Calle Principal

Es muy posible que cualquier otro reaccionara visiblemente y de hecho lo sabes. Billy, Johanne e incluso Lori nunca tuvieron pegas para manifestar su fastidio sobre tu manera de hacer las cosas o de confrontar a la gente que, en buena teoría, sólo pretende sacarte del camino de una manada de gente que fácilmente podría pudrirse en prisión o en un hospital mental.
Simplemente Molly quizás ha aprendido que no tiene caso y para la gracia se reserva las verdaderas cosas que desea decirte porque sabe que no vale la pena, como no valió la pena advertírselo a Mae.

—¿Qué te asegura que no sea parte la secta que andas buscando, Baxter? —pregunta sin despegar la vista del frente—. Podría estarte clavando el farol del siglo y tú aquí, soltando todo como quien cuenta las noticias del día, porque nunca mencioné una secta en tus narices como para que me lo vengas a decir, ¿o sí?

De hecho no, ella tiene razón.

>>Vas a tener que afilar más la mente o buscarte un cómplice que tenga la cabeza bastante más fría. Tienes la malicia, pero si de malicia se sobreviviera...

Hasta el más imbécil podría salvarse.

El móvil de la gata empieza a sonar en el bolsillo, a lo que lo saca para atender. Responde en monosílabos, sin mostrar alteración alguna todavía, y cuelga un minuto después.

—¿Algo más que necesites? Al parecer ahora tengo prisa.

 

William Baxter

No, de hecho no me dió razones para hablar de la secta, pero es más que obvio que estoy investigando... ¿Para qué demonios cargaría con una maldita ballesta conmigo? Ese tipo de cosas no calzan con mi perfil, y aún solo fuese verídicamente para defenderme, esta claro que quiero confíar en ella, si una disculpa no es suficiente, tal vez sea solo hablando, si ni con eso, es al menos querer mostrarle que no está sola en el caso, aunque solo sea un patético civil.

Sí, no soy el mejor detective, pero prefiero ser un farol, descubriendo cosas para que otros sepan qué hacer, esta claro que no tengo la actitud como Mae, la malicia de Jo o siquiera la fortaleza como Billy... Yo no tuve, tengo ni tendré hermanos, o abuelos, o tíos o cualquier mierda similar, no tuve a un consejero más allá de mis padres adoptivos, si es que se puede decir que fue gran cosa.

Ya dije que tengo un problema mental.

—Quiero morir por el pueblo, Molly... ¿Es tan difícil de darse cuenta?—. Dije, con cierto deje de molestia para poco después ver su llamada, y desviar mi mirada hacia cualquier lado para escuchar su pregunta final...
>>No... Seguiré dando vueltas por ahí, si termino muerto es porque me lo busqué, es obvio—. Añadí, solo para ver una sombra por ahí, cuando fruncí levemente el ceño aquella palabra me hizo musitar y de pronto, Peligro estaba ahí, en medio de ambos, nos habló de ambos inclusive me guiñó el ojo para esta vez rascarme un poco incómodo.

—Oh, Montana, vaya. Me... sorprende verte por aquí—. Dije con clara sorpresa.

 

Molly no responde nada más, no es que tenga ganas de ver un crío muerto pero tampoco le apetece ver uno suicida ni dialogar con él. Es policía, no psicóloga, y como tal sabe cuáles son las jugadas que el chico está haciendo mal una y otra y otra vez, pero no hay caso.

Si se descuida va a terminar como el estúpido de Montana.

Y como invocado del más allá, el loco del pueblo se aparece. Molly lo ignora sin más, consciente de su forma de actuar, y se limita a seguir caminando hacia el Towne.

Contenido oculto

Relleno para decir que no me posteaste con Montana en la calle principal de Maple, rapu, y lo dejé claro en el tema de inicio de día.
En todo caso pues ya qué (?) pero para que sepan respetarme las pocas limitaciones de movimiento que puse para que la cuestión tenga tan siquiera un medio orden lógico y no parezcan viajes por agujeros de gusano.

Les recuerdo también la opción que puse en negrita para Maple, solo por si acaso.

 

William Baxter

No sabía si esperar que no me respondiese absolutamente nada, comprendía que tuviese temple al tener un cargo tan importante, aunque ciertamente no esperaba necesariamente tanta apatía de su parte, planeaba mostrarle la libreta, pero si ni siendo directo ni yendo poco a poco funcionó... en realidad suena como con Lori, tal vez y no soy el mejor para hablar con ella.

Yo solo suspiré mientras escuchaba a Montana, para reír un poco y para cuando me dí cuenta, ya hasta estaba detrás mío y me susurraba.
—Bueno, socio. ¿Qué hay de nuevo? La verdad no creí verte por aquí. Hoy inicia el Harfest, ¿sabías? Supongo que, agh, no lo sé. Quieres saber qué he descubierto, ¿verdad?—. Comenté para esta vez mirarle y ver a Margarita salir, pero parece que ni se percató de nosotros.

>>Necesito ir al Cementerio, no me preguntes, puedes decidir si acompañarme a dar una breve vuelta al bosque o esperarme en el Cementerio, debo hablar con alguien, es importante—. Dije tal vez con tanta firmeza que parecería una órden... ¿Qué demonios? ¿Desde cuándo me había vuelto tan directo?

 

Brooklyn Lester

Cada vez era más difícil dormir, ¿eh?

El ruido del tren al menos me servía para saber qué hora era y para salir de la cama, aún cuando llevaba ya bastante tiempo despierta simplemente mirando el techo. Ese día empezaba el Harfest, ¿uhm?

No quedaba otra que ir, ¿verdad?

Me tomé el desayuno con toda la calma que me fue posible, pasando canales de la tele hasta que me aburrí y lo apagué. Me vestí, abrigándome lo mejor posible, y salí de la casa, con el hico enterrado en la bufanda. Lo más prudente sería buscar a los demás, ¿verdad?