Shimane Islas Oki

Tema en 'Prefecturas' iniciado por Amelie, 29 Diciembre 2023.

Cargando...
  1.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    486
    Pluma de
    Escritora
    Aoi Nobunaga

    Observó a Noishi alejarse hasta perderlo de vista, escuchando las palabras de Ryoshi con la mirada fija en el shinobi y volviéndose hacia él sorprendida por su abrazo.

    Cerró los ojos para disfrutar de la breve sensación del calor corporal y devolvió el gesto, envolviendo a ambos hombres con toda la fuerza que deban sus propios brazos más pequeños que los de Ryoshi, fundiéndose en aquel abrazo a tres que se sentía como un hogar.

    No es culpa tuya. — Añadió en un susurro, corroborando las palabras de Dozan. Se alejó con suavidad para poder mirarlo a los ojos y sonrió muy levemente. — Ésta no es nuestra última noche juntos, pero aprovechemos el tiempo regalado como si lo fuera.

    Tomó sus manos con firmeza ignorando el rubor de sus mejillas y lo besó con intensidad.
     
    • Ganador Ganador x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  2.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    7,766
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Kohaku Ishikawa
    Bosque central > Playa

    Rengo sugirió la posibilidad de pedirle ayuda a un shugenja y yo asentí, pues era una gran idea. Sora había detectado la energía de mi padre en el oso de madera, tal vez hubiese algo en el pincel o algún otro objeto que nosotros fuésemos incapaces de percibir. Creía que las escuelas funcionaban como los tipos de energía espiritual: se suponía que trabajaran en conjunto, no rivalizando ni pretendiendo neutralizarse.

    —Un shugenja... Sí. —Volví a asentir, procesando las posibilidades—. No conozco demasiados. Está Sora, lo último que supe de ella fue que se dirigía a Kamakura. Puedo intentar contactarla. Después... Conocí a otra shugenja en Shimotsuke, pero será difícil alcanzarla sin viajar directamente y dudo que tengamos el tiempo o las posibilidades. ¿Tú conoces a alguien, Rengo?

    Siguiendo una línea similar, Mara habló sobre la caja musical que Hana había portado. Aún la recordaba, la melodía rebotando en el vacío oscuro del bosque, en Tsu, y también en Kamakura, cuando Rengo no lo soportó más y bloqueó sus emociones. Al parecer, dicho objeto emulaba la locura de los Harima y había provocado la... inestabilidad de Hana. Inmediatamente pensé en Kyogi. Tratándose de una shugenja y con sus intenciones iniciales, no sería descabellado que la caja musical hubiese sido obra suya. De por sí había alterado las enseñanzas de Itami.

    Intenté hacer memoria de lo que Mitsuyo me había hablado sobre el shugendo, pero... no, no había nada similar a la caja musical.

    —Wara ningyou, recuerdo que los shugenja de oscuridad pueden crearlos. Son muñecos de paja que cargan maldiciones y pueden enfermar e incluso matar a alguien. Es... es lo más cercano que conozco a las prácticas oscuras del shugendo.

    Lo dije más bien en un intento de ordenar mis ideas, ya que probablemente Rengo supiera de esto mejor que yo. Todo nos regresaba siempre a Hana, a Taiki, a Hoshi, a todos quienes habían muerto y se suponía nos guiaran. Era frustrante.

    Desvié la mirada al cielo y suspiré; a juzgar por el filo de las sombras, mejor iba buscando a Hachi y al resto. Regresé todos los objetos a mi bolsa con calma y le sonreí a Rengo. La posibilidad de no volver a verlo y de dejar tantas incógnitas en el aire me punzaba, pero no me quedaban opciones. Ya había aceptado ir a Kioto.

    —Tranquilo, lo resolveremos. De una forma u otra. —Bajé la vista a shi—. Mara, sé que no te caigo muy bien, pero ¿podrías dejar el canal entre nosotros abierto? Nos sería útil poder seguir comunicándonos aún en la distancia. También está el asunto de los shikigamis. —Miré a Rengo y mi sonrisa se ensanchó—. Me gustaría saber si logras crear uno.

