Muy buenas a todos. Por aquí mi primera aportación por FFL, a ver si quitamos un poco de aburrimiento por el confinamiento (en España). La típica pregunta. ¿Si mañana os despertarais en un nuevo siglo, cuál sería? Cuándo y dónde, por supuesto. El siglo XIX mola pero dudo que querríais aparecer en el Congo de Leopoldo II. Y si hay algún motivo en particular pues mejor que mejor :P Empezaría yo, siendo la prehistoria reciente mi época favorita. Siendo más exactos, el final del neolítico e inicio del calcolítico (hace unos 6000 o 5000 años), cuando se construían los primeros menhires y dólmenes. ¿El motivo? Pues básicamente que es mi ámbito de investigación (jejejejjejejej) y a veces rozo lo obsesivo.
El siglo XX, fue un siglo muy interesante marcado por dos guerras mundiales, y un siglo rico ideológicamente. Marca el auge del comunismo y del fascismo en respuesta a la decadencia del capitalismo que se sufrió tras la Primera Guerra Mundial. El liberalismo democrático estadounidense logra salvarse del colapso y se enfrenta en una batalla definitiva, primero contra el fascismo, y después contra el comunismo en la segunda mitad del siglo XX. Fue un período de guerra ideológica, y en varios puntos se llegó a sentir como una batalla final por la humanidad, el resultado de la cual, podría haber cambiado la historia como la conocemos. Podríamos ser todos comunistas, o bien podríamos tener actualmente gobiernos fascistas, pero sabemos el resultado y, estamos, mayoritariamente, regidos por el sistema neoliberal capitalista. Contestando a tu pregunta, me gustaría aparecer o bien en la República Social Italiana en su punto álgido (digamos 1924), o en la Alemania nacionalsocialista justo en la llegada de Hitler al poder (1933), o bien en la Unión Soviética durante la época de Stalin, y ya quedarme ahí para disfrutar lo que queda del siglo. Además de eso nos brindó varias de las figuras históricas más interesantes: Vladimir Ilych Lenin, Joseph Stalin, Mao Zedong, Kim Il-Sung, Benito Mussolini, Adolf Hitler, Francisco Franco, etc.
Es difícil decidirse, así que voy a poner las mejores seis etapas para mí, sin un orden de mejor a peor. Virreinato del Río de la Plata/Buenos Aires (1806-1824), antes de y durante las invasiones inglesas. Antes de y durante la Revolución de Mayo. Los episodios que llevan directo al desenlace en Cepeda, los enfrentamientos en la frontera norte contra las fuerzas españolas, así como los enfrentamientos internos contra Artigas y entre las provincias, hermoso momento para estar vivo. Un período convulsionado, lleno de proyectos, lleno de experimentos políticos, donde se pusieron en juego una multitud de ideas y filosofías políticas que venían en boga. El liberalismo era una de ellas, pero no la única. El proceso político fue tan endemoniado que terminó llevándose puesto a todos los hijos de la revolución, con exilios, envenenamientos, juicios militares, deposiciones, renuncias, etc, similar a la Revolución Francesa pero sin guillotina ni sans culottes. Todo en el medio de una guerra cruenta y feroz que carcomía los recursos del campo, en medio de sesiones y gobiernos que no podían mantener su legitimidad de ningún modo, en medio de un clima de ideas y un naciente periodismo que traía las últimas noticias desde Europa, con la gente atenta a ver qué noticias dejaría Napoleón y sonriendo con disimulo cada vez que leían que Fernando VII seguía cagándose encima en las mazmorras de algún castillo. Todo en medio de una guerra por la liberación americana, mientras San Martín lideraba una expedición libertadora destinada a encontrarse con la de Bolívar, que culminaría con la derrota total del imperio español en Sudamérica, el fin del dominio metropolitano, el fin de una era, la era colonial. Tawantinsuyu (principios del siglo XVI), antes de y durante el "encuentro" entre el Inca Atahualpa y Pizarro. Antes de y durante la Conquista de América. El antes más que nada se debe a que Atahualpa venía de asegurar su predominio sobre el mal llamado imperio inca, luego de enfrentarse con sus hermanos y otras figuras que le disputaban el poder. Pero lo más interesante es sin duda el choque de culturas, el encuentro de dos mundos distintos, y el irreconciliable enfrentamiento que tuvo lastimosamente a los incas como derrotados, vencidos y borrados. Y digo borrados porque borraron su cultura, su legado, su arte y religión, hicieron todo lo posible, pero no lo lograron del todo. Ah, y también me hubiera gustado ver el final de la vida de los hermanos Pizarro. Murieron como las ratas que eran. La del Tawantinsuyu fue una cultura que dejó Machu Picchu, los quipus, un imperio formado en base a anexiones semi-voluntarias de pueblos sudamericanos, un modo de vida que se asentaba en las sierras, en las alturas, con los pisos ecológicos, sembrando y pastando a miles de metros de altura sobre el nivel del mar, con hábitos y costumbres