Puesto de Ramen

Ubicado en: Orilla del Río
​

No muy alejado del camino del Río Hanezawa se encuentra un humilde puesto de ramen tradicional. El ramen que se prepara aquí es famoso por ser el más delicioso de la ciudad; se rumorea que comer aquí puede mejorar varios aspectos de uno mismo.

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Enérgico Chow Mein: Un delicioso plato de ramen que te llenará de vitalidad. [Efecto: +5HP] [Precio: 400 Yen]
Udon Mágico: Un apetitoso plato de udon con un efecto mágico en el estómago. [Efecto: +5MP] [Precio: 400 Yen]
Yaki Soba: La especialidad de la casa; te sentirás más ligero luego de llenar tu estómago con esta delicia. [+1 Agilidad] [Precio: 800 Yen]

 

Oreki Tojo

El rubio vago sin rumbo, hasta ser guiado hasta un puesto de ramen que presumia ser el de mejor sabor en la ciudad.

—el mejor sabor ¿eh?

Por un momento el chico se sentia retado por tal declaratoria, curioso, acerco su nariz hasta el puesto y olfateo el aroma que despedia el puesto, tal parece que el olor prometia algo...

—¿De veras sera tan bueno...?— el chico se acerco y busco algun encargado del lugar.

—¿Alguien por aqui?—trato de llamar la atención, al ser un lugar nuevo no sabria que tipo de gente conocer, eso lo hacia emocionante e intrigante

 

—¡Buenas tardes! —saludó un hombre de mediana edad jovialmente del otro lado del mostrador; parecía ser el único que atendía el puesto—. Sea usted bienvenido a Rooney Ramen, el mejor puesto de ramen de todo Hanazawa. Claro que somos el único puesto de ramen aquí... ¡pero somos el mejor, se lo aseguro joven!

>> Le dejo aquí el menú... cuando esté preparado para ordenar, ¡no dude en decirlo!

Y tras dejarle un pequeño menú que enlistaba todos los platillos disponibles y sus precios, dejó a Oreki a solas para que pensara qué quería comer. ¿Comerás aquí? ¿O irás a ver otro lugar?

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Enérgico Chow Mein: Un delicioso plato de ramen que te llenará de vitalidad. [Efecto: +5HP] [Precio: 400 Yen]
Udon Mágico: Un apetitoso plato de udon con un efecto mágico en el estómago. [Efecto: +5MP] [Precio: 400 Yen]
Yaki Soba: La especialidad de la casa; te sentirás más ligero luego de llenar tu estómago con esta delicia. [+1 Agilidad] [Precio: 800 Yen]

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Comer en el Puesto de Ramen no consume tiempo, pero sí dinero. Si estás dispuesto a pagar por un platillo (recuerda que tienes 1000 Yen; puedes consultar tu ficha siempre para recordar cuanto dinero tienes), recibirás una mejora inmediata en las estadísticas que indica el platillo elegido.

Puedes comer aquí cuantas veces quieras, siempre que estés dispuesto a pagarlo claro.

El dinero se puede conseguir, por cierto, explorando mazmorras o trabajando en alguna tienda... cuando estás opciones estén desbloqueadas, claro.

 

Oreki Tojo

Un tipo salio y atendio al joven quien ilusionado observo maravillado los platillos que le ofrecian, sentia su boca hacerse agua y su mirada manifestaba un brillo especial.

—bien, bien veamos....—Oreki pensaba con cuidado su elección y veria si aquel puesto merecia tal fama como lo pregona a todos.

—Tomare la orden de un energico chow mein señor—

El chico señalo su orden y espero la orden con gran emoción, creo que podria hacer de este lugar su favorito.

 

—¡A la orden! —exclamó el hombre con energía.

Tomó algo de tiempo, pero tras un total de diez minutos (por fortuna no había nadie más en el lugar, así que el suyo era el único pedido) Oreki tenía delante de él un gran y abundante plato de Enérgico Chow Mein. Tras declarar "Itadakimasu", procedió a comer.

El plato estaba delicioso, y al terminarlo Oreki podía sentir como si... como si tuviese más energía. ¡Se sentía más vital que nunca! [+5 de HP Máximo]

Oreki pagó los 400 Yen por el platillo al hombre, y éste sonrió complacido.

¿Quieres comer algo más? ¿O marcharte a otro lugar?

 

Oreki Tojo

El chico dio el visto bueno....cuando aquel puesto presumia de cocinar platillo exquisitos sin duda no bromeaba.

—Es usted un genio señor, es ¡lo mejor que he probado!

El rubio reviso su bolsillo y vio que debia cuidar sus gastos, que pena, una vez tuviese más no se detendria en un pequeño entremes como lo fue este ramen.

—Descuide señor, otro dia sera...fue genial probar su comida.

Con la mirada aun perdida en el plato Oreki recordo que estaba solo.

"Podemos comer juntos cuando desees"

Recordo entonces a Hikari, la delegada de su clase, le habia dicho que alguna vez le acompañaria y tal vez con Anna segun tambien acordo. Habia tenido poco tiempo de conocerlas

—Espero no piensen que olvide todo...—murmuro con cierta preocupación pero sin dejar de sonreir. Y asi se marcho a concer más lugares.

 

Monjiro Kentaro


Tras el estrepitoso fail yendo al salón de juegos, Monjiro cabreado le entran ganas de sacar su Persona y matarlos a todos para no tener que esperar ninguna cola. Decide no hacerlo, entre otras razones, para no joder su vida convirtiéndose en ludópata, ah sí, asesino también.

Desanimado decide pasear por Hanazawa y se topa con un puesto de Ramen, le vienen flashbacks del manga de Sasuke Shippuden y le da una oportunidad.

—Si hay cola y tengo que esperar aquí también me dará algo… —piensa deprimido Monjiro.

Al llegar saluda y revisa el menú.

—Un enérgico Chow Mein, jefe. Con extra de Naruto por favor.

 

Al llegar, Monjiro se encontró con una inmensa fila de espera...

No, sólo se lo había imaginado; por suerte para él, no había nadie en el puesto excepto por el chef, quien lo recibió con una jovial sonrisa.

—Muy bien, un Chow mein, sale enseguida... —dijo el hombre, y al cabo de unos breves momentos Monjiro tenía delante de él un gran platillo que olía muy bien. Lo devoró; ¡se sentía más vital que nunca! [+5 de HP Máximo]

Monjiro pagó los 400 Yen y recibió su vuelto. Aún tenía algo de tiempo... ¿quieres comer algo más? ¿O marcharte a otro lugar?

 

—Estaba de maravilla, aquí tienes jefe. Se ha ganado un cliente habitual. —Dice Monjiro sonriendo sintiendose extremadamente feliz tras haber comido.

Monjiro decide irse tras haber pagado la cuenta.

—¡Hasta la próxima!

 

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Okay, como Kaito ha amenazado (?) con que el día va a cerrar, yo quiero gastar más yenes para comer aquí. Voy a ir con Lucas Diamond porque por privado me ha dicho que él también quiere, pero en mi roleo pues voy a poner que Anna y Yule no vienen, porque asumo que como han comprado más cosas pues no vais a gastar más dinero (?) Hey, si alguna de las dos quiere, me lo dice y edito uwu Sorry por no esperar, es que no quiero que cierre el día sin comprar esto unu

Akiko Brooks

Caminar por el Río Hanazawa era reconfortante, sin duda. Mi casa quedaba no demasiado lejos de la zona, motivo por el cual Lukas solía comprar fideos en aquel puesto, porque, al fin y al cabo, quedaba de camino. El atardecer que iba cayendo sobre las aguas lo hacía un paisaje aún más bello, sin duda.

