Harry Potter Cuando los sustos sacan sonrisas.

Actividad: Sottilegios Weasley
Personaje: Dudley Dursley
Universo: Harry Potter/ Criaturas mágicas

Debe de admitir que inicialmente, ciertas memorias hicieron que aquel hombre maduro y de cuarenta y tantos años estuviera apunto de mojar su pantalón, en su rostro se dibujó ese gesto asustado de ojos grandes y boca torcida que no hacía hace años.

Segundos antes, Dudley se preparaba para Hallowen, tallando los ojos de una calabaza cuando uno de sus dedos comenzó a hincharse, siguió inflandose, siguiéndole el resto de su mano, desesperado intentó apartarlo como si esto fuera posible, su cuello fue el siguiente y como un palomo cortejando le siguió su pecho, mientras sus botones de la camisa salían catapultados, observó los ojos de su pequeña, su hija se acercaba lentamente.

El Dursley pensó que ver algo así para una niña de cuatro sería por lo menos traumático, terminaría volando por los aires como hace años su tía, ella lo presenciaría todo.

De nada servía negarlo, por más que su estirpe no lo quisiera, la magia existía.

La niña se cubrió la boca y abrió más los ojos.

— Michelle...papá, papá...está bien...— balbuceó con las mejillas hinchadas con intención de tranquilizarla.

Entonces escuchó un sonido agudo y largo, que interpretó primero como un grito, hasta que al mirarla con detenimiento se percató que reía y lo hacía a carcajadas, apuntándole.

Entonces un pensamiento lo asaltó de pronto, uno aun más improbable que la magia misma, que las criaturas fantásticas, que las varitas que hacen hechizos, apariciones, motos que vuelan y escuelas hechiceria:

La probabilidad de que alguien relacionado con él, tan simplón, soso y absurdo, pudiera ser parte de todo esto.

Su cuerpo poco a poco volvía a la normalidad y cuando ya podía moverse con normalidad, se acercó a cargarla abrazandola.

— Gracioso, le hice a papá una broma, volviéndolo un globo— declaró la niña divertida.

Dudsley apenas contenía las lagrimas, riendo invadido por una felicidad que no entendía de donde provenía, tal vez del mismo lugar que años atrás alimento su envidia y malicia, viendo a su primo Harry formando parte de algo tan grandioso que él era demasiado tonto para entender.

— Fue muy gracioso Milly—le dijo a la niña haciéndole cosquillas.

Bajandola de sus brazos, esperó que esta se fuera a jugar, soñó con los momentos que ocurrirían en el futuro, guiándose por esos pequeños fragmentos de su pasado, por ultimo sin que nadia viera, metió la mano en su pantalón esperando que ninguna cola porcina hubiera resurgido, suspiró aliviado.

Su hija era una bruja
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