    Me incorporé del césped, sacudiéndome un poco la ropa, y le pregunté al muchacho si me acompañaba a la playa. Chiasa fue la primera en recibirnos, la vi corretear desde la distancia y me agaché, ofreciéndole mi mano para que trepara a mi hombro con mayor facilidad. Una vez allí repasé con la vista a los presentes, aunque mi atención se la robaron por completo Yume y Tamura. Sonreí con una mezcla algo agridulce de emociones, pues me alegraba que hubiese decidido demostrarle sus sentimientos, pero también recordé los planes con los que habíamos fantaseado en el barco. Planes que no podrían ser.

    —Ya estoy listo —le dije a Hachi tras acercarme, y luego viré hacia Yume para darle un fuerte abrazo; en la confidencialidad de la cercanía agregué—: Cuídate.

    Prolongué el contacto un poco más, me tragué un repentino nudo en la garganta y entonces retrocedí, apoyando las manos en sus hombros. Le sonreí una última vez y me giré hacia Rei, Akihito y Rengo, reparando en el pequeño zorro a medio camino. Incliné el torso en una reverencia de despedida.

    —Nos vemos —murmuré, sereno.

    Aún sentía la aprehensión en el pecho, el pequeño agobio de lo que nos esperaba por delante, pero no tenía sentido canalizar nada frente a estas personas. Había tomado mi decisión y debía apegarme a ella.


    como pusiste que en el próximo post ya nos movíamos intenté condensar las despedidas y shalala, perdón si algo quedó medio apiñado
     
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Ganador Ganador x 1
    • Adorable Adorable x 1
  3.  
    rapuma

    rapuma Maestre

    Géminis
    Miembro desde:
    17 Marzo 2014
    Mensajes:
    3,932
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Seikanji Yamagawa

    Le dedicó especial interés a la fabricación del mala que Tsubaki encargó la tarea con total liderazgo, indicando qué corteza y qué árbol eran necesarios para que sea perfecto. Concienzudamente Seikanji trabajó junto a Aki, concentrado y feliz de poder hacer un pequeño respiro en la tensión que flotaba en la isla.

    Los malas serían encargados para la correcta comunicación entre los equipos que pronto tomarían rumbos distintos. Era una guerra, habría bajas. Aún quedaban muchas por llegar. Es por esa misma razón que el mala que estaba tallando con tanta pasión era la que le entregaría a Aki. No importaba que estuviera junto a él ahora mismo. No perdería jamás su rastro.

    Luego la historia que Tsubaki empezó a contar rompiendo así el hechizo del momento; Seikanji se encontró con una historia que involucraba a Takeda en una lucha sobre la justicia que lo dejó sin hablar por unos momentos; oyendo la voz de Tsubaki relatar una epopeya que parecía sacada de los viejos relatos. Alzó las cejas, sorprendido. Ahora entendía el por qué de los que le seguían tan fervientemente. Era un hombre honesto, el prototipo ideal de ideología. Y quizá el único.

    —Parece un hombre increíble ese Takeda. —dijo con emoción, sin sorna, sonriendo ahora que Tomoe aparecía ante ellos. —Ojalá podamos conocerle pronto.

    Siguió atento al intercambio entre los demás pero con los ojos puestos en la madera que tallaba con precisión. Reiko bostezó y se acostó detrás de él, sirviendo de soporte para Tomoe y Aki. Seikanji se recargó un poco el cuerpo en ella mientras alzaba la vista de pronto y miraba muy atento a los ojos de Aki.

    Él había incendiado Iga.

    Recordó la lluviosa noche que les tocó al regresar a Koga, luego del incendio en la aldea secreta de Iga. El rostro de Murai, carente de cuencas, se recortaba tenebroso en la puerta para recibirlos.

    Seikanji se estremeció mientras un arrepentimiento estremecedor y un dolor se incrustaba para siempre en su corazón.
     
    • Sad Sad x 3
    • Fangirl Fangirl x 2
  4.  
    Nekita

    Nekita Amo de FFL

    Piscis
    Miembro desde:
    18 Marzo 2012
    Mensajes:
    8,495
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Akihito Shishio
    Playa

    Se mantuvo asintiendo ante las palabras de Matahachi aunque no conociera la mayoría de esos nombres de las personas que le habían ayudado, aunque tampoco le parecía muy importante no saberlo del todo, tan solo parecía importante que tuviera lo que quisiera hacer claro y con la motivación de regresar a esta isla.

