La lengua de las flores (2015-2017) —Trabajo en proceso 04/09/2020— Al anochecer, tendido en la quimera después de errar el camino brumado, mi voluntad profería en silencio lejos del ruido mundano. En mi ventana y con un ala rota, el trino del pájaro burlón evocaba lenguas de ignoradas tierras. Negado el sueño, otro azulejo resuelto entró en la habitación y sentí un extraño vértigo, como si mi cuerpo se lanzarse a un lóbrego vacío. Rendido ante Morfeo, creí saberlo todo; haber vislumbrado mi sendero a través de la misteriosa confusión santoral. Pero todo orden que había comprendido era teórico, irreal; revelado el espejismo, yo existo, nada más. Después de mi periplo, lo que inicie, termina por una red de mentiras, una mascarada salvaje y ofensiva. Al despertar, no había victoriosas rosaledas ni aguas conquistadas, sólo una colección de insolentes Anabelas. Necesito vivir. Regar las macetas, los cosmos nobles y las azucenas; la caléndula, la amapola y el ciruelo. Deseo que mi casa sea inundada con flores y que haya isletas de zarzas en este mar de pétalos. Quisiera tener ojos más soñadores y rehiletes en los dedos; ansío desenredarme como bola de estambre para eventualmente alargarme, como tres junios seguidos...
La lengua de las flores (2015-2017) —Trabajo en proceso 02/12/2020— Al anochecer, tendido en la quimera después de errar en el camino brumado, mi voluntad plañía en silencio. Lejos del ruido mundano. En la ventana, el trino de un pájaro burlón evocaba lenguas de lejanas tierras. Negado el sueño, otro azulejo resuelto entró en la habitación y sentí un extraño vértigo, como si mi cuerpo se arrojase al vacío. Rendido ante Morfeo, creí saberlo todo; haber vislumbrado mi sendero a través de la confusión santoral. Pero todo orden es teórico, irreal; revelado el espejismo, yo existo, nada más. Después de mi periplo, lo que empecé, terminó por una red de mentiras, una mascarada salvaje y ofensiva. Al despertar, no había victoriosas rosaledas ni aguas conquistadas. Entre las cosas que hacen sonreír; riego las macetas en el patio, los cosmos nobles y las azucenas; la caléndula, la amapola y el ciruelo. Deseo que mi casa este inundada con flores, que haya isletas de zarzas en este mar de pétalos. Quiero ojos soñadores y rehiletes como dedos; desenredarme como bola de estambre y eventualmente alargarme, como tres junios seguidos...