La frialdad que reflejaban el resto de instalaciones desaparece en cierta medida al entrar a la zona de descanso. Esta es visiblemente más colorida que cualquiera de las otras salas, confiriéndole de una atmósfera mucho más distendida. Con un simple vistazo lograba, en cierta medida, cumplir con su papel. Diversos sillones se esparcen por la sala, así como pueden encontrar rincones con monitores colgados en la pared, en caso de desear proyectar algo que deseen compartir con un grupo de personas. Con ellos pueden acceder a listas de música, películas, series que reproducir y mucho más, pero hay algo que les impide aprovecharlo para buscar información en la red. A un lado de la sala tienen una estantería con juegos de mesa, libros y revistas con los que entretenerse durante su estancia. Quien quiera que diseñase esta zona sabía cómo mantener a su gente motivada y despejada, desde luego.
Contenido oculto: Musiquita POLE Fiu, vaya paliza me han dado por escoger Betray. Qué raritos son. Necesito un descanso. Parece que entre tanta conmoción se han olvidado de que aquí hay info jugosa, soy el primero en llegar. A ver dónde están esos archivos del sistema, quiero ver qué tienen sobre mí las bases de datos de este lugar. Blick se acercó a las pantallas de la sala de descanso mientras sacaba la tarjeta que había obtenido en la escape room
Olivia Müller Frank estuvo de acuerdo en acompañarme a la zona de descanso, así que ahí fue hacia donde nos dirigimos nada más decidirlo. Me despedí del grupo que todavía estaba reunido en la zona Delta, informándoles a qué lugar nos dirigíamos, y emprendimos la marcha hacia la misma. Atravesamos los diferentes pasillos sin demasiado barullo, algo que sin lugar a dudas agradecía, y no tardamos mucho en llegar a nuestro destino. No me sorprendió en lo más mínimo descubrir que Blick ya se encontraba en la zona, y a pesar de todo lo que había sucedido, levanté la mano para saludarlo una vez estuvimos a una distancia adecuada para ello. No habíamos sido los únicos con interés en descubrir qué clase de información Zero tenía para darnos y eso, a decir verdad, me parecía lo más lógico que había pasado ahí dentro. Sea como fuere, me separé del pelirrojo para dirigirme hacia una de las máquinas y miré la tarjeta durante unos segundos, dejando salir un suspiro pesado. Tenía el horrible presentimiento de que todo aquello solo ayudaría a que Zero se nos metiese todavía más en la cabeza, pero... ¿qué otra cosa podría hacer? También quería saber qué estaba pasando. Contenido oculto holiii Andysaster uwu7 tengo permiso oficial para arrastrarme a frank y usar las tarjetas de info que nos ganamos :D Gigi Blanche
Contenido oculto: Musiquita Blick introdujo la tarjeta y su usuario fue reconocido. Entonces empezó a mostrarse un vídeo animado de lo más interesante. Se alegraba de haber llegado el primero para que nadie pudiera fisgonear. Esta era la verdad. Su verdad. Así que este soy yo. Sí, me resulta familiar, aunque aún no lo recuerdo en mi interior. Creo que empiezo a entender la naturaleza de mis pecados. Quizás me metí con quien no debía. De pronto, Frank y Olivia entraron a la sala de descanso. Esta me saludó. Probablemente intenta seducirme. Pero yo ya estoy casado con la waifu virtual que creé para mí mismo: "Bitch". Probablemente. Hizo un medio saludo de regreso y me dirigí a la salida. No tenía más que hacer aquí por el momento. Era la hora de explorar la segunda planta.
Hunter Podría parecer una persona desligada de la realidad, no tenía mis dichosos recuerdos conmigo para verificar qué tan cierto fuera eso, pero en ningún universo existente se me ocurriría traicionar a una chiquilla para poder poner mi culo fuera de este sitio. Me preguntaba qué clase de persona podría vivir con la muerte de un niño en sus manos, prosiguiendo con su rutina con normalidad. Yo, al menos, o quizás el yo que no tenía recuerdos consigo, no parecía encajar en esa clase de personas. Me preguntaba de qué me serviría conservar algo de humanidad en una situación así. Francamente me daba lo mismo. La niña resultó escoger Ally de igual forma y cierta tensión que ni siquiera supe que estaba conteniendo se liberó en ese instante de mis hombros. Había estado un 98% seguro de que esa criatura no le haría daño a una mosca; no le convenía hacerlo, más bien. Pero ese 2% siempre se mantenía ahí, latente. Suponía que era un alivio saber que no había estado tan errado. La situación se descontroló por momentos del lado de uno de los grupos. No me sorprendía saber que alguien había traicionado al otro, era lo más lógico cuando no teníamos ningún tipo de lazos que nos uniesen y nuestras vidas estaban en juego. En cualquier caso el excéntrico muchacho se marchó después de recibir un buen golpe y mi atención viró hacia Stan. Sus palabras tenían sentido, técnicamente ya no éramos un equipo y, aún así, no vi por qué eso significaba que no podía rondarme de la misma forma. En cierta medida ya me había acostumbrado a la presencia de ese mocoso como para oponerme a algo así. —Muy bien —convine poniendo una mano sobre su espalda, y le animé a que iniciase la marcha. Le dirigí un último vistazo a Ichigo, quien se había interpuesto en la pelea para mi sorpresa, pero la castaña evitó hacer ningún tipo de locura innecesaria. No era mi problema, en cualquier caso—. Veamos qué nos deparan nuestros recuerdos. Espero al menos que tuviese una casa a mi nombre y un perro. Llegamos a la Zona de Descanso al poco tiempo. Se trataba de un área excesivamente colorida y animada, pero no estábamos aquí para disfrutar de un buen juego de mesa. Localicé las pantallas que nos habían mencionado y le entregué a Stan su propia identificación, aguardando a unos pasos de él. —Adelante. Ve a ver qué tienes en esa tarjeta —Me masajeé el cuello, observando el lugar con cierta pereza en mis gestos—. No voy a mirar por encima de tu hombro, puedes estar tranquilo. No me interesa realmente. ¿Qué iba a averiguar, en cualquier caso? ¿Que había sacado un diez en su último examen y solía comer pizza para cenar? No debía haber demasiado que contar de una vida tan joven, en realidad. Contenido oculto Rider
Olivia Müller El vídeo me dejó completamente desconcertada. Necesité algo de tiempo extra para intentar procesar lo que acababa de ver, por lo que me quedé durante un par de segundos con la vista clavada en la ya ennegrecida pantalla. Cuando por fin logré recuperarme un poco, miré a mi alrededor con algo de apremio, pues no quería encontrarme con ninguna sorpresa desagradable en el futuro; por suerte, no parecía que nadie hubiese reparado en mí o mi vídeo. Me puse en pie una vez sentí que había recuperado la calma, guardé la tarjeta en mi bolsillo y volví a recorrer el espacio con la mirada, en aquella ocasión prestando mayor atención a todo lo que hubiera en la sala. Blick parecía haberse ido en algún momento y, en su lugar, habían llegado Stan y Hunter; Frank seguía dentro, también. Ahora que había podido revelar el contenido de la tarjeta, no había mucho que me atase a la zona de descanso, por lo que me despedí de los muchachos y me dirigí hacia el exterior de la misma. No era mala idea explorar un poco, ¿cierto?