Clever: Capítulo 1: Una nueva vida

Ridley rugió ámpliamente al ver como Drenvor parecía cambiar y le dirigió una mirada penetrante, asi como al resto de elegidos que no parecían aprender la lección.

— Idiotas... ¿Creéis que podréis vencerme? Aun con intentarlo no es suficiente, solo postergáis lo inevitable—. La voz era rasposa y aguda con un toque evidentemente sádico, en lo que dirigía la mirada y procedía atacar con bolas de fuego al grupo, incluyendo a Drenvor.

Shinne gemía y se posicionaba delante de los presentes dirigiendo una mirada a Drenvor.

— ¡Quedáos atrás! Conozco esta sensación, es la misma que en el campo de entrenamiento, no puedo leer su mente—. Hizo una mueca de miedo y dolor por la onda de choque, con la mano les ordenaba que se pusieran tras ella— Centráos en proteger a David ¡Es una orden!
Al tratar de anticiparse, Shinne logró eludir el ataque que venía de Ridley, el cual falló.



Ridley usa Bola de fuego
Shinne usa Anticipación (Drenvor)

Contenido oculto: Fichitas

Ridley


PV: ???
Ataque:???
Defensa:???
At.Especial:???
Df Especial: ???

Ataques:
Coletazo: Ataque básico, quita 5 PV [Precision 60]
Lanzallamas: Quita 6 PV [Nunca Falla] (Ataque de área)
Bolas de fuego: Quitan (12PV, precisión 20) [Ataque de área]


Shinne Ackerman
Nivel 2:
PV: 20/30
PA:25/30
Ataque: 20
Defensa: 20
At.Especial: 30
Def. especial: 30
Arma: Martillo Quita 2PV al enemigo (0PA) [Precisión 90}
Hab especial: Anticipación, quita 4PV al enemigo (2PA) [precisión 70}
Paz Mental (Recupera 2 PV durante 3 turnos) (1PA) {No falla}
Clase: Telepatía
Inventario:
- Red trampa: Deja colgado de las piernas al rival si cae en ella, provocando su inmediata derrota

 

— ¡ME CAGO EN LOS DRAGONES YA! —grité, mientras intentaba buscar una forma de huir del combate antes de que me fallasen por completo las fuerzas.



>> Redneval ataca con Contrarresto en Ridley.

Contenido oculto: Ficha

Nivel: 3
Clase: Supresor de Habilidades.
Nivel: 3
PV: 27/40
PA: 0/35
Ataque: 25
Defensa: 20
At. Especial: 35
Def. Especial: 35

Arma:
- Puños: Resta 5 PV a un enemigo.
[Costo: 0 PA / Precisión: Perfecta (Nunca falla)]

Habs. especiales:
- Supresión: Anula cualquier habilidad de un rival o aliado, que no pertenezca a la sección "Arma" del mismo (habilidad a elección del usuario, y un rival o aliado sólo puede tener una habilidad suprimida a la vez). Cada supresión dura 2 turnos.
[Costo: 10 PA / Precisión: Perfecta (nunca falla)]

- Contrarresto: Si el rival o aliado posee una "Supresión" activa, le resta 10 PV.
[Costo: 5 PA / Precisión: Perfecta (aunque siempre falla si no hay una "Supresión" activa en el objetivo)]

- Ultimátum: Al activarlo, el usuario contará 3 turnos durante los cuales, a cada objetivo que posea una "Supresión" activa, se le restará 2 PA. Sólo puede haber un "Ultimátum" activo a la vez.
[Costo: 5 PA / Precisión: Perfecta (pero sólo afecta a objetivos que posean una "Supresión" activa)]

Inventario: - Poción: 5 unidades (restaura 15 PV cada una).

 

Contenido oculto: Musiquita para ambientar

Esto era demasiado. Observé frustrada a mi alrededor, mientras podía sentir un malestar en mi pecho y un agotamiento en mi cuerpo que se iba acrecentando por cada vez que intentaba inútilmente asistir a mis compañeros. Y aunque apenas pude evitar ese dragón de fuego, pude sentir la onda calórica que me estremeció todo el cuerpo, aunque creo que fue más por el miedo que estaba sintiendo. El señor Drenvor estaba desbocado y no parecía que pudiéramos ayudarle...

... pero aún así, ¡debo intentarlo, es mi deber ayudar a encaminar y restaurar a toda alma descarriada!
Acerqué mi báculo a mi cabeza mientras cerraba los ojos, respiré hondo y abrí los ojos para emprender una carrera hacia Drenvor, con todas mis fuerzas, lo más rápido que podía, mientras recordaba las enseñanzas de mi maestro acerca de la fe...

...sí, un salto de fe era lo que ahora necesitaba..

Continué acercándome rápidamente hasta los dragones. Cuando estuve cerca, apoyé mi báculo en el suelo para ayudar a impulsarme y dar un gran salto, ¡un gran salto de fe!, el más alto que pudiera dar. No estaba segura de la altura pero pude ver por un momento a los dragones por debajo mío, así que me abalancé sobre Drenvor intentando tocarle con mi báculo... con este báculo que ayudó a sanar a tantas almas en el pasado...

>>Quizás... un milagro ocurra...<<


>> Dalia utiliza Báculo en Drenvor (Resta 3 PA a Drenvor).

Contenido oculto: Ficha

Clase: Sanadora.
Nivel: 3
PV: 27/40 (-7 por daño de Dragones flamígeros [esquiva Onda Delta de Ridley])
PA: 5/35
Ataque: 10
Defensa: 15
At. Especial: 35
Def. Especial: 35

Arma:
- Báculo: Resta 3 PA a un enemigo.
[Costo: 0 PA / Precisión: Perfecta (nunca falla)]

Habs. especiales:
- Sanación ligera: Restaura 5 PV a cada uno de sus aliados (curación en área) o a sí misma.
[Costo: 5 PA / Precisión: Perfecta (nunca falla)]

- Impulso del corazón: Restaura 5 PA a cada uno de sus aliados (curación en área) o a sí misma.
[Costo: 10 PA / Precisión: Perfecta (nunca falla)]

- Impulso vacío: Resta 3 PV a sus enemigos (daño en área).
[Costo: 5 PA / Precisión: 90% (aplica a todos los objetivos)]


Inventario:
- Poción: 5 unidades (restaura 15 PV cada una).
- Libro: Ejemplar de “Un viaje a los inicios de los Elegidos V1” (solicitado como préstamo a la biblioteca de Clever, debe ser devuelto antes de 15 días o en su defecto solicitar una prórroga).

PP: 200

Contenido oculto: PD

Dalia se quedó sin baterías (aka, sin PA) así que supongo que de aquí sólo peleará golpeando con un bastón inútil como buen clérigo de rpg que está al nivel 1, sin entrenar xd ;-;
Y eso, perdón por la tardanza en postear, pero entre que andaba desanimada y que vivo algo complicada últimamente no me había dado el time, pero espero ir retomando de a poco (?

Y pinxes dragones rotos! (necesito uno) :3

 

Un fuerte estruendo que sacudió la tierra, seguido del espeluznante incremento de la temperatura a su alrededor. Tan sólo eso bastó para que despertase.

Katia abrió los ojos asustada mientras lograba a duras penas incorporarse: para su tristeza, el ataque que había realizado no había servido de nada. El señor Drenvor y aquel monstruo continuaban trabados en duelo, como si no hubiese aportado nada a la lucha más que picadura como un mosquito.

Compartió la frustración de Redneval a distancia, sintiéndose inútil. La energía nuevamente dada por Dalia había restaurado su fuerza física, y su sistema inmunológico ya había actuado sin su consentimiento para mantener sus pulmones a salvo del carbono e impedir que muriese sofocada mientras estaba inconsciente; pero, ¿qué tanto merecía recibir tanta amabilidad por parte de sus nuevos amigos si no podía devolverles el favor protegiéndoles? Aquel monstruo parecía reírse por lo bajo de toda técnica ofensiva que utilizasen en él, y aunque su poder la ayudaba a adaptarse a todo lo que le tirasen en cima estaba agotada. Aquella explosión la había dejado exhausta, y tardaría tiempo en poder replicarla absorbiendo energía calórica. Energía calórica que la bestia, claramente sapiente y con la capacidad de emplear y entender el lenguaje humano, no le volvería a compartir accidentalmente.

Lo importante era que de alguna forma sus compañeros habían salido ilesos. Pero tenía que seguir luchando. Tenía que darle tiempo a Dalia para asistir al señor Drenvor. Buscando algo con lo que atacar, caminó y se dejó envolver en las llamas que la rodeaban, sin duda un rastro del cráter que había dejado al implosionar. Su cuerpo reaccionó volviendo a darle su previa forma fogosa, y cuando se cercioró de que estaba recargada se impulsó hasta las alturas, aplicando la misma llamarada de antes pero como si fuese el motor de una mochila cohete y siendo su objetivo el vientre del tal Ridley.

"Si no puedo atacarle desde lejos, deberé usar mis propias manos", pensó aterrada pero determinada a darlo todo, reuniendo gran parte de la energía calórica ganada en su puño izquierdo, "Con suerte le haré retroceder como mínimo."

Katia Usó Puño Energético Ígneo

Contenido oculto: Ficha

Katia Ivanov
Nivel: 3
PV: 39/40
PA: 35/35
Ataque: 20 (Adaptable) (+5 por energía calórica/estado de fuego)
Defensa: 40 (Adaptable) (-5 por la pérdida de su forma acorazada)
At.Especial: 30 (Adaptable) (+5 por energía calórica/estado de fuego)
Df. Especial: 10 (Adaptable) (+10 por recuperación de estado de fuego)

Arma: Puños (Quitan 2PV) [0PA] (Nunca falla)

Ataques especiales:
-Puñetazo energético (Gracias a su adaptabilidad, es capaz de cargar ataques de la energía a la que se adapta) [Resta 5PV al enemigo] {5PA} (60 de precisión)
-Patada energética: (Gracias a su adaptabilidad, es capaz de cargar ataques de la energía a la que se adapta) {Resta 7 PV al enemigo} {7PA} (40 de precisión)

 

Nada... los ataques no parecían surtir efecto en el dragón mayor y, en Drenvor... eran efectivos pero en el clímax del combate, los estudiantes parecían cada vez más exhaustos. Drenvor aun tenía demasiada vitalidad, y si bien los ataques parecían ser dirigidos al dragón grisáceo, los ataques de área fueron suficientes para poner entre la espada y la pared a los elegidos.

Shinne se intentaba defender más la verdad es que la batalla de desgaste parecía perdida.

David por su parte, miraba la situación con genuïna preocupación sintiéndose impotente ante la brutalidad de los ataques dada su condición humano, al menos hasta que....

Un potente rayo de color rojo viniendo de quien sabe dónde dejó noqueado a Drenvor de un golpe, haciéndole caer al suelo mientras una chica con armadura naranja y hombreras atacaba al dragón grisáceo con saña haciéndole caer al suelo levantando una enorme nube de polvo delante de los elegidos tan densa, que la visibilidad quedó completamente imposible, solo los rugidos de furia y el dragón grisáceo eran los que retumbaban en el ambiente y, para emeporar la situación, cuando el polvo se disipó, Drenvor había desaparecido sin dejar rastro....
— ¡Largo! yo me encargo de esto—. Comentó la chica con voz firme

Contenido oculto: La chica de la armadura

Contenido oculto

¡Otro arco ha acabado! Ahora podeis postear que regresáis al instituto, excepto por giga que me ha informado que lamentablemente nos abandona ;w; gracias por todo lo que has hecho.

Contenido oculto

Es bromaaa! Giga sigue pero de momento anda desaparecido (?)

 

Matilde

He estado caminando cerca de la entrada del instituto Clever con preocupación por mis amigos, pues me quedé dentro de la escuela con la intención de ayudar y así lo hice... Bueno, en parte hice todo lo que pude. Al llegar a la puerta principal de la escuela, observo desde lejos y con sorpresa a Shinne herida junto con los otros compañeros que venían a pie con signos evidentes de batalla y de haber tenido una feroz pelea contra algo muy grande, pero no sé contra qué...

—¡Ah!... ¡Dios mío...! — Susurré de una forma leve.

Abro la puerta, la dejo abierta mientras me dirijo a un hombre alto que es el primero en llegar con Shinne a su lado: estaba herida, agotada y me mostraba una mirada de cansancio pero con una cálida sonrisa. Me acerco a ella mientras no puedo disimular la alegría al ver que no es nada serio así que, sonreí aliviada por ver que podía curar y atenderla, observo a los demás viendo que estaban igual de agotados y heridos pero, no revisten de mucha gravedad.
Por otra parte, un hombre me comenta que ayude a atender a mis compañeros de sus heridas y hablar con ellos sobre todo lo que ha pasado, asentí al momento. Ofrecí ayuda a Shinne y con mucho cuidado, la cargue en mi espalda para que pudiera atenderla pues, era la que más había peleado y se había lastimado, del resto de compañeros eran guiados por este hombre desconocido para ser atendidos de inmediato.

Siento en mis pensamientos que falta otro compañero, ese chico que se llama Drenvor... ¿Dónde estará?

 

Contenido oculto: Musiquita ambiental

... un gran salto de fe...


No estaba sorprendida, a pesar de que es la primera vez que logro impulsarme tan alto, no estoy sorprendida... un salto de fe conlleva la convicción de que lo que no ha sucedido, sea. Ahora que estoy tan alto puedo observar a los dragones luchar por debajo mío, pero no solo a ellos. Una visión panorámica rápida me permitió observar a mis compañeros,...

Katia, esforzándose al máximo, con una valentía elogiable...
Shinne, siempre alerta, intentando llegar al corazón de Drenvor sin descuidar al resto de sus compañeros...
El joven Redneval, que agotado por la batalla y a pesar de su desasosiego, sigue luchando codo a codo junto al resto...

... es por eso que este salto de fe debe culminar en aquel milagro que todos estamos esperando.

Me abalancé sobre Drenvor para caer justo sobre su cabeza. Un sólo toque de mi báculo debería bastar, así como he ayudado a muchos en el pasado, un sólo toque de mi báculo y creer que el milagro vendrá, sí...

>>> ... como siempre decía mi pastor... <<<​

— ¡Señor Drenvor, regrese con sus seres queridos, aquí, hoy!

Logré mantenerme estable y puse mi báculo sobre la cabeza del señor Drenvor, pero en ese momento algo ocurrió...

— ¡AAAAAAAA....

No estoy segura, sólo vi un enorme resplandor rojizo. Si mi conjetura es correcta, creo que un rayo impactó de lleno sobre el señor Drenvor... Puedo observar su cuerpo dragón salir disparado producto del impacto de aquel rayo, pero... ¿por qué se ve tan pequeño? ¿es porqué se está alejando? sí, se aleja, pero... ¿acaso yo también...? ¿estoy subiendo?

He perdido de vista a Drenvor, ¿qué está pasando?... la imagen me da vueltas, mil vueltas y todo se ha distorsionado...

Haciendo un análisis casi instantáneo y por inercia puedo comprender lo que está sucediendo... yo estaba encima de la cabeza de Drenvor,... eso significa que yo también salí expulsada producto de aquel rayo... y ahora me encuentro dando mil vueltas por el aire, aunque no sé si estoy lastimada o ilesa,... o si estoy completa,... no siento dolor, pero sí puedo sentir mi báculo en mis manos el cual me niego a soltar... ¿es mi fin?... no distingo hacia donde es arriba y abajo.

Siento como si estuviera dando mil vueltas, y a la vez, la cabeza me da vueltas dentro de esta... dimensión de vueltas... ¿Qué es eso?, ¿el cielo?... parecen estrellas,... se han ido,... ¿es el suelo?...

... ¿joven Redneval?... cerré los ojos.

¡AA...!

Creo que... ¿estoy bien? Al menos creo que estoy viva,... ¡el joven Redneval...! espero no haberlo aplastado.


...


Sentí una gran sacudida que frenó mi caída. Pude escuchar la voz del joven Redneval, así que abrí mis ojos, podía sentir que mis sentidos se alineaban nuevamente...

... No lo aplasté, que alivio... mas...

— ¿¿Eh??

Contenido oculto: artecito :3

— ¡AAA...! Y-yo... ¡Ah..! L-Lo siento mu-mucho... ¡no! q-quiero decir... g-gracias por amortiguar mi caída...—

Me incorporé y puse de pie lo más rápido que pude. Estaba confundida y algo ruborizada, mas... recordé lo importante...

— ¿¿El señor Drenvor está bien?? ¿Quién es esa... chica?

Vestía extraño, con un raro traje, mas no había tiempo que perder. Drenvor no estaba por ninguna parte, pero mis compañeros necesitaban ayuda, así que dejamos atrás a esa extraña chica y al dragón grisáceo y nos retiramos de momento mientras yo intentaba utilizar mis habilidades sanadoras para aliviar el dolor de mis compañeros, estaba exhausta pero al menos eso nos serviría para regresar al instituto. David aparentemente estaba bien, que alivio.

En eso, una chica que no había visto nos estaba esperando... normalmente me presentaría formalmente, pero dada la situación, preferí avanzar sólo dedicándole un ligero movimiento con la cabeza y una leve sonrisa a manera de saludo.


Me pregunto si nos regañarán por traer a David aquí...

 

Sabía que los dragones podían volar, pero... ¿las chicas también? Eso no me lo esperaba.

Vi a Dalia volar, una explosión... ¿un robot? Todo era muy confuso, y me arrepentía de no haberme quedado en la casa investigando los incidentes de las desapariciones. Comparado con esto, eso era un paseo por el campo. Aunque pensar en la investigación solo conseguía confundirme más. ¿Tenía el dragón algo que ver con todo esto? Me costaba creer que ese dinosaurio gigante pudiese ir por ahí sin llamar la atención.

Mientras intentaba poner mis pensamientos en orden vi a Dalia, cayendo.

—Eh, esto, debería hacer algo... ¡¿no se suponía que esta chica podía volar?! ¡Ya no entiendo nada!

—Mmm... mmmm... —murmuraba, mientras intenta calcular la posición donde Dalia iba a caer...

Y plas, cayó. Me la esperaba más pesada.

—Eh, pues pesas poco... —dije, incómodo ante la situación.

Sin embargo, esa incomodidad duró poco, pues pronto recordé que había dos dragones y un robot delante nuestra, además de que estábamos en nuestras últimas.

—Emmm... sugiero una retirada estratégica.

 

Se había impulsado con toda su fuerza. Lista para dar todo lo que tenía en lo que parecía ser un vano esfuerzo por evitar que sus amigos muriesen.

Y había errado. Por escasos centímetros había errado. El monstruo debía de haber visto venir su ataque a distancia.

Siguió de largo, sin poder detenerse. Hasta que finalmente logró concentrarse lo suficiente como para maniobrar y modificar su trayectoria, evitando chocarse con un edificio cercano y aterrizando no muy lejos del campo de batalla, creando un segundo cráter más pequeño que el anterior.

Estaba exhausta. No sabía cómo podría seguir atacando si no sólo aquel atemorizante y temerario oponente no sólo se reía de todo lo que le hiciera, sino que también era capaz de responder acorde a sus movimientos con unos reflejos aéreos impresionantes.

Y entonces lo oyó. Una voz femenina y firme, acompañando al casi ensordecedor sonido de un rayo de gran potencia siendo disparado desde una ubicación desconocida.

— ¡Largo! yo me encargo de esto.

La alta desconocida vestía una armadura pesada y muy peculiar, que por su casco extraño y sus enormes hombreras parecía salida de una película de ciencia ficción. No tenía ni idea de quién podía tratarse, pero se sintió aliviada al ver que parecía estar de su lado.

Decidió confiar en ella y emprendió la retirada junto al resto del grupo, cubriendo a sus compañeros con bolas de fuego en caso de que el dragón intentase seguirles. Y cuando creyó por fin se hallaban lo suficientemente lejos, se permitió a sí misma derrumbarse sobre el suelo exhausta e hiperventilándose. Había estado-y seguía estando-muerta del miedo.

Se preguntaba dónde estaba el señor Drenvor. Le había perdido el rastro desde que su ataque frontal había fallado y aquella mujer había dado acto de aparición. Se odiaría si había permitido que algo malo le hubiese pasado, mas en el fondo sabía que podía cuidarse él solo al tener mucha mayor experiencia luchando. Lo importante era ayudar al resto y ver si había algún herido.

No tenía idea de cuánta distancia habían recorrido. Pero en cuanto parpadeó, ya habían vuelto a la academia, con una chica que jamás había visto en su vida. Como prácticamente era su primer día y habían tenido que salir a una misión a los pocos minutos de haber llegado, Katia no había tenido la posibilidad de conocer a los demás estudiantes de la institución si es que los había, y la expresión en el rostro de la señorita Dalia al ver que compartía el mismo sentimiento de visible confusión no hizo más que alimentar su curiosidad e inseguridad.

Resolvió acercársele de forma educada y cautelosa. Al fin y al cabo siempre le costaba acercarse a los extraños con confianza, especialmente desde el tiroteo en el que su poder se activó. Y aunque su nuevo "hogar" le trasmitía una calidez y seguridad que sólo podían ser rivalizadas con las que experimentaba con sus padres alrededor, prefirió no tentar a la suerte pecando de confiada. Un rostro nuevo no era automáticamente un nuevo amigo por conocer.

-Eh...hola-consiguió balbucear jugando inconscientemente con su propio cabello, formando rulos-. M-me llamo Katia. S-soy nueva aquí. ¿Quién eres tú?

 

Todos regresaron al amanecer y en la puerta del instituto estaba esperandolas una antigüa compañera junto al director, Clever Belmont junto a Sasha, sonriéndoles, aunque, no tardaron mucho en darse cuenta del estado en el que se hallaban los estudiantes provocando que las sonrisas poco a poco fueran disminuyendo hasta tornarse en caras de genuïna preocupación, Shinne la reconoció y en vista de que Matilde no respondía, decidió tomar la iniciativa.



— Se llama Matilde, es una compañera nuestra—. Comentó con amabilidad, retomando su postura cálida.

Sasha asintió.

— Se había quedado atorada en la sala de simulación, la pobre no sabía como salir de ahí y la estuvimos buscando por todas partes- comentó ahora Sasha con una risa nerviosa- Pero bueno, ahora me preocupa enormemente lo que os ha acaecido y ¿Donde está Drenvor?—. La chica suspiró negando con la cabeza— Necesito que me lo contéis todo y cuando hayáis acabado, descansad.

Una vez le contaron todo, Sasha se encerró en el despacho de Clever dejando a los chicos dormir.

— Ahora un dragón… Cada vez las cosas se están poniendo peor si existen elegidos que parecen fuera de control.

Clever negó con la cabeza.

— No podemos hacer nada por el momento hasta que no realicemos una investigación a fondo del por que de estos ataques a la población civil. Ahora… en vista de la implicación de otro dragón y en vista de las circunstancias es evidente que ha sido un error enviar a los chicos a la misión. Además debemos encontrar a Drenvor, su desaparición y su desestabilidad me preocupan de sobremanera. Sasha, los estudiantes son tu responsabilidad, mañana regresarás a la zona del conflicto y la peinarás, ¿Queda claro?—. Comentó el director con firmeza en su voz.

Sasha afirmó.

— Si señor—. Comentó sin añadir una palabra mas y empezó a caminar hacia su cuarto donde, desde su teléfono móvil acabó recibiendo una llamada….

— Si, entedido, gracias—. Comentó sin más.

A la mañana siguiente los chicos tuvieron el dia libre tras la misión todo a fin de que pudieran recuperarse e ir a su ritmo….

Contenido oculto: Hola~

Bien, de nuevo tenéis libertad para hacer lo que queráis, aunque recomiendo que useis el tiempo para agarrar mejoras en el crystalium y entrenar sobretodo, aunque si queréis conocer más del lore, id a la biblioteca, vamos, lo que hicísteis antes de ir a la misión, una vez las actividades acaben, se reanudarán las clases.

 

La joven rusa giró la cabeza perpleja al escuchar la afirmación de la señorita Shinne para segundos más tarde sonreír tímidamente. Si ella de entre todos sabía quién era aquella tal Matilde, entonces no tenía nada de qué preocuparse. Al fin de cuentas significaba que era alguien de quien podía fiarse.

Viendo que la aludida no había hecho ademán en responderle ella misma, desvió involuntariamente la mirada hacia el rostro del hombre que asumía era Clever Belmont, el director de la escuela del que le habían hablado en el viaje de camino a la institución pero que hasta ese punto no había tenido la chance de conocer. Permitió que sus compañeros le relatasen mejor lo sucedido, y cuando éste se retiró junto con Sasha suspiró profundamente.

Todos parecían cansados y sin ánimos de conversar, o al menos eso era lo que le decía su sexto sentido. Resolvió no hacer comentario alguno y dejar que los demás se fuesen en silencio a sus cuartos, considerando la experiencia cercana a la muerte que habían experimentado. Y mientras caminaba hasta la que le habían dicho con anterioridad era su respectiva y nueva habitación, comenzó a preguntarse si había alguna forma de levantarle la moral a todo el grupo. Después de todo, y pese a que había demostrado tener cierta química con sus nuevos amigos, apenas había pasado tiempo con ellos y sólo les conocía desde hacía unas pocas horas. Tenía que ganarse su lugar entre ellos, y no alcanzaba con sólo ayudar en las misiones. El señor Drenvor todavía no había regresado, y había algunos como Sasha y el director que se comportaban de forma un tanto sospechosa con respecto a lo acontecido. El agotamiento, el miedo y el desasosiego se cernían sobre el colegio como una víbora de cascabel apunto de abalanzarse sobre un desprevenido e inocente ratoncillo.

De pronto, mientras se cepillaba los dientes y para irse a acostar, una idea salvaje atravesó su mente. Y tras anotársela a modo de recordatorio en un pequeño papel que dejó sobre la mesa de luz, apagó la lámpara, se metió en la cama y se quedó completamente dormida.

---

Sus ojos se abrieron de par en par, siendo recibidos por la luz de un nuevo día. Se vistió y peinó lo más rápido posible y se encaminó dubitativa hacia la puerta de la habitación de la persona que andaba buscando. Tocó la puerta tres veces, y cuando finalmente le abrieron se aprestó a hablar con la mayor soltura posible.

-H-hola, s-señorita-comenzó para luego hacer una pausa. Acto seguido carraspeó e intentó dirigirse a ella con más soltura-...perdón, Shinne. Lamento haberte despertado tan temprano, pero he venido a proponerte algo. Estaba pensando preparar helado para todos como una sorpresa, y no sabía a quién más pedirle ayuda. Tan sólo necesitaría un poco de leche, huevos y azúcar, junto con algunos potes, cucharas e ingredientes. Aunque n-no sé si tengan una cocina aquí.

 

Contenido oculto: Musiquita ambiental :3

]

Todos se veían agotados, así que tomé mi báculo nuevamente y utilicé la poca fuerza que me quedaba para restaurar un poco las energías de todos. Aún así, no parecía que eso ayudara.

— No soy capaz de ayudarles... que decepción...

Gracias al cielo, el señor Clever y la señorita Sasha salieron a nuestro encuentro. Tras la presentación de la señorita Matilde por parte de los docentes y la señorita Shinne, volteé nuevamente hacia ella para saludarla como era debido. Estaba agotada pero no estaba siendo correcto el sólo saludarla con la cabeza, así que le dediqué una leve reverencia.

