Los bandidos de Ciudad Arborada

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Rogelio Barrón, 28 Junio 2013.

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    Rogelio Barrón

    Rogelio Barrón Iniciado

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    Título:
    Los bandidos de Ciudad Arborada
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    2241
    En el caluroso desierto de Hoenn, un viajero recorrìa los arenosos parajes en un poderoso rapidash, cuyas llamas no afectaban a su jinete. El hombre portaba una indumentaria que parecía indicar que venía de las lejanas tierras del medio oriente, ya que portaba una tùnica blanca sujetada con un cinturón de cuero, y un turbante color esmeralda, su rostro era cobrizo, pero poseía una estructura gallarda y atractiva. Su figura era altiva e imponente, y lo era tanto que hasta los pokemon del desierto no se acercaban a él, y en signo de respeto, algunos agachabam sus cabezas, y otros le hacìan reverencias a la distancia. Aquel hombre poseía una fuerza magnética que evitaba que los entrenadores débiles se le acercaran para retarlo, ya que se notaba una gran habilidad para el entrenamiento, y sólo los más soberbios o los más poderosos se animaban a retarlo, su nombre era Sarid Al Rahim, un hombre justo, valiente, fuerte, y con un haber de aventuras alrededor del mundo.

    Sarid se dio cuenta de que salía del desierto al ver que la vegetación comenzaba a crecer, a lo lejos ya se podían ver algunos árboles, y a una distancia larga, se veía un volcán en activo, el Monte Cenizo, cuya actividad parecìa no cambiar. El viajero tomó a su pokemon y se dirigió a él diciendo:
    -Estamos llegando Rapidash, ya vemos el Monte Cenizo, en ese lugar nos espera un viejo amigo, pero ahora necesitas descansar.
    El viajero tomò un fardo que traía cerca de su cabalgadura, y cambió sus ropas por unas más contemporaneas, pero dejando su verde turbante, hecho esto, hizo entrar a su rapidash a su pokeball, e hizo salir a un dodrio, el cual montò para decir:
    -En marcha, rumbo al volcán.
    La veloz ave de tres cabezas se preparó y de inmediato comenzò su veloz marcha hacia aquella zona, hacia pueblo Lavalcada.

    En el lomo de la veloz Ave, que estaba fresca y descansada, Sarid llegó rapidamente hasta las laderas de la montaña cercana a Lavalcada, pudiendo observar el teleferico que llevaba hacia la cima del volcán, pero lo que también llamò su atención fue que en las laderas había una enorme cantidad de pokemon, habìa Tauros, Milktanks, flappys, Kangaskhans, aunque tambien existían otros que llenaban el espacio de verde como odish, y sus evoluciones, hoppips, y Troppius. En un lado una familia de Lapras nadaba en compañía de varios Marill que chapoteaban contentos, todo esto mientras varios magikarps y goldeens saltaban alegres saliendo de las aguas.

    El cansado viajero quiso detenerse a ver este espectáculo y vio que todo este ambiente era protegido por una cerca, ya que todo esto era parte de una vetusta propiedad, en cuyo centro estaba un hermoso castillo de cantera rosada.
    -Veo que la familia Blozek vive tiempos gozosos en estos hermosos parájes -se dijo Sarid -, el sueño del viejo Barón de Blozek se ha hecho realidad.
    En efecto, esos terrenos eran propiedad de los barones de Blozek, aristòcratas Croatas, cuyo nombre cayò en desgracia en sus tierras, pero que al emigrar a Hoenn encontraron la fortuna perdida en años pasados. El viejo Baròn de Blozek fue amigo de Sarid, con quien el anciano vivió una aventura en las lejanas tierras de la India, pero eso habìa ocurrido hacìa mucho tiempo, y sòlo quedaban los recuerdos de aquello.
    -Quizas deba hacer una visita de cortesía al viejo barón de Blozek, entraré a sus propiedades y pediré audiencia.
    sarid entrò a una de las veredas que conducìan a la puerta de la casa, una vereda rodeada de árboles en los que se podían ver algunos pokemon tipo pajaro, y en el que encontrò un pinzir y un heracross comiendo en la corteza de esos árboles. Sarid se quedò en contemplaciòn de este espectáculo, cuando entonces se escuchò una autoritaria voz que ordenò:
    -¡Quieto!, no se mueva o disparo.
    Sarid sin si quiera dudarlo alzò los brazos y espero a ver quién era el sujeto que le estaba ordenado, no tardò en ver que era un ranchero armado de escopeta, que con pulso firme preguntó:
    -¿Qué hace aquí forastero?, esta es propiedad privada.
    -Caballero -respondiò cordialmente Sarid -, baje el arma, no vengo a...
    -Calle, que ahora todos son sospechosos, y el que intente robar será castigado.
    -Bien, entonces tomeme prisionero, estoy a su disposición...
    El receloso guardia observó que Sarid bajó de su pokemon y lo guardó en su ball, posteriormente fue esposado por el ranchero, que lo condujo rumbo al castillo. Luego de haber transpuesto la puerta del muro principal, Sarid pudo observar el gran y hermoso jardín que circundaba la propiedad; el prisionero contempló a varios trabajadores que cumplían la labor de embellecer ese espacio, y uno de ellos lo observó, era un hombre anciano, que al ver el rostro cobrizo del prisionero, dijo:
    -Señor, ¿por qué lleva prisionero a ese caballero?
    -Lo vi espiando, puede ser que se trate de uno de los bandidos de ciudad arborada.
    -De ningún modo -replicó el anciano -, este hombre es amigo de la familia, amigo del gran barón de Blazek.
    -Así que tengo el reconocimiento del viejo William -dijo Sarid -, el fiel sirviente de la familia Blazek.
    -Soy fiel amigo de todo aquel que es amigo de mis amos, pero vamos, usted no puede estar esposado dentro de esta casa...
    -Quieto, tenga cuidado -advirtió el guardia -, no soltaré a este hombre a menos que se dé una orden de parte del Barón.
    -Pues ahora se la estoy dando -pronunció un personaje que irrumpió en la escena -, suelte a ese hombre, fue amigo de mi padre...
    En efecto, ese era Claude Blazek, hijo del viejo Barón de Blazek, que miró severamente a su trabajador al ver al viajero capturado.
    -Claude de Blazek, hace muchos ayeres que no lo veía. La fortuna le ha sonreido.
    -Así es, Sarid, y es un gusto tenerlo en esta casa, así que sueltelo -ordenó al trabajador, que de inmediato soltó las esposas.
    -Señor Barón, qué bueno es verlo a tiempo para soltar a este gran amigo -dijo el anciano -, este hombre que salvó a su viejo padre en varias aventuras que vivieron juntos.
    -Sí, nunca olvidaré la presencia del viejo Barón, pero digame, Claude, ¿Qué ha sido de su padre?
    -¿De modo que no lo sabe?
    -No, no he tenido noticias.
    -Mi padre yace en el monte pírico, deseo ser sepultado con los pokemon que él crió, eso fue hace tres años, y me legó una gran fortuna.
    -¿Y qué fue de su hermano Rudolph?
    -Mi hermano mayor es un aventurero, no gusta de la vida en mansiones o en ranchos, prefiere la vida a las afueras, acampando, entrenando personalmente a sus pokemon, tal como usted lo hace.
    -Ya veo, quizas algún día vuelva a verlo.
    -¿Y qué le trae a estas tierras, Sarid?
    -Vengo a ver a un amigo periodista, el Licenciado Sotomayor, un amigo que espera mi llegada para confiarme algunas de sus investigaciones.
    -Ya veo -pronunció suspirando el Barón -, Sotomayor se ha distinguido por la veracidad de sus investigaciones, se dice que su labor periodistica ha llevado a la captura de varios personajes, y que ahora pretende atacar a un grupo de despiadados criminales, los bandidos de ciudad arborada.
    -¿Los bandidos de ciudad arborada?
    -Sí -dijo el anciano jardinero -, ese grupo de truanes ha sido el responsable de que el barón guarde las precauciones, han robado muchos pokemon en el rancho, y en los caminos, se dice que a menudo van y atacan los centros pokemon de algunas ciudades, robando y matando a sus victimas.
    -Habla de cosas muy serias -habló Sarid -quizas el licenciado me dé razón de ellos.
    -Sobre todo ahora que viene un importante festival en pueblo Lavalcada -indicó el barón -, habrá una pequeña exposición de pokemon de concurso, y será peligroso.
    -Lo mejor sería que vaya de inmediato ver al profesor, si ese es el verdadero motivo, entonces debo ir a verlo.
    -Viejo amigo, creo que sería mejor para usted descansar -sugirió el barón -, usted viene de lejos, y como amigo de mi familia le ofrezco posada y descanso, será bueno para usted...
    -Lo siento Claude, me gustaría, pero ahora no puedo, creo que por lo que me ha dicho no debo perder tiempo, y debo ir de inmediato a ver a mi amigo, prometo que en cuanto tenga una oportunidad, pasaré a su casa a disfrutar de esto tan bello que usted y su padre han construido con sus sacrificios.
    -Siendo así no lo detengo, Sarid, pero las puertas de esta morada estarán siempre abiertas para usted y sus amigos, crea que este lugar es de los más seguros de todo Hoenn.
    -Muchas gracias...
    -Mi señor -interrumpió el anciano jardinero-, si gusta yo encaminaré a nuestro amigo hacía la salida de sus territorios.
    -Muy bien, que así se haga, después vuelva, y por cierto, mucho gusto en volver a verlo, Sarid.
    -El gusto es mío en verlo con tanta prosperidad en su casa.
    Sarid se apartó tras hacer una reverencia a aquel caballero que sonreía, y que al ver salir a su empleado y a Sarid, se apartó de la escena para proseguir con sus actividades.

    Tiempo después, en un lugar lejano, un hombre de tunica blanca con una capucha larga y verde esmeralda, al estilo de los Ku Klux clan, hizo llamar a un hombre con un parche en el ojo, el sujeto hizo una reverencia ante aquel hombre ataviado en esas ropas y dijo:
    -Scott lo saluda, gran jefe y señor, sumo sacerdote de Rayquaza, rey de los cielos, y balance de las aguas y la tierra.
    -Scott, las llamas del augurio me han hecho llamarte, el peligro nos amenaza, los signos celestiales hablan de riesgos en nuestros planes.
    -¿de qué se trata, señor?
    -Un viajero ha llegado a Lavalcada buscando a un reportero llamado Sotomayor, un viajero muy peligroso, que tiene la facultad de ponernos en serios problemas.
    -¿Desea mandarme a exterminarlo?
    -Al viajero no, es demasiado astuto, y ni tú podrías acabar con él, ni luchando cuerpo a cuerpo, ni con tus pokemon.
    -Entonces, ordeneme, señor.
    -La orden es, matar, matar al reportero, de inmediato, antes de que se sepa lo que ha investigado. Scott, vaya a Lavalcada, busque a Sotomayor y asesinelo antes de que provoque problemas.
    -Escucho y obedezco, Scott ejecuta las ordenes del sumo sacerdote...

