Long-fic Un amor de fuego y hielo

Capitulo 1: Un nuevo comienzo.


Era una noche fría, el cielo se había tornado gris y la luna poco se dejaba ver. En el enorme castillo Asano, las tropas del general y dueño del palacio estaban preparándose para un ataque enemigo, el general Soju Asano, un ambicioso y orgulloso hombre que había salido victorioso de muchas otras guerras pero como últimamente su castillo estaba en escases de alimento hasta tal punto que tuvo que empezar un plan de ataque para sorprender a sus enemigos. Ordenó a todos sus hombres cabalgar para el oeste, aun no sabiendo la tragedia que les esperaba.

Contemplando el espectáculo que daba la luna desde el cielo se encontraba Sara Asano, la dulce y joven princesa, de pelo café largo, piel pálida y ojos celestes. Adoraba la música, tocar la flauta era su especialidad, todas las mañanas iluminaba los rostros de los habitantes de esa región. Esa noche ella disfrutaba cada resplandor de las estrellas, aunque estuviesen escasas y a pesar de aquel helada ventisca, pues era otro de sus pasatiempos favoritos el mirar la luna desde el mirador que estaba en su habitación, era un habito que había adoptado hace poco tiempo sin saber cómo ni porque. Los últimos días lo habían pasado muy mal en el castillo, ella estaba aterrada y triste por la decisión de su padre, aunque ella varias veces intentó detener a su padre, sus esfuerzos habían sido en vanos.

— ¡Sara!— Exclamó el dueño del palacio—Escúchame, desde ahora quedaras bajo la responsabilidad y cuidado de los guardias que estoy dejando al cuidado del castillo, yo y mis hombres regresaremos en cuanto terminemos con aquel batallón—dijo.
— Padre, por favor, le ruego que tenga mucho cuidado— insistió la dulce joven.
Dicho esto, las tropas partieron hacia el Oeste. La princesa tenía un mal presentimiento desde ya hace días, pero no quedo nada más que aceptar la decisión de su padre.
Mientras se dirigían hacia sus enemigos, Soju Asano y sus hombres se toparon con una figura resplandeciente a lo largo del camino.
—Pero quien se cree que es, está interfiriendo en nuestro camino— dijo el general Asano— No tenemos tiempo, ¡Vamos matémosle y de esa forma nos quedaremos con sus espadas! —ordenó a sus hombres, estos cabalgaron hasta aquel extraño resplandor. Se trataba de un ser sobrenatural de cabellos plateados y ojos dorados, que llevaba una gran estola en el brazo derecho y una media luna marcada en la frente, en cuestión de segundos salió de este mismo un gran látigo que termino con la vida de todos los guerreros—¡Já! Humanos... son tan aburridos—añadió el Daiyoukai mientras se desvanecía en la oscuridad del bosque.

Con suerte uno de ellos pudo escapar, como sea cabalgo de regreso, horas de viaje en aquellos solitarios caminos, el guerrero tras soportar la fría noche finalmente llego al palacio donde fue auxiliado por los otros guardias del lugar.
—Llamen a la princesa —pidió este con las pocas fuerzas que le quedaban.
Era de madrugada, la princesa recién había despertado y al asomarse por la ventana pudo notar que todos estaban reunidos allí abajo, por lo que se preocupo y se decidió a bajar. Cuando esta se encontraba ya en el salón principal corrió hacia el herido— ¿Qué te ha pasado? — ¿Donde está el general y los otros hombres?, y ¿porque llegaste hasta aquí solo? —Pregunto la joven con gran curiosidad.
—Pr… princesa, discúlpeme, no pude hacer nada para salvar al general, pues ya todos estaban muertos— añadió aquel hombre quien tenía grandes heridas en el cuerpo.
— ¿Muertos, mi Padre está muerto dices? —volvió a preguntar esta vez aguantando el llanto.
—Estábamos de camino para las tierras del Oeste, atacaríamos al ponerse la luz del alba pero de pronto un youkai apareció y en cuestión de segundos termino con todo nuestro ejército. —dijo este mientras agonizaba.
— ¿Cómo era ese ser que dices? —volvió a preguntar la jovencita.
No pudo concluir ya que por las entradas del palacio llegaban las tropas de los enemigos a atacar a todo el que se encuentren a su paso.
Todos corrieron por sus vidas, los pocos guerreros trataron de ocultar a la princesa sin lograrlo ya que fueron asesinados por la cantidad de hombres del batallón enemigo.
La joven princesa corrió por una de las puertas del palacio que justamente salía hacia el profundo monte, espantada y resignada a abandonar el palacio ya que todos estaban sin vida, se infiltro en las inmensidades del bosque. Corrió por su vida, temiendo ser seguida por aquellos bandidos, sin darse cuenta había estado escapando por casi medio día y de repente cayó al suelo agotada y rendida en un profundo sueño.

…​

Mientras bajo los arbustos yacía un youkai, estaba herido, había salido milagrosamente con vida de una batalla con su medio hermano hanyou —Maldito Inuyasha, algún día seré yo quien pueda usar a Colmillo de Acero y terminaré con tu vida de una vez —habló débilmente sin percatarse que alguien estaba observándolo desde los arbustos.

…​

Al atardecer de ese día finalmente despertó del sueño profundo la dulce joven, llevaba las ropas manchadas con tierra, pues al escapar del castillo corrió por su vida sin importarle nada, sentía que moria por probar comida, asi que cerca de allí había un rio y atrapo uno que otro pescado para luego cocinarlo y comerlo.

Luego de esto, camino sin rumbo por el bosque desconociendo los peligros que podían acecharla al ser encontrada por algún youkai. De repente, se detuvo entre unos ramas, contemplando la imagen de un apuesto youkai que yacia en el suelo descansando — Pero que hombre tan apuesto— pensó —Que rostro tan perfecto tiene—La pequeña princesa estaba impresionada ante la figura de aquel gran Daiyoukai que descansaba bajo aquel árbol —Me pregunto que le habrá pasado—se preguntaba curiosamente, cuando por fin se había decidido a acercarse pudo notar que alguien se aproximaba del otro lado.
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Bien, hola a todas/os, okey, este es mi primer fanfic que publico en la pagina por favor se aceptan criticas asi que adelante :3 & espero que les guste (: