra la puerta, no pudo evitar una sonrisa algo triste – Amigo, eres un tonto...

    Al girarse se topo con Kagome quien se dirigía a la habitación de Inuyasha con una charola en las manos con café humeante, pastel de cerezas recién horneado y jugo de frutas.

    - Bueno días joven Miroku, ¿gusta desayunar? – el asintió- bien tan solo le dejo esto a Inuyasha y estaré con usted en la cocina. – respondió sonriente.

    Antes de retomar su camino Miroku le sostuvo el brazo.

    - Disculpe señorita, pero creo que,.. no es buen momento para llevarle nada a Inuyasha , el .. bueno ..el quiere estar un momento a solas.

    - Le ocurre algo malo- su rostro ensombreció de preocupación.

    El negó con la cabeza - Nada de eso, es solo que a veces es bueno estar solo para meditar sobre nuestra vida ¿no cree?.

    Ella compuso el rostro, mostró una amplia sonrisa aunque no pudo evitar mirar hacia la puerta tras la cual se encontraba su querido Inuyasha, - “ojalá pudiera hacer algo por ti”- penso.

    Miroku la observo un momento mas, ella se giro a el.

    - ¿Y que quiere desayunar?

    - Pues ese pastel se ve delicioso, ni se diga el café, aunque no me vendrían mal un par de huevos con tocino , ah... y tal vez un par de panqueques con moras.

    - ¿El día de hoy no tiene demasiado apetito? – pregunto sonriente.

    - En realidad me estoy cuidando para las damas, un hombre con barriga no es muy atractivo- ella sonrío y se encamino a la cocina.

    Miroku se detuvo un momento tras ella, dirigió una mirada a la puerta de su amigo y a la espalda de Kagome quien comentaba algo del clima, - No tienes idea de lo afortunado que eres Inuyasha.- comento para si mismo.

    En verdad muy afortunado, el cariño que Kagome le profesaba a Inuyasha era un secreto a voces, para quienes la conocían.

    &&&&&&&&

    Inuyasha permanecía aun bajo las cobijas, “escondiendo la cabeza” como había dicho Miroku, realmente esperaba que el tiempo se detuviera y pudiera permanecer por siempre así,.. oculto de la realidad de una realidad que cada día era mas innegable, estaba superando la perdida de Kikio, pero ¿cómo había ocurrido? ¿en que momento su pecho había dejado de doler?, tal vez al fin había dado fruto su intento de ahogar las penas en alcohol, si... debía de ser el alcohol, tenia que ser el alcohol.

    Ya no le perturbaba tanto el sueño casi erótico, que había tenido noches atrás los que mas le perturbaban eran los que le siguieron, “Inuyasha esta de pie frente al gran árbol, donde solía encontrarse con Kikio, un gran y viejo árbol de cerezos, adoraba besarla bajo el sobre todo cuando florecía, la imagen era casi de otro mundo, el esperaba a Kikio quien lo saludaba a la distancia, bajaba del caballo tomaba sus manos, se abrazaban, el viento comenzaba a soplar fuertemente, pasando de ser una simple brisa a un viento huracanado, los pétalos formaban un perfecto espiral que envolvían a Kikio el cielo obscurecía, la tierra comenzaba a temblar, ella gritaba cuando una fuerza sobrenatural la jalaba al fondo de la tierra – ¡¡¡¡Inuyasha!!!!,...¡¡¡¡ Inuyasha!!!!! – gritaba ella.

    - ¡¡¡¡¡Kikio!!!!!,...¡¡¡¡¡ Kikio!!!!!,¡¡¡¡ no te bayas,¡¡¡¡ no me dejes, Kikio!!!!...- lloraba desesperadamente, intentando alcanzarla pero sus pies estaban sujetos al suelo quería salvarla, siempre quería salvarla pero no podía.

    La ventisca cedía de repente y podía escuchar claramente como alguien lo llamaba.

    - Inuyasha,... Inuyasha...- primero se escuchaba a la lejanía luego se acercaba – ¿Con que aquí estabas?- dijo la voz, Inuyasha se encontraba bajo el árbol, pero no había rastros de la tormenta o Kikio.

    - Esta vez, no te escaparas, debes ayudar en el día de campo- continuaba la voz, era una voz dulce ,era una muchacha pero el sol era muy brillante, no podía ver su rostro solo podía ver su vestido un encantador vestido de color blanco, con mangas cortas abultadas un poco ceñido en la cintura con una hermosa cinta azul.

    -¿ Día de campo?- a la distancia podía observar un par de personas que pudo identificar como Sango y Miroku saludándolo, había un mantel grande con cuadros azules sobre el, un festín, todo tipo de comida, también podía escuchar risas, risas de pequeñines correteando por el prado.

    - Así es Señor..., día de campo y ni creas que harás lo de siempre- la mirada de Inuyasha era de estupefacción.

    - ¿Lo de siempre?- la muchacha puso los brazos en jarra.

    - Ni creas que jugando al amnésico, conseguirás escapar de ayudar, ahora ven- extendió su mano a Inuyasha- vamos Inuyasha todos nos esperan.

    Inuyasha se puso de pie, pero cuando ella lo soltó para caminar , el la sostuvo con fuerza logrando que ella se girara nuevamente a el.

    - ¿Qué ocurre?- pregunto

    El sostuvo la mirada seriamente, con un dejo de tristeza.

    - No me dejes- ella lo observo sin comprender- Por favor no me dejes solo, quédate conmigo- su mirada reflejaba un anhelo desgarrador.

    Ella le sostuvo la mirada sonrío con profunda ternura y en un acto inesperado se abrazo a el, recostando la cabeza en su pecho.

    - No te dejaría aunque tu me lo pidieras- Por primera vez pudo observar nítidamente su rostro era,.. era Kagome, la sinceridad de sus palabras lo dejo pasmado, tanto como el cálido beso que la muchacha deposito en su mejilla, momentos antes de tirar de el, rumbo al prado.

    Desde que Kikio había muerto la mayoría de sus sueños eran terribles pesadillas, ese quizás era uno de los motivo por los cuales se había volcado tanto a la bebida, la impotencia de no poder salvarla ni en sueños casi lo llevo al borde de la locura. Siempre terminaban con ella muerta o desaparecida y el allí solo..., gritando, casi no podía dormir mas que un par de horas salvo cuando estaba perdido de borracho, o por lo menos así era, cuando un par de noches atrás su sueño se había modificado, cuando caía de rodillas llorando solo, el sol comenzaba a brillar con fuerza y una muchacha se ofrecía ayudarlo dándole su mano, llevándolo hacia la luz, lo invitaba a comer, a pasear, otras veces a navegar en un bote, la sensación de su compañía lo gratificaba enormemente, siempre antes de despertar le daba una sonrisa, un abrazo, un beso, los lugares eran distintos pero la misma muchacha, siempre la dulce muchacha de ojos chocolate, Kagome.

    El sueño era agradable pero cuando lo analizaba, era casi como traicionar a Kikio, como traicionar su memoria, y eso no podía permitirlo, nunca lo permitiría una persona ama una vez en la vida, nunca mas , el seria fiel a sus recuerdos, a costa de lo que sea.

    Finalmente se incorporo en la cama lentamente movió sus piernas hasta colgarlas en el borde de la cama, tomo las ropas que Kagome había dejado para el y comenzó a vestirse.

    - No permitiré, que me arranquen tu recuerdo mi querida Kikio.- diciendo esto se impulso con la ayuda de los barrotes de la cama, una vez de pie lentamente se subió a la silla e impulso hacia la puerta.

    Necesitaba desesperadamente algo que lo distrajera que lo alejara de sus pensamientos, y ya sabia exactamente a quien recurrir.

    Se dirigió rumbo a su estudio, tomo el teléfono, giro la manivela y pidió a la operadora que lo comunicara con un lugar que era ya habitual para el.

    - Hola, Urasue... si, mucho tiempo... si ... claro... estoy bien... necesito que mandes a Kagura a mi casa,... por supuesto el precio es lo de menos...que te parece... hoy como a las seis... de la tarde... bien...gracias.

    Colgó, luego soltó una profunda inspiración, se sacaría esas ideas románticas a como diera lugar, no podía permitir que nada perturbara su patética vida, el quería ser miserable para siempre y lo conseguiría.

    Giro su silla hasta el gran ventanal de cortinas blancas que daba al jardín, era verano, el sol estaba radiante, pudo observar en el patio a Kagome jugando con Hanyo y Shikon, ellos saltaban sobre ella la tiraban al suelo y ella aun continuaba riendo, decididamente esta mujer estaba loca.

    - ¡Bah!... todas las mujeres están locas – se movió en la silla para retirarse de la ventana, pero se vio imposibilitado de hacerlo, un capricho se apodero de el, permitiéndose disfrutar de la imagen, un momento mas.

    Estaba casi dormido en la silla, sus pensamientos se habían dado a la fuga tan solo mantenía un débil contacto con el exterior por la ventana, Kagome continuaba jugando con los perros, pero ahora había extendido una soga en el patio, al parecer se disponía a tender la ropa.

    - “es que nunca te cansas, niña”- penso para si, aun observando desde el estudio, giro la cabeza de un lado a otro, se disponía a acomodarse una vez mas en la silla, vio a Kagome perder el equilibrio cuando uno de los perros se abalanzo sobre ella, provocando que cayera sonoramente en el suelo de tierra, pestañeo un momento esperando que se levantara riendo como hace un momento pero no ocurrió, sin pensarlo mas giro la silla y se dirigió al patio a toda prisa.

    La palidez en su rostro era la evidente señal, que al llegar al patio aun ella permanecía en el mismo lugar salvo que Hanyo y Shikon se había acostado a su lado.

    Avanzo lentamente con la silla por que el terreno no era apto para las sillas de rueda, los perros se levantaron y se acercaron a el, meneando la cola.

    - ¡Quietos!, ¡Sentados!- Los perros se sentaron de inmediato, avanzo hasta que entro casi sobre la muchacha que permanecía inmóvil en el suelo, sus ojos la escrutaron rápidamente buscando algún tipo de herida, pero por mas que busco no hallo ninguna, cuando su mirada se dirigió nuevamente a su rostro sus ojos dorados, se encontraron con los chocolates.

    - Buenos Días- dijo alegremente, aun recostada sobre el suelo.

    - ¿Qué demonios se supone que estas haciendo?- espeto con algo de rabia.

    - Solo admirando el paisaje.

    El levanto un ceja, - ¿Alguna vez te han dicho que estas loca?- Penso que se molestaría pero por el contrario, su sonrisa se hizo mas amplia estiro sus brazos y los puso tras su cabeza.

    - Ultimamente Sango, me lo dice todo el tiempo- le dirigió una mirada divertida- ¿Recuerdas a mi amiga?

    El asintió, como olvidar a la chica que podía vencerlo a la hora de probar la potencia de sus pulmones.

    - ¿Necesitabas algo?- pregunto mientras se incorporaba

    - ¿He?... si... digo no, .. te vi desde el estudio, cuando caía y quería saber...- el rostro de la muchacha se ilumino, casi podía competir con el sol.

    - ¿Te preocupaste por mi?

    No podía permitir que ella pensara que es se preocupaba por ella.

    - ¡Claro que no!... vine a cerciorarme que... que te hubieras hecho daño, así ya no tendría que lidiar con tu odiosa presencia.- al momento que esas palabras salieron de su boca se arrepintió, con todo lo que ella lo había ayudado, estaba seguro que se molestaría y le gritaría, cruzo los brazos sobre su pecho giro un poco la cabeza cerrando los ojos y espero la llegada del reclamo.

    Pero nunca llego ella permanecía en silencio lo único que se escuchaba era el canto de las aves, abrió los ojos y pudo observar con pesar que la sonrisa se había borrado de su rostro.

    - De verdad.. ¿te molesta .. mi presencia?. – Inuyasha iba a contestar que si, que ella era la causa de todas sus molestias pero en cuanto se enfrento nuevamente a ella ya no pudo ver su risa, solo una expresión de tristeza, que lo conmovió.

    - Claro que no, si me molestaras ya no estarías, aquí. – la expresión de ella cambio a una franca alegría, que provoco en Inuyasha un ligero cosquilleo en el estomago – “Bah, deben ser lombrices”- penso para si, se giro fingiendo estar molesto.

    - Sírveme el desayuno, que estoy muerto de hambre.

    Ella corrió un poco para darle alcance a la corta distancia que había recorrido, lo paso con una sonrisa.

    - En seguida, te sirvo- fue su ultima respuesta

    Le dedico una mirada al cielo, inspiro con fuerza, y la siguió a la cocina.

    &&&&&&&&&&&

    - Entonces Sango corrió, por toda la casa correteando al zorrillo, Jajajaja, mi tía nos castigo dos semanas, encerrándonos en una de las barracas, pero su ropa apesto por dos meses, tuvo que quemarla, jajajajajaja.

    Como siempre que Inuyasha se dignaba a desayunar en la cocina en compañía de Kagome le contaba historias de su infancia, que rayaban la locura, como siempre el parecía no prestar atención, pero siempre lo hacia en este momento pensaba lo divertido que debía de haber sido, jugar con alguien como ella, pero el no podía como muchos niños hijos de magnates, su educación había sido demasiado estricta.

    Su infancia solo le recordaba a los tutores y las lecciones. Pero lo que le llamaba la atención era que la vida de Kagome no fuera parecida a la suya, ella siempre hablaba de Sango, jamas de Kikio , hablaba de la cocina, las barracas, del día que aprendió a coser o cocinar o la vez que casi se cayo dentro de la gran olla de la cocina, pero lo que mas le llamaba la atención, eran los castigos, ella no parecía darse cuenta pero era muy grave que encerraran a un niño o lo dejaran parados toda la tarde en un rincón, ese no era un castigo propio de su clase, mas bien parecía el castigo que se le imponía a los sirvientes, lo medito un momento mas..

    - Oye Kagome, de verdad...- iba a preguntarle si en verdad la castigaban así, pero se vio interrumpido por el sonido de un motor, seguramente era Miroku.

    - Buenos Días- dijo una voz en la puerta de la cocina, pero no era Miroku.

    - Muy buenos días- contesto sonriente Kagome, comenzando a charlar con quien había llegado.

    - ¿Quién es Kagome?- al cabo de un rato no sabia que le molestaba mas el que estuviera siendo deliberadamente dejado de lado, o el hecho de que Kagome estuviera tan contenta con quien fuera que estuviera hablando.

    - ¡Kagome!- Kagome se volvió a el, sonrío.

    - Disculpa Inuyasha – abrió mas la puerta dejando ver a Bankotsu saludando.

    - Señor Taisho, se ve muy bien- se aproximo al ojidorado y le extendió la mano, que fue recibida de mala gana – Nos preocupamos bastante luego de su accidente, creíamos que no lograría sobrevivir, pero como dicen “Hierba mala nunca muere”

    - ¡Bankotsu!- amonesto Kagome – no deberías decir esas cosas.

    Inuyasha simplemente sonrío sarcásticamente e hizo una seña a la muchacha con una mano como diciendo que dejara que dijera lo que quiera.

    - Descuida Kagome, el Señor Bankotsu y yo somos “viejos amigos”, y entre amigo se dicen estas cosas, es mas lo mismo digo de ti.

    - Bueno no podría llamar a lo nuestro amistad, después de todo lo único que hacia era sacarlo de los bares cuando no podía ponerse en pie, para llevarlo detenido, mas bien diría que lo nuestro es una relación ... laboral – Inuyasha frunció el ceño este maldito quería tomarle el pelo- es mas el otro día realizamos una redada en aquel local, que usted frecuentaba y todos sus “amigos” de cantina preguntaron por Usted, aunque si quiere visitarlos deberá esperar el horario de visita, - Bankotsu se llevo la mano al mentón como meditando- pensándolo bien dada nuestra “relación” podría hacer una excepción por usted y permitirle que fuera cuando quisiera.

    No hacia falta decir que si las miradas mataran Kagome estaría parada frente a una masacre, estaba mas que claro que esos dos no se soportaban.

    - Oh pero que considerado de su parte Agente.

    - No soy agente, soy Jefe de Policía- espeto

    - Bueno Jefe, agente, es lo mismo ¿no? De todas formas debes lidiar con la simples tareas de policía común.

    - jajajaja, tiene razón, pero por lo menos lo que te tengo me lo he ganado, no soy ningún niño mimado que obtiene su dinero con papi.

    Inuyasha hizo el ademan de incorporarse y Bankotsu levanto los puños, Kagome se paro entre los dos.

    - Muchas gracias por la visita, Bankotsu pero si nos disculpas debemos comenzar con el ejercicio matinal de Inuyasha.- Kagome debía de parar aquello, la lengua de los contendores era igual de afilada, pero físicamente Inuyasha saldría perdiendo.

    El policía la miro bajo los puños tomo las manos de Kagome entre las suyas y antes de besarlas dijo.

    - Señorita no sabe como envidio a ese sujeto, ojalá yo hubiera caído por ese acantilado, para recibir el cuidado de esas dulces manos.- ella se sonrojo levemente e Inuyasha apretó tanto los puños hasta, que se volvieron blancos, algún día ahorcaría a ese maldito policía., finalmente Bankotsu se fue.

    - ¿a que vino ese sujeto?, si es algo tuyo no quiero ningún tipo de espectáculo aquí.

    - Oh,... no nada de eso, me trajo un mensaje del Padre Renkotsu – Inuyasha la miro como exigiendo una explicación mas completa – Mañana es el día en que festejamos a los niños de la casa hogar y bueno el padre quiere que vaya a ayudar- la mirada del muchacho era muy seria- pero le dije que no podía por que, bueno tu no puedes estar solo y...

    El finalmente suspiro, definitivamente esta muchacha era demasiado inocente.

    - ¿A que hora?

    El rostro de la muchacha se ilumino.

    - Entonces, ¿me dejas ir?. Por que tendría que ir hoy desde las cinco y mañana temprano hasta el mediodía.

    - Es por los niños, ¿verdad? – ella asintió- Pues entonces has lo que tengas que hacer.

    - Muchas gracias, Inuyasha- en un movimiento inesperado se abrazo a el, y lo beso en la mejilla, se separo muy rápido, sin percatarse de su sonrojo.

    - Entonces voy a preparar la tina, para que ejercites ahora- el asintió y la siguió con la mirada hasta que se perdió en el jardín.

    Era demasiado fácil hacer feliz a esta niña, su ceño se frunció levemente lo mejor es que ella no estuviera aquí cuando Kagura llegara, era lo mejor.

    &&&&&&&

    - Tranquilo amor, esto ocurre todo el tiempo

    - Pero nunca me había ocurrido a mi.

    Kagura era una meretriz muy conocida en varias ciudades, tanto por su belleza (labios carnosos, figura estilizada, elegancia), como por su destreza en las artes amatorias e Inuyasha formaba parte del exclusivo grupo que podían costear sus servicios.

    Llego el día anterior luego de que Kagome se fuera, pero por mas que lo intento parte de la noche no había conseguido excitarse, era como si su cuerpo no respondiera, acordó pagarle lo suficiente para que se quedara toda la noche, durmieron juntos y lo intentaron nuevamente por la mañana pero aun así, no pudo conseguirlo y eso lo llenaba de frustración.

    - No te preocupes amor, después del accidente que tuviste, es lógico que aun no te restablecieras por completo.

    Kagura se encontraba semidesnuda apoyada en la espalda de Inuyasha quien se encontraba sentado al borde de la cama con una expresión cansada y furiosa.

    - Corazón – ella continuaba hablando pero el no tenia ganas de soportarla.

    - ¡Ya cállate!, te digo que esto no tiene nada que ver con el accidente, por que si no hace unos días yo no...- se freno antes de decir que lo había conseguido días atrás con el sueño que tuvo con Kagome, pero prefirió guardárselo.

    - ¿No estarás insinuando que no soy suficiente estimulo para ti.?- dijo arrugando el ceño.

    Inuyasha negó con la cabeza después de todo a ella que le interesaba .

    - No, disculpa Kagura, no es culpa tuya, tal vez... tienes razón, últimamente la rehabilitación me deja demasiado agotado- la miro sobre su hombro- vístete, te pagare el servicio y además..

    - Si es por mi silencio, no te preocupes sabes que soy muy discreta.

    En realidad pensaba pagarle por hacer que perdiera una noche entera de trabajo pero, pagar por su silencio era mejor todavía, tal vez ella era muy discreta pero, con las mujeres nunca se sabia, ya suficiente tenia con cargar la cruz de borracho y peleador para además cargar con la cruz de impotente.

    - Da igual, pero...quien sea que te pregunte- dijo tomando un buen fajo de billetes del cajón del cajón, junto a su cama.

    - Ya se, ...no digas mas... eres un toro.

    - Esa es mi chica, ahora vístete.

    Ella lo beso apasionadamente y el la retuvo por un momento mas para ver si finalmente “aquello” respondía, pero no funciono, ella se vistió y salió de la habitación dejando a Inuyasha muy pensativo.

    Kagura camino por el pasillo hacia la sala.

    - Vaya este lugar se ve mejor que nunca, finalmente se decidieron a remodelar.

    Se sentó en uno de los sillones frente a la chimenea, de repente su estomago rugió, recordó que desde la mañana anterior no había probado bocado, se levanto rumbo a la cocina.

    Se escuchaban ruidos en la cocina, al parecer alguien preparaba el desayuno.

    - ¡Oh!... que bien al parecen finalmente, contrataron a un cocinero.

    Kagome se encontraba lavando los platos que habían quedado de la noche anterior, al parecer Miroku había intentado cocinar nuevamente, fruto de ello la cocina era un desastre, habían gran cantidad de platos tazas y ollas llenas de una mezcla que solo Dios sabe que seria, soltó una leve carcajada al imaginar a Miroku con un delantal y un pañuelo tratando de cocinar. Escucho sonidos provenientes de sala, estaba segura que solo podía ser Inuyasha, era aun algo temprano pero dadas las características de la cena de la noche anterior, debía de tener hambre, es una suerte que Sango aceptara cubrirla con el Padre Renkotsu, para que ella pudiera prepararle el desayuno a Inuyasha, la puerta de la cocina se abrió y ella volteo sonriente.

    - Buenos di...- su sonrisa se borro al ver a una muchacha ataviada con un elegante kimono.

    &&&&&&&

    Inuyasha aun permanecía en la habitación, sentado en la silla de ruedas parecía ausente, profundamente concentrado meditaba sobe muchas cosas, de pronto su estomago gruño, llamando su atención, se llevo la mano al vientre y recordó la desastrosa cena que Miroku había intentado cocinar, “Preparare Ostras” son “Afrodisiacas” dijo pero, no podría ponérsele ningún nombre a esa porquería pastosa y maloliente que había puesto en su plato.

    Ojalá, Kagome regresara al mediodía como prometio o el moriría de hambre, se pregunto si pagando mas a Kagura ella podría prepararle un desayuno, esbozo una amplia sonrisa por su pensamiento, la diferencia entre las amantes y las esposas es que las primeras solo sabían hacer una cosa, que no tenia nada que ver con la gastronomía.

    Se dirigió a la cocina pensando que esa mañana debería de conformarse tan solo con algo de fruta, en vez del suculento desayuno al que Kagome ya lo tenia acostumbrado.

    - “Extraño tanto mi desayuno habitual que casi, puedo olerlo”- penso para si, pero se detuvo en seco cuando escucho a alguien conversando en la cocina.

    Palideció completamente, cuando al posarse tras la puerta pudo escuchar claramente la voz de Kagome conversando con Kagura.

    - De verdad, aun puedo ver a la señora Noriko corriendo tras el Joven Koga jajajajajaj, te aseguro que ese hombre nunca mas se ofrecerá para un puesto de besos.

    Kagura se encontraba sentada, con una taza de café y con un pastel de manzana conversando animadamente.

    - jajajajajajjaa, Eres muy graciosa, pequeña y tu cocina ni se diga, simplemente espectacular, dime ¿te gustaría trabajar para mi?.

    - Muchas gracias señorita viniendo de usted es un gran halago, pero por el momento me encuentro muy ocupada.

    - ¿Señorita?, de verdad que eres única, creo que la ultima persona que me dijo señorita fue mi madre y créeme no te llegaba ni a los talones en la cocina.

    Kagome miraba insistentemente hacia la puerta de entrada a la cocina como esperando a alguien Kagura se percato de ello.

    - Te aseguro que el, esta muy bien.

    - ¿De verdad?

    - Te lo juro esta como .. como un toro- recordó lo que le había prometido a Inuyasha que diría si alguien preguntaba sobre el.- es el amante ideal, pero eso tu lo debes saber muy bien, ¿no?