    Luego, cuando estuvo a punto de decirle que haría lo que pudiera con respecto a Yume (por el simple hecho de que no se conocían mucho como para acercarse de esa manera), la susodicha apareció así que tan solo se limitó a recibirla con una sonrisa y un asentimiento de cabeza antes de tomar un paso hacia atrás para darles a todo ese grupito algo de espacio para que trataran sus asuntos y dijeran sus despedidas.

    —Si mi padre termina escabulléndose en tu barco, hazle recordar que debe ser silencioso para que no afecte su plan —Dijo en dirección a Matahachi por la preocupación notoria de su padre ante el asunto —. Tengan éxito en su misión y vuelvan sanos, huir siempre es una opción si todo sale mal... Nos veremos pronto. —Se reverencio ante el grupo y miró en dirección a Yume con una sonrisa.

    —Aunque seguramente no lo necesite señorita Yume, si surge cualquier cosa puedo apoyarla en lo que necesite.

    Sonrió y esperó por alguna clase de indicación de Yume si deseaba ayuda para regresar con los demás en la pequeña base improvisada.
     
    Última edición: 1 Diciembre 2024 a las 8:59 AM
    • Adorable Adorable x 2
    • Fangirl Fangirl x 2
  5.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido seventeen k. gakkouer

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    10,608
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Yuzuki Minami
    Bosque [Central]

    Tsubaki repitió mis palabras, luego Aki dijo que quería conocer a Takeda y pronto fue el primero quien aclaró que tardaríamos en reunirnos, pero que ambos podíamos hablarle de él ante lo que asentí con la cabeza. La forma en que lo dijo me pareció certera, así que podíamos usar algo de este tiempo para contarles lo que habíamos vivido junto al que considerábamos nuestro líder, nuestro señor y, en mi caso, mi hermano.

    Hayato habló entonces, estaba por responder su duda, pero el joven la contestó y no vi que hiciera falta añadir nada más. La presencia de la loba que Seikanji presentó como Reiko no me sobresaltó, pues me recordó a Kiba, por lo que miré al animal con interés en vez de miedo y le dediqué una sonrisa más bien inconsciente.

    El caso fue que buscamos los materiales para los malas, pero ya cuando había que tallar pues no había mucho que pudiera hacer. Suspiré con cierta pesadez, frustrada, y le di un toquecito a Hayato en el hombro.

    —¿Me ayudas, cariño? —le pedí con suavidad, un poco avergonzada.

    Sabía que no debía sentirme mal por esto, que de hecho él había pedido protegerme y siempre estaba dispuesto a ayudarme con lo que fuese, pero seguía siendo un niño. Se suponía que fuese al revés, que yo le ayudara a él, pero las cosas habían terminado de esta manera y no había mucho que hacer al respecto más que acostumbrarse.

    Dado que podía cooperar de forma limitada, eso me permitió escuchar con más atención la anécdota de Tsubaki de lo vivido en Sado, donde Takeda perdió el brazo. En esa historia se concentraba su esencia, la resistencia de su carácter y la benevolencia que muchos subestimaban, siempre era tratado como menos por ello, cuando era el hombre que no había cobrado el brazo que había perdido no por cobardía, si no porque sabía que no era así como debía ser. En medio de la historia apareció Tomoe para añadir algo, al parecer había estado oyendo todo.

    —Es maravilloso —acoté al comentario de Seikanji, mirando a Hayato con la tarea que yo no podía hacer—. Tenemos muchas historias sobre él e incluso las más pequeñas y sencillas reúnen su verdad. Hace algún tiempo, mientras estábamos en otra misión, sufrí heridas graves y Takeda estaba preocupado por ello, insistí en seguir el camino, pero tomamos un desvío porque mi estado no se dejó a discusión. Fue así como llegamos a las cenizas de Fujimi, que ahora sé fue arrasada por Gendo Mori y los suyos... plantando la mariposa Taira; entre el fuego y el caos encontramos a Hayato, nuestro pequeño Hayato.

    Estiré la mano hacia el niño, hundiendo los dedos con suavidad en su cabello, y aproveché la interrupción para seguir hablando.

    —Takeda, incluso en ese escenario, se hincó y le preguntó su nombre. Allí le dijo... ¿Te acuerdas, Hayato, de lo que dijo Takeda? "Tu clan perdurará porque has sido fuerte, sobreviviste; no debes culparte jamás por estar vivo; pelea porque te has aferrado a la vida". —No sabía ni cómo yo lo recordaba con tal especificidad, pero entendía de dónde venían las palabras que le había dicho—. Le dijo lo que habría querido escuchar él cuando pasó por lo mismo. Hubo un momento, al principio de mi viaje, en que lo buscaba porque se suponía que debía servirle, pero más tarde cuando entré en las murallas de Nagoya buscándolo... Lo hice porque habían tomado a mi hermano y no pensaba dejarlo solo, porque él no me dejó sola a mí. Su mayor fortaleza es el amor que puede entregar y es algo que siempre defenderé, nunca dejaré que lo menosprecien por ello.

    La interrupción se me había extendido, pero pronto salió más información y Tsubaki se levantó, alarmado, al escuchar lo de Mako. Noté cómo el muchacho se estremeció y guardé silencio también, comprendiendo que lo que se acababa de revelar era pesado.


    me quedó medio raro por colar la narración ahí, pero es trabajo honesto
     
    • Ganador Ganador x 3
  6.  
    Amelie

    Amelie Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    12 Enero 2005
    Mensajes:
    8,176
    Pluma de
    Escritora
    Playa
    [Matahachi; Akihito; Rei]
    [Tamura; Yume]
    Oshin; Reijiro]
    [Kohaku; Rengo]


    Rengo y Kohaku avanzaron hacia la playa después de que Mara aceptara de mala gana seguir esa conexión con Kohaku.

    "Así es, no me agradas. Así que no te confundas, dejaré abierta nuestra conexión porque a mi me es conveniente"

    Al ver a los que se reunían en la playa Rengo negó —He intentado hacer memoria, había una chica que conocimos brevemente Natsu y yo. Su nombre era Konoe. Me salvó la vida después de que me separara de Natsu, estaba ebrio —sonrió — Fue cuando dejé la caja de música en la playa después de que Kato me la regresara —se golpeó la frente recordando dicho suceso nuevamente, después negó — Sentía energía en ella; pero ella no veía espíritus como nosotros, después reveló que Sora la entrenó en el shugendo. Mencionó también a su abuela que vive en Yoshino, en la prefectura de Nara, creo que es igual de complejo viajar allá como a Shimotsuke o intentar buscar a Sora — dijo frustrado.

    "Y hubiese sido muy injusto dejarte morir, Rengo"

    Rengo recordaba las palabras de Konoe para después recordar sus respuestas.

    "Konoe, tus creencias chocan por completo con las mías. Has salvado a alguien quien avanza en un camino de obscuridad...
    las plegarias no funcionan, es por eso que te dieron esa katana."


    —Me caía tan bien; ella, Natsu y yo hubiéramos sido muy buen equipo —
    dijo con tristeza para después mirar a Kohaku— Konoe me juraba que los Dioses si escuchaban las plegarias; pero el único que nos responde es Mara, y es porque no tiene de otra.

    "Prometí permanecer a tu lado hasta que encontraras a tu amigo y lo hice. Y sin embargo, ahora me siento incapaz de desentenderme. No eres un demonio, Rengo. Lo sé. Y tampoco lo son Gotho-san o Fusatada-san"

    "Oh, Kuroki; no. Él no es un demonio, él es luz"

    —Konoe... —se repitió el nombre de aquella mujer que a pesar de su corta edad, le parecía la sabiduría encarnada — Natsu nunca fue un demonio; ahora Kuroki se está convirtiendo en uno y yo —dijo tomando su ahora cabello blanco — Sigo sin saber que soy; pero ya sé perfectamente dónde pertenezco —tomó el listón y afirmó ante Kohaku — Si logro hacer al shikigami te pasaré la información con Mara. Y si tú logras algo antes que yo, házmelo saber.