    ¿Quien es el hombre de la capucha verde?, ¿son acaso los bandidos de ciudad arborada?, ¿podrá Sarid escuchar todo lo que su amigo le tiene que decir?

    Continuará....
     
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    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Leo
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    No es permitido publicar el escrito en colores, por obligación debe ser negro (aunque ya se modificó ese error), es recomendable que tampoco cambies el tamaño de la fuente.
    Y por ahí leí, flappys, quisiera saber yo qué son flappys puesto que nunca he escuchado tal cosa. Supongo que debe de ser algo más y ha habido un error a la hora de escribirlo, lo más cercano a eso sería Flaaffy.
    La estructura de los diálogos pues... no la hallo adecuada la verdad, pero sólo por el detalle de los dos puntos antes de cada uno y primero que nada, ¿qué con esas tildes del lado contrario? Añado que se debe utilizar el guión largo (—) que se hace con Alt+0151


    En todo caso sería algo como esto:

    El viajero tomó un fardo que traía cerca de su cabalgadura y cambió sus ropas por unas más contemporáneas, pero dejando su verde turbante, hecho esto, hizo entrar a su Rapidash a su pokeball e hizo salir a un Dodrio.

    —En marcha, rumbo al volcán—dijo y montó a la veloz ave de tres cabezas, la cual se preparó y comenzó su marcha hacia aquella zona, Pueblo Lavalcada.


    Se ve más ordenado y demás, recomiendo también separar cada diálogo, es demasiado confuso leer todos los diálogos pegados. Además cuida las mayúsculas, los nombres de los pokémon van en mayúscula (sin excepciones) al igual que los nombres, sean de los personajes o de las ciudades/pueblos. Cuida también la puntuación algunos casos no me pareció del todo adecuada.
    Creo que no me quedo nada, sólo recordemos que esto no es para tomarse a mal, es un comentario constructivo.

    Saludos.
     
  3.  
    Rogelio Barrón

    Rogelio Barrón Iniciado

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    Gracias por las sugerencias, este sí lo revisé, aunque faltan ciertos detalles. Me gustaría críticas sobre la historia, espero puedan comentar eso