    Inuyasha había permanecido escuchando tras la puerta y casi se cae de la silla al escuchar a Kagura, por dios como se atrevía a decirle esas cosas a Kagome, ella que era la imagen de la inocencia, no podía permitir que esa bocona dijera nada mas, así que entro de golpe a la cocina.

    - Buenos días Inuyasha – dijo Kagome ella no se giro para verlo su rostro estaba rojo como la grana.

    - Si, ... si lo que digas,.. ¿no dijiste que regresarías al mediodía?- ella asintió aun de espaldas- ¡¿entonces que rayos haces aquí?!.

    - Bueno ...yo...yo...

    - Tu ... tu... que ¡habla de una maldita vez!- Inuyasha estaba colérico incluso Kagura que estaba tan acostumbrada a sus arranques, se extraño de su comportamiento.

    - Perdón Inuy..- iba a llamarlo por su nombre pero por lo furioso que estaba, no se atrevió- disculpe Señor Taisho, solo vine a preparar el desayuno, pero ya me voy.

    Salió lo mas rápido que pudo por la puerta trasera, le hizo una seña de despedida a Kagura sin voltear atrás.

    La cocina se lleno de un silencio sepulcral, que fue roto por la meretriz.

    - Eres malo Inuyasha no deberías de haberla tratado así, esa niña solo quería...

    - ¡¡¡¡¡Cállate!!!!!- No sabia que le molestaba mas, que a Kagome no pareciera molestarle que tuviera amantes o el hecho de que lo haya pescado casi infraganti.

    - ¡¡¡¡¡Rayos, maldita mocosa!!!!!- gruño entre dientes.

    Por su culpa se sentía peor que una basura, se sentía como un marido infiel.

    CONTINUARA...

    N/A: Bien como verán la cabeza de Inuyasha es un hervideros, veamos como sigue esto.

    Agradezco mucho a todos las correcciones que tan amablemente me habéis hecho pero, existe una que no puedo corregir “el” (persona) lleva acento pero por mas que lo pongo no sale luego de que lo subo, los pasados días estuve tratando de corregirlo, lamentablemente no pude hacerlo.

    Muchas Gracias a todas aquellas personas, que se toman el trabajo de leer mi fic, especialmente a :

    Perri2006: tus comentarios son muy graciosos, pero tus hormonas y la mias deberan esperar un poco mas.
    Collet: Yo tambien lo golpearia, este Inu es un Idiota, eres la primer amenaza de muerte que recibo te dire me siento alagada, gracias.
    Merlina: tus correcciones me son siempre muy utilies, ya sabras el por que de el (articulo) y el (pronombre), Muchas Gracias.
    May-Chan: No te preocupes sango juega un papel muy importante tambien en el fic y no dudes que mas adelante habra mas de ella, pero en este momento estoy tratando de cerrar un poco mas lo de Inuyasha y kagome.
    Maritza: Que puedo decirte muchas gracias por siempre comentar siempre tan linda, gracias por tu apollo.
    Espero que les guste este capitulo, con mucho cariño a todas ustedes.
    Sus sugerencias son de gran ayuda para mi y por supuesto nunca me molestan, gracias a todos.

    Ya saben cualquier duda, consejo, comentario, me lo hacen saber.

    DEBORA ANABEL.
     
  8.  
    merlina

    merlina Guest

    Re: A quien me recuerdas

    Hola!!!!!
    Al parecer estabas inspirada cuando escribiste,por que si que escribiste bastante esta vez ^^ y te quedo muy bien.
    La verdad es que me encanto que Inuyasha se sintiera como marido infiel
    xxdd...eso si no pensé que Kagome reacionara asi ante la presencia de Kagura.
    Bueno espero que pongas continuación
    bye... cuídate.
     
  9.  
    :_maritza_:

    :_maritza_: Guest

    Re: A quien me recuerdas

    jaja realmente me sorprendiste esta vez, inuyasha esta en problemas, y no es por nada, pero en realidad a mi se me hubieran subido los colores al escuchar a esa kagura, ¡DIOS! pero bueno... te ha quedado fenomenal, a mi tambien me gusto lo del marido infiel, de alguna manera esta diciendo algo asi como "ya somos pareja" solo falta que lo sean de verdad, y creo que tambien faltan un monton de cosas por pasar tambien, jaja, sin pensar mal

    espero que lo continues pronto, po sierto que he tardado en poner mi opinion por las tareas y eso, pero porfa no te tardes! lo que mas me gusta d tu fic (bueno todo me gusta) pero lo mejor es que lo continuas muy pronto y eso casi ningun buen escritor lo hace T_T es muy triste pero es cierto, y los pocos que lo hacen son dificiles de encontrar, espero ver la continuacion muy pronto, estare al pendiente

    de tu admiradora nº.... emm ojala 1 con mucho cariño me despido
     
  10.  
    KaGoMe-InU

    KaGoMe-InU Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    19 Junio 2005
    Mensajes:
    111
    Pluma de
    Escritora
    Re: A quien me recuerdas

    Tambien lo as publicado aqui *0*!
    sk yo sigo tu fic desde SGTeam xD. Alli tengo de apodo: -KaGoMe- ^^.
    bueno espero que lo sigas alli porque me estoy quedando sin uñas.....xD

    sayo!

    atte: KaGoMe-InU
     
  11.  
    artemis.moon

    artemis.moon Guest

    Re: A quien me recuerdas

    mija muy bueno, espero que el estupidamente bello de Inuyasha se de cuenta de sus sentimientos antes de que yo lo mate, y peor con KAGURA, HUBIERA PODIDO SER CON CUALQUIERA, PERO CON KAGURA!!!!!!!!!!! UYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY YA LE DOY SU TATEQUIETO!!!

    Pero igual yo pense que Kagome iba a salir corriendo con lágrimas por haber visto a Inuyasha junto a Kagura... pero la verdad no me sorprende tanto porque desde un principio al desarrollo de la historia se va definiendo a Kagome como la hija que ni si quiera se preocuparon por informarla de la vida; en español un tanto ignorante

    Continualo ràpido T_T que me lloroooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
     
  12.  
    DeboraAnabe

    DeboraAnabe Guest

    Título:
    A quien me recuerdas
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    38
     
    Palabras:
    6356
    Re: A quien me recuerdas

    Los personajes que conforman esta historia no son míos y no pretendo ganar dinero con esta historia, solo es un pasatiempo, así que no me demanden, esta historia es hechas por una fan para fans. INUYASHAXKAGOME

    La clasificación de esta historia aun esta pendiente diría que es M

    A quien me recuerdas

    Inuyasha ha amado mucho a una joven mujer, al volver de un viaje se entera que ha desaparecido cegado por el dolor se niega al mundo, hasta que es necesitado por alguien tal vez con un destino mas miserable que el de el.

    Esta historia esta ambientada en la época antigua es decir, caballos carruajes, pero sin olvidar algunos objetos de modernidad, los primeros teléfonos, telégrafos , autos.

    “...” PENSAMIENTOS

    - DIALOGOS-

    &&&&& CAMBIO DE ESCENA

    /NOTA DE AUTORA/ N/A

    //// FLASHBACK////

    Capitulo XIII: Sombra.

    - ¡¡¡¡¡Rayos, maldita mocosa!!!!!- gruño entre dientes.

    Por su culpa se sentía peor que una basura, se sentía como un marido infiel.

    Kagura se había marchado poco después que Kagome, aun sorprendida por la actitud de Inuyasha, sabia que el era mas que temperamental abecés, pero nunca había rebasado los limites por lo menos no con una mujer, por un instante le recordó a su ex marido siempre gritando, insultando, como si ella tuviera la culpa de que los hombres la miraran, se sintió aliviada la ultima vez que la golpeo por que finalmente fue a la cárcel, y ella tuvo la oportunidad de trabajar para si misma, tal vez no era el mas glamoroso ni decente de los trabajos, pero tenia todo lo que quería, había ganado tanto renombre que podía decidir con quien y como hacer su trabajo.

    Ella llevaba las riendas de su vida, no debía responder a nadie, casi estaba cerca de su meta había ahorrado lo suficiente y muy pronto, podría retirarse y viajar por el mundo, sacudió los recuerdos que Inuyasha hizo florecer de su pasado y continuo.

    &&&&&&&&&

    La mañana transcurrió lentamente Inuyasha aun permanecía en la cocina, observando la puerta por la que horas atrás se había marchado Kagome, casi no reparo en Kagura luego del incidente de la mañana, ella se había marchado.

    Exhalo fuertemente no sabia exactamente que lo había llevado a perder el control así lo había meditado por mucho tiempo y aun no encontraba explicación, miro la puerta y luego el reloj de la cocina los minutos resonaban en su cabeza, aun nada ... no podía pensar nada coherente todo había empezado por un sueño, por un par de sueños.

    Había condenado y maltratado a Kagome por que, por un par de sueños, su único pecado ayudarlo siempre que pudo, mientras el tic tac, resonaba en el, recordó la primera vez que vio a Kagome.

    &&&&FLASHBACK&&&&

    Por su cumpleaños numero 18 años su padre le había regalado un potro pura sangre hermoso marrón con reflejos dorados, al ver un animal tan majestuoso solo pudo pensar en una cosa, ponerlo en el camino y correr a toda velocidad.

    El animal era excelente, corría tan rápido, no podía evitar presionarlo mas para ver su limite, el paisaje pasaba rápido, la presión del viento en su rostro era tanta que dolía, estaba seguro de que si perdía el control el caballo lo arrojaría lejos y se rompería el cuello, pero la emoción, la adrenalina podían mas que cualquier temor, tras el solo se divisaba una estela de polvo.

    Había recorrido un gran tramo del camino la velocidad era constante, el caballo parecía no agotarse, el estaba bastante agitado, el viento que se había vuelto mas violento llenaba sus ojos de polvo impidiéndole ver con claridad el camino, no se percato que alguien estaba cruzando el camino, hasta que estuvo casi encina de ella, jalo con fuerza las riendas obligando al caballo a detenerse, y a la persona a arrojarse a un lado del camino, el caballo casi lo tiro pero logro dominarlo haciendo uso de casi todas sus fuerzas estaba agotado, poco duro su alivio cuando pudo ver a la figura tendida en suelo tras el, era ...era una muchacha y no se estaba moviendo.

    Bajo del caballo lentamente, el animal aun inquieto se movía en su sitio, camino el tramo que lo separaba del cuerpo de la muchacha, su rostro estaba de lado cubierto con su cabello tenia un sencillo vestido con flores lilas, al parecer era una criada , sus zapatos estaban algo gastados, se reprendió a si mismo cuando la parte mas egoísta de su ser se mostró aliviada que solo fuera una criada.

    - “Una vida es una Vida”- penso- La llevare a un medico. La giro su rostro estaba algo sucio, su cabello algo enmarañado seguramente por la caída, pero aun así sus facciones eran delicadas su nariz, sus labios, era linda, con una de sus manos corrió unos mechones que se posaron en su rostro empujados por el viento, la muchacha parecía dormir, comenzó a recorrer su rostro con uno de sus dedos, era suave, su piel era suave acerco su rostro a ella para ver si respiraba y se vio invadido por un delicioso olor a lavanda, penso que tal vez había esas flores en el camino, pero cuando aspiro mas profundamente el aroma provenía de la chica.

    La muchacha comenzó a moverse, abrió levemente los ojos eran de un hermoso color chocolate, se llevo un susto al percatarse que unos enormes ojos dorados la escrutaban con detenimiento.

    - ¡¡¡¡AAAAhhhh!!!!!- grito obligando a Inuyasha a incorporarse de repente, tanteo el suelo en busca de la canasta que llevaba minutos atrás dio con ella y ante la mirada desencajada del muchacho comenzó a golpearlo con ella. - ¡¡¡¡¡Auxilio!!!! ¡¡¡¡¡Violador!!!!, ¡¡¡¡¡Auxilio!!!!! ¡¡¡¡¡¡Violador!!!!!! – gritaba frenéticamente sin dejar de golpear a Inuyasha.

    Inuyasha reacciono le quito la canasta de un tirón, sabia que se merecía una buena reprimenda por parte de la muchacha por haberla tirado pero esos golpes eran demasiado.

    Al verse sin su canasta, ella tomo un palo que estaba cerca y continuo golpeándolo sin permitirle al muchacho decir nada.

    - ¡Abusivo!, ¡desgraciado!, solo te aprovechas de nosotras, el sexo débil- no dejaba de golpearlo

    -¡¡¡¡Estas loca!!!! Deja de golpearme, ¡¡¡ no quiero violarte!!!- ella dejo de golpearlo para

    observarlo aun con el palo en la mano, era un muchacho de cabello largo negro, estaba lleno de chichones, incluso tenia un poco de sangre a un lado de su cabeza, parecía víctima de un accidente. Dejo su palo a un lado lo miro de cerca.