— Mucho gusto, señorita Matilde. Me es muy grato el poder saludarla. Lamento nuestra indecorosa presentación y me disculpo por ello. Si me permite una justificación, venimos de una difícil batalla... mas, una vez podamos descansar y asearnos, me encantaría poder tener una plática más fluida con usted con el fin de conocernos mejor.

Dicho eso, explicamos a los señores Clever y Sasha la situación. Era evidente la preocupación en el rostro de ambos, y eso me provocaba mayor pesar. Habíamos fallado, ese era el pensamiento que rondaba por mi cabeza, y aunque intentaba mantenerme fuerte y ocultar mi pesar, me era imposible. Habíamos perdido el rastro del señor Drenvor,... mas quería confiar en que podría cuidarse sólo, y que ahora que la maestra Sasha y el mismo señor Clever estaban al tanto de lo sucedido, era cuestión de tiempo el poder hallarlo.

Aún llevaba conmigo el dibujo aparentemente hecho por la niña de aquella vivienda que fuimos a investigar, así que luego de enseñárselo a los adultos, me retiré a la que me indicaron que era mi habitación. Por cierto, no noté en que momento se marchó el señor David y si alcanzó a ver a los señores Clever y Sasha, pero confiaba en que estaba todo bien con él y aún teníamos el número de teléfono para contactarlo.

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Sin duda esta habitación era igual de elegante e impoluta que el resto de las instalaciones. Los muebles eran de un material fino, la alfombra, el tapizado de las paredes, el baño, la cama, incluso la iluminación... todo era refinado... mas nada de eso podía quitarme la preocupación por el señor Drenvor...

Luego de asearme, me acosté en la cama. Era bastante cómoda, de hecho nunca había sentido tanta comodidad antes,... y eso hacía que me sintiera culpable... ¿Cómo podía ser que yo, un simple instrumento al servicio de los demás, tuviera estos privilegios? y más, después de haberle fallado a Drenvor... me sentía avergonzada, conmigo misma, con las personas de Clever, el Culto de los predilectos...

... el señor Drenvor... y mi pastor...

Recosté mi cabeza en la almohada observando hacia el techo, y me perdí un momento en mis pensamientos...
después de un par de minutos reaccioné y volteé a ver al velador que estaba a mi costado.

Contenido oculto: el dibu :3

Observé nuevamente el dibujo de aquella niña... e imaginaba lo que pudo haberle pasado... el terror que pudo haber sentido, si ese dragón era el causante de todo, me aterraba la sola idea de la agonía que pudo haber vivido...

Espero estar equivocada y que se encuentre bien...

¿Un libro?... ah sí, es cierto, es el libro que solicité bajo préstamo a la biblioteca de Clever... Que irónico, hace unas horas estaba emocionada y ansiosa por que llegara la noche y poder comenzar a leerlo, mas, ahora no tengo ningún ánimo para tal periplo. Creo que será mejor que me duerma, ya que mañana debo ocuparme de algo más importante.

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Al día siguiente, luego de despertar, sentía un renovado ánimo. Si algo me habían enseñado las institutrices del Culto de los Predilectos es que basta a cada día su propio mal,... el dejar ir los problemas tras un buen descanso. Así que me incorporé, me aseé nuevamente y me vestí. Afortunadamente traje conmigo varios conjuntos de mi vestimenta de sacerdotiza así que estoy lista para un nuevo día. Y como planeé anoche, debo empezar por lo importante, luego de un buen desayuno claro.

Así, Dalia se dirige a desayunar y luego al Crystalium :3

 

Me sentía algo confuso... habíamos sobrevivido al combate, pero... ¿se había resuelto algo, realmente? Pese a nuestra suerte y a haber salido vivos de ese combate de dragones, algo me decía que habíamos fracasado.

No presté mucho atención a lo que decía el resto; simplemente seguí a la multitud y esperé hasta que la situación se calmase y tuviese algo más de libertad.

Una vez el grupo se dispersó, me planteé el irme a algún lugar relajado, como la biblioteca o mi habitación. Sin embargo... el combate contra el dragón había dejado en evidencia mi debilidad; necesitaba mejorar mis habilidades algo más.

—Mmm... debería ir al Crystalium antes de que se llene de gente.