    Capítulo 2

    Tras haber salido de la propiedad de los Blazek, Sarid se dirigió velozmente hacia pueblo Lavalcada, en su mente estaba el pensamiento de llegar lo más pronto posible, ya que se había retrasado varios minutos en la visita al heredero del barón. El viajero no tardó en llegar a ese tranquilo pueblo ubicado a las faldas del volcán, y al entrar en las calles, redujo su velocidad, pues ya no podía andar a grandes velocidades, así que se condujo a paso moderado, observando lo que ocurría en las callejuelas, de pronto, el viajero ordenó al Dodrio detenerse, pues observó una escena que le llamó mucho la atención, eran tres chicos de entre 10 y 12 años de edad, todos con un pokemon al lado de ellos. Dos de estos chicos estaban en actitud desafiante ante el tercero que se veía más debil en todos los sentidos, y por lo visto estaban abusando de él y de su pokemon, que era un pequeño y maltrecho sentret, los otros dos llevaban un poochyena y un machop, y entre los dos parecían tomar ventaja de su situación.Por favor, ya no le hagan daño a sentret, déjennos en paz.
    —Guarda silencio, niñita —exigió el dueño del poochyena —, no nos iremos de aquí hasta pulverizar a tu estúpido pokemon, y también que nos des todo tu dinero.
    —Pero me quedaré sin comer, soy un entrenador que recién empieza.
    —No importa, Machop, usa golpe Karate —ordenó el segundo —, hazlo pedazos.
    El machop del abusivo se lanzó y conectó un golpe al pobre sentret, dejándolo totalmente inconsciente, en tanto que su dueño fue a su lado para decir:
    —Sentret, resiste...
    —¡Ahora nos entregarás tu dinero!
    —Si no nos lo das, poochyena te clavará sus colmillos.
    Los dos abusivos se acercaron para seguir maltratando al chico, pero entonces se interpuso un hombre de tez cobriza y turbante esmeralda, que pronunció:
    —¡Basta!, ustedes no están respetando las normas de combate entre entrenadores, ustedes ya están abusando.
    —No seas entrometido, estúpido hindú —pronunció el dueño del machop —, veté de aquí.
    —Los reto a algo entonces, enfréntenme ambos con sus pokemon en un combate doble, yo usaré un solo pokemon y si me derrotan les daré una buena cantidad de dinero.
    —Vaya que eres tonto, por qué no lo hacemos de dos en dos, y si no tienes más pokemon, pídele a ese bobo que levante a su sentret.
    —No se diga más y peleen —pronunció Sarid tras sacar una pokeball.
    —Muy bien, poochyena, al ataque.
    —A pelear machop.
    —Bien, hora de salir, querido amigo lapras.
    Ante las sorprendidas miradas de los muchachos apareció un noble lapras, que miró decididamente a sus rivales, que lejos de inquietarse, siguieron en actitud desafiante.
    —Machop, podemos ganar, lanza tu más fuerte golpe de karate.
    —Poochyena, usa aullido.
    —Es hora de dar una lección, lapras, usa surf.
    Antes de que los pokemon rivales se lanzaran al ataque, el lapras lanzó una potente ola de agua que terminó lanzando a ambos pokemon lejos, dejandolos debilitados al instante, era claro que Sarid tenía un nivel mucho más grande que el de sus rivales.
    —No puedo creerlo —dijo el entrenador del machop —, machop jamás había sido vencido de esa manera.
    —Espero que ahora sepan qué es enfrentarse a alguien superior a ustedes, ahora díganme, ¿desde hace cuánto abusan de este chico?
    —Desde ciudad Malvalona —pronunció el dueño de Sentret —, se la han pasado siguiéndome y quitándome lo que tengo...
    —Silencio, muchacho, deja que ellos confiesen sus abusos. Entonces —dijo al mirar intensamente al dueño de poochyena —, ¿cuántas veces?
    —Yo...
    El muchacho sintió de inmediato el peso de la profunda mirada de Sarid, era como si una fuerza magnética o hipnótica estuviera influyendo sobre él, hasta que finalmente respondió:
    —Lo hemos estado siguiendo varios días sólo para divertirnos, con esta iban a ser cuatro veces, pero llegó usted y...
    —Es suficiente, ahora quiero que en pago le den lo robado a este pobre chico.
    Los dos bribones fueron ante el entrenador de Sentret, y de mala gana le devolvieron el dinero a aquel pobre chico, posteriormente dieron la vuelta para marcharse, pero Sarid les dijo:
    —Y no se acerquen más a este chico, de lo contrario me volveré a encargar de ustedes.
    Los malos muchachos se fueron, en tanto que Sarid fue a donde estaba el entrenador cuidando a sentret, pokemon al que alivió de su debilitamiento, y que de inmediato se incorporó para mirar agradecido a su benefactor.
    —Muchas gracias, señor, de verdad que usted fue muy bueno conmigo, además es muy poderoso, ¿cómo se llama?
    —sarid, llámame Sarid, ¿y tú, muchacho?
    —Mi nombre es Tony, vengo de ciudad Portual, y apenas tengo un mes como entrenador.
    —Y a ese Sentret cómo lo capturaste.
    —Mi abuelo lo capturó en Johnto y me lo trajo, es un amigo simpático, y quiero llegar a ser con su ayuda un importante maestro pokemon, un líder de gimnasio como el gran Norman a quien tanto admiro.
    —ja, ja, es un gran sueño muchacho, pero si te esfuerzas, y eres constante, llegarás a ser muy fuerte, es así como se alcanzan las metas, pero ten muchos ánimos.
    —Muchas gracias, señor, ya necesitaba palabras de aliento.
    —Muy bien, amigo, hasta otra ocasión, debo partir...
    El viajero hizo salir a su dodrio y continuó su camino en tanto que Tony se quedó admirando la gallarda figura de su héroe, de quien dijo:
    —Es grande, quisiera ser como él...

    Poco más tarde, Sarid llegó hasta una exposición pokemon que formaba parte de las festividades del pueblo, ahí bajó del dodrio y lo hizo entrar a su ball, posteriormente fue caminando entre los pasillos de la exposición hasta llegar a la improvisada fuente de sodas del lugar, ahí estaban tres personas, el primero era un anciano de mirada bonachona, y que vestía de traje cafe, era el licenciado Sotomayor, el periodista a quien visitaba. Los otros dos eran un par de entrenadores famosos de aquella región, uno portaba un singular sombrero, y lucía de forma elegante, era el excampeón de Hoenn, Pluvio, y el tercero un hombre de cabeza afeitada, gordo, pero de mirada bondadosa, era el actual líder de gym de Lavalcada, un entrenador llamado Lucius, sucesor de Candela. Los tres sujetos al ver a Sarid se pusieron de pie para saludarlo, diciendo:
    —Sarid, sea usted bienvenido, lo estaba esperando con mucha ansiedad —dijo el anciano —aquí están conmigo, su viejo amigo, Plubio, y el líder de gimnasio, Lucius.
    —Es un honor verlos a todos juntos —contestó Sarid —, aunque me gustaría que fueran días menos tensos.
    —Lo mismo opino —dijo Plubio —, ahora mismo estamos teniendo un remanso en medio de las tensiones actuales, de las cuales, el señor Sotomayor tiene un gran e importante informe que nos divulgará el día de mañana en secreto al interior del lugar convenido.
    —¿tiene algo que ver con los bandidos de ciudad Arborada?
    —En parte —replicó el periodista —, hay cabos sueltos y un crimen sin resolver...
    —¿Cual crimen?
    —Sarid —dijo el líder de gimnasio —, dentro de unos días, se cumplirán dos años de que tomé las riendas del gimnasio de este pueblo, contra mi voluntad, sucediendo así a mi querida amiga Candela.
    —Ella murió cuando se incendió su gimnasio hace un par de años —relató Sotomayor —, y tras de ese crimen estuvo la secta de los adoradores de Rayquaza.
    —Ese nombre jamás lo había escuchado —dijo Sarid —, ¿qué hacen ellos?
    —Asolar, robar, y matar —declaró Plubio —, y tenemos amenazas contra este pueblo, y su exposición.
    —Es mejor que yo le relate eso al volver a casa, ya que yo lo hospedaré, amigo Sarid —indicó Sotomayor.
    —Mientras tanto vamos a comer y a beber algo, debe venir cansado.
    —Me hace falta, mucha falta...
    Mientras esto sucedía, un hombre con un elegante parche ocular veía la escena a lo lejos y le dijo a un Crobat que estaba arriba de él.
    —A la primera oportunidad, haré que ese viejo se calle...