    - ¿Dios mío, te caíste del caballo? Estas muy lastimado- dijo señalando los golpes de Inuyasha, la expresión de Kagome era de genuina preocupación.

    El la observo con rencor luego sonrío y con la voz mas amable que hallo en su interior dijo.

    - Pues veras yo venia tranquilamente por aquí, observe a una muchacha tendida en el suelo y me dije ¿por que no ayudarla? – una vena comenzó a hacerse visible en su rostro – pero resulta que la linda muchacha, en realidad era ¡¡¡¡¡¡¡Una Loca!!!!!- Inuyasha se levanto con brusquedad gruñendo se puso de espaldas a la muchacha mientras se sobaba la cabeza, comenzó a gesticular todo el abecedario de improperios que se sabia.

    Kagome observo a Inuyasha, el palo a su lado y la canasta tirada algo lejos, se mordió el labio con nerviosismo, e intento pararse para disculparse.

    - ¡Hay!... me duele , la ...cabeza – dijo cuando al intentar incorporarse, no pudo hacerlo.

    Inuyasha se giro hacia ella y recordó el motivo de la caída de la muchacha.

    - Deja que te ayude- dijo a regañadientes, la tomo de los hombros y la puso de pie, penso que no pesaba mas que una pluma y era bastante pequeña apenas le llegaba al hombro.

    - Gracias y perdón por los golpes, yo la verdad ... pense que era usted un ladrón y... las mujeres somos un blanco fácil, muchos se aprovechan de nuestra debilidad.

    - Las otras mujeres..- afirmo – déjeme decirle usted no tiene nada de débil.- es mas temo por el bandido que se cruce en su camino.

    Ella mostró una franca sonrisa, que a el le pareció encantadora.

    -¿Que hacías por aquí?

    - Estaba recogiendo nueces, pero parece que me caí, lo ultimo que recuerdo, es una estela de polvo y...- ella dio un par de pasos tomando su canasta – había un caballo.

    Se giro a un lado del camino y pudo observar a un caballo pastando, se giro nuevamente a Inuyasha lo observo un momento mientras el ponía los brazos tras su cabeza, y comenzaba a silbar distraídamente, ella lo medito un momento y dijo:

    - ¡¡¡¡¡Tu!!!!

    Caminaban ambos a un lado del camino Inuyasha llevaba al caballo de las riendas, penso que después de la caída debía acompañar a la muchacha a su casa. Incluso se había disculpado con ella, y la muy malvada lo había obligado a recoger la nueces que se le habían caído.

    Lo peor fue cuando quiso subir a un árbol por ellas, pero solo consiguió rasgarse el pantalón y terminar cubierto de tierra, por mas que lo intento la muchacha no pudo contener la risa.

    Pero lejos de molestarse se contagio de su risa.

    Ahora caminaban rumbo a casa de la muchacha, su charla era muy entretenida el hablaba de su interés por el derecho y de la decisión de su padre de enviarlo a estudiar a Inglaterra , y ella hablaba de lo lindo que seria conocer el mundo, y como le gustaba escuchar a los viajeros relatar sobre los paisajes de parajes lejanos, las palabras no se le acababan nunca, pero lejos de molestarle le gustaba la forma en que contaba las cosas, incluso las cosas mas comunes ella las hacia interesantes.

    Llegaron por detrás de una enorme casa, cerca de donde estaban las caballerizas.

    Ella se giro y le dedico una gran sonrisa.

    - Aquí vivo, gracias por la compañía Señor...

    - Inuyasha, soy Inuyasha Taisho, le extendió la mano.

    - Bien, gracias... otra vez disculpe por el golpe- el sonrío y le retuvo la mano cuando ella se disponía a seguir, lo miro con curiosidad.

    - ¿Podemos vernos mañana? Prometo que esta vez no te tirare.

    - Mmm..., lo medito por un momento, pero mañana tengo muchas cosas que hacer- si la tía Kaede solía darle demasiadas cosas que hacer

    - Vamos será un momento, pasado mañana me voy a Inglaterra- el la miro expectante.

    - Esta bien mañana en el mismo lugar- el asintió soltó su mano y la observo perderse tras la puerta de servicio.

    Pero al día siguiente por mas que espero y espero por horas ella nunca se presento.

    El día siguiente se fue a Inglaterra donde conoció a Kikio, y la imagen de la muchacha del campo se fue desvaneciendo.

    No volvió a pensar en ella hasta el día en que la vio sirviendo en la casa de su novia.

    Era la hermana de su querida Kikio no una criada como había supuesto, quiso preguntarle por aquella vez en que quedaron pero ella fingió que no lo conocía.

    Desde aquel día le tomo mala voluntad, mas aun luego de que Kaede comentaba lo difícil que era el criar a una muchacha que gustaba de desaparecerse con el primer mozo de establos, que conociera.

    Su desagrado por ella se incremento, el día que Kikio le había contado con lagrimas en los ojos como había muerto su madre, la responsabilidad de Kagome en ello, provoco en el un sentimiento de rechazo absoluto.

    &&&&&&& FIN DEL FLASHBACK&&&&&&&

    Habían pasado casi cinco años desde aquello pero a la distancia, todo parecía una tontería, tal vez su orgullo herido, había actuado mas en el, que las palabras de Kikio, la idea de que una muchacha lo rechazara era algo inconcebible.

    Aun se encontraba en la misma posición en la cocina, pensando en muchas cosas la principal Kagome.

    Estaba tan concentrado que no se percato en que momento alguien entrado a la cocina.

    - ¿Por que no me contestas?- insistió la voz.

    El pestañeo, algo confundido mientras una mano se agitaba frente a su rostro.

    - Que te ocurre Inuyasha ¿por que no me contestas?- insistió.

    Finalmente Inuyasha enfoco sus ojos al frente Miroku estaba parado frente a el, con un paquete en sus manos.

    - ¿Qué?

    - Te pregunte si tenias hambre.

    - ¿Hambre?

    - Si eso que tenemos cuando hemos pasado un par de horas sin probar alimento.

    - No, no tengo es muy temprano.

    - Temprano, estas loco si ya son casi las dos de la tarde.

    Inuyasha lo observo con escepticismo miro el reloj de la pared y efectivamente eran la 01:45 PM, como es que no se dio cuenta, frunció el ceño al recordar que Kagome debía de haber vuelto ya, es que acaso no pensaba regresar.

    Miroku estaba sacando platos, cubiertos, vasos, botellas y ollas palidecido por un instante al recordar las ostras de la noche anterior.

    - ¡No pienso comer nada que tu prepares!, suficiente tuve con esa cosa sin sabor, nada de forma que preparaste anoche.

    - Lo que pasa es que tu no sabes apreciar tan exóticos manjares, una bestia sin cultura, como tu no apreciaría jamas mi esfuerzo- giro su rostro ofendido.

    - Pues si “esos manjares” que tu preparas son producto de tu cultura, que viva la ignorancia.

    - ¡Ah, solo tienes envidia, sabes he conquistado muchas mujeres con mis capacidades culinarias, tal solo les servia mis platillos y saltaban sobre mi.

    - Claro que saltaban sobre ti preferían besarte antes de morir envenenadas, haber respóndeme ¿cuantas de ellas se han comido lo que les has preparado?.

    - Mmm- se llevo la mano al mentón pensando un momento- haber Susi, no ella no, Norma si ella dijo no ella no, repaso mentalmente su lista de interminables conquistas pero la verdad no recordaba que ninguna de ellas hubiera comido.

    - Nadie verdad- comento burlón Inuyasha – o sales con puras mujeres ignorante o todas han demostrado un impecable sentido de supervivencia.

    - ¡Claro que no!, estoy seguro que todas esas bellezas estaban a dieta por eso – Inuyasha iba a continuar burlándose pero Miroku lo corto diciendo.- Si me sigues molestando no te daré de lo que Kagome me dio, dijo enseñando la bandeja que momento antes estaba en un envoltorio de papel.

    - ¿Dónde esta Kagome, esa irresponsable dijo que estaría al mediodía en la casa para preparar el almuerzo, lo dicho uno les da la mano y ellos se toman el codo.

    Inuyasha continuaba hablando pestes del servicio domestico mientras Miroku se servia un plato lleno de comida.

    - Oye , no te comas todo.

    Minutos después de una batalla campal por los alimento ambos se encontraban comiendo.

    - Si, es la primera vez que veo tanta gente, el padre Renkotsu pudo armar un feria, te imaginas hace cuanto que no vamos a una, los niños están felices, incluso mandaron traer un carrusel, el Padre de Kouga puso el dinero.

    Por mas que escuchaba y escuchaba la aburrida cháchara de Miroku nunca llegaba a decirle ¿donde estaba Kagome?, ¿cuando regresaría?, ¿que le había dicho? aunque al escuchar nombrar a Bankotsu, Kouga y ese mediquillo se formulo una nueva ¿con quien estaría ella?

    - Entonces por eso Kagome me dijo que te trajera la comida, la verdad me la dio antes por eso esta algo fría pero en el camino se me atravesó un ángel y bueno no pude ignorarlo.

    - ¿Cómo dices?- había estado tan distraído en sus pensamiento que se perdió lo único que le interesaba que dijera su amigo.

    - Digo que Sango es el ángel que ha llegado para hacer felices mis días, y extremadamente agotadoras mis noches- el continuo desvariando un poco mas- ¿Hablando de noches como te fue con Kagura?

    - Eso no te importa, tampoco me importa de tus ángeles ahora dime ¿en donde esta Kagome y con quien?- se sorprendió a si mismo al formular aquella pregunta pero lo mejor era ser directo.

    - ¿Por que te interesa tanto?, no me digas que – puso su mano en el hombro de su amigo- cambiaste a Kagura por la dulce Kagome eres un pillo Inuyasha, es una lastima la quería para mi, pero si tu la quieres descuida, te la dejo y me conformare, te entiendo nadie puede resistirse a esos ojos, esas curvas y sobre todo esa...

    - Cállate Idiota, ni se te ocurra acercártele.- no pudo soportar mas las estupideces de su amigo, lo callo de un puñetazo en la cabeza.

    Miroku estaba enfurruñado con una marca roja en el extremo opuesto de la mesa.

    - Ya te pedí disculpas Miroku, ¿qué mas quieres que haga?

    Por mas que el pedía disculpas su amigo estaba ofendido, se negaba a hablarle, sabia que no debía de haberle pegado, no era la primera vez que el se refería así a las mujeres es mas el pasatiempo favorito de Miroku era desnudar a las mujeres con los ojos pero por algún motivo le resulto mas que irritante que lo hiciera con Kagome.

    - Anda, no te enojes ¿quieres que me ponga de rodillas?

    Su amigo lo miro fijamente.

    - Ni loco, nunca he suplicado por nada y nunca lo haré. Si me perdonas bien y si no también me da igual.

    Se giro con la silla y se dispuso a salir de la cocina.

    - Te perdono si bienes conmigo a la feria- dijo en tono relajado.

    Inuyasha continuo su camino, refunfuñando cosas sin sentido.

    - Ella quiere que vayas.

    Inuyasha detuvo su avance.

    - La Señorita Kagome me pidió que te invitara a la feria.

    El se giro para observar a su amigo, como preguntando si había escuchado bien, ¿acaso ella lo quería cerca después de su comportamiento, de la mañana?.

    - Eso no es cierto.

    - Es verdad ella dijo que le gustaría que fueras, yo le dije que tu no hacías esas cosas, pero aun así insistió.

    - Tienes razón, a mi ... no me gustan esas cosas.-

    - Además que pretendes, que baya así en esta silla para que personas como el idiota de Bankotsu se rían de mi.

    - Si ese es el caso, espera- salió al patio y entro con un par de muletas- creo que ya puedes usar esto.

    - Ya le dije a Kagome que no pienso usar esas porquerías cuando me levante de esta silla será por mi propio pie, no ayudado por eso.

    - Anda Inuyasha úsalo de verdad, ella quiere que vallas además te hará bien ejercitar, se muy bien que ya eres capaz de sostenerte.

    - Soy capaz de sostenerme, pero no hay forma que me hagas usar esas cosas, ahora lárgate o has lo que te plazca.- se dirigió a su habitación sin decir mas nada.

    Pero antes de que cerrara la puerta su amigo le había dado alcance.

