Explícito Todo Se Paga (MeChao) [Yaoi]

"Solo fue un desliz"
"No quería que todo esto pasara"
"Por favor, perdóname"
"No, no, no me dejes"

En ocasiones, personas que no tienen ni una mínima de responsabilidad, comenten infidelidad, pensando que nada malo podría ocurrir, que tiene todo cubierto.
Pero... Claramente todas las mentiras se descubren al final y tendrás que vivir con las terribles consecuencias de por vida.

Por cierto, si alguien sabe donde debería ir este tema en si, me lo hace saber para cambiarlo, gracias.

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Capitulo 1 (Todo Se Paga)​

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Corre por los largos pasillos de aquel hospital que se ve tan descuidado y de muy mala infraestructura…

Sus pasos son pesados, ya que la desesperación y culpa lo carcomen…

Aprieta sus puños por la angustia que posee, intenta no llorar, solo seguir con su rápido andar lo más firme posible a pesar del dolor y las heridas que tiene.

Ya que previamente, en la sala de espera del hospital, se vio enfrascado en una pelea a puño limpio.

En donde todos los presentes solo deseaban matarlo por haber provocado toda esta situación.

No pudo salir ileso, incluso los guardias del hospital debieron intervenir, pero eso no lo logró detener en ir directo por aquel pasillo, en donde se encuentran aquellos cuartos tristes y lúgubres, principalmente por lo que anuncian.

-Habitación trece… Habitación trece… Trece…- En su mente, ese número tiene un gran peso, Pero no, no era el hecho de que tuviera en mente las supersticiones, de que posee mala suerte.

Al contrario, para él… Fue de tanta buena suerte, pues con ese número que aquel Doncel portaba, siempre fue el sello para poder identificarlo, aparte de su posición y esos hermosos rulos que posee.

Solo quiere verlo, explicarle todo que aquello que vio y se entero no era… Bueno… Podía explicarle que eso no significó nada para su vida, solo fue una cosa de una noche… Que no debía tomarlo enserio…

No, no podía mentirse más, ni decir que eso fue cualquier cosa, sí provocó que esto llegara tan lejos.

Sus ojos entrecerrados, sus labios apretándose, rogando en sus adentros que ambos estén bien…

-Memo… Guillermo… Por favor… Por favor… Que estés bien…- Sus ojos están cristalizados, pero no es el tiempo de llorar, pues… Ahora debe enfrentar las consecuencias de sus actos, pero… Jamás creyó que resultaría así…

¿Era su castigo por no respetar aquella relación que mantenía con el portero de la selección mexicana?

Si es así…

¿Por qué Ochoa debe pagar los pecados de sus actos?

Al fin llegó, encontró la habitación, no tocó, sabe que puede pasar a verlo… Pero, si llegara a decir quién es, posiblemente le gritaría que se largara.

Conoce su actitud, su forma de ser y decía amarlo por eso y mucho más, pero… Si fuera así… Si de verdad lo hubiera amado, jamás se habría atrevido a pasar aquellas noches con otro.

Al entrar, vio como aquel Doncel de rizos tan hermosos, sonrisa deslumbrante y rostro angelical con un toque pícaro, se encuentra perdido en sus pensamientos, con ojeras, agujas conectadas a él por las venas de su diestra, su cuerpo se encuentra en muy mal estado, por lo delgado que esta.

No lo había visto en poco más de tres semanas, por su trabajo, en donde aprovecho para satisfacerse de miles de maneras, pensando que eso jamás llegaría a los oídos del Mexicano.

Su corazón duele tanto por verlo así, se estremece por completo, por no ver una cálida sonrisa, y en cambio… Una mueca de desinterés y tristeza se refleja en ese rostro pálido y adolorido.

-¿Me… Memo?- Su voz temblorosa, intenta ser capaz de llamarlo, mientras cierra la puerta detrás de él.

No existen respuestas, solo una mirada apagada y sin expresión alguna del Mexicano.

Se atreve a caminar a su dirección, haciendo caso omiso al dolor en su cuerpo por los golpes que todos los amigos de ese Doncel le dieron, por su maldita traición.

-¿Cómo… Estas?- Pregunta, admirando ese cuerpo que está cubierto por las sábanas del hospital y la habitación tan oscura que apenas si deja pasar algo de luz por las cortinas entreabiertas.

Puedo ver que aquel vientre abultado, que el Doncel poseía ya no está, y eso sólo significa una sola cosa que se niega a creer.

-¿Qué haces aquí?- Contesta, mientras sus ojos color chocolate siguen mirando para el lado más oscuro de la habitación.

Así es como su corazón se encuentra, roto, oscuro, solitario y podrido.

Ese tono en el Doncel, jamás lo había escuchado antes… Ni siquiera cuando le contó tragedias y malos recuerdos de su pasado…

No poseía sentimiento alguno, como si la alegría y felicidad se hubiera escapado de su ser y solo quedara un cascarón sin vida.

Sus pasos son lentos, torpes y con una profunda tristeza por enterarse sin palabras de lo que ocurrió…

-Me dijeron que te sentiste mal… Y… Tome el primer vuelo que pude para venir a verte…- Su mano izquierda quiere tomar la de aquel joven hombre en cama, pero… Siente que no es digno. Aprieta sus labios, siente que sus lágrimas saldrán en cualquier momento… -A verlos…- dice esto con la voz más baja pero audible posible.

En ese momento, la mano de Memo tiembla, sintiendo que de nuevo revive ese instante cuando le dijeron su estado… Se puso tan mal que debieron sedarlo, pues en ese momento enloquecido de dolor.

Sus ojos se aguaron, pero sin parpadear, ni dejar de ver al flanco derecho, las lágrimas escapan en pequeños hilos que no se rompen.

-Él… Ya no está…- Lo dijo con un pesar en su voz y corazón.

No hace falta que se lo dijera, lo había entendido gracias al pabellón en que se encuentra el Doncel… Pero no quería a creerlo… Sin embargo, la realidad lo golpeo de inmediato… Dándose cuenta que por una “Estupidez” acaba de perder todo…

-Pero… ¿Qué…?- Si voz también está en una pérdida de fuerza, es allí que las gotas de sal que tiene retenidas empiezan a salir, con la respiración agitada, mientras aprieta sus puños con fuerza, sintiéndose a cada instante el peor ser humano del mundo.

Pensó en no responderle, pues todo lo que le dijera a este hombre no traería de vuelta a quien se fue, pero… Deseaba decirle lo que ocurría, que conociera que sus estupideces provocaron que todo este mal ocurriera.

-Vi ese video… Vi todas las fotos en donde estabas con… Cristiano…- Parece un robot, todo lo habla en automático sin dejar ver alguna emoción en su rostro, pero su llanto no se detenía -Te veías tan feliz… ¿Por qué mejor no te quedaste con él?- No puede retener sus lágrimas, pero ya no siente nada más que un vacío en su corazón.

De nada le serviría llorar ahora.

Lo sabía, todo eso lo sabía. Se lo gritaron cuando lo llamaron para informarle el estado de aquel Doncel que sólo embarazo y prometió matrimonio, pero… Y aunque tuvieran una relación estable, al parecer no la pensaba respetar y más cuando llegó a Europa por temas específicos del futbol, y volvió a ver a su ex pareja… Al parecer las llamas volvieron a surgir.

-Guillermo, mi amor… Yo… Solo te amo a ti, lo juro- Por más cara suplicante y de arrepentimiento ponga, aunque diga ahora esa verdad, sabe que eso no serviría para de nada, el Doncel está perdido en sus pensamientos, no lo escuchara de nuevo.

Sus manos rápidamente toman aquella que está conectada a los monitores para pasar medicamento directamente a la vena y poder checar su ritmo cardíaco -Perdóname por lo que hice. Mi amado Memo… Por favor… Solo escúchame…- Le suplica casi en un ruego lastimero -Yo te aseguro que no es lo que crees, no es lo que parece… Solo fue… Un momento en que…- Sus palabras claramente no tienen valor alguno para el de rulos desordenados y aplastados por haber ya pasado días en cama.

Incluso el Doncel, sigue sin mostrar nada más que dolor en su rostro.

-Cuando lo supe… Sentí tanta tristeza, dolor en mi corazón. Creí que mi mundo se había acabado allí… Pues me daba cuenta que… Nunca me amaste de verdad- Al hablar con las pocas fuerzas que tiene, arrebata su mano amoreteada, para alejarla del contrario.

-Por favor Memo… No pienses eso… Te va hacer mal…- Sus ojos cafés claro, miran como se ha zafado ese hombre, y el dolor en sus palabras las puede notar, es tan aterrador darse cuenta que sus acciones tienen consecuencias así de atroces.

-¿Qué importa ya?- Sus ojos vacíos, sin luz, ni esperanza, hablan sin verlo… No desea dejar ver el dolor en su rostro -Mi hijo ya… No está…- Es allí que su voz se quiebra, siente al fin una emoción abrumadora, solo es el dolor y la desolación de que todo se ha perdido.

Su cuerpo tiembla, su ritmo cardíaco se acelera, y sus lágrimas se desatan…

-¿Bo… Rre… Guito…?- Intenta tan solo poder calmarlo, tocarlo, abrazarlo…

Pues ambos sufren la pérdida de un hijo, que deseaban con todas sus fuerzas que naciera y fuera feliz.

Pero apenas siente sus intenciones, no le importa que sus manos se hieran por la fuerza brusca que ejerce al alejar esa mano, lo empuja con brusquedad, y mira a ese hombre que le ha roto más que el corazón.

-¡¡¡NO ME TOQUES!!!- Le lanza aquel grito con furia, y sus ojos hundidos en lágrimas.

Aquel arrebato lo hizo retroceder al darse cuenta que aquel Mexicano al fin reacciona.

La acción lo hace agitarse, respira por la boca desesperado, siente aún más dolor en su vientre bajo, sin embargo el malestar y el dolor físico es nada comparado con el de su corazón.

-¡¡¡POR TU CULPA MURIÓ!!! ¡¡¡POR REVOLCARSE CON ESE IMBÉCIL DE CRISTIANO, SABIENDO QUE TE ESPERÁBAMOS…!!!- Le grita con tanta rabia, mientras el dolor en estados liquido sigue cayendo -¡¡¡¿POR QUÉ NO SÓLO ROMPISTE CONMIGO ANTES DE TODO ESTO?!!! ¡¡¡SINO ME AMABAS LO SUFICIENTE MEJOR DECÍRMELO ANTES DE… EMBARAZARME Y ENGAÑARME!!!- No se puede culpar su actuar, está mal, realmente perdido emocionalmente. Simplemente no puede comprender cómo alguien que le juro amor eterno lo traicionara a la primera oportunidad.

No creía que le sucediera algo como esto.

¿Cómo explicar que esa traición que hizo estando muy consciente, no era lo que quería que ocurriera?

Mentiría si dijera que a Cristino y él ya no tenían nada que ver…

Pensó que sí era, pero…Al verlo de nuevo, provocó que su corazón latiera una vez más y por eso pensó que esos encuentros serían momentos de solo pocas noches…

Pero también sucedía, que su corazón le dictaba que Memo es el amor de su vida… Que quería verlo por siempre con una sonrisa en su preciosos rostro, y que su hijo fuera sumamente feliz a lado de ambos.

Pero no se pude tener al formal y al amante por siempre ocultos.

-Yo te amo, de verdad lo hago…- Su desesperación crece, al notar que el Mexicano dice aquellas verdades que no se atrevía a aceptar.

-¡¡¡NO MIENTAS!!! ¡¡¡SÍ ME HUBIERAS AMADO, JAMÁS ME HABRÍAS TRAICIONADO!!!- Su corazón va muy rápido, el sudor en su frente se presenta, al igual que las lágrimas caen y su pálido rostro se muestra algo calavérico -Jamás… Habrías hecho las porquerías que hiciste…- Su voz parece irse perdiendo poco a poco.

Memo tiembla por el dolor, su cuerpo reacciona para mal, aunque no se dé cuenta.

Sabe que ahora todo está perdido. Que si Memo, se empieza a calmar, aunque su corazón esté hecho un desastre, significa que no existirá vuelta atrás.

Se arrodilla ante él, rogándole con ambas manos sujetada ambas entre sí, mientras derrama lágrimas de arrepentimiento que al parecer son genuinas.

-¡¡¡POR FAVOR, MEMO!!! ¡¡¡POR FAVOR TE SUPLICO QUE ME PERDONES!!! ¡¡¡TE LO RUEGO, PERDÓNAME!!! ¡¡¡CRISTIANO YA NO SIGNIFICA NADA PARA MÍ, SOLO TÚ!!! ¡¡¡LO JURO POR MI VIDA!!!- Pide el perdón de aquel Doncel que destruyó, a quien le desquebrajó la vida por una traición que no debió pasar nunca, y con ello se llevó las ilusiones de Memo de volverse papá.

Lo odia ahora… Alguna vez lo amo tanto, pero ahora solo siente desprecio hacia él, no solo por romper sus promesas, sino… Que por aquella noticia su embarazo fue afectado de la peor forma.

-Tú vida para mí no vale nada…- Sus palabras vuelven a ser gélidas mientras una pequeña tos se presenta, y una humedad a la que no le presta atención -Sabes algo…- Su voz con el desprecio y llanto es fría y automática de nuevo.

Sus ojos bien abiertos, tanto a lo que el supuesto amor tiene que decir aunque le duela en el alma, entiende que no pude decir o hacer mucho. Cometió un terrible error que costó muy caro… No responde nada, solo bajo la cabeza, sin abandonar su postura de súplica.

-Cuando lo supe… No podía creerlo… Pensé que era una farsa, un video fake o photoshop… Pero, no fue así- Niega con la cabeza, dejando que las lágrimas caigan por sus mejillas -Escuché tu voz y como disfrutabas de ese tipo…- Relata aquella mañana en donde vio la traición de su amado.

La culpa y vergüenza se sienten en su ser, baja la mirada y sin poder levantarla su voz sigue -Por favor… No… Memo… No sigas… Te lo imploro- Incapaz de enfrentar su verdad, intenta evitar que siga.

Pero el arquero que debió tomarse un tiempo por su embarazo, no va a ceder.

-¿No quieras saber cómo me tome… El hecho de que jamás me amaste?- Pregunta, sin esperar la respuesta –Sentía que moría, sentí… Que no era suficiente para ti, que de seguro ya te daba asco por mi apariencia… Que el estar esperando un hijo tuyo te hacía querer ir con otros… Por qué…- Dolía recordar aquello, pero quiere destruir al otro, decirle lo que le hizo sentir y pensar, que entienda que los actos tienen consecuencias -Sí, ya ni te satisfacía… Me lo hubieras dicho antes… Yo… Me hubiera ido sin decir más… Y posiblemente mi hijo… Mi pequeño… Podría haber… Nacido- Las lágrimas salen en torrenciales mareas, de nuevo su expresión es sería, pero frunce su ceño… Ya que duele tanto este mal.

Es responsable de lo que ocurrió, de que Memo este aquí, que la criatura de ambos ya no exista. Pero todo se habría podido evitado, sí él hubiera respetado su relación -Por favor…. Ya… No… Ya no… Sigas…- Aun de rodilla ruega por que la voz de Guillermo no pronuncie todas aquellas realidades.

No hace caso, no dejará que eso lo consuma sin llevárselo a él también al sufrimiento.

-Guardado intento calmarme… Pero el dolor que sentí en mi vientre no se iba por nada…- Cada palabra dicha lo hace derramar un sinfín de lágrimas, mientras recuerda lo ocurrido -Sentí miedo, estaba tan desilusionado y… Dolido… Que solo pude sentir como sangraba y el dolor era peor a cada segundo… Hasta que… No pude mas y me desmaye- Aprieta sus puños ahora, siente como la sangre le hierve al igual que la profunda tristeza que lo abruma, de solo pensar en ese sufrimiento vivido.

Es allí que Messi se da cuenta del enorme daño que ha hecho, pero es demasiado tarde ya, no pensó que esto llegaría a ser tan problemático para que el Doncel que dijo amar y el hijo que ambos esperaban con tanta emoción.

-¡¡¡PERDÓNAME, POR FAVOR…!!! ¡¡¡PERDÓNAME MEMO…!!! ¡¡¡TE LO SUPLICO, TE LO IMPLORO…!!!- Sus lágrimas se vuelven ríos intensos, echando sus brazos hacia el cuerpo del encamado.

Simplemente no puede soportar lo que ha causado.

-¡¡¡POR FAVOR… YO… LO SIENTO…!!! ¡¡¡PERDÓN, FUE TODO MI CULPA…!!! ¡¡¡YO… LO LAMENTO TANTO… NO QUISE HERIRTE, NO QUERÍA HERIRLOS…!!!- Entre su lamento, el dolor de haber perdido a ese hijo que también esperaba con tanto amor, y el miedo de entender que esto ya no se podrá reparar, lo intenta con todas sus fuerzas -Sé que… Encontraremos la forma… De superar este momento tan… Tan cruel…- Insiste en que puede aún aspirar a algo más, sigue hablando, esperando que el Mexicano le pueda corresponder o decirle algo que le indique que su relación no se ha perdido por completo.

Niega con la cabeza, su mirada fija en algún punto lejos de ese Argentino -Perdí a Kevin… A mi hijo… Yo nunca te lo podre perdonar Messi, no con toda tu vida te alcanzará para que yo te perdone por esta traición… Que…- Una expresión de dolor se refleja en su rostro, apretando sus puños, y entrecerrando sus ojos -Destruyó todo lo que amaba…- El corazón roto del de rizos, la pérdida de aquella criatura que esperaba con tanta emoción, nunca podrá ser recuperado y se lo deja en claro al traidor.

