Metió la mano en el bolsillo del abrigo y sacó una mascarilla. —Joder, que año de locos fue el de papá. Entonces tomó su machete y salió de casa, procurando cubrirse de los caníbales que rondaban.
Me encanta cómo este relato es tan apocalíptico dentro de una distopía, pero narrado de manera que expresa la gran naturalidad con la que se toma el protagonista la situación, reflejando bien lo apocalíptica, extraña y desesperanzadora que fue nuestra situación y lo increíble que es superar una gran crisis sobre todo si luego llega otra peor, quedando como "Una historia más" que, independiente de cuál sea peor, parece increíble, porque es algo inimaginable para el narrador que vive una adversidad diferente como lo son para nosotros vivir una pandemia o pensar que locura eran otros tiempos que, para esa gente, fue cotidiano. En fin, que en tan pocas palabras hay un juego enorme del paso del tiempo, la potencia de los grandes fenómenos adversos para la humanidad y la conciencia generacional y, lograr eso, me parece digno de admirar. Fue un gustazo leer y encantada de seguir encontrándome con tus relatos en otra ocasión <3