    - ¡Es suficiente de esconderte Inuyasha!, no conseguirás nada con esa actitud, mas que la gente se aleje de ti.

    - Mejor me gusta estar solo.

    - Eso no es cierto, eres como el hermano que siempre quise, pero eres tan testarudo, tienes que dejarla ir, ella no regresara, entiendo tu sufrimiento, pero no puedes pasarte la vida entre cuatro paredes solo por que no pudiste morir con ella.

    - No se de que hablas.

    - Si sabes, ... se muy bien que te atrae la señorita Kagome, creo que deberías darle una oportunidad.

    - Estas loco.

    - No tu estas loco, mataría por que una mujer tan buena como ella me quisiera tan solo un poco.

    - Ella no me quiere, solo trabaja para mi.

    - Creo que cuando caíste por el acantilado perdiste tu cerebro.

    - Suficiente Miroku, si esto es por lo del golpe ya te pedí perdón, tratare de no volver hacerlo pero déjame tranquilo.

    - Esta bien esconde la cabeza cuanto quieras, te arrepentirás el día en que ella se fije en alguien mas, sabes ahora que lo pienso si tu no la quieres yo si, es mas me voy ahora mismo a la feria, adiós.- salió dejando a Inuyasha dentro de la habitación maldiciendo.

    - Maldita sea se que me arrepentiré de esto, ¡Miroku espérame!.

    &&&&&&&&&

    Carpas, globos de colores, puestos de comida, actores, payasos, adivinas, un carrusel, banderines de colores, “La feria” todos los años se realizaba una celebración para los niños del orfanato, pero este año el padre Renkotsu estaba cargo y había extendido la celebración a todo el pueblo para que todos los niños disfrutaran, los miembros de la comunidad estaban tan agradecidos de tener un día diferente de sus usuales labores que todos habían colaborado con algo desde el carrusel que había puesto el gobernador hasta la confección de las servilletas y el pastel, todos realizaron lo posible para darles un cumpleaños especial, muchos no habían conocido mas que los golpes y el hambre así que todos disfrutaban dándoles un día como lo que eran niños solo niños.

    Los niños corrían de un lado a otro de puesto en puesto.

    Kagome y Sango estaban a cargo de los niños, cuidando que no se metieran en demasiado problemas mientras el padre dirigía otras actividades mas adultas, apuestas.

    - Oye Kagome, ¿no crees que lo que hace el padre es ilegal?- El padre Renkotsu estaba jugando vencidas con el carnicero.

    - El dijo que siempre que sea por una buena causa esta bien visto por Dios.

    - ¿Quien crees que gane?, espero que sea el padre se esta jugando las limosnas del domingo.

    Kagome y Sango se miraron divertidas y se dispusieron a observar la pulseada, se había reunido mucha gente y cada uno tenia su favorito.

    - ¡Yo apuesto por Moris!- dijo uno.

    - No ¡yo le voy a la padrecito el tiene a dios de su lado!- dijo otro

    Los contendores se sentaron a la mesa, juntaron sus manos en un fuerte apretón de manos.

    - ¡Damas y caballeros en esta silla el Padrecito alias “mensajero de dios” y en esta silla el Carnicero de nuestra respetable comunidad e invicto campeón “Moris el Carnicero”!.

    Ambos se miraban fieramente con las manos unidas, cuando el juez dio inicio.

    - ¡Ahora!.

    - ¡Vamos padre!- todos gritaban por la emoción.

    - Vamos Moris, vamos

    - Vamos curita, padre vamos

    - Ríndase padre he ganado a hombre diez veces mas fuertes que usted, Dios no esta aquí.

    - Dios esta en todas partes hijo mío, si fueras a la iglesia los domingos lo sabrías.- El apretón aumento, ambos están sudando mientras los gritos a favor de uno o de otro continuaban.

    - Ha el no estuvo conmigo el año pasado cuando perdí a mi esposa por mas que rece no la salvo.- Mouri ejerció mas presión.

    - Por que no le das otra oportunidad a Dios- lo ultimo lo dijo casi en un jadeo el carnicero casi había logrado que tocar la mesa.

    - Si usted me gana me tendrá en primera fila el próximo domingo, pero si usted pierde, me dejara en paz.- Renkotsu parecía estar vencido su rostro esta rojo por el esfuerzo.

    - Lo promete- Moris asintió- bien entonces – el carnicero sonrío cuando la mano del padre casi toco la mesa.

    Renkotsu sonrío apretó mas la mano y con fuerza golpeo la mano del carnicero sobre la mesa venciéndolo. Se levanto de la mesa como si no hubiera hecho mas mínimo esfuerzo y camino como si nada- Creo que nos veremos el domingo, verdad.

    El carnicero asintió aun con los ojos desorbitados – y a todos ustedes los espero en mi confesionario las apuestas van en contra de las enseñanzas, todos asintieron y el siguió su camino hacia el horizonte mejor dicho afuera de la carpa a sobarse la mano.

    - Eso fue impresionante Padre ¿como lo hizo?.- pregunto Sango

    - Pues la gracia de dios, que mas... hace mucho que busco que esa oveja descarriada vuelva al rebaño, sobre todo por sus pequeños hijos.

    - Si Corina y Moro son muy buenos niños, la verdad después de lo de su esposa no pense que jamas regresaría a la iglesia.

    - Dios actúa en formas misteriosas y no hay imposibles por ejemplo mira lo que ocurrió con Taisho, el no aceptaba que otro ser humano se le acercara, pero Kagome logro algo casi imposible.

    Kagome agacho la cabeza recordó lo de la mañana tal vez el padre era demasiado optimista por mas que ella se esforzara Inuyasha siempre la vería como una molestia y ella no podía hacer nada al respecto.

    - Kagome- llamo nuevamente el padre, ella salió de sus pensamientos y miro al padre - ¿Ocurre algo malo?- ella negó con la cabeza. – Se que algo te ocurre dímelo- ella agacho la cabeza.

    - Bueno es que... hoy en mañana... y bueno yo ...pero el no quiso...y yo..- estaba apretando el faldón de su vestido pero antes de que pudiera decir algo mas... cerro los ojos y no se dio cuenta cuando una gran sombra la sobrepaso tras ella

    - ¡¡¡¡Se puede saber por que rayos no regresaste a servirme la comida!!!!!.- se quedo de piedra al igual que Sango y Renkotsu quien sonrío e intento saludar.

    - Pero Señor que gust...- se quedo con la palabra en la boca cuando Inuyasha lo fulmino con la mirada, instintivamente apretó con la mano la cruz del rosario como buscando protección contra el maligno.

    - ¿Qué te pasa demonio? no mires a si a nuestro cura, el merece respeto – las miradas de Sango e Inuyasha amenazaban con provocar una hoguera.

    - Cállate bruja o le digo al hombre con enaguas que te eche su agua mágica, para ver como te derrites.

    - No es agua mágica hijo, es agua bendita y no derrite a la gente mas bien...

    - Poco me importa solo vine a llevarme a Kagome- aun apoyado en las muletas se veía imponente, Kagome se giro a el cuando presiono su hombro con una mano.

    - Kagome nos vamos- demando, ella iba a responder algo pero aun con esa temible mirada los ojos dorados encendidos que la miraban la hipnotizaron, solo asintió con la cabeza comenzó a avanzar hacia el, quien dibujo una leve mueca como una sonrisa, su paso se corto cuando Sango la tomo fuertemente del brazo obligándola a detenerse.

    - Ella no se va a ninguna parte, la feria todavía no termino y además no es nada tuyo- Sango se aferro con fuerza a su amiga y tiro de ella para sacarla del alcance del ojidorado, pero este lejos de querer rendirse apoyo una de las muletas estiro el brazo y sujeto a Kagome con fuerza, cada uno tiraba de su lado sin intensiones de soltar a la afligida muchacha quien comenzaba asentir la presión en ambos brazos.

    - Vamos muchachos, que halla paz...- intento conciliar Bankotsu - recuerden que juego de manos jueg...

    - ¡¡¡¡Usted cállese!!!!!- dijeron ambos al unísono, haciendo sudar al cura

    - ¡Kagome nos vamos a casa! – el tiro para un lado

    - ¡que no ella se queda aquí!- tiro para el otro

    - Suelta bruja, ella se viene con migo

    - ¡Que no!, que la sueltes.

    - Disculpen Muchachos- dijo tímidamente Kagome – me están lastimando – ambos observaron su rostro y miraron sus brazos el lugar se estaba poniendo colorado.

    - Ya ves le estas haciendo daño, suéltala, ella quiere ir a casa

    - No tu suéltala tu ella quiere ir a la feria.

    Ambos se miraban fieramente y se negaban a rendirse esto era mas que una lucha por la muchacha era una cuestión de honor, Kagome se retorció un poco pero ellos no parecían darse cuenta del severo apretón que estaban ejerciendo y no parecían interesados en su opinión y por algún motivo eso le molesto, quería a Sango como a su hermana y solo dios sabia cuanto quería a Inuyasha pero esto era demasiado, una vena comenzó a verse en su cien mientras ellos continuaban en su pelea el aura de Kagome se volvió algo roja pero solo el padre Renkotsu pareció darse cuenta de ello y comenzó a retroceder.

    - ¡¡¡Ya basta!!!- el grito fue tan profundo que creo una onda expansiva provocando un silencio absoluto la pelinegra estaba furiosa, ambos la soltaron al instante.

    - ¡¿Sango no tenias que ir por Kohaku?! – ella asintió con la cabeza – ¡¡pues entonces ve!!

    - Eso es manda a la bruja al dem...- pero antes de que el muchacho pudiera concluir Kagome se giro a el levanto la cabeza y lo miro directo a los ojos un escalofrío recorrió su espina en ese momento.

    - ¡¡¡Y tu!!!, no creas que puedes hacer tu santa voluntad siempre, ¡¡¡aun no puedo ir a casa!!!, tengo que ayudar.- paso por lado suyo como un ventarrón dejando a un Inuyasha con la palabra en la boca y una expresión de sorpresa, la única pregunta que se formulaba en su mente era ¿dónde estaba la chica tímida que lo atendía siempre?, se giro donde ella cuando volvió a hablar.

    - Si quieres que regrese contigo, entonces te quedas conmigo en la feria – el balbuceo algo como una maldición – ¡¡¡Y sin maldecir!!!.

    El se apoyo nuevamente en ambas muletas alcanzo a Kagome y comenzó a caminar a su lado sin rechistar.

    El Padre Bankotsu se quedo de pie observando la escena aun sorprendido, levanto la cabeza al cielo, suspiro y comento para si – “No cabe duda que dios trabaja de formas misteriosas”.

    &&&&&&&&

    El regreso a casa fue silencioso, Miroku conducía por el camino despejado rumbo a casa a su lado un enorme oso de felpa, en asiento trasero un agotado Inuyasha dormía apoyado en una melancólica Kagome, el conductor le sonrío por el espejo retrovisor.

    - ¿Qué ocurre, no te gusto la feria?- ella negó con la cabeza.

    - No es eso – miro al muchacho recostado en ella- no debí haberle gritado como lo hice.

    La sonrisa de Miroku se amplio – No digas eso es la primera vez, que alguien lo pone en su lugar y se lo merecía.

    - tal vez pero el esta..- dijo refiriéndose a su situación.

    - No te atrevas- Ella lo miro – Lo único que el jamas te perdonaría es que sientas lastima por el, no lo hagas o ya no confiara en ti.

    - Pero de todas formas el no confía en mi ni siquiera me soporta, estuve pensando que ahora que esta mejor ya no me necesita y tal vez podría conseguir a alguien mas.

    - No se te ocurra dejarlo- detuvo la marcha del automóvil y la miro – escucha, se muy bien como es el, es un testarudo, borrachín, exasperante, no tiene modales y tal vez parezca la persona mas dura de toda l tierra pero si lo dejas no lo soportara y se muy bien que tu tampoco.

    Ella se sorprendió con sus palabras y quiso preguntar como sabia sobre ella y sus sentimientos pero el se adelanto.

    - Se muy bien lo que sientes por el, y creo que hasta el lo sospecha y aun así deja que te quedes, así que no lo dejes eres la única persona que podría sacarlo de esa vida obscura que lleva, además ¿donde encontraría otra mujer que ganara un oso como ese para el? la feria- termino con una sonrisa que contagio a la chica.

    - Quiso golpear al dueño cuando no pudo voltear las botellas a la décima vez, jajajajaja, lo acuso de que estaban pegadas y por eso no caían, tuve que hacerlo por el bien del pobre tendero.

