One-shot de Inuyasha - 14 de febrero, ¡El día de los enamo… ¡El día de la liberación!.

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Tony kvar, 17 Julio 2025.

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    Los personajes de está historia no me pertenecen. Está escrita si animo de lucro.

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    14 de febrero, ¡El día de los enamo… ¡El día de la liberación!.

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    Akane había huido corriendo, esa bruja tenían razón. No servía como ama de casa, no sabía cocinar, no sabía coser.

    Mientras esas tres le habían hecho bombones a Ranma, ella los tuvo que comprar para que fuesen comestibles.

    Y ahora esos bombones no existían, sólo se salvo uno. Entre las tres se lo quitaron, y los lanzaron al suelo y los pisoteado.

    Había corrido llorando, no había hecho nada en contra de las tres chicas. Era la más débil de las cuatro.

    Seguía corriendo cuando alguien la cogió por un brazo, ella se giró furiosa y para descubrir que quien la detuvo fue ese patético prometido que tenía, delante suyo estaba Ranma, y estaba muy furioso.

    -¿Dónde piensas que vas?- preguntó.

    -¡Vete con tus otras prometidas? Ellas te darán bombones y…- Akane se calló asustada. Ranma se había mordido el labio, puso una cara de furia.

    -Si, Airen ven con Shampoo, y hoy pasar un día de amor.- Las tres chicas que perseguían a Ranma habían aparecido y se intentaban llevar al joven

    -Ven conmigo y comerás los mejores bombones que insisten- Ukyo no iba ser menos que Shampoo- ven conmigo, me conoces desde siempre-esa chica quería usar que su amistad era la más antigua para quedarse con el joven

    -¿De qué carajos estás hablando Akane?. ¡NO TENGO MÁS PROMETIDA QUÉ TÚ!.

    Las cuatro chicas se quedaron blancas, Ranma sólo reconocía a Akane como prometida.

    -¿Y Shampoo?, ¿Y Ukyo?, ¿Y Kodachi?

    Ranma la miró con cara de asombro, Akane se asustó, pero las otras tres chicas se asustaron más, y lo hicieron más cuando Ranma habló.

    -¿Sham… que?, ¿Uki… cómo?, ¿Koda quién?, ¿Quiénes o qué son esas?- preguntó el chico.

    Akane se preocupó. Ranma ofrecía tener problemas de memoria, ¿o lo estaba simulando para reírse de ella?

    -¿Qué te pasa Ranna?, ¿Por qué simulas no conocer a…?

    -¿QUÉ TE PASA A TI?- gritó furioso Ranma- cuando te conocí eras más valiente, no te echabas atrás cuando alguien te retaba. ¿Y ahora te acobardas por tres que nunca serán mejores que tú?.

    Las tres que se pensaban que eran las auténticas prometidas de Ranma se enfurecieron. Ranma las estaba echando de su vida, no lo iban a consentir.

    -Airen, tú…

    -¿Qué quieres que haga?- gritó a Ranma- tienen razón, son mejores que yo. Cocinan mejor que yo.

    -¡No me importa!.

    -Cosen mejor que yo.

    -Me importa menos.

    -Tienen mejor cuerpo que yo.

    - Aunque yo te diga que eres un ladrillo… es mentira. Para mí eres la más guapa.

    -¿Qué te pasa?- preguntó gritando Akane- ¿Shampoo te ha dado algo? ¿Y me dices eso embrujado?

    -¡Nadie me ha dado nada!, - el chico empezó a chocar sus dedos índices y habló con timidez- he pensado que es hora que cambie, es hora de no ocultar la verdad.

    - ¿Por qué te debo creer? Seguro que es una de tus bromas para reírte de mi.

    -¡Sólo quiero algo de t!i- Ranma estaba muy furioso.

    -¿Él que? Akane gritó más fuerte que su prometido.

    -¡Que luches, joder!,- la giró y la encaró a las otras tres chicas- defiende lo que es tuyo, lo que te pertenece por derecho propio, esas tres no son tus rivales, no son nadie.

    -¿Y que es lo que le pertenece a esa pobre?- Kodachi se rió- esa fea no tiene nada, sólo un dojo destartalado.

    -Sí tiene algo, algo más que un dojo, que será el más importante del país. Tiene muchas cosas. Pero sobretodo tiene algo que le pertenece en exclusiva. Algo que no va a dejar que se lo quiten, porque como he dicho es suya.

    -¿Y QUE ÉS? , ¿QUE ÉS, MALDITA SEA? ¡RANMA DIME QUE ÉS!- Gritó Akane, hoy no te entiendo.

    -¡Me tienes a mi!, ¡Soy tuyo en exclusiva!, ¡te pertenezco!

    -¡NO ERES UN OBJETO RANMA!, ¡NO LO ERES!, -Y Akane bajó el tono – al menos para mí no lo eres.

    -¡Es por eso!, ¡Es una de las razones que soy tuyo!. Desde que te conocí!, desde que empecé a vivir contigo. Sentí algo por ti. No eres como otras chicas, te has preocupado por mi, fuiste la primera persona que lo hizo. Eres una persona que te preocupas por los demás, es otra de las razones por la que soy tuyo.- El chico cogió aire y siguió hablando- siempre me has ayudado, y sin pedir nada a cambio- eso fue un golpe directo a las tres chicas que aún estaban allí- cuando te he necesitado allí estabas. Aunque siempre me hacías sufrir, como pasó… en…en…

    -Jusenkyo- Akane se giró y miró a Ranma, este bajó la cabeza, no quería que ella le viese las lágrimas que salían de sus ojos.

    -¡SI, JUSENKYO!, ¡El maldito Jusenkyo!, ¡raíz de todos mis males y temores!- gritó con rabia.

    Ella lo cogió por la cabeza y se la levantó con suavidad, con dulzura, le limpió las lágrimas y sonrió. Akane sabía el daño psicológico que sufrió él cuando fue transformada en muñeca. Cuando la creyó muerta. Un daño que aún estaba allí, que el chico escondía a todos, menos a ella.