-Por favor… Borreguito… Por favor… Perdóname…- Su corazón late desesperado, su angustia incrementa, y la desesperación igual, los ojos aterrados reflejan que está asustado de lo que ha provocado, ya no le queda más que suplicar con todas sus fuerzas.

-Mmh… Solo vete… Lárgate de mi vista, de mi vida y… Nunca vuelvas…- El dolor en su cuerpo sigue incrementando, no sólo el estado emocional, sino también el físico… -Te odio tanto… Vete con tu amante… Ay…- Fue justo en ese instante que el dolor se vuelve a presentar, indicándole que algo de nuevo anda mal.

Escuchar ese lamento, alarma de incendio al hombre de escasa barba, abriendo sus ojos, y poniéndose en alerta.

-¿Guillermo? ¡¡¡¿QUÉ TIENES?!!! ¡¡¡¿QUÉ TE PASA?!!!- Se incorpora de inmediato, notado como el rostro de ese Doncel se descompone y las máquinas empiezan a sonar, indicando un ritmo cardíaco acelerado de golpe.

Poco a poco la debilidad se vuelve hacer presente en el cuerpo del de rizos, tan débil había quedado después de aquel legrado, la sangre que perdió fue masiva y apenas se estaba componiendo.

No tardó mucho para ver que entre las sábanas la sangre empieza a aparecer en el exterior, justo en la entrepierna del Mexicano…

Esto alarma de inmediato al Argentino, que sus ojos de color café claro se contraen, viendo como de nuevo ha hecho sufrir a quien se supone ama.

-Ay… Ya… Vete… No… No… Quiero… Vol… Ver… A… Verte…- Su voz entrecortada, es sumamente terrible sentir de nuevo lo que te arrebataron, lo que más anhelabas tener entre tus brazos y que tu cuerpo te avise que aún sigue mal en tu cuerpo por ello.

Sus ojos parecen perderse, es imposible mantenerse consiente después de todo lo ocurrido y más cuando el dolor no se desvanece, ni se debilita, sino al contrario, aumenta cada vez más.

-No Memo, no me iré… Me quedaré a tu lado… Ahora lo haré, lo juro… No existirá nadie más… Yo…- En su desesperación, con el hecho de ver que todo se ha vuelto un caos, intenta tomar la mano del Doncel, pero al tocarla siente la frialdad en ellas y esto le asusta tanto, adema al ver el sudor cubriendo la piel del trigueño, mientras las lágrimas son un torrencial de amargura.

Poco a poco sus ojos se van cerrando, ya no puede soportar más… Sus fuerzas, sus deseos, sus ganas de vivir, todo se desvanece, por que quienes eran los pilares para que pudiera ser feliz, han sido destruidos… Uno por que jamás lo amo y el otro por que no pudo quedarse a su lado.

-Para… Mi… Ya estas… Muer… Muerto…- Aquel susurro se presenta, atrapando los oídos del Argentino.

Que siente la opresión en su pecho, la culpa desgarradora, el malestar y miedo de que sus peores temores se han hecho realidad… Perdió al amor de su vida que según decía amar y al pequeño bebé que le faltaba muy poco para nacer… Y no se pudo salvar por su culpa…

-Memo…- Niega con la cabeza desesperado -No… No digas eso… ¡¡¡POR FAVOR… NO LO HAGAS!!!-

El de rizos, apenas si lo vio… Para caer en la inconsciencia, y que sus fuerzas lo abandonen.

De nuevo un desmayo le quita la lucidez, y la sangre brota de su interior, indicándole que sus emociones le han ocasionado de nuevo un terrible malestar al borde la muerte.

-¡¡¡¿MEMO?!!! ¡¡¡¿GUILLERMO?!!!- Niega con la cabeza, pensando en lo peor, alarmándose y sujetando más fuertes esas manos fuertes, pero heladas ahora -¡¡¡BORREGUITO!!! ¡¡¡NO, POR FAVOR… QUE ESTO… NO ESTE PASANDO…!!!- Sus lágrimas caen sobre aquel que sus signos vitales siguen bajando… Su presión cardíaca indica que entrará en paro en cualquier instante.

La alarma en el área de control alerta a las enfermas cercanas y al doctor encargado.