Pero mi estómago no tenía tiempo alguno para ese tipo de paisajes. Acompañada por Diane, después de separarnos del resto nos dirigimos al citado puesto. Alguna vez había probado los fideos cuando le sobraban a Lukas en las dos o tres veces que había pedido (y que parecía que se convertiría en costumbre muy pronto), pero esta era la primera vez que iba al puesto en persona. A decir verdad, esperaba algo más. Se veía... pequeño y basante modesto. Y no había nadie allí, aunque un plato decoraba la barra del lugar. ¿Alguien había comido recientemente? Me pregunto quién habrá sido...

Con timidez, en cualquier caso, me dirigí a Diane, y le dije:

—Este es el lugar... creo. Los fideos están muy buenos —mis ojos, entonces, se centraron en la carta. Se me hacía la boca agua solo de ver las diferentes opciones que había para elegir. ¡Q-Qué bueno todo, por favor!—. Eh, uh... s-sí, ¿hola? —dije, llamando la atención del chef—. Q-Querría... unos udon mágicos, por favor. Aquí tiene el dinero. ¿Tomarás tú algo, Diane-chan?

E-Espero que no interprete esa pregunta como que la iba a invitar. No tenía tanto dinero.

 

Nagi Watanabe

¡Era un ángel! ¡Definitivamente era un ángel! Ahora entendía porque el chico lobo se había quedado tan quitecito a su lado, recordando cuando acariciaron al Akita ¡¿Y quién no?! La chica era un sedante natural.

—¿Po-podemos ir a comer ramen? —dijo poniéndose las manos en el estómago, ya le punzaba. —¡Aunque si no quieres está bien? ¿Me-me acompañarás igual, no? — Nagi se miraba los pies, mientras levemente balanceaba una pierna de atrás hacia adelante. — Ya está haciendo algo de frío y ramen ya no suena a mala opción.

Así fueron al lugar donde el viejo caballero vendía sus productos, guiada por Kurosawa .

Parecía que el viejo tenía clientes, pero como Nagi tan solo pensaba en meterse algo en la boca pronto se acercó rápidamente a pedir su orden.

—¡Qui-quiero un plato de ramen, por favor! —exigio algo acelerada — Si no es mucha molestia.

 

—A la orden —dijo el hombre, poniéndose a cocinar. En cuestión de minutos, la chica tenía frente un apetitoso plato de udon—. ¡Que lo disfrute, señorita!

Akiko procedió a comer el delicioso platillo; ¡sentía como si tuviese un efecto mágico! Realmente sabía delicioso... [+5 de MP Máximo]

—Ah, lo siento jovencita, pero ese fue el último plato que serviré hoy... —se lamentó el hombre en cuanto llegó Nagi—. El sol se está poniendo; no es recomendable andar fuera tan tarde, en especial jovencitas de su edad. Sus familias deben estar esperándolos, vuelvan a casa... ¡los espero mañana!

Y no tuvieron más opción que salir. El sol se estaba poniendo... quizás lo más prudente sería volver ya. Siempre podían volver mañana...

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Perdón Mori, pero el día ya ha terminado... sólo le respondí a Akiko porque ella ya tenía el post de antes. Siempre puedes volver mañana though (?

El nuevo día comenzará en breve :)

 

Nagi Watanabe

"¡Ahhhh! ¡Kurosawa-san está demasiado cerca!" Los ojos de Nagi parecían dar vueltas en círculos, pues pareciera que su cerebro se había desconectado de todo su alrededor, y seguramente a su senpai le ocurrió algo parecido, pues no llegó a escucharlo rechistar, y si en realidad hubiera estado enfadado Watanabe claramente hubiera sido la primera en notarlo. Aun así no duró mucho, pues a la salida del establecimiento ya se habían separado, aún así Nagi seguía abochornada.

—Su-supongo que... A-al final no iras... a por... Ike ¿No? —tartamudeó Nagi, dirigiéndose a Hiroki, uhg ¿Eso era un rostro de desgrado... o de incomodidad? La chica prefirió seguir hablando sin mirarle. —Po-porque Ku-ku-kurosawa... quería verle a u-u-usted, así que... ¿Iríamos directo al puesto... de ramen? — Nagi estaba echa un tomate ¿Por qué? Bueno, no estaba acostumbrada a hablar con gente mayor que ella. Aparte, había olvidado por completo que habían perdido la oportunidad de comer ramen el día anterior... ¿Se les sumaría Hiroki ahora? — ¿Ve-vendrás con nosotros, no, senpai? — Obvio que iría con ellas, lo había dicho y parecía ser de los que no se retractaban fácil, es más, todo lo que parecía rodear a ese chico tenía la palabra difícil de por medio. — De seguro sabe muy bien.

