10/04/2024 Para mi querido Wilmer Balderrama R, de BJCG. Pasaron siete meses, y en medio de la noche me lamento, me culpo. No queda reproche luego del despilfarro de tormentoso dolor que cargo. ¿Este será un estado de letargo? Anhelo en inmensa locura tu calor, te espero con fervor, cómo cada luna que presenció, que esa mujer que es tuya, es niña y es rosa ¡te llora! Y ya es mariposa. Eres el único dueño de mis deseos y fantasías, dueño y señor de mis montañas, valles y playas; entonces toma la tierra cual labriego, para hacer con ella la cosecha que deseas. Esta noche, cómo muchas anteriores, soy víctima de mis pasiones, ronda mi cabeza, desquiciada idea de ser tuya y tú enteramente mío. Me odio por ser incapaz de alejarte, al son que niego amarte, encontrándome con el desenlace que florecen rosas amarillas, y rojas de sutil esperanza, sobre los abrojos de la negación; oigo el retumbar de los muros de la pseudotemplanza, desmoronándose en escombro, dando paso a tu luz y esperanza. En medio de las madrugadas invades mi pensamiento, mientras mermo en mi tormento, me transformo en niña, que llora, se acurruca temerosa; y me desprendo en mil pasiones con el recuerdo de tu tacto. ¡Y ahí va la loca! Que sueña con tus ojos, y te despoja los anteojos. Al tiempo nos unimos en un imprescindible beso desplegándonos en agua y aire, es un torpe retroceso. ¡Pero qué beso, Dios mío! Me hinco, me recuesto en la piedra de los sacrificios, y te pido, Wilmer, arranca de mí toda brizna de esperanza, o ámame, cual locura de amor que sembraste en mí.