    Habían llegado a la playa; Kohaku se acercó a Matahachi y Rengo se incorporó con Akihito y Yume.

    Matahachi reparó en las palabras de Akihito y afirmó —Dudo que se escabulla en el barco, sabe que lo necesitan aquí —se despidió de Akihito para girarse de inmediato al escuchar la voz de Kohaku, y antes de reaccionar, éste abrazó a Yume quién lo abrazó de regreso.

    —Cuídense por favor— dijo sin soltar a Kohaku para después susurrarle —Creo que le he dejado claro a Tamura lo que siento por él — se separó de él y no le dio mayor información, dejándolo expectante mientras se acercaba a Akihito. Rengo también se acercó por si necesitaba ayuda pero Yume lo miró — Necesitas dormir, no digas nada; ya vámonos —dijo hacia Rengo para después mirar a Akihito para que él la ayudara a regresar; no quiso volver a mirar atrás para no ponerse a llorar. No pudo ver la expresión de absoluta tristeza en Tamura mientras ellos se alejaban.

    Rei salió del barco; se despidió del grupo justo cuando Oshin y Reijiro llegaban para embarcarse; éste último traía en brazos a Fukuro; aquel búho que trajo aquel mensaje. Oshin tenía los ojos rojos; al parecer aquella despedida también le había costado bastante; Reijiro sonreía, pensando que Genichi y Masaharu estarían más seguros en la isla, les hizo prometer que ellos no se embarcarían a la isla de piedra. El no poder hablar sería una gran desventaja en una misión como esa.

    Eiji dirigió el barco; él los llevaría directamente a Kioto, a un sitio llamado Mizayu.

    Nekita continúa abajo
    Gigi Blanche
    Yugen nada más para recordar a Konoe








    El rol de Kohaku continúa en Mizayu







    Isla
    [Ryoshi; Aoi; Dozan; Noishi]


    Dozan desvió la mirada mientras el par se besaba; intentó distraerse un poco mientras la noche terminaba.

    Noishi regresó por la madrugada; había conseguido infiltrase por su gran habilidad. Encontrado la madriguera del enemigo, debajo de la prisión dónde ahora tenían a Kyuzo.

    El cuervo de Aoi voló hacia las islas, dónde Mako recibiría la noticia. El trio observó la luna, en unas horas más descendería al horizonte. Y fue en ese momento que todos pudieron verlo.


    67ef3581518727f958e266bd6b35e99a.jpg

    Dozan y Ryoshi lo miraron sin tanta preocupación; pero Noishi mostró verdadero miedo —¿Qué es esa cosa? —preguntó regulando su voz para no dejar escapar algún grito.

    —No lo sé; pero eso es lo que los ha condenado, y cada vez está más cerca — agregó Ryoshi.

    —Quiere que no olvidemos que nos está observando, pareciera que nuestra falta de movimiento lo incomoda— agregó Dozan mientras aquella criatura levantaba su brazo para volver a señalarles — "Muévanse"

    —Pero debemos esperar a los demás — insistió Noishi.

    —Nosotros no ponemos las reglas — dijo Ryoshi avanzando al interior de la caverna mientras señalaba la marea — Cada paso que da esa cosa hace que la marea suba; a este paso subirá tanto que nos terminará ahogando antes de que entremos a la isla.

    Noishi comenzó a explicarles la distribución de la isla mientras se adentraban.
    Isla-de-piedra.png Isla-de-piedra-subterrane.png

    La prisión dónde tenían a Kyuzo tenía a tres guardias que no parecían ser muy hábiles. Explicó que no vio a Kyuzo, sólo una mazmorra en el interior dónde cree que el herrero estaría cautivo. También aclaró que debían matar rápido a aquellos hombres o sus gritos alertarían a todos los que estaban en el subterráneo.

    Ayeah
    Debes tirar un d20 de sigilo.
    Ryoshi y Dozan harán lo mismo. Noishi no necesita tirarlo.




