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  1.  
    theblackladie

    theblackladie inocente ángel

    Cáncer
    Miembro desde:
    3 Abril 2012
    Mensajes:
    114
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Jillian
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1484
    Hola verán esta historia la escribí hace tiempo, pero no se me había ocurrido subirla hasta ahora, espero que les guste, iré subiendo capítulos poco a poco por que es larga, por cierto el nombre de Jillian es nombre masculino, puede haber confusiones.

    Capitulo 1: la llegada

    Es complicado explicar el amor, ni yo misma sabría explicarlo. Estamos en 1653 en una pequeña aldea llamada Teerio, yo me llamo Elisa, no soy más que una campesina mas, vivo con mis padres y mi hermana pequeña. Soy alta, con el pelo negro y muy largo, mis padres piensan en casarme dentro de poco con nuestro vecino Jonh, para que engañar no me gusta alegremente a la gente, estamos en verano, los rayos de sol me dan en la cara, mientras me dirijo al mercado me encuentro con las cuatro cotillas, en el pueblo son llamadas así, si quieres enterarte de algo ellas son las personas a las que tienes que acudir, las veo reunidas, hablando alegremente y soltando algún que otro grito, no soy para nada cotillas pero a veces la curiosidad le asalta a una:
    ─ ¿que es lo que os causa tanta alegría?
    ─oh, Elisa, no sabes que gran noticia tenemos─ las cuatro me miran sonriendo, son un poco mayores que yo, sus familias ya las casaron, verdaderamente tuvieron suerte, sus maridos son guapos y apuestos, son la envidia de todas las chicas del pueblo, menos de mí, no me dejo llevar por eso, si confieso, la verdad ahora mismo no estoy interesada en el amor para nada
    ─ ¿y bien? ¿Que noticias es esa?
    ─la princesa se va a casar con el marques de Juhle─ nuestro pequeño pueblo pertenece a los dominios de la familia real que reside dentro de las murallas, en su increíble castillo, mucha gente habla de ellos, quien no, ellos reinan sobre muchos pueblos, incluidos el nuestro, a la princesa que ahora se va a casar solo la he visto una vez en mi vida, la familia no se suele dejar ver por los pueblos, demasiados pueblerinos para su estilo, la ocasión en que la vi era muy pequeña, en el segundo casamiento de la reina, su antiguo marido murió hacía entonces dos años, la princesa debía de tener la misma edad que tenía yo, y para que engañarme, su boda no me interesa para nada, no voy a sacar nada de ello, no entiendo por que cosas así causan tanta expectación.
    ─que bien…─ me di la vuelta para dirigirme a los puestos cuando las cuatro cotillas me pararon
    ─esa solo es una noticia, la fuerte aún no te la hemos contado─ paré en seco, suspire y me arrepentí de haberla preguntado, me dirigí otra vez a ellas, me cruce de brazos a la espera de que me siguieran taladrando la cabeza con sus cotilleos.
    ─ ¿que es lo que pasa?─ las cuatro se miraron y rieron, luego me miraron─ Esme, la rubia del grupo y la mas alta se dispuso a contarme “la gran noticia”
    ─ Elisa, Elisa, ¿Cómo puede ser que no lo sepas?
    ─se muchas cosas, pero los asuntos de la princesa no me importa, que se case, yo también me voy a casar
    ─ahí es donde queríamos llegar, el marques de Juhle es el hombre mas guapo que te puedas imaginar…
    ─ah… ¿esa era la gran noticia?
    ─si… bueno, es que… su carruaje va a pasar por aquí, y le vamos a poder ver, ¿no te hace ilusión?
    ─ver a un hombre con el que no me podré casar en la vida, si, una ilusión increíble, si me disculpáis, tengo que comprar─ mi poco entusiasmo las extraño, se me quedaron mirando mientras me alejaba de ellas y me dirigía a la muchedumbre de la gente, intentaba recordar las cosas que me había encargado mi madre mientras miraba a los puestos, me acerque al de la fruta, dos ancianas hablaban sin parar, mientras me atendían escuche lo que decían, y era lo mismo, la llegada del marques de Juhle, me preguntaba si de verdad era tan guapo como decían, al parecer todas las mujeres del pueblo suspiraban por el, a mi, me daba lo mismo.

    Los árboles pasaban veloces a mis ojos, oía el traqueteo del carruaje tirado por caballos pasar por el camino, pensaba si de verdad eso estaba ocurriendo, si de verdad me dirigía a casarme. Mi padre me acompañaba sentado a mi lado:
    ─ ¿Cuánto queda de para llegar?
    ─menos de un día, Jillian
    ─padre, hay una duda que me asalta─ calle durante un instante y le solté la pregunta
    ─ ¿Por qué tengo que casarme?
    ─ ¿a que viene eso?, no quieres formar una familia
    ─si, pero con alguien a quien yo elija
    ─vamos, no seas así, gracias a este matrimonio uniremos nuestros territorios
    ─ Ves, todo esto lo haces por el dinero, solo piensas en eso, eres un avaricioso─ mi padre me miraba serio, enfadado, sin esperármelo me soltó una bofetada, no dije nada, me quede únicamente mirándole y despreciándolo en mi interior, quería morirme en ese instante.

    Volvía a casa después de estar harta de oír de la visita del marques, deseaba poder llegar a casa y que nadie me hablará de ese tal Jillian.
    Cuando llegue olía a comida, mi madre estaba cocinando, pase y mi madre me miró esperando que le trajera lo que me había pedido, yo se lo di
    ─gracias Elisa, sabes, acabo de terminar de hablar con la vecina, ¿sabes que va a pasar por aquí el marques de Juhle?, se va a casar con la princesa
    ─ ¿por que todos estáis hablando de lo mismo?
    ─oh, ¿ya los sabías?─ deje la cesta encima de la mesa y me senté en una silla
    ─si, las cotillas me lo contaron, no se habla de otra cosa, que tiene de especial
    ─hija, pues mucho, no solo por que es una boda real, si no por que vas a poder ver de cerca al marques Jillian y…
    ─ya lo se, es muy guapo y no se que mas…
    ─si… aunque no tengas envidia, tu dentro de poco también te casarás─ ya había sacado el tema de la boda, no me gustaba hablar de ello, siempre que salía intentaba cambiar de tema, odiaba oír hablar a mi madre de cómo será mi vestido, de cómo debo comportarme cuando este con el, y eso que apenas le conocía, ¿Por qué tenía que elegir con quien casarme? a lo mejor ni siquiera me quería casar
    ─ Elisa, ¿me estas escuchando?
    ─si, madre, pero… ¿Por qué me tengo que casar con él?
    ─por que ya lo hemos decidido, es el hombre perfecto para ti
    ─ ¿y si no quiero casarme?─ mi madre dejó de remover la olla y se giró para mirarme muy seria
    ─no vuelvas a decir eso, todas las mujeres nos tenemos que casar a no ser que seas una ramera
    ─no lo soy
    ─entonces, calladita estas mejor─ mi madre siguió cocinando y yo subí a mi cuarto que compartía con mi hermana pequeña, ella estaba sentada en la cama, cuando entré me miró sonriente
    ─ ¿a que no sabes de lo que me he enterado?
    ─del casamiento de la princesa con el marques Jillian
    ─ah, ¿Cómo lo has sabido?
    ─es que soy adivina…
    ─bueno, no te parece algo muy emocionante, Jillian va a pasar por aquí

    ─si…─ me tumbe en la cama mirando al techo, mi hermana seguía hablando de lo guapo que era Jillian, deje de escucharla y me concentré en mis propios pensamientos, me imaginaba que era una famosa cantante, que viajaba a la gran ciudad y todo el mundo de alababa, si, me encantaba cantar, mi sueño era ser una gran cantante de ópera, que todo el mundo me conociese, pero claro solo era un sueño, algo que nunca se cumpliría, ¿Quién se iba a interesar por una campesina como cantante?
     
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    theblackladie

    theblackladie inocente ángel

    Cáncer
    Miembro desde:
    3 Abril 2012
    Mensajes:
    114
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Jillian
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1095
    El resto del camino mi padre y yo estuvimos en silencio, yo pensando en que cada vez estaba mas cerca de casarme, quería morirme en ese mismo instante, así sin mas, pero eso no ocurrirá, no ocurría nada que me impidiera casarme.


    El sol anunciaba que ya era de día, mi hermana me zarandeaba, yo abrí los ojos y pensé en todos las cosas que tenía que hacer, ella en cambio parecía alegre:

    ─Elisa, despierta, hoy es el día

    ─Lis, como te tengo que explicar que me da lo mismo que el tipo ese venga por el pueblo─ ella no perdía la sonrisa y seguía tirando de mí

    ─vamos, levántate y vamos a verle

    ─no puedo, tengo que ir al lavadero

    ─déjalo para después, acompáñame, por fi

    ─puedes ir tu sola─ la aparte y me levanté, me vestí y baje abajo a desayunar, Lis me seguía, en la cocina estaban mis padres:

    ─Elisa, lleva a tu hermana a la plaza

    ─ ¿Por qué debo hacerlo?

    ─la hace ilusión ver al marques

    ─madre, tengo cosas que hacer

    ─pues las haces luego─ suspiré, no tendría otro remedio que acompañar a Lis a ver pasar al marques.

    Cuando terminamos de desayunar salimos de casa, llevaba de mi mano a Lis que saltaba encima de todos los charcos, por las calles no había mucha gente por la calle y descubrí por que al llegar a la plaza todo el mundo estaba allí esperando la llegada de Jillian.


    ─Jillian, despierta─ era la voz de mi padre, llevábamos todo un día viajando por nuestra tierras en dirección al castillo donde se encontraba Lena, mi futura mujer

    ─ ¿Por qué me despiertas?

    ─estamos llegando, solo nos queda que pasar un pueblo y habremos llegado, ¿estas nervioso?─no le conteste, solo le miré serió, para a continuación asomarme y ver donde estábamos, bosque, árboles, plantas, animales, no era muy diferente de mis tierras, al fondo contemple un pequeño pueblecito, tendríamos que pasar por el y llegaría a mi destino.

    Empezamos a entrar por el pueblo, nos acercábamos a la plaza llena de gente, cosa que me resultó extraña:

    ─padre, ¿Por qué hay tanta gente reunida?

    ─para recibirte, esperan tu llegada, toda esa gente te admira, no ves su cara sonrientes

    ─ ¿Por qué les alegra verme?

    ─muchas de esas mujeres querían ser tus prometidas─ miraba a toda la muchedumbre de gente, desconcertado

    ─pues que estúpidas son, odió la gente así

    ─ ¿Por qué dices eso Jillian?

    ─por que hay que enamorarse de una persona por como es, no por ser guapa o rica

    ─quizás tengas razón, pero tu eres de la realeza, esas cosas no van contigo, cuando me case con tu madre, tampoco la amaba pero con los años, a todo se acostumbra

    ─si tu lo dices…─ seguí mirando a toda la gente a mi paso, me miraban con admiración, cosa que me aterró, cuando el trono pasará a ser mío no se si sabría ser un buen rey y no estar a la altura que esa gente esperaba de mí.

    Mientras pensaba en mi futuro reinado y pensaba en el amor, en que se sentirían cuando te enamoras de verdad, que se debe sentir cuando sabes que la persona que tienes en frente es el amor de tu vida, aunque solo la hayas visto una vez en tu vida, por que sabes que tiene algo que las demás nunca tendrán, algo que la hace especial, pues eso fue lo que me pasó en ese mismo instante cuando vi a la chica de cabellos negros, resaltaba entre toda la gente ya que ella no sonreía ni parecía contenta de verme, con los brazos cruzados me dedico una cara grosera que en vez de interpretarla mal, fue todo lo contrario, sentí algo especial en mi interior, no sabría explicarlo, una mezcla entre alegría inesperada, misterio, ansiedad, y…


    ─ Elisa, ¿Cuánto queda?─ mi hermana tan impaciente como siempre, me miraba y me tiraba del brazo esperando una respuesta mía que no iba a tener, estaba harta, todo el mundo hablaba de el, y eso me irritaba, me frustraba que esas chicas pensarán que ese tal Jillian se iba a fijar en ellas, ¿que esperaban?, solo eran campesinas, como yo, nada importante para alguien de la realeza que esperaba casarse con una mujer bella y rica.

    ─ Elisa…

    ─ ¡Lis!, cállate─ mi hermana me miraba ahora triste, no me gustaba gritarla, pero ha a veces me cansaba

    ─solo quería decirte que ya llega─ miré al fondo y vi un carruaje elegante tirado por dos esbeltos caballos negros, ni me moleste en mirarlo más, pero algo llamó mi atención cuando pasó a mi lado, le vi, vi a Jillian, el marques, el me miraba, tenía los ojos azules, pelo negro, cuerpo esbelto y trabajado, pero…nada especial, solo era mas que un pijo mas, le dedique mi peor mirada mientras me cruzaba de brazos y le desviaba la mirada, pero el seguía mirando, incluso cuando el carruaje pasó de mi lado, vi como se alzaba y me dedicaba una última mirada antes de desaparecer entre el bullicio de la gente:

    ─ Elisa, te ha mirado, el marques te ha mirado y te ha sonreído, que suerte─ mi hermana me miraba sonriendo, yo seguí con mi cara de despreocupación, no la conteste, la cogí de la mano y volví a mi casa.

    , no estoy nada contenta, por que tengo que casarme con alguien a quien no amo…

    Mientras me deprimo por mi futuro matrimonio paseo por el pueblo, saludo a


    Cuando llegue a casa mi madre nos esperaba en la puerta, parecía más feliz de costumbre, me recibió con un abrazo:

    ─ Elisa, tengo una buena noticia

    ─ ¿el que?

    ─ya tienes fecha de boda─ ¿eso era una buena noticia?, sería buena para ella, para mí era una condena, no quería casarme, era feliz viviendo como vivía, no necesitaba a ningún hombre, pero en cambio a mi madre parecía lo que mas feliz la hacía

    ─ Elisa, ¿que te pasa?, ¿no estas ilusionada?

    ─pues… no se que decir

    ─o, vamos, alegra esa cara, esta mañana los padres de Jonh vinieron a casa y llegamos al acuerdo de os casareis el año que viene, para la primavera, cuando todo este preciosa, ya verás, serás la novia mas guapa─ me entraron ganas de llorar

    ─madre, yo… no quiero casarme─ ella se puso seria y me miró

    ─Elisa, esa conversación ya la tuvimos ayer, y creó que quedó claro, no quiero discutir, ve a casa de Jonh y habla con el

    ─lo haré esta tarde─ mi madre no dijo nada, me dispuse a salir de mi casa para dirigirme al bosque
     

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