    -No tienes por que temer. Nada te pasará, yo estaré allí para protegerte, nada me pasará, tú estarás allí para protegerme. Como hemos hecho desde el primer día, desde ese día nos hemos ayudado y protegido. Fuiste el primero que no me vio como un objeto. Fuiste el primero que me ayudó sin pedir nada a cambio, otros lo han hecho, como Ryoga- y fue ella la que bajó la cabeza- ahora creo que todos ellos tenían interés ocultos, que buscaban hacerte daño, y es algo que no voy a permitir. No dejaré que nadie me utilice para hacerte daño, no lo permitiré.

    -Yo tampoco me dejaré utilizar para que te dañen o te hagan sufrir.

    -Lo sé. Todo lo que te he contando y mucho más. Es lo que… yo también… soy tuya… te pertenezco, como tú me perteneces a mi. Es difícil de decir. Nos pertenecemos… pero no somos objetos. Sólo que mi corazón quiere ser tuyo.

    -Y el mío me pide a gritoscque sólo te quiere a ti como dueña.

    Ranma rió.

    -Casi tres años esquivando el compromiso, negándolo, y ahora en un momento nos declaramos de la forma más extraña posible. Era la única forma que podíamos hacerlo.- y se puso serio- no quiero perderte. Ya te vi pedida una vez… dos, si contamos a tu amigo, el guardabosques. No quiero volver a pasar por eso.

    -No lo pasarás. No volverás a pasar por eso… yo me encargaré que no vuelvas a pasar por eso. Que nadie te haga pasar frio o hambre, como hizo tu padre. Que te chantajeen como han hecho mi hermana o Cologne… o esas tres.

    -Entonces sabes lo que debes hacer- y Ranma giró a su prometida, y la volvió a encarar a las tres chicas que rabiaban al verse rechazadas-¡lucha, Akane!, ¡enseñarles cuál es tu destino!, no te rindas. No van a poder contigo.

    -Somos tres contra una, con podrás con todas.

    -¡No voy a pelear contra vosotras!- contestó Akane.

    -¡Entonces tú te rindes!, dejas a Airen para…

    -¡No he dicho eso!, no me rindo. He dicho que no pelearé contra vosotras. No merece la pena.- Ranma la cogió de los hombros- ¡RANMA ES MÍO!, ¡No se lo dejaré o daré a nadie!

    -Eso es fácil, te quitamos de la ecuación. Y tendré a Ranchan para mi sola.- Akane miró con tranquilidad a su rival. No temía las amenazas de esas tres.

    -Es fácil- Ranma se adelantó a Akane- antes de sacar a Akane de la ecuación… o sacaré yo de esa ecuación. Es más, ya estáis fuera de esa ecuación. Ya ni siquiera os conozco. Si representáis un peligro para Akane… no dudaré en eliminaros de la ecuación llamada vida.

    Las tres chicas se asustaron aún más, Ranma las acababa de amenazar con matarlas si atacaban a Akane, pero el chico no había acabado aún.

    -Decir a esos tres que si se acercan a mi o mi prometida… también los sacaré de la misma ecuación que vosotras.

    Fue Shampoo la que tuvo la idea, una que creía que no… fallaría.

    -¡Yo retar!- dijo la chica. No gritó, hablaba en voz baja, en un tono retador. Con una sonrisa de suficiencia, sabiéndose ganadora.- o tú temer. Si tú no pelear, todos pensar que Akane… ¡No! Que familia Tendo se cobarde.

    Akane se puso tensa, se enfureció, esa gata callejera había llamado cobardes a ella y su familia.

    -¡Acepto tu reto!- Akane se puso en posición de pelea, le iba a demostrar a Shampoo quién era ella. No vio la sonrisa retorcida de su rival, la había hecho caer en su trampa, ahora entre ella y las otras dos le pagarían a Akane la paliza de su vida.- ¡Hoy te enseñaré…!

    Ranma la cogió por detrás y tiró de ella.

    NO!, ¡NO PELEARÁS CON ELLA!,!TE HE DICHO QUE LAS ENCARES!, ¡QUE DEFIENDAS LO QUE ES TUYO!, ¡!NO QUE PELEES CONTRA ELLAS! - Ranma la giró y la miró a la cara.- Esa loca os ha insultado a ti y a tus hermanas para que cayeras en su trampa, si aceptas el reto, jugarás a su juego, y te hará trampas ayudada por las otras dos- Ranma no confiaba en sus tres ex presuntas prometidas.

    SÍ PELEARÉ CON ELLA!- Akane se enfureció con su prometido.- me ha retado, ha insultado a mi familia. ¡NO SOMOS COBARDES!

    -¡YA LO SÉ!, ¡YA SÉ QUE NO LO SOIS!.

    -¡PUES ENTONCES DÉJAME PELEAR CON ELLA!.

    -¡No te voy a dejar!, vamos a ir a tomar algo, al cine, pero ¡NO TE DEJARÉ PELEAR CON… ELLAS!- Fue entonces cuando Akane se dio cuenta que Shampoo le tendió una trampa y que había caído, no sólo lucharía contra Shampoo, si no contra las otras dos. Pero no podía echarse atrás, no podía quedar como una cobarde. Como haría Ranma, el tampoco se echaría atrás en un reto, aunque, como ahora, fuera un trampa.

    -¡NO IRÉ CONTIGO A TOMAR ALGO!, ¡DEBO ENSEÑAR A ESAS TRES QUEEE…!-Ranma ya cansado de la discusión la cogió por la cintura, y de forma poco educada, se la llevó de allí.

    Cuando las tres rivales de Akane quisieron reaccionar, el chico estaba a muchos metros, y giró en una calle, y con su carga desapareció, aunque los buscaron no dieron con ellos.

    -¡SUÉLTAME!, ¡DÉJAME EN EL SUELO!, ¡NO QUIERO IR CONTIGO A TOMAR ALGO NI AL CINE!, ¡MACHISTA!, ¡SECUESTRADOR!

    La gente los miraba

    -¡Calla!, que van a pensar que te he secuestrado de verdsdad.- El chico miró a su alrededor, y vio que la gente lo miraba mal.

    -¡ES LO QUE HAS HECHO!, ¡ME HAS SECUESTRADO!.

    Ranma la dejó en el suelo, y los dos se encararon.

    -¡No te he secuestrado. Sólo te he alejado de esas… tres… Lo que sean.

    -¡Son tus otras prometidas!, ¡me han retado! y ¡debo contestar a ese reto!.

    -¡No lo harás!- dijo categóricamente el chico. ¡Y sólo tengo una prometida!, ¡!

    -¡Pues bien que tú lo haces cuando te retan.! A parte tu actitud es muy machista, sabes que no soy una débil princesita.

    -No es una actitud machista. No eres una princesita débil, sé que no necesitas protección. Pero incluso con eso, no te dejaré luchar con ellas por que no me fio de ellas, juegan muy sucio, sobre todo la que es china. Y yo contestó a los retos por que de nosotros dos soy el más tonto. -Ranma en ningún momento había dicho el nombre de las tres chicas que se creían sus prometidas

    ME HAS HECHO QUEDAR COMO UNA COBARDE!- Akane empezó a llorar- no soy una cobarde!- se giró y se iba a ir. No quería discutir más con Ranma-¡No quiero verte!, ¡no soy una cobarde!.

    -¡No te irás!, ¡Si te vas me desmotarás que si eres una cobarde!.

    -¡No lo soy!.

    -¡Pues ven conmigo a tomar algo!...- la miró retador-…o me tienes miedo. Demuéstrame que no eres una cobarde. ¡Ven conmigo!

    -¿Y por qué debrería ir contigo?

    -Te voy a dar varias razones. Porque eres mi prometida. Por qué quiero que me des tus chocolates. Y porque si.

    Minutos más tarde estaban en una heladería, Ranma con su cuerpo masculino comía helado, Akane comía el suyo, era de chocolate, aún estaba enfadada, miraba a su prometido con furia.

    -Las razones que me has dado antes no son validas, son una tonterias ¡y tú lo sabes!.

    Ranma la miró, y siguió comiendo, parecía que la iba a ignorar.

    -Tan válidas como la tuyas para pelearte con esas tres.

    QUIERES MIRARME A LA CARA CUANDO ME HABLES!- gritó la joven-¡Es de mala educación hablar a alguien sin mirarlo a la cara!.

    Ranma la miró y soltó un suspiró.

    -Come que se va a deshacer el helado. También es de mala educación gritar en público.

    La calma de Ranma desesperó a la joven, ese no era el carácter habitual de Ranma. Y… como hablaba de sus otras prometidas, como si fuesen desconocidas, las ignoraba no era normal . Hacía semanas que no habían ido ni al Neko Hanten ni al Uchan's. Siempre que se lo proponía él se negaba, de forma sutil, pero lo hacía.

    -No tengo ganas de comer comida china- le dijo una vez-, no quiero comer Okonomiyakis, -en caso de que le digiera de ir al restaurante de Ukyo- podíamos ir a comer ramen, o prefieres un helado- le dijo otra vez.

    Ahora se daba cuenta que eran excusas para no ir a esos restaurantes. Se le ocurrió una idea.

    -El helado no me llena, sigo teniendo hambre, podíamos ir al Neko Hanten.

    -En la esquina de esta calle hay un restaurante chino. La cocinera es tan buena cocinera como la de ese restaurante, no es necesario ir hasta allí para ir a un restaurante chino.

    A Akane se le pasó el enfado, pero ahora estaba intrigada, algo le pasaba a su prometido con las tres chicas, las evitaba, no quería, saber nada de ellas. Y se propuso saberlo.

    -¿Has visto a Ukyo? Hoy tenía el pelo diferente, se ha debido corta las puntas, y lo llevaba brillante.

    Ranma la miró e hizo un movimiento con el hombro como si no le importara, Akane supo que al chico le era indiferente como iba Ukyo.

    -No, no he fijado. No sé porque he debido fijarme. No tengo porque fijarme en esa chica, no es nadie para mi.

    Akane siguió con su estrategia, pensó en una de sus amigas y uno de lps amigos de Ranma, sabía que este caería en su trampa.

    -Sayuri y Daisuke llevan la cartera a juego, incluso llevan llaveros del detective Conan, él de Ran y ella de Shinichi.

    -Si no te has fijado llevan saliendo meses. Hoy ella le ha regalado bombones.

    Akane había hecho caer en la trampa a Ranma. El chico sólo parecía alejar a las tres chicas que acosaba, con el resto del universo… seguía teniendo relación.

    -¿Qué te pasa?, ¿Qué te ha pasado con esas tres?

    -¿Con qué tres?

    No simules ignorancia!, ¡sabes de que tres te estoy hablando!. Haces tiempo que las evitas, que no hablas con ellas, que no vas a sus restaurantes.

    La respuesta del joven fue demoledora, Akane no se esperaba esa respuesta.

    -No tengo porque hablar con alguien que para mi no existe o no tienen importancia. Hace tiempo que esas tres no me importan, hay gente que merece más mi anterior.

    -¿Por ejemplo?.

    -Menos los que me acosan o me persiguen para retarme… ¡El resto del mundo!. ¡No soy un objeto!, ¡algo como un premio!, ¡alguien a quien vencer para conseguir quitarme de en medio y conseguir a otra persona a la que también ven como un objeto.

    Akane se quedó helada, esa falta de empatía con esas chicas o los tres que querían liquidarlo era muy extraña.

    -¡No puedes ignorar a la gente!, "¡es de mala educación!.

    -No las ignoró, simplemente las he expulsado de mi vida… ¡se han convertido en desconocidos a los quiero ignorar!.- El joven cerró los ojos y suspiró- durante años me han tratado como un objeto, un premio que conseguir o vencer. ¡No soy un objeto Akane!, ¡Maldita sea, Akane, no soy un objeto! Un premio, un perro que deba seguirlas sin rechistar. ¡Tengo voluntad propia!, quiero elegir mi camino. No que me lo impongan.- El chico cerró los ojos y negó con la cabeza- ¡No soy un objeto!- negó con la cabeza y miró con tristeza a Akane- ¡y tú tampoco eres un objeto!. ¡No eres un objeto a vencer!, o un objeto recordativo. Esos cinco se piensan que tú y yo somos... premios.