    ¿Cuál es el secreto del licenciado Sotomayor?, ¿podrá decirlo antes del traicionero ataque del asesino Scott?, ¿Quiénes son los bandidos de ciudad Arborada, una secta de asesinos?
     
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    Rogelio Barrón

    Rogelio Barrón Iniciado

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    Los bandidos de Ciudad Arborada
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    1806
    Capítulo 3

    Al caer la tarde, el Licenciado Sotomayor despidió a sus dos distinguidos amigos, quienes prometieron trabajar en conjunto con èl para aclarar sus investigaciones, y prometieron verse al medio día en una de las solitarias cuevas del volcan, lugar en el que el anciano reportero les revelaría los datos de su investigación contra el grupo críminal que asolaba pueblo Lavalcada. Antes de dar los primeros esbozos sobre los datos adquiridos, Sarid pasó a la cómoda habitación que el reportero designó para que su amigo descansara. Ya en la noche, el reportero se sentó en su sala junto a su amigo, y comenzaron a platicar.
    -Bien, querido amigo, al fin tenemos oportunidad para que le relate algo de lo que está pasando en este mi bello pueblo. Siento tristeza, de nuevo está en riesgo.
    -Espero que no tan en riesgo como hace un par de años cuando el equipo Magma pretendió hacer entrar en erupción este volcan.
    -La amenaza es seria, pero no tan letal como esa locura que pretendieron hacer esos desalmados. El equipo Magma y Aqua fueron fuertes, pero sólo querían aumentar la tierra o el agua, en ambos casos, las consecuencias iban a ser peligrosas, pero no eran asesinos a sangre fría como la secta de Rayquaza.
    -¿Cómo es que surgió esa secta?
    -Hace precisamente dos años, cuando Groudon y Kyogre fueron despertados de su letargo, un chico que combatió a ambos equipos.
    -Ya veo, el actual campeón, Brenndan.
    -Así es, se dice que fue ese chico el que despertó a Rayquaza para que este detuviera la pelea que los otros dos legendarios habían comenzado, lo cual sucedió. Después de esto, se produjo una crisis en ambos equipos, y comenzaron a existir deserciones, ya que los miembros de esas agrupaciones vieron que el futuro no debía estar en la tierra o en los oceanos, sino en el cielo, y un embaucador desconocido creó así la secta de Rayquaza, y se declaró como sumo sacerdote de ese pokemon.
    -Rayquaza es un pokemon justo, no le agradarían los actos críminales.
    -Así es, pero eso no es todo, este grupo críminal se ha dedicado a causar el temor entre la gente del pueblo, y se dice que usan a los bandidos de ciudad arborada para cometer sus crímenes más elaborados.
    -Escuché que los bandidos roban pokemon en los centros de curación, y a diversos entrenadores.
    -Así es, y yo pienso que son los mismos de la secta de Rayquaza, porque usan sus mismos métodos perversos. Lo bueno es que justo ahora tengo una pista sobre el responsable, el llamado sumo sacerdote de Rayquaza, aunque no sé qué es lo que busca en realidad, sí es necesario capturarlo antes de que siga con su ola de crímenes.
    -Puede decirme quién es ese hombre...
    -Todo a su tiempo, amigo mío, ahora no puedo decirlo, sé que este pueblo es vigilado, y yo tambien lo estoy, y siento que la secta puede pronto aparecer en mi camino para callarme.
    -De ningún modo, mientras esté yo en esta casa usted puede sentirse seguro.
    -No lo sé amigo mío, de todas formas ya todo lo tengo preparado, porque si yo llegara a desaparecer, tengo guardadas en un lugar secreto mis indagaciones, lo he ocultado de todo el mundo. Y creo que le daré la llave y la ubicación muy pronto, usted será el que lleve esa llave y que conocerá todo el fruto de mi trabajo.
    -Lo dice como si sus dìas estuviesen contados.
    -Si usted supiera -dijo el anciano tras suspirar -, desde hace semanas presiento que mis dìas estan por acabarse, la secta de Rayquaza es la más violenta que jamás haya estado en Hoenn, o incluso en la nación, son mucho más salvajes que el equipo Rocket.
    -Oh, vamos, tenga animo, que juntos, la liga pokemon, y con mi ayuda desentrañaremos los misterios que rodean a esos grupos criminales.
    -Me alegro de contar con usted, de todas formas he tomado mis precauciones, y mis archivos están muy bien respaldados.
    Dicho esto, no se mencionó nada más sobre el tema, y los dos amigos platicaron sobre sus últimas peripercias, luego cenaron y se fueron a descansar, pero Sarid lo hizo estando en alerta por si algo raro sucedía.

    Esa noche no ocurrió nada extraño, y al amanecer, los dos caballeros despertaron, y se dispusieron para cumplir la cita que tenían en la tarde, sin sospechar que afuera, un jovencito buscaba a alguien que estaba en la casa, era el pequeño Tony que con la ayuda de sentret trataba de encontrar el rastro de aquel hombre que se ganò su admiración, el gran Sarid.
    -Mmm... por aquí debería estar la casa, pero, no la ubico...
    El chico siguió caminando sin percatarse que ya estaba muy cerca del domicilio del anciano reportero, razón por la que siguió deambulando por esa calle buscando la casa.

    Mientras tanto, el anciano reportero estaba a la mesa preparando el desayuno, en tanto que Sarid terminaba de arreglarse para poder bajar a la mesa para desayunar. Justamente el anciano terminó de preparar el cafe, cuando escuchó un extraño ruido en la sala, algo que lo sobresaltó.
    -Sarid -pronunció mientras entraba lentamente a la sala -, ¿está usted aquí?
    No hubo respuesta, pero al entrar a la sala, encontró que sobre un librero estaba revoloteando un imponente crobat, el cual lo miró intimidatoriamente.
    -¡Un crobat!, alejate, aleja...
    Antes de que el anciano pudiera gritar, el pokemon clavò su penetrante mirada al anciano, era el movimiento mal de ojo, que aparte de ya no dejarlo huir, le causó una impresión que lo dejó paralizado, con todo y eso, logró gritar ahogadamente:
    -¡Sarid!
    Para ese momento el enigmático personaje del turbante bajó a la sala para ver la escalofriante escena, así que el entrenador se decidió a atacar al crobat agresor, sin embargo, justo cuando iba a sacar una pokeball, fue atacado traicioneramente, recibiendo un golpe en la nuca, mismo que lo dejó fuera de combate. Detrás de él apareció el agresor, quien miró burlonamente a Sarid.
    -Je je je, no pensé que esto iba a ser tan sencillo, este hombre no causará mayor problema.
    Mientras tanto, el aterrado señor Sotomayor miró de reojo al agresor, era un hombre extremadamente delgado, alto, y de manos huesudas, que para ese momento tenía un gesto de burlona frialdad.
    -Es hora de que cumpla su destino -dijo el asesino al mismo tiempo que extraía una cuerda con pequeños nudos situados a distancia específica para hacer más rápido el estrangulamiento -, es tiempo de morir...
    Antes de que el anciano lograra gritar, sintió que la cuerda hacía presión en su cuello, haciendo que poco a poco sufriera la angustia de la asfixia, la lucha fue injusta, y la resistencia del anciano poco a poco se redujo hasta que finalmente perdió el sentido, había quedado inmovil en el suelo, muerto por la mano asesina de aquel sicario.
    -El trabajo está hecho, aunque no del todo, jejejeje, ahora puedo deshacerme de este hombre. El jefe estará contento...
    El cruel asesino hizo volver a crobat a su ball, y en su lugar hizo salir a un Magmar, al que ordenó:
    -Rápido, usa lanzallamas y esparcelo por toda la sala.
    El obediente pokemon ejecutó su ataque, enviando sus incandecentes llamas a todos los muebles, afectando de inmediato a los libreros, sillas, paredes, e incluso equipo de cómputo, las llamas pronto empezaron a crepitar, y amenazaban con consumir aquella casa que hasta esa mañana era un lugar acogedor, y esa misma casa que era ya una hornaza, se preparaba para convertir en cenizas el cuerpo de Sarid y el del difunto licenciado Sotomayor.

    Cuando el asesino sintió terminada su obra, recogió a su magmar, y salió calmadamente de la casa, aún sin que nadie se diera cuenta del siniestro, sólo un niño lo vio a lo lejos, era Tony, quien al ver que el tipo tenía una apariencia sospechosa, prefirió ocultarse en un buzón de correos hasta que el hombre se apartó, desde esa posición alcanzó a ver que el hombre tenía un parche en el ojo, era el asesino de la secta de Rayquaza, Scott. Tras ver esto, el chico se acercó a la casa de dónde había salido el asesino, y al asomarse pudo ver que había un hueco en la cortina por donde pudo ver que había dos cuerpos en el suelo, uno era el de Sarid, y que ambos estaban rodeados por las voraces llamas.
    -Señor Sarid, señor Sarid...
    El chico en su desesperación luchó por tratar de abrir la puerta, pero el picaporte no cedió, así que hizo salir a Sentret, a quien ordenó:
    -Sentret, usa cola ferrea...
    A pesar de que Tony era un entrenador inexperto, le había hecho aprender esa tecnica a sentret gracias a una MT que su padre le había obsequiado, así fue como el muchacho pudo penetrar en la casa, y dentro le dijo a su amigo Sentet:
    -Vamos, ayudame a sacarlo de aquí...
    El noble pokemon hizo salir todas sus fuerzas para cargar a aquel corpulento hombre que pesaba mucho, y que estaba sacando casi a rastras, y con riesgo de morir, ya que las llamas crecían cada vez más, pronto los vecinos y los curiosos se dieron cuenta del siniestro y comenzaron a pedir auxilio, en tanto que el chico, en su valiente acto apenas pudo sacar al extraño viajero. Uno de los curiosos fue a ayudarlo, y lo llevaron lejos de la escena; ya en aquel lugar, Tony y Sentret terminaron cansados, pero Tony no pudo detenerse mucho a descansar ya que entonces recordó:
    -Hay otro hombre adentro, hay que salvarlo...
    -Pero muchacho, las llamas están más violentas.
    Era verdad, las llamas deboraban con mayor intensidad la casa, y desafortunadamente no había nadie para apagarlas.