totalmente incomprensibles e inasimilables desde la mirada Occidental, con un sistema de escritura tridimensional sobre la base de cuerdas anudadas (sí, es así como leen) que hoy por hoy aún no ha podido descifrarse. Con el nombre dado por los vencedores de Europa, la cultura inca dejó detrás algo único en la historia, que intentó borrarse, pero que a través del quechua y la tradición oral de sus sobrevivientes, junto con restos arqueológicos y su escritura aún no decodificada, perduró. EE.UU, New York (1928-1945), antes de y durante la Gran Depresión. Oh sí, me encantaría ver a los yankees ahogándose en su miseria durante una década entera y poco más, lo disfrutaría mucho. Durmiendo en las calles, compartiendo el primer plato del día con el vecindario como si vivieran en la Rusia zarista, no job, no money, no hope, el fin del liberalismo, un mundo que se derrumba con todas sus ilusiones y se desmorona dejando a todos con la boca abierta, medio confundidos, medio incrédulos, mientras un hombre audaz y lúcido se levanta para proponer lo que nadie quería escuchar durante los años 20, un hombre de nombre John Maynard y apellidado Keynes. 1928 es el año de inicio porque es cuando todo se empieza a ir a la mierda antes del crac, cuando los valores de las acciones de las cías de radio y aviación comenzaban a dispararse sin un equivalente productivo que lo avalara. Lo que vino luego fue una década de penuria, hambre y miseria, pero también marcó el fin del liberalismo. Los Estados comenzaron a tomarse en serio su papel interventor en las economías y en la sociedad, la idea del free market o laissez faire había muerto, y con ello (junto con la ayuda de lo que implicó la primera guerra mundial) murió toda una etapa marcada por el optimismo y la creencia en el progreso indefinido. Europa (1330-1360), durante la Peste Negra. Esto sí que hubiera sido genial. Que mejor que ver la cosmovisión de todo Occidente cayéndose a pedazos, el imaginario religioso cristiano que tan fielmente creía y apostaba sus valores y destino en el sistema de creencias de la religión cristiana, haciéndose añicos. La gente totalmente desmoralizada, pensando en que todo era un gran azote de Dios, pero sin entender muy bien qué pecado habían cometido. La muchedumbre contagiándose y viendo como sus familiares y amigos no recibían sepultura alguna, y eran incinerados en fosas comunes, condenados al infierno por y para siempre. Aquellos que se relajaron y suponiendo que era el fin del mundo se prestaban a toda clase de hedonismo y lujuria que el placer superficial y vulgar podía ofrecer. Los clérigos y la jerarquía de la Iglesia teniendo que admitir que la gente podía empezar a experimentar un intento o esbozo de comunicación con Dios en la soledad e intimidad de lo que algunos consideraban su hogar, dejando así abierta la puerta para Lutero. La Edad Media no es lo que más me atrae, pero esta etapa es indudablemente fantástica. Marcaría un antes y después en la consciencia occidental acerca de los hábitos de limpieza e higiene. Europa nunca más querría volver a sufrir semejante azote divino de la mano de una peste que se llevó nada más y nada menos que a una de cada tres personas de las que vivían en el continente por entonces. URSS (1989-1991), durante la desintegración. Y sí, ver a un gigante monumental como la Unión Soviética deshilacharse haciéndose jirones luego de los fallidos intentos de Gorbachov y su condenada Perestroika, es algo que no debía tener precio. En cuestión de unos cuantos meses Europa y Asia pasaron a tener una multitud de nuevos países, de sentimientos nacionales muy dudosamente arraigados y cohesionados. El mundo occidental se sentía ganador mientras el comunismo dejaba escapar su último aliento, y así se iba el gigante del Este que supo ganar la 2da guerra mundial por su propia y única cuenta (contra toda propaganda yankee sobre el Día D y toda esa mierda que no vale ni un centavo al lado de la heroica resistencia de Stalingrado), y también liderar la modernización y desarrollo de una sociedad rusa que era poco más que Japón antes del Meijí cuando la gobernaban los zares. La Unión Soviética dejaba toda una estela de grandes avances tecnológicos y científicos que luego el capitalismo trató de apropiarse (como si estos respondieran a un modelo económico o a un proceso de mercado), un gran complejo militar-industrial y un nivel de ajedrez nunca jamás visto, que dio a los mejores jugadores de todos los tiempos. El soviético promedio no tenía un gran nivel de vida, es verdad, pero la modernización y el desarrollo que eran la prioridad de Lenin y Stalin fue lograda, con mucha mano dura, sangre y sudor, pero se llevó a cabo, le pese a quien le pese. Japón (1853-1867) durante el Bakumatsu. Una revolución que tuvo la particularidad de ser iniciada por la aristocracia para acabar con el modo político, social, económico y cultural de dominación que a ellos mismo los beneficiaba, es decir, la clase que inició la revolución no era la "oprimida" sino la "opresora". Teniendo en cuenta esa particularidad que hace a la Revolución Meiji una pieza diferente, luego nos encontramos con quince años de guerra descarnada que pone de un lado al bando de la modernización y el progreso, y del otro al bando de la tradición y el conservadurismo. Mientras hoy se asocian los primeros conceptos con algo positivo, y los segundos generalmente con algo negativo, en Japón probablemente eso no estuviera tan claro y la idea de un cambio, la idea de romper con lo establecido, seguramente aparecía a muchos en ese islote como un sacrilegio. Lo interesante es que mientras los insurrectos defendían algunos conceptos asociados a la modernización, a su vez, casi paradójicamente, buscaban restituir a la figura del emperador que durante el shogunato fue reducido a un mero cascarón vacío, así era como esa revolución oscilaba y jugaba con la idea de modernizar y a su vez volver no cien años atrás, sino mil. Fue la extinción de los samurais, de los bushi, y con ellos se "apagó" una cultura centenaria, que luego sobrevivió en base a sus cenizas pero que ya nunca más vio su cenit. Los ishin shishi, los imperialistas de Satsuma, el shinsengumi, y varias reliquias más guarda esta etapa que sentó la diferencia entre el Japón agrario y pobre, decadente y miserable, del poderoso Japón industrial y militarizado que en unas cuántas décadas estaría extendiendo su imperio hacia el continente durante la segunda guerra mundial y haciendo frente a EE.UU.
Creo que hay dos puntos de la historia que me hubiera gustado vivir en su momento, como uno más. El primer momento sería en la época dorada de Roma. Conocer la ciudad en su extensión, costumbres, estar en la noche, ver qué pasa. Entrar al senado y a los palacios. Ver las carnicerías en el Coliseo. Leer un papiro en el foro romano... cuando conocí Roma por primera vez en mi vida la sola imagen del Coliseo me impactó e intenté, por unos minutos, concentrarme e intentar retroceder a ese mundo, intentar imaginarme en su día a día... Y me fue imposible. Creo que es algo que me gustaría mucho. Y la otra, por supuesto, la sociedad Espartana. Los mejores guerreros. Yo soy un enfermo del cuidado estético del cuerpo y está gente eran la estética en persona. ¿Que comían? ¿Cómo entrenaban? Seguramente yo sería, en caso de haber nacido ahí, uno de los tantos que murió en las Termopilas xD
Pues yo viviria en el siglo IX, en Escandinavia. Me encantan los vikingos. Y me encanta la idea de luchar codo con codo con los que yo considero los mejores guerreros de toda la Edad Media. Y no me importa darle de comer a los peces
Los vikingos tienen buena prensa sí, pero decir que eran los mejores guerreros del medioevo... Sé que es tu opinión pero te invito a conocer las hazañas de otros pueblos y civilizaciones en materia bélica y notarás que los vikingos se quedan algo atrás. Los mongoles por ejemplo crearon un dominio militar tan vasto que iba desde China a Europa. Los turcos otomanos en los siglos XIV y XV se convirtieron en el terror de Europa, hicieron caer al último imperio romano. Como te decía, los vikingos tienen buena prensa pero principalmente porque son europeos, pero sus logros militares no son tan impresionantes para su época, quizás sí la fama que crearon en una época que temía a sus desembarcos inesperados y sorpresivos. Contenido oculto: Etiqueta Amelie mira este thread
Si me pusiste en jaque John, hay muchas épocas en la que me gustaría vivir simplemente para documentación (chisme); pero si tuviera que elegir sólo una... He traído una obsesión desde inicios de año con el Período Heian de Japón; de las épocas con mas arte y cultura, desde su desarrollo del idioma hasta su escritura; el arte, su religión y folclore; sinceramente hace unos años hubiera elegido Florencia en el Renacimiento por las mismas razones; pero sólo por el folclore de Japón este gana mi corazoncito. La historia del arte siempre es la primera rama de la historia que me atrapa de cualquier sitio y en el Período Heian es maravilloso. He de decir que no me hubiera encantado tener una vida en algún palacio (ni como noble ni como sirviente) de ahí en fuera me hubiera encantado nacer en cualquier lugar de Japón.
Las cosas que más me suelen llamar la atención en la historia son los grandes cambios sociales y las mezclas culturales, así que dos escenarios me llaman especialmente la atención por cada uno de estos motivos respectivamente: 1- Turquía luego de la Primera Guerra Mundial, para experimentar de primera mano las reformas de Atatürk que convirtieron lo que quedaba del Imperio Otomano en una república moderna para la época. 2- El Imperio Kushán en su auge, para aprender como interactuaban las personas de tan variadas religiones en un mismo imperio (griegos, hindúes, budistas y zoroastristas).