    - Lo vez otra en tu lugar lo abría dejado hay con tal de no pasar vergüenza, créeme eres todo lo que el necesita para sentirse bien.

    Se miraron con una sonrisa, Miroku encendió el auto y continuaron el trayecto a casa.

    &&&&&&&&&&

    Cuando llegaron Miroku y Kagome acostaron a Inuyasha quien no habia despertado en ningún momento con mucho trabajo era demasiado pesado.

    - Por dios, deja de alimentarlo así, pesa mas que una ballena.

    - jajajajajaja- rió Kagome- pobre no digas eso.

    - Dios creo que me rompí el occipucio, hay Dios- dijo sobándose la cadera.- te quedas con el – ella asintió- bien por que le prometí a mi querida Sanguito que la ayudaría a recoger todo.

    - Esta bien adiós y no hagas nada indebido.

    - Yo- dijo con cara de inocencia- yo no hago nada,... es mi mano maldita la que hace todo.

    Kagome sonrío y siguió al muchacho con la vista mientras se perdía en el pasillo, meneando la cabeza.

    Soltó todo el aire de los pulmones y acomodo a Inuyasha en la cama, aun vestido lo tapo cuidadosamente y puso tras su cabeza una almohada, se acerco a el deposito un beso en su mejilla y dijo – Duerme bien, te veo en la mañana.- pero cuando iba a apartarse de la cama el ojidorado la tomo de la mano tirándola sobre el.

    La muchacha ahogo un grito por la sorpresa y cerro los ojos cuando los abrió se encontraba acostada sobre Inuyasha.

    El tenia su penetrante mirada dorada sobre ella, casi la dejaba sin aliento.

    - Inuy... que ocurre.. quieres alg...- el llevo un dedo a su boca y la silencio, provocando en ella un sonrojo profundo.

    - Quédate conmigo- suplico, ella intento argumentar algo pero no podía hablar - descuida no haremos nada, solo quiero que te quedes conmigo un momento, lo aras- ella asintió con la cabeza.

    El la acomodo a su lado la abrazo por la cintura y poco a poco fue cayendo nuevamente en el mundo de los sueños.

    Kagome aun permanecía despierta escuchando la suave respiración de el chico hacia un rato que dormía, ella esperaba que cuando lo hiciera aflojara el abrazo, para que pudiera levantarse pero no ocurrió, cada vez que se movía, el la estrechaba mas aun, el reloj de la cocina dio las tres de la mañana, finalmente se rindió y se quedo profundamente dormida, junto a su querido Inuyasha.

    La casa se encontraba en un profundo silencio, comenzaba a amanecer a la distancia los gallos anunciaban la llegada de un muevo día, dentro de una de las habitaciones un hombre y una mujer dormían pacíficamente abrazados el uno al otro.

    De pronto unos pasos en el pasillo se dejaron oir, una figura se asomo por la puerta donde dormían los jóvenes.

    - Maldita y mil veces maldita, estaba segura que lo harías otra vez pero ya veras esto no se quedara así, lo juro.

    La figura siniestra se perdió en el obscuro pasillo.

    CONTINUARA...

    N/A: Hola como están los he extrañado una semana sin actualizar creo que esta vez es la que mas he tardado pero todo tiene un por que he estado ocupada con los exámenes, en compensación este capitulo es muy largo espero no se hallan aburrido, quien será la sombra en la habitación, eso lo sabrán en próximo capitulo.

    He leído sus comentarios con detenimiento y una de las preguntas mas comunes es con respecto al comportamiento de Kagome casi masoquista y muy sumiso, como ya abran notado en otros capítulos ella sufrió muchos maltratos de niña y cuando eso ocurre para muchos es algo difil desarrollar carácter, además Sango la sobreprotege mucho también por la misma razón prácticamente Sango es lo único que tiene.

    Y con respecto a su comportamiento con Inuyasha, bueno el amor es ciego pero tarde o temprano le daré mas carácter.

    Ahora con respecto al por que actualizo tan rápido bueno salvo esta vez (jejejeje) pues la mayoría de mis fics favoritos son aquellos incompletos que por una u otra razón el autor no pudo acabar, entonces por eso trato de no hacer lo mismo.

    Incluso he estado pensando en otra historia pero creo que me voy a esperar a terminar esta.

    Espero que esto haya respondido a alguna de sus preguntas, para las otras deberán esperar un poco.

    MUCHAS GRACIAS A QUIEN SE TOMA EL TRABAJO LEER MI FIC ESPECIALMENTE A:
    MERLINA: ESTE ES MAS LARGO.
    MARITZA: CLARO QUE ERES LA NUMERO UNO SIEMPRE TAN LINDA COMENTANDO.
    KAGOME-INU: GRACIAS ESTA ES LA CONTINUACION.
     
  13.  
    :_maritza_:

    :_maritza_: Guest

    Re: A quien me recuerdas

    ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh demaciado bien y una ves mas me dejaste en suspenso!!!!!!!
    debio ser muy cansada la feria y que lindo inuyasha que durmieran juntos (aunque sea un cabeza de chorlito) y por fin kagome se pone las pilas! te quedo espectacular, lo unico que puedo correjiste y solo es por costumbre ya que yo estudio en un colegio religioso "Dios" se escribe con mayuscula, segun mis profesores es importante pero esta bien te quedo muy bien el capitulo y porfavor no tardes mucho en poner el sigiente que he esperado mucho y casi vi el cielo cuando vi el nuevo

    tu ahora si numero uno admiradora lok ............yo
     
  14.  
    artemis.moon

    artemis.moon Guest

    Re: A quien me recuerdas

    que!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! si esa llega a ser kikyou te matooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!nooooooooooooooooooooooo, porfaaaaaaaaaaaaaaaa continualo prontooooooooooooooooooooooo TT_TT ¿Qué quieres matarme???? y todo iba tan bien, el esta asiiiii (una distancia muy corta ¬¬) de darse que ama a Kagome!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    COnTiNuAlO OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.....
    ve haciendo el testamento o ve buscando un Seguro medico!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! porque maximo te mato!!!! minimo: minimo te mando al hospital

    Contiiii porfisss
     
  15.  
    merlina

    merlina Guest

    Re: A quien me recuerdas

    AAAAHHHH!!!!!!! a quedado muy linda esta continuación, me encanto cuando Kagome regaña a Sango e Inuyasha, realmente él es un ser muy especial xxdd.
    Fue muy tierna la parte en que Inu le pude a Kagome que se quede con él. Sobre los errores no puedo decir nada, ya que no vi ( no se si habian, es que andaba* tan tonta).
    Bueno sólo espero que puedas poner pronto la continuación y eso..
    bye... Debora cuídate mucho.

    * es que lei el domingo la conti en el otro foro :P.
     
  16.  
    Nerakiba

    Nerakiba Guest

    Re: A quien me recuerdas

    Mmmmm... ya decia yo q el titulo me era familiar... no pense encontrarte aqui DeboraAnabe... en fin, llevas lo mismo en este foro y el otro, solo me pregunto cuanto tardaras para el siguiente capitulo, en fin, a ver si lo continuas pronto, nos vemos.

    Nera-San.
     
  17.  
    :_maritza_:

    :_maritza_: Guest

    Re: A quien me recuerdas

    aun no lo continuas?!!!!!!!!!! te has tardado un monton!!! coienzo a desesperarme! la ultima ves dejaste todo en suspenso para luego desvaneserte en el aire no puedes! tengo que saber quien estaba espiando a inuyasha y kagome?, cuando inuyasha por fina va a darse cuanta de lo mucho que quiere a kagome?, porque kagome lo dejo plantado la primera vez? todo eso aun no quedo resuelto y no lo puedes dejar asi!!!!
     
  18.  
    DeboraAnabe

    DeboraAnabe Guest

    Título:
    A quien me recuerdas
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    38
     
    Palabras:
    4630
    Re: A quien me recuerdas

    Los personajes que conforman esta historia no son míos y no pretendo ganar dinero con esta historia, solo es un pasatiempo, así que no me demanden, esta historia es hecha por una fan para fans. INUYASHAXKAGOME

    La clasificación de esta historia aun esta pendiente diría que es M

    A quien me recuerdas

    Inuyasha ha amado mucho a una joven mujer, al volver de un viaje se entera que ha desaparecido cegado por el dolor se niega al mundo, hasta que es necesitado por alguien tal vez con un destino mas miserable que el de el.

    Esta historia esta ambientada en la época antigua es decir, caballos carruajes, pero sin olvidar algunos objetos de modernidad, los primeros teléfonos, telégrafos , autos.

    “...” PENSAMIENTOS

    - DIALOGOS-

    &&&&& CAMBIO DE ESCENA

    /NOTA DE AUTORA/ N/A

    //// FLASHBACK////

    Capitulo XIV: Aclaraciones.

    La casa se encontraba en un profundo silencio, comenzaba a amanecer a la distancia los gallos anunciaban la llegada de un nuevo día, dentro de una de las habitaciones un hombre y una mujer dormían pacíficamente abrazados el uno al otro.

    De pronto unos pasos en el pasillo se dejaron oír, una figura se asomo por la puerta donde dormían los jóvenes.

    - ¡Maldita y mil veces maldita!, estaba segura que lo harías otra vez pero ya veras esto no se quedara así, lo juro.

    La figura siniestra se perdió en el obscuro pasillo.

    Dejando tras de si solo obscuridad.

    &&&&&&&&&&

    El sol entro por las grandes ventanas, no recordaba la ultima vez que durmió tan bien, los pájaros trinaban, la brisa fresca, era muy agradable pero lo mas agradable de todo era despertar con Kagome en sus brazos, cerro mas su abrazo alrededor de ella pero no abrió los ojos, no quería despertar completamente... no aun.

    Solo quería estar así mas tiempo un poco mas para disfrutar su aroma...a, aspiro un poco “¿Polvo?” juraría, que su aroma era lavanda, bueno realmente el aroma era lo de menos, penso, lo mejor era su sedoso cabello, su piel, suave y sonrosada, penso cuando sus manos la acariciaron, con un delicado ¿bello?... Inuyasha apretó mas, era muy blando muy blando su cuerpo cubierto de pelos, esta muchacha era el hombre lobo o que,... abrió los ojos y dos brillantes le devolvieron la mirada.

    - ¡¿Pero que demonios es esto?!- grito

    Kagome y Miroku corrieron desde la cocina hacia la habitación de Inuyasha alertados por su grito, al entrar el ojidorado se encontraba estrangulando a un gran oso de felpa.

    - ¿Pero que haces Inuyasha?- pregunto Miroku, Kagome permanecía a su lado sin creer la escena, parecía una broma el estaba estrangulando al muñeco con fiereza, con ambas manos estaban alrededor de su peludo cuello.

    Inuyasha volteo hacia la puerta ignoro deliberadamente la pregunta de Miroku y fijo sus ojos chispeante en la muchacha.

    - ¿En donde estabas?- reclamo.

    - No te alteres, Inuyasha se que me extrañaste anoche pero.. bueno tu entiendes las damas me reclam... – su voz se vio interrumpida por un oso volador, el cual se estrello, súbitamente en su cara.

    - Cállate y lárgate contigo no estoy hablando- su miraba mostraba tanta furia que su amigo decidió abstenerse de dar mas explicaciones.

    Apretó contra si el peluche, suspiro fuertemente toco la nariz de muñeco y dijo:

    - Amiguito, no se que habrás hecho, para enfurecerlo así pero... te felicito, eres mas rápido que yo, jajajaja, pásame la receta.

    El aura de Inuyasha creció volviéndose en un rojo vivo, provocando que Kagome retrocediera un par de pasos.

    Miroku pareció no haberse percatado de ello, continuaba hablándole al oso, prometiéndole mil cosas por el secreto, para hacer explotar tan rápido a Inuyasha, por lo general el necesitaba de sus comentarios mas elaborados para provocarlo de esa manera.

    - Entonces que dices “oso”, ¿me darás el secreto? si me lo dices te presentare un par de osas que he visto sobre la cama de unas amigas mías...

    - He, dicho ¡¡¡largo!!!...- Inuyasha se paro lo mas rápido que su condición le permitía, saco a Miroku y al odioso juguete fuera de la habitación y cerro de un portazo tan potente que amenazo con dejar caer la casa.

    Miroku pestañeo confundido fuera de la habitación, miro la puerta luego el oso, se puso de pie.

    - Bien “oso” te has ganado un buen desayuno, ¿me acompañas?- y comenzó su trayecto a la cocina con el oso bajo su brazo.

    Kagome permanecía apoyada contra la pared observando a un jadeante ojidorado encorvado sobre la puerta, intentando recobrar el aliento.

    Se movió lentamente hacia el, apoyo su mano en la espalda del muchacho.

    - ¿Te sientes mal?, ¿puedo ayudarte en algo?, apóyate en mi...- el se giro súbitamente a ella sostuvo sus manos entre una de las suyas ejerciendo algo de presión y luego las soltó como si le quemaran, giro sobre sus pies para apoyarse en el respaldo de madera de la cama.

    Ella encogió su mano llevándola junto con la otra contra su pecho, se separo mas aun, de el.

    - Perdón- murmuro, mientras comenzaba a abrir la puerta – voy a terminar de preparar el desayuno.

    Antes de que pudiera dar un paso fuera de la habitación, Inuyasha la sujeto fuertemente del brazo, la volvió hacia el y la apretó contra la puerta, provocando en la muchacha un gran nerviosismo.

    - ¿Que..ocu..?- ni siquiera era capaz de pronunciar palabras completas, el la tenia acorralada completamente, podía escuchar su agitada respiración cada vez mas fuerte, casi pegada a su oído, ella intento moverse para salir de allí, pero el nuevamente haciendo uso de su fuerza la empujo mas contra la puesta provocando un sonido seco.

    - Ni se te ocurra- dijo casi en un gruñido, puso las manos alrededor de su cintura ciñendo aun mas su sencillo vestido color pastel, su pecho subía y bajaba rápidamente producto del nerviosismo.

    - Pe.. pe..pe...ro- dejo salir ella.

    - Shhhh- Inuyasha subió lentamente una de sus manos por su brazo izquierdo llegando a su cuello puso su cabello hacia atrás, llevo la nariz a su cuello aspirando fuertemente su aroma, aquel aroma que lo enloquecía, provocando que el rostro de la muchacha enrojeciera profundamente.

    - Lo sabia- suspiro sobre su cuello- es lavanda.- el continuo un par de segundos mas, provocando escalofríos en la muchacha y una seria tensión en el, el aroma era muy provocador

    - ¿Te han dicho que hueles muy bien?- susurro en su oído.

    - No...n..o- tartamudeo – el sonrío ante su reacción.

    - ¿Por que te fuiste?.

    - Yo...yo...no..me pareció apro..piado..do que... bueno... que usted y...y...o- Inuyasha acariciaba su cuello con la nariz impidiéndole hablar de corrido.

    - No te pareció correcto que Miroku se diera cuenta que habíamos dormido juntos- ella asintió con la cabeza.

    - Por favor Kagome- dijo acariciando su cintura- no me vengas ahora con cosas de mojigata – ¿Vas a decirme que nunca habías estado así con un hombre?

    - ¿A..si como?- el miro directo a sus ojos chocolates algo confundidos, se aparto de ella algo molestó.

    - Sabes muy bien de que estoy hablando, por favor se muy bien que tu hacías mucho mas, que solo dormir con otros hombres.

    - No se de que me hablas

    - Oh... no sabes vamos, soy un hombre bastante comprensivo, pero no me gustan las mentiras- Ella lo miro aun sin comprender de que estaba hablando.

    - De verdad no se de que estas hablando.

    - ¡No mientas! – grito – se muy bien lo tuyo con esos mozos de establo.

    - ¿Mozos?- realmente Kagome no tenia la mas mínima idea a se refería.

    El la miro a un mas exasperado, se movió incomodo lentamente por la habitación aun las piernas le molestaban, pensando en como podía ser tan descarada esa mujer, la observo detenidamente arrinconada contra la pared, pretendiendo casi formar parte de ella.

    - Realmente pareces inocente- menciono mientras tomaba su barbilla- lastima que las cosas no sean nunca lo que parecen- dijo presionándola un poco.

    - Inuyasha, me haces daño.

    - ¿Daño dices?- se burlaba- claro estas acostumbrada a los establos, una habitación debe ser algo nuevo para ti, pero descuida prometo que te gustara.

    Ella comenzó a moverse inquieta bajo la presión de Inuyasha.

    - Por favor, no

    - Vamos... solo dame un beso- dijo acercando sus labios a su boca.

    - ¡¡Noo!!- lo empujo lo mas fuerte que pudo comenzando a llorar, ella quería a Inuyasha lo quería pero no así,.. no... así.

    - Estas lo...- iba a insultarla pero se detuvo al ver las lagrimas en el rostro de Kagome, lagrimas en su ojos y un rostro pálido, la imagen le produjo un dolor terrible en el pecho, ella se veía tan vulnerable, tan sola, tan triste que tuvo ganas de golpearse a si mismo con fuerza, por apagar su sonrisa.

    - Yo.. yo.. nunca he estado con nadie.. ningún hombre- el intento acercarse a ella, estaba arrepentido sin importar el pasado de Kagome, el debería de haberla tratado con respeto por todo lo que ella había echo por el, por su recuperación, por su vida, ella esquivo sus manos llevándoselas al pecho tratando de ahogar su llanto, el rechazo le dolió.

    Le provoco un horrible vacío en la boca del estomago.

    - Discúlpame, yo no debí... yo... se de tu pasado y no debería juzgarte tan a la ligera por que yo tampoco soy un modelo de rectitud... de verdad no quise.

    - No se equivoque, no se de donde abra sacado esa información pero le aseguro que nunca he hecho tal cosa.

    - Se bien que no debí juzgarte tan a la ligera pero...

    - ¡No es cierto!.

    - ¡Basta deja de mentir! tu hermana y tu tía me contaron todo sobre ti a si que no es necesario que inventes ninguna excusa.

    - No es ninguna excusa- por primera vez levanto el rostro y lo enfrento directamente- no se que te habrán dicho pero yo nunca he estado con hombre alguno, nunca intentaría... yo nunca haría nada sin estar casada.

    El la observo por un momento realmente el no tenia prueba alguna de su conducta pero por otro lado que motivo tendrían Kikio o Kaede para desprestigiarla.

    - No te hagas la tonta me vas a decir que nunca te relacionaste con aquel muchacho que trabajaba en tu casa, tu tía me contó aquella vez que los encontró besándose descaradamente- olvido su intento de comprenderla cuando la imagen cobro vida en su cabeza sus pensamientos se llenaron de intenciones asesinas, se aproximo nuevamente a ella la tomo nuevamente de la cintura- ¡¡¡¡atrévete a negarme que no es cierto, niégame que lo besaste!!!!.- esperaba que mintiera que lo convenciera que ella nunca había hecho eso, necesitaba desesperadamente que no fuera cierto por que buscaría a ese desgraciado muchacho y lo mataría.

    - No.. lo niego lo bese el día que cumplió diez años- el ni siquiera escucho completamente lo que ella había dicho cuando preso de los celos las estrecho mas.

    - Lo sabia eres como todas la mujeres, no me importa si era por su cumpleaños eres una...- un momento penso “diez años”- ¿cómo que diez años?- la enfrento.

    - Si Kohaku cumplió años y es costumbre besar a alguien en su día para saludarlo, pero solo fue en la mejilla, el es como mi hermano, es hermano de Sango.

    El la observo aun sin entender, muy bien sus palabras, su rostro era sereno, ella realmente estaba hablando en serio, acaso podría ser que Kaede había exagerado las cosas, pero por que.

    - Entonces... ¿nunca besaste a nadie?- ella negó con la cabeza- ¿pero como es posible?, esta bien si no fue con ese Kohaku, estoy seguro que... tu tienes varios admiradores el idiota de Koga- ella negó con la cabeza- el infeliz de Bankotsu entonces.

    - El y yo solo somos amigos.

    - ¿Amigos?, amigos dices- apretó los dientes estoy seguro que el quieres mas que ser tu amigo.

    - No se... pero el y yo...

    - No me importa desde ahora no quiero que hables con el.

    - Pero.. per...

    - No me interesa tu opinión, desde ahora no mas amigos, es mas no quiero verte con ese hombre con faldas tampoco.

    - Hombre con faldas- medito- te refieres al padre Renkotsu

    - Si a ese... de ahora en mas,.. nada mas hablas conmigo

    - ¿Estas loco?, ¡tu no me mandas!- dijo soltándose y empujándolo levemente con las manos realmente la actitud de Inuyasha le parecía ridícula primero la acusaba de tener una vida disoluta y ahora le prohibía hablar con sus amigos, eso la enfurecía, ya estaba cansada que siempre le manejaran la vida- ¡tu no me mandas, tu y yo no solos nada, así que...!

    - Así que... ¿no somos nada he?...- dijo con una sonrisa seductora, rodeando a la muchacha con sus brazos y acercando su boca a la suya- ¿Kagome de verdad crees que tu y yo no somos nada.?

    - Inu...Inuya...Inuyasha, ¿que se supone que estas haciendo?.- la sonrisa del muchacho se amplio al ver su reacción frente a la posibilidad de un simple beso, entonces estuvo seguro realmente ella no tenia ningún tipo de experiencia en nada de eso... ella se veía preciosa sonrojada, nerviosa, ella era realmente encantadora.

    - Shhh- la silencio por segunda vez de es forma que la ponía nerviosa- solo quiero que te quede claro lo que hay entre nosotros- las piernas de Kagome estaban tan flojas que si el la soltaba estaba segura que se desplomaría como una muñeca de trapo.

    Estaban prácticamente respirando el aliento del otro, casi apunto de besarse.

    - Toc. Toc...Toc... Inuyasha- Inuyasha gruño por la interrupción- Toc... toc ..Inuyasha necesito hablar contigo es importante.

    El ojidorado estaba realmente furioso, porque que debían interrumpirlo justo ahora, miro a Kagome sus ojos estaban brillantes y sus mejillas sonrosadas, pero lo que mas le agrado era su mirada tan tranquila, estaba seguro que ella también quería besarlo.

    Los insistentes golpes en la puerta lo regresaron a la realidad

    - Toc... Toc...Toc.. Inuyasha te digo que abras es urgente.

    El soltó un sonoro suspiro de frustración soltó a Kagome la puso tras de si y abrió la puerta.

    - ¡Que demonios quieres!- la expresión e su rostro podía espantar al demonio mismo, pero Miroku estaba tan acostumbrado que simplemente sonrío y entro como si nada a la habitación.

    - Espero no haber interrumpido nada importante.- dijo fingiendo inocencia y mirando a Kagome

    - Yo,... es mejor que vuelva a mis ocupaciones, cuando quieras desayunar estaré en la cocina- dijo dirigiendo se a Inuyasha

    - Pero Kagome... – ella salió rápidamente de la habitación sin darle tiempo a decir nada.

    Podría gritar por la frustración, pero aun así no seria suficiente estuvo a punto de probar los delicados labios de un ángel y... rayos casi sintió ganas de golpearse la cabeza contra el muro, una idea macabra se formo en su cabeza, mejor golpearía la cabeza de quien interrumpió.

    - Miroku... amigo mío- canturreo con una fingida alegría.

    - ¿Si Inuyasha?- al ver el rostro de Inuyasha no pudo mas que retroceder su mirada, reflejaba una sincera alegría, y eso lo asustaba mas que ver su rostro enojado.

    - ¿Inuyasha que haces que pretendes?- retrocedía mientras el ojidorado levantaba su puño contra el.

    &&&&&&&&&&&

    En el Tíbet dos monjes meditaban sobre el destino de la humanidad cuando fueron interrumpidos por un grito ensordecedor.

    - ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡En la cara no, Inuyasha!!!!!!!!!!!!

    &&&&&&&&&&&

    Kagome aun intentaba digerir lo que había ocurrido momentos atrás, con Inuyasha aun no comprendía el motivo de su comportamiento, se llevo la mano a los labios y sonrío casi la había besado, casi por lo menos tendría un recuerdo bonito de Inuyasha cuando ella ya no estuviera allí, tal vez es lo mas cerca que jamas estaría de el, sabia perfectamente que el amaba a su hermana y tal vez siempre lo haría pero por lo menos por un par segundos logro sentirse en las nubes, incluso soñó que el la celaba pero no, era demasiado para ser cierto un ruido en el patio la distrajo de sus pensamientos.

    Hanyo y Shikon estaban muy inquietos ladrándole al roble del patio trasero.

    - Que ocurre muchachos que hay ahí - ambos perros se dieron vuelta hacia ella, menearon sus colas y dirigieron nuevamente su atención a la copa del árbol

    - ¡Auxilio!- se escucho de arriba del árbol- ¡Kagome ayúdame!