    Bosque
    [Aki; Tsubaki; Seikanji; Yuzuki; Hayato; Tomoe]


    —Iga, Koga; ya da lo mismo — le trató de quitar importancia Tomoe

    Tsubaki negó pero Hayato interrumpió extendiéndole un mala hacia Yuzuki; no estaba completo; no eran el número de perlas que debía de tener, era más una simple pulsera que un objeto de culto; aun así estaba bonito; se lo amarró a Yuzuki en su mano —Qué bueno que desviaron a Fujimi — mencionó.

    —Mi hermana siempre me dijo que Takeda no podía haber crecido como un mal hombre; que ella lo recordaba como un niño muy dulce —agregó Tomoe —Yo insistía que la guerra cambiaba a todos, y la maldad siempre prevalecía en el hombre — miró a Hayato y luego a Yuzuki —Aun debo comprobarlo con mis propios ojos —sonrió altiva pero sin ser amenazadora— Pues después de esta guerra me pelearé con él por el Imperio.

    —Pues vas a perder
    — le dijo Tsubaki también sonriendo.

    Ambos se enfrascaron en un vaivén de comentarios pasivo agresivos mientras los demás se enfocaban a lo suyo.

    —Tal vez nosotros podemos conocer Kamakura; después de recuperar Uji, claro — agregó Aki hacia Seikanji — Sería lindo conocer el sitio dónde Hana y Hoshi crecieron.

    Tal vez Yuzuki tendría otras palabras hacia Kamakura; pero el tiempo se consumía agradablemente. Y no tardaron en volver hacia la herbolaria, dónde todos los demás aguardaban.

    rapuma
    Zireael

    Continúa abajo



    Casa-comun.png
    Casa en construcción

    [Aki; Tsubaki; Seikanji; Yuzuki; Hayato; Tomoe]
    [Akihito; Rei; Yume; Rengo]

    [Haku; Midori; Kushina; Hiro; Hajime
    [Shino; Murai; Konan; Inagaki; Mako]

    [Genichi; Masaharu]
    [Riku; Kojiro; Togashi]

    El cuervo había llegado oculto entre la noche con su plumaje negro y limpio. Mako leyó las palabras y las expresó a Murai quién estaba a su lado; rápidamente pidió a Konan e Inagaki que reunieran a todos en aquel sitio.

    Ambos shinobis encontraron a los pequeños grupos menos a Xiao y Torii.

    —Tenemos problemas— indicó Mako leyendo las palabras de Noishi —Al parecer hay un subterráneo dónde varias personas se han reunido —Dijo mientras dibujaba unos mapas en la tierra para ejemplificar la información que Noishi había recolectado.

    Isla-de-piedra.png Isla-de-piedra-subterrane.png
    Estos mapas estarán disponibles en spoiler en el primer post de las islas Oki.

    —Es un grupo pequeño pero fuerte; veintitrés personas. Saizo está entre ellos con sus hombres. Al parecer hay un túnel secreto que ha de conectar con alguna prefectura o con la isla dónde están ustedes, no estoy seguro; pues hay un cuartel protegiendo esa entrada. En la prisión hay tres guardias; no parecen los soldados más aptos, será fácil asesinarlos con la técnica de Haku. Y si se falla debemos eliminarlos rápidamente, sus gritos pueden alarmar al subterráneo. En el subterráneo está la madriguera, allí están Saizo y sus hombres junto a dos mujeres que parecen se las líderes de aquel grupo interno; una de ellas ha de ser Keiko. Allí hay quince; en el cuartel están los otros seis, no pude investigar mucho allí. Logré envenenar sus suministros; así que vengan por la mañana, debemos actuar antes de que sepan sus efectos; hay herboristas hábiles aquí así que sabrán curarse, debemos usar ese tiempo a nuestro favor —leyó Mako y pausó brevemente, se le notó preocupada —Nosotros ya no podemos salir de aquí, algo sucedió en el mar. El mar exige el sacrificio de nuestro enemigo, si no se lo damos, Dozan, Umineko y yo no volveremos.

    —Carajo; esto acelera las cosas. Ahora no tenemos el barco de Eiji; el grupo de Matahachi se fue a la hora del perro —agregó Rei.