    Mientras eso ocurría, en otro lado de la ciudad, se escuchó una alarma, era una joyería que estaba siendo asaltada, eran dos personas que para ese momento portaban ya el fruto de lo hurtado, la primera era una persona con un casco blanco con una franja verde, de figura muy delgada, era una mujer, el otro poseía un casco similar, pero la franja era de color plateado, y era hombre, la primera era dueña de un tropius sobre el cual estaba montado, y el otro sobre un skarmory, y ambos miraban burlonamente el establecimiento robado.
    -Eso les sucede a los traidores de nuestra ciudad, a los ladrones -dijo el hombre
    -¡Larga vida a los bandidos de ciudad arborada!
    Y entonces los pokemon comenzaron la huida, lejos del alcance de los policías que apenas se acercaban y de los joyeros que habían asaltado.

    ¿Quienes son los bandidos de ciudad arborada?, ¿vulgares ladrones y asesinos?, ¿podrán rescatar el cuerpo del licenciado Sotomayor antes de ser carbonizado?
     
  5.  
    Rogelio Barrón

    Rogelio Barrón Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    28 Junio 2013
    Mensajes:
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    Título:
    Los bandidos de Ciudad Arborada
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1543
    Por favor comenten, sin comentarios es deprimente escribir, recuerden que sus críticas son siempre bien recibidas...

    Capítulo 4

    Sarid había sido presa de un sorpresivo ataque; en la mañana cuando el Licenciado Sotomayor prepraba el desayuno, fue atacado por un golbat que usando mal de ojo le evitó la huida, y antes de que Sarid ayudara al anciano, recibió el traicionero ataque de Scott, el asesino enviado por la secta de Rayquaza, ejecutó la sentencia estrangulando a su victima, e incendiando la casa, condenando a muerte también a Sarid. Fue entonces que el joven Tony observó que alguien salía de la casa, y notó que era un tipo sospechoso, por eso fue a asomarse, y encontró a Sarid, a quién rescató con ayuda de su Sentret, cuando el chico fue a rescatar al anciano, los curiosos que veían el incendio no le permitieron ir, ya que las llamas estaban asotando el domicilio con más fuerza.
    -Debemos esperar a los bomberos para intentar rescatar al hombre que sigue adentro inconciente -dijo el curioso que impidió que el chico fuera.
    -Pero debemos ir...
    En ese instante apareció en escena un chico, que al ver la emergencia, llegó corriendo a toda prisa y sacando una pokeball, dijo:
    -¡Wartortle, sal!
    El chico era alto para su edad, de aproximadamente 15 años de edad, por su apariencia era un entrenador viajero, ya que portaba una mochila anaranjada, gorra azul, pantalones vaqueros azules, y una camisa con un Eevee impreso en ella. Al ver fuera a su pokemon, ordenó:
    -Wartortle, usa chorro de agua contra esas llamas.
    El valiente pokemon comenzó a lanzar su chorro, comenzando a apagar las llamas de la casa, y dando oportunidad para que un grupo de tres personas fuera a rescatar al anciano, al mismo tiempo, se comenzaron a escuchar ambulancias, y por supuesto la policía. Mientras el pokemon apagaba el incendio, Tony observó al entrenador, a quien reconoció de inmediato.
    -Ryan, ¿tú aquí?
    -Vaya que te metes en dificultades, supe que estabas en este pueblo pasando dificultades, y ahora resulta que rescatas gente de los incendios... -y luego dijo con voz fría - creo que deberías regresar a casa, los viajes pokemon no son para tí.
    -Pero estaba aquí buscando...
    -¿Qué buscabas?
    -A él -dijo señalando a Sarid -, es un entrenador muy fuerte, y quisiera que él me ayudara a crecer...
    -No, Tony, no digas esa clase de cosas, has pasado tres meses fuera de casa y no has conseguido capturar otro pokemon, ni vencer en ningún combate. Sé que estás aquí porque has visto que yo he conseguido varias medallas de gimnasio, pero eso no es facil, no todos lo logran.
    -Pero... yo quiero...
    -Es mejor que regreses a casa, quizas entrenar pokemon para combates no es lo tuyo...
    Para ese instante, wartortle regresó, había apagado gran parte de las llamas, y con la llegada de los bomberos, las labores se vieron terminadas; también en ese momento, Sarid reaccionó, haciendo que Tony se pusiera en alerta para atender al viajero.
    -Señor Sarid, ¿está usted bien?
    -Oh, mi cabeza, la golpearon violentamente desdpués ya no recuerdo nada.
    -La casa se estaba incendiando, Setret y yo lo rescatamos de morir calcinado, las llamas ya estaban cerca de usted.
    -¿En serio? -pronunció al incorporarse -, gracias, muchacho, has sido muy valiente, pero, ¿dónde está el Licenciado?, el hombre que estaba conmigo dentro de la casa.
    -Ya lo atienden los bomberos -respondió Ryan.
    En ese momento Sarid vio a los bomberos que atendían al cuerpo del licenciado, el cual lucía ya quemaduras importantes, así que fue para observarlo y preguntar:
    -Señores, ¿qué ha sucedido con mi amigo?
    -No tiene remedio -respondió lapidariamente el resctatista -, está muerto.
    -¿Pero qué dice?, sus quemaduras no son de gravedad...
    Sarid comenzó a examinar el cuerpo en busqueda del signo que hbía propiciado la puerte hasta que encontró las marcas en el cuello, las finas marcas causadas por una soga enredada, así que pronunció:
    -Este hombre murió estrangulado, no murió en el incendio.
    -Esa es una declaración muy interesante -pronunció un nuevo personaje que entraba en escena -, e incluso lo compromete a usted.
    -Caballero, no tengo el gusto de conocerlo.
    -Disculpe mi interrupción, soy el inspector York, vine a este lugar, y me entero de que hubo un asesinato, y que precisamente usted es un testigo importante.
    -Mi nombre es Sarid Al Rashim, y sí, ese hombre era un amigo e iba a darme un informe sobre graves hechos delictivos, pero veo que los críminales acabaron con su vida antes de dar ese informe.
    -Es curioso, esto se dio al mismo tiempo que robaron una joyería, me enteré por la radio, los culpables fueron los bandidos de ciudad arborada.
    -Quizas ellos fueron los asesinos, si es así han dado un golpe doble, más bien triple, porque al quemar la casa, acaban con todo el trabajo de mi ilustre amigo.
    -tiene muchas cosas que explicar Sarid -siguió York -, es un sospechoso, y antes de irse debe darme su declaración.
    -No entiendo por qué sospecha -dijo el entrenador Ryan -, pues cuando Candela murió, tambien quemaron su Gym.
    -No sea entrometido, esto es entre el señor Sarid y yo...
    Si gusta, puedo darle mi testimonio mientras buscamos si hay algo en la casa que pueda ser de utilidad.
    -Está bien, Sarid, vamos a ver.
    El inspector ingresó junto con Sarid y los dos chicos a la casa, y mientras investigaban buscando pistas, Sarid le relató el motivo de su visita al inspector, y lo que les relató el periodista, hasta contar la forma en que fue atacado. Fue en ese instante cuando el inspector dijo:
    -Habla que lo atacaron, pero no sabe cómo era su agregar y tentativo asesino.
    -Yo vi algo -dijo Tony -, yo descubrí el incendió y me di cuenta porque un hombre salió de la casa, y se veía muy sospechoso.
    -¿Y cómo era ese sujeto? -continuó el detective.
    -Muy delgado y alto, tenía un parche en el ojo, es todo lo que pude ver...
    -Entonces las investigaciones deben apuntar hacia ese hombre, es cierto, han existido casos en los que se encuentran a un asesino con esas características, pero, Sarid, aún tengo muchas interrogantes respecto a usted, así que seguiremos encontrandonos.
    -Lo mismo digo, la muerte de mi amigo exije justicia, y me enfrentaré a los asesinos por más peligrosos que sean...
    La investigación continuó y sin frutos, todos los documentos se perdieron, al igual que los equipos de cómputo del licenciado, por otra parte, el inspector optó dejar de lado a Sarid para encargarse de otros asuntos relacionados al asesinato.

