Grotesco —Nos gusta lo grotesco mientras sepamos que no saldrá de la pantalla —sentenció sedosa esa suave voz mientras sus finas manos acariciaban mis hombros, rondando a mi alrededor. Mi cuerpo se heló, mis músculos se tensaron al igual que las sogas a su alrededor. El hedor a moho y el frio me inundó las fosas. Tenía miedo de hablar. Todo por buscar gore en internet, ahora me volvería un vídeo más de la red.