    —Tendremos que ser un grupo más pequeño entonces, utilizaremos mi barco, hice a Eiji arrastrarlo hasta acá —mencionó Kojiro

    —¿Tres personas más o menos caben allí?— dudó Inagaki — Es poco para considerarse un refuerzo.

    —Cabríamos unos seis si nos apretamos bien —Kojiro dijo con algo de incomodidad — Pero con la corriente tan fuerte como dicen que es, no sé si aguantemos todos a bordo.

    Rengo volteó a todos lados —¿Y Torii? Tal vez el podría llevarnos en su bruma mágica.

    Algunos lo miraron extrañados. Aquello era una buena idea. ¿Pero cómo podrían encontrarlo?

    Rengo pareció escuchar algo; una idea de Mara seguramente. después miró a Akihito —Perdón — dijo para después pisar la cola esponjosa de Kousei, su nuevo zorro que dormía a un lado de Akihito.

    Kousei aulló de dolor y al instante Rengo se hincó para acariciarlo y disculparse encarecidamente con la criatura, acariciando su cabeza para que se tranquilizara. Pero aquel acto de maldad había dado resultado, allí estaba nuevamente Torii quién volvió a aparecer ante el grupo.

    Torii se acercó a Kousei y lo revisó con cuidado para después devolverlo a Akihito después de golpear a Rengo en la nuca; este después de recibir su castigo le explicó con cuidado lo sucedido, pidiéndole el favor de llevarlos a la isla de piedra.

    —Espera— interrumpió Rei sonriendo al sentir que iba a dar una gran idea— Tal vez sea mejor sólo enviar a Torii para que saque a Kyuzo de allí. Y nos evitamos toda la sangre.

    Hubo un silencio; Murai lo estaba considerando; pero al final negó —Noishi mencionó en su misiva que ellos no podían salir de aquella isla o morirían. Debemos pelear, no vamos a dejarlos a su suerte.

    —Además, si no tienen algo que me ancle a esa persona; no podré llevarlos con ella—
    agregó Torii.

    Shino le extendió una shakuhachi a Torii —Esto nos llevará con Noishi — dijo mientras Torii tomaba la flauta.

    Todos afirmaron. Todos menos Kojiro.

    Rengo afirmó —Hoshi y yo ya habíamos visto los espíritus que siguen a Ryoshi y Dozan; se veían hostiles.

    —Incluso alguien como yo tiene un límite; sólo podre llevar a quince de ustedes ¿Quién irá? —preguntó Torii.

    Nekita
    Zireael
    rapuma
    Bruno TDF
    Monpoke
    Ayeah

    ¿Quién va a la isla?
     
    Amelie ha tirado dados de 20 caras para Ryoshi Total: 10 $dice
    Amelie ha tirado dados de 20 caras para Dozan Total: 5 $dice
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Espeluznante Espeluznante x 2
  7.  
    Ayeah

    Ayeah Shinobi

    Acuario
    Miembro desde:
    24 Febrero 2016
    Mensajes:
    486
    Pluma de
    Escritora
    Aoi Nobunaga

    El tiempo se escurría entre sus dedos con aquella calma fingida que precedía a la tempestad.
    Dedicó aquellas horas a tratar de enterrar la inquietud en algún rincón recóndito de su alma y esforzarse por crear un bello recuerdo que ayudara a Ryoshi a sobrellevar el posible desenlace de aquella aventura.

    Cuando Noishi regresó, los tres se encontraban juntos observando la luna... Y lo que se le antojó la mirada de la misma muerte.

    Tragó saliva y se esforzó por devolver la mirada a aquel ente con la misma intensidad: No tenía miedo y no se dejaría amedrentar.
    No iba a abandonar aquel mundo incompleta dejando su otra mitad atrás.

    Le dedicó un gesto obsceno, impropio de ella, y se volvió para darle la espalda y enfrentar el desafío que se presentaba ante ellos.

    Vayamos a pagar esa estúpida deuda. — Susurró con decisión, sacando un kunai en cada mano y encabezando la marcha.
     
    Ayeah ha tirado dados de 20 caras para Sigilo Total: 12 $dice $dice
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso