El VeRaNo QuE CaMBio Mi ViDa

Re: El VeRaNo QuE CaMBio Mi ViDa

Bueno, dije que dejaria una conti, y aqui la tienen, no es muy larga porque ´tengo que hacerle unos cambios al resto y tardaré unos dias y no podía haceros esperar tanto tiempo.

CONTINUACIÓN:

- Oye, este no es el sitio ni el lugar para hacer eso. - una voz femenina que me era familiar se dirigia a nosotros, no pude ver quien era ya que aún estaba tirada en el suelo.
Rápidamente Ichi se quito de encima mío y me pude levantar y ver quien era la persona que nos hablaba como si realmente estuvieramos haciendo algo malo, aunque desde su punto de vista puede que si que lo pareciera. En cuanto la miré la reconocí, era Rumiko, una chica muy popular que iba a mi clase,su piel clara, su pelo largo azabache y lacio la hacian parecer una muñeca, aunque era arrogante y presumida, aparte de persuasiva y soberbia y no le importaba humillar a quien se le pusiera por delante. Y de seguro le debió molestar ver al perfecto de Ichi con una vulgar y mediocre chica de su clase, aunque viendo como es, ni siquiera se habrá dado cuenta de que yo voy a su clase.
- Nosotros no estabamos haciendo nada - le explicó Ichi a Rumiko.
- Si, ya. Y ahora me diras que esta no es nadie, que solo habeis trapezado y habeis caido así. Oye guapo, que no me chupo el dedo. - comenzó a hablar con arrogancía - si de verdad te gusta esta chica, vaya gustos - me miró con asco - seguro que...te habrá amenazado - comenzo a acariciarle la cara a lo que Ichi reacciono con aspereza.
- A mi nadie me ha amenazado... - no pudo continuar hablando porque yo le corté en seco.
- ¡Ya basta! - le cogí la mano a Ichi - será mejor que lo dejemos así, vamonos. - Ichi me siguió sin protestar, aunque se le notaba molesto. Cuando nos alejamos lo suficiente de ella comenzamos a hablar.
- ¿por qué permites que diga todas esas cosas? Te ha tratado como si fueras... un insecto, una cucaracha, un... ¿ No te das cuenta que se estaba riendo en tu cara? Pero ¿Quién es ella para decirme a mí que chica me tiene que gustar? - se le notaba muy enfadado.
- Ichi, tranquilo - trate de tranquilizarle los nervios que tenía - No tienes que darle explicaciones a nadie de lo que hagas o dejes de hacer, tu eres libre de hacer lo que quieras. y si la enfrentas le estarás dando lo que quiere, ¿no ves que solo quiere molestar? Además, ella puede creer lo que quiera, lo que pasó hace un momento sólo fue un accidente, con que tú y yo lo sepamos basta.
- Puede que tengas razón.
- ¿cómo que puede? Tengo razón - deje entrever una sonrisa - además, yo no me considero un bicho asqueroso y apestoso. ¿Acaso no puedo ser yo tan guapa como ella?
- Eres increible - dejo ver una gran sonrisa.
- ¿Me lo tengo que tomar como un halago?- le pregunte con una sonrisa en la boca.
- si así lo deseas, puedes tomartelo como quieras. - me correspondió a la sonrisa.
- Volvamos ya, que tengo que buscar a Nanami, que ya la deje sola mucho rato.
-Ah si, había una cosa que quería preguntarte.
- Dime, ¿qué es?
- ¿por qué te has ido esta tarde así del restaurante? Parecia como si huyeras de algo.
- Ah, era eso - miré hacia el suelo un momento y luego volví a levantar la cabeza para mirarle a los ojos - No era nada, tenía calor, me estaba agobiando un poquito, tenía que tomar el aire - él me miró como si no creyera nada de lo que le estaba contando.
- ¿era solo por eso? - no se le veia muy convencido.
- Bueno no, era por otra cosa más, pero no te lo voy a decir.
- ¿por qué no? - preguntó un poco confuso.
- No es asunto tuyo - dije mientras me alejaba de él en dirección al hotel.
- Ya me enterare, no te preocupes, doña amabilidad - Gritaba desde lo lejos.
- Gracias por el cumplido - levante la mano en señal de despedida.
Me dirigí hacia la habitación en la que nos hospedabamos Nanami y yo, nada más entrar, vi a Nanami sobre la cama con un blog de dibujo en la mano, estaba otra vez dibujando. A Nanami le apasionaba el dibujo, siempre que tenía un poco de tiempo se ponía a dibujar, dibujaba cualqueir cosa que le parecía bonita, tiene dibujos de perros, le encanta dibujarlos, y también algun retrato mío. Ahora está trabajando en un comic, quiere presentarse a un concurso, y la verdad, tiene muchas posibilidades de ganar.

Nada más verme dejó el cuaderno en un lado de la cama y se acercó a mí, quería que le contara todo, incluyendo detalles. Me senté a su lado y comencé a contarle toda la historía, desde que nos fuimos hasta que nos encontramos con Rumiko, a la cual ella conocía perfectamente, ya había tenido más de un encuentro con ella con respecto a algún chico que les gustaba a las dos.
- Esa chica siempre está en todos lados - protestó Nanami - y más aun si hay algún chico guapo de por medio. No sabes cuanto la odio.
- Te comprendo. Se a atrevido a decir que yo he amenazado a Ichi para que salga conmigo.
- ¿Estaís saliendo? - preguntó euforica.
- No, claro que no estamos saliendo.
- Jo amiga, ya podías haberme dado una sorpresa.
- Estás deseando que salga con él ¿verdad?

BUENO ESO ES TODO CHICOS/AS
ESPERO QUE HAYA SIDO DE SU AGRADO.
BYE!

 

Re: El VeRaNo QuE CaMBio Mi ViDa

Hola a todos, gracias por vuestro apoyo, aunque ya sé que quereis la conti ya, no la podré poner de momento, no tengo internet T_T (otra vez) perdonarme en serio, siempre con mis problemas con internet, ya estareis cansados.
A mi vuelta os pondré una conti larga, como agradecimiento por la paciencia que estais teniendo conmigo.

Bueno, eso es todo lo que tenía que decir. Hasta la proxima vez que pueda conectarme.
Gracias, un saludo a todos.

 

Re: El VeRaNo QuE CaMBio Mi ViDa

Hola a todos, ya estoy de vuelta... ¿se me extraño mucho? verdad que no, así me gusta, sinceridad.
En fin, que por fin se han dignado a ponerme internet de nuevo y ya estoy aqui con la continuación, espero que sea de su agrado...

CONTINUACIÓN

Me dirigí hacia la habitación en la que nos hospedabamos Nanami y yo, nada más entrar, vi a Nanami sobre la cama con un blog de dibujo en la mano, estaba otra vez dibujando. A Nanami le apasionaba el dibujo, siempre que tenía un poco de tiempo se ponía a dibujar, dibujaba cualqueir cosa que le parecía bonita, tiene dibujos de perros, le encanta dibujarlos, y también algun retrato mío. Ahora está trabajando en un comic, quiere presentarse a un concurso, y la verdad, tiene muchas posibilidades de ganar.

Nada más verme dejó el cuaderno en un lado de la cama y se acercó a mí, quería que le contara todo, incluyendo detalles. Me senté a su lado y comencé a contarle toda la historía, desde que nos fuimos hasta que nos encontramos con Rumiko, a la cual ella conocía perfectamente, ya que había tenido más de un encuentro con ella con respecto a algún chico que les gustaba a las dos.
- Esa chica siempre está en todos lados - protestó Nanami - y más aun si hay algún chico guapo de por medio. No sabes cuanto la odio.
- Te comprendo. Se a atrevido a decir que yo he amenazado a Ichi para que salga conmigo.
- ¿Estaís saliendo? - preguntó euforica.
- No, claro que no estamos saliendo.
- Jo amiga, ya podías haberme dado una alegría.
- Estás deseando que salga con él ¿verdad?
- Si - dijó con una gran sonrisa - ¿se me nota mucho?
- no sé, esa euforia con la que has saltado de la cama cuando he mencionado las palabras salir e Ichi, delataban un poco.
- Vale, ¿tanto se me nota?
- Aja - afirme con la cabeza.
- Vaya, tendré que disimular más la proxima vez - dijó mientras volvía a sonreir.
- Eres imposible Nanami, pero puede que sea por estas cosas por las que te considere mi mejor amiga - le dijé mientras la abrazaba.
-ah, si, una pregunta más - dijó Nanami separandose de mí - ¿Intentó besarte de nuevo? - preguntó con una sonrisa traviesa.
- Eres una cotilla - sonreí.
- Si - dijó sin quitar la sonrisa de la boca - Venga, no te lo guardes, sueltalo de una vez.
- Tú no haceptas un no como respuesta ¿verdad?
- No - me puso ojitos - Anda venga, cuentamelo.
- No hay nada que contar, no intentó besarme en ningún momento - hice una pausa breve - o eso creo yo.
- ¿Ni siquiera cuando caisteis al suelo? ¿Nada de nada?
- No nada de nada.
- Jo, que decepción. - hizo una pausa y seguidamente me miró con una cara que me dió miedo, se le veian las intenciones de querer preguntarme algo comprometido... - y si... lo intentará ¿Tú lo dejarías? - y veo que no estaba equivocada en absoluto.
Pero... justo en ese mismo momento un golpe en la puerta de la habitación nos interrumpió, las dos nos miramos, nos preguntabamos quien podría ser, no estabamos esperando a nadie. Yo me levante y me dirigí hacia la puerta, pero antes de abrir volví a mirar a Nanami. Comenzé a abrir la puerta despacio, detrás de ésta había un chico alto, de pelo castaño oscuro, bastante corto y de piel bronceada, sus ojos eran de color azul turquesa, volví a mirar a Nanami un segundo y luego me dirigí hacia aquel chico que frente a mí se encontraba.
- Hola ¿Puedo ayudarte en algo? - le pregunté al chico.
- Hola, yo soy Tommy, estoy en la habitación de al lado.
- Hola, yo soy Yuna, y ella es Nanami - le dijé señalando a Nanami. Él respondió moviendo la cabeza en señal de saludo.
- Pués he venido porque unos amigos y yo hemos organizado una fiesta está noche junto al lago, por si queriais apuntaros.
- ¿una fiesta? - preguntó Nanami - No suena mal - lo pensó un segundo - Nos apuntamos - dijó al fin.
- Genial, será a las 21:00.
- ¿Hay que llevar algo? - pregunté
- No, nada, está todo pagado por el hotel.
- Vaya, que generosos son los del hotel ¿no? - repuso Nanami.
- Si - el chico sonrió y dejo ver una dentadura perfecta - Bueno, me voy, que tengo que continuar diciendole a la gente lo de la fiesta, gracias por vuestra atención.
- De nada - le respondí yo - adios - cerre la puerta.
- Me he enamorado - dijo Nanami con una sonrisa tonta.
- ¿eh? - no comprendí nada, ¿no era que estaba enamorada de ese chico de su clase?
- ¿crees que hariamos buena pareja?
- Bueno, no sé por qué no. - le respondí - Pero, lo acabas de conocer, no sabes nada de él. Puede que tenga novia.
- Jo Yuna, eres única para desilusionarme.
- Lo siento, pero soy realista, no sabes absolutamente nada de él.
- si sé, sé que se llama Tommy - sonrió
No pudé evitar reir ante aquella respuesta.
- Si, sabes su nombre ¿algo más?
- Si, que está en la habitación de al lado. Podré tener algún encuentro casual.
- Me rindo, voy al bar a por un refresco ¿tú quieres algo?
- No, gracias.
- Vale, adios, no tardaré en volver.
Salí por la puerta y me dirigí por el largo pasillo hacia el ascensor, ya que estabamos en un cuarto piso. Le dí al boton para que subiera el ascensor, tras unos segundos de espera el ascensor subió, me subí en él y le dí al boton que ponía un cero y ést comenzó a bajae, estaba sola y el ascensor bajó sin recibir ningún otro aviso para parar, algo de lo que me alegre. Al llegar a mi destino me dirigí hacia el bar a por el refresco. El bar estaba completamente vacío, solo estaba el señor de la barra y una camarera sentada en un taburete hablando con él. Me acerqué hacia ellos, el señor de la barra fue el primero en darse cuenta de mi presencía, era un hombre de unos cincuenta años, con el pelo canoso y con entradas de calvicie, él esperó a que yo me hacercara pacientemente, mientras la chica solo me miró un instante, y volvío a mirar a la copa que estaba sobre la barra.
- Buenas tardes - saludé al señor, él cual me respondió con una media sonrisa - ¿Me da una cocacola? por favor.
- Por supuesto.
El hombre se dirigió hacia un lado de la barra y abrió una de las neveras, en la que introdujo la mano y saco una lata de cocacola, volvió a dirigirse a mí y me acercó la lata.
- 1€

Saqué de el bolsillo delantero de mi pantalon unas pocas monedas, de las cuales solo una era de un euro. Se la entregue al dueño del bar y seguidamente me fuí de allí. Volví a dirigirme hacia donde estaba el ascensor para subir de nuevo a mi habitación. Le di al boton del ascensor y esperé hasta que bajó, luego me metí dentro y pulsé el boton del cuarto piso, las puertas del ascensor comenzaron a cerrarse, pero justo en ese momento una mano se introdujo dentro del ascensor impidiendo que éste se cerrara. Al verle le reconocí de inmediato, no hacia ni diez minutos que lo había visto, sus ojos azul turquesa me volvieron a llamar la atención. Al verme me dedicó una sonrisa, se acordaba de mí, y después entró en el ascensor antes de que se cerraran las puertas de nuevo.
- Hola - me saludó al entrar - Tú eres la de antes ¿cierto? La del cuarto piso, habitación 402.
- Si, exactamente, la misma - le dedique una sonrisa.
- ¿Vendrás esta noche? ya sabes... a la fiesta.
- Claro - respondí - allí estaremos sin falta las dos.
- Genial. Ah y si quieres puedes llevar a tu novio.
- em... no tengo novio - tartamedeé un poco.
- ¿en serio? entonces... el chico con el que estabas... - hizo una pausa - perdona no es asunto mio - se puso a mirar al frente.
- no te preocupes, no me molesta, si es el chico al que creo que te refieres solo somos amigos.
- Pues no lo parecia, pero si tu dices que es así, así será.
-Eres raro - En ese momento las puertas del ascensor comenzaron ha abrirse y salí de él.
- ¡Ey! ¿por qué soy raro? - no le hice caso y seguí mi camino - ¡Espera! - corrió para poder alcanzarme - ¿por qué no me dices nada?
Yo me limite a sonreirle y el se queda parado y ya no me hace ninguna pregunta más.
Me dirijo a la habitación en donde estaba Nanami sobre la cama con Luna y Harumi hablando. Las tres se giraron hacia mí al escuchar la puerta cerrarse y sonrieron al verme.
- Yuna, ven - dijo Luna dando golpecitos en la cama como señal de que me sentara a su lado.
Le hice caso y me senté a su lado.
- ¿qué ocurre? - pregunté.
- No pasa nada, solo estabamos hablando - dijo Harumi - ¿qué te vas a poner ésta noche para la fiesta? - preguntó.
- Pues no lo sé aun... - respondí.
- Te pongas lo que te pongas te va a sentar genial, con lo guapa que eres y ese cuerpo - dijo Luna.
- Exageradas - les dije con tono burlón.
- ¿te liarás con Ichi en la fiesta? - preguntó Nanami con voz perversa.
- ¡¿Ichi?! - Preguntaron Luna y Harumi a la vez.
- ¿El chico rubito de ojos verdes super guapo? - preguntó Luna euforica.
- Si, el mismo - Respondió Nanami muy complacida por la reacción que le habia causado a las chicas - Está loco por ella - les dijo muy flojito, pero no tanto como para no oirlo - pero ella lo rechaza una y otra vez, aunque también está loca por Él.
- ¡Eso no es cierto! - protesté.
- ¡Yuna! - comenzó Harumi a sacudirme - ¡¿Por qué lo rechazas? Con lo bueno que está! - siguió sacudiendome - ¡Tonta, tonta, más que tonta! Me soltó y me caí sobre la cama muerta.
- La has matado - dijo Luna con una sonrisa.
Me levanté como pude, estaba completamente aturdida por la sacudida.
- Admite que te gusta aunque sea un poquito.
- No, no lo haré - respondí.
- Olvidate del pasado y dale una oportunidad al chico, el no tiene la culpa de que tuvieras mala pata eligiendo novio.
- No es tan facil hacerlo, sabes. Aquello me marcó y la confianza que yo pueda sentir por alguien no va a ser nunca la misma.
- Ya, basta - Repuso Nanami - Sabemos como te sientes y también que no es facil, pero al menos intentalo, no cuesta nada.
- Lo siento chicas, he sido un poco borde - me disculpé - Pero dejemos de hablar ya de mí. Hablemos del nuevo amor de Nanami - sonreí - me lo he encontrado antes en el ascensor y hemos hablado un poquito. Es simpático.
- ¿quién es? cuenta, cuenta.
- El chico de la fiesta, el moreno de ojos claros.
- chicas... no me digais que no es guapo - dijo Nanami fantaseando con él.
Estuvimos hablando bastante rato, hasta que se hizo lo suficiente tarde para empezar a arreglarnos para la fiesta, serian sobre las ocho y media, Luna y Harumi se marcharon a su habitación para comenzar a arreglarse ellas también. Yo me pusé una falda por encima de las rodillas de color rojo y una camisa blanca con unos zapatos planos de color blanco. El pelo lo llevaba recogido en una coleta alta con unos mechones por delante de las orejas sujetados con una orquilla de color rojo a cada lado. Nanami se puso un vestido de color azul que se le ceñia a su cuerpo, con un cinturon de color plateado que le conjuntaba con los zapatos, el pelo lo llevaba suelto con una cinta que le recogia el flequillo.
Cuando ya estabamos arregladas pasamos por la habitación de las chicas para ver si habian terminado. Luna llevaba una camiseta con los hombros descubiertos y unos pantalones vaqueros, mientras que Harumi llevaba una falda más corta que la mia y una camiseta negra. Ambas iban con el pelo suelto.
Cuando salimos del ascensor, ya en la planta baja, se escuchaba el sonido de la música y de la gente hablando. No pensé que iba a ir tanta gente a la fiesta...


Hoy no estoy muy cuerda, asique no me lo tengais muy en cuenta xD :og:

 

Re: El VeRaNo QuE CaMBio Mi ViDa

Me alegro que te haya gustado, la siguiente la pondré muy pronto,solo tengo que pasarla al ordenador. En la fiesta van a pasar muchas cosas ( juju ) y algunas muy interesantes...

Gracias por seguir apoyandome a pesar de ser una pesada y estar sempre desaparecida :plis:

 

Re: El VeRaNo QuE CaMBio Mi ViDa

Hola de nuevo,siento la tardanza, pensaba haberla puesto el sabado pero por unas cosas y otras al final no pude...
En fin, que aqui traigo una continuación, espero que sea de su agrado.

CONTINUACIÓN

Cuando salimos del ascensor, ya en la planta baja, se escuchaba el sonido de la música y de la gente hablando. No pensé que iba a ir tanta gente a la fiesta...
Nada más salir pudimos observar la gran multitud de gente, la verdad, éstos chicos no pierden el tiempo. ¿cuanta gente podría haber ahí cien personas al menos ¿de dónde habían sacado a tanta gente... Pero que pregunta más tonta puedo hacerme a veces, del hotel se supone. Mis amigas ya me arrastraban con ellas, estaban deseando divertirse en aquella fiesta. Yo miraba a todos lados, sin quererlo, le buscaba con la mirada, sin comprender por qué... No había ni rastro de Él ¿se les habría olvidado invitarle... O más bien la pregunta era ¿Habría querido venir a la fista Me sentí triste de pronto, pero... ¿Por qué me sentía así
Noté un golpecito en el hombro que me sacó de mi mundo de dudas, al girarme vi sus enormes ojos azules, era Tommy que apareció con una gran sontisa, Nanami se iba a poner muy contenta, el chico del que se habia enamorado nada más verle estaba allí, delante de nuestras narices con aire relajado, como si se sintiera como en casa entre tanta gente...
- hola... - dudó - ¿Yuna - dijó con voz nerviosa.
- Si, Yuna - ¿cómo estas, Tommy - le pregunté.
- uf, menos mal - soltó un suspiro aliviado - Yo estoy muy bien, gracias ¿Tú como estas ¿por qué estas sola - la última pregunta me despistó ¿Cómo que sola Yo no estaba sola, al menos eso es lo que creía antes de mirar atrás y comprobar que allí no habia ni rastro de mis amigas, se habian marchado, y sin mí... Eso me cabreó.
- No puede ser, si estaban aquí hace un momento ¿Cómo es posible Se han ido sin darse cuenta de que no estaba con ellas - Mi tono de voz no mostraba mucho agrado ante quella noticia.
- Lo siento - se disculpó - Ha sido por mi culpa - continuó frunciendo el ceño - Si quieres te puedo ayudar a buscarlas... - su proposición no me sorprendió en absotuto, algo me decía que se iba a ofrecer ha ayudarme y mira si es verdad.
- Muchas gracias... - intenté parecer simpática - Pero no hace falta - rechacé su proposición sin pensarlo dos veces, era demasiado, no podía ir por ahí con alguien a quien no conocía a penas y menos a riesgo de que alguien conocido me viera y sacara conclusiones precipitadas.
- Pero no puedes ir por ahí sola - dijó.
Menos aun puedo ir por ahí con alguien a quien a penas conozco pensé
- Vamos, no te puede costar tanto aceptar mi ayuda - insistió - Te prometo que cuando las encontremos no te molestaré - suplicó - Me sentiré mejor.
Lo pensé un momento, más bien dudé de si debía aceptar su ayuda, pero al final acepté, tan poco importaba tanto lo que pensaran los demás
¿no
- Está bien, dejaré que me acompañes - al final cedí ante sus suplicas - pero solo hasta que las encontremos...
- Muy bien, hasta que las encontremos - sonrió entre dientes, parecía complacido por algún motivo ajeno a la puramente culpabilidad - Lo prometido es deuda. Vamos
Dimos una vuelta por todo al rededor sin encontrar rastro de ellas, debía de estar dentro entre la multitud de gente apiñada. Supongo que ya se habrian dado cuenta de mi ausencia y estarian buscandome también. Tommy iba a mi lado, ayudandome a búscar y saludando a un gran núemro de personas con las que se cruzaba, éste chico parece conocer a casí todo el mundo, aunque de seguro no se acordará de la mitad de los nombres de cada uno con los que se encuentra. A lo lejos divisé una cara conocida, era masculina, tenía el pelo desarreglado e iba vestido con un polo azul y unos vaqueros, no me quitaba el ojo de encima y yo por una extraña razón no podía apartar la mirada de Él. Tommy se dió cuenta de ésto y me cogió del brazo e hizo que siguiera para adelante, para continuar con la busqueda que parecía no terminar. Yo me detuve en seco y el se quedó extrañado.
- ¿Qué ocurre - preguntó algo confuso - Vamos - volvió a sujetarme del brazo, sin llegar a apretar demasiado, para que continuara andando.
- Acabo de ver a alguien que conozco, seguire buscandolas con Él - dijé mientras de un tirón me deshice de su mano - Muchas gracias igualmente.
- Está bien, vamos - dijó con una pequeña curvatura en los labios en forma de sonrisa . Te acompaño, así le conozco también.
Pero ¿No tenía ya bastante con estar de guardaespaldas que ahora también quería conocer a Ichi ¿Qué se cree éste chico... Pensé mientras la mala leche estaba aumentando dentro de mí, me sentía... acosada ¿Qué quiere de mí Me pregunté, yo no soy nada especial, si ni siquiera me considero demasiado guapa, soy una chica... como decirlo ¿mediocre
Volví a dirigir mi mirada hacía Ichi que no pareció haberse movido de donde estaba, incluso seguía mirandome, aunque ahora parecía tener el ceño funcido, pero tampoco lo podía decir con esactitud ya que se encontraba a algo más de siete metros de mí. Volví a mirar a Tommy antes de comenzar a hablar.
- No, no creo que le guste que vaya con un extraño, es algo tímido - me excusé - ya sabes... - le dije antes de comenzar a andar en la dirección en donde estaba Ichi, ahora más relajado, pero en ese instante volví a sentir que me cogía del brazo nuevamente.
- Espera - dijó sin soltarme el brazo - ¿No quereis tomar nada - preguntó.
- No gracias, estaremos bien - le respondí con un tono de voz algo cortante - si queremos algo ya iremos a buscarlo...
Él se calló y bajó la mirada al suelo. Me sentí un poco mal, estaba intentando ser amable conmigo y yo se lo pagaba siendo borde con él, no se lo merecía, por muy pesado que se estuviera poniendo.
- Lo siento - me disculpé - No debería haberme puesto así, sé que lo haces por ayudarme...
- No pasa nada - curvo los labios en señal de sonrisa - puedes irte con tu amigo, no te preocupes, no me he enfadado contigo ni nada por el estilo.
- Gracias - le respondí mientras le mostraba una sonrisas -. Adios - Me despedí con la mano.
Me dirigí hacia la la dirección en donde estaba los ojos que me observaban atentamente, a medida que me iba acercando su rostro parecía más relajado, incluso más sonriente... Hasta que finalmente me encontraba frente a Él.
- Hola - le saludé alzando la mano mientras sonreía.
- Hola - me respondió Él con una sonrisa - ¿Con quién estabas - preguntó con curiosidad, pero se le notaba una cierta preocupación - ¿Es amigo tuyo... - volvió a preguntar pero ésta vez sonó con un tono exigente.
- No era nadie... - le respondí rápidamente.
- am - respondió Él. Pusó cara de que quería más información de la que yo le iba a dar.
Nos quedamos ambos en silencio, provocando un silencio muy incomodo para los dos... Comencé a mirar a la gente de alrededor y me asaltó un picor por todo el cuerpo de puro nervio, a Él al parecer le pasaba lo mismo. Tuve que romper el silencio de inmediato, era realmente incomodo.
- Oye... - dijimos ambos al mismo tiempo, provocando una risa tonta a ambos.
- Tú primero - Me cedió el turno.
- Oh nada, era una tontería. Dime tú.
- Eh, no nada, lo mio tampoco era importante - se echó a reir - ¿Por qué estás sola - preguntó.
- Oh, es verdad, estaba buscando a mis amigas, me separé de ellas hace un rato y no las he vuelto a ver. No sé donde pueden estar.
- Que mal ¿no... Si quieres te ayudo a buscarlas - se ofreció.
- Muchas gracias, pero da igual, ya las encontraré después - Por alguna extraña razón me sentí bien al decir eso, iba a pasar más tiempo con Él del que debiera. - ¿Te apetece tomar algo - se sorprendió al escuchar mi proposición y apareció una pequeña sonrisa en sus labio. Al parecer le había gustado la idea.
- No estaría mal. Pero... - me tocó la frente - ¿No estarás enferma ¿Me estás invitando a tomar algo... contigo
- Si ¿Tan malo es - le pregunté.
- No, al contrario, es genial, al menos para mí. Solo me sorprendió un poco que fueras tu la que me lo preguntara a mí y no al revés ¿No crees - Respondió con cara de seguir estando un poco atónito.
- No, yo lo veo normal, somos amigos ¿no es así - Él asintió con la cabeza - Los amigos también van a tomar algo juntos. Y cuanto más tardemos menos habrá en lo que poder elegir, asique en marcha - me encaminé hacia las mesas en donde se encontraban los aperitivos y las bebidas.

Me adelanté a Ichi, que se quedo parado un momento en donde estaba pensando en no sé que cosa, preo pronto se puso a mi altura y normal, con esas piernas tan largas me alcanzó en tres zancadas, luego se adaptó a mi ritmo, ya que yo no podría seguir el suyo a no ser que corriera. En la mesa ya casi no quedaba mucho que comer y la verdad, para lo que había preferí no comer nada, solo unos cuantos aperitivos con mala pinta... Respecto a las bebidas tuvimos más suerte, aun había en lo que poder elegir. Había Coca-cola, Fanta de naranja y de limón, 7up, sprite entre otras cosas, con alcohol y sin alcohol, Ichi cogió un par de vasos que estaban sobre la mesa, me dió uno a mí y cogió otro para él.
-¿Qué quieres tomar - me preguntó.
- Fanta de limón - musité.
Sin mas cogió la botela de Fanta de limón, quitandole el tapon y sirviendome un vaso, luego volvió a dejarla en donde estaba y cogió otra botella ésta vez, era una Coca-Cola, aunque pensé que cogería una cerveza, aunque a veces no lo parezca, tiene diecisiete años y no creo que le quede mucho para cumplir los dieciocho... Esto me hizo reflexionar, no conocía a penas nada de Ichi, ni Él de mí y aun así me estaba pidiendo que fuera su novia. Ésto estaba llendo demasiado rápido para poder asimilarlo. Hace un par de meses yo era feliz, sólo me preocupaba de mis amigas y de pasarlo bien en mis vacaciones y ahora... mejor no hablemos de como estaba ahora y centremonos en otras cosas.
Había mucha gente en la fiesta, sobre todo en este lado era en donde más acumulada estaba. Ichi me cogió de la mano para que nos perdieramos y me sacó de ahí. Nos fuimos a un lugar más tranquilo, junto al muelle, en la roca en la que le había visto sentado hace unas cuantas horas cuando llegamos aquí. Nos sentamos en el suelo, sobre la verde hierba y comenzamos a hablar.
- Es muy tarde ya ¿no - bostecé, abriendo mucho la boca, pero tapandola con la mano - Mañana hay que levantarse temprano para irnos a la montaña.
- No es tan tarde, solo son las once y media - dijó mirando su reloj - pero si estás cansada te acompaño hasta tu cuerto.
En ese momento me acorde de las conversación que habiamos tenído hace un rato las chicas y yo y sobre todo me vino a la cabeza una frase que dijo Nanami Olvidate del pasado y dale una oportunidad al chico, el no tiene la culpa de que tuvieras mala pata eligiendo novio
- No hace falta, estoy muy bien aquí - dije bastante flojo mientrás apoyama la cabeza en su hombro - muy bien - repetí aun más flojo.
- Yuna... - comenzó a decir algo nervioso - no sé si podré resistir la tetación.
- Pues no te resistas - musité con una voz a penas audible.
- ¿Me estás dando tu aprobación Definitivamente, estás enferma o aun peor, estás borracha.- Comenzó a murmurar cosas sin sentido en voz baja.
- No estoy enferma ni mucho menos borracha - levanté la cabeza para poder mirarle a los ojos. Estaba brutalmente guapo, con el reflejo del agua en su rostro y sobre todo en sus ojos verdes que los hacia aun más bonitos. En ese momento me di cuenta de que tenía más suerte de la que merecía, un chico tan guapo como Él se había fijado en mí...
Tenía los ojos muy abiertos, puede que de puro asombro. Estabamos a tan solo unos centimetros el uno del otro... Mi garganta me ardía y sin hablar de mi corazón que latia a tal velocidad que parecía que iba a salirse del pecho de un momento a otro. Noté su mano que iba subiendo por mi brazo, provocandome un pequeño escalofrío al sentir el roce de sus dedos sobre mi piel, hasta detenerse en la parte superior del cuello, sujetando mi rostro. El corazón me dió un vuelco creandome una sensación inexplicable, sintiendome realmente bien, mejor que en toda mi vida, pero eso no era nada comparado con lo que vendría a continuación...

No es muy larga, pero es mejor ponerla así que toda de golpe (risas):bua:

 

Re: El VeRaNo QuE CaMBio Mi ViDa

Hola a todos, solo me paso para disculparme por la tardanza que estoy teniendo para poner las continuaciones y para informar de que lo más seguro es que no la pueda continuar en un tiempo... Si alguien quiere continuar la historia para que no cierren la discusión os doy permiso.

Bye un saludo a todos, estoy muy contenta de que me hayais apoyado todo este tiempo ^^ Gracias.