    Después de salir de la casa, los dos chicos miraron a Sarid, que se sentía triste y molesto por lo sucedido, pero no debía quedarse todo el tiempo así, debía comenzar a trabajar para tener pistas del asesino, por lo que dijo:
    -Es hora de que busque otro lugar donde hospedarme, aquí me he quedado sin equipaje y sin habitación, después de eso, comenzaré mi investigación.
    -Señor -dijo Tony -, me gustaría seguirlo, sé que usted es fuerte y audaz, y es por eso que lo busqué...
    -Y tú eres valiente y noble, te agradezco tu ayuda, y por eso te invito a que vengas conmigo, te ayudaré a crecer como entrenador, pero sobre todo como hombre, y con el tiempo llegarás a ser maestro pokemon...
    -¿En serio?, muchas gracias...
    Ryan miró con fastidio la escena, así que le dio la espalda, y comenzó a hablarle a Tony:
    -Espero que estés contento, pero no creo que crezcas, hay personas que no nacen para entrenar pokemon, y no quiero ofenderte, pero no creo que seas uno de ellos, sin embargo, toma -dijo al lanzar un pokelocalizador -, si algún día pretendes volver, llamame a mí o a tu mamá, que te estarán esperando.
    -Ryan, espera.
    El indiferente entrenador siguió su camino y Tony quiso detenerlo, pero Sarid lo retuvo diciendo:
    -No es necesario, está molesto, ya habrá tiempo para convencerlo de que te volverás bueno, pero es necesario tener paciencia.
    -Está bien, Sarid, mientras vayamos a descansar.

    Más tarde, en las oscuridad de un pasillo, un hombre de cabeza afeitada, y de porte soberbio y altivo,veía cómo se acercaba un hombre que tenía un ojo parchado, era Scott, que había regresado a la guarida con satisfacción, pero ahora se mostraba molesto. Fue por eso, el hombre de la cabeza afeitada dijo:
    -Veo que no está tan contento Scott, ¿qué pasó?
    -Mil demonios, pensé que había acabado con ese tal Sarid y el viejo, pero resulta que el extranjero vive, lo rescataron antes de que se quemara...
    -Debiste haberlo matado, Scott, lo tenías a tu merced, yo en tu lugar lo habría acabado con unos golpes fulminantes de Kung Fu.
    -¡Basta!, Tiang Pao, al menos el jefe se siente satisfecho con esto, pero advirtió que ese hombre se quedará, la Secta de Rayquaza eliminará todo peligro, y si él se interpone, lo acabaremos...
    -De eso no hay duda, el entrometido, alcanza la muerte...

    La secta de Rayquaza ha atacado, ¿qué tan cercanos son a los bandidos de Ciudad Arborada?, ¿logrará Sarid encontrar a los asesinos, y las investigaciones del doctor Sotomayor?
     
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