    - ¿Sango eres tu?- la muchacha se encontraba arriba del árbol prendida cual garrapata de una de sus ramas.- ¿Pero que haces hay arriba?

    - Y tu que crees, estoy maravillándome con el atardecer – Kagome observo al horizonte.

    - ¿Pero que dices Sango si aun es mediodía?-

    - Que no ves que esas bestias intentaron atacarme.

    - Bestias- dijo mirando a todos lados- cuales bestias

    - Como cuales, esas dos horribles bestias- dijo señalando a ambos perros, realmente parecían dos terribles bestias salidas del infierno pero Kagome parecía no darse cuenta.

    - Pero que dices Sango si Hanyo y Shikon no son, mas que dos dulces cachorros.

    - Estas loca amiga esas dos bestias deben ser las que cuidan del infierno.

    - Jajajaja, vamos Sango ellos no te harán nada son muy mansos- dijo acariciando la cabeza de ambos, Sango la miro con escepticismo y con recelo.

    - Esta bien bajare, pero si muero pesara en tu consciencia.

    - Ven baja- efectivamente luego un rato las bestias como les llamaba Sango se aplacaron y no le prestaban atención.

    - Te lo dije,... ellos son muy buenos perros, solo que no te conocían y desconfiaron un poco, pero cuando vengas otra ves veras que no te hacen nada.

    - Claro lo que tu digas- dijo no muy convencida.

    - Inuyasha los ha educado muy bien

    - ¿Son de Inuyasha?- Kagome asintió- ya decía yo, las cosas siempre se parecen a sus dueños, pobres animales corazón tienen ese carácter...- mientras Sango continuaba compadeciendo a los perros, la mente de la pelinegra viajo lejos junto con los recuerdos de momentos atrás el la habitación de Inuyasha pero mas allá del final realmente le extrañaban los comentarios que supuestamente su tía y Kikio habían hecho sobre ella.

    - Kagome, Kagome- pestañeo un par de veces hasta darse cuenta que su amiga había estado llamándola.

    - ¿Que ocurre?

    - Al fin... ¿en que pensabas?

    - Yo nada en realidad bueno... si nada

    - Vamos, te conozco dime

    - Bien yo, ¿tu crees que mi tía y Kikio ...- comenzó a contarle parte de las cosas que le había dicho Inuyasha por supuesto omitiendo un par de cosas, en realidad mas de un par de cosas.

    &&&&&&&&&&

    - Entonces mi padre vendrá pronto- un Miroku algo amoratado asintió con la cabeza- ¿Y por que? ¿a que viene?- dijo algo fastidiado.

    - Bueno...-titubeo- ¿tal vez quiera venir por tu cumpleaños a felicitarte?- agrego algo nervioso.

    - ¿Por que siento que me estas ocultando algo?

    - ¿yo como puedes decir eso?- volteo hacia la ventana fingiendo demencia.

    - ¡¡¡Dime!!!- demando

    - Yo, ...yo, ¿pero que quieres que te diga?, ¿es que acaso no confías en mi?

    Inuyasha miro a su amigo con recelo.

    -¡¡¡No!!! me dices voluntariamente o uso un par de métodos que conoces muy bien- dijo tomándolo del cuello.

    - Esta bien,... esta bien, ya que lo pides tan amablemente, lo que ocurre...

    &&&&&&&&&&&

    - Ni si quiera lo dudes Kagome esas dos brujas hubieran dicho cualquier cosa por hacerte quedar como una cualquiera.

    - Sango no digas eso, después de todo son mi familia y no creo,... bueno no creo...

    - Dios mío – se paro de pronto – no puedo creer que todavía las defiendas, ¿estas segura de estar bien de tus facultades?, esas dos eran una brujas del infierno.

    - Pero...

    - Nada de peros entiendo que la bruja menor este muerta y quieras tenerle respeto pero créeme, fue lo mejor para ti.

    - Escucha no me parece

    - No tu escucha a mi no me parece que tu aun las defiendas después de todo lo que pasamos, no digo que bailes sobre sus tumbas o algo así pero... por favor no las defiendas- se acerco a Kagome tomándola de los hombros- si alguna vez quieres sentir compasión por alguien mira tu espalda y compadécete.

    Kagome palideció un poco recordaba con pesar aquellas marcas en su espalda, los castigos.

    - De cualquier forma ella era mi hermana y yo...

    - Dios.. deja de decir esas cosas- la enfrento con el ceño fruncido- la única hermana que tienes soy yo, y el único padre que conoces es el mío así que crece de una vez.

    Los ojos de Kagome se llenaron de lagrimas, pero no podía seguir llorando debía ser fuerte intentar ser fuerte se seco con una manga y trato de esbozar una sonrisa.

    - Tienes razón no pude tener mejor hermana que tu.

    - Lo se, soy genial encantadora, hermosa y..

    - Muy modesta

    Ambas rompieron en carcajadas, tal vez Dios le había puesto demasiadas pruebas en la vida pero, le había enviado bendiciones también, una de ellas su querida hermana Sango.

    &&&&&&&&&&&

    - Pero ¡¿por que diablos no me lo dijiste antes?!- Inuyasha estaba sentado sobre la cama sosteniendo unos papeles entre sus manos.

    - Intente hacerlo varias veces pero bueno... tu nunca estabas sobrio...

    - ¡De todas formas!

    - Iba a hacerlo cuando... cuando tuviste tu accidente.

    - ¿Pero como perdimos tanto dinero?, si hace tan solo unos meses nuestra compañía transportadora tenia muchos contratos.

    - Bueno tu gastabas bastante en las cantinas y... muchos clientes se fueron por tu comportamiento, nadie confía en ti desde que... bueno tu sabes... tu comportamiento no es demasiado serio que digamos.

    - Pero de todas formas tenemos muchos clientes, aquí están los pedidos por que no los han surtido.

    - Yo no tengo tu vos de mando y muchos empleados no me respetan además muchos barcos están severamente dañados, te prometo que he hecho mi mayor esfuerzo, lo siento de verdad creo que todo esto me ha superado.- Miroku miro el suelo algo avergonzado.

    Inuyasha estaba a punto de contestar como acostumbraba, de mala manera pero se contuvo suspiro y penso que después de todo era su empresa Miroku se había esforzado, pero aquí el responsable era el mismo.

    Miroku salvo por lo menos algo de su compañía, y lo demás bueno... habían tenido crisis peores, hasta ese momento recién se había dado cuenta de cuanto había hecho su amigo por el, realmente era afortunado de tener su amistad.

    - Esta bien no te preocupes veras como solucionamos todo, recortaremos algunos gastos y trataremos de superar la crisis.

    - Si.. estoy seguro.. que lo lograremos.

    - Mmmm... estas seguro que eso es todo

    - Pu..es pues claro que mas podría ser.

    - ¡¡¡Miroku!!!- el encogió los hombros.

    - Esta bien de todas formas pronto te enteraras,...tu padre viene con Akudoshin.

    - ¡¡¡Que!!! y recién me lo dices, rayos... ese maldito de seguro viene a ver como me hundo, lo mas seguro es que mi padre quiera entregarle el control de la compañía.

    - No.. no creo tu padre no te haría eso, además el tienes sus propios negocio y bueno..

    - Sabes muy bien que el se dedica al contrabando y estoy seguro que viene para convencer a mi padre que le entregue el control, rayos... y mi padre confía en el.

    - Tienes razón, pero no se si hablas con tu padre bueno estoy seguro que te entenderá.

    - Si tal vez tengas razón

    - ¿Cuando llegara?.

    - Pues creo que,... mmm, - medito- el dijo que estaría aquí para tu cumpleaños...

    - Entonces mañana,... bien- tomo sus muletas del lado de la cama, puesto que aun le costaba estar demasiado tiempo en pie- vamos al despacho y prepararemos los papeles.

    Inuyasha salió después que Miroku de la habitación con un solo pensamiento “Maldito Hakudoshin, no te quedaras con nada que sea mío”

    &&&&&&&&&&&&

    Era una gran sala en penumbras, se dejaron oír pasos en un largo pasillo, las bisagras de una puerta al abrirla y cerrarla, una figura se deslizaba dentro.

    Apoyaba la vela sobre una chimenea, todo estaba algo cubierto de polvo, un retrato colgaba en la pared, el retrato de una joven de sonrisa angelical, ojos cafés, cabello obscuro.

    - Esta vez no te burlaras de mi,... esta vez no te quedaras con lo que no, te pertenece.

    La puerta tras de si se habrio dejando sonar nuevamente la bisagras.

    - Señora...- una mujer de 30 años avanzo hacia quien contemplaba el retrato- es linda ¿quien es?.

    - Un demonio, es un demonio, que me encargare de eliminar- dijo con una sonrisa siniestra- Y tu me ayudaras, verdad Urasue.

    La mujer asintió.

    Fuera la obscuridad de la noche se había apoderado del cielo llevándose la luna, presagiando un negro porvenir, pero negro ¿para quién?

    CONTINUARA...

    N/A: Hola a todos la verdad este capitulo me a costado mucho, me tomo demasiado recuperar el hilo de la historia esta vez re-escribí este capitulo tantas veces, para quedarme con lo primero que escribí, bueno espero que este capitulo le haya gustado, voy a poner el siguiente capitulo lo antes posible lo bueno es que ya lo empece, se llamara “Velas Encendidas”, el por que del nombre bueno este 14 de diciembre celebro mi cumpleaños, por eso me pareció buena idea incluir uno en la historia.

    MUCHAS GRACIAS A QUIEN SE TOMA EL TRABAJO LEER MI FIC ESPECIALMENTE A :
    Maritza ( gracias por la coreccion jeje, creo que esta vez lo corregi disculpa la tardanza pero bueno ya sabes el motivo), Artemis. moon ( te dejare un poco mas con la duda quiero pasar mi cumpleños en una pieza descuida en el proximo lo sabras, y creo que realmente desearas mandarme a un hospital, gracias por tu comentario), Merlina ( de verdad debias estar cansada o quizas yo mejore aunque nah, de seguro estabas cansada y no viste los errores, gracias creo que este si tendras que corregir), Nerakiba ( Sip, soy yo espero sigas leyendome).
    Besos a todos gracias por lleerme, cualquier duda correccion sera bienvenida ya saben.

    DeboraAnabe
     
  19.  
    artemis.moon

    artemis.moon Guest

    Re: A quien me recuerdas

    ya va.... (mirando a la derecha)....mmm... (mirando a la izquierda).... ¡¡¡¡Soy la primera!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!weeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! chama te quedo demasiado pavoooo ^^ ese miroku si es cobarde... como le digo a un amigo mio "mamita" xD.... weno esta muyyyyyy interesante voy a esperar la contiiii con mucha ilusión >_< y ese día voy a necesitar: un abogado, un doctor, una soga, un cuchillo, una caja de cotufas (palomitas de maiz), nestea (té helado), una pandilla, a Hikaru y Kaoru (Ouran high school host club), una amiga mia con mucha fuerza, un celular, ropa negra, a Tio cono(un amigo mio) xD, una camara, un emo (los emos que estan leyendo esto me van a perdonar >.<), un gotico (perdonenmeeeeeeeee) y un psiquiatra xD no se ni para quiero todo eso Oo pero va a estar muyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy interesantee weeeeee

    Chauuu jejeje y muyyyy feliz cumpleaños!!!!!!!!!!!!!! xD
     
  20.  
    merlina

    merlina Guest

    Re: A quien me recuerdas

    Hola Debora
    1°Estoy en un 100% de acuerdo con lo que escribió :_maritza_:, creo que fue muchito tiempo en que nos tuviste con la intriga inclusive yo iba a postear pero...no recuerdo lo que paso pero es comprensible la demora :P
    2° No se si soy yo o ¿que?, pero hoy vi muchos errores, como por ejemplo en los tildes también en las comas ( sobre las comas no sé si es algo mió o ¿que?, por qué según yo en algunas ocasiones te faltaron y en otras las pusiste después) y los típicos errores de tipeo xD (que se formaron oraciones muy cómicas)
    Y por ultimo los halagos y otros: TE ESTA QUEDANDO MUY LLLLINDO!!!
    , me encanto cuando Miroku hablaba con el osito, eso si arto tonto para interrumpir justo cuando Inuyasha y Kagome se iban a dar un beso.Bueno espero que allá continuación pronto, por qué o si no vas a tener que pagar un psicólogo :P
    Yap nop molesto más, feliz cumpleaños adelantado!!!y cuídate mucho....
    bye...
     
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