    -No somos unos objeto, ni unos premios.- ella empezaba a comprender al chico- no por ganarme una de ellas, tú te irás con una de ellas. No por ganarte alguien estaré obligada a irme con él- el chico asintió- esto quiere decir…!QUÉ SON TODOS UNOS EGOISTAS!- bramó, con furia Akane- si hubiera caído en el reto de Shampoo …!¡HUBIERA HECHO LO QUE ELLA QUERÍA!

    -¡Perdonen!, ya sé que son clientes habituales- una camarera se puso al lado de la mesa, miraba a los jóvenes con miedo, sabía el carácter explosivo de ambos- pero están molestando… a los clientes con sus gritos. Es más, han venido de la clínica psiquiátrica de dos calles más abajo. Nos han dicho que…que sus gritos alteran al psiquiatra… que se acaba de divorciar, que su mujer le ha quitado hasta el perro, y necesita tranquilidad.

    -Si, no volveremos a gritar-Los dos chicos se disculparon y bajaron las cabezas avergonzados.

    La camarera se fue, y los dos jóvenes se miraron y se empezaron a reír.

    -¡Un psiquiatra que necesita un psiquiatra!-se rió Ranma.

    -Eso sólo puede pasar en este barrio.

    Los dos se volvieron a reír.

    -¿Quieres repetir?, ¿te gustaría otro

    helado?- preguntó Ranma.

    -¡Eso no se pregunta?, ya sabes que sí quiero otro.

    Estaban comiendo la tercera ración de helado. Akane lo miró y sonrió, Ranma supo que estaba en un problema, cuando ella lo miraba y sonreía así significaba que estaba en sus manos, lo raro es que ella no sabía que sonriendo así, lo tenía dominado.

    -Ahora dime la verdad!, ¿por qué realmente no las quieres en tu vida? Podrían ser tus amigas.

    -¿Amigas ella?, ¡Ja!, ella no quieren ser mis amigas. Me quieren para ser mis dueñas, que cumpla sus sueños, sin tener en cuenta los míos. Lo que yo quiero, lo que yo aspiro para ellas no vale nada. Debo amoldarme a lo que ellas quieran- miró a su prometida- ¡pues va ser que no!. ¡Haré lo que yo quiera!. Sin tener en cuenta a nadie. Ni esas locas, ni los tres idiota… ni siquiera la familia.

    Akane sintió como si eso fuera el preludio de una despedida, un adiós, que él se fuera a ir.

    -¿Te vas a ir?, ¿me vas a dejar?, ¿tan poco valgo para ti?- a ella se le escapaban las lágrimas.

    -¡NO ME VOY A IR!. No quiero dejarte, y para mi vales mucho, más que nadie- Ranma se fijó en la chica- hoy parece que hemos cambiado de papeles. Tú eres la que te lanzas adelante y yo él que te tiene que detener, siempre pasa al revés.

    Ella sonrió con tristeza, hoy por alguna razón estaba tensa, tal vez fuera porque esas tres le rompieron los bombones, que compró para Ranma.

    -Ha sido un mal día. Esas me destrozaron tus bombones. Me costó mucho encontrarlos, me retaron, tú no me dejaste pelear- lo miró- para ti tampoco fue un buen día.

    -No, porque voy a negarlo. Ha sido un día desastroso. He tenido que huir toda la mañana, aunque sabía desde hace meses que hoy sería un día malo. Tenía planeado huir, pero Ryoga y Kuno hubieran dicho que era un cobarde…que había huido porque les tengo miedo.

    Akane sonrió con tristeza, esos dos hubieran dicho eso. El chico continuó.

    -Hace un año… cuando Junsenkyo… cuando la boda fallida- Akane se sorprendió, Ranma nunca había querido hablar de esas cosas. Cada vez que alguien hablaba en el dojo el chico se levantaba y se iba. Ranma no quería volver a saber ni hablar de esos temas – durante mucho tiempo he huido de lo que pasó en Jusenkyo… lo que pasó en la boda fallida. – la miró- lo que yo sentí esos dos días, para mi fueron los peores días de mi vida.

    Ella pensó que Ranma le iba a decir que no quería casarse con ella, que no la consideraba digna.

    -En Jusenkyo al saber que te habías convertido en una muñeca deshidrata, me dejé vencer, no tuve ganas de seguir luchando, me hubiera dejado matar. – Akane lo miró, el chico casi lloraba- después luché para salvarte, sólo para salvarte, lo demás me daba igual. Cuando te creí muerta, cuando no reaccionabas, me desesperé, si hubieras muerto, te hubiera seguido, estaba decidido a morir.

    -¡No debes morir!, ¡no puedes morir!. Debes vivir por ti, por lo mi. Sabes lo que a mi me gusta… lo que yo quiero. Si yo muero… deberás cumplir los sueños que planeamos juntos. Ir a las competiciones de lucha. Estudiar en la universidad. Visitar los sitios que habíamos planeado visitar. Debes hacerlo como si yo estuviese a tu lado. Si muero estaré a tu lado, siempre a tu lado.

    -Pero no morirás, no lo harás, no te dejaré morir, allí estaré para protegerte, siempre te protegeré.

    - Y yo a ti- y la chica se entristeció. – pero este año no he podido darte tu chocolates.

    -¿Cómo que no?- Ranma sonrió travieso- tienes chocolate, para mi. Y yo lo voy a coger.

    -¿Dónde tengo chocolate?- la joven no sabía de qué hablaba su prometido, éé no podia saber qye tenía el bombón soberviviente en el bolsillo. Se asustó cuando él se levantó, y la hizo levantar de la silla.

    -En tus labios, los tienes manchados de chocolate, y voy a probar ese bombón que tienes por labios.

    Akane se puso roja, no supo se donde sacó Ranma ese valor para decirle esas cosas.

    -¡Ranma no puedes besarme delante de tantas personas, no somos como los occidentales, los japoneses no mostramos nuestros sentimientos en publico. No puedes… como lo intentes…te …

    -Es lo que quiero. Me da igual que me pegues… desde Jusenkyo y la boda fallida. He pensado en todo lo que pasó desde que te conocí. En mis errores, en todos lo que no he hecho por idiota, salir contigo, ir al cine. Quiero dejar de ser idiota y ser un buen prometido. Este año he pensado mucho, no quiero arrepentirme de no haber hecho algo.

    -Pero los dos queremos ir a la universidad, ir de viaje.

    -¡Quiero algo más!, ¡quiero…!

    -¡Yo también quiero ese algo más!. Y no es solamente pasear a la luz de la luna cogidos de la manos. Quiero ver las estrellas a tu lado. Ver un millar de amaneceres y un millar de atardeceres a tu lado. Quiero hacerme mayor a tu lado.

    -Yo quiero no sólo saborear, ese chocolate de tus labios. Quiero saborearte por completo, eres el bombón más dulce de San Valentín, y eres sólo para mí.

    -Yo también quiero que me saborees. Quiero comer la nata, del helado que ha quedado pendida de tus labios.

    Y los dos ocultos en su mesa se besaron, fue un beso dulce. Los dos se miraron y sonrieron. Ambos habían aclarado sus sentimientos al otro. Ya no había marcha atrás.

    -Dicen que los besos saben a limón. Pero el tuyo sabía a chocolate.- A Ranma le gustó el sabor de ese primer beso.

    -Te equivocas por completo. El sabor de ese primer beso en tus labios es de nata. Quiero que tus besos me sepan a ese sabor. De ahora en adelante cuando coma algo con nata me recodaran a tus labios y a tu beso, a nuestro primer beso.

    -Pues vamos a tener que ocultarlo, porque nos casaran al instante.

    Los dos rieron, ocultar eso sería difícil con la familia que tenían, sobretodo ocultárselo a Nabiki, si esta se daba cuenta… deberían huir a otro continente.

    -Akane ¿de verdad te hubieras casado conmigo sólo por el chantaje de tu padre?, ¿sólo por conseguirme el agua del Nanni chuan, el agua del hombre ahogado? ¿de verdad ibas a destrozar tu vida por mi curación?

    -Si quería casarme contigo, y lo sigo quiero hacer. ¡Con esa maldita agua y sin ella!. Ranma eres idiota si piensas que casarme contigo es destrozar mi vida. Lo sería si me casara con Kuno, o con Ryoga. El único problema es que mi prometido es un lento que no se da cuenta de nada, ni de mis sentimientos… y lo que es aún peor, no se da cuenta de los suyos.

    -¿Estás diciendo que querías ser mi esposa? , ¿Qué quieres pasar el resto de tu vida conmigo?.

    -Sí, si tú aceptas pasar el resto de tu vida conmigo, yo acepto pasar el resto de mi vida contigo .

    Ranma tardó en reaccionar, al oír la petición de su prometida, se puso blanco, después azul porque se olvidó de respirar, después rojo.

    -¿Dónde hay que firmar como acepto?- dijo al final.

    Ella sonrió, y se lanzó sobre él, y lo abrazó.

    -No te voy a decir que te amo porque ya lo sabes. El amor no se ha de decir con palabras, si no con hechos. Y tú ya me has demostrado muchas veces lo que sientes por mí. Aunque eres torpe para expresarlo, y lo niegas…

    -Lo negaba, pero ya no. Soy torpe y lento-el chico se ganó un golpe de su prometida.

    -¡No me interrumpas!, ¡Y que sea la última vez que te insultas- dijo la chica simulando enfado- ¿por donde iba…? Sí, y ya recuerdo. Aunque lo niegas, he visto como me miras, no puedes ocultar lo que sientes por mi.- Ranma se sonrojó-¿por qué te sonrojas? Después de lo que me has dicho, ahora te sonrojas.

    -Es que… oyéndote decirlo a ti…- la joven se rió – no sé, aún me pones nervioso, y no sé lo que te digo. Si tuviésemos que pelear en un combate… me ganarías, eres la única que baja mis defensas a cero, y lo haces sin proponérselo. Tú sonrisa, y tus ojitos son para mi armas de destrucción masiva.

    Ella se carcajeó al oír lo que dijo el chico.

    -Pues tus ojos también son armas en mi contra, me siento absorbida por ellos. Yo también me encuentro indefensa antes ellos.

    -Ya sabía yo que no te podrías resistir al encanto Saotome- Ranma leyó en los ojos de su prometida la palabras prepotente, presumido- pero el encanto Akane Tendo es insuperable, i0ncluso el encanto Saotome cae rendido ante él.

    -Debemos irnos, la familia debe estar preocupada por nosotros. Tengo el presentimiento que esas tres han ido al dojo y han contado cualquier tontería.

    Eso dio una excusa a Ranma.

    -Pues hagámosle sufrir un poco más, nos lo deben, por todos los problemas que nos han dado. Desmole la razón a esas… tres. Que nos esperen, y esperen, que tarde sus hijos llegarán.

    Los dos salieron de la heladería y cogidos por las manos, corrieron por la calle sonriendo, sin dirección. Los dos tenían ganas locas de divertirse, da rienda suelta a esas emociones que estuvieron deprimiendo durante más de dos años.

    Los dos salieron de la heladería y cogidos por las manos, corrieron por la calle sonriendo, sin dirección. Los dos tenían ganas locas de divertirse, da rienda suelta a esas emociones que estuvieron deprimiendo durante más de dos años.

    Habían llegado a un parque, Ranma perseguía a su prometida, era un juego de pillar que se acababan de inventar.

    Ella escapaba de él riendo, Ranma la intentaba atrapar, la acorralaba en un árbol, se miraban, ella sonreía tentadora, y cuando él intentaba besarla, ella escapaba riendo. Él simulando enfado la volvía a perseguir. Cuando al final la atrapaba la besaba, realmente ella se dejaba atrapar y besar, cambiaban los papeles, Ranma huía, ella lo intentaba atrapar, si lo atrapaba, era entonces él el que huía riendo. Hasta que ella lo atrapada y besaba, y vuelta a empezar.

    -No te dejaré escapar- ella lo miró entrecerrando los ojos-eres mi prisionero. Te voy a detener para siempre- lo volvió a besar.

    La chica notó como la cogía por las caderas.

    -Él que no te va a dejar huir, quiero volver a, saborear tus labios, quiero hacerlos míos- la besó- eres dulce Akane, el mejor bombón que he probado. Si, soy tu prisionero, desde que te vi y me sonreíste por primera vez lo soy. Y tú eres mi prisionera y no te dejaré nunca.

    -Y tanto que soy tu prisionera, fuiste el primero que no me vio como un objeto, que no me quisiste ganar para poseerme.

    -Te quise ganar, cada vez que me superabas, lo hacía porque no quería me superases, lo hacía por que soy un tonto orgulloso, que no puedo ver que seas más fuerte que yo.

    -Yo quería ser más fuerte que tú, también lo hacía por orgullo, porque no ver que ningún hombre sea más fuerte que yo, no aguantaba que me superases.

    Los dos se miraron y se besaron.

    Él la cogió por la mano.

    -¡Vamos!, ¡Ven conmigo!

    -¿Dónde?- preguntó ella.

    -A pasear en barca, al centro comercial, queda mucho por ver. ¡Ven conmigo!

    Y los dos alquilaron una barca y mientras él remaba ella lo miraba, y sonreía. Estaban pasado todo el día juntos, disfrutando de esa extraña tranquilidad. De alguna forma había sido un día tranquilo, sin que nadie lo molestase, no se quejarían, ni comentarían nada, por propia experiencia sabían que llamar al mal tiempo era prejudicial. Era hablar de sus acosadores, y que estos aparecieran al instante siguiente.

    Akane empezó a tatarear una canción, cerró los ojos y sintió el calor del sol en la cara, le llegaba el aroma del parque cercano.

    -¡Que bien se está!, ¡que tranquilidad!- miró a su alrededor. No había nadie cerca, nadie que los metiese en problemas, suspiró aliviada, y volvió a cerrar los ojos.

    -¡Si, se está bien!- contestó el chico, y dejó de remar.

    -¿Ranma que haces?- ella se asustó al ver que no avanzaban. – ¿no procurarás hacerme algo?

    -No quiero hacerte nada, sólo quiero que disfrutes de esta tranquilidad, quiero estar contigo más tiempo. – hizo un giño con la cara - y descansar un rato, que remar cansa mucho.

    -Te puedo sustituir para remar, déjame remar- ella se levantó y le intentó quitar los remos.

    -¿Qué intentas hacer?- dijo él alarmado.

    -Quitarte los remos, ahora remaré yo- la barca empezó a moverse, y ella cayó encima de él, quedando los dos tumbados sobre la barca.

    -¡Que pervertida llegas a ser!, mira que irme a…

    NO ES ESO!, ¡NO ES LO QUE PIENSAS!, YO SÓLO QUERÍA..- y la chica se calló, se dio cuenta que habían invertido los papeles, está vez era ella la que iba a quedar como pervertida. Comprendió lo que sentía Ranma cada vez que lo acusaba de pervertido sin motivo.

    -Ya sé que te has tropezado, que no intentabas hacer nada conmigo.

    Ella se enfureció, y lo miró desafiante.

    -Ahora me dirás que no tengo valor para hacerlo-otro juicio precipitado de Akane-¡pues vas a ver que sí puedo!- aún seguía encima de él. Y se lanzó a besarlo, lo tenía prácticamente inmovilizado.

    Cuando separaron sus labios se miraron, se incorporaron, Akane se hizo con los remos, y siguieron disfrutando del paseo en canoa.

    Al regresar a tierra, volvieron a pasear por el parque, no tenían ganas de ir al dojo. No le gustaba estar presionados por la familia, querían que esa libertad que ahora disfrutaban durase lo máximo posible.

    -Vamos a comer- propuso ella- cerca de aquí debe haber un restaurante chino.

    -Sé de un restaurante cercano, ya te he hablado de él, podíamos ir, sé donde está.

    Y los dos se dirigieron a ese restaurante y entraron, la camarera los miró extrañada, los conocía, esos jóvenes eran clientes habituales del Neko Hante, la competencia, si iban allí, era porque estarían de malas con la gente de allí. Y así era, esa visita tenía mucho de venganza contra Shampoo y la abuela de esta. Ese restaurante se convertiría en visita frecuente de los dos jóvenes, y donde llamarían cuando quisieran comida a domicilio, ahora que para ellos el Neko Hanten no existía.

    La tarde tomó el relevo de la mañana, y dos jóvenes impulsivos seguían sin volver a casa, disfrutando del día, paseando por el centro comercial, jugando a las máquinas del gancho, el dueño del local, se vio obligado a echarlos, los dos tenían demasiada suerte a la hora de conseguir regalos.

    Ese día se había vuelto en el día de su liberación, se habían liberado de sus rivales, de la tiranía nunca aceptada a la que sus rivales los querían someter. Pero sobretodo se habían liberado de las cadenas que no les dejaban expresar sus sentimientos, lo que cada uno sentía por él otro, y eso los convirtió en dos jóvenes alegres que sólo querían estar juntos.

    -¡Vamos a ver como anochese, sé de un sitio fantástico para ver como cae el sol.- Ranma cogió de la mano a su prometida y corrieron para el sitio que habló el joven.

    Al llegar Akane se quedó parada, su prometido tenía razón, ese sitio era fantástico para ver anochecer, y sentado en el suelo vieron caer el sol detrás de las montañas. Y juntos los dos vieron como la tarde dejaba paso a la noche.

    Era muy tarde, los dos volvían al dojo decididos, sabían que serían castigados, no les preocupaba, no sentían miedo, no se echarían atrás, aceptarían ese castigo. El castigo no le quitaría el estupendo día que habían pasado.

    Llegaron al dojo, se pararon entre las grandes puertas, el dojo estaba en silencio, sabían que cuando entrasen estallaría la tormenta, estaban preparados para ella, no sentían miedo, pero ¿y la tormenta estaba preparada para ellos?

    Entraron en el salón que estaba a oscuras y en silencio,

    -¡Hay alguien, Ranma!, ¡ y no son solamente nuestra familia!.

    -¿Dónde habéis estado?- preguntó alguien que no era de la familia. La luz se había encendido, y estaban la familia. Soun y Genma los miraban furiosos, eran unos hijos desobedientes. Nodoka los miraba aliviada, creía que los chicos se habían metido en un problema. Kasumi sabía lo que habían hecho los dos jóvenes, era algo lógico después de observarlos durante el último año, estaban enamorados, y ya no tuvieron fuerzas de ocultar eso. Y Nabiki maldijo, había perdido la apuesta que se hizo ella misma.

    Pero no eran los únicos que habían en el dojo, con la familia estaban los seis que decidieron expulsar de sus vidas, gentes sin importancia, personas a las que ya consideraban desconocidos. Había hablado Ryoga, pero lo ignorarían, no le debían ninguna explicación, ni a él ni a ninguno de los cinco que lo acompañaban .

    -¿Dónde os habéis metido?- preguntó furioso Soun

    -¿Sabéis que hora es?- la furia de Genma no era menor.

    No hubo respuesta, los dos chicos no contestarían a un interrogatorio delante de personas que no fueran de la familia.

    Contestar!, ¿Dónde has llevado a la dulce Aka…- Kuno exigió respuestas qué no le llegaron.

    -¿Estamos castigados?- preguntó sería Akane, sin mostrado miedo, miraba a la familia, sin prestar atención a nadie más.

    -¡Si lo estáis!, esta noche sin cenar, y durante un mes sin salir de casa.

    Los dos jóvenes se giraron, se dirigían a sus habitaciones..

    -¡No hemos acabado!- dijo Ukyo- ¡Exijo saber dónde has estado Ranchan!, ¡soy tu prometida boni…

    -Nos vamos a dormir, si estamos castigados sin cenar es una tontería estar aquí.- Ranma bostezó, exageró mucho ese bostezo, y simulando cansancio y sueño- tengo sueño, hoy a sido un día cansado. Me he divertido mucho con mi única prometida.

    Cinco de los seis rivales protestaron, para ellos Akane no era su prometida.

    Me has deshonrado!, has deshonrado a mi hija, mañana te quiero fuera de esta casa- Soun estaba furioso con Ranma.

    -¡Ranma y yo sólo hemos paseado!, hemos ido al parque a dar una vuelta con las barcas, a comer helado. Al centro comercial y a ver como anochecía-Akane se encaró con su padre- y si él se va…!Me iré yo con él!, ¡ES MI PROMETIDO!, ¡SÓLO MIÓ!. Tu idiota promesa que hiciste con Genma ya no tiene valor. Ranma y yo nos hemos prometido por nosotros mismos.

    -Esa promesa es la única promesa válida para nosotros . Ahora nos iremos a nuestra habitaciones. No pensamos recibir vuestros castigos delante de unos perfectos desconocidos,- y señaló a los rivales- a esas personas hemos decidido no conocerlas, son unos desconocidos, ¡no son nadie!.

    Soy tu Uchan!- gritó Ukyo, llorando, por primera vez lloraba de verdad, no esas falsas lágrimas que utilizaba para que el joven se apiadase de ella, pero está vez no consiguió nada. Ranma la ignoró.

    La siguiente fue Shampoo.

    -¡Airen!, tú ser esposo de Shampoo…deber ir con ella a China y darle…- su pretendido esposo se giró, y como con Ukyo, la ignoró.

    -No os conozco, os he borrado de mi memoria. Necesito esa parte de mi memoria para meter buenos recuerdos… cosa que los recuerdos que tenía con vosotros no lo son.

    El joven acababa de confesar que no tenía buenos recuerdos con esas personas.

    -Digo lo mismo que "mi prometido"- la chica recalcó mi prometido, dando a entender que era sólo suyo y de nadie más.

    -¿Qué le has hecho a Akane Tendo, ¡brujo!- Kuno se abalanzó sobre Ranma, Akane se interpuso entre ese chico y su prometido- ¡Eres un cobarde ¡, te escondes detrás de una mujer- Kuno no podía pagar a una mujer, pero esta no tenía tantos miramientos y abofeteó a Tatewaki.

    -¡Que sea la última vez, que insultas a mi prometido!. ¡ Ni es un brujo, ni es un cobarde.!- miró al chico a quien abofeteó- no te conozco, no sé a qué has venido, si tú y tus amigos no os vais en un momento de esta casa, llamaré a la policía y diré que unos desconocidos se han colado en nuestra casa y nos acosan.

    Y eso pasó, Akane tuvo que llamar a la policía que se llevaron a esos seis, en ningún momento aceptaron que la pareja los hubiera rechazado de esa forma. Jurado que volverían.

    -Han jurado que volverán- dijo Akane con mucha indiferencia, tanta que asustó a su familia, nunca la joven tuvo tan poca apatía hacía alguien.

    -Pediremos una orden de alejamiento. Esa gente es… desconocida. No la queremos en nuestra vida.

    -¿QUÉ OS HA PASAO?- Preguntó Nabiki-¿alguna poción de Shampoo?

    Ranma negó con la cabeza.

    -No, nada de eso. Solamente hemos decidido ser nosotros mismos. Echar de nuestras vidas a gente que solamente nos ha causado problemas. De ahora en adelante no son bien recibidos aquí- Akane había advertido, no, amenazado, a la familia.

    -Akane y yo hemos decidido dejar de ser idiotas, de estar dominados por la timidez, el orgullo.

    -Nos hemos declarado, ahora somos prometidos oficiales, por nosotros mismos.- la joven miró a su familia y con los brazos en jarra los encaró- como hemos dicho vuestra promesa no tiene ningún valor- viendo la cara que ponían los dos padres- no nos vamos a casar…vamos a disfrutar de nuestro noviazgo. Nos hemos pedido compartir el resto de nuestras vidas juntos y hemos aceptado.

    -En cuanto la boda. ¡no pensamos casarnos! así que haceros la idea no va ha...ber BO… DA.

    -Pero habéis dicho…

    -Sabemos lo que hemos dicho, pero no nos vamos a casar, al menos no tan pronto- Akane miró a su familia- y si decidimos, vivir juntos, sin casarnos, ¡eso haremos!.

    Eso es inmoral- gritó Soun- ¡No permitiré tal deshonor!..

    -Pero si es lo que hemos estado haciendo hasta hora, hemos vivido los dos juntos- Ranma se encogió de hombros- sólo que dormiremos juntos.

    -Si nos casamos no os tendremos que hacer ni el mínimo caso. En ese caso seremos nosotros los que saldremos ganando, haremos lo que queramos.

    La familia se los quedó mirando, habían perdido la partida, de ahora en adelante Ranma y Akane serían los que marcarían la pauta en su relación.

    -En un futuro habrá alguien que herede el dojo. Será hijo de Akane y mío. Nos casemos o no ese heredero existirá- Ranma miró a los dos patriarcas y repitió- será hijo mío y de Akane, y con eso dejó todo claro.

    -¡Qué lo podemos entrenar…!- empezó Genma.

    NO!, ¡Por vuestro bien espero que no penséis en tocarle ni un pelo!- Akane miró a los dos hombres- será entrenado por Ranma y por mi. No queremos que os metáis por medio, no queremos interferencias vuestras, ni de nadie, a la hora de educar a nuestro futuro hijo.

    Soun decidió que debía poner algo en claro.

    -Si os casaremos!, cuando lo decidamos Genma y yo. No permitiré que tragáis deshonor a la familia.

    NOS CASAREMOS CUÁNDO YO Y RANNA!

    - la joven miró a los dos hombres - ¿deshonor dices?- la voz de Akane estaba cargada de ironía-¿Y que me dices de dejar vivir aquí a un viejo ladrón de ropa femenina, pervertido? ¡Y CONSENTIR QUE NOS ACOSE A RANMA CHICA Y A MI?.

    -¡Eso si es deshonor!-Acabó Ranma- sois los menos indicados para hablar de deshonor, de traer deshonor a la familia. !¡Sobretodo tú!- y el chico señaló a su padre- Desde que tengo memoria nunca has tenido honor.

    Genma supo que iba a tener problemas, que Nodoka le sacaría la verdad, ayudada por Ranma, el chico no se callaría nada, y el joven recibiría el apoyo de su prometida. Era seguro que su hijo ya había contado a su prometida lo que pasó en el viaje de entrenamiento, tal como lo miraba la hija de su amigo… era seguro que sabía más de una cosa de lo que pasó Ranma durante esos años.

    -¡Mañana te irás de esta casa!- gritó Soun-! y dejarás de ver a mi hija!.

    -¡No se irás!- Akane iba a desafiar a su padre- ya te lo he dicho, si Ranma se va, yo me iré con él.- advirtió la chica.- Ranma es mi prometido- y amenazó a su padre-¡No lo olvides!, ¡Él y yo somos uno!, ¡Si uno de los dos se tiene que ir, el otro lo acompañará. Aunque está promesa no llegue a buen término. Él y yo nos declararemos hermanos, estaremos siempre juntos, oase lo que pase.

    Él te ha cambiado!, ¡Tú antes no eras así de rebelde.- Soun lloraba, su hija le plantaba cara, se rebelaba contra él.

    -Siempre he sido rebelde, ¿él me ha cambiado? Sí…. Y yo a él-contestó la joven-. Nos juntasteis a la fuerza, y ahora pobre de aquel que intente separarnos a la fuerza, nos enfrentaremos a él. Era una amenaza una amenaza que se cumpliría

    -Y eso os incluye a vosotros- acabó Ranma.

    Yo soy aquí quien manda y…- Soun quiso imponer su autoridad sabiendo que era una batalla perdida, que esos dos no le harían caso

    -¿Seguimos castigados?- le cortó Akane.

    -Si, pero…

    -¿Sin cenar?- esta vez preguntó Ranma.

    -Si…

    -Menos mal que ya hemos cenado fuera.-Akane miró a la familia- una cosa más de ahora en adelante el Neko Hanten y el Uchan's para esta casa están cerrados, no existen, por lo tanto no volveremos a pedir nada a ellos. Esos restaurantes han perdido a sus mejores clientes, y creo que no seremos los únicos, mucha gente que conocemos, al no ir nosotros, no iran ellos- y esa predicción de Akane se cumplió, esos restsurante perdieron muchos clientes.

    Y los dos jóvenes se giraron y se encaminaron hacía sus habitaciones. Oyeron a los dos hombres llamarlos, pero los ignoraron.

    A pesar del castigo no se arremetían de nada, habían pasado un buen día.

    -Ya se acaba el día de San Valentín, o ¿es como el meme del "Señor de los anillos? Sam va lentin?.

    -¡Que chiste más malo!- contestó riendo Akane.- te he oído contar mejores chistes.

    -Pues ahora no voy a contar ninguno.

    Al llegar a la puerta de la habitación de Akane, se quedaron mirando, no tenían ganas de separarse. Estuvieron indecisos durante minutos, mirándose sin decirse nada.

    Akane buscó en sus bolsillos, y sacó algo, se apoyó en la puerta de su habitación, miró al chico tentadora.

    -Mira sólo me sobrevivió un bombón. Lo podemos compartir, pero…-se llevó a la boca y sonrió tentadora- deberás coger tu mitad de mi boca.

    El chico se asustó un segundo, y después puso una sonrisa traviesa, si Akane quería jugar, él también queria jugar, y le daría juego a su prometida. Y acercó sus labios los de su prometida. Tenía un doble objetivo, quitarle a su prometida la mitad del bombón, y volver a probar los dulces y sabrosos labios de Akane.

    ..

    Fin
     

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