Sin haber agregado mucho más Kurosawa les guío nuevamente hasta el puesto de ramen... Bueno, en realidad era primera vez que guiaba a Hiroki, de vez en cuando nos agarraba de los brazos para que no nos debiéramos del camino, más aún en curvas decisivas. Entonces se llego a visualizar el humilde puesto de ramen, Nagi se acercó al puesto, seguida de los otros dos.

—¡Bu-buenas tardes, caballero!... ¿Esta vez llegué temprano? —preguntó al señor. —Si-si se puede ¿Me podría vender un ramen, por favor? — Después se volteó. —Senpais ¿Van a pedir algo? — Y volvió a mirar hacia adelante. —¡Oh! También, ¿No se a enterado de nada raro... co-como algún rumor? — Bravo, Nagi, la sutileza no era lo suyo.

 

—Oh, las jovencitas de ayer... no se preocupen, hoy llegan con tiempo de sobra —rió el hombre que atendía el puesto, sonriente—. ¿Ramen, eh? Les dejo aquí el menú, tómense su tiempo para elegir...

>> Así que rumores, eh... pues lo siento, este viejo no se ha enterado de nada por ahora. Quizás preguntando en el puerto pesquero tengan más suerte que aquí... allí hay todo tipo de gente, después de todo.

 

Hiroki Usui

—¡O-oye! ¿Qué haces Kurosawa? ¡Kurosawa! ¿Qué mierda haces? ¡Oye...!

Eso fue todo lo que Hiroki pudo exclamar con cierta urgencia cuando Shiori se aferró a su brazo y al de Nagi y los arrastró lejos de la azotea. Su cerebro quedó en stand by por un breve segundo cuando ella decidió ser tan sumamente directa con él.

"Era una excusa para verte a ti, senpai"

Lo sabía, obvio lo sabía. No era ningún tonto. Pero escucharlo directamente de boca de Kurosawa era... extraño. Por no añadir la notariedad de ese tono burlón que vibraba en su voz, evidentemente jocoso. Terminó por soltar una risa tosca y sobarse la nuca al alzar la cabeza al cielo. Ah, claro que lo sabía.

Dios. Qué idiota.

¿Qué le pasaba a esa chica? Aún mejor, ¿Qué le pasaba a ÉL con esa chica? Si no hubiera sido por su llamada de atención en el Velvet Room probablemente jamás se hubiese dignado a romper el muro de su poca sociabilidad y decidirse a hablar con Nagi. Al menos tenía a Ike de excusa.

Allí, en el puesto de Ramen junto al río Hanazawa, no había excusas que valgan. Terminó afirmando a Watanabe que iría con ellas, qué remedio. Era una causa perdida tratar de negarse cuando era él mismo el que se había acercado a tratar de ser sociable.

Y allí estaba, alto como era, mirando la corriente lenta del río pasar y como el sol de primavera se reflejaba en su superficie. ¿Un río tan limpio? Y una mierda encontrar algo así en Tokio.

—¿Senpais van a pedir algo?

Esa fue Nagi. Hiroki suspiró entre dientes al escucharla. No tenía mucha hambre pero... ¿qué mierda? Haciendo de tripas corazón y olvidando el enojo de haber sido arrastrado hasta allí por la aparente hiperactividad de Shiori, se aproximó al puesto con las manos en los bolsillos.

—A ver—preguntó acercándose a Watanabe—. ¿Qué tienen?

 

Nagi Watanabe

Watanabe se quedó mediatando bastante tiempo ¿Qué comer? Siempre era una pregunta difícil, más cuando no estaba acostumbrada a elegir y solo comía lo que le servía su madre... Y ahora comía menos, porque exactamente, no estaba su madre para prepararle siempre el almuerzo, es más, ella se encargaba del almuerzo de su hermano y propio, mientras que Nagi se tenía que encargar de la cena y de su almuerzo, aparte de prepararle el bento a su madre para cuando fuera a trabajar.

Para su suerte Kurosawa fue quien le mostró el menú a Usui, la chica suspiró aliviada, como si se hubiera sacado un peso de encima.

—Su-suena bien. — Le sonrió a Kurosawa, para después dirigirse al dueño del local. — También quiero un Udon Mágico, por favor. — Le dijo amablemente al anciano. — Oh, y disculpa. — Había recordado algo. — ¿Es igual de peligroso caminar de noche por acá que en Tokyo? — Su mirada se notaba preocupada. —¿Acosadaros... delincuentes o... quizá espíritus? ¿Hay algo en específico de lo que nos tengamos que cuidar? — La chica miró al suelo. — E-es que... mi-mínimo quisiera saber que tan tranquilo es por acá, para estar más segura... caminando por la calle. No acostumbro a hacerlo sola. — Respiró hondo. — Y usted tiene pinta de conocer el lugar.

 

Hiroki Usui

Hiroki tomó el menú que le tendió Shiori con cierta curiosidad en sus facciones. Enarcó una ceja al empezar a leer. ¿Qué nombres eran esos? ¿Udon Mágico?

—No me jodas...—gruñó—. Tomaré solo un yakisoba normal—respondió devolviendo el menú.

Escuchó a Kurosawa... ¿disculparse? No le molestaba realmente. Muy, muy en el fondo no estaba molesto porque Shiori lo hubiese arrastrado por toda ciudad como un perro negándose a pasear con correa. Empezaba a entender que eso era parte de su extraña personalidad. Quizás le molestaban las formas. El mismo hecho de no haber preguntado antes... lograba desconcertarlo. No estaba acostumbrado a que nadie se tomase tales confianzas con él.

Apartó la mirada. "Agh, no importa. Solo no lo repitas y punto".

Eso dijo. Pero su voz hosca escondía un "No me importa si lo vuelves a hacer. Pero pregunta primero, idiota".

Cuando el viejo del puesto dejó el plato sobre el mesón, separó los palillos y se dispuso a comer. No tenían una pinta especial. Eran simples yakisobas fritos... como aquellos que solía comer de vez en cuando en Tokio, en esos barrios poco concurridos de mala muerte.

Buenos tiempos, sí.

Se revolvió su propio cabello al escuchar la temerosa pregunta de Nagi. ¿Por qué era tan asustadiza esa niña? ¿Todos los críos pequeños eran así? ¿Y por qué pensaba que era una niña pequeña si solo era dos años menor que él?

Dios.

Apoyó la mano en el cabello de Nagi, palmeando su cabeza como aquella vez en el vagón. Como si fuese un cachorrito desvalido.

—Watanabe, lo máximo que te puede aparecer aquí es un tanuki.

Y soltó una risa divertida pero áspera, como era usual en él. ¿Esa risa había sido genuina acaso? ¿Se había reído de verdad? ¿De los peligros rurales...?

Chico de ciudad tenía que ser.

 

—Muy bien, dos udon y un yakisoba. Enseguida salen —dijo el hombre, poniéndose a trabajar. Al cabo de unos minutos, los platillos estaban listos y delante de cada uno de ellos—. ¡Que los disfruten!

Nagi y Shiori comieron sus platos de udon... ¡realmente se sentían mágicos! ¡Estaba delicioso! [+5 de MP Máximo]

Hiroki, por su parte, procedió a comer su plato de yakisoba... vaya, ¡sabía muy bien! ¡Hasta se sentía más ligero que antes! [+1 de Agilidad]

Las chicas pagaron los 400 Yen que les correspondían, mientras que Hiroki pagó los 800 Yen por su plato... ¿comerían más? ¿O se marcharían a otra parte?