No se dio cuenta en que momento, aquellos de ropas blancas entraron y tuvieron que quitarlo para que los dejara hacer su trabajo.

La expresión del médico en turno lucia realmente mal, de inmediato da iniciaciones para llevar al paciente al área de cirugía.

Enfermeras y enfermos de inmediato se ponen en eso.

Le intentaran volver a salvarle la vida, cuando dos veces, Messi le ha provocado un caos que lo lleva al borden de la muerte.

Bueno, en el primero se salvo pero aquí… Es completamente incierto.

Ver como se lo llevan, inconsciente, mal, pálido y frío. Su corazón se contrae siendo aprisionado por su pecho.

Se da cuenta de que todos sus errores tienen consecuencias. Creyó que jamás Guillermo lo llegaría a saber y más al estar en otro continente, con su ex, divirtiéndose de lo mejor. Cuán equivocado estaba…

Esta realmente arrepentido, perdió al hijo que tanto deseaba tener al lado de la persona que decía amar y ahora ve a esa persona yendo inconsciente a el área de cirugía, con un pronóstico muy poco prometedor.

Cae de rodillas en medio de esos pasillos, entre lágrimas, dolor y culpa que reina en su rostro.

Puede escuchar como los compañeros de equipo de Ochoa, se angustian, le gritan molesto por lo que ha provocado, quieren acabar con él con todas sus fuerzas, ya que Memo siempre ha sido muy querido por sus amigos, tanto que todos se consideraban una enorme familia.

Pero no les hace caso, no les presta atención alguna, si lo quieren matar, moler a golpes, que lo hagan… Por su estupidez, acaba de perder al amor de su vida.

Lo traición, destruyó lo que tenían y aún después de hacerle daño lo viene a herir peor.

Sin embargo y esta vez… Puede que el final que aquel Doncel tenga sea uno peor que haber perdido a su amado hijo y todo por causa de una infidelidad de quien más amaba, y creyó que jamás lo traicionaría.

Las lágrimas ahora no son suficiente castigo, el dolor, los golpes que recibió y puede recibir, no serán suficientes…

La penitencia que tendrá que llevar acuestas es el hecho de que por sus estupideces, el hijo que tanto anhelaba ya no nacerá, y aquel Doncel esté ahora al borde de la muerte.

Sea cual sea el resultado final, eso ya lo separó de Memo, y todo por sus idioteces de no respetar aquella hermosa relación que tenían.

Pero al parecer, su sufrimiento puede ser aun peor…

Cuando el doctor sale y su semblante luce desolador, negando con la cabeza a la enferma que se les acercar, ya que todos han estado preguntando por el estado del arquero.

Los demás pueden ver lo que eso significa, y Messi quien se ha quedado fijo en aquel pasillo, sin estorbar, lo entiende perfectamente aunque no lo desee hacer…

Lo sabe muy bien…

Se derrumba, y llora a mares, sintiendo como su vida y se acaba de terminar junto a la de Ochoa.

Su labio tiembla, su ser entero siente escalofríos, la opresión y vacío en su corazón se hace presente.

-No… Esto no puede ser verdad… Por favor… Tiene que ser un error-

-Lo sentimos, pero el paciente Guillermo no pudo resistir más, la pérdida se sangre fue masiva y aunque se intentó con trasfusiones, no se pudo evitar- El doctor sólo suspira acostumbrado a dar esta clase de noticias.

-¡¡¡NO!!! ¡¡¡TIENE QUE EXISTIR ALGÚN ERROR!!! ¡¡¡MI MEMO NO PUEDE ESTAR MUERTO!!! ¡¡¡NO!!!- Vuelve a derrumbarse de rodillas, entiende que nada, ni nadie puede hacer algo al respecto.

El cuerpo médico pasa de largo, así sucede en tantas ocasiones al dar tan malas noticias.

La selección mexicana, amigos y demás quienes conocían, y esperaban buenas noticias de su amigo Ochoa. También derraman sus lágrimas, maldiciendo al causante de esta tragedia…

Esté ya no los escucha, esta perdido en su dolor, en la culpa y tristeza de todo lo que ocasionó un “Desliz” como el lo vio antes.

Sí pudiera detener el tiempo y volver hacia atrás, posiblemente haría todo diferente, no volvería a cometer el peor error de su vida.

Pero eso no se puede, lo hecho, hecho esta… Y aunque lo desee con todas sus fuerzas, deberá vivir con las consecuencias de su terrible infidelidad